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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Mis amados y adorables hijos de Aurora:
Estoy aquí, y Soy su Madre, donde reina la simplicidad, donde se respira el espíritu de la humildad, el esfuerzo del trabajo diario, de la oración incansable y de la Adoración.
En cada día de sus vidas, Dios está presente en este lugar, aunque en sus corazones puedan existir dudas, incertidumbres, angustias, obstáculos o agonías.
Hijos amados de Aurora, no hay nada ni nadie que pueda disolver la alianza que ustedes tienen con Dios y, a través de Dios, con el Corazón de Mi Amadísimo Hijo Jesús.
No podía irme de aquí sin estar con ustedes y entre ustedes, porque sé que lo esperaban y una Buena Madre siempre atiende el llamado de Sus hijos. Por esa razón, Yo estoy aquí, porque en verdad fue Mi Hijo que Me envió a ustedes como Su Mensajera, como la Madre de Dios, como aquella Mujer que siempre está al lado de Sus hijos, orando y vigilando por cada uno de sus pasos.
Los pilares que yo fundé aquí, en Aurora, hace 15 años, bases espirituales importantes para la humanidad, siguen firmes y latentes, aunque Mi tarea no haya sido comprendida en Uruguay.
Hoy, su Madre Celeste, Santa María de Aurora, viene a retribuirles a través de Sus Gracias y del más puro Amor de Su Corazón Inmaculado, por seguir fielmente sosteniendo este sagrado lugar en la superficie.
Esto es muy importante para Mi Hijo, porque Mi Hijo puede obrar e interceder por la humanidad, donde sea necesario, así como Mi Inmaculado Corazón también ha podido interceder, tan lejos de Aurora, en otros lugares del mundo.
Por eso, Yo vengo aquí para agradecerles cada esfuerzo sincero en la oración del corazón, cada mañana que despertaron para ofrecerle su servicio y su amor al Reino de Aurora y, aunque les pareciera imposible poder realizarlo, aunque pareciera imposible poder concretarlo, sus pies caminaron a través del servicio y sus manos se donaron en el frío invierno que vive el planeta por esta oscuridad que lo absorbe, día a día, por falta de luz, de amor y de esperanza.
Pero ustedes, agraciados hijos de Aurora, siempre han podido renacer a través del amanecer de este Centro Interior en sus corazones, han templado su espada a través de la fe, han fortalecido sus escudos a través del amor, han apaciguado sus corazones a través de la unidad constante con el Padre Eterno a través de cada liturgia y ofrecimiento verdadero.
Por eso, hoy, Mi Sagrado Manto Universal lleva, sobre sí, los frutos de sus esfuerzos y entregas, que se han convertido en estrellas de Mi Manto Universal.
¿Saben lo que esto significa para Dios?
Sé que es un misterio que hoy no comprenderán, pero sí, sus corazones están abiertos a este misterio, porque en este Sagrado Manto de Estrellas de Luz está registrada la experiencia de su esfuerzo y de su donación constante. Y esto es lo que Dios necesita para impedir que la Justicia Divina descienda en el mundo, para que la Insondable y Divina Misericordia de Mi Hijo siga obrando e intercediendo por esta humanidad.
Veamos ahora, hijos Míos, los frutos que ha dado Aurora a través de los tiempos, más allá de este lugar, en lejanos rincones del planeta en donde las almas esperaban el renacer de Aurora, en donde los corazones esperaban la redención, la cura y el amor interior.
Esto ha sido posible, hijos Míos, porque ustedes están aquí, sosteniendo a esta Comunidad en la vida diaria, en la liturgia diaria, en cada momento en donde el universo les ofrece un servicio mayor para que, no solo sus corazones estén maduros, sino que sus almas estén conscientes de lo que significa y representa el compromiso que cada uno de ustedes tiene con Cristo. Porque Él, Mi Hijo, es Quien le cuenta al Padre cada uno de sus pasos, para que el Padre Eterno pueda escribir esa experiencia en Su Libro de Amor.
Dios les ofreció lo mejor y por eso, Dios este día los bendice con Sus Gracias, para que esta fortaleza que tiene Aurora se mantenga y haga de los guerreros de la redención, apóstoles del amor y del servicio incansable; a fin de que más almas, en el mundo entero, sean merecedoras de la ayuda espiritual de Aurora, en los planos internos de la consciencia y del espíritu.
Estos son los grandes frutos de Aurora: de que este Sagrado Reino de Amor y de Redención, a través de los corazones perseverantes y constantes, llegue a todas partes del mundo, a todos los lugares y consciencias posibles que esperan en esta vida por la redención.
En los próximos tiempos, quisiera que sus experiencias de servicio, de donación y de amor incansable sigan brillando como estrellas en Mi Manto Universal.
Aún más, hijos Míos, cada lágrima que han derramado sobre este suelo está contada en Mi Manto de Luz; porque Dios, el Padre Eterno, contempla todo lo que existe y lo que se vive.
Por eso, Él es un Padre de inmensa Misericordia, un Padre de Brazos Abiertos, que espera que Sus Hijos lo puedan abrazar y también consolar por todos los pecados y ultrajes que Él ve en el mundo en este tiempo.
Por eso, Nuestros Sagrados Corazones deberán ir muy lejos, a lugares lejanos del mundo, por una sola razón y un único fin: llevar a Aurora a las naciones y a los corazones porque todos, en este planeta, más allá de sus errores, son merecedores de conocer el Reino de Aurora y de ser receptáculos para vivir la cura interior.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora, el Manto de Nuestra Señora se convirtió en un Manto verde brillante, en la Faz de la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad.
Colocando Sus Manos en señal de oración, nuestra Madre Divina sigue contemplando a cada uno de los presentes y nos dice:
Hijos Míos, Mis Pies tocaron este sagrado suelo hace quince años y, por eso, estoy muy agradecida. Porque más allá de los obstáculos o de las demoras, Mi Propósito en el mundo se está cumpliendo, el Sagrado Propósito de la Fuente, que la cura interior llegue a todas las almas posibles, más allá de su condición o situación. Por eso, quiero volver a agradecer, eternamente, a todos aquellos que viven Aurora en su corazón y que se animan a formar parte de esta Gracia.
Hoy, vengo a renovar el Propósito de esta Comunidad, de esta Sagrada Comunidad de Dios. Vengo a hacer florecer las Gracias y los frutos internos de Aurora. Vengo a fortalecer sus bases espirituales e internas, para este lugar y el mundo.
Vengo aquí para llamarlos nuevamente, para que acompañen a su Madre Celeste en Su tarea planetaria, así como Me han acompañado hasta los días de hoy; y eso es muy significativo para Mí porque sé que puedo contar con Mis hijos a pesar de las distancias, porque puedo contar con el corazón de los que Me dicen: “¡sí, Madre, aquí estoy!”.
Hoy, a través de los sacerdotes, les daré el Sacramento de la Unción, para que la señal visible de la Santa Cruz proteja sus caminos de transformación y redención. Pero más aún, para que esa señal visible de la Cruz los represente en el mundo interno y no exista mal o perturbación que los pueda molestar o interferir, para que el espíritu del guerrero de la paz emerja en cada uno, para que el soldado orante esté firme en estos tiempos de tribulación; y siempre, siempre la oración sea su alimento espiritual, a fin de que se establezca la Voluntad de Dios en este lugar y en el mundo, lo que el Corazón del Padre Eterno ha previsto que suceda, y que Él guarda con mucho regocijo en Su Corazón.
Que esta bendición del Sacramento de la Unción los haga partícipes del Sacramento de la Comunión, sabiendo que, a pesar del desierto de estos tiempos, en la Comunión con Mi Hijo encontrarán la Fuente que les quitará la sed, nunca se olviden de esto. En la Santa Comunión está la renovación del espíritu y de la consciencia.
Nunca dejen de comulgar del Cuerpo y de la Sangre de Cristo. Refúgiense en el Sacramento de la Eucaristía y que, al comulgar del Cuerpo de Cristo, sientan tocar Su Cuerpo llagado y flagelado por el mundo, para que su fidelidad y su oración lo restauren.
Hoy, Mi Consciencia Divina emerge del Reino de Aurora, y su Madre Celeste recuerda atentamente todo lo que ha sucedido en estos últimos años y, principalmente, lo que ha sucedido en la vida de Mis hijos, que es lo más importante para Dios.
Por eso, los invito a recorrer este camino de traer a la memoria, de recordar cada Gracia y cada impulso espiritual que fue recibido y que, desde el año 2013, se completó con la llegada de Cristo.
Hoy, les dejo, en este templo interior, la Presencia Inmutable del Espíritu Santo, para que siempre que lo necesiten, en el silencio del corazón y de la consciencia, vengan aquí para encontrar fuerza y fortaleza, para que sus corazones siempre se vacíen y, a través de este Recinto de Amor, encuentren lo que necesiten internamente.
¡Adelante, Mis hijos de Aurora!
La Madre de Dios está aquí para bendecirlos y renovarlos; para que sus vidas, en el nombre de Cristo, siempre sean vidas nuevas en el Señor, que sientan en el corazón el Fuego de Aurora, el Fuego que los impulsa a la entrega mayor.
Celebremos este momento en gratitud. Y, les pido que sigan orando fielmente por todas Mis causas, por todo lo que los Sagrados Corazones aún necesitan concretar en el mundo entero.
¡Oh, Llama Flameante del Propósito de Aurora!,
guía los pasos de todos Mis hijos
hacia el encuentro con la Fuente Inmaterial del Corazón del Señor,
a fin de que todos se consagren a Su Divino Propósito
y las amarras del ayer sean disueltas
para que las almas alcancen la liberación.
¡Oh, Llama Flameante del Propósito de Aurora!,
enciende en el corazón humano la Sagrada Estrella de la Hermandad,
para que el sacrificio por Cristo sea vivido en júbilo y plenitud,
en la esperanza de concretar Su Retorno.
Amén.
Mis amados, les agradezco por responder a este llamado.
Entren en Mi Corazón, siempre y cuando lo necesiten, porque Mi Corazón Inmaculado los llevará a la paz.
Que la paz pueda estar en el mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Al mundo le ha llegado el momento de vivir su verdadero Gobierno Espiritual. Esa es la razón por la cual las estructuras más resistentes, los sistemas más corruptos, las monarquías más antiguas caerán de la noche a la mañana. Porque Cristo prepara Su Retorno y esto es por un solo fin: que surja la Nueva Humanidad libre de la mentira, libre de la impunidad, libre de todo lo que esclaviza a la humanidad entera hasta los tiempos de hoy.
Por eso, las cadenas se romperán, sentirán cómo los grilletes se romperán lentamente, aquellas corrientes que disocian al mundo serán expurgadas por la Presencia de Mi Hijo y todo, absolutamente todo, quedará en evidencia.
Pero les digo, como su Madre, que no deben tener miedo cuando llegue ese momento, que es ahora. Vean este momento como el momento de su liberación de una cadena ininterrumpida de errores que nadie ha conseguido liberar o disolver.
Por eso, aspiren y alégrense, porque el fin de su cautiverio está cerca. Mi Hijo lo prometió y lo cumplirá.
Por eso, deberán seguir elevándose a través de la oración del corazón; porque todos necesitan tener dentro de sí la Llama del Sagrado Propósito; y muchos más que ustedes necesitan reencontrar su propósito original y no las tendencias o los objetivos que vende el mundo, día tras día, creando dioses e idolatrías que confunden espiritualmente a las almas sobre cuál es el verdadero camino.
Cuando crean que ustedes tienen a Dios dentro de sí y que deben mirar hacia adentro de su mundo interior para descubrir la riqueza del universo que Dios colocó en cada uno de ustedes; les puedo decir, Mis queridos hijos, que sabrán liberarse de sus propias amarras y penas, que ya no seguirán demorando tanto tiempo para dar los pasos en la elevación de la consciencia, en la búsqueda incesante del Sagrado Propósito que los trajo aquí, a este mundo y en este universo local.
Pasar por la Tierra no es por acaso, pasar por este planeta no es una casualidad, porque eso no existe. El vientre de la Tierra se ha ofrecido para redimirlos, para que en ustedes se gestaran los principios que una vez perdieron en el universo, para que la raza finalmente pueda ser Confederada y, esto, aunque parezca imposible en este momento no lo es; porque Mi Hijo lleva adelante Sus más silenciosas estrategias. Él teje, a través del Manto de la Madre del Mundo, la gran red de los grupos de almas que se unen y se sintonizan con Nuestro Propósito Universal.
Por eso, ha llegado la hora de la redención y de la reconciliación. Ha llegado el tiempo de que los velos de sus consciencias puedan caer para siempre, y no solo ustedes, sino también sus hermanos del mundo sepan la Verdad.
Porque la Verdad, que alguna vez pudieron conocer, fue ultrajada por el mundo, por aquellos sistemas que hoy rigen a la Tierra, que les hacen creer a las consciencias que la vida es solo material. Su misión y su propósito está en lo inmaterial, en aquello que no pueden tocar con sus propias manos o ver con sus propios ojos.
La Llama del Divino Propósito está latente en el Universo Sideral; y a través de Mi Manto Sagrado, el Manto de la Madre del Mundo, vengo a traerles el Universo, vengo a revelarles sus orígenes para que recuerden, a través de sus esencias, la Divina Voluntad que los trajo aquí.
Por eso, hijos Míos, no sigan creyendo que solo son seres materiales y mortales, son sus espíritus que continuarán la trayectoria cósmica en el universo.
El espíritu de cada uno es esa sagrada águila que debe retornar a la trayectoria del fuego para unirse y fundirse en la Esencia del Padre, y no solo formar parte de los 144 000, sino que sus vidas sean el resultado de una experiencia de redención y de un amor único, que los propios Señores de la Ley puedan presenciar como una victoria del Amor de Cristo en el mundo.
Así, Yo vengo aquí a elevar sus consciencias hacia lo que es verdadero e inmaterial, para que puedan salir de esta superficie caótica y confusa que solo les ofrece sufrimiento y dolor. Pero, deben ser disciplinados, Mis hijos, nadie los llevará a elevar la consciencia, porque solo lo deberán alcanzar por ustedes mismos.
Aquí están Nuestros Brazos y Nuestras Manos en ofrenda, para que a través de Nuestra ayuda se puedan elevar y elevar; porque si el mundo no se eleva a través de las consciencias que están despiertas y de las consciencias que algún día despertarán, ¿cómo el mundo terminará de vivir el sufrimiento?, ¿cómo las puertas inciertas, que rigen a la humanidad, se cerrarán y los vínculos que muchos tienen con el mal desaparecerán completamente?
Solo les pido que nunca dejen de hacer el esfuerzo correcto, porque el tiempo de la Justicia Divina está llegando y ya se está cumpliendo. No pueden estar sumergidos en lo que es superficial y mundano.
Así como hicieron muchos Hijos de María, reconsagren sus consciencias al Propósito Original que los trajo aquí, a la Tierra; y les aseguro que, en ese acto sincero de consagración y de simplicidad, retornarán al origen que perdieron. Porque más allá de ese origen, existe su familia sideral, aquella que aguarda, hace tanto tiempo, los resultados de su experiencia de amor y de redención en este mundo.
¿Quién será capaz de verter en los Estanques del Universo su experiencia de amor y de redención?
¿Quién se animará a recrear esta Creación que está herida, a través de todo lo que sucede en este planeta y en su humanidad?
El Libro de Dios está abierto, esperando poder escribir la historia de su definición y entrega.
¿Ustedes, hijos Míos, serán esa luz, esa redención, ese amor maduro con el cual Dios podrá escribir la nueva historia del universo?
Porque sé que, en este mundo, muchos creen que la Muerte de Mi Hijo fue un fracaso. Pero Él Me envía, como Su Corredentora y como la Madre de la Humanidad, para hacerles comprender a Mis hijos, a través del amor y de la verdad, que recuerden la riqueza del universo interior en cada ser; porque el mundo, las almas, en este tiempo ya no miran dentro de sí mismas, por todo lo que las atrae del mundo exterior. Allí está la causa de sus dificultades, pruebas, sufrimientos y traumas en todos los planos de consciencia.
La decisión está en sus manos, la Jerarquía no empujará a nadie para que haga lo que tiene que hacer, porque no sería la Jerarquía. En sus manos está el poder del verbo creador, a través del Santísimo Rosario, para que no solo sus vidas sean siempre renovadas en los Atributos del Padre, sino que aprendan a vivir una escuela de oración incansable e inmutable, una oración que no es mecánica ni tampoco superficial, sino una oración que trae la solución que el mundo necesita en estos tiempos.
Porque en verdad les digo, Mis queridos hijos, si hoy todos Me están escuchando atentamente, en este momento, es porque su responsabilidad es orar por los que no oran, su responsabilidad es orar por amor, así como Yo oro por amor y por cada uno de ustedes.
Es así, que no solo estarán en las primeras filas del Retorno de Cristo, sino que, a través del universo de la oración, que pueden descubrir dentro de ustedes, atraerán hacia este mundo las Sagradas Geometrías de los Arcángeles, para que el propósito de este planeta se restablezca y se reconstruya como fue en el principio.
La caída de Adán y Eva fue restaurada por el sacrificio y la entrega de Mi Hijo, y el precio de Su Sangre derramada ha servido para sostener, hasta ese momento, el espíritu de la paz universal en este mundo.
Pero ahora la ambición, el poder y la impunidad de algunos corazones, no solo han abierto puertas inciertas que nunca debieron abrirse en este mundo; sino que el mal insaciable, en esos corazones perdidos, atrajo los conflictos y las guerras al mundo, y la matanza desmedida de animales, por la que, aun escuchando el grito de esos seres en los mataderos, nadie hace nada.
¿Quién será capaz de reconstruir el Proyecto de la Creación en esta humanidad?
Por esa razón, Mi Hijo los invita a cargar con la cruz, de forma madura y consciente. Los invita a ser hermanos en la unidad y en la hermandad, libres de los juicios de valor, de las condenas de unos a otros, de las divisiones o aun de los protagonismos y competencias.
Hoy, quiero decirles a pedido de Cristo, Mi Hijo, que si quieren estar en Nuestros Corazones ya no pueden vivir esas energías.
La purificación no terminó. Pero se pueden purificar en armonía y en paz a través de la oración consciente, de tener coraje todos los días para colocar al otro primero y ser precursores de la fraternidad que hoy no vive el mundo.
De esta forma, la Jerarquía Espiritual, después del último 8 de agosto, les presenta estas necesidades del Plan Universal que podrían parecer insignificantes, pero que son altamente importantes; porque permitirán que las Leyes puedan revertir las situaciones que hoy parecen irreversibles y endémicas.
El mundo cambiará cuando ustedes cambien, cuando se animen a dar los pasos en la consagración interior y en el servicio, cuando dejen de creer que con tan pocos se podrá cargar esta pesada cruz del mundo.
Repartan y compartan el canal de la transmutación, y anímense a aliviar el Corazón agonizante de la Jerarquía para que las puertas de la Gracia no se cierren; porque Mi deseo ardiente y continuo es poder volver al mundo, una y otra vez, para estar cerca de Mis hijos, porque sé que si no estoy presente Mis hijos se perderán. Es algo que Mi Hijo Me hizo prometer a los pies de la Cruz.
Sean como aquellos apóstoles de la época de Mi Hijo.
Sean como aquellas mujeres que seguían a Jesús, de un lado a otro, y que estaban imbuidas de Su Amor Redentor y Consolador, un Amor que las saciaba por dentro y por fuera, que las renovaba y las comprometía en fidelidad.
Sean como aquellos pescadores que fueron llamados a lanzar redes para salvar a las almas.
Sean como el pueblo de Israel que se sorprendía al escuchar la Palabra de Mi Hijo, la llegada de la Buena Nueva.
El Plan espera por todos aquellos que una vