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Ven, quédate refugiado dentro del Templo de Mi Corazón y sírvete de la plenitud del Amor que el Padre Celestial Me concedió.
Ven, despójate de los sufrimientos, de las agonías y de todo lo que te aleja de Mi Presencia.
Confía en Mí y renuévate. Renuévate todos los días, abrazando con gratitud y celebrando con alegría el triunfo del Padre Celestial en tu vida.
Ven, quédate en Mi Corazón. Siente el poder y la expansión de Mi Amor.
Guarda dentro de ti el ánimo inextinguible de poder estar en Dios y que, a pesar de lo que suceda, puedas seguir cumpliendo con la Divina Voluntad.
Ven, quédate dentro de Mi Corazón y te colmarás de nuevos atributos que te ayudarán a sostener la cruz de estos tiempos.
Ven, quédate en Mi Corazón. Recibe de Tu Maestro todo el Amor y toda la Gracia para que se cumpla Mi Victoria en ti.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
En esta Navidad quisiera que Mi Espíritu volviera a renacer en tu mundo interior y que pudieras recibir de Mi Alma las bendiciones que precisarás para comenzar el nuevo año y el nuevo ciclo colmado por la Luz de Mi Espíritu.
Recibe entonces, compañero y amigo Mío, la posibilidad de renacer en Mi Amor Crístico para que, cada nuevo día, aprendas a compartirlo y a expresarlo, a fin de que las almas también reencuentren su Cristo interior, el que necesitarán para saber cómo enfrentar el fin del tiempo.
Por eso, prepara tu corazón, prepara tu mente y sobre todo tu espíritu, para que Mi Amor Crístico pueda reposar, y tú, amigo Mío, puedas recibir la fuerza imperiosa de Mi Fe, la que te impulsará con confianza a dar nuevos pasos.
Mi Corazón está lleno de Misericordias para las almas. A veces Mi Corazón desborda de Amor y no encuentra lugar, espacio o recinto en donde poder colocarlo.
Deseo que, en esta Navidad, ese recinto que prepararás para recibirme sea el que establecerá la comunión interna con el Hijo de Dios.
Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón.
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mensaje en honor al aniversario de la santa muerte de Padre Pío de Pietrelcina
Deja que Mi Sangre Divina corra por tus venas, así como corrió por cada rincón de Padre Pío.
Deja que Mi Vida inmaterial se pueda plasmar en ti, así como Mis Llagas de Amor y de dolor se marcaron en Padre Pío.
Imita ese ejemplo de santidad y de renuncia. Ama el ejemplo del sacrificio y de la entrega por los demás, así como lo amó a cada momento Padre Pío.
Sé ese testimonio de renovación y de fe, así como lo fue Padre Pío, que se donó completamente a Mí, en cada etapa y en cada circunstancia de la vida.
Permite que el Soplo del Espíritu Santo, que invadió y colmó a Padre Pío, llegue a tu alma para que ella sea arrebatada por el Amor Crístico de Mi Eterno Corazón.
Encuentra el sentido de tu existencia siguiendo Mi Evangelio e ingresando en el camino interior que hoy te ofrezco.
Te pido que te renueves en Mí, así como Padre Pío se renovaba en cada Eucaristía, en cada momento de confesión y de silencio.
Aproxímate a la vida de Padre Pío para que seas semejante a él y deja que Yo te marque con las huellas espirituales de Mi Amor; porque así serás Mío y a Mi Reino pertenecerás cuando hayas alcanzado la expresión del Amor Misericordioso.
Que, en este día de Padre Pío, la muerte no represente el fin de algo, sino el comienzo del verdadero vuelo hacia el infinito Corazón de Dios, en donde todo se consumará.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mi Misericordia se derrama como la lluvia en una tarde de primavera y ella trae para la vida planetaria la Fuente de la renovación y la presencia de lo eterno.
Así, la Divina Misericordia llega a los corazones más necesitados de amor y de luz, pero también se derrama en todos los que responden a Mi convocatoria.
En esta tarde la Divina Misericordia repara los mundos internos, pacifica los corazones perturbados y unifica a las almas que viven en Mi Nombre el Divino Propósito, el cual seguirá su trayectoria más allá de las estrellas.
Por eso, siempre recuerden que Mi Amor es inmutable y Mi Compasión, eterna; así los llevaré Conmigo hacia nuevas esferas y conocerán en esas moradas su verdadero origen, la historia escrita en los Espejos.
Manténganse unidos a Mí, porque a partir de hoy un nuevo y único ciclo comenzó, a fin de ampliar las bases del Divino Propósito en toda la esfera planetaria.
En Mi Casa Celestial hoy tengo un nuevo morador y lo he recibido con regocijo porque su misión fue cumplida, así como Mi Padre Celestial lo pensó.
Eso es motivo de alegría y de júbilo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Yo los hago apóstoles de las naciones, aquellos que deben ir hacia algún lugar de la Tierra para llevar Mi Amor, Mi Paz y Mi Mensaje.
Yo los hago apóstoles de los pueblos para que lleven Mi ejemplo, Mi Verdad y muestren el camino que Yo les ofrezco a todos por intermedio de Mi Corazón.
Yo los hago apóstoles de las razas para que lleven en sus corazones Mi energía crística y ayuden a los moribundos de espíritu para que aprendan a beber de Mi Fuente de Amor.
Yo los hago apóstoles del Camino para que, al igual que los Doce, lleven Mi confianza y plenitud a los que la necesitan.
Yo los hago apóstoles de la Verdad para que, más allá de sus vidas imperfectas, consigan transmitir y entregarle al mundo Mi solemne energía de Amor-Sabiduría, porque ella protegerá a los últimos Cristos que surgirán para socorrer a la humanidad.
Yo los hago apóstoles de la transparencia y del bien para que en sus actos, sentimientos y deberes se refleje lo que Yo necesito construir en ustedes.
Yo los hago apóstoles de la Misericordia, a fin de que, en este último tiempo que resta, le den a conocer al mundo la infinita y piadosa Misericordia de Mi Corazón.
Yo los hago apóstoles del fin de los tiempos para que aprendan a atravesar el ciclo final y para que ayuden a las almas en su transición espiritual y física.
Yo los hago Mis apóstoles cuando Me lo permiten, porque aún espero que todos los atributos de los apóstoles de Cristo se cumplan en el fin de los tiempos.
¡Les agradezco por ser apóstoles de Mi Verdad!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Octavo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Alíviame, Señor, de mis penas.
Por favor, Maestro,
que Tu divino Amor renazca en mí.
Hazme humilde y simple cada día
para que no pierda la fortaleza
de siempre sostenerme en Ti.
Permíteme, Señor,
amar más profundamente.
Que el divino Amor que Tú nos enseñas
me ayude a abandonar la indiferencia.
Que mi corazón y mi vida, querido Jesús,
sean verídicas representaciones
de la Obra de Tu Redención.
Que en la adoración
pueda sentirte y reencontrarte.
Que en cada paso
que debo dar hacia Ti, Señor,
yo tenga el suficiente coraje para poder hacerlo
y que viva la suficiente humildad
para poder llevarlo adelante.
Señor mío, Rey Celestial,
visita el templo de mi alma,
conságralo a Tu Divino Espíritu,
para que todo mi ser sea instrumento
de Tu grandiosa Obra.
Descalza mis pies del pasado,
del rencor y de los resentimientos.
Lávame, Señor,
con el Agua inmaterial
de Tu Fuente y así me renovaré
porque Tú me habrás concedido
Tu Gracia y Tu Misericordia.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice con la Señal de la Cruz,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Yo siempre seré ese Sol espiritual que iluminará la noche de los tiempos.
Quien se deja bañar por la luz de ese Sol alcanzará la vida eterna, borrará de su interior todo el pasado, y en el mañana será verdaderamente otro.
Soy ese Sol espiritual que todo abarca, que todo sabe y que todo comprende.
Quien vive a través de este Sol ya no tendrá huellas del pasado, sino que sabrá seguir los pasos del Maestro, rindiéndose a Su invencible Amor.
Soy ese Sol espiritual que disipa cualquier tiniebla; que da calor a los corazones fríos; que ilumina los caminos de los que aspiran a alcanzar algún día la libertad de sí.
Soy ese Sol espiritual que todo compenetra; que trae códigos nuevos y que renueva, sí o sí, todo lo que toca. Porque los rayos de Mi Sol provienen del Sagrado Corazón que se dona todo el tiempo, más que cientos de soles en el Universo.
Soy ese Sol espiritual que disuelve los infiernos, que da vida a lo que antes estaba muerto.
Soy el Sol que siempre reinará por encima de toda oscuridad. Porque quien se deja iluminar por este Sol recibe los rayos de Mi Gracia y algún día despertará a la Cura, a la elevación de la consciencia.
He aquí el gran Sol de Mi Corazón que se dona en la Eucaristía, en la comunión perpetua; que puede arder como fuego de devoción en el interior de cada ser.
He aquí el Sol que les trae la paz.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mientras el mundo de hoy, en gran parte, se olvida de mirar a Dios y de reconocerlo, Yo vengo en este tiempo para anunciarles Mi último Llamado, aquel que los congregará por amor para una tarea espiritual y mayor Conmigo.
Pero las almas de hoy son diferentes a las almas de ayer, existe en los corazones una necesidad inculcada de buscar lo bueno y de satisfacer sus vidas.
Yo vengo a entregarles todo aquello que desconocen del universo. En nombre del Amor de Dios vengo a despertar a los últimos apóstoles que, en la noche fría, aguardarán Mi llegada.
A todos los conozco muy bien, sé de sus certezas y de sus dificultades; pero Yo necesito, todo el tiempo, el corazón pulsante de cada ser; aquel corazón y aquella alma que me permitirán obrar en tiempos críticos.
Vuestros esfuerzos de amor deberán ser mayores. Llegará el momento de amar lo que nunca han amado y de perdonar lo que nunca han perdonado.
Ahora, en este tiempo de cambios y de pruebas, les entrego la gran llave de la mansedumbre, algo que Yo viví por ustedes durante la Pasión.
Me reconforto de este mundo cuando las almas aman Mi Sagrada Pasión; misterio que, con precisión, he comenzado a revelarles para que el creyente y el ateo descubran la Luz de Cristo en tiempos de tribulación.
Por eso, busquen penetrar el misterio de Mi sacrificio y de Mi entrega, porque a través de Mi Corazón aprenderán a soportar los embates del enemigo, como muchos seres que vivieron y obraron en Mi santo Nombre.
Pobres de aquellos que me darán la espalda en este tiempo, su propia ignorancia y vanidad los hundirá como una barca en altamar.
Recen por todos los que no reconocerán a tiempo que Yo he retornado primero en Alma y en Divinidad.
Dichosos de los consecuentes y de los perseverantes, nunca perderán la oportunidad de conocerme en profundidad y en espíritu de paz.
Sean obreros en plenitud. Sean portadores vivientes y testimonios de Mi sagrado Mensaje, porque la hora indica el momento de vivir Mi Amor redentor.
Yo Soy aquel Ser que nació por obra y gracia del Espíritu Santo. Ustedes son aquellos que también nacieron de la Fuente del Amor.
Recuerden los principios de vuestros orígenes y sirvan a Dios en total paz.
Yo nunca les fallaré. Clamen por Mi Nombre, busquen Mi Palabra para saciar la sed interior. Sean siempre misericordiosos.
Bajo la Gloria que proviene de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por buscar la Luz de Mi Glorificado Corazón!
Paz en toda la Tierra.
Cristo Jesús
Mensajes transmitidos por el Sagrado Corazón de Jesús y por la Santísima Virgen María, Madre de los Corazones
Queridísimos compañeros:
Que la llegada de esta Navidad signifique, para las buenas almas, la reunión interior de los nuevos apóstoles de Cristo.
Que en el curso del próximo año sus corazones se preparen ardientemente y con fe para celebrar, junto al Rey de la Humildad, el aniversario de los mensajes diarios cuando se cumpla el año, es decir el 5 de enero de 2014.
Ese día, un nuevo ciclo de instrucciones precisas llegará para todos, y más corazones dormidos despertarán cuando tan solo sepan que Yo he estado entre los Míos durante 365 días continuos.
Hoy los llamo a que en esta sagrada Navidad sus vidas traten de vivir la humildad y la fe como sacramentos; así Yo podré realizar Mis Obras entre los corazones puros y simples.
