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Decreto de Esperanza para el Corazón de la Tierra
Escucha, ¡oh, Corazón de la Tierra!
El ciclo de definición para tu destino ya llegó.
Camina hacia tu nuevo nombre, hacia la expresión de tu nueva vida.
En este calvario que vives, cargando la cruz del fin de los tiempos,
ve tu Corazón tornarse el escenario de una batalla,
trazada desde los orígenes de la vida humana y antes de ella.
Ve que llegó la hora de que esta batalla tenga fin,
y prepara los corazones de tus hijos,
para que sean triunfadores en el Amor y en la Verdad.
¡Oh, Corazón de la Tierra!,
tu nuevo nombre se diseña como fuego en el horizonte,
y nada podrá detener el triunfo de tu destino.
Irradia la fe que nace en el centro de tu ser para cada uno de tus hijos,
para que, a través de ella, sean conocedores de la Verdad y del Bien.
Disuelve, poco a poco, el tiempo que te rodea
como velos que cubren tu rostro,
ocultando la Verdad que existe más allá de ti.
Deja que tus hijos ingresen, poco a poco, en el Tiempo de Dios,
en el Tiempo Real,
y que así reconozcan no solo la gravedad de estos días,
sino también la majestuosidad de tu propósito.
Deja que tus hijos contemplen no solo la ilusión
y la somnolencia que absorben a los seres,
sino que sepan su origen y lo que los hizo llegar hasta aquí
para tornarse seres humanos, esperanzas del Corazón de Dios.
¡Oh, Corazón de la Tierra!,
que agonizas y te entristeces en este parto que parece eterno,
de un Hijo tan esperado toda la Vida.
Aunque sean dolorosas tus contracciones
y tu cuerpo esté cansado,
no pierdas la esperanza de ver nacer de ti
al nuevo hombre, a la nueva vida.
He aquí que, poco a poco, surge la promesa que el Creador hizo para ti,
desde el principio de tu existencia y antes de ella;
promesa que fue renovada a lo largo de la evolución humana,
que triunfó en la Cruz del Salvador y que debe culminar
con la cruz de estos tiempos, la cruz planetaria.
Deja que las promesas de Dios se tornen vida
y ve salir de los libros sagrados las profecías del Armagedón.
Pero, más allá de eso, ve también el cielo abrirse y, entre las nubes,
a los coros de ángeles preparando el Retorno del Dios Vivo a tu seno.
Él vendrá con los Brazos abiertos para recibir
a los hijos que nacieron de ti
y, tomando en Sus Brazos esta nueva vida,
elevará las dimensiones y calmará el dolor.
Traerá al mundo Su Reino y ya no te llamarás Tierra ni Jerusalén.
Resonará desde las Alturas tu nombre, este sonido sagrado
pronunciado por Dios desde el principio.
Y, con esta vibración sobre ti, ya no verás más el dolor y sí la paz.
En ti, tus hijos crecerán y, por mil años, fortalecerán en sí el Amor,
hasta que estén prontos para hacer triunfar el Amor en toda la vida.
Recuerda Mis palabras, ¡oh, Corazón de la Tierra!,
y recuerda a tus hijos que tu historia ya está trazada,
y que, a pesar de todos los desafíos, jamás deben perder la fe.
Dejo sobre ti la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
San José Castísimo
Antes del segundo retorno de su Maestro y Señor, desenmascararé a Mis falsos amigos y todos verán quiénes son.
No dejaré que existan más engaños e ilusiones, así como existieron en los últimos tiempos.
Elevaré el Cetro del Poder del Amor de Dios y, con un solo decreto, Yo limpiaré cada consciencia y cada espacio para que descienda al mundo la Gloria de Dios.
Antes del segundo retorno de su Maestro y Señor, separaré la paja del trigo y con los que fueron fieles a Mí haré la nueva harina, como el símbolo de la redención del planeta.
Antes del segundo retorno de su Maestro y Señor al mundo, libraré a las almas de su cautiverio y le daré a conocer a los hombres la inmensidad del Amor que los ha traído hasta aquí.
