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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Aun cuando la corteza de la Tierra parece estar oscura, la Luz de la Estrella de Belén brilla en la humanidad, trayendo el impulso cósmico de Dios a la Creación y al planeta.
Es hacia esto adonde hoy los quiero llevar, adonde sus espíritus necesitan elevarse para unirse a la Esencia de la Creación y del Universo; recordando, en este tiempo y en esta hora, que Dios tiene un Proyecto para esta humanidad y para este planeta, así como Él ha escrito Su Voluntad para cada corazón humano.
Recuerden que vivir la Voluntad de Dios no es imposible. He aquí la Esclava del Señor, que escuchó en Su interior el Llamado de Dios, a través de la presencia del Arcángel Gabriel.
Hoy, quiero que recuerden y tengan muy presente que ese Llamado de Dios sigue resonando en este universo y, sobre todo, en los mundos internos que están abiertos para poder escucharlo.
Ese llamado resuena a través de su ángel de la guarda, invisible e insondable Presencia Eterna del Padre, servicio incondicional y anónimo, que acompaña a todos los apóstoles de Cristo en su caminata en la Tierra.
Quiero que hoy no solo contemplen el Nacimiento de Cristo en su mundo interior, sino que también puedan tener consciencia en esta hora importante del planeta de lo que Cristo necesita construir a través de esta Obra, formada por almas autoconvocadas desde otrora.
Así, Mi Hijo podrá interceder e intervenir en la humanidad, especialmente en las causas que parecen imposibles o difíciles de resolver; y, también así, Mi Hijo podrá interceder por medio de Su Gracia y Amor en los aspectos de sus consciencias que aún no se quieren transformar.
Pero sigan el camino que hoy Yo les indico, el camino hacia la pureza y la inocencia interior, que cada una de sus almas y cada una de las almas de sus hermanos pudieron concebir en el vientre de sus madres, durante su gestación.
Imaginen cuán maravillosa es la Creación de Dios; porque, así como Jesús, aun siendo niño, reflejaba la Pureza y la Inocencia de Dios encarnadas, cada uno de ustedes y de sus hermanos en este mundo, que provienen de la misma Fuente Creadora, de los mismos espacios de este Universo Mayor, guardan esa pequeña molécula de Luz que les recuerda su pureza e inocencia interior.
Hoy no les hablo de infantilidad, sino de una pureza y de una inocencia madura, que están unidas a la Fuente de la Creación y a la Voluntad del Padre. Esto es lo que la humanidad necesita recuperar para que las guerras puedan terminar, para que los conflictos se puedan disolver, para que sus propias resistencias se puedan transformar.
Hijos amados, no hay otro camino sino el amor, el amor maduro que les enseñó Mi Hijo y les sigue enseñando, el amor que acepta y que incluye, el amor que se rinde y que se resigna, el amor maduro que se humilla ante el Padre Celestial para verse insignificante y pequeño dentro de este gran universo, así como su Madre Celeste se vio ante el Arcángel Gabriel.
Por eso, hoy coloco a su disposición el Espejo de Mi Corazón y por intermedio de este sagrado encuentro y de este momento, a través de Mi Corazón Inmaculado reflejo el principio de Inocencia y de Pureza de Dios, para que ustedes mismos y sus hermanos lo puedan recuperar, y pensarán ¿cómo es que lo harán?
Todo comienza, queridos hijos, a través de sus intenciones y pensamientos, y esto terminará de reflejarse en sus decisiones.
Por eso, Dios está atento a este momento y a esta especial coyuntura espiritual del Nacimiento de Cristo; porque hoy no celebramos una fecha histórica, sino el recuerdo del sacrificio del Dios Vivo encarnado a través de Su Hijo, que se ofreció por amor a ustedes para poder otorgarles, a través de Cristo, su salvación.
Y esto no puede ser algo pasajero. Aprovechen este momento y esta coyuntura ante la presencia de la propia Jerarquía Espiritual, ante el Reino de Mirna Jad que hoy brilla de forma especial en sus mundos internos para que ustedes puedan volver a beber de la fuente y de sus principios de cura.
