APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SÉPTIMO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

En el Reino de los Cielos vive la realidad suprema de Dios, algo que el propio Dios intentó que la humanidad comprendiera, sabiendo que después de esta vida material y de esta experiencia en la Tierra las almas deberán retornar a Él.

Por eso, todo lo que hagan aquí, en la experiencia de la Tierra, representará el resultado evolutivo o no evolutivo de lo que después vivirán en los planos superiores de consciencia.

A través de las revelaciones a las santas videntes, han conocido una parte del misterio de Mi Resurrección, que es la misma Ley que rige a este universo material.

Yo quisiera que la humanidad no olvidara que tiene un alma y que esa alma existe en los planos internos para terminar de vivir una experiencia inconclusa.

Nada de lo que viven aquí, en la Tierra, podría ser pasajero. Dios siempre le indica el camino a quien lo busca. Dios guía con Su Mano el sendero de los corazones y Nosotros, a través de Nuestras Divinas Presencias, nos hemos ofrecido una y otra vez al mundo para que sea guiado, crea y tenga fe.

Por esa razón, Yo les otorgué los Sacramentos, para que recuerden que ellos están allí como fuentes de Gracia, inagotables e inextinguibles, para el alma que busca de verdad la conversión del corazón.

Por eso, la importancia de que en esta experiencia de la Tierra vivan el perdón. Recuerden que no pueden partir de este mundo sin haber perdonado y sin que ustedes pidan también perdón.

El alma existe para concluir una experiencia y quiero que sepan que para la mayoría esta es la última. Por eso, deben pensar en la existencia de los planos superiores de consciencia, el Reino de los Cielos o como lo quieran llamar, en donde sus experiencias después de esta vida vivirán una síntesis.

Yo no les vengo a hablar de la muerte corporal; vengo a hablarles de la oportunidad que no pueden perder en esta vida, porque el paso es único, como también cada momento de entrega y de ofrecimiento de sus corazones.

Vengo a decirles esto, compañeros, porque sé que muchos que están aquí y otros que no están aquí, se han sumergido en el camino del sufrimiento y de la culpa. Pero Dios les demuestra, a través de la Presencia de Su Hijo en este tiempo, que la puerta de Su Divina Misericordia aún está abierta al mundo, especialmente a los que aún les queda poco tiempo para arrepentirse.

Quiero que siempre tengan presente que Dios los ama, bajo cualquier situación o condición. Dios no tiene ira, Dios tiene Piedad, Gracia y Misericordia; y esto, en muchos casos, es olvidado completamente, porque las almas que están encarnadas en este tiempo se envuelven fácilmente con la indiferencia y lo superficial.

Pero Yo vengo también, en este tiempo y a través de cada encuentro, a pedido de Mi Padre Eterno, a colocarles el código crístico redentor en lo más profundo del gobierno de sus almas y esencias, código de amor y de redención que deberá ser cuidado y protegido por ustedes mismos; porque, así como Dios todo lo da, también todo lo puede quitar.

Ni una mínima partícula de Su Divina Gracia se desperdicia en este universo; si esto sucediera, sería una ofensa para Su Corazón. Por eso, Yo los llamo a valorar este momento y que aprendan a leer lo que Yo mismo estoy escribiendo a través de sus vidas. De esto dependerá lo que sucederá después con cada uno.

Imiten el ejemplo de los ángeles y de los santos que adoran, aman y reverencian a Dios, Nuestro Creador. Así, sus vidas profundizarán su dignidad espiritual y humana, y aquellas virtudes que Dios tiene guardadas en Su Corazón, y que están preciosamente escogidas para cada uno, serán entregadas en su debido momento, cuando sus corazones estén prontos, y ese momento se acerca.

El tiempo de la preparación está terminando, el tiempo de la acción está comenzando, porque la emergencia en el mundo es muy grande. La miseria, el sufrimiento y la enfermedad deberán ser aplacados y muchos, pero muchos corazones esperan el gran día de su liberación.

Ustedes, estando aquí y respondiendo a Mi Llamado, sin que Yo se los pidiera directamente, están participando de la preparación de ese gran momento, cuando Yo retorne en Gloria y con todo el Poder de Dios, para volver a instaurar el orden universal y el verdadero Gobierno Espiritual en este mundo.

¿Comprenden que la Ley deberá ser restablecida?  Y esto sucederá a través de la actitud de sus corazones, a través de acciones misericordiosas, porque la Misericordia los ayudará a percibir en cualquier lugar la necesidad, inclusive en aquel corazón aparentemente silencioso y anónimo.

Yo vengo para que sus almas abran sus ojos y perciban, por sí mismas, de lo que están formando parte. No es solo de un momento de Gracia, Piedad o Misericordia, es un momento de hacer emerger a los nuevos apóstoles; aquellos que, en los últimos tiempos, reescribirán la historia de la humanidad y del planeta; así como la propia Jerarquía reescribió la historia de este mundo a través de todos sus centros internos y sagrados, como fue en este lugar, a lo largo de los tiempos y sobre todo a través de las almas.

No todos podrán vivir el mismo modelo de vida evolutiva, deben tenerlo muy claro. Si esto es forzado, podría tener consecuencias irreversibles.

Deben aprender todos los días a percibir la necesidad del semejante; así, ayudarán verdaderamente al crecimiento de cada hermano, sosteniendo y apoyando su ser sin condenarlo, porque Yo estoy aquí para que los corazones Me reencuentren.

Pero, para que los corazones Me puedan reencontrar, puedan sentirme y vivirme internamente, aquí debe estar abierta la consciencia y sobre todo el corazón; porque Yo enviaré a las almas e iré a través de esas almas y los probaré, para saber si Mis grados de Amor se han sembrado en ustedes correctamente.

Por eso, aprovechen esta Sagrada Semana y suelten todo lo que los ata al pasado y, principalmente, libérense de ustedes mismos, porque ya lo pueden hacer, es solo confiar más en Mí. Así, los planes futuros y no tan lejanos se mostrarán a todos, y Dios colocará Su Mano sobre ustedes para que, a través de sus almas, Él pueda escribir Su Voluntad.

Si esto sucediera, así como Dios lo espera, les aseguro que los errores del mundo serán justificados, inclusive los errores que son cometidos con la sangre de los inocentes, que aún es derramada en estos tiempos. Así, pueden comprender que esto no es nada personal, es de una forma semejante a lo que vivieron Mis Apóstoles.

Pero ahora, estamos en un tiempo definitivo. Toda decisión siempre deberá ser premeditada, el discernimiento podría no bastar, es necesario pedir Luz para cada asunto, para que se pueda seguir el camino de la Ley que Yo les estoy trazando, que es la Ley de Mi Amor.

Así, Yo los hago partícipes de todos Mis designios, proyectos y operaciones; porque así, podré encontrar corazones disponibles y auténticos, que sean capaces de darlo todo; así como muchos más serán llamados a darlo todo, para que las Aspiraciones de Dios se puedan concretar.

Bajo esta reflexión, compañeros, que no podrán olvidar y que deberán memorizar; así, Yo los preparo para los próximos tres años de su tiempo, en los que eventos muy decisivos se presentarán y todos, de alguna forma, participarán de esos acontecimientos porque la humanidad es única y único es el Proyecto de Dios para la humanidad.

Estos tres próximos años definirán el reaparecimiento de Cristo, su Maestro y Señor, que hará Sus incursiones en algunos lugares del planeta. Y esto no será solamente espiritual, sino también físico. Como ya lo saben, no les avisaré, porque el Plan que tengo previsto tiene que cumplirse, así como fue propuesto y pensado por los Grandes Padres Creadores.

Quieran o no quieran, acepten o no acepten, den o no el paso que deben dar, todos participarán y serán testigos de esto. Por eso, será importante que, antes de que Mi hora se cumpla, sus intenciones, actitudes y formas ya estén purificadas.
En verdad, les digo que ni aun las santas mujeres, que esperaron ardientemente Mi Resurrección, soportaron la Presencia vibratoria del Señor. Y Yo les pregunto: ¿qué harán ustedes cuando esto suceda?

El Señor vendrá como un forastero, pero a través de Sus vestimentas estará la Presencia del Señor. Tienen que estar atentos para reconocerme o también cuando los llame por su nombre, porque la historia que comenzó en Israel deberá completarse y este es el tiempo de que eso suceda.

Por eso, Mi Espíritu, Alma y Divinidad los reúne en estos últimos tiempos y a través de la Sagrada Semana, con la intención superior de prepararlos. Pero, recuerden que hay una parte en todo esto que le corresponde a cada uno.

No esperen una respuesta. Colóquense, así como debe colocarse un servidor y un apóstol. Ofrézcanse para salir de ustedes mismos y así, la clareza y la guía del Sagrado e Insondable Corazón de Jesús llegará a ustedes.

Quiero celebrar esta Santa Comunión de hoy por esta causa, especialmente por los que están despertando y por los que despertarán, para que sus hermanos y hermanas del mundo reciban la misma Gracia que ustedes ya recibieron más de una vez; y todos, a través de un acto de verdadera redención y arrepentimiento, reciban la Gracia de la Misericordia.

He destinado, en este momento, a siete ángeles custodios para esta Celebración Eucarística, para que durante el momento de la transustanciación del pan y del vino, que se convertirán en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, sus más honestas y verdaderas intenciones sean elevadas a cada uno de los ángeles custodios, a fin de que el Santo Espíritu de Dios, por medio de Sus dones, guíe los pasos de las almas que caminarán al encuentro del Propósito.

Para que sus almas reciban estos impulsos y los guarden en lo más profundo del espíritu y de la consciencia, vengo a erguir, a elevar y a ofrecer, a todos los presentes y no presentes, los principios que fundaron esta Comunidad-Luz y que hicieron posible que la humilde y tierna Mirada de Dios contemplara este espacio simple y humilde, para que Su Palabra descendiera a la Tierra y desde aquí al mundo entero.

Siéntanse parte de esta grandeza de Dios y, sobre todo, de Su Amor infinito e invencible.

Para que estos principios florezcan en todas las almas y corazones, como preparación para este momento de Comunión Espiritual, vamos a dar honor y gloria al instrumento que inspiró esta expresión del Plan de Dios en la superficie, a su hermano e instructor José Trigueirinho, que fue la puerta segura que se ofreció para el despertar de las almas y fue quien abrió la puerta de su corazón para que las Sagradas Jerarquías hoy estuvieran aquí, hablándoles a todos.

Reverenciemos este momento.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a cantar "Soplo del espíritu".


Yo los bendigo para que puedan reflexionar y crecer interiormente, sabiendo que Mis dádivas, en este tiempo, son únicas e irrepetibles.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN LA CIUDAD DE BUENOS AIRES, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE LA 106.a MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Sean valientes y no se desanimen. Dios perdona todas las faltas porque Él es misericordioso en Su Hijo. Quien cree en esto, sabe persistir. Quien cree en esto, aprende a amar y a ir más allá de sus límites, más allá de sus posibilidades. Por eso, estoy aquí, para recordárselos.

En este día, aún, quiero que contemplen el mayor testimonio de Amor, el Sagrado Tesoro del Padre a través del Arca de la Santa Alianza. El Arca que ha estado abierta en estos días, el Arca que está abierta en este momento ante todos los mundos internos para que ustedes mismos depositen su experiencia de amor, de un amor esforzado, de un amor que se puede ampliar, de un código de redención y de luz que a través de su ofrenda pueden colocar dentro de esta Arca, que está abierta delante de su Señor para que, al igual que Yo, coloquen su experiencia de amor y de redención.

Pero, estos tesoros del Cielo no quedarán en el universo, estos tesoros deben descender al planeta y a la humanidad, a través de todos los Centros Internos que guardan y protegen esta Sagrada Arca a nivel espiritual e inmaterial.

Cuando Yo retorne, también retornará el Arca Sagrada, aquel mismo Terafín que guio al pueblo de Israel y que siempre le hizo recordar su compromiso con Dios y la importancia de cumplir el propósito.

Ahora que se han expandido en tribus y en culturas, el Arca debe retornar al planeta para que el alma de las naciones y de los pueblos recupere el Propósito de la Creación, un propósito que fue alterado a través de los últimos tiempos, un propósito que no se puede disolver en sus esencias, porque fue colocado en el momento en el que ustedes surgieron del origen.

Por eso, no se identifiquen con todo lo que es material y exterior. Vuelvan su mirada hacia los mundos internos y recuerden, recuerden su sagrado nombre, aquel que también está latente como tantos nombres en el Arca Sagrada.

Es esto lo que Argentina necesita recuperar internamente. Porque el cambio no lo verán con sus propios ojos, el cambio lo verán en su interior cuando aprendan a mudar de vibración y de plano para que sus consciencias se puedan expandir y vean esta realidad planetaria con ojos de Compasión y de Misericordia. Si la mayoría no eleva su consciencia hacia este propósito, se perderán en lo que es superficial y material.

Dios les ha dado la gran llave del verbo, del verbo que construye, del verbo que concreta, de un verbo que afirma el cumplimiento de la Voluntad Divina.

Si alguno de ustedes se alejó de esa Voluntad, He aquí Mi Corazón Misericordioso que se abre como una gran puerta, para que los que perdieron esa Voluntad la puedan recuperar y sepan que nunca dejaron de ser dignos Hijos de Dios.

Porque alejarse de la Voluntad del Padre es alejarse del Propósito, y eso es lo que nunca pueden perder de vista, porque si sus almas se alejan del Propósito, se marchitarán como una flor que se seca lentamente y deja de expresar la belleza que Dios le colocó a cada corazón.

El puente para la reconciliación espiritual de las almas, no solo está en Mi oferta por ustedes, sino también en la Sagrada Arca del Padre que, en omnipresencia y omnipotencia, a partir de estos días recorre internamente a la nación de Argentina, para que los lazos que se rompieron entre el Cielo y la Tierra se vuelvan a construir. Pero también, para que se desaten los vínculos con el mal y las almas puedan ver el próximo tiempo con ojos de esperanza, vacías de sí mismas, llenas del Amor y de la Presencia de Dios, para que Él pueda obrar a través de Sus Hijos. Y, a través de Mi Corazón unido al corazón de cada uno de ustedes, Él haga nuevas todas las cosas, cuantas veces sea necesario, porque el Padre sabe que las almas lo necesitan.

Ahora, en el silencio de Mi Espíritu, recibo la ofrenda de cada corazón que se anima a dar el paso para ser parte del Arca Mística de Dios, y para que nunca se olviden de que Dios ama a Sus Criaturas y de que en Su Corazón Eterno ya está todo escrito.

Por eso, como les dije, sus elecciones cambian los acontecimientos, porque Dios nunca se alejará de Sus Hijos; son Sus Hijos los que se alejan de Dios, olvidándose de lo que es esencial, perdiendo lo que es verdadero, dejando atrás lo que realmente es importante.

Por eso, para que Argentina se vuelva a levantar en espíritu, en sabiduría y en discernimiento, Yo debo trabajar primero con ustedes, para volver a unirlos a la Fuente y, de esa forma, ayudar a la nación de Argentina y a todo su pueblo. 

En cualquier parte de este país, Mis Ojos contemplan la necesidad, la necesidad de las almas y de los corazones sedientos. Por eso, ya sé lo que cada uno necesita en este momento.

Ahora, Conmigo, elevarán la voz hacia los Cielos, en dirección a la Fuente para que, a través de los Nombres de Dios, la Argentina sea reconstruida espiritualmente y los grupos de almas aquí presentes reciban por Misericordia lo que necesitan.

Cantemos. 

 

 Canción: “Sagrados Nombres de Dios - Canon Nº1”.

 

Mientras los Códigos del Arca de la Santa Alianza son irradiados hacia la Argentina, importantes decisiones internas son tomadas por su Maestro y Señor, no solo por el Proyecto que debe desarrollarse aquí, en Sudamérica, a través del surgimiento de la Nueva Humanidad; sino también decisiones que abarcan a muchos grupos de almas que necesitan recuperar su filiación con la Fuente, una filiación que fue quitada por la impunidad y la injusticia; y que hoy esa filiación, profundamente espiritual, es recuperada para todos aquellos que aspiran a tenerla, a través de los impulsos del Arca de la Santa Alianza aquí presente.

Por eso, en este segundo día de encuentro, un paso más es dado por la Hermandad. Un paso más de sacrificio es realizado por la Jerarquía, más allá de que la balanza de este mundo esté desequilibrada. 

Aunque pesen más la falta de discernimiento y la impunidad, la Jerarquía equilibra esa balanza para que interceda la Ley de la Misericordia y no de la Justicia, ya que la puerta de Mi Corazón está una vez más abierta a todos los que se animen a cruzarla en confianza.

Ayer fueron ungidos. Hoy, son impulsados por Mi Espíritu para que siempre recuerden que son hermanos, que son parte de una misma familia espiritual y universal, y que para Dios no existe nada separado.

Es así que, los invito a retornar al origen del Propósito, para que el Propósito retorne a la Argentina y así, retorne a toda América. Y esto es posible por aquellos que se consagran según su posibilidad y entendimiento, sabiendo que los grados de la consagración espiritual permiten que el Universo llegue a la Tierra y que los sagrados puentes de Luz unan a la humanidad con la Fuente, unan a la humanidad con la Ley, permitiendo que todo se corrija, que todo se redima y que los corazones se sientan curados de sus penas y angustias, de sus incertidumbres y pruebas.

Pero no se olviden, como les dije ayer, de que Yo morí en la Cruz por ustedes, y que si no Me hubiera entregado en confianza al Padre, nada de lo que ha sucedido entre ustedes y Yo sería posible, no habría como justificarlo y tampoco habría como concederlo.

Es así que todo esto es obra de la Gracia, de un estado de Gracia que deben reconocer, valorar y cuidar, porque estar dentro de la Gracia es estar dentro del Gobierno Espiritual de Dios.

Que las almas ya no pierdan la Gracia de Dios. Sean dignos de estar en esa Gracia, de no perderla, de no descartarla; porque les aseguro, compañeros, que la vida de cada uno de ustedes no alcanzaría para comprender lo que la Gracia significa.

Reciban Mis Palabras como un bálsamo, para que los impulse a la transformación, a una transformación que no termina en esta vida, sino que continúa después de esta vida bajo la trascendencia y la ascensión.

Ahora, viviremos una consagración especial de nuevos adoradores, de aquellas almas que se decidieron a colocar sus ojos en Mi Eucaristía, a colocar su corazón como un servicio, a colocar su voz para orar por tantas y tantas necesidades.

Por eso, después de estos últimos dos años, la Argentina, a través de esta consagración de nuevos adoradores, recibe el espíritu de Mi Ascensión, para que no solo las almas aprendan a elevarse, sino para que las condiciones más miserables y endémicas se transformen. 

Y eso, compañeros, comienza primero dentro de ustedes, mirando con coraje todo lo que hay que transformar, sin miedo alguno. Porque, si Mi Amor está en ustedes, ¿por qué deben temer a algo? Si temen, es porque Mi Amor no está en ustedes. Hoy, vengo a reafirmarles Mi Amor, también a través de esta consagración.

Que los sacerdotes traigan el agua para bendecir y el incienso para ofrecerlo al Señor de la Adoración; para que las almas que hoy se consagran sean parte de Mi Gran Cuerpo Místico, sean los Rayos de la Eucaristía de Dios.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

En reverencia y en devoción, invitamos a los postulantes a adoradores a colocarse de pie y, a pedido de Cristo, vamos a cantar una canción para que siempre guíe a estas almas y a las almas de todos nuestros hermanos.

Vamos a cantar “Soplo del Espíritu”, para que la barca del espíritu de cada ser sea conducida siempre hacia la Vida Mayor.

 

 Padre Celestial, 
 que concedes la cura a quien la busca, 
 que le renuevas la vida a quien lo necesita, 
 que consagras con Tu Espíritu y con Tu Presencia todo lo que tocas, 
 anima a las almas a través de Tu Devoción Ardiente 
 a que encuentren el camino para sentir Tu Abrazo Paternal.

¡Oh, Dios del Universo!, 
 no mires hacia las miserias de este mundo o hacia la impunidad. 
 Cree en la fe de aquellos que Te siguen 
 y que buscan todo el tiempo vivir en Ti.

Bendice estos elementos, 
 para que bendigan a los que se consagrarán
 como adoradores del Cuerpo Eucarístico de Cristo.

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Bendeciremos con el incienso y luego con el agua bendita.

Podemos cantar, cantar con alegría, porque el Señor nos escuchará.

 

Canción: “Soplo del Espíritu” (en portugués).

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SÉPTIMO DÍA DE INSTRUCCIÓN, DURANTE LA SEMANA SANTA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Y aunque fui colocado en el sepulcro, Mi servicio por la humanidad no había terminado.

Hoy doy continuidad para todos, a lo que verdaderamente sucedió en aquellos tiempos durante la dolorosa Pasión de su Maestro y Señor.

Pero para poder entenderlo espiritualmente, en esta tarde ingresarán Conmigo al Universo de Dios, a otro espacio de la manifestación creadora inmaterial y cósmica en donde también se guardó la memoria de todos los hechos sucedidos durante la dolorosa Pasión de su Señor. Preparémonos para este momento.

Coloquen sus almas al servicio del Plan, para que ellas sean las que participen de este momento y guarden en su memoria todo lo que vivirán y experimentarán, acompañando a los registros universales de su Maestro y Señor.

Para ingresar en ese Universo de Dios, bastará que abran la puerta de ese espacio con su palabra y su canción, esa será la llave que permitirá revelarles todo lo que sucederá después.

Ahora, mientras Yo les muestro el Universo de Dios detrás de Mí y a los ángeles que acompañan este momento, porque son los encargados de revelar los registros universales de su Maestro y Señor, deberán entonar la llave musical que les permitirá ingresar en ese espacio de consciencia.

Vamos a entonar "Adonai, Espíritu Santo" hasta que el Señor lo indique, y que Adonai resuene en nuestro interior y en nuestra consciencia para que nuestras almas ingresen en ese espacio. Podemos comenzar.

Canción: "Adonai, Espíritu Santo".

Una vez más.

Volvamos al instrumental anterior.

Estamos en un espacio que no es material, sino espiritual. Estamos dentro de una parte de la Consciencia de Dios que se expresa como una gran Esfera de Luz celeste, en donde los ángeles escriben en nuestras esencias este momento. El centro de ese lugar es una poderosa Esfera de luz dorada que alterna, en su manifestación, diferentes colores y formas, manifestando la belleza más perfecta de la Creación.

Nuestras almas están en el Universo del espíritu, lugar al que siempre aspiraron a llegar y a participar en él.

Nuestras almas participan de ese lugar con su consciencia más sutil y elevada y son invadidas por muchos impulsos que vienen del centro de esa Fuente, donde en pequeños Cristales de Luz, dentro de una Esfera dorada, se guarda la experiencia de nuestro Redentor en la Tierra, los pasajes más importantes y emblemáticos de Su tarea espiritual y cósmica.

Y en el Universo mental, el Universo ultraterrestre, otra parte del plano de la Consciencia de la Creación, también se guarda una copia fiel de ese espacio y lugar, que son otros aspectos de la tarea que Cristo realizó en la Tierra en aquel tiempo.

Sintamos, en este momento, cómo el centro de nuestra alma se conecta y se une a esa gran Esfera dorada que rige el centro de ese espacio de la Creación.

Y por fuera de esa Esfera azul, que nos envuelve y nos protege, veamos a las diferentes Jerarquías angélicas acompañando a Nuestro Señor en este momento.

Pero veamos a Cristo absolutamente transfigurado. Una transfiguración más profunda y completa que la que vivió en el Monte Tabor. Él nos muestra, en este momento, Su verdadera Faz, la consciencia del Cristo Cósmico, llamado Jesús Glorificado.

Vamos a contemplarlo al lado de esa Esfera dorada de Luz y, mientras tanto, dentro de esa Esfera dorada, no perdamos la atención y la sintonía con esos pequeños Cristales de Luz, de cómo giran de forma tan semejante a nuestro ADN, al movimiento de nuestras moléculas y átomos. Estamos ante el aspecto científico de Dios.

Contemplemos a Cristo. Cómo cada parte de Su Ser está iluminada y glorificada, y ha alcanzado una materia transubstanciada y sublimada por el poder del Amor que Él encarnó, por ese Amor que Él expresó a cada uno de nosotros, desde Su Nacimiento hasta Su Ascensión.

Allí se reúnen, a través de Cristo, todas las etapas de Su vida en la Tierra, no solo las etapas de Su vida material, sino también espiritual. Estamos ante la revelación del Cristo Vivo y Glorificado. Todo Su ser es la propia Eucaristía viva, es la gran Reliquia de Dios que se ilumina ante nuestras almas y consciencias, llevando a nuestros seres a una comunión espiritual y cósmica con las Leyes del Universo inmaterial.

En este momento, debemos creer en lo que estamos viviendo y sintiendo, más allá de la distancia o de la separación. La Consciencia Glorificada de Cristo nos une y nos reúne en este momento para vivir esta experiencia.

Veamos a Nuestro Señor levitando en el Universo, dentro de esa gran Esfera celeste de Luz, y nosotros allí dentro, participando conscientemente con todo nuestro ser y consciencia, abriendo nuestra alma para que todo nuestro ser reciba, a través de Cristo, los misterios de las Leyes inmateriales que allí se encuentran en este momento y que son la Leyes que impulsaron a las Leyes materiales, las llamadas Leyes universales. Estamos bajo otra vibración y condición espiritual, mantengamos nuestra conexión y nuestro corazón abierto para esto.

Dejemos que nuestra alma sea invadida por cada uno de esos impulsos lumínicos, que la Consciencia transubstanciada de Cristo nos ofrece en este momento.

Y así, en un acto de profunda gratitud y reverencia, dentro de ese espacio de la Consciencia de Dios, en donde Su aspecto científico está presente, sintámonos en el absoluto vacío, en el completo despojamiento y en la renuncia necesaria para que sea Él, Cristo, el que actúe a través de nuestras almas y no nosotros.

Dentro de esa Esfera dorada de Luz que Él nos presenta y que enciende a través de la palma de Su Mano derecha, Él nos ofrece vivir la Voluntad de Dios.

Él nos coloca ante la visión y el momento consciente de poder reconocer la Voluntad Divina, que surge de la Fuente como una emanación poderosa de Amor y de Unidad.

Por fuera de esa gran Esfera celeste de Luz, vemos aproximarse a San Miguel Arcángel, también con un aspecto transfigurado como un gran guerrero de luz que cuida a los diferentes Proyectos de la Creación. En Su mano derecha vemos una lanza y en Su mano izquierda vemos una balanza que mantiene su equilibrio, su igualdad y equidad.

Contemplemos todos estos símbolos, pero, sobre todo compenetrémonos con esta realidad que Nuestro Señor hoy nos ofrece con toda Su humildad y Amor.

Él coloca, en el centro de cada una de nuestras almas, esos Cristales de Luz que guardan Su energía crística. Nuestras almas se rinden a Sus Pies, no sintiéndose dignas de este merecimiento, pero sí reconociendo la Gracia suprema que las ha traído hasta allí.

Y ahora, esa gran Esfera celeste de Luz se disuelve en el espacio. Cientos de almas, de diferentes partes del mundo, están allí presentes, rindiéndose a los Pies del Redentor, dentro de esa Consciencia de Dios, en donde las Leyes inmateriales actúan y obran por medio de la Ley del Silencio.

Contemplemos la belleza que Dios nos muestra en ese lugar y en ese espacio que es parte de Su Consciencia Universal.

A través de nuestra cabeza, desde el centro de nuestro coronario, se eleva un sutil hilo de luz que nos conecta con ese Universo, en donde está presente nuestra alma.

El Cristo transfigurado no habla a través de las palabras, sino a través de las acciones que hoy lleva adelante con todos nosotros y con toda la humanidad.

Pero Él nos pide algo:

Sean conscientes de lo que están recibiendo y den valor a lo que se les entrega, porque esta será la única vez hasta que Yo retorne al mundo, cuando muchos reconocerán Mi Presencia, aunque muchos otros la negarán.

Los estoy preparando, a través de esto, para ese tiempo. Por esa razón los he traído aquí en consciencia y espíritu, en alma y en esencia, porque es aquí en donde Dios reside dentro de cada uno de Sus hijos.

Quien se vacía, se redime. Quien se rinde, se redime. Quien se entrega a Mí, se redime. Quien Me da su vida, se redime.

Mientras tanto el Universo, a través de las melodías, revela diferentes impulsos de la Creación, semejantes a grandes nebulosas, estrellas o galaxias, que se dibujan en ese firmamento de la Consciencia de Dios, en presencia de los ángeles y de San Miguel Arcángel. Cristo mantiene aún Su Mano derecha próxima a la Esfera dorada de Luz.

Por momentos, somos encandilados e invadidos por explosiones de Luz dorada que hacen invisibles a nuestras almas. Somos bañados por Su Amor-Sabiduría, ese Amor y esa Sabiduría que encarnaron en el mundo, a través de Jesús, para traer la redención al planeta por un solo propósito, el propósito del Amor.

Mientras Jesús se encontraba en el sepulcro, varios aspectos de Su Ser y de Su Consciencia realizaron esta tarea que Él realiza hoy con nosotros, ayudando a diferentes grupos de almas y redimiendo a los infiernos, dando oportunidad y Gracia a todas las estrellas caídas.

Hoy Él nos entrega, por el poder divino de Su Misericordia, estos impulsos de la Fuente espiritual que guarda los registros de toda Su experiencia en la Tierra y de todos los niveles de Su Ser, que se revelan ante nuestras consciencias para que sepamos y reconozcamos que Dios está en todo.

Con mucha suavidad y armonía, traigamos nuestras consciencias a este espacio material, al lugar en donde ahora nos encontramos, y sintamos como toda esa experiencia se guarda en el centro de nuestro ser, en lo más íntimo de nuestro ser interno.

Aún vemos aquí al Cristo glorificado, al Cristo transubstanciado, con todo Su Ser como una misma y única Eucaristía que se ofrece al mundo para su redención y perdón.

Aún vemos, detrás de Cristo, ese Universo y espacio de Dios palpitando.

El Plan universal está centrado en la redención de la humanidad. Por esa razón, el propio Dios se ofreció al mundo a través de Su Hijo, para que la humanidad de aquel tiempo y la humanidad de hoy comprendieran que están aquí por un Propósito divino y no solo por una vida material. Sus células, átomos y el centro de sus seres deben comprender esto, deben afirmarlo para que sus almas gobiernen y lleven adelante las Aspiraciones de Dios y la Voluntad que Él ha determinado para cada uno de Sus hijos.

En este séptimo día de encuentro, veo a la mayoría de las almas vacías de sí. Deben reconocer esto todo el tiempo. Deben resguardarlo de ustedes mismos. Deben preservarlo del mundo, del caos y de la infidelidad. Deben comprometerse con ustedes mismos por el Plan de Dios, porque Dios está esperando actuar a través de Sus hijos, como Él ha actuado a través de los tiempos y de las diferentes razas.

Pero, para que esa decisión que Dios tiene se pueda manifestar, después de todo lo que la humanidad ha recibido a través de los tiempos, le corresponde a la raza de hoy dar el gran y último paso para que esa Voluntad se pueda realizar y concretar. Mientras eso no suceda, la humanidad seguirá sufriendo.

El Reino de los Cielos estuvo en este planeta. El Reino de los Cielos se refleja a través de la naturaleza de este planeta. Cuanto más agresión reciba, mayor dolor sentirá el ser humano. No habrá lugar ni consciencia que pueda suplir ese dolor ni que pueda calmar ese sufrimiento.

Ustedes son seres que provienen de la Fuente. Por eso los he llevado hacia ese lugar predilecto de Dios. Él los ha colocado a todos dentro de Su Corazón, ¿lo han percibido? Es el Amor que surge y emana de la Fuente, el Amor renovador e incansable que hará de cada ser un nuevo ser, por eso su rendición es importante.

No tengan miedo a los cambios. Ábranse a los cambios que llegarán en el fin de estos tiempos. La alegría celestial es la promesa que Dios tiene para cada uno de Sus hijos, y Él hoy cumple Su promesa llevando a todas las almas que escuchan, al recinto de Su Sagrado Corazón, más allá de los errores, de las deudas o de los traumas que cada ser humano pueda estar viviendo y atravesando.

Dios es el eterno incondicional. Su Maestro es el eterno incondicional. El Espíritu Santo que hoy está entre ustedes, es el eterno incondicional.

Cuando la humanidad aprenda a vivir en el amor y no en la indiferencia, a practicar la igualdad, la tolerancia, el respeto y la fe, todo se transformará. Para que eso suceda, Yo retornaré al mundo en el momento más difícil y culminante de la raza. Los días se aproximan para ese acontecimiento.

Hoy le he pedido al Padre que Me diera la Gracia de llevar a cada uno de ustedes hacia dentro de Su Corazón.