Cuando Yo retorne por segunda vez, veré los ojos de Mis discípulos llenos de alegría, porque su Pastor estará retornando.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Queridos hijos:
Vengo aquí por un mundo herido, y traigo entre Mis manos la mayor causa de Dios que es el cumplimiento de Su Plan de Amor y de Redención en la superficie.
Oro por ese preciado Proyecto y revivo todos los días las Palabras del Creador, Quien Me ha dicho en Su Reino:
“Querida Madre Universal, supremo y humilde Espejo del Amor, Tu Padre y Señor del Universo te pide que vayas incansablemente al encuentro de las almas y de los más simples; porque por intermedio de ellos, podré curar al planeta y a su humanidad, repoblaré el mundo con cientos de soles, muchos más de los que Yo he creado en los universos.
Haré de cada sol una emanación prodigiosa de Mi Fuente y, a través de ellos, derramaré los Códigos Divinos de Mi Corazón paternal.
Ve, dulcísima Señora de la Luz, Gobernanta de todas las estrellas caídas y no caídas. Ve, aparece y anuncia a la raza que los amo profundamente y que Me están ofendiendo al apartarse del universo de Mi Amor.
Haz todo lo que esté a Tu alcance, no tienes fronteras, sino miles de ángeles y devas para revertir en este planeta la falta de amor y para transmutar la indiferencia.
Tú siempre tendrás en el Corazón la sabiduría inextinguible de Mis Palabras, porque a través de Tu Gracia, haré de los corazones trofeos luminosos de redención para colocarlos a los pies del altar celestial”.
Escucho hijos, en Mi silencio, todos los días esta proclamación. Y podré ser la Madre de la humanidad y de toda la Tierra siempre que Me lo permitan. Así triunfará Mi Inmaculado Corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Soy la Señora que desata todos los nudos
Hoy, ante ustedes y el mundo, Me vuelvo a presentar como la Señora Desatadora de Nudos, con el fin de que las almas se liberen en estos tiempos de los errores cometidos y así, alcancen la paz.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Hasta los casos imposibles tengo la autoridad celestial para desatar, para que así las almas que están presas de sí mismas, sepan que la humildad de Mis manos, junto a los Ángeles de la Liberación, resuelven esos casos.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Con el Poder del Padre, el Amor del Hijo y la fuerza espiritual del Espíritu Santo, desamarro las causas imposibles y hago de cada una de ellas un presente luminoso para Dios.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Los que confían en Mi Gracia son plenos en el Espíritu y en el Verbo Divino, y así se abren los caminos para vivir su redención.
Con la ayuda del Cielo y de todo el Universo los nudos más amarrados son liberados por las espadas de luz de los santos ángeles, los que después entregan a la Madre de Dios las cintas ya liberadas.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Por la fe de los creyentes y devotos, la obra de la redención se materializa, y muchos más nudos son liberados en la consciencia planetaria.
Vengan Conmigo y desamarremos todos los nudos, para que las puertas a la esperanza sean abiertas y así los corazones reencuentren la Luz de Mi Hijo.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Y su Madre y Señora Desatadora de Nudos desata los nudos de la consciencia; no hay ser en esta Tierra que se quede sin liberación.
Soy la Señora que desata y disuelve los males más difíciles e imposibles, para que Sus hijos renazcan en la fe y en el Amor de Dios.
Soy la Señora que desata todos los nudos
No le teman a sus prisiones ni a los nudos resistentes en sus caminos, envío a los Ángeles de la Liberación para que corten con sus espadas todo lo que causa dolor e incomprensión.
Pero solo una puerta deberá abrirse para que todos los nudos sean liberados, y es la puerta del corazón, en donde no existe ningún nudo imposible, porque en su interior está Dios.
Vivan en el Señor y todos los nudos serán liberados.
Soy la Señora que desata todos los nudos
Por la Misericordia Universal, sus almas se librarán de cualquier cautiverio espiritual; imploren por el poder de su Señora Desatadora de Nudos e instantáneamente verán abrirse sus caminos.
Soy la Señora que desata todos los nudos para que las almas alcancen la redención y vivan victoriosamente el perdón del corazón.