¿Qué es lo que aún ustedes no han podido curar?
¿Qué es lo que aún ustedes no han podido perdonar?
¿Qué es lo que aún no han podido aceptar y reconocer?
¿Cuál es la barrera que se coloca entre ustedes y Dios para poder aceptar en absoluta entrega Su Voluntad?
Amados hijos, sírvanse de esta coyuntura espiritual del Nacimiento de Cristo.
Vuelvan hacia ustedes a reencontrar su niño interior, no para recordar sus traumas y heridas, sino para recordar y retomar su inocencia y pureza.
Sus ángeles de la guarda abren esta puerta para que muchos niños internos más en el mundo se puedan curar; y los corazones ya no queden endurecidos, indiferentes al Llamado de Dios, indiferentes al cambio y a este momento que la Jerarquía bendice y consagra para retomar la esencia de su vida grupal y evolutiva.
¿Cuántas veces los apóstoles, queridos hijos, tuvieron que retomar el camino que Cristo les indicaba? ¿Cuántas veces tuvieron que darse cuenta que estaban equivocados, que deberían ser humildes y simples para cumplir con rectitud la Ley del Señor?
Sin humildad nada se puede hacer, Mis amados hijos. Dios no podría ser Dios si no fuera humilde. Acepten la escuela de Su humildad y serán libres de ustedes mismos.
Mi silencio también contempla las necesidades y las oraciones del mundo en este día en el que todos tienen la Gracia de reconsagrarse al Niño Rey para que las bases de Su Obra se fortalezcan, para que sus principios espirituales se cumplan, para que la llama del Divino Propósito de Dios siga iluminando el camino de todos los discípulos y discípulas de Cristo, en esta noche oscura que cada uno está aprendiendo a vivir y a atravesar.
Pero Yo les pido, Mis queridos hijos, que no se detengan en la propia oscuridad, sino que vean en el fondo del camino, en el final del camino espiritual, cómo comienza a surgir la Luz de Dios; porque Cristo encarnó para hacerle saber al mundo que Él es la Luz del mundo, el Señor del mundo, el Rey del Universo.
Su Luz no los puede cegar, porque Su Luz viene a guiarlos, a llevarlos hacia el Reino de Dios, en donde Dios los espera tener cerca, en consciencia y sabiduría.
Hoy Cristo, Mi Hijo, contempla, entre Sus Manos, el Plan que Dios le entregó para esta Obra y para tantas otras obras bondadosas en el mundo. Y este Proyecto se cumplirá únicamente a través de las almas, de los que imiten la resignación de María y el sí a Dios de la Madre de Dios, a través del Arcángel Gabriel.
Contemplen y vivan este momento espiritual, el sí de María. Por eso, hoy es posible la redención del mundo, la liberación del mal, la transformación y conversión de los corazones, la consagración de las familias, la cura de los mundos internos y todas las Gracias concedidas y las que se puedan otorgar a los corazones fieles al Señor.
¡Oh, sagrado pueblo de Israel!,
hoy extendido en toda la faz de la Tierra,
levántate y camina.
Escucha la Voz del Señor, tu Dios,
que hace eco como un gran trueno en este universo
y que Su amor se refleja como un gran fruto
en los corazones que confían en Adonai.
Sigue los pasos, ¡oh, Israel!,
que el Señor, tu Dios, te está indicando.
No te resistas, no retrocedas,
sino avanza a través de la Luz
que bendice tu camino y
cada uno de tus pasos.
¡Oh, Israel!, pueblo sagrado,
hazte digno ante Dios, Nuestro Señor.
Sé el reflejo de Su Voluntad eterna,
de Su Amor y de Su Unidad inconmensurable.
Las llaves ya te fueron entregadas,
abre las puertas al nuevo tiempo, ¡oh, Israel!
El Señor ya está retornando.
El Señor ya está llegando.
Prepárate internamente para reconocer
la Luz de Su Faz y la presencia de Su Corazón.
Discípulos y discípulas de Israel, ha llegado el tiempo preparatorio del Retorno de Cristo. ¿Lo acompañarán?
