MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Un alma pobre y desprovista de los medios básicos para subsistir en el mundo le cuestionaba al Señor dónde Él estaba y cuál era el motivo de su sufrimiento, diciéndole: “Señor, yo que tanto busco y pido en Tu Nombre no obtengo respuestas, sino sufrimientos y padecimientos cada vez mayores. Dime el motivo del desequilibrio de este mundo y por qué no puedo tener tanto como mis semejantes”.

Y respondiéndole el Señor, también con una pregunta, le dijo: “¿Dónde está tu tesoro, alma pequeña? ¿En ansiar acumular cosas en la Tierra o en descubrir los misterios del Cielo? Contempla, pues, a aquellos que Me conocieron de verdad. La iluminación de sus consciencias les permitió renunciar a todos los bienes del mundo y, siendo pobres entre los pobres, fueron ricos ante Mí.

Contempla, pues, a Mi Hijo.  ¿Él fue enviado al mundo para acumular riquezas, para sentir placeres, para saciar Su Cuerpo, Su Mente y Sus Sentimientos? ¿Será Mi Hijo tu ejemplo y guía? ¿En Él está el espejo en el cual quieres encontrarte reflejada todos los días?

Entonces, alma pequeña, comprende que el sufrimiento y la pobreza de esta vida vienen para equilibrar tantos excesos de la humanidad. Ellos deben ser para ti el símbolo de que tu escuela no está en la acumulación, sino en la renuncia y en la gratitud.

Enséñale al mundo a través de un ejemplo humilde y abre las Puertas del Cielo para los que son ignorantes de esa verdad y buscan en el mundo, y no en Mí, la forma de colmar sus vidas”.

Les cuento esta historia para que aprendan en dónde está el verdadero tesoro de sus vidas. Y, cuando sientan que algo les falta, den gracias y sean ejemplo del Amor Humilde de Dios. Así, les abrirán las Puertas del Cielo a los más ignorantes.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Toma un tiempo en tu día para meditar sobre quién verdaderamente eres, para pensar que antes de esta vida había una Vida Mayor, de la que provienen el Propósito y el sentido de toda existencia.

Medita en la Creación y en el profundo Amor de Dios por ti, cuando Él pensó en cada una de Sus criaturas. Y tan grande fue Su Amor por la vida que hizo nacer esencias semejantes a Su Esencia Divina, para que pudieran amar como Él ama, multiplicar la vida como Él la multiplica y recrear la Creación como Él la recrea y la renueva en cada respiración celestial. 

Piensa, hijo, que más allá de todo el caos material hay una realidad sublime, que el Paraíso es más que un cielo de paz eterna, es el principio y el fin de la vida desde donde parten las criaturas y hacia donde deben retornar con todos los dones alcanzados en su evolución más allá de las dimensiones.

Recuerda que este planeta es una escuela y que las dificultades existen para ser superadas, llevándote así, a superarte cada día en el amor, a través de un Amor mayor, ese que en algún momento de tu evolución te revelará el Amor de Dios. 

No mires al mundo solo con ojos humanos, ojos que están presos de una condición de ignorancia, ojos de quien ve la vida por detrás de los velos. El Amor de Cristo rasgó los velos que cubrían tu rostro. Por eso busca este Amor. Busca el punto de tu consciencia capaz de comprender la vida más ampliamente y coloca tu corazón allí, sobre las olas de la tribulación de estos tiempos, caminando con tu Señor en estas aguas, pues ellas no son nada más que el Viento de Dios soplando el caos del mundo, para remover lo que estaba podrido y tornarlo todo nuevo.

Eleva tu consciencia más allá de las atrocidades, de las batallas del caos y del mal en el escenario de la Tierra y sé, para este mundo, un puente hacia el Corazón de Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCIÍA DE JESÚS

El Universo no se oculta en su interior, solo se mantiene silencioso a la espera de que sus seres se puedan volver hacia adentro para encontrarlo.

Los misterios solo permanecen como misterios delante de los corazones de los hombres cuando ellos no los buscan o son indiferentes a la vida espiritual. Todas las ciencias les pueden ser reveladas, porque la Sabiduría del propio Dios se encuentra dentro de ustedes. Su esencia es un puente hacia el Corazón del Padre, hacia todo lo que Él es.

