APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mi silencio viene a hacer callar a las armas. Para que este silencio se establezca, Yo vengo a la Tierra, hoy de una forma diferente, dada la emergencia de estos tiempos, dada la necesidad de las almas, especialmente de las que claman por Justicia y por Misericordia.

He aquí el Rabí de Israel, el Maestro de todos los pueblos y de todas las religiones, porque Mi Corazón no guarda diferencias, Mi Corazón tiene un lugar para cada pueblo y para cada nación, que por alguna razón existen, porque cada uno de ellos guarda en sí mismo un Tesoro de Dios que no se puede perder.

Yo estoy aquí para darles Vida y Luz a los mundos internos, porque Mi tiempo se termina y la hora de Mi Retorno se aproxima. El mundo necesita de un cambio radical, un cambio que venga del espíritu para que la materia sea impregnada de una nueva forma. Y esto significa, compañeros, grandes esfuerzos para la Jerarquía, esfuerzos que no los pueden medir con su mente, esfuerzos que solo los pueden sentir con el corazón.

Yo llegaré al mundo en un momento culminante y, a medida que pasan los días, ese momento culminante se acerca y todos ya deberían estar prontos, porque no les avisaré. Mi única señal será Mi Presencia, cara a cara, y ¿qué Me dirán en ese momento?

Yo vendré a buscar en ustedes el templo espiritual que han construido para Mí, que utilizaré para reconstruir al mundo, volviendo a verter Mis Dones y Mis Gracias en las almas en la hora culminante, en la que el sufrimiento en la esfera de la Tierra terminará, en la que ya no se escuchará ni un llanto más en este mundo, efecto de la guerra, de la miseria y de la persecución o aun efecto de la pena de muerte.

Cuando Yo retorne, esto ya no se escuchará en ningún plano ni en ninguna dimensión. Porque, ese momento que será muy sagrado para Mí, retornar de los Cielos a la Tierra y poder volver a tocar con Mis Pies esta superficie, será el momento en el que el mal será vencido, porque por una orden espiritual, cósmica y divina, el Arcángel Miguel traspasará con Su espada el mal, disolviendo la esencia de la oscuridad para que, por el poder de la Luz y del Amor, todo se revierta y el principio se reintegre en la humanidad, aquel principio que era impregnado por un Propósito Espiritual.

Desde Adán y Eva, la historia de la humanidad será reconstruida y, en Mi Presencia, ya no habrá secuelas del sufrimiento y del error. Por eso, este también es el momento culminante para ustedes, en el que no pueden ser tibios, en el que se deben aferrar a Mí, más allá de lo que suceda o de lo que vivan; porque el Maestro retornará y llamará a cada uno por su nombre espiritual que resonará como un eco en todo el planeta, porque será la Voz del Padre la que hablará a través de Su Hijo, así como la Voz del Padre habló a través del pueblo de Israel.

Yo sé que muchos no comprenden por qué hay tanto dolor y sufrimiento en el mundo, por qué tantos inocentes deben padecerlos. ¿Será que alguna vez pensaron que ellos se ofrecieron para esto, para que los no redimidos se puedan redimir?

Por eso, les hablé en estos últimos tiempos sobre los nuevos mártires. Día a día, hay muchos más mártires en el mundo, desde los no nacidos hasta los que mueren en la guerra y muchos más que ni siquiera se podrían imaginar qué es lo que viven, ofreciendo sus almas en sacrificio y amor, a fin de que en el mundo exista un amor maduro, capaz de superar todos los errores, capaz de trascender todas las impunidades. Ese es el amor que Yo estoy viendo en los Nuevos Cristos.

¿Quién será consciente y se postulará para vivir esta escuela? Porque no busco reacciones heroicas, Yo busco ofrecimientos anónimos, capaces de vivirlos por amor como víctimas del Amor de Cristo. Aunque sea incomprensible que día a día existan más mártires en el mundo, si esto no sucediera el planeta ya no estaría en pie.

Desde los grandes lamasterios de Oriente hasta los cantos de los cristianos del mundo entero, todos suplican verdaderamente por la paz. Pero ya no la busquen, amen esa paz y la paz será en ustedes, porque la Paz es una Ley, es la primera Ley que Dios creó en el principio.

Fue la Paz, junto con el Amor de Dios, que impulsó la Creación, que permitió que ustedes hoy estén aquí, y que en este vasto e infinito universo existiera una vida diversa, colmada de aprendizajes y de muchas experiencias internas.

Pero el mundo, cada día que pasa, se aleja de esa verdad, de esa verdadera experiencia de amor que Dios necesita que vivan para que, por el precio de Mi Sangre derramada, se puedan redimir y confiados crean que la redención es posible en estos tiempos críticos.

Los ángeles trabajan en lo que sucede en el mundo. Diferentes ejércitos y huestes de Luz se encargan de las diferentes situaciones del planeta, grande debe ser el sacrificio para enmendar los errores cometidos.

Por eso, le pedí al Ángel Celador de Mi Cuerpo Eucarístico que se presentara al mundo antes del tiempo previsto; para que, a través de cada momento de oración y de cada nuevo encuentro, a través de cada servicio y de cada oferta verdadera que puede nacer honestamente de sus corazones, Él reciba, en todos sus Cálices de Luz, los ofrecimientos de las almas de Cristo para poder enmendar y justificar los errores que hoy se viven en Medio Oriente, en Ucrania, en África y en otros lugares del mundo, o aun lo que podría sufrir la Argentina.

Mi Mirada Espiritual está en todos los asuntos urgentes. Quiero que sus miradas de amor Me acompañen en los asuntos que son verdaderamente importantes para la Jerarquía Espiritual. Yo les vengo a pedir y a rogar que muden de frecuencia, que se coloquen en la visión espiritual de la Hermandad.

Les vuelvo a pedir que se amen los unos a los otros, en reparación por el amor que desaparece en el mundo, especialmente el amor que desaparece de las almas que viven la guerra, porque Mi Corazón es dilacerado por dentro cada vez que veo morir niños en Gaza.

¿Ahora, entienden lo que necesito?

Yo les abro la puerta definitiva del apostolado maduro. Que sus propias situaciones no pesen, porque hay situaciones que pesan más para Mí y son las que hoy suceden en toda la humanidad.

El Rabí de Israel está aquí para llamarlos al camino de la unidad, del respeto y de la confianza, para que la paz esté presente en el mundo. Sin la paz, el mundo se dividirá más, y ustedes no lo pueden permitir.

Por eso, Me apoyo en todos los que adoran al Santísimo Cuerpo de Cristo, que ya no miden el tiempo ni las horas para poder adorarme; porque la adoración es lo que permite la Presencia de Dios, para que Su Mano toque y llegue a los lugares más recónditos del planeta en donde se vive el sufrimiento.

Yo les abro la puerta de Mi Corazón, una vez más, para que puedan sentir como Yo siento, para que puedan vivir como Yo vivo, para que puedan servir, así como Yo sirvo, siendo el Mensajero de Dios.

Hoy, les pido que ofrezcamos esta nueva Comunión Espiritual por todo lo que les dije, para que Mi Verbo se haga carne en ustedes y en ustedes estén Mis Dones y Virtudes que serán necesarios y urgentes en estos tiempos de tribulación.

Sepan que conozco cada una de sus necesidades, pero Yo les quiero decir que ya es tiempo de que aprendan a aceptar Mi Voluntad y a no desplazar Mi Voluntad de ustedes; porque Yo tengo un Plan para cada alma y para cada corazón, que en muchos casos no les apetecería; pero si Yo no hubiera aceptado el Cáliz en el Huerto Getsemaní, ¿qué hubiera sucedido?

Los Cristos del Nuevo Tiempo deben ser una realidad y ya no una aspiración. Mi Consciencia Divina, amplia e infinita, necesita obrar a través de las almas, porque hay muchos que aún esperan Mi Amor, mucho más de lo que ustedes imaginan, mucho más de lo que ustedes han podido recibir aquí en cada encuentro. Hay almas en este mundo que darían cualquier cosa por recibir Mi Amor.

¿Ahora, comprenden Mi necesidad?

Espero que, al salir de aquí, sus corazones sientan diferente, sus mentes comprendan diferente, que abracen con la misma convicción que Yo abrazo el servicio espiritual de la Jerarquía.

Ahora, los bendeciré antes de la Comunión Espiritual para que, por los méritos que fueron vividos en la Última Cena y en la Dolorosa Pasión, estos méritos puedan estar disponibles para ustedes como un manantial inagotable y, especialmente, puedan llegar a las almas que más los necesitan en esta hora.

Que esta Comunión Espiritual sea la Comunión de la Misericordia, en la que todos puedan recibir la Gracia que tal vez algunos no merecerían, y esto es por Obra de Mi Insondable Misericordia, por el Fuego de Mi Amor Misericordioso.

Para preparar este momento de Comunión, realizarán Conmigo un ofrecimiento espiritual al Creador, a través del Amor de Galileum, para que la paz se haga en Medio Oriente, en Ucrania, en Sudán y en el mundo entero.

Y, a través de Galileum, clamen por los méritos de Mi Nacimiento, de Mi Vida Pública, de Mi Última Cena, de Mi Dolorosa Pasión, de Mi Muerte, de Mi Resurrección y de Mi Ascensión a los Cielos, para que las almas, que en estos días mueren en la guerra, alcancen el Paraíso. Porque vuelvo a cumplir la promesa que le hice al ladrón en la Cruz, cuando Yo le dije: “Por haber reconocido a tu Dios, el Señor, hoy estarás Conmigo en el Paraíso”.

Les agradezco.

Que la paz sea una realidad en cada momento y en cada interior.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Vengo aquí a cumplir el compromiso que Yo he hecho con ustedes, de estar aquí todos los días trece, porque la humanidad lo necesita mucho.

Todos los ojos no pueden ver las situaciones que acontecen, pero los Ojos de la Madre de Dios sí las pueden ver. Vengo así a revelarles una realidad que esta humanidad transita internamente.

Dada la situación del final de los tiempos, las almas y el planeta necesitan de muchísima ayuda. Y esto no es nada nuevo para ustedes, hijos Míos, solo que la deuda espiritual de esta humanidad sigue creciendo y cada día que pasa, hijos Míos, esa deuda espiritual se vuelve impagable.

Por eso, a través de Mis Manos y del servicio incansable de Mi Corazón, Yo le traigo Gracias al mundo; aquellas Gracias sublimes y supremas que hoy el mundo no merecería; pero que, a través de la oración fiel de Mis hijos, Yo puedo derramar esas Gracias, Yo puedo traerles el don de la oportunidad a las almas, y así puedo cerrar muchas puertas inciertas que Mis hijos del mundo no ven con sus ojos físicos.

Es así que la Jerarquía Espiritual acompaña ciclo a ciclo a este planeta y a esta humanidad de superficie, y aunque Nuestros Tesoros Espirituales ya fueron entregados, aún es muy insuficiente la respuesta al Llamado.

A los que ya despertaron al camino de Mi Hijo les corresponderá responder en nombre de muchos de los que no responden, les corresponderá asumir lo que muchos hoy no quieren asumir. Y es así que crecen y maduran los apóstoles internamente, no retrocediendo al ver la necesidad urgente, no fingiendo que no ven la emergencia de estos tiempos.

Ahora y hace mucho tiempo ya salieron de la escuela de Mis pequeños hijos. Este es el momento, hijos Míos, en el que cada uno se hace responsable ante el Llamado y está atento, muy atento, para poder escuchar ese Llamado que viene del Mundo Superior.

Es así que la Llama del Divino Propósito se multiplicará y será colocada en el corazón de los que dicen sí. Y sentirán la responsabilidad y el compromiso que siente la Jerarquía, y sabrán que cada momento es una oportunidad de profundizar en el servicio y en los grados de amor.

No hay nada nuevo que deban aprender, Mis amados hijos, solo deberán aprender a donarse en mayor profundidad.

Es a través de esa donación que estarán enviando un mensaje al Universo, al Corazón del Padre Eterno; porque así, a través de esa respuesta inmediata y madura, estarán diciéndole al Universo que están respondiendo al Llamado y que están comprendiendo ese Llamado.

Las puertas al don de la oportunidad estarán abiertas a todos, especialmente a aquellos que quedaron atrás; porque es inminente, en estos tiempos de tribulación, que las almas reencuentren el camino hacia el Corazón de Cristo, que reencuentren el camino hacia el Propósito que perdieron o hacia el Propósito que nunca encontraron.

Dios tiene a todos en cuenta. Dios guarda a todas las almas en Su Corazón.

Yo necesito, hijos Míos, que comprendan cuál es este momento que están viviendo, porque cada momento tiene una respuesta para sus corazones. Es así que podrán acompañar a la Jerarquía, que siempre inspirará a sus corazones y vidas para que puedan cumplir ese Llamado que viene del centro de Galileum.

El Llamado, que viene para las almas del mundo en este ciclo, es muy amplio; y cada alma y cada corazón de este planeta puede comprender de forma diferente esa convocatoria.

Pero la convocatoria que viene del Gran Llamado de Dios a través de Galileum es única. Es una Llama ardiente y flameante encendida en el Universo Inmaterial que trae a las almas hacia esa Luz, que es la Luz poderosa de la Fuente Suprema, la Sagrada Luz del Corazón de Dios que los creó en el principio a Su Imagen y Semejanza.

Responder al Llamado de Dios en esta encarnación significa retornar a la Llama de Dios, a la Luz Eterna del Padre, para que sean Uno con el Padre Eterno, así como Nuestros Sagrados Corazones son Uno con el Padre.

Por eso, las almas en estos tiempos son tentadas y Mi enemigo intenta desviarlas del camino del Propósito y de la gran respuesta a ese Llamado Superior. Porque cuando cada hijo Mío consiga, de forma madura y consciente, responder a ese Llamado, tendrá que saber que se purificará; luego sabrá trascenderse a sí mismo, paso a paso y momento tras momento; y, por último, tendrá la oportunidad, al responder a ese Llamado Superior e Interno, de poder cumplir la Voluntad de Dios en este planeta, LLamado al que la mayoría de las almas no quiere responder.

Dios nunca colocará a las almas bajo una regla, bajo un compromiso forzado ni bajo ninguna otra situación. Cumplir la Voluntad de Dios y responder a Su Llamado significa liberarse de ustedes mismos para siempre.

He aquí la causa del sufrimiento del mundo que, cada vez que se aleja de la Voluntad de Dios, se sumerge y sufre su propio sufrimiento, no comprendiendo cuál es el camino que las almas deben recorrer en esta transición planetaria. Pero el Llamado que viene de Dios, a través de Galileum, es un Llamado claro y contundente.

Siempre la Voluntad de Dios se mostrará a las almas que la quieran reconocer, a la voluntad que las almas quieran vivir como Voluntad del Padre Eterno, dejando de lado la voluntad propia y humana.

Es respondiendo a ese Llamado Interior, en este ciclo, que conocerán la felicidad que tanto buscan en la materia.

Es a través de la respuesta a ese Llamado, que encontrarán el júbilo y la alegría de poder vivir conscientemente en el Reino de Dios y de formar parte de ese Reino Mayor.

Es a través de la respuesta a ese Llamado Divino, que las almas podrán cumplir su misión, la misión del final de estos tiempos, misión que se revela a los mundos internos en este ciclo.

Yo vengo como la Madre no solo de toda la humanidad, vengo como la portadora de ese Llamado Mayor para todas las almas, a decirles a todos los corazones que aún queda un poco de tiempo para responder a ese Llamado Mayor, para que por ustedes mismos puedan conocer la felicidad de estar en Dios y en Cristo.

Por eso, en este día de consagración de nuevos Hijos de María, vengo a colocar a todos los que ya son consagrados y a los que se consagrarán en un nuevo escalón de la respuesta a ese Llamado; para que esta consagración no solo sea un momento Conmigo, sino sea el gran momento para cada corazón que se consagra y que ya se consagró, para poder dar el gran paso de su vida.

Yo estoy aquí para sostener este momento, como su Madre, como su Intercesora y como su Mediadora; porque todo lo que deberemos hacer en el fin de estos tiempos es mucha tarea, es saber llevar adelante con sabiduría los Planes de Dios, es participar de esos Planes para poder concretarlos por el bien y por la paz del mundo, primero autoconvocándose ante el Llamado de estos tiempos, ante el último y gran Llamado que resuena desde el Universo, para todas las almas de este planeta.

Esto también le concederá a la humanidad que el Santo Espíritu de la Consagración, a través de Sus Dones y Virtudes, sostenga a las almas consagradas e impulse los grados de consagración a todos los corazones, dentro de la escuela y del momento que cada alma puede vivir en estos tiempos.

Por eso, hoy, Yo también vengo como la Madre de los consagrados, de aquellos que se animan, paso a paso, a acercarse a través de la consagración al Corazón de Mi Hijo; porque a este mundo y a esta humanidad no puede faltarles la vida consagrada; sería un sacrilegio sustituirla por otras cosas.

Por eso, hoy también les pido que sigan orando por las almas que se consagran a Cristo, desde los que se consagran a Mi Inmaculado Corazón como Hijos de María, hasta los consagrados que llevan misiones importantes en el final de estos tiempos.

Que la Llama del Propósito y de la Consagración sea el centro irradiador para todas las almas del mundo, especialmente para aquellas que se alejaron de Dios por las marcas que ha dejado la Iglesia de Cristo en la Tierra, y para las almas que nunca conocieron el verdadero Amor de Dios.

Hoy, la Fuente de la Consagración a través del Espíritu Santo está abierta. Que las almas emitan internamente la respuesta a ese Llamado; porque dentro de este Plan de Amor, de Luz y de Redención, hay un lugar para cada corazón humano, hay un lugar para cada alma de este planeta, hay un lugar para cada uno de ustedes.

Como muestra de que es posible vivir esta Gracia de la consagración, una vez más la Madre de Dios, por Amor a todos Sus hijos y por la redención de este planeta, por la paz en las naciones y en los pueblos, para que el Espíritu de la Consagración inunde a todos los corazones del mundo, viene especialmente a consagrar a nuevos Hijos de María.

Y ahora, escuchando el himno de su consagración, pido que Mis hijos se aproximen, aquellos que hoy vivirán este momento de consagración; y los que ya se consagraron a Mi Corazón Inmaculado, que se abran para poder renovar sus votos en este momento, para que la Llama del Divino Propósito sea contemplada por todos los corazones y almas, y el mundo sepa dar la gran respuesta que el Universo necesita.

Acérquense a Mí, hijos Míos. Estoy aquí y Soy su Madre, la Madre de la vida y de la consagración.

Vengan, hijos Míos. Vengan a Mí, así como Yo voy a ustedes en cada momento de la vida, en cada súplica, en cada oración. Su Madre Celeste siempre está allí para consagrar y renovar a las almas en el nombre de Mi Hijo y para hacer de sus almas instrumentos de paz para estas naciones, a las que hoy ustedes pertenecen.

Dejen en Mi Corazón sus tristezas, angustias y amarguras. Entréguenle todo a Dios, para que Él los pueda renovar y consagrar, curar y sanar, a través de Mi Corazón Inmaculado.

Que el Santo Espíritu de la Consagración de Dios inunde al mundo entero, así como la Sangre de Cristo inundó al mundo entero, hasta las profundidades más desconocidas del planeta.

Y que este Santo Espíritu de la Consagración de Dios enmiende los errores de las naciones en guerra y en conflicto, enmiende los errores de la impunidad y de la corrupción mundial, disuelva el falso poder, transmute la injusticia, libere a los oprimidos e inocentes.

Que el Santo Espíritu de la Consagración y de la Paz de Dios les abra los ojos a los que son indiferentes, especialmente les abra sus corazones al sufrimiento del semejante, de los refugiados, inmigrantes y descartados.

Porque Mi ardiente deseo, en lo más profundo de Mi Corazón, es que nadie más sea rechazado en este mundo, especialmente los que sufren y padecen en los mares, sin que nadie los ayude. Por esta causa, hoy nos consagramos.

Y hoy la Madre Santísima los consagra en el nombre de Cristo, para que la Llama del Propósito guíe a los corazones hasta el final.

Los consagro y los renuevo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Canten el himno de su consagración por aquellos que no se consagran, por aquellos que no responden.

Yo les agradezco.

APARICIÓN ANUAL DE LA VIRGEN MARÍA, EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, he venido del Cielo para estar con ustedes y, a través de ustedes, poder estar con todos Mis hijos del mundo, por aquellos que claman por justicia, por aquellos que lloran a través de sus oraciones, por todos los que están enfermos y padecen en lo más profundo de su corazón.

Pero, hijos Míos, este es el gran tiempo de la purificación. No lo vean como un castigo, no lo vean como una condena, porque el propio Hijo de Dios fue purificado en el Templo; y la Madre de Dios y San José también fueron purificados.

La materia humana debe sublimarse, la condición humana debe trascenderse, y cada uno de Mis hijos, en este planeta, tiene su escuela, el mejor aprendizaje que necesita para que, en el fin de sus días, entregue su alma a Dios y se funda en la Fuente Cósmica de la Vida.

Es así, hijos Míos, que nada está fuera de lugar en este momento. Lo que está fuera de la Ley, en este tiempo, son los horrores que comete el mundo y la humanidad, el desequilibrio de las Leyes Universales en este planeta, la impunidad que aflora como algo común y que somete a millones de almas en el mundo.

Pero hoy, Mis hijos, Yo vengo a dar testimonio ante Dios de lo maravilloso que Mi Hijo Ha hecho en sus vidas, las pequeñas transformaciones que Ha alcanzado a través de la entrega de cada uno de ustedes a Dios.

Por eso, no vean la vida como una pena o como un lamento. Aférrense al Corazón de Mi Hijo y renuévense en Él.

Y cuando las caídas en sus caminos sean tan continuas y permanentes, Mis amados hijos, no se desesperen. En lo más íntimo de su corazón la decisión ya está tomada y Mi enemigo no los puede hacer temblar ni aterrorizar.

Por más que en este mundo las dificultades son muy grandes y las almas necesitan de muchísima orientación espiritual; Yo los invito, hijos Míos, a lo mismo que Mi Hijo los llamó, los invito a afirmar su fe en la esperanza, en la Sagrada Llama del Divino Propósito que ya flamea delante de sus almas y consciencias; Propósito que sus espíritus ya conocen y que no se puede borrar de la noche a la mañana, a pesar de lo más doloroso que hayan vivido en estos tiempos.

En este día especial para la Madre de Dios y para cada uno de ustedes, he traído algo muy especial de Galileum: el Santo Sudario del Señor, que hoy está en Mis Brazos para envolver sus almas y corazones, para envolver sus cuerpos y consciencias, y así transfigurarlos.

¿Creen en el poder del Santo Sudario del Señor, el Sudario que fue testigo de cada gota de Sangre de Cristo?

Hoy, he retirado esta Sagrada Reliquia del Arca de la Santa Alianza; para que, a través de este Santo Sudario Espiritual de Jesús, Yo pueda purificar sus cuerpos, limpiar de sus rostros cada lágrima y cada llanto, y para que se sientan renovados y curados por las Manos de la Madre de Dios.

Sigan rezando y pidiendo por la Gracia de ser consecuentes.

En lo más pequeño e invisible es en donde se puede realizar la Obra de Dios, porque Dios no se muestra al mundo con Su Poder; Dios se refleja con Su Poder, con el Poder de Su Amor, a través de los corazones que se transforman y se redimen día a día.

Es así que hoy les ofrezco este Santo Sudario Espiritual, para que le sirva como un Manto de purificación y de cura a cada uno de Mis hijos; para que sus dolores físicos y espirituales se alivien, y así el alma del planeta también, en este día, sea aliviado de su sufrimiento, el sufrimiento que le ocasiona la humanidad.

Pero vean, a través de este ejemplo del Santo Sudario Espiritual de Jesús, cuán grande es la Misericordia del Padre, cuán inmenso es el Amor de Mi Hijo por este Proyecto de la superficie de la Tierra.

Mi Hijo Me ha pedido en este día especial, en el que reafirmamos, entre ustedes y Yo, el compromiso de cumplir la Voluntad Eterna de Dios por todos los tiempos que vendrán, que les ofrezca este Santo Sudario Espiritual para que en este 8 de agosto las Leyes Cósmicas desciendan a la Tierra, una vez más cierren todas las puertas inciertas, las almas sean liberadas de sus propios abismos e infiernos y todos sean curados por el poder del Amor de Jesús, al igual que ustedes, Mis amados hijos.

Por más que su Madre Celeste haya ascendido a los Cielos y hoy sea la Gobernanta Espiritual de todos los mundos, y lleve en Su Mano el Cetro de la Voluntad de Dios y del Sagrado Poder Femenino para el fin de los tiempos, Yo sigo siendo la Esclava Fiel del Señor, así como la Esclava de Dios se humilló y se resignó delante de la Cruz por la salvación del mundo, para que Mi Hijo, a pesar de Su agonía y de Su dolor en la Cruz, le concediera la Gracia de estar con ustedes en este tiempo final; permiso que fue otorgado por el Propio Padre Eterno.

Es así, queridos hijos, que quiero que hoy vislumbren y contemplen, más allá de la dificultad y de la condición humana, los tesoros que han recibido sus corazones en estos dieciséis años y cada momento de oración sincera que han compartido Conmigo en estos años, sin que muchos de ustedes sepan cómo seguir Mis pasos.

Pero alégrense y renazcan en Cristo, Él viene a liberarlos del pecado y del error, a través del Corazón de la Madre del Mundo, Él viene a concederles Su Infinita e Insondable Misericordia.

Yo estoy aquí a causa de los consecuentes y de los valientes, de aquellos que no le temen a la purificación, de aquellos que se arriesgan a vivir el Plan de Mi Hijo a pesar de las consecuencias.

Hoy, vengo vestida con el Manto de todo el universo, de todas las estrellas y de todos los soles.

Hoy, este es el Manto Universal de la Madre de Dios que se extiende en el mundo. Y la Luz de este Sagrado Manto de la Madre de Dios, así como la Luz de las palmas de Sus Manos llegan a los rincones más profundos de los infiernos del planeta, para erguir a las estrellas que aún están caídas.

Ya no piensen que este Armagedón es una nueva rebelión. Este es el tiempo de la síntesis y del gran paso, en el que la gran batalla espiritual con Mi enemigo se lleva adelante.

Pero no se olviden de que ustedes están debajo de Mi Manto, cuando no se atreven a salir de él, cuando sus caminos son caminos de oración de corazón, cuando sus actos son actos de caridad y de misericordia por el prójimo, cuando todos los días no se olvidan de que la vida es un eterno servir.

Hoy, el centro de Mi Corona es la Luz de la Nueva Aurora, como la aurora que se irradia en el norte de este planeta.

Soy la Luz de la Aurora que anuncia el nuevo tiempo y el advenimiento de Mi Hijo, el Redentor, la llegada de Su Presencia al mundo.

Sigan siendo parte de Mi Rosario de Luz, sigan siendo esa perla preciosa que se purifica y que se pule a través de las piadosas Manos de Mi Hijo, el Cristo.

Les pido una única cosa, Mis amados, que nunca más cierren su corazón. Que sus corazones sean una puerta abierta a la donación y a la alegría, al júbilo de vivir el encuentro con Cristo y la comunión eterna con el Padre.

Mientras estoy aquí, con ustedes y por ustedes, como la Madre Cósmica del universo, muchas situaciones se detienen en el mundo.

Y en este día 8 de agosto, en el que el Cielo desciende a la Tierra y la Tierra asciende a los Cielos a través de los corazones que están abiertos al llamado de la Madre de Dios, se Me ha concedido que ningún alma en este momento se pierda y que los desprotegidos, los inocentes y los huérfanos sean amparados por los ángeles de la Madre de Dios con la ayuda de todos sus ángeles de la guarda.

Mi fin con ustedes también se acerca, pero no se desanimen. Les diré lo mismo que le dije a la vidente Lucía de Fátima: “Mi Gracia será tu fortaleza, Mi Luz será tu camino y en el fin de tus días encontrarás Mi Gran Estrella, aquella Estrella incandescente y perpetua que brilla en el Eterno Cielo de Dios para acogerte y para recibirte”.

Esto es lo mismo que hoy le digo a cada uno de ustedes, porque también llegó el tiempo de que no solo escuchen Mi Mensaje, sino de que sean Mi Mensaje vivo en este mundo, así se cumplirá Mi Palabra.

Para que este Santo Sudario Espiritual de Jesús se expanda en el mundo, abrace las causas imposibles, proteja a todas las almas, especialmente a las almas de los niños y jóvenes más desprotegidos de estos tiempos, Mi Hijo Me ha pedido que, como preparación para esta nueva etapa, para este nuevo año de la Hermandad, cerremos este encuentro interno con la Santa Comunión.

Por eso, será un momento para que cada uno de Mis hijos haga su ofrecimiento al Universo, ya que el Universo Sideral está abierto en este momento y atento a la voz de todas las súplicas.

Este es un momento extraordinario concedido por el Padre Eterno para todos los corazones que en este momento escuchan a la Madre de Dios, que en este momento abrazan a la Madre de Dios, que en este momento aman a la Madre de Dios. Un momento concedido por el Padre Eterno en estos dieciséis años de incansable trabajo con los Mensajeros Divinos.

Preparémonos para el momento de la Comunión. Los espero.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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