Por la Luz y la Gracia que bendice este momento, les agradezco por responder a Mi llamado y por abrir los oídos del corazón para escuchar la Sagrada Palabra de Dios a través de Su Esclava, la Madre del Mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy, vengo al mundo como la Señora del Silencio, para que en el silencio, la humanidad pueda escuchar la Voz de Dios, esa sagrada Voz que reverbera a través de los tiempos y que trae el anuncio de lo nuevo y de la salvación de la humanidad.
Para que eso sea posible, hijos Míos, y para que la humanidad pueda escuchar verdaderamente, hoy les traigo el Don del Silencio, para que él pueda despertar en ustedes y en sus hermanos, para que por medio de ese Don puedan comprender todas las cosas y sobre todo, sentir todos los pedidos que nuestros Sagrados Corazones anuncian al mundo, una y otra vez.
Hoy, vengo como la Señora del Silencio, para que muchas más almas puedan escuchar a Dios en su interior, para que por medio del camino del silencio se pueda establecer la paz en el mundo a través de los oídos que escuchan a Dios con sinceridad y fervor; porque será ese silencio el que los transformará, les traerá la renovación de sus vidas y de sus consciencias.
Desde el Universo Celestial hoy vengo a ustedes como la Señora del Silencio, porque sé que la mayoría de Mis hijos aún no escucha y la Palabra de Dios, hijos Míos, no puede ser desperdiciada.Con ese acogimiento que hoy han vivido sus corazones ante Mi Presencia, los invito, hijos Míos, a profundizar en el camino del silencio por la humanidad; para que lejos de los ruidos, de la distracción y de la perturbación, puedan vislumbrar en el Universo interior de cada ser el camino de la cura, un camino que los llevará a la verdad y a la elevación de la consciencia.
Si escuchan ahora a la Señora del Silencio es porque Sus palabras traen una potente energía que impregnará sus células y consciencias con el Don del Silencio que ha vivido la Madre de Dios en la Tierra, desde el nacimiento de Cristo hasta Su ascensión y un poco más, después de ese acontecimiento.
El Don del Silencio, hijos Míos, los llevará a reflexionar en la Pasión de Cristo y podrán descubrir grandes misterios que están guardados en la Pasión de Jesús; diría, sagrados méritos celestiales que la humanidad necesita en este tiempo para poder vivir la redención y la conversión, el cambio total de la Consciencia Planetaria por una consciencia de compasión y amor, no solo por la Creación y el Universo, sino también por todo el planeta y sus Reinos Menores.
El Don del Silencio les hará ver la verdad y la necesidad del planeta y más aún: si unen el silencio y la oración verán muchas más cosas, como las ve la Madre de Dios en este tiempo difícil.
Es este Don del Silencio, el que Yo debo llevar a Europa en este ciclo, para poder sacar a Mis hijos de la gran distracción planetaria y de la ilusión.
Ustedes, hijos Míos, que están aquí, han escuchado a través del Don del Silencio alguna vez. Por eso necesito que ese Don reverbere a través de estos tiempos, que primero encarne en sus vidas para después poder encarnar en el mundo.
El Don del Silencio llevará a la humanidad y especialmente a Europa a tomar consciencia de lo que no está haciendo bien y de cuán urgente es, hijos Míos, cambiar la situación planetaria.
Por eso, entre sus corazones y como naciones hermanas, no pueden existir diferencias ni tampoco omisiones.
El Don del Silencio de Dios es para todos y en este día especial vengo a engendrarlo en ustedes, porque el Don del Silencio llevará a la humanidad a tener más sabiduría y sobre todo discernimiento ante las pruebas que enfrentará.
Si aún ustedes, hijos Míos, no comprenden qué hacer de sus vidas o no tienen una respuesta clara de qué camino seguir, es porque el Don del Silencio aún no ha penetrado en sus seres; no se han silenciado sus pensamientos, no se han aquietado sus sentimientos, no ha existido un momento de paz para poder reflexionar.
Por medio del camino de la oración del corazón que viven en estos tiempos Yo los invito, hijos Míos, a invocar el poder del Don del Silencio; para que no solo sus vidas, sino también el planeta sea transformado, para que existan mayores tiempos de paz en la humanidad y sobre todo en aquellos que están más perturbados y sumergidos en la oscuridad y en el mal.
Por medio de Mi Corazón Inmaculado, como Señora del Silencio, hoy les derramo el poder de este Don espiritual para que sea propagado en el mundo, a fin de que triunfe Mi Inmaculado Corazón por muchos siglos más, por la ayuda de Mis hijos, por la respuesta de Mis apóstoles y por la sinceridad de los servidores que se disponen en este tiempo a construir el Plan de Dios sobre la Tierra, y sobre todo, a concretarlo paso a paso, según los designios de nuestro Padre-Madre Creador.
Que el Don del Silencio, hijos Míos, los lleve al entendimiento, para que brote en su corazón la llama de la Sabiduría de Dios. Y cuando tengan que tomar una decisión muy importante en sus vidas, el Don del Silencio pueda interceder y traer luz a las respuestas necesarias.
Yo solo les pido que Me ayuden a construir la Obra en Europa y en el mundo. Hoy es Europa, pero mañana será otra parte del planeta; como por ejemplo, Asia y Oceanía, que están siendo preparadas especialmente por Mi Corazón, para que primero se geste en ustedes interiormente y después sea una realidad y no un pedido extenso y extremo para solicitar una amorosa ayuda.
Por medio del Don del Silencio que hoy derrama Mi Inmaculado Corazón al mundo, vengo a hablarles de la importancia de cumplir con los designios de Dios, no solo por medio del camino de la oración y de la fe, sino también a través de la colaboración incondicional y permanente.
Hijos, es importante que comprendan claramente Mis palabras para que no se confundan. Cada cosa que Yo digo y decreto proviene de la preciosa Fuente de Dios para el mundo; y hoy, es el Don del Silencio el que actúa a través de este momento, pero mañana será otro Don u otra Virtud de Dios que actuará por la gran necesidad planetaria, por la gran urgencia de una respuesta verdadera y no tibia, una respuesta que pueda transbordar de amor en sus corazones, para hacerlos cada día más sabios y dignos de ser receptáculos de los designios de Dios y de cumplirlos, uno a uno.
No necesito que hagan grandes esfuerzos para poder cumplir con Mi llamado. Por medio del Don del Silencio que hoy les traigo, les pido que su esfuerzo sea verdadero y transparente para que Mi enemigo no los pueda confundir.
Recuerden que Mi deseo para Europa es pisar la cabeza de la serpiente y seguir pisándola, a fin de que muchas, muchas más almas en el mundo puedan ingresar por la puerta celestial que Yo estoy abriendo en este tiempo por intermedio de Mi Inmaculado Corazón, para que todos puedan cruzar y pasarla, para que nadie quede atrás, ninguno de Mis hijos, por poco creyente que sea de la Voluntad de Dios y de Sus designios.
Yo los invito a ser precursores de ese Don del Silencio, para que el Don los impulse a llevar adelante la Voluntad de Dios, tal cual ella se presenta y se muestra.
Con este Amor que hoy les entrego desde lo profundo de Mi Espíritu y como lo he hecho en otros momentos, Yo les imploro por colaboración, porque cosas más grandes deberán suceder y eso dependerá de la respuesta de Mis hijos y de la sinceridad de sus corazones.
Nuevamente les digo, Mis queridos hijos: Que el Don del Silencio les pueda mostrar la verdad de todo esto, que va más allá del poder de los hombres y de la voluntad propia de las almas; es un designio Mayor, que su Madre Celeste está tejiendo y construyendo en el mundo por medio de las naciones y de la respuesta de Sus hijos.
Quisiera, en esta noche, que su respuesta inmediata, su colaboración incondicional y su entrega mayor a Dios, fueran como estas flores colocadas a los pies de Mi altar; y que hoy Yo pueda elevar al Cielo, no solo sus oraciones y súplicas, sino también su respuesta confirmada ante la Madre de Dios.
Sé que aún no alcanzarán la consciencia total sobre los Misterios del Padre, pero crean, hijos Míos, que a través de los Dones de Dios y de la vivencia de cada uno de ellos, la podrán alcanzar, porque este es Mi deseo de Madre, para su crecimiento espiritual e interior en estos tiempos de emergencia.
Europa necesita de mucha ayuda, como ustedes.
Yo los invito a vivir, por medio del Don del Silencio, lo que la Sagrada Familia de Nazaret vivió en plenitud y amor; no solo compartiendo lo poco que tenía, sino también donándose incondicionalmente a los más necesitados, a la gran Voluntad de Dios, para ella fuera cumplida, por más que en algún momento nuestra mente pobre y humilde no lo haya comprendido.
El amor todo lo puede, todo lo transforma y todo lo alcanza. Esto es lo que abre las Puertas de los Cielos, para que las Gracias desciendan y las consciencias se rediman según la Voluntad de Dios.
Yo los invito, hijos Míos, a entrar en oración por esta causa, por la misión en Europa y África, porque cosas muy difíciles podrían suceder en esos lugares y mucha más sangre podría correr, no solo en Medio Oriente, sino más allá de esa región.
No quisiera que pudieran ver Mi Rostro lleno de lágrimas, sino lleno de amor, de dulzura y de luz, reflejando la alegría por la respuesta de Mis hijos, que toman consciencia antes de que todo suceda y que sus corazones se mueven más que sus mentes para llevar adelante la Voluntad de Dios, la Obra infinita de Su Misericordia y de Su divina Piedad.
Con todo esto, Yo los invito a partir del día de mañana a que oren, junto a su Madre Celeste, una novena, para la concreción del Plan de Dios en Europa y África; para que cada paso que será dado y cada esfuerzo que será vivido, sea realizado por todos de forma incondicional y verdadera.
Para eso les pido que invoquen, por medio de la oración, a la Sagrada intercesión del Castísimo Corazón de San José; y que por medio de Su Presencia y de Su divina intercesión, esta Obra se cumpla como está previsto, con la ayuda de Mis hijos, con la sinceridad de sus corazones, con la verdad de cada una de sus vidas.
Al noveno día, Yo anunciaré si esa misión se cumplirá o si la tragedia en Europa se instalará.
Como Señora del Silencio y Dama de la Justicia, quisiera ver los platos de la balanza en equilibrio y no en desequilibrio, como están en este momento.
El equilibrio en el mundo lo construye la consciencia del hombre de superficie, y esto lleva las oportunidades al mundo y a la plenitud de Dios en el corazón de los simples.
Eso es todo lo que hoy les quería decir, agradeciendo el amor que hoy he sentido en ustedes, la devoción fervorosa que han expresado y la paz que han implantado por medio de esta ofrenda a la Madre de Dios.
Quisiera que estas sagradas expresiones de amor de Mis hijos se volvieran a repetir como en el día de hoy, celebrando junto a la Madre Celestial el triunfo del Plan de Dios en la Tierra, a fin de que los ángeles esparzan en el mundo las Gracias infinitas del Corazón de Dios, que transformarán a los que sufren y curarán a los que están enfermos de espíritu y de cuerpo.
Reciban ahora Mi bendición, colocando sus manos en señal de recepción y gratitud.
Amada Madre del mundo,
estrella incandescente y Universal,
derrama Tus poderosos Rayos sobre el mundo entero,
derrama los códigos de la Sangre preciosa de Cristo,
para que todo sea purificado
y seamos dignos de vivir en el Reino de Abba. (x3)
Amén.
Elevemos a Dios toda la gratitud y el honor; y también a todos los ángeles del Cielo por transformar y transustanciar todas las formas, dentro y fuera de los seres, y en toda la consciencia planetaria.
Quisiera que en este día de celebración y de luz, confirmando su "sí" absoluto a Dios y al cumplimiento de Su Plan sobre la superficie de la Tierra, ofrezcamos a nuestro Padre Creador, en este día sagrado, la canción “Aleluya”, como una alabanza al Padre y como un momento para que cada uno de ustedes realice el ofertorio al Creador, para que Él lo acoja en Su seno y así, Él exprese poderosamente Su Misericordia.
Yo los bendigo y les agradezco por responder a Mi llamado, hasta el presente.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más