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A los puros de corazón, les son abiertas las puertas del Cielo.
A los puros de corazón, les son abiertos los caminos para el perdón y para la redención, y sus almas pueden tocar el Corazón de Dios por su simple pureza.
Al pensar la evolución humana, hijos, Su Creador manifestó el nacimiento y la infancia de los seres, porque, en ese período de sus vidas, reciben nuevas oportunidades de curar lo incurable y de redimir lo que parecía imposible.
Cuando un alma encarna, en un cuerpo frágil de niño, manifiesta la pureza de su esencia y de su espíritu. De esa forma, recuerda lo que es necesario para conmover el Corazón del Padre y retornar a Él.
Vida tras vida, en la infancia, las almas reciben una oportunidad de recomenzar antes de que sus deudas más antiguas comiencen a actuar en Su consciencia espiritual y diseñen su destino en una vida más.
Ser niño es tener las puertas abiertas para curarse, redimirse, perdonarse y retornar a Dios. Por eso, es muy importante que, aun en esa etapa de la vida, las almas conozcan y reconozcan la Presencia Divina, Su Misericordia y Su Gracia, porque es de esta forma que espíritus tan antiguos, y otrora tan perdidos, puedan volver a reencontrar a Dios.
Oren por los niños y, más que eso, oren por las almas que, en pequeños cuerpos y grandes esencias, reciben una oportunidad más de retornar a Dios y de renovar Su Amor.
Que la pureza de la infancia no se pierda, sino que sea fecunda, para que el destino de las almas sea trazado con bases de amor y de perdón.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
A Mis pequeños y grandes hijos de África
Calmen sus pequeños corazones en Mi paterno y manso Corazón, para que Yo les devuelva la paz y la esperanza y así no se dejen desanimar por los desafíos de estos tiempos.
Los caminos de Dios son desconocidos y las formas como Él conduce este, Su Plan, siempre fueron incomprensibles para la humanidad.
El Padre Creador honra y ama los corazones pacíficos que no temen entregar la propia vida para establecer la paz, que no temen ir al encuentro del caos para manifestar la Verdad que habita en su interior.
Cada alma en esta Tierra tiene un aprendizaje único para vivir y ese aprendizaje tiene un tiempo y un lugar para cumplirse.
En este día, un hijo de Dios cumplió su ciclo y se adentró en otras escuelas en las que continuará aprendiendo sobre el amor y la paz.
Coloquen sus corazones solo en el Amor con el cual Dios acoge a Sus hijos y tengan la certeza de que un tiempo de mayor paz llegará para aquellos que, en vida, aspiraban a cumplir la Voluntad de Dios más allá de sus dificultades, más allá de sus sufrimientos y del peso que cargaban en su corazón por una historia milenaria de angustia y de dolor.
Hoy Mi Corazón se expresa, porque todos los días veo el esfuerzo de Mis pequeños hijos de África, los que, a pesar de todo, aman y sirven a Dios. Los méritos de este servicio tocan los Cielos y abren las puertas para que un hijo de Dios llegue al Padre.
No se entristezcan ni teman, este es el tiempo de la purificación de la Tierra, así como del corazón humano, y muchas pruebas aún están por venir; pero, si se mantienen fortalecidos en el amor y permeados por su aspiración de paz, siempre tendrán, como hoy, las puertas abiertas al Cielo.
Le dedico este mensaje a las almas que se esfuerzan por trascender la condición humana y transformar la historia de este mundo con su persistencia. Y, aunque sé que muchos no Me comprenderán, hablo por una Voluntad Divina, porque el Señor quiso darles a conocer Su Amor por los niños y los jóvenes de África, por los servidores y adultos que lo buscan.
El Señor quiso pronunciarse en la Voz de su Siervo humilde, porque, como Padre del servicio y de la caridad, vengo a amparar a los que sirven en este mundo, aunque no lo sepan.
Ustedes, Mis pequeños hijos, le sirven al mundo con su oración, le sirven al mundo estableciendo la paz, le sirven al mundo siendo firmes en su propósito de curar el corazón humano a través de su propio corazón, le sirven al mundo con la alegría que aún nace de sus espíritus, a pesar de tanto dolor que ya experimentaron, le sirven al mundo porque su amor y su esperanza tocan diariamente el Corazón de Dios.