Quiero dejar hoy un Abrazo Pastoral, un cariño de Maestro a discípulo y de Amigo a compañero, porque sé lo que representa para las almas ser consoladas y comprendidas. Les pido que no teman, sino que mantengan encendida la llama de la devoción, espíritu inextinguible que les dará la fuerza necesaria para cruzar los puentes hacia el Paraíso, por sobre los abismos y el caos.
Se está acercando el tiempo en el que podré ser visto y encontrado en algunos lugares del mundo, como sucedió antes de Mi Celestial Ascensión. Aquel corazón abierto sabrá distinguir el verdadero Maestro del falso maestro, porque Mi Amor siempre será inconfundible, Él les traerá la paz y la confianza de saber que a quien está en Mí nada le faltará.
Ahora los dejo para que escuchen la cálida y dulce voz de la Madre Celestial.
Sigan adelante, porque mientras el fuego quema en lo profundo, nuevas células de vida espiritual despiertan en la humanidad crística.
Fray Elías del Sagrado Corazón: Ahora escucharemos la Voz de Nuestra Señora:
Queridos hijos:
Hoy Me anuncio extraordinariamente junto a Mi Amado Hijo.
Después de que Jesús nació en el pesebre interior de cada ser, el Espíritu Santo espera encontrar moradas puras en los corazones humanos. Dejen que en este día de Navidad, los Sagrados Corazones irradien los principios de la Nueva Vida Universal; esto sucederá a partir del sí de ustedes al Universo.
En el camino de la oración encontrarán el resguardo y la protección que necesitan para vencer el propio mal interior y el mal de la humanidad. El Santo Espíritu desea que esta Navidad sea el Nuevo Pentecostés que prepare, en cada corazón misionero, la tarea y la Misión que cumplir ante el Padre Celestial.
Recen con amor por la Iglesia y por el Santo Padre para que reconozcan pronto la gran tarea mariana que Mi Inmaculado Corazón viene realizando hace treinta y dos años en Medjugorje y hace seis años en América.
Deseo que la humanidad creyente despierte y vea la unión de los tiempos que Yo estoy realizando entre el Cielo y la Tierra; nuevas y desconocidas Leyes están auxiliando a la humanidad para que no se pierda entre el caos y el dolor.
Mi Corazón promete la salvación espiritual de los que en verdad quieran escuchar Mi Voz maternal. Quisiera que después de tantos años crísticos compartidos con Mis niños, pudieran crecer para recibir un conocimiento mayor; porque la Madre del Mundo, la Estrella Solar, anuncia venideros y fructíferos tiempos para los que solo obedezcan a Su llamado.
La Gracia Redentora estará disponible para todos. Yo siempre estaré a su lado para acompañarlos y hacerlos crecer en la simplicidad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendicen ahora y siempre,
Cristo Jesús, el Maestro del Perdón
y vuestra Madre María, Reina de los Corazones
Cuando Me entregues todo, Yo te daré los bienes que se guardan en el Cielo.
Ahora te encuentras frente a las puertas de la donación y de la entrega, caminata que sin demora tu corazón deberá emprender. Pero sabes que Yo estoy allí para ayudarte a cruzar los puentes que estén rotos y para ayudarte a escalar las elevadas montañas hacia tu espíritu.
Esta es la hora de dar todo por el Todo. El Señor está construyendo en tu morada el camino de la ascensión y ninguna de tus expectativas se compara con tu verdadera posibilidad de servirme.
No hay nada más importante que tu vida interior; que tu pensamiento ni sentimiento se aflijan. En toda esta trayectoria Dios te acompañará en el silencio interior. Quiero ser en tu vida aquello que nadie ha conseguido ser, nunca te decepcionaré.
Mi Amor Interior no pertenece a este mundo; Mi Amor Crístico que viene del Universo, es una estrella resplandeciente que envía sus rayos de salvación durante todas las horas del día, para que puedas percibir que Mi Presencia está en todos los lugares.
A medida que el discípulo da pasos en el Plan de Dios, mayores serán los esfuerzos para vivir la transformación interior, pero tu fortaleza indestructible se encuentra en Mi Corazón, la gran muralla que soporta los embates de todos los fuegos.
Que ahora puedas mirarme a los Ojos y decirme: “Sí, Señor, aquí estoy a pesar de mis caídas y de mis dudas”.