Soy la Señora Desatadora de Nudos y los invito a invocar ese poder divino de liberación por medio de este decreto:
Señora Desatadora de Nudos,
que liberas las amarras de la inercia humana,
desata todos los nudos de nuestras consciencias
para que Cristo reine ahora y siempre,
y por toda la eternidad.
Amén.
¡Buena vigilia de liberación para todos!
Les agradezco por acompañarme.
Los bendice siempre,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MED SHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN
Padre Santo de la paz
Tu Nombre, que es bendito y puro me salvará.
En Tu Reino de Paz adoraré Tu Arca,
en Tu sublime Luz comprenderé Tus sagrados misterios.
Te alabaré Emmanuel por toda la eternidad.
Amén.
Quien vive en Mí, vive en los ángeles, que decretan todo el tiempo poderosas afirmaciones para la vida inmaterial.
Elevados sean los altares sobre sus seres, para que estos participen de la Resurrección del Señor.
Que las Palabras Sagradas sean guardadas en sus corazones y que sus mundos internos resplandezcan por Mi Luz, para que las vertientes del mal sean cerradas hacia los corazones de la Tierra.
Revivirán Conmigo estas Santas Palabras, pero no podrán llevarlas. Si así lo hicieran, estarán fuera de la Ley, porque lo que Yo vengo a reconstruir en este séptimo día de Gloria y Resurrección, es concretar la elevación de sus espíritus y consciencias de todo el planeta, para que vivan el Plan y él se cumpla en todas las criaturas.
Este decreto es una cura para sus corazones. Es una respuesta a su llamado interior y a su oferta durante estos días. Háganlo en reverencia y en unión a Mi Corazón, para que Mi Propósito no se borre de sus células y que nunca olviden, compañeros, que donde Yo los he colocado en esta vida y en esta consciencia grupal, es porque tienen un propósito, del cual una parte nunca comprenderán.
Repitamos en adoración y de rodillas para los que puedan, sin someter los cuerpos al esfuerzo; porque lo que vibra en sus vidas son los corazones y no los movimientos. Así glorificarán a Mi Padre en este día de Gloria ante los doce coros que hoy he traído a Mi Encuentro para ustedes y el mundo.
Este es un decreto que fue transmitido por los ángeles serafines de Universo ultraterrestre, antes de la llegada de Cristo.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
A pedido de Cristo vamos a repetir palabra por palabra, primero el decreto y después repetiremos el significado.
SHALOM ARSHOLAM ABBUN MEA
DOMATOSH LAJMA
SHEKINAH MEDSHOLAM MAJDA
SURUMAJMA ABUHIAM
SARMUTAK ERJMA TUBIMO
MAJMASH EMMANUEL. AMIN
Padre Santo de la Paz
Tu Nombre que es bendito y puro
me salvará en Tu Reino de Paz.
Adoraré Tu Arca, en Tu sublime Luz
Comprenderé Tus Sagrados Misterios
Te alabaré Emmanuel por toda la eternidad.
Amén
(tres veces)
Siete campanadas...
Compañeros, pueden sentarse.
Ahora, compañeros, nunca pierdan lo que Yo he dejado para ustedes a través de este Sagrado Decreto, que los une con el Cielo y la Tierra, con los ángeles y los arcángeles, que adoran la redención del Hijo de Dios para el mundo entero y para toda la humanidad.
Los doce coros celestiales tienen misiones importantes para el mundo y para todas las almas de la Tierra.
Son los mismos que Me han ayudado a concretar el proyecto de redención en el pasado y a través de los tiempos y de todos los íconos que Yo he revelado al mundo a través de los siglos.
El ícono más inmaculado desde el principio de la Tierra es el Arca de la Santa Alianza. Es la síntesis que guarda todos los Misterios de Dios revelados en sus pergaminos internos, donde los Padres Creadores y Sus ángeles ayudantes han escrito la historia de la humanidad, la misma que se guarda como espejo en aquellos recintos sagrados del mundo, donde aún no han salido a la luz en su mayoría, solo algunos y para algunos.