No hay límites o fronteras para el espíritu que recorre incansablemente el camino de retorno a Dios. La ignorancia es una autocondenación de los que escogen permanecer en la ilusión, en la oscuridad de la consciencia. La Sabiduría no es un don para pocos, la Sabiduría es una virtud que está adormecida en la esencia de todos los seres humanos, los que pueden despertarla a través de la búsqueda sincera y pura de la Verdad.

Sean puros de corazón y comiencen a caminar. Sean sinceros y pidan al Padre la gracia de estar en Su Corazón y de vivir aquello para lo que fueron creados.

Aspiren a pasar por la escuela de la Tierra y a vivirla plenamente. Aspiren a expresar todo el potencial que guardan en su interior. Dios manifestó cada ser según Su Perfección. Todos ustedes guardan virtudes únicas a expresar. Aspiren, hijos, a manifestar esta verdad en plenitud.

Vacíos de conceptos humanos, de vanidades y de orgullos que los prenden a los conceptos materiales de la evolución, ustedes podrán encontrar la verdad sobre sí mismos. La Gracia Divina les puede revelar estas y todas las cosas, basta que clamen de corazón y que se abran con todo su ser.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

Mensajes semanales
MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Calma tu corazón en la Fuente de Paz que proviene del Corazón de Dios y, ante todo, recuerda clamar al Padre para que Su Paz, Su Gracia y Su Misericordia desciendan sobre el mundo.

Recuerda colocar tu pequeño corazón en el Corazón de Dios, para que el Creador lo engrandezca con Su Presencia dentro de ti y así, hijo, consigas realizar todo lo que Él te pide en este tiempo.

Recuerda que eres un instrumento de Dios, llamado a ser un prolongamiento Suyo en el mundo, para que el Padre se renueve a sí mismo dentro de ti, así como lo hizo con Su Hijo, desde Su Nacimiento hasta el Calvario y la muerte en Cruz.

Jamás olvides el propósito de tu vida, ese que es más amplio que aquello que concibes para ti mismo. Recuerda que la vida no comienza ni termina en este mundo, sino que tiene aquí solo un pasaje, una escuela, un aprendizaje para acrecentar para que esta vida se enriquezca y se renueve.

Recuerda, entonces, que no solo tú, sino cada uno de tus hermanos tiene un propósito superior para manifestar y que tu ejemplo siempre será importante para recordarle al prójimo, y al mundo, que hay mucho más por vivir y aprender, hay mucho más por amar, hay mucho más por servir.

Así como Mis Palabras te recuerdan el propósito de tu existencia y con el Amor de Mi Corazón Yo vuelvo a colocarte en el punto de fe en el que necesitas estar, sé tú también, hijo, un recordatorio vivo para tus hermanos, no con palabras, sino con acciones, con transparencia, con verdad, con amor.

Que el mundo te vea y vea a Dios intentando superarse a sí mismo desde el interior de la condición humana.

Sé más que una referencia de alegría o de consagración. Sé un elemento que eleva el mundo hacia algo superior. Sé aquel que con su simple presencia recuerda que algo superior existe.

Tu ser está imantado por todas las Gracias que ya recibiste, porque si hoy escuchas estas palabras, es porque la Gracia de Dios actuó sobre ti y permitió que tus oídos y tu corazón fuesen dignos de escuchar Sus Designios.

Sé consciente de todo lo que ya recibiste y, por encima de todo, sé agradecido, con la certeza de que todo tiene que ser multiplicado, sumado y repartido entre todos los seres.

Sé, hijo, un multiplicador de las Gracias que recibiste y, así, deja que Dios haga de ti una fuente viva de Gracias y de paz, al saber que tu corazón reparte y deja fluir esa Gracia como un río que no detiene el agua para sí, sino que la da de beber a todos aquellos que le permiten fluir.

La grandeza de estos tiempos aún es desconocida para ti, y esa ignorancia es parte de tu condición humana, pero trascenderla es parte de tu misión.