Sus oraciones son escuchadas y hoy, no solo una, sino muchas almas llegaron al Cielo por los méritos de aquellos que partieron intentando establecer la paz.
Calmen sus corazones en la Paz del Creador y no desistan de servir, no desistan de sonreír y de orar, no desistan de perdonar y de curar sus corazones, porque los Cielos se abren con su esfuerzo y las Bendiciones del Padre descienden sobre el África y sobre el mundo entero.
Así como Dios, Yo los amo y los bendigo para que encuentren la paz y la esperanza.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Renuévate todos los días, aunque la vida parezca pasar y los años se reflejen en la apariencia de tu rostro.
Renuévate en un tiempo que no pasa, en el fluir de leyes que se transforman solo para generar nuevas posibilidades de evolución para las criaturas.
Renuévate en espíritu y permite que tu ser redescubra cada día el sentido de la vida, para que cada vez más te aproximes a la Voluntad de Dios para ti.
Sirviendo a un Dios que es movimiento constante, cambio y renacimiento permanentes, no puedes quedar aprisionado a una idea, a un viejo pensamiento ni reflejo de lo que es la Voluntad del Creador para tu vida. Por eso, hijo, renuévate; lánzate a lo nuevo y renueva tus planes de acuerdo con el fluir de las Leyes divinas.
No te apegues a las metas que tenías cuando eras un niño, en cuerpo y en espíritu. Todo lo que es vivo cambia; la transformación y la renovación en el Creador son una ley.
Renuévate como criatura, como alma, como hijo de Dios. Disuelve en tu corazón las imposibilidades y busca dentro de ti la posible y alcanzable perfección en Cristo.
Si te reconoces tan hijo de Dios como Su Primogénito, vive como Él, bajo leyes que pertenecen al Padre y no al mundo.
Renuévate comenzando todos los días como un pequeño niño; mira al mundo como si nunca lo hubieses visto; mira a cada ser humano como si no supieses nada sobre él y permite que tu corazón supere los errores del pasado, las ideas fijas sobre la conducta del prójimo y ame a cada uno de una forma nueva todos los días.
Renuévate respirando el aire como si fuera la primera vez; viendo la lluvia, el sol, los Reinos de la Naturaleza como si fuera la primera vez. Por un instante, permite que tu ser encuentre un estado de renovación desconocido para ti y, aunque te parezca loco o imposible, renuévate.
Olvida el tiempo, el pasado, las metas del futuro y también el presente. Entra por un instante en el tiempo del no tiempo y renuévate. Di: “Señor, hazme de nuevo”.
Si no te renuevas, hijo, los patrones del viejo hombre envejecerán tu consciencia y morirás en vida, sin saber de la existencia de la eternidad. Vivirás para cumplir una meta que la sociedad colocó dentro de ti cuando aún eras un niño, mientras la vida del espíritu, que es la verdad, será siempre para ti una ilusión, el segundo plano, el universo paralelo.
Por eso, renuévate y redescubre la vida todos los días. Hazte hijo de Dios y no de los hombres. Vive bajo las leyes que provienen del Padre y no solo del mundo.
Aquel que te impulsa a la renovación,
San José Castísimo
Como Sagrada Familia, vinimos para animar a la humanidad a que responda al Llamado de Dios y a que cumpla Su Santa Voluntad.
Como Sagrada Familia, invitamos al mundo a que aprenda de la pureza de los niños y a dejar que ellos les enseñen cómo encontrar a Dios.
Como Sagrada Familia los incentivamos a que abran sus corazones para vivenciar los misterios que trascienden, absolutamente, la comprensión humana y transforman por completo todo lo que conocen sobre la vida en la Tierra e, incluso, sobre sí mismos, abriéndoles los ojos para lo que son en realidad.
Como Sagrada Familia los animamos a que ofrezcan sus almas como instrumentos de Dios, a que venzan el miedo de perder las cosas del mundo e incluso a sí mismos, porque todo lo que guardan como tesoros, ya sea el modo de vivir, cosas materiales o relaciones afectivas de cualquier tipo, como también lo que conocen de la propia vida, todo eso pasará con un soplo de la Justicia Divina, mientras que la vivencia de la Verdad fortalece el poder y la acción de la Misericordia.