Mi Corazón se regocija en las almas que solo Me confiesan la verdad, porque Mi Amor es infinito y cura cualquier herida interior.
Quédate en Mí y reconocerás en verdad quien eres para Dios.
Bajo el Bien del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por quedarse en Mi Corazón.
Cristo Jesús
El silencio del corazón puede decir muchas cosas para el alma, ese silencio puede calmar la mente y los sentimientos heridos. Solo a través de Mí, el discípulo encontrará la fuerza para seguir caminando entre las piedras y las espinas del sendero.
Mi Corazón Luminoso siempre los proveerá de sabiduría, cuando tan solo renuncien a lo que hayan creído que estuvo mal. En estos tiempos el único camino es el Amor Divino; si no invocan ni viven a través de este Amor de Dios, pocos podrán soportar las corrientes universales que removerán las equivocaciones en muchos corazones.
Un buen corazón soporta todos los fuegos, aunque el fuego de la fricción humana destruye y separa las esencias; este es uno de los fuegos que muchas almas viven porque carecen del Amor de Mi Padre.
Sean buscadores de ese Amor que todo lo cura y lo redime. Sean valientes para enfrentar las pruebas que Yo les envío día a día. Lo único que les pido es que se amen como Yo los amé y los sigo amando, porque en ese Amor Positivo y Divino no ingresará el mal; ya que el enemigo, si fuera tocado ahora por el Amor Crístico, se redimiría y el mundo sería otro.
La humanidad tiene aún mucho que aprender hasta que reconozca que sin Dios nada puede hacer. Solo el Amor construye los nuevos y venideros tiempos.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por buscar el Amor de Dios.
Vuestro Pacificador, Cristo Jesús
Queridos:
Alabados sean sus corazones porque podrán estar en Mi Gloria cuando tan solo sigan Mi Camino Salvador.
Por Mi Santa Cruz redimí al mundo y liberé del Infierno a muchas esencias que se habían condenado al eterno sufrimiento. Hoy ya no cargo más con la pesada cruz del mundo, pero retornaré para dar Vida Eterna a lo que esté muerto en vida, vendré para entregar Mi Espíritu a lo que esté vacío.
Conmigo, en Mí y junto a Mí, nunca perderán la Luz que Yo les proveo desde el Reino de Mi Padre. A quien vive en Mí,
Yo le prometo que no padecerá ni siquiera en la hora de su muerte, ya que su humilde corazón encontrará la Luz Eterna que tanto ha buscado.
Mis queridos, hoy no solo mediten sobre lo que di por ustedes, les pido que vean Mi Sacrificio por el mundo como la victoria de la Redención sobre el mal. Mediten sobre Mi Pasión como una Gloria del Espíritu y de la Voluntad de Mi Padre para que, unidos como un solo rebaño, encuentren abiertas las puertas del Paraíso.
Solo les pido servirme, amarme y amar al prójimo como Yo los amé hasta en los últimos momentos. Ahora Mi Amor es fuerte, poderoso e insondable para aquellos que renuncian a sí mismos para que Mi Espíritu Divino pueda entrar.
Queridos, que este Viernes Santo sea honrado y confirmado por todos ustedes como el retorno definitivo de sus vidas a Mi Vida Celestial, de sus corazones a Mi Sagrado Corazón, de sus misiones a Mi Sagrada Misión planetaria.
Que nadie pierda la devoción por tenerme a su lado diariamente porque en verdad les digo que, antes de venir en Espíritu durante este día al encuentro de ustedes, Yo ya conocía a cada una de sus consciencias. Con esto sean partícipes de Mi Omnipresencia en el Cielo y en la Tierra.
Queridos, los hago caminar a Mi lado recordando Mi Pasión porque hoy aliviarán la carga que el mundo coloca en Mi Pobre Corazón. Mírenme, vean el resplandor de Mis Ojos, Ojos sabios de bondad que en el amor los quieren llevar hacia la Luz y el Amor Eterno de Mi Padre.
Que hoy surja de ustedes la consagración y la confirmación de sus almas a Mi Corazón.
Bajo la Misericordia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por responder a Mis Preceptos con el corazón.
Les agradezco por escucharme, amadas ovejas Mías.
Cristo Jesús, el Salvador y Redentor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más