Que el conocimiento sagrado de los patriarcas, de los profetas y de su propio Maestro, con la intercesión de todos los ángeles y de los doce coros, sea sagrado en sus vidas, ennoblezca sus corazones y no sus mentes, porque en verdad les digo, compañeros, que las cosas en la Tierra sucederán pero Mis Palabras permanecerán en aquellos que hayan sido consecuentes Conmigo y con los tesoros del Cielo, que fueron siendo fecundados por la Sagrada Familia desde los principios de sus encarnaciones en la Tierra, como consciencias de luz y al servicio del Plan del Altísimo.
Alegren sus corazones porque tienen que estar limpios de toda mancha, para que estos códigos de la Divinidad ingresen en sus consciencias y en consecuencia, en todo el mundo.
Esa es la tarea de todos los que oran a Mi Corazón y a los Corazones Sagrados de San José y de María. Esa es la tarea de las columnas que acompañan los grupos de oración en sus diferentes regiones del mundo.
Sus espíritus, compañeros, deben ser esos Discos Sagrados que guardan los códigos y las informaciones de la Alteza Mayor, de la Divinidad Suprema y del Infinito.
Será ese Conocimiento Sagrado, el que en reverencia y amor podrá llegar a aquellos que lo necesiten y podrá despertar a todos los que duermen en el sueño de la ilusión y del engaño.
Este Decreto que han repetido ante Mi Nombre Santo, forma parte de la Santa Alianza.
Lo he dado a conocer para ustedes como un voto de confianza y como respuesta a su dedicación. Graben estas vibraciones y palabras en sus corazones, más allá de sus memorias, porque les digo compañeros, que serán sus espíritus los que se elevarán al Reino de Mi Padre y no sus cuerpos y así podrán entrar en la moradas que Yo ya he preparado, después de Mi Ascensión; moradas eternas en el Universo, que siempre les irradiarán la paz.
Pregunto para ustedes, compañeros, en solemnidad y en júbilo: ¿Desean repetir el Decreto ante Mi Padre?
Sí
Si sus decisiones y acciones fueran como este "sí", el mundo estaría a salvo.
Glorifiquen a sus ángeles de la Guarda por tanta misericordia que ellos les entregan.
Y ahora recemos en Mi Gloria, para Adonai.
Para que este decreto, compañeros, pueda ser realizado por todos, él deberá ser cantado como una melodía, para que así lo aprendan correctamente en un próximo encuentro. Y esperaré, que esas palabras sagradas del arca de la Santa Alianza estén vivas para la próxima Sagrada Semana.
Compañeros, ¿ustedes desean que Yo vuelva aquí, por una semana más, en el próximo año?
¡Sí!
Fray Elías del Sagrado Corazón:
El Maestro está sonriendo.
No solo vendré por ustedes sino también por los que Me necesitan, porque sé que es importante para las almas y el fortalecimiento de la fe en los corazones.
Pero se comprometerán Conmigo, compañeros, a que aquí en el próximo año seamos dos mil, como fue en el Monte de las Bienaventuranzas.
Tendrán un año para trabajar en esa invitación; una invitación que no deberá ser forzada sino trabajada por su oración y su persistencia a Mi Corazón Sagrado.
Así podré decir, para el próximo año, que Mi tarea en gran parte estará cumplida con ustedes y que así pondrán al servicio sus talentos para los tiempos finales; el talento de su oración, de su caridad, de su servicio, de su confianza en Dios y de su hermandad con todos los semejantes, sin diferencias, ni juicios.
Para eso espero, compañeros, que para el próximo año las bases del Auditorio de la Misericordia estén siendo fundadas en el suelo de Aurora.
Me trasladaré en Gloria hacia aquí nuevamente para bendecirlos y llevarlos a todos a Mi Corazón.
Aurora les ofrece esta Gracia de estar aquí presente por un año más.
Cuando pase tan solo un tiempo, este auditorio será pequeño para Mi Obra. Pero Aurora abrirá sus puertas para recibirlos a todos así como esta casa lo ha hecho en honra a Mi Corazón.
Quisiera que vinieran aquí los coordinadores de los grupos de oración, para que lleven una señal para sus hermanos, que ahora les entregaré.
Que en este día de Gloria, todos los elementos sagrados sean bendecidos y santificados por los ángeles del Cielo y los doce coros.