Como Sagrada Familia los llamamos a que vivan el verdadero amor, amor que trasciende las posesiones, que no busca recompensas, que solo dona y nada recibe a no ser de Dios que, cada vez que se abren para donar algo, les infunde una mayor voluntad de entregar todo.
Como Sagrada Familia los colocamos ante la Gracia del retorno de Cristo, dádiva incomprensible para la mente y solo aceptable para el corazón que ya descubrió en sí la fe.
Como Sagrada Familia los invitamos a que descubran la posibilidad de vivir la paz en tiempos de caos y de mantener la confianza en Dios, aun delante del mayor sufrimiento, cuando el Señor nos pide incluso la propia vida por amor a Su Plan, como fue en la Pasión de Cristo.
Reciban a través de sus oraciones los códigos de la Sagrada Familia y no los dejen guardados bajo siete llaves en su interior; permitan que ellos tomen vida, que se expandan y se multipliquen en aquellos que se aproximan a ustedes, como fue con la Sagrada Familia de Nazaret.
Les dejo Mi paz y la confianza absoluta en la presencia de Cristo en el interior de los hombres, porque el Señor renació.
San José Castísimo, en la presencia sagrada de María Santísima
Queridos siervos de Cristo:
Hoy vengo para rogar al mundo que auxilie a las almas de los más pequeños, de los niños que están sobre la Tierra y que no encuentran una razón para su vida.
Les pido que sirvan a los niños, no solamente con un plato de comida, sino que también, en unión con sus almas, los ayuden a encontrar el camino evolutivo.
La degradación de la consciencia humana actual está construyendo una juventud vacía de Dios y, como consecuencia, los niños están recorriendo el mismo camino.
Por ese motivo, les ruego a los más conscientes en este ciclo planetario que se preocupen menos con los propios procesos internos, y que ayuden más para que el Plan de Dios se cumpla y, así, encuentren en los niños una cuna para las semillas de la Nueva Humanidad.
Hoy les pediré que den un paso más y que no solamente eduquen con amor a sus hijos y familiares, sino que posibiliten que otros niños, olvidados y solitarios, también puedan ser educados para la construcción del nuevo futuro.
Enseñen a los pequeños a amar los Reinos de la Naturaleza, cuidarlos, como también la importancia de ayudarlos en su evolución. Enséñenles la importancia de compartir con el prójimo aquello que él necesita, sea algo material o un atributo interno de la consciencia, como la mansedumbre, la caridad, la inteligencia, la alegría. Que los niños sepan ayudarse unos a otros y disipen de su consciencia la competencia y el orgullo.
Queridos, enseñen a los pequeños a orar; enséñenles el poder de la oración y la gracia que concede a los más necesitados en los cuatro rincones del mundo.
Concienticen a los niños, desde pequeños, sobre la realidad planetaria, no para atemorizarlos, sino para que sepan que la oración, el servicio, el amor y la unidad entre todas las criaturas son remedios infalibles para los males del mundo.
La purificación planetaria se acelera y dentro de los niños deberá estar plantada la semilla correcta, para que florezca un mundo redimido.
Yo los amo y los conduzco a la reeducación planetaria.
San José Castísimo, padre de todos los niños del mundo
Queridos compañeros en Cristo:
Quiero ofrecerles cada día algo más que palabras, porque tengo la posibilidad de llevarlos a que vivan lo que ustedes verdaderamente son, no solo como individuos, sino también como humanidad.
Por eso insisto, una y otra vez, para que en cada momento de sus vidas ofrezcan todo lo que hacen por la consciencia humana, sobre todo por todos aquellos que no conocen a Dios y que, independientemente de la clase social y de la situación física, viven en la ignorancia y en total ilusión.
Mis amados, cuando estuve en este mundo como José de Nazaret, en todo lo que hacía en Mi trabajo, en el descanso o en las liturgias diarias, la oración era siempre lo que movía Mi Casto Corazón y, así orando, ofrecía todo por los demás hermanos del mundo.