Ahora Cristo, colocando Sus Manos en señal de imposición, transfigura Sus vestiduras y toda Su Consciencia en un sutil color rosa. Él nos muestra Su aspecto espiritual de Amor. Aquél que siendo sometido y ultrajado por los hombres durante Su dolorosa Pasión, Su Amor nunca se rindió.

Estamos ante el Amor invencible de Cristo, el Amor que Él, en este momento, irradia al mundo entero, colocando cerca de Su Pecho a nuestro planeta, a toda la humanidad y a los Reinos de la naturaleza.

Hoy Su Amor espiritual e invencible recoge a las almas grupo de diferentes especies animales  como las ballenas, que son aniquiladas; como el ganado, que es aniquilado; como las especies que pierden su hábitat; y del Reino vegetal, que es explotado, quemado y destruido en la superficie de la Tierra.

Y más aún, el Amor invencible de Cristo penetra en lo profundo de nuestro planeta y recoge el alma grupo del Reino mineral, cuyos minerales sufren y son destruidos y extraídos con violencia y venganza.

Su Amor también llega, hoy especialmente, para los que viven en esclavitud, en África y en el mundo.

Estamos en el momento y en la Gracia, ante el Amor invencible de Cristo, de pedir perdón por los errores cometidos por esta humanidad contra los Reinos de la Naturaleza; de pedir perdón por nosotros y por nuestros hermanos que están ciegos y que solo quieren el provecho y los beneficios de la Naturaleza.

Ante el Amor invencible de Cristo, pidamos perdón por destruir la Creación y por no valorarla.

Nos postramos ante Cristo para pedir perdón y para que Su Amor triunfe en el mundo por los méritos de Su dolorosa Pasión, por el descenso de Su insondable Misericordia.

Nos podemos levantar, respirar profundo y agradecer.

Hoy vamos, a pedido de Cristo, a ofrecer esta comunión por los Reinos de la Naturaleza, pero también por los que tienen sed en el mundo y no tienen agua para beber y para hidratar sus cuerpos. Pidamos la Gracia de que el Reino de las aguas, desde las entrañas más profundas de la Tierra y por medio de la Madre Naturaleza, conceda la Gracia de hacer brotar vertientes en aquellos lugares en donde abunda la sed. Amén.

Señor, Dios del Universo y de la Vida, Fuente inagotable de Amor y de Verdad, manifestación infinita de la providencia, de la abundancia y de la sabiduría universal, te ofrecemos este Sacramento en nombre de Tu amadísimo Hijo, Nuestro Señor Jesucristo, y pedimos la Gracia y la oportunidad de que todo lo que aquí recibimos, más allá de que no lo merecemos, pueda llegar a las almas que aspiran y esperan esta abundancia espiritual que Tú haces descender a la Tierra a través de Tu glorioso Hijo. Amén.

La novena de oración de esta Semana Santa, la Trilogía Espiritual que Yo les he enseñado hace muchos años, ha sido de vital importancia para Mí, porque ha permitido llevar adelante toda esta tarea, sin interrupciones ni obstáculos.

¡Gracias, por aquellos que se esfuerzan de corazón! Mi Paz esté en cada uno de los orantes que sostienen este Plan de Amor.

Por esa razón, en este sábado de Aleluya, para que en el día de mañana sus almas resuciten en espíritu, en gozo y en alegría por tener la Gracia de escuchar la Palabra de Dios, les ofrezco esta Comunión Eucarística cumpliendo Mi promesa de estar con ustedes todos los días, hasta el fin de los tiempos.

Padre, Amor infinito, Consolador y Curador, Te ofrezco este pan para que Tú, bajo el poder de Tu Gloria, lo conviertas en el Cuerpo de Cristo para que hoy, consumando esta tarea espiritual y divina, lo ofrezca a cada uno de Tus hijos y les vuelva a decir: "Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que es entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

De la misma forma, te ofrezco el Cáliz de la Redención a Ti, Padre Amado, para que Tú lo transubstancies en la Sangre de Cristo. Por ese motivo, lo vuelvo a ofrecer a los Tuyos, diciéndoles: "Tomen y beban todos de él, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que es derramada por su Señor hasta los tiempos de hoy, para el perdón de todas las faltas. Hagan esto en Mi memoria".

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Y ahora, tomándonos todos de las manos, y quien está solo en su casa coloca sus manos en señal de recepción hacia el cielo para que, junto a Nuestro Señor, repitamos esta poderosa oración que Él nos enseñó:

Padre Nuestro (en español).

Padre Nuestro (en inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra y eleve al Cielo a todas las estrellas caídas.

Que así sea.

Pueden llevar las manos hacia el corazón, porque donde está la unidad no prevalece ninguna enfermedad.

Que la Paz del Reino de los Cielos esté en ustedes y en todo el mundo.

Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por haber compartido esta tarde Conmigo. Guarden en la memoria lo que hoy vivieron.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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