El agua que los bendice y les sacia la sed.
El aceite que los cura y los sana.
La Sangre que los diviniza.
El Cuerpo vivo que se hace cuerpo en ustedes; el Cuerpo de Luz y de Verdad.
Esta es la Sangre que se guarda como Luz en el Arca Sagrada. Dichosos de aquellos que beben de Mi Gloria.
Beban y oren Conmigo, para que el Padre siempre los conforte en la unidad de Su Espíritu con Su Hijo y con el Espíritu Santo.
Beban y sientan Mi Paz, Mi Fuerza invencible que los reúne como rebaño alrededor del Cenáculo de su Señor. Sientan la confianza de lo que reciben y multipliquen estos códigos por donde vayan, en unión a Mi Espíritu y a la Voluntad máxima que se cumple en aquellos que corresponden a Dios y a Su legado.
Abracen esta llama de Mi Sangre, que los enciende y sientan en sus caminos la realización de Mi Voluntad, por aquellos que más necesitan volver a encender sus caminos en Mis caminos.
Beban y retiren dentro de ustedes aquello que los perturba.
Glorifíquense todos los días en la oración con sus hermanos.
Ustedes pueden ser chispas de Mi Luz, cada vez que se encuentren Conmigo en la adoración y en la oración.
Ustedes pueden ser vertientes de Mi Misericordia y así Yo los purifico de todo mal.
Podrán caminar a Mi lado en confianza, perseverando en todos los desafíos que el Señor les presenta, para poder redimensionar sus vidas al propósito del amor y de la verdad.
Sientan en este Misterio, que es infinito, la manifestación de Mi Amor por cada uno de Mis seguidores y de Mis discípulos.
Preciosa Sangre es vertida en los corazones fieles, que beben en unión a todas las almas que necesitan de la paz.
En esta obra que Yo realizo se encuentra un propósito para todos, que descubrirán y entenderán cuando Yo ya no esté aquí, hasta Mi retorno al mundo.
Que sus grupos sean esa luz que el mundo necesita para estos tiempos y que se disipen todas las dificultades, para que siempre renazca el Amor de Mi Corazón entre ustedes, hasta que Yo vuelva a buscarlos en la hora indicada. Hay muchos que dependen de ustedes para dar los pasos hacia Mi Corazón.
Santificado seas Padre, por cuanto Tú das a las almas; por cuantos remedios entregas a los que te escuchan; por cuanta confianza Tú emanas a los que te sienten; por cuanto Tú cultivas en los que te buscan.
Sagrada ceremonia de amor, Yo infundo para todos, con el fin de que se cumplan Mis designios en los que aguardan Mi llegada.
Beban en confianza y renueven sus votos a Mi Corazón, porque nunca Él los abandonará. Mi Luz es más fuerte que todas las tinieblas y Mi Corazón se regocija en los que comprenden Mis proyectos y doy la paz para los que más necesitan.
Con Mi Sangre puedo lavar todo un ser y unificarlo a Mí, para que se cumpla Mi Voluntad en los que Me siguen.
Beban del fruto que Yo les entrego.
Y ahora Yo los dejaré ungidos para su fortaleza, en el Nombre de la Santísima Trinidad y de todos los ángeles custodios que acompañan esta ceremonia, por las almas que se unen a Mí.
Nunca Me olvido de aquellos que Me lo piden.
Padre Nuestro... (en arameo)
Yo los bendigo y los guardo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Y ahora en la elevación que vivo con los ángeles del cielo, su Padre escuchará “Pacificadores” y que ese canto sea realizado como una sola voz por la humanidad.
Los aguardo y los espero para la próxima Sagrada Semana de 2017.
Invocación al Plan Original de Dios
Los Poderes Celestiales
se unen en el Universo
y los rayos de la Liberación
y de la Transmutación
expulsan las energías corrosivas del mal.
Los soldados de la Luz
se unen al principio del Amor Universal
y todas las puertas inciertas
son cerradas por el Gran Despertar de la Humanidad.
La Paz se establece
en todos los que escuchan el llamado divino
y el planeta como un todo
recibe la oportunidad de la Liberación.
Los Maestros Celestiales
irradian el poder de las estrellas
y todos los autoconvocados
responden a la Voluntad Mayor.
Surge la Nueva Humanidad redimida,
porque Cristo, el Maestro entre los maestros,
retornó a la Tierra.
Todas las almas son consecuentes
con el cumplimiento del Plan Divino
y los nuevos Soles participan
de la Gran Corriente de Fraternidad.
El Universo Celestial
desciende al planeta
y todo lo que fue creado y pensado
por la Mente y el Corazón de Dios
recibe los códigos de la cristificación.
Los soldados se tornan llamas resplandecientes
e iluminan las tinieblas de este mundo.
El Gran Maestro del Amor,
Jesucristo,
guía y acompaña
la evolución y la redención
de todos los hijos de Dios.
Se cumple en esta era el Plan de Dios.
El Proyecto Original
se vuelve posible y real,
porque los convocados responden
a la Voz Universal de Adonai.
Emmanuel se hace visible
entre las criaturas
y todos los seres humanos
reconocen su Paternidad Espiritual.
El Plan Divino se vivifica
en la existencia de todos los seres
y el planeta Tierra ingresa en los mil años de Paz.
El Universo manifiesta su verdadera identidad espiritual
y toda la humanidad viviente
en los cuatro puntos de la Tierra,
recibe en Gloria la llegada del Rey Universal.
Todo vive un nuevo ciclo,
todo se transforma,
se transmuta y se redime.
La humanidad es bendecida
por los rayos del Amor Universal
y todos los que despertaron
comulgan nuevamente
en la Sagrada Cena de la Reconciliación.
Los que están oprimidos,
se liberan.
Los que están enfermos,
se curan.
Los que están presos de sí,
se tornan libres.
Los que invocaron el nombre bendito de Dios,
son consagrados.
Todo se reconstruye.
Todo se restaura.
Todo se eleva hasta los pies
del Altar Mayor Celestial.
Las fuerzas del mal son redimidas
y retiradas de toda la esfera de la Tierra.
La Nueva Humanidad respira la Paz,
la Armonía y el Amor.
Ahora se cumple la promesa original
bajo la Luz Suprema del Creador.
Amén
Esta oración es una invocación espiritual e interna, para todos los que fueron y serán autoconvocados para el final de los tiempos. Es una oración afirmadora, de ayuda interior y espiritual para los que siguen los pasos del Redentor.
Bajo la Gloria de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por decretar a través de Mi Sagrado Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
Yo Soy la cura definitiva y la liberación de sus vidas, porque es solo a través de Mí que alcanzarán Misericordia y se santificarán.
Por eso hoy les digo una vez más, que no teman si ahora los velos caen de sus rostros, antes de lo que ustedes hubieran creído.
No solo les derramo Mis Infinitas Gracias, sino que también les muestro la verdad por medio de las pruebas y de los desafíos constantes de trascendencia para sus corazones y consciencias.
Cuando lleguen a descubrir aquello que ven de ustedes mismos y los atormenta, no se detengan a pensar cómo se librarán. Procedan de forma inteligente y decreten, a través de Mi Corazón Misericordioso, que pertenecen a Mi Luz Eterna y a la unidad perfecta con Mi Padre. De esa manera, aquello que deberá ser quemado por Mi Fuego Divino no los perturbará más, porque cada vez que se presente para desafiarlos encontrarán que han cultivado un corazón pacífico y abierto a la gran transformación.
Cuando Yo les digo todas estas cosas, es porque estoy hablando directamente con aquella parte de su ser que ya está vieja y a la que le ha llegado el momento de morir para que pueda nacer su bienaventurado espíritu. Por eso sean pacientes, porque aún en esta vida terrenal hay mucho que superar y que aprender. Esto les permitirá tener siempre un corazón alegre, capaz de elevarse hasta Dios y de no sentir culpa.
Los invito a conocer la ciencia de la Divina Misericordia; así despertarán a lo verdadero.
Se debe tener valentía para estar Conmigo; por eso muy pocos son los que se arriesgan a decirme sí por amor a la transformación.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más