Trabajaba por los que no lo hacían; descansaba por los que no podían descansar; era verdadero y simple por los que no podían serlo. Y así era con todo. Entonces, fui descubriendo cómo amar las imperfecciones de los hombres. De esa forma, mientras trabajaba por alguien que no lo hacía, comencé a comprender el porqué de aquellos que no lo hacían estaban en esa situación y, en Mis intenciones, ofrecía siempre a Dios las dificultades de Mis hermanos.
Viendo la pureza de Su siervo que no oraba para sí mismo, sino para que el reinado de Dios se expandiese por el mundo, el Señor comenzó a mostrar, a los ojos de Mi Corazón, diferentes situaciones del planeta en lugares que, en vida, no había conocido, pero sabía de la realidad de todo lo que veía.
Dios Me concedió la Gracia de servir más profundamente y de tener la certeza de que, en cada instante de Mi vida, Él podría interceder por algún alma. De esa forma, fui aprendiendo el arte de interceder ante Dios por las almas y por los seres de la naturaleza, los que nunca eran olvidados por Mi Corazón Castísimo.
Hoy les digo que el secreto para ser un intercesor ante Dios es que nunca pierdan la pureza de intención y que no se crean nada, sino solo un siervo de Dios. En donde haya orgullo por alguna obra ofrecida a Dios, esa obra ya no alcanzará el Cielo.
Muchos creen que interceden por las almas cuando, en realidad, están perdiendo un tiempo precioso de orar con el corazón para alimentar el propio orgullo y la vanidad.
Vengo para enseñarles a ser puros como los niños y a orar como un pequeño niño ora a Dios: no hay vanidad en sus palabras ni tampoco orgullo, solo hay una unión pura con Dios. Los niños no buscan nada cuando oran, solo entregan sus oraciones. Esos son los verdaderos intercesores.
Mis queridos, lo que sí quiero es que sean intercesores delantede Dios por las almas perdidas, pero antes de eso, debenencontrarse a sí mismos en la propia esencia de la pureza y de la humildad.
Yo vengo al mundo para darles esa posibilidad, pero no piensen que eso es imposible, solo únanse a Mi Espíritu de Amor y, cada vez que vean que no están orando con pureza y humildad, acuérdense de Mí y sean como niños caminando hacia el Corazón de Dios.
Yo los amo y les dejo la pureza de Mi Casto Corazón.
San José Castísimo
A lo largo de la historia de la humanidad, pocos fueron los corazones que se abrieron para descubrir la verdad de la vida superior, porque la humildad siempre fue un atributo raras veces encontrado en el corazón humano.
Por eso, muchos prefirieron creer que no existía nada más allá de la propia existencia, e incluso que Dios era un mito para los corazones, tan grande era su ignorancia, su orgullo y su arrogancia. Muchas veces, aquellos pocos que pudieron encontrar un rayo de luz de este gran Sol, que es Dios, cayeron en el orgullo y en la ignorancia de creerse conocedores de todas las verdades. Tan grande fue el orgullo de esos seres, que se separaron de Dios, creyendo que vivían plenamente dentro de Su Corazón.
Es por este motivo que hoy los Mensajeros Divinos vienen a hablar a los humildes, a los mansos y a los simples. Es por ese motivo que nos acercamos a ustedes, hablándoles como si habláramos a niños pequeños, porque así deberían ser para estar ante la Enseñanza que traeríamos en el final de los tiempos.
Los arrogantes creyeron que ya sabían todo lo que les decíamos y no percibieron que podrían saber el camino, pero, al llegar a las puertas del Cielo, no tendrían las llaves para abrirlas, porque la humildad es la llave maestra que une los corazones a Dios.
Comprendan que sin humildad ustedes jamás podrán seguir los Planes de Dios, porque solo un corazón humilde puede seguir indicaciones que él no comprende, no acepta y que, a veces, van en contra de todo lo que siempre creyó.
Ahora que muchos ya fueron fieles a las indicaciones celestiales, podrán comenzar a comprender algunas verdades y el rompecabezas se irá armando delante de sus ojos, para que así fortalezcan la confianza en Dios. Pruebas mayores de fe llegarán a sus vidas y los pequeños test que experimentaron hasta hoy los prepararán para los días que vendrán.
Nunca se olviden de que deben ser como niños, que jamás pueden perder el espíritu de humildad, pues así podremos revelarles grandes misterios de esta Creación Divina.
Yo los amo y los bendigo siempre,
San José Castísimo
Para que no se establezca el odio entre las almas, es necesario que se viva el amor.
Hoy, Mi Casto Corazón les muestra el dolor que siente por lo que están sembrando en el interior de todos los niños que, sin comprender, padecen el terror de las guerras en el mundo.
Solo la vivencia de un amor profundo y verdadero es capaz de equilibrar esas acciones de la humanidad. Por eso, hoy les pido que, como un acto de paz por la humanidad y sobre todo por los niños del mundo, disuelvan el odio de sus corazones y amen a aquellos que saben que guardan algún tipo de rencor en sus corazones.
Hagan eso como un servicio, yendo a un lugar que necesite de mucho amor o incluso dentro de sus familias, venzan el orgullo y el temor, y realicen un acto de amor según como sus corazones les indiquen.
Les pido que sean verdaderos y que no se muevan basándose en las emociones, sino en el sentir profundo del corazón.
Por más que sientan que lo que viven no está relacionado con lo que sucede en otras regiones del mundo, ustedes verán que, realizar un verdadero acto de amor, borrarán de una parte de la consciencia humana el odio que existe y también el que está siendo sembrado por las guerras actuales en el mundo.
Los invito a realizar una campaña que se llamará Sembrando el Amor en la Humanidad. Las experiencias que se vivan durante la campaña podrán ser registradas como cada uno lo sienta, y luego reunidas y llevadas para los niños que emigran de sus países, en Medio Oriente, que hoy necesitan ver que una parte de la humanidad está haciendo algo para equilibrar el dolor de sus corazones.
Será un acto simple, pero que llevará el principio de la cura a muchos corazones.
Difundan este llamado como una gran red de amor y de servicio, para borrar el odio de los seres humanos.
Yo los amo y los acompañaré en esta misión.
San José Castísimo
Ingresa en la plenitud de Dios, que existe en tu corazón, y jamás pierdas la esperanza de alcanzar Su Propósito.
Cuando estuve sobre la Tierra como José de Nazaret, el caos de Mi época y la ignorancia de los que Me rodeaban, Me llevaron a buscar con mayor asiduidad el Espíritu Divino. En Mi búsqueda, comprendí que Yo debería ser el motor para la elevación y la transformación de todos los que convivían Conmigo.
Era la propia fe que habitaba en Mi interior la que, por sí sola, tocaba los corazones de los hombres y los llevaba a preguntarse internamente cuál era el misterio que se vivía en aquella Familia y si no era el mismo Dios en persona que estaba entre Ellos.
Sepan que Dios mismo está entre ustedes, y que deben anunciar esa gracia en el silencio de su transformación y en la vivencia de los sagrados atributos que el Señor infundió en sus consciencias.
Que todas las almas que se aproximen a sus seres sean impulsadas a buscar lo Divino y, aunque aún no conozcan muy bien el foco de su búsqueda, sientan que ella los conduce hacia lo Alto, hacia el Universo, hacia el Infinito.
Ustedes viven hoy, como grupo, una de las mayores gracias entregadas a la humanidad.
El espíritu del Amor debe hacerse carne en cada uno de los que acompañan a los Mensajeros Divinos y, de esa forma, ese Amor se expandirá a toda la humanidad.
Cada paso que den, a lo largo del día, ustedes deben ofrecerlo a Dios, conscientes de que muchas esencias dependen de ese despertar y del camino evolutivo que están recorriendo.
Beban de la Fuente de las Palabras Divinas de Cristo y colmen sus seres con la certeza de que Él es quien las pronuncia. Déjense moldear y madurar por los impulsos espirituales de María y consagren, poco a poco, toda la consciencia a lo Divino. Sumérganse en la simplicidad de Mis palabras y hagan de ellas un manual para la vida sobre la Tierra.
Sean simples de corazón y nunca se cansen de buscar el espíritu de la simplicidad. Solo de esa forma cruzarán los Portales Celestiales con la humildad de un niño.
No pierdan la fe y confíen en la imprevisibilidad del corazón humano. Busquen el potencial que desconocen de sí mismos y, en oración y reflexión, develen los misterios del proprio mundo interior.
Les dejo Mi paz.
San José, su padre y guardián para estos tiempos
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más