Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Alabado sea Dios y que Él bendiga esta tierra.

Un ciclo se cierra hoy para comenzar uno nuevo.

Ese nuevo ciclo viene al encuentro de Mis hijos para que se puedan fortalecer, para que aprendan a profundizar en el Amor y en la vivencia de la Gracia Divina.

Este ciclo se cierra hoy Conmigo, y de Mi Corazón hacia el corazón de cada uno de Mis hijos.

Me alegra ver la respuesta de los orantes, la madurez de las consciencias, la responsabilidad de los creyentes; porque aunque no lo parezca, hijos Míos, el Plan de Dios se construye en la humanidad, aunque sea silenciosamente.

Hoy vengo como esa Rosa de Luz que debe abrirse en sus corazones, que debe estar en el centro de sus esencias para que, aún más, el Misterio de Dios pueda ser revelado al mundo y, sus criaturas de la Tierra, todos los seres humanos, tomen consciencia de la vida superior y espiritual, para que puedan vivir la Voluntad de Dios conforme como Él lo ha escrito.

Hoy, hijos Míos, vengo a contemplar las maravillas que Dios realiza en la vida de las personas, en el alma de cada creyente en Dios, en el espíritu de cada ser que es partícipe de la buena nueva para el fin de estos tiempos.

Hoy vengo a darle importancia a la fortaleza que han alcanzado sus vidas en el camino de la oración y de la transformación, de la dedicación al Plan Divino, de la entrega absoluta al llamado de Dios, que se presenta de tiempo en tiempo y de etapa en etapa.

Hoy es el tiempo de ver, con ojos de esperanza, los milagros de Dios en esta humanidad, a pesar de que el mundo se esté purificando y aún no encuentre la paz.

Pero, sí ustedes hijos Míos han vivido esa paz Conmigo, junto a Mi Hijo y a San José, en cada momento de oración, en cada momento de súplica, en donde sus almas se confirman en este compromiso celestial que vinieron a vivir a la Tierra.

Hoy, por ser un día especial para Mí y para ustedes, hijos Míos, las fuerzas retrógradas del planeta están quietas y un momento de paz se establece en la consciencia de la humanidad, la muerte inexplicable no es provocada, y las almas tienen la oportunidad de ver a Dios, porque siendo sumergidas en los planos internos, alcanzan la Misericordia de Dios y la Piedad Divina.

Este es el momento que tanto había esperado de realizar y poder ver con Mis ojos de gracia cumplirse la Voluntad de Dios en la Tierra, más allá de las imperfecciones, de las enfermedades o de las dudas.

El triunfo del Corazón de Dios siempre debe estar presente en sus vidas, fortaleciendo esa confianza y esa intimidad de poder estar con Dios en comunión con Su Vida inmaterial y con todo el Universo.

Es que hoy el Cielo toca a la Tierra, la Aurora renace y las estrellas caídas se elevan por el impulso de la Luz y de la Redención.

Y en este firmamento celestial que está abierto por encima de Mí, Dios puede testimoniar la respuesta del Amor de Sus hijos, el Amor que Sus criaturas tienen por aquello que es desconocido o inalcanzable.

Pero hoy, el misterio no guarda ningún secreto, las puertas de los Cielos están abiertas para que la Hermandad Celestial pueda trabajar en la humanidad y un profundo e interno equilibrio se establezca en todos los que dijeron "sí", por los que dijeron "no".

Hijos Míos, el Universo Espiritual se comunica con la Tierra y se entabla ese contacto interior entre sus almas y Dios, con sus atributos y principios que vienen a realizar en la Tierra la Voluntad Divina.

Muchas deudas impagables hoy son perdonadas por Mi Gracia.

Muchas curas inexplicables hoy son concedidas y verán a través de los tiempos la obra de la Gracia Divina que nace del Corazón de su Madre Celestial, por medio del impulso que les envía Dios a Sus criaturas.

Por eso, hijos Míos, nunca dejen de aspirar a poder alcanzar lo Alto y que las Esferas Celestiales vengan a su encuentro. Sus corazones ya están preparados para estar en comunión con el Universo Celestial.

Por eso, lo que hoy les entrego es algo muy inmaterial, uno de los mayores tesoros de Dios, proveniente de Su Fuente, entregado y donado por Su Corazón Eterno para una humanidad enferma y destruida, que se olvidó del Amor por no poder ver la Verdad.

Pero ustedes hijos Míos, que caminaron a Mi lado y seguirán caminando junto Conmigo por esta entrega de vida para hacer la Voluntad de Dios, para la realización de Su Plan, para la concreción de Su Gracia y de Su Misericordia en la Tierra, continúen con perseverancia y fe, porque es esto lo que establecerá la Paz dentro de ustedes y en el mundo.

En este nuevo ciclo que llega, junto a Nuestros Sagrados Corazones, desafíos grandes llamarán a las puertas de sus corazones, misiones importantes deberán cumplirse para este ciclo final, a fin de seguir generando el equilibrio en la humanidad y en este planeta tan herido y ultrajado.

Juntos construiremos las aspiraciones de Dios, siempre que sus respuestas sigan siendo incondicionales, verdaderas y simples ante el Corazón de la Jerarquía.

Mientras el Universo se detiene para escuchar Mi Palabra y contemplar Mi presencia en la Presencia del Dios vivo, Yo traigo para la Tierra una gran oportunidad.

Porque en este día especial he rogado a Dios, en unión a sus oraciones y corazones, poder seguir viniendo al mundo porque Mis hijos no pueden estar sin guía y sin instrucción, pero aspiro a que algún día la palabra de la Jerarquía sea valorada y sepan que cada una de nuestras palabras es una llave que abre una puerta para su liberación y redención, para la conducción de la vida de sus espíritus mediante el camino de la verdad y del bien.

Ahora llegó el momento de trabajar aún más con el planeta para que las puertas del mal sean cerradas y para que los corazones renazcan en la fe, sabiendo que no están solos, que no están abandonados, que Dios espera abrazar a cada uno de sus hijos para que sientan el calor de Su paternidad y de Su Amor eterno, inalterable e inextinguible.

Es este mismo Amor que Yo les ofrezco, hijos Míos, todos los días, por medio de Mi Rosa de la Paz; porque sé que sus corazones y sus vidas pueden transformarse en una bella flor, que esté ofrecida a Dios todo el tiempo.

Así brillará su esencia, así se realizará su propósito y cumplirán la misión que vinieron a realizar en la Tierra.

No estarán lejos de la Verdad, sino muy cerca de la Fuente de la Sabiduría, viviendo y siguiendo los principios que los Mensajeros Divinos les hemos entregado a través de los últimos tiempos.

Todos esos principios son una puerta para la cura de la humanidad, porque muchos milagros ya fueron concedidos al mundo. Ahora es tiempo de que Mis hijos conquisten por medio de su esfuerzo y oración esos milagros.

La puerta de la Gracia está abierta para que muchos más puedan sumergirse en su océano de Luz y de Gracia. Es solo hacer el esfuerzo correcto y simple.

Hoy recojo con Mis manos sus esencias, transformadas en rosas de luz, que serán presentadas ante el Padre Eterno, en este tiempo y en este ciclo, con la experiencia de amor y de perdón vivida por ustedes, para que esa experiencia de amor y de perdón se siga multiplicando y ampliando, a fin de que toda la Tierra sea bendecida por una Gracia extraordinaria.