Entonces, ábrete a comprender, a vivir, a sentir y a ser, cada día más, la Voluntad de Dios. No la detengas en tu pensamiento, deja que ella abarque tu corazón, tu intuición, tu alma y tu espíritu.

Que ella sea en ti mismo incomprensible; que ella sea viva, aun siendo imperceptible.

Que el Amor de Dios, hijo Mío, viva en tu corazón.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y eterno Compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para ser un compañero de Cristo, intentarás trascender las leyes y tendencias de la Tierra, porque no puedes seguir con pensamientos humanos los pasos de Aquel cuyo Espíritu y Divinidad no provienen de este mundo.

Deja el pensamiento planetario para los que solo buscan las riquezas de la Tierra, la gloria y la honra pasajeras que aquí se alcanzan. Busca para ti la gloria de Dios y, en vez de buscar ser honrado, rinde honras a Aquel que es digno de recibirlas.

Busca para ti la recompensa de los mansos, que es el corazón humilde. Sé más ambicioso que los homFbres de la Tierra y busca para ti un lugar en el Reino del Universo. Aunque seas eternamente siervo, no habrá mejor Rey al cual servir sino a Aquel que es Uno con todo lo que fue creado y cuya misericordia no se mide con los patrones existentes, ni en este mundo ni en ningún otro.

No te desanimes, hijo querido, con las derrotas que vives en la Tierra; glorifica a tu Padre y Dios, cada vez que eres humillado,porque estarás aprendiendo así, cómo se alcanzan mayores Gracias, Gracias verdaderas, Gracias Divinas.

Ríndete como siervo, como nada; sé la alfombra en la cual pisan los que buscan la gloria del mundo. Deja que los otros sean mejores y victoriosos en todo.

Piérdete, incluso de ti mismo, y harás de ti una victoria para Aquel que es el único vencedor de toda la Creación, porque se perdió de sí mismo y, así, volvió a la Esencia Divina.

¿Por qué temes tanto salir de las leyes de la Tierra?

¿Por qué temes tanto perder los tesoros del mundo?

¡Oh, hijo querido!, descubre la Gracia de ser pobre de ti y de todo y jamás querrás otra cosa sino la nada.

¿Por qué te aferras tanto a este mundo y a su forma de vida, si tú no provienes de él ni permanecerás en él para siempre?

Vive en este mundo como debes vivir; haz de él lo que él es: una escuela de trascendencia, de redención, de amor. Estás aquí para ser lo que no eres, para renunciar a lo que ves, para redimirte y para amar todo lo que existe, bueno o malo, como forma de dejar que el amor todo lo transforme.

Escoge la simplicidad, la alegría, la libertad del espíritu. Regocíjate en la humillación, tórnate pleno en la obediencia, resígnate a ser nada y verás que todo te será dado. Regocíjate en la humillación, tórnate pleno en la obediencia, resígnate a ser nada y verás que todo te será dado.

Sé libre, libre del mundo y de ti mismo. No le des al mundo un peso mayor del que ya tiene.Tórnalo leve, vaciándote de ti. Vacíate del amor propio, de quereres y pareceres, de aspiraciones. Fluye en la Voluntad Divina, fluye en lo que Dios envía para tu vida y nada, hijo, ni en el espíritu ni en la materia, te faltará. 

No temas parecer débil y renunciar a vencer en las competencias impuestas por los hombres. Da un paso atrás cuando veas que la competencia viene a tu encuentro y ríndete a la humildad. Ya verás cuán inquebrantable fortaleza se construirá en tu interior, pues es en tu humildad y pequeñez que habitará el Rey del Universo, que no busca para sí grandes castillos, pero sí, simples pesebres para nacer.

Confía en lo que digo y recuerda Mis palabras. Sigue Mis pasos, pues Yo te conduzco a Cristo, y Él te llevará a Dios.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando del propio interior comience a emerger todo aquello que por eones estuvo oculto en la consciencia humana como códigos que degradan el Proyecto de Dios, muchos podrán desestabilizarse interna, emocional y psíquicamente, dependiendo del vínculo de cada consciencia con esas informaciones y de la forma como ella fue equilibrando, a lo largo de su existencia, los códigos negativos con experiencias positivas.

Cuando llegue ese momento, queridos, solo les restará abrir el corazón y confiar en aquellos, más equilibrados, que ustedes tendrán al lado para auxiliarlos. Deberán aferrarse fuertemente a la humildad para pedir ayuda y dejarse guiar. Deberán también aferrarse a la fraternidad, en caso de que tengan que ayudar a otros.

El desarrollo del amor será una oportunidad entregada por Dios en cada instante de sus vidas, sobre todo en los momentos de la transición interior de cada ser y de la transición del planeta en su totalidad.

Deben acordarse de lo que les digo, porque muchos confían en que estarán en pleno equilibrio y que siempre serán los que ayudarán a otros y no los que serán ayudados. Pero no será así, porque el noventa y nueve por ciento de los seres humanos desconoce las raíces de todo lo que viven en la Tierra e ignoran que vinieron al mundo para equilibrar los códigos de sus consciencias, las que necesitaban de tal grado de amor para ser convertidas y que solo en la Tierra lo alcanzarían, en este pequeño planeta, donde se gestó el gran Proyecto de Dios que tuvo su triunfo en Cristo.

Sin contar con esa realidad y plenamente envuelta por la ignorancia y por la ilusión, a la mayoría le cabrá abrirse a la humildad; pero esto no será fácil en una raza que, por siglos, fue el resultado de muchos códigos de orgullo, vanidad y egoísmo, que llegaron para ser convertidos por el Amor de Cristo, por la vida crística. 

Sin embargo, queridos compañeros, todos tendrán una oportunidad  nadie quedará sin ser contemplado en esta escuela de amor. A cada uno le cabrá abrirse para la elección de la vida superior, de la fraternidad, de la unidad, y permitirse ser guiado por Dios, confiando en el amor, más que en sí mismo.

Cuando les digo “confiar en el amor”, es también confiar en la unidad entre hermanos congregados por un mismo propósito y saber que, si ustedes están unidos de corazón, siempre se sostendrán en el camino correcto. No obstante, si no creen en el amor ni en la unidad y quieren seguir sus caminos con base en su propia voluntad, negarán el Plan de Dios, que tiene como pilar el Amor y la Unidad entre todos los seres, sin importar las diferencias ni los errores cometidos a lo largo de la existencia, porque el amor cura todas las cosas y, en el espíritu de la unidad, el amor de uno suplirá y equilibrará el error de otro. Esa es la Ley de Dios.

Yo los amo y, por eso, vengo al mundo, así como vienen los Sagrados Corazones de Jesús y de María para que, en unidad con los seres humanos, Nuestro infinito Amor por todos equilibre los errores del pasado y les conceda una oportunidad de recomenzar en una raza redimida.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros:

Se aproxima a la Tierra la llegada de un nuevo ciclo para la consciencia humana y, sobre todo para la consciencia del planeta, el espíritu de la Tierra que los ampara, los acoge y, con tanto amor y donación, los sustenta. 

Ese ciclo que llegará impulsará a los hombres a que ofrezcan al Proyecto Divino de la Tierra su verdadero potencial y, para eso, los ayudará a expurgar de su interior, de los mundos consciente e inconsciente de cada ser, aquellos códigos que generaron como humanidad y que, poco a poco, fueron degradando lo que deberían expresar como consciencia humana.

El nuevo ciclo intentará ayudar a este proyecto de la Tierra, para que no sean solo los Reinos de la Naturaleza los que sustentan la consciencia del planeta, sino que existan seres humanos conscientes ofreciendo el máximo de sí para que el planeta cumpla su función dentro del Plan de Dios.

En el Proyecto del Señor al crear este mundo, repleto de manifestaciones de Su perfección por medio de los diferentes Reinos de la Naturaleza que lo cohabitan, Dios pensaba en una expresión viva de la fraternidad y de la unidad entre Sus criaturas, por más diversas que fuesen.

El Creador intentó hacer de la Tierra una escuela de amor y de cooperación evolutiva, para que cada Reino proporcionara al otro algo vital para su existencia. Es por eso, que la Tierra necesita de equilibrio para existir, equilibrio que se genera en los diferentes Reinos, incluyendo el Reino Humano.

Sobre todo el Reino Humano debería generar una especial armonía y amor dentro del Reino que le corresponde, como humanidad, para inspirar así la evolución de los demás Reinos de la Naturaleza.

Todos los Reinos, en cierta forma, cumplieron su parte, excepto el Reino Humano, que es el gran pilar del proyecto terrestre. El Reino Vegetal es la expresión de la donación, de la elevación y de la belleza, como le correspondía. El Reino Mineral es la expresión de la purificación, de la transmutación y de la sustentación, como le correspondía. El Reino Animal es la expresión de la fidelidad y del amor, es el guardián del espíritu de la cooperación y de la fraternidad evolutiva en cada especie, como le correspondía. El Reino Dévico sigue creando belleza y loas al Creador y, junto al Reino Elemental, sustenta y anima a los demás Reinos de la Naturaleza, como le correspondía.

Al Reino Humano le correspondería ser un puente de comunión entre todos los Reinos; aquel que cuida, ampara y protege, ama y auxilia para que cada Reino pueda expresarse. El Reino Humano debería crear condiciones para que los devas y los vegetales expresaran su belleza; para que los animales pudieran aportar a la consciencia planetaria el atributo único que cada especie posee en su esencia; para que los minerales pudieran nutrir y auxiliar a los demás Reinos y con libertad actuar en el mundo.

El Reino Humano debería ser el puente con la Consciencia Divina, que proporcionara el espíritu de la constante evolución y del crecimiento, para que la Creación jamás se estancara y los Reinos prosiguieran dando pasos evolutivos y cambiando su escuela espiritual. Que, de esa forma, nuevas esencias fueran surgiendo y renovando permanentemente la Creación de Dios y que, a partir del laboratorio de la Tierra, todo el universo se pudiera renovar.

Esa es una parte de lo que representa el Proyecto de Dios.

El nuevo ciclo del cual les hablo va a acelerar la purificación humana de una forma más o menos armoniosa, dependiendo de la colaboración consciente de cada ser. Esto será así para que la idea de vida fraterna pueda ir manifestándose al máximo posible, aunque sea en unos pocos individuos y en islas de salvación y de expresión del Proyecto de Dios, y este Plan también se pueda manifestar.

Después de eones de experiencias que no tuvieron el resultado esperado, la Creación dará un impulso solar a la humanidad y  a los Reinos de la Naturaleza, como última oportunidad de concreción del Plan Divino.

Es importante que ustedes estén conscientes de todo esto y colaboren, cumpliendo con su parte en este Plan de Amor. Por eso les digo todas estas cosas.

Su amado instructor y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL ÓMNIBUS ÁGUILA DE LUZ, DURANTE EL VIAJE DE SAN PABLO, HASTA FLORIANÓPOLIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Sean como la naturaleza que, delante de un pequeño suspiro de amor enviado por Dios, resplandece y restaura su espíritu. La naturaleza vive del amor que recibe del Cielo. Sus elementos buscan, en el Principio fecundo de Dios, el poder para manifestarse.

Los Reinos solo seguirán existiendo si pueden cumplir con su función de aprender también a amar y a perdonar. 

Observen a los animales: con qué facilidad perdonan los errores de aquellos que aman, con qué alegría soportan sus males, solo por la fidelidad que viven en sus corazones para con aquellos que los cuidan.

Los seres humanos comparten su existencia con los Reinos de la Naturaleza para que se eleven los unos a los otros, por medio de la comunión con la vida en sus diferentes formas.

Para que se establezca la paz y para que el Reino de Dios sea uno con el reino de este mundo, ustedes deben descubrir lo que cada Reino y cada elemento contiene como vivencia para enriquecer el aprendizaje humano. Porque si no aprenden a amar a los Reinos de la Naturaleza, que constantemente se donan a los seres humanos y de todas formas intentan auxiliarlos en su aprendizaje del amor, será difícil que puedan amar de verdad al prójimo como él es.

Si sienten que no saben amar o que no pueden hacerlo, traten de cuidar de los Reinos de la Naturaleza, sobre todo del Reino Animal, que vierte su amor sobre los seres humanos aun siendo tan ultrajado por ellos.

Perciban, observando a los Reinos, que la escuela del amor está en todas las cosas. En especial los Reinos de la Naturaleza les demuestran permanentemente cómo se vive el amor que trasciende las imperfecciones e, incluso, las cura.

Yo los amo y, clamando a los corazones que ingresen en el camino del aprendizaje del amor y del perdón, les pido que comulguen en unidad con los Reinos de la Naturaleza.

Su padre y compañero,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE SAN LEOPOLDO, RÍO GRANDE DO SUL, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los Cielos anuncian la última hora de la salvación para un planeta, las almas que habitan en él tienen una opción: entregarse al abismo del mundo y negar la perfección que existe en su interior o vencer definitivamente las dudas y los miedos que les impiden estar plenas en su misión espiritual.

Comprendan que las trompetas que suenan en lo más alto del Cielo anuncian la hora para que dejen de lado la mediocridad y comiencen a ser colmados completamente por el Espíritu de Dios.

En cada instante de sus vidas, deben recordar que ya es el momento de dar un salto en la vida del espíritu.

Vivan cada día como si fuese el último, como si estuviesen delante de la última oportunidad de perdonar, de reconciliarse con el prójimo, de prestar aquel servicio que nunca pudieron ofrecer, de renunciar a los vanos placeres y gustos que siempre estuvieron en sus vidas como pequeños impedimentos y que hoy se volvieron grandes, porque no les permiten llegar a la meta de sus consciencias.

Ha llegado la hora de que asuman la vida universal con la plena consciencia de que están en la escuela de la cristificación para todo el universo, y de que vivan siendo consecuentes con la oportunidad que se les entrega.

Por un instante, piensen que están en el momento culminante de sus vidas. Piensen que, en el cosmos infinito, la Creación espera que retornen con la experiencia del Cristo Vivo en el
propio espíritu. 

El universo aguarda que de su Rey Universal provenga una raza que pueda cambiar completamente la Creación de Dios y permita que todas las criaturas que no tuvieron la oportunidad de estar en este mundo vivan los códigos crísticos de amor y unidad.

Ustedes vinieron a este planeta para aprender a no vivir para sí, sino para el prójimo. Esta es la esencia del aprendizaje en la Tierra: entregar todo y padecer todo por la evolución y por el crecimiento de los demás. Y, sin embargo, hasta ahora, solo dejaron crecer el orgullo y el egoísmo que trajeron del universo y que solo les permite actuar nada más que para sí mismos.

Cristo les dejó el ejemplo. Él no vino al mundo para ser un rey. Él se convirtió en Rey porque fue capaz de abandonarse por amor a las criaturas de Su Padre. Cristo vivió en sí el Amor de Dios por Su Creación. Fue por la evolución de toda la Creación Universal que Él entregó Su Vida y sigue entregando todo de sí, aun estando en Espíritu de Divinidad.

Mis queridos y tan amados compañeros, llegó la hora de crecer abandonando el antiguo vivir y abriéndose a lo nuevo, a las virtudes espirituales, al verdadero ser, al amor, a la unidad.

Si son soldados de un ejército de paz, vivan la paz, vivan elamor, vivan la fraternidad.

El Plan de Dios Altísimo se cumplirá, y eso se dará con el esfuerzo de ustedes y con la valentía para que se conviertan en nada, para que sean colmados por Dios.

Les dejo Mi paz y Mi bendición de despertar.

Su compañero de todas las eras,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Antes de que la vida se manifestase en este mundo, ella ya se desarrollaba en muchos otros, en este y en otros universos. Era la vida que expresaba la Consciencia de Dios en criaturas que evolucionaban para alcanzar un día el propósito de retornar a la semejanza perfecta con el Creador. Pero como ustedes pueden comprender, las criaturas en el universo también están aprendiendo y cometieron muchos errores en las escuelas por las cuales pasaron para alcanzar su objetivo, sobre todo, en la gran escuela de la vida.

El mundo, en el cual viven hoy, es un reflejo de lo que ya existe en el universo desde hace eones, una existencia que no se midecon el tiempo de este mundo.

Podrán preguntarse por qué desconocen esa vida o por qué la sienten tan distante de la realidad en que viven. Yo vengo para explicarles que, en el principio, la idea de Dios era que ustedes no la recordasen, a no ser con la esencia del corazón.

Aquellos seres humanos que comenzasen a ingresar en el recinto de su corazón y se abriesen a la unidad con Dios, poco a poco recordarían la existencia del universo y del gran Plan del Creador.

¿Por qué no lo recordaron antes? Porque, hasta entonces, no habrían desarrollado en el corazón el suficiente grado de amor ni la capacidad de perdonar, necesarios para curar todo lo que vivieron en el universo.

Ahora, más de dos mil años después de que el mundo viviera el ápice de la manifestación del amor, por medio de Cristo, de Su Familia, de Sus apóstoles y discípulos, la humanidad fue desarrollando silenciosamente ese potencial para amar y, por lo tanto, llegó el momento correcto de comenzar a despertar.

Sé que muchos sienten que no pueden perdonar ni siquiera las cosas del mundo y que tampoco viven el amor verdadero en su interior, pero Yo les digo que ese amor ya está en la consciencia humana, disponible para todos aquellos que lo busquen.Dentro de ustedes ese amor es una semilla ya germinada, que encontrará suelo fértil por todo lo que recibieron en los últimos tiempos y que podrán colocar en práctica en los tiempos que vendrán.

Cristo sabía de la existencia de la vida más allá de este mundo, reconocía Su Misión y el Plan de Su Padre, porque era pleno el Amor de Su Corazón y la unidad con Dios era Su estado natural de consciencia.  

Si quieren experimentar por sí mismos que no es una gran fantasía lo que les estoy diciendo, abran el corazón para aprender a amar y verán que desaparecen los límites de la mente y las fronteras que separan este mundo de la infinita Creación de Dios, que hace tanto tiempo los aguarda.

Como semillas de luz en sus consciencias, Yo les revelaré las verdades de Dios poco a poco y, si se abren para amar, podrá comprender y vivir lo que les digo.

Yo los amo y los conduzco al Nuevo Hombre, que en realidades el Hombre Original, ese que siempre debería haber existido en el mundo.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El principio de todo aprendizaje en este mundo debe ser el amor, la vivencia del amor, de la unidad y de la fraternidad, y dentro de esos tres atributos encontrarán todas las demás virtudes
que componen el Sacratísimo Espíritu de Dios.

Del universo, sus espíritus los observan permanentemente. Algunos aprenden con el amor que se desarrolla en aquellos de ustedes que cumplen con la Voluntad de Dios; otros aprenden con el amor que reciben del prójimo, y otros aprenden observando los registros generados por los errores del pasado y que se reflejan en la materia. Pero todos aquellos que llegaron a este mundo algo tendrán que aprender.

Cuando un niño va a la escuela, puede aprender muchas cosas. Algunos aprenden todo lo que la escuela tiene para ofrecer; otros solo aprenden con la consciencia grupal y muy poco de lo que la escuela les ofrece; y otros no se abren para aprender nada, e incluso, dificultan mucho el aprendizaje de los demás. Sin embargo, estos últimos crecerán y, desde una mirada más madura, podrán observar la oportunidad que tuvieron. A partir de ese momento se dará su aprendizaje y, por haber participado de esa escuela, algo llevarán en sus consciencias.

Ustedes están en la escuela más amplia y profunda de toda la Creación de Dios. Aquí se sintetizan todas las enseñanzas del universo. De la postura de cada uno delante de los Maestros y Guías de esta escuela resultará el desarrollo de la humanidad.

Mientras ustedes tengan la gracia de permanecer aún en este mundo, intenten sin demora aprender en él todo lo que aún no pudieron conocer. Den de sí a los demás, dónense lo más que puedan, no solo a los pobres, sino a todos y a todo.Traten de descubrir el poder del amor y pidan a Dios que conduzca sus pasos, pues Él los escuchará. 

Yo los bendigo y les agradezco por abrirme las puertas de esta gran escuela del corazón, para enseñarles la esencia del Proyecto de Dios para la humanidad.

San José Castísimo

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

Contacto