Recibo de sus corazones sus súplicas e intenciones, acojo en Mi Corazón Materno cada una de sus almas. Y así como tuve a Mi Hijo en brazos, hoy los tengo a ustedes, para que sepan que están bajo Mi protección y amparo, en los brazos del Amor de Dios y de Su Gracia infinita.

Enciendan en su pecho la llama del Amor de Dios y que esta llama nunca se apague, que esta llama se encienda con su oración y servicio por los demás, por el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

Estaré con ustedes, hijos Míos, transmitiendo Mis instrucciones, a partir de ahora, todos los días domingo, hasta que cumpla con lo que Dios Me ha pedido realizar en este mundo.

Sigan siendo vigilantes en la oración y celadores de la Eucaristía para que los atributos de Dios se puedan establecer en la Tierra y las almas nunca, nunca más olviden que el Amor es invencible y siempre triunfará.

Y ahora quiero escuchar una canción, como si fuera una oración, que será ofrecida por cada uno de ustedes, en este momento importante de renovación junto a la Jerarquía.

La canción se llama Mirarte.

Y así, hijos Míos, Yo los bendigo y les derramo Mi Paz para que la paz esté en el mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Que la Gloria de Dios esté en este lugar para siempre.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Abriendo las puertas del Universo Celestial, la Consciencia de la Madre de Dios penetra las dimensiones profundas de la Tierra, para traer a las almas una gracia y una oportunidad.

Es que hoy tampoco estoy aquí sola, sino rodeada por las Jerarquías de la Luz, aquellas grandes Consciencias del Universo que contemplan, tiempo tras tiempo, el Plan Divino de Dios y Su manifestación en los diferentes mundos.

Con la gran bóveda del Cielo, hoy bendigo a todas las almas de la humanidad y mientras Mis portales se abren, la Luz de la Nueva Aurora emerge en el corazón de aquellos que creen en ella.

En este momento, una intervención espiritual se establece entre el Universo y la Tierra, entre las almas y Dios. Y una Gracia extraordinaria permea a todos los espíritus de la Tierra para concederles la Paz, la Redención y el Amor vivo de Dios en cada corazón humano.

Es de esta forma que las estrellas de Mi Corona de Luz hoy descienden sobre la Tierra, rodean la órbita de este planeta para encenderlo, no solo en Luz, sino también con todos los atributos de Dios, con las doce principales corrientes de Su Divino Espíritu, que harán de la Tierra un planeta rescatable y una Nueva Humanidad redimida, que finalmente seguirá los mandamientos del Señor.

Por eso escuchen la voz de la Madre de Dios en este día único y extraordinario, en donde no solo sus almas se ven beneficiadas por el Universo Mayor, sino también sus seres superiores que  participan de esta coyuntura; aquellos seres que vinieron a la Tierra con un principio y con una misión, la que en estos tiempos definitivos se revelará para aquel que quiera abrirse a conocerla, porque esa misión y ese principio espiritual serán un aporte importante e imprescindible, diría, una gran tarea espiritual e interior que cada alma podrá donar para Dios con la plenitud de su corazón y de su vida, donándose constantemente al Creador en entrega, en servicio y en sacrificio.

Este compromiso de cada ser de la Tierra es vital para estos tiempos. Es por esa razón, queridos hijos, que las grandes Jerarquías de la Luz, hoy reunidas alrededor de su Madre Celeste, contemplan la gran oportunidad que tienen las almas del mundo, en esta coyuntura universal y cósmica, en donde las almas más despiertas y más disponibles para este nuevo año que comenzará, tendrán la gracia de dar un nuevo paso bajo la bendición de Dios y de Su Divina Confianza, concretando así Sus Principios y Voluntades, materializando Sus Proyectos y viviendo plenamente Su Plan.

No deben perder la oportunidad de comprender lo que Dios necesita, porque Sus Palabras no se desperdician, son agua de Fuente Viva para todas las almas de la Tierra, para todos los congregados por Su Amor.

De universos superiores viene el auxilio para el mundo. Lo desconocido se torna conocido, los Misterios se develan y las puertas se abren, para que el Sagrado Conocimiento de Dios descienda una vez más a la Tierra y esto fortalezca a las almas en su compromiso con el Plan y la vivencia de los Principios de Dios y del Propósito que el Padre tiene para cada ser.

Por eso hablo de que es una oportunidad única e irrepetible, para que este nuevo año que comienza no solo sea permeado por la consciencia y por la sabiduría, sino por la concienciación de todos, sobre lo que verdaderamente deberá suceder para este nuevo ciclo, con el aporte y la colaboración de todas las criaturas de Dios, de todos los servidores de Cristo, de los que quieren plenamente vivir en el Señor, para así, siempre encontrar Su Reino.

En los silencios de Mi Alma es cuando descienden los más importantes códigos y las almas se pueden nutrir de la Verdad.

De esa nutrición espiritual el alma encuentra su camino, retorna a su origen y despierta a la Consciencia Divina, encontrando el sentido de su existencia y la capacidad, cada vez más, de poder amar de verdad y sin condiciones, transcendiendo los límites, las fronteras y las dificultades.

Porque será el amor de cada uno de ustedes al Plan de Dios lo que permitirá que Sus Obras sigan aconteciendo; permitirá que todo pueda suceder y que nada, absolutamente nada, sea alterado por la indiferencia de los hombres o por la mediocre colaboración de las almas.

Para concretar el Plan de Dios y su próxima meta, es necesario de colaboración y de adhesión, de una adhesión verdaderamente interior, para que después sea una adhesión exterior y verdadera que pueda cumplir los preceptos de Dios, según como Él lo ha pensado y lo ha destinado para el mundo.

Pero mientras eso no suceda, hijos Míos, Dios esperará en Su Reino por las respuestas de Sus hijos. Su Reino Celestial debe descender a la Tierra en este tiempo crítico, porque de lo contrario el planeta no sobrevivirá.

Es necesario, hijos Míos, que comprendan más allá de las formas, de la mente, más allá del corazón. Que se puedan unir a la Fuente para encontrar el sentido de Sus principios y la manifestación de Sus Proyectos para estos tiempos agudos de la Tierra.

Todo el conocimiento que ya fue entregado debe ser la base para su reflexión y despertar, para su próximo paso en este año que comenzará, esperando una respuesta sincera y honesta de todos los corazones para con el Padre Celestial, y una respuesta que comprende más allá del conocimiento, que entiende más allá de la sabiduría, que acepta más allá de las formas y que se adhiere de corazón y de forma incondicional a lo que Dios necesita.

Todos esos cambios y todas esas vivencias formarán esa gran respuesta de parte de la consciencia humana, la que concederá de parte de la humanidad, la continuidad de Plan y la manifestación para estos tiempos.

Pero es importante que en este ciclo que termina, cada uno de sus corazones, cada una de sus consciencias, haga una síntesis interior, perciba la realidad, despierte a la verdad y tome conocimiento de lo que necesita tomar conocimiento, no perdiendo la Palabra de la Jerarquía, no perdiendo el sentido del Mensaje, para encontrar las próximas llaves que necesitarán, que abrirán las puertas a las nuevas oportunidades y al descenso de las nuevas gracias que tanto necesita el mundo, y también la humanidad.

No quisiera que en este año terminaran con alguna ignorancia, con alguna incomprensión o con alguna duda.

Deseo que en este año que termina su respuesta sea sincera y verdaderamente honesta para con Dios.

Lo vuelvo a repetir para que lo comprendan y lo acepten, para que lo vivan y especialmente, para que lo practiquen, sabiendo que aún hay mucho para hacer en esta humanidad que está doliente, que está enferma por apartarse del Amor de Dios, por creer en el amor propio, en las fantasías, en las ilusiones, en los espejismos que todo el mundo ofrece día a día, tiempo después de tiempo.

Pero su recapacitación para con la Jerarquía, la concienciación de su respuesta honesta y verdadera, creará nuevas oportunidades, nuevas condiciones de que la Gracia Universal y la Misericordia Cósmica llegue a más corazones de la Tierra y a más naciones.

Recuerden que aún espero poder llegar a Asia y Oceanía y esa meta deberá concretarse por todos para este nuevo año que comenzará.

No  dejaré de venir al mundo hasta poder concretar esta misión espiritual, junto a la unión con todos Mis hijos y bajo la respuesta de todos.

Esto permitirá expandir la Obra en la humanidad, las misiones de servicio y de caridad en regiones tan lejanas del planeta, en donde existe la verdadera desesperación, el caos, la enfermedad, la indiferencia y la soledad de muchos corazones.

Pero ahora, hijos Míos, ustedes que son portadores de la Gracia y de la Misericordia de Dios a través de los tiempos, tienen todas las posibilidades y todos los medios para poder realizarlo, y así también poder duplicar  y difundir este llamado a más corazones en el mundo, que deben despertar a la concienciación de estos tiempos, a la emergencia de estos tiempos, a la necesidad de la vida fraterna y de servicio para con las almas del mundo.

La cura del planeta está en sus manos. El cambio de la consciencia está en su interior y la elevación de esta humanidad está por medio de su oración.

Cumplan con Mis pedidos para estos próximos meses. Sean obedientes y vayan a los Centros Marianos. No dejen que la comodidad los sumerja. Hagan el esfuerzo que es necesario, que es justo, del cual merece Dios, de cada uno de ustedes por todo lo que Él les ha dado en estos últimos once años.

Así, hijos Míos, por más de que esté la tempestad en la humanidad, la oscuridad en el planeta, la tribulación en los corazones perdidos, no Me cansaré de venir al mundo una y otra vez, porque llevaré en Mi Corazón de Madre la respuesta sincera de Mis hijos para poder mostrarle a Dios y así continuar adelante con Su Plan, de que el Reino del Padre viva y more en todos los corazones para que triunfe Su Amor y Su Plan.

Tal vez en esta noche esperaban escuchar grandes cosas, más revelaciones que puede impulsar Mi Corazón. Pero eso será posible, hijos Míos, cuando su respuesta se amplíe, supere las barreras, trascienda los miedos y que ustedes se puedan adherir absolutamente a lo que les digo, sabiendo que por detrás de cada una de Mis Palabras existe un propósito, un sentido y un objetivo espiritual que aún no alcanzan sus consciencias.

Por eso, hijos Míos, abran los sentidos internos, abran el corazón y acojan Mis Palabras con la dulzura del amor por la cual las entrego, para que sus vidas se enriquezcan en Dios y vivan la plenitud de Su Sabiduría. Aún queda tiempo para poder cambiar.

Gran parte del mundo llorará por no haber cambiado, pero si el cambio nace de muy pocos, todos en la mayoría, se sentirán impulsados a cambiar, hasta en lo más pequeño que parezca.

Por eso, hijos Míos, en esta noche de gloria, de júbilo y de amor, en donde los portales del Universo están abiertos para elevar sus consciencias y a todo el planeta, la consagración de los Hijos de María en esta noche especial, es un compromiso irrefutable, intransferible e inmediato. Un compromiso de orar por los Planes de la Santísima Trinidad y de comprometerse en la vida material de espejar esta Voluntad Superior por medio de los actos, de las virtudes, del servicio y de la entrega, que serán los medios que transformarán sus consciencias para poder vivir algún día el Amor Crístico.

Que los que hoy se consagrarán se coloquen a la derecha del altar, y vengan aquí con el ánimo que Yo les entrego, que le entrego a todas las almas, a todos los que Me escuchan y a todos los que Me viven, porque la unidad de nuestras consciencias es donde se construirá el Plan de Dios y se manifestará, y sus bendiciones serán ilimitadas.

Sus Gracias se expandirán en sus consciencias y corazones, y así sus vidas se transformarán completamente conforme a lo que Él ha pensado para cada una de sus esencias.

Por eso, hijos Míos, hoy los consagro para que puedan vivir el compromiso con Dios, en nombre de millones de almas que no lo viven, que están sumergidas al hipnotismo y en la ilusión mundial y que despertarán de golpe a su realidad y vivencia, cuando Mi Hijo retorne por segunda vez a la Tierra.

Pero ustedes tendrán la oportunidad, hijos que hoy se consagrarán, de poder ayudar a esas almas que desconocen, colocándolas en la oración en cada acto de amor y de servicio, para que la Gracia Divina toque esas consciencias y más almas se puedan transformar según Cristo, según Sus Principios de Amor y de Verdad.

Escuchando el himno de su consagración, que la Fuente de la Gracia Suprema se aproxime sobre esta amada Aurora, para que los corazones sientan el gozo de vivir en el Amor de Dios, en la Gracia de Su Sabiduría, la que cura los corazones heridos, cicatriza a las consciencias que fueron lastimadas por el mal, disipa todas las dolencias espirituales e internas.

Aurora, en el Nombre de Dios, les concede la cura interior y la absolución de sus deudas, para que ese compromiso sea verdadero y transparente, amoroso y humilde, siguiendo los pasos de Nuestro Redentor, Jesucristo, el Salvador.

Colocando su mano sobre el corazón reciban la Luz de Mi Espíritu, reafirmando el compromiso con Dios y la meta de materializar Su Propósito para estos tiempos, a fin de que más almas alcancen la cura, la redención y el perdón, así como hoy ustedes, hijos Míos, ante el Universo de Dios lo alcanzan por una Gracia extraordinaria y por una expiación infinita, frutos de la Obra de la Misericordia.

Y hoy los ángeles del Santísimo Hijo transustanciarán los elementos ofrecidos a los pies de la Madre de Dios, los que se convertirán en el Cuerpo Vivo y la Sangre Viva de Cristo, para que las almas se alimenten de la comunión reparadora con Dios y de Su Esencia Sublime, la que es eterna en todo el Universo Creador.

Así como lavo sus almas, lavo sus cabezas, sus manos y sus pies, con la Fuente del Espíritu Santo, para que sus vidas se reparen en la comunión con Nuestro Salvador.

Que la Sangre Divina de Cristo sea vertida como Código de Luz en las almas sedientas del Amor de Dios.

Que el Agua que brotó del Costado de Cristo descienda como cura a los corazones.

En esta noche donde el mundo no vigila ni adora, que el Cordero de Dios, que fue inmolado y llevado al matadero, sea reconocido y adorado por sus fieles seguidores en el mundo entero, para que sus atributos de Gracia y de Misericordia, fuentes de cura y renovación, se expandan en la humanidad para tornarla algún día rescatable y sagrada, así como el Padre Celestial necesita por los siglos de los siglos. Amén.

Coman del Cuerpo de Cristo, beban de la Sangre del Señor y confíen que todo se reparará y se curará conforme como Dios lo ha pensado.

Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices serán los que en esta noche se sirvan del Señor, Amén.

Padre Nuestro...

Y ahora que fueron consagrados con el Espíritu, sean consagrados con Mi Paz, en la Esperanza, en la Fe y en el Amor de que comprenderán para los próximos meses lo que Dios necesita de ustedes, para que Su Voluntad se cumpla en toda la Tierra y en toda la humanidad.

Yo los consagro, hijos, y los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

En alegría y en júbilo, en nombre de Mi Hijo, se darán el saludo de la paz, para que la paz permee  la Tierra.

¡Les agradezco!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE QUITO, EQUADOR, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Hoy estoy coronada por la Santísima Trinidad trayendo hacia sus corazones la Pureza de Dios, aquella pureza tan original que dio inicio a todas las cosas, a la manifestación de la vida y de toda la Creación.

En la Pureza de Dios está el Amor del Padre, aquel Amor que regenera todas las cosas,que hace posible rescatar a los corazones y retirar a las almas perdidas de los infiernos.

Hoy vengo vestida de la Pureza de Dios y coronada por las oraciones de Mis hijos, sabiendo que en estos tiempos es imprescindible reforzar la oración del corazón, no solo para la transformación de la vida sino también para la recuperación y la restauración del planeta.

Hoy vengo colmada de la Esencia de Dios llamada "Pureza Original".

Vengo colmada de aquello que está dentro de ustedes, que vive en sus mundos internos y que siempre los ayudará a religarse con Dios.

Hoy vengo a cerrar un ciclo y a comenzar un nuevo ciclo, por eso vengo llena de la espiritualidad de Dios para purificar sus corazones y vidas, para unificarlos en el Amor de Dios y en el misterio de su gran ciencia en donde una vez se originó todo para esta humanidad, como para otros planetas, para toda la Creación.

Quisiera que supieran, queridos hijos,que esa pureza original que mora en ustedes viene del Universo de Dios, gestada por las santas manos de los Ángeles del Padre, en sus sublimes Fuentes de la Creación.

De ahí, queridos hijos, proviene todo y allí ustedes algún día deberán retornar, con la experiencia vivida del amor y de la redención, con la experiencia vivida del perdón y de la reconciliación, sabiendo que todos los seres humanos, por más imperfectos que sean, nunca perderán la pureza original de sus corazones.

Por eso los invito, queridos hijos, en esta noche, a mirar hacia su interior, a descubrir su universo interior y a encontrarse con Dios en la Llama Viva de Su Pureza Original, en donde no existe pecado, culpa, ni perdición. 

Hoy vengo a limpiar sus corazones pero también vengo a cicatrizar sus heridas, buscando en ustedes la pureza del corazón, esa llama viva y resplandeciente que renovará todas las cosas.

Este es Mi principal mensaje para este día, busquen la Pureza de Dios en su interior y podrán ingresar al Reino de los Cielos.

Revivan en estos tiempos el Evangelio de Mi Hijo, para que la pureza en sus corazones pueda despertar.

Ya no busquen queridos hijos la separación, la división o las críticas. Abran sus corazones a la Pureza de Dios y la Pureza del Padre podrá despertar en ustedes en este tiempo.

No compliquen más sus vidas, queridos hijos, hagan las cosas simples en el día a día. Vivan e imiten la Sagrada Familia, para que los tesoros celestiales de la Pureza de Dios, por medio de sus sublimes espejos, puedan reflejarse sobre las almas de la Tierra, que la oscuridad en los corazones desaparezca, pueda triunfar la Luz y el Amor de Cristo en estos tiempos.

Yo los invito en esta noche, queridos hijos, de una forma simple y maternal a reencontrar el camino del corazón en donde no existen las heridas, las culpas, ni los sufrimientos. Crean en ustedes, crean en esa Pureza Original que hay dentro de ustedes, búsquenla por medio del camino de la oración, de una vida misericordiosa, de una vida llena de servicio para con los semejantes.

Así estarán reparando el Corazón herido de Dios y ustedes, queridos hijos, serán ese perfecto bálsamo de amor que concederá al mundo que su Madre Celeste vuelva todos los días para ayudar a los corazones perdidos, para despertar la consciencia planetaria, para conceder en este último ciclo un tiempo más de paz, especialmente en aquellos lugares que no existe.

Den un gran valor queridos hijos, a la oración por la paz en las naciones.

Este simple ejercicio que Mi Corazón les ha concedido realizar todos los días de la semana, orando por aquellas naciones tan sufridas, que viven en la oscuridad y dentro de los abismos del planeta, para que ellas se puedan recuperar y salir adelante. Orando por culturas tan lejanas, por hermanos tan lejanos, que sienten y viven al igual que ustedes la grandeza de Mi Corazón Inmaculado.

Que en este ciclo, queridos hijos todo se pueda renovar y que en esta noche puedan salir de aquí viviendo un verdadero compromiso Conmigo para que Yo pueda retornar todos los días, por un tiempo más, trayendo la luz del Reino de los Cielos y la Misericordia Infinita del Creador.

Porque si Yo no estoy diariamente entre ustedes, queridos hijos, en verdad les confieso, este mundo se desequilibraría tan rápidamente como el pasar de las horas y el planeta se movería bruscamente.

Es la oración de sus corazones, es la oración por las naciones, el servicio, la caridad y el bien, la comunión y la confesión con Mi Hijo, que Me permite volver todos los días al mundo, que me permite traer la Gracia de Dios que el mundo no merece, para que todas las cosas se puedan estabilizar y sobre todo, el eje de la tierra se mantenga en su equilibrio.

Recuerden que Yo Soy la Madre del mundo, la Madre Universal y Madre de la humanidad. Soy la Madre de todos los pueblos, que consuela todos los corazones y todas las vidas, la Madre que está con los pobres y con los ricos, con los que son iguales de corazón y de alma, la Madre que está también con los que son indiferentes y aún no viven a Dios en su corazón.

Yo vengo por todo el mundo, por todas las naciones y todos los pueblos.

Quisiera que esta corriente de oración por la paz en las naciones creciera, que no se sientan limitados, ni tampoco obstaculizados para aprender a orar en diferentes lenguas, para ayudar a los ángeles de las naciones, para que en estos tiempos difíciles ellos cumplan su gran tarea espiritual, con la ayuda amorosa de todos Mis hijos.

Hoy quisiera que no sintieran pena en su corazón, porque si aquí está la Madre de la Vida, la vida se puede regenerar y los sentimientos más profundos se pueden curar. Para Dios nada es imposible, para la Sierva de Dios nada es imposible.

Hoy vengo vestida de la Pureza de Dios para recordarles ese compromiso Conmigo, que por medio de la oración del corazón y de los servicios de amor para con el mundo, todo puede ser renovado y reparado y sus vidas finalmente pueden ser otras, cuando tan simplemente den el paso, así como Yo lo di ante el Arcángel Gabriel.

Hoy no solo vengo a decirles que estaré con ustedes un tiempo más todos los días, sino de la alegría que siente Mi Corazón, el gozo que siente Mi Espíritu al decirles que Mi Hijo también estará aquí todos los días, para traer al mundo la última tabla de salvación para todos los corazones, para todas las religiones, para todos los pueblos, a fin de preparar al mundo durante un año entero, para Su retorno.

Que nadie pierda esta oportunidad de revivir las Palabras de Cristo, de revivir en sus corazones las palabras simples de la Madre de Dios, pero también de volver a estudiarlas como impulsos espirituales presentes para estos tiempos en donde aún tendrán la llave, la llave interior para poder transformarse, así como Dios lo desea, para estos tiempos finales.

Finalmente deseo, queridos hijos, que sus vidas sean Pureza Original y que esa pureza se pueda reflejar al mundo para que las almas despierten de su somnolencia y puedan abrir sus ojos al Reino de Dios, que aún mantiene las puertas abiertas para que muchas almas más puedan ingresar a Su Corazón.

No pierdan esta Gracia, reciban esta Misericordia con toda la humildad de sus corazones, para que en esta noche todo sea renovado , así como Dios lo ha pensado desde el principio.

Yo vengo aquí para traerles el Cielo a la Tierra, la Consciencia de Dios a los hombres, la Verdad a un planeta que vive en mentiras, con el fin de despertar los corazones al gran sentimiento del Amor de Dios, a la filiación espiritual con Su Gran Consciencia Divina.

Digan al mundo que Yo estaré viniendo a ustedes todos los días por un tiempo más, a fin de dejar preparados sus corazones para el tiempo que llegará, que no será un tiempo fácil. Ustedes lo saben, queridos hijos, que el tiempo cambiará, que la humanidad cambiará y su planeta también.

Para eso deben estar preparados y firmes. Deben tomar Mis Palabras y Mis Instrucciones, las Instrucciones de Mi Hijo, como escaleras al Cielo, para que puedan estar protegidos y resguardados por Mi Corazón.

Que Mis palabras sean escuchadas en todas las lenguas; este es Mi más ardiente deseo para este año.

Que Mi mensaje de paz se propague al mundo a fin de que las almas despierten, para que las bombas no detonen en la humanidad y sobre todo aquellos planes que Mi enemigo estimula en los hombres que están ciegos, cerrados de corazón, por no poder ver a Dios.

Los invito al tiempo del gran despertar de la consciencia, al despertar de sus sentidos internos, a salir de lo que es superficial y abrazar a todos sus hermanos con un inmenso amor y una infinita Misericordia. 

Así, queridos hijos, a pesar de que todo esté tan duro y difícil en esta humanidad, todo se estará cumpliendo y Yo podré seguir viniendo a ustedes hasta que Dios lo indique, como está escrito en Su Corazón eterno.

Coloquen sus manos en señal de recepción, pues hoy su Madre Celeste, vestida de la Pureza de Dios, la Rosa de la Paz, vine a reafirmar en sus corazones y en los corazones de todo los seres del mundo, el reencuentro con su pureza original.

Agua para bendecir…

Reciban de Mi Corazón esta Gracia que no podrá perderse, pues la Madre de Dios, Madre del Universo y de la Tierra, de los Ángeles y de todas las almas, viene a reabrir la Fuente Espiritual de la Pureza Original, en la almas del mundo que digan "sí" al llamado del Creador.

Que la Fuente del Espíritu Santo descienda sobre este elemento y que todo sea renovado, que las almas despierten a su Fuente original para que todo sea redimido.

Que el agua bautice a las vidas del mundo, redima los pecados y cure a lo corazones de sus más profundas heridas.

Hoy no solo vengo a consagrar a los que han dado el paso a Mi Corazón Inmaculado. Hoy, como Madre de todos y Madre de la humanidad , vengo a renovar esta consagración para todos los presentes y para todos los que escuchan Mi Voz, en los cinco continentes de este mundo.

Que esta agua los consagre a todos, como el agua del Espíritu de Dios que lava las heridas más profundas y que reenciende en las almas la Llama de la Pureza Original.

Hoy cantarán una canción especial para Mí que los hará, en este tiempo, reencontrarse Conmigo todos los días: Mirarte…

Mientras realizan esta canción, Yo me elevo al cielo para algún día retornar y traer hacia sus corazones la misma Paz que Yo vivo en el Reino de los Cielos, para que esta Paz descienda a la Tierra en todos los corazones del mundo.

Yo los bendigo y los consagro, al Inmaculado Corazón del Amor, al Amor inextinguible, al Amor eterno, al Amor incondicional, al Amor perpetuo de la Madre de Dios.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Les agradezco.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE PORTO, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

He venido del Cielo para traerles Mi Paz y Mi Esperanza.

Esto es motivo de Mi Alegría al ver tantos hijos que hoy se consagran ante Mi Corazón, para hacer triunfar Mi plan en el mundo, que son los Planes de Dios, en esta humanidad y en este planeta.

Hoy abro las puertas de los Cielos para cada uno de ustedes, hijos Míos, para que puedan ingresar, en consciencia y en devoción, al Gran Reino de Fátima que espera despertar en ustedes la pureza original.

Ustedes saben, hijos Míos, que Europa necesita de esa pureza. Esa  pureza debe estar en todos los corazones que aquí viven, para que la Obra de Mi Hijo pueda seguir adelante.

No se cansen, queridos hijos, de escuchar Mis palabras, pues hoy Yo les traigo el signo de Mi estrella de Luz, aquella estrella que indica el nuevo tiempo en la humanidad y que Yo, una vez, hice aparecer en Fátima, a los pies de Mi Manto.

Esa estrella indica que el tiempo  de la purificación de los corazones está llegando, para que limpios de toda mancha, puedan ingresar en el Reino de Dios y nunca más estar separados de la verdad que habita en los mundos superiores.

Queridos hijos,  hoy finalizo Mi peregrinación por Europa. Y a partir de este momento, estaré sembrando un nuevo ciclo cuando retorne una vez más aquí, para abrazarlos y consolarlos, para que sus corazones se curen definitivamente y ellos se postulen para esta Obra Redentora que ofrece Mi Hijo para cada corazón humano.

De la misma forma, queridos hijos, que hoy estoy unida a cada uno de ustedes y a través de Mis palabras, preparando vuestra verdadera consagración,  estoy unida a cada uno de Mis hijos en el mundo, a cada luz que surge de cada Centro Mariano y que se une a Mi Corazón en este momento, para que Mi Obra se pueda expandir en el mundo espiritualmente y así, en todas las almas que más lo necesitan. 

Es  de esa forma, queridos hijos, que a través de sus almas y corazones Yo estoy tejiendo esa Red de Luz que se expande por todos los continentes de este planeta, para reforzar la alianza de los corazones con Dios y así con su Propósito Divino, que hoy vengo a ofrecer amorosamente para cada uno de ustedes. 

Extendiendo Mis Manos hacia ustedes, nuevamente derramo Mis Gracias, así como las derramé en la Argentina, una Gracia para cada uno de ustedes; lo que más necesitan en esta vida y para este camino espiritual, que Yo los invito a vivir Conmigo, por medio de la oración y de la fe que hoy deben profesar sus corazones, como el mayor testimonio de amor del triunfo de Mi Corazón Inmaculado aquí, en Portugal y en Europa.

Vine a esta ciudad, una vez más, para decirles a Mis corazones, a Mis pequeños hijos, que ya se iniciaron en esta tarea espiritual hace tantos años, que deben renovarse, que deben dar el paso, para que muchas más almas  se puedan aproximar aquí y no solamente Portugal reciba la Gracia de Mi Corazón, sino todas las almas que están en Europa, esperando por ese despertar, por ese paso definitivo, que en esta encarnación vinieron a vivir.

Es de esa forma, queridos hijos Míos, que Mi estrella de Luz se posa a los pies de Mi Manto y revela ese signo para todos.

Los nuevos cristos deben despertar, ser los nuevos legionarios del Señor, que vivan Su Palabra, Su Testimonio de Amor, Su Propósito en cada uno de ustedes. Es así que  transmitirán a todo el planeta ese impulso espiritual que hoy les traigo a través del Sagrado Corazón de Jesús.

Queridos hijos, llegó esa hora de que firmen ese documento espiritual en el libro sagrado de Mi Corazón, donde sus nombres están escritos desde hace mucho tiempo, para que junto a Mí, unidos a Cristo vuestro Señor, cumplamos esta Obra Redentora del fin de los tiempos.

Necesito que salgan de sus casas a buscar a los corazones que más necesitan de Luz, necesito que sean Mis brazos y Mis manos en esta hora, para llevar adelante esta Obra de la  Redención de las almas.

Sus corazones están llenos de instrucciones, pues las han recibido a lo largo de los años, a través de Mi Hijo fiel, que Yo traje para ustedes, para que pudieran crecer interiormente y aprender a vivir en la hermandad.

Queridos hijos,  hagan lo que les pido, y no se arrepentirán. Las almas deben aproximarse aún mas a Mi Corazón, ser la luz en estos tiempos de tinieblas. Por eso Yo les traigo y les presento este propósito, propósito divino a los Ojos de Dios, que debe ser cumplido por cada uno de ustedes.

Es así, queridos hijos, que Mi Obra no solo estará en América, sino también más allá de Europa, porque deseo llegar a los corazones de Asia, del Lejano Oriente, que necesitan de Mi Voz, del Abrazo, de Mi Consuelo, de Mi Corazón, de Mi Luz, para poder seguir caminando en esta hora crucial del planeta.

Ustedes tienen ese compromiso, queridos hijos, como consciencias europeas, de abrir las puertas para esos corazones que están tan lejos.

Será el idioma de sus corazones, el amor de sus espíritus y almas que abrirá las puertas para todos esos corazones, pues aún, queridos hijos, hay muchas almas que deben conocerme profundamente.

Yo no solo soy la Virgen María, soy la Madre del mundo, soy la Gobernante Mayor, soy la que rige sus vidas y almas, soy la pastora que conduce a los rebaños de Mi Hijo hacia el Templo del Corazón.

Por eso hoy estoy aquí, renovando sus votos antes de partir para América, para encontrarme con todos Mis hijos y unir a todos los corazones de Sudamérica y del mundo en el Centro Mariano de Aurora, donde el noveno año será vivido con todos, el aniversario en que Mi Consciencia llegó definitivamente a sus vidas. 

Nueve ciclos se cumplirán y nuevas puertas se abrirán para que los corazones sean conducidos hacia su propósito.

Deseo, queridos hijos,  que Me acompañen en esa gran convocatoria que hoy les hago de estar Conmigo en el Centro Mariano de Aurora, recibiendo un poco más de cura interior para sus espíritus, para todos sus semejantes, para toda la consciencia del planeta, que tanto necesita de servidores de la paz, de guerreros de Mi Corazón, que en su templanza, alcancen la redención.

Abriendo las puertas del Reino de Fátima, congrego a los corazones en el Amor de Dios y a todos aquellos que se unan a este momento, para que en esta amada Europa se pueda vivir y profesar la paz, como el propósito para estos tiempos.

Hoy vengo como la Señora de la Gran Estrella, para mostrarles Mi Signo de Luz que aún debe revelarse en los corazones simples que amorosamente siguen Mis pasos, con la vivencia de la oración, de la Paz, del Servicio y del Amor. Amor absoluto que los colma, que los renueva, que los redime, que los eleva al Corazón del Padre Celestial. 

Yo soy esa Señora de la Gran Estrella, que trae para todos la revelación del Universo, de la verdadera Consciencia, la Consciencia Única de vuestro Padre que aún no es conocida por el mundo.

Fátima es una preparación para ese momento. Es así como doy continuidad a Mi Obra en este tiempo.

Después de haber abierto las puertas en Medjugorge, aquí, queridos hijos, doy continuidad a Mi Obra espiritual para que las almas sean consecuentes con Dios y así como lo he pedido a lo largo de los tiempos, por medio de diversos videntes, la humanidad pueda cumplir lo que en verdad vino a realizar, para que pueda nacer la Nueva Humanidad.

Es a través de los hijos que se consagran hoy, como los que ya se han consagrado a través de las apariciones, mes a mes, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo; es así que Yo instituyo, queridos hijos, las semillas de la Nueva Humanidad que brotará en el próximo tiempo. Esta es la señal que trae Mi gran estrella, la promesa que al fin se cumplirá en cada uno de Mis hijos, siempre y cuando sean consecuentes con todo lo que Yo les pido.

Ustedes, queridos hijos, son partes de Mi Obra celestial y mundial. Son piezas de este gran puzle que Yo vengo a reconstruir en el mundo, después de que Mi adversario lo destruyó. 

Yo vengo a concretar en sus vidas el verdadero propósito para sus almas, la tarea que deben realizar Conmigo en esta convocatoria universal que hoy hago para todos.

Y este momento que comparten con Mi Corazón Inmaculado, también servirá para aquellos que se consagrarán en el futuro, asumiendo su compromiso fiel Conmigo de hacer todos los esfuerzos, de cumplir Mis designios, de cumplir la Voluntad de nuestro Dios, del Altísimo Padre.

Sobre este árbol, dejo la presencia de Mi Amor por todos los Reinos de la Naturaleza. Aquí dejo la señal, en este pequeño árbol, de que los Reinos deben ser reverenciados y que también ellos necesitan de sus oraciones. 

Ustedes, queridos hijos, como una única raza, están aquí y han estado aquí hasta este tiempo, dentro de este planeta tan amado por nosotros, porque los Reinos Menores han generado esa Gracia para todos.

Ustedes saben que ellos sufren mucho la consecuencia de la acción humana, la destrucción, la blasfemia, todo lo que el hombre realiza en contra de su evolución. Y aún así, queridos hijos, ellos siguen donándose por ustedes y para ustedes hasta el fin de los tiempos, hasta que retorne Mi Hijo.

Díganle a los hombres injustos que no destruyan la Naturaleza, que cuiden de los Reinos, que no asesinen a las ballenas.

Están destruyendo, queridos hijos,  la evolución de la Creación de Dios y ese es uno de Mis profundos dolores por la falta de consciencia, sobre todo por la falta de amor.

Díganle a toda Europa, y mas allá de ella, que cuiden de los Reinos Menores, que siembren códigos de luz, a través del servicio a cada uno de ellos. Así, en el día del Juicio final no serán juzgados porque habrá actuado la Misericordia de Mi Corazón.

Alguna vez se han preguntado, queridos hijos, ¿por qué Yo anhelo tanto estar sobre los árboles? Les dejo este símbolo para que lo mediten.

El árbol representa la Sabiduría de Dios y ustedes, como seres humanos, inconscientes, destruyen esa sabiduría espiritual que el Reino Vegetal revela al mundo.

Muchos de los que no están hoy aquí, que fueron precursores de esa destrucción a través de los tiempos, tomaron consciencia de todo esto, después de haber partido de la Tierra. 

Rezo por ellos, por las almas del purgatorio, para que puedan alcanzar la Luz del Reino Celestial. 

Que ustedes, queridos hijos,  no sigan los mismos caminos. Adviertan a todos los corazones, principalmente a los más injustos, que están a tiempo de cambiar su actitud.

Las ballenas lloran por las consecuencias de los hombres. Recuerden que Soy la Madre del mundo, la Madre Naturaleza.

Y cuando la Naturaleza es destruida por el hombre, están destruyendo Mi Consciencia.  Pero Mi Amor, que es más infinito, poderoso que todos los errores del mundo, trae la Gracia de despertar sus consciencias y las consciencias de sus hermanos, para esta magnífica Obra de la Redención de los corazones de todos los seres de la tierra.

Recemos:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos.

Una más:

Madre del Cielo, Madre Tierra
intercede por nosotros y por los Reinos. 
Amén

Recuerden que las ballenas son la consciencia madre para el planeta. Ellas acogen, en su pureza original y en su inocencia, a todos los seres de la Tierra; porque ellas equilibran los océanos, y también a todas las consciencias mentales. Recuerden esta instrucción.

Y ahora, queridos hijos, junto a Mis ángeles, celebraremos este momento de consagración de asumir este compromiso Conmigo, de ser portadores de Mi Paz y de Mi Gracia para toda la humanidad que tanto lo necesita.

Y así, bendeciré los objetos sagrados que han traído a Mi Altar para que sean entregados a los que más lo necesitan. Así trabajarán su desapego, porque Mi Gracia los colmará más allá que los objetos.

Sean misericordiosos como el Padre es Misericordioso con ustedes.

Lleven la paz a todos los que la necesitan y no se olviden que el prójimo debe estar primero en sus vidas.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán como "Hijos de María".

Mientras las puertas aún se abren, que canten el himno de su consagración.

Flores de luz son derramadas...

 Ave María... (x3)

Mis muy queridos hijos, hoy dejo la Gracia de Mi Corazón para que ella se plasme en sus vidas como el mayor testimonio de su conversión y como respuesta de sus corazones al llamado de Mi Hijo, Jesucristo.

Ante la autoridad que el Padre me concedió y desde todos los coros de Lys con todos los ángeles del cielo, bendigo a cada uno de sus corazones y familias, instaurando la paz y el bien en cada uno de Mis hijos, la renovación y la esperanza de todos los corazones de Europa para que cumplan el propósito de seguir el camino hacia su liberación y redención en el momento en que retorne Mi Hijo, glorioso y victorioso entre las nubes.

Coloco Mi mano sobre sus cabezas, rezando a Mi Hijo.

Yo les agradezco por responder a Mi convocatoria y por ser portadores de la paz celestial que es posible vivir en estos tiempos.

Los amo, los bendigo y los abrazo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Y ahora estando consagrados, proclamen este himno en unión a todos los "Hijos de María" en los cuatro puntos de este mundo.

Vayan en paz.

Les agradezco por haberme ayudado a cumplir con esta peregrinación y recuerden que prometo retornar,  cuando así Dios lo decida.

¡Les agradezco!

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Que la paz esté en esta casa y en aquellos que no la tienen.

Yo Soy su camino de conversión hacia Jesús, porque Mi Corazón se dona al mundo para generar la salvación de la humanidad.

Benditos sean aquellos que se rinden a Mis pies y buscan el camino de la Luz a través del camino de la oración.

Hoy, Mis Gracias se derraman sobre esta parte del mundo y Yo los convoco a una tarea primordial por la paz.

El mundo está enloquecido porque no encuentra paz. Pero hay corazones en el mundo que sí tienen paz y que no le temen a la hostilidad de Mi adversario, porque quien está Conmigo está en Mi Corazón Inmaculado y, aunque todo caiga a su derecha y a su izquierda, seguirá caminando adelante por el Camino de Cristo y no perderá tiempo en cumplir la Voluntad de Dios, que es la Voluntad de Mi Señor.

Hoy, vengo en esta fecha especial, también para bendecirlos, para seguir desatando los nudos de la consciencia de esta humanidad; pues como su Señora del Monte Carmelo, vengo a colocar sobre ustedes el manto de la humildad, que es el principio fundamental para sus vidas en los tiempos de hoy.

No teman, queridos hijos; la tribulación está caminando por la superficie del planeta, pero muchas almas se unen a esa tribulación, todos los días se sumergen en los infiernos y pierden de vista el Amor de Dios.

Yo vengo a recordarles el principio de la Paz universal, para que sigan confiados, orando Conmigo por este propósito materno que Yo tengo por todos.

El 8 de agosto, hijos Míos, un ciclo se cerrará con ustedes y Conmigo. Comenzaremos a profundizar, hijos Míos, en la elevación de sus espíritus a Dios; pues la materia se podrá purificar, morirá y se volverá polvo; pero su espíritu, hijos Míos, es el gran tesoro que retornará a Dios, a Sus moradas del cosmos, para unirse a la Fuente Primordial, a la esencia del Amor y de la Unidad; llevando los frutos que Yo he dejado en sus vidas, como una gran experiencia de Amor para todo el universo.

No dejen, hijos Míos, que el mal los pueda perturbar. La Aurora está frente a sus vidas para poder derrotar al mal. Pues, Yo Soy esa Aurora, esa gran Estrella, la gran Madre que guía a los navegantes, la Señora del Monte Carmelo que viene a anunciar al mundo la última tabla para su salvación. Pero en muy pocos, hijos Míos, Mis grandes obras serán realizadas.

Ustedes, hijos amados, deberán irradiar el espíritu de Mi maternidad al mundo. Así, muchas almas de los cuatro puntos del planeta, en los últimos días de sus vidas, encontrarán la salida hacia el Paraíso de Dios y también tendrán consciencia, ante el Padre, de lo que no hicieron.

Yo Soy la Madre de todo el universo, la Madre del mundo, la Señora del Monte Carmelo que viene a enseñarles el camino de la humildad y de la paz, a través del despojamiento interior, para que caminen libres hacia el Corazón de Mi Hijo amado.

Hoy, Él Me envía y, desde el Universo Mayor, también saluda a Mi hija amada, porque estos momentos son muy especiales para el mundo.

Yo les vengo a enseñar, hijos Míos, el verdadero espíritu de celebración de un alma, para que vean que Dios tiene una gran compasión por todas las almas del mundo; a pesar de que Su Ley será derramada sobre la humanidad y los corazones perversos reconocerán la Ley de Dios, la sentirán en sus vidas, en sus corazones.

Yo vengo, como Madre de todos, a extenderles Mi mano para que la tomen fuerte y sigan el camino de la purificación que Yo les ofrezco. Tal vez, hijos Míos, después de ocho años continuos, habrán entendido muy poco todo lo que Yo les dije. Pero no teman, Mis Palabras son depositadas en su corazón. Yo vengo a hablarle a sus esencias y no a sus mentes. Yo vengo a transmitirles Mi Espíritu de maternidad y de amor a cada uno de sus corazones.

El mundo se ha olvidado mucho de Dios y no basta que exista solo el embajador de la paz, el Papa Francisco. Todos ustedes, hijos amados, en el grado y en la proporción de sus tareas, deben transmitir esa energía de paz al mundo; porque si sus almas están unidas a pesar de las religiones, el mundo no se moverá mucho; aunque merecería moverse mucho después de todo lo que ha hecho y de todo lo que no ha escuchado.

Yo vengo a traerles la esperanza, hijos Míos, de encontrar un camino de conversión y de redención. En este fin de tiempo, Mi verdadero milagro será la conversión de sus vidas. Porque, a lo largo de los siglos y de los tiempos, Yo ya he hecho muchos milagros en el mundo, que están registrados en sus libros terrestres.

Pero, ¿el mundo ha cambiado después de tantos milagros?, ¿dónde está el resultado de esa experiencia de Amor? 

En Kibeho no Me quisieron escuchar, ¿será que América del Sur Me escuchará?

Yo vengo a evitar grandes cosas en esta parte de América. Aquí debe nacer el espíritu de la Nueva Humanidad, ya estaba escrito en los libros de Salomón y en el Corazón de Mi Hijo Amado.

Yo vengo a anunciarles, en estos tiempos, el surgimiento de una Nueva Humanidad, viviendo una transición profunda, una purificación intensa, pero sin falta de la Misericordia de Dios. Es la Misericordia de Dios, hijos amados, que hoy Me ha traído hasta aquí, ante su presencia, y Me traerá muchos días más hasta que sus corazones sean receptáculos de Mi Mensaje Divino por la paz.

Cuando Yo haya alcanzado, hijos Míos, el resultado de una verdadera conversión en alguno de ustedes, Yo dejaré de aparecer, porque habré cumplido con la última parte de la promesa que hice ante Dios.

Que los soles, de varios puntos del universo, estén encendidos en el fuego de la oración y sean espejos en los tiempos de caos.

Yo necesito, hijos amados, que reflejen su simplicidad y amor por Dios. No necesito de sus destrezas, aunque son importantes para Mis Obras del fin de los tiempos. Yo vengo a hacer de sus vidas un modelo, un modelo tan similar al de Cristo, Mi Hijo.

Imaginen, hijos amados, cuando sus vidas, sus cuerpos y almas sean ese verdadero modelo, y Dios haya visto finalmente que Mi tarea, en este tiempo, se cumplió en esta parte de la humanidad.

Piensen en lo que Yo les digo. Estas ya son Mis últimas Palabras después de tantos Mensajes.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo, en esta noche, a derrumbar cada una de las barreras que los separa de Dios.

Vengo a mostrarles un camino, que es el camino de la pérdida de sí; porque en este tiempo, hijos Míos, Yo los llevare a anunciar Mi Mensaje a los cuatro puntos de este mundo; Yo les pediré que pierdan el miedo de entregar hasta la vida para anunciar el Retorno de Mi Hijo; Yo  les pediré que entreguen cada espacio de sus consciencias para el cumplimiento de los Planes de Dios; que abarquen, en sus corazones, la grandeza y la perfección de este Plan y cuán pequeño es el mundo y todo lo que habita dentro de él. ¡Cuán poco sería perder todo lo que existe, ante la grandeza del Propósito de Dios!

Llegó el momento de que surjan los apóstoles de Mi Hijo, aquellos que en otros tiempos no temieron pronunciar Sus Palabras de Vida, que era movidos solo por la fe y por la esperanza de que este Corazón Crístico se encendiera en la mayor cantidad de almas posibles. Porque, en un tiempo pasado, sus almas sabían de la grandeza del Plan de Dios, sabían que un final de tiempo llegaría, sabían de la urgencia de preparar Su Camino, de preparar la salvación de las almas, para que, llegado el tiempo de la Justicia, tuvieran una oportunidad de redención. 

Hijos Míos, desde el principio de este proyecto humano, ustedes fueron convocados para ayudarme en la redención y en la salvación de este mundo, por medio de la propia salvación y de la propia redención; porque es solo siendo ejemplos vivos de la existencia de Dios que podrán convertir a las almas que viven a su alrededor.

Así, hijos Míos, de la misma forma como Mi Voz se pronuncia al mundo y muy pocos fueron capaces de escucharme, les pido que imiten Mis pasos y anuncien sin miedo Mis Palabras de Vida.

Aunque no crean en ustedes ni los escuchen, sepan sembrar en las almas una semilla de despertar; porque cuando ellas estén ante el último paso entre el abismo y la redención, emergerá la semilla de su interior, plantada por el amor de sus corazones a toda esta humanidad.

No se cansen de pronunciar Mis Palabras ni de anunciar el Retorno de Mi Hijo, porque un día se abrirán los Cielos, y desde las nubes descenderá el Rey del Universo, confirmándoles a los incrédulos la existencia del Reino de Dios, haciéndoles temer a aquellos que nunca escucharon Su Llamado.

Pero, para los que se arrepientan de corazón, la Misericordia vencerá a la Justicia,  porque el Señor del Universo tiene una Misericordia infinita y un profundo Amor por esta Creación de Dios. Donde haya un corazón arrepentido, ahí Su Misericordia se derramará.

Por eso, Mis amados, no se preocupen por la incredulidad de los seres, solo hagan su parte, cumplan su misión sin esperar ningún resultado; porque de esto se trata el camino crístico: la eterna donación de todo el ser, la entrega de la vida por el puro amor a Dios, a Su Plan, aun sabiendo que muy pocos podrán responder.

Una semilla siempre germinará en las consciencias y aunque muchos no tengan la oportunidad de ingresar en Mi Reino, podrán recomenzar desde un principio sano y, de esta forma, por lo menos sus esencias estarán resguardadas del mal.

Hoy, vengo, hijos Míos, a anunciar la existencia de Dios y a dejar esa certeza impresa en sus corazones, porque en Mis soldados no pueden existir dudas de Mi Presencia.

Disipen, de sus consciencias, las dudas en relación al Plan de Dios. Batallen contra sí mismos para confiar plenamente en Nuestras Palabras, Palabras de los Mensajeros Divinos, que son el eco del Señor del Universo para cada criatura de este planeta.

¡Vénzanse, hijos Míos!

¡Ríndanse ante el Altar del Creador!

Cuando el orgullo sea mayor que la fe, coloquen sus cabezas en el piso y clamen por un corazón humilde, simple y dispuesto a cumplir el Propósito Divino.

Clamen, todos los días, para que la Verdad Superior les sea revelada y la ignorancia de sus corazones sea disipada por la Gracia que es conocer al Universo, a la Realidad Superior, a la Vida que pulsa en el Corazón del Cosmos y que los invita a retornar al Origen Divino, donde todo es el cumplimiento de la Ley, donde todos escuchan la Voz de su Creador y la siguen incondicionalmente.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Deseo, como su Madre Celeste, retirar del naufragio a cuantos se ahogan en su propio mar de ilusiones. Por eso, las puertas de Aurora estarán abiertas en agosto, para que Yo derrame Mi última cura espiritual sobre las almas. Serán bienvenidos a esta, Mi Casa de Amor, para reencontrarse Conmigo, en un nuevo ciclo y por un nuevo fin.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Canten a Dios y agradezcan que Él Me haya permitido visitarlos en este día. Recuerden Mis Palabras, ellas deben ser imborrables en sus corazones, Palabras sagradas que prepararán al nuevo ser de la Nueva Humanidad.

Vayan en paz, Yo los bendigo bajo la señal luminosa de la Cruz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

SEA VOLUNTARIO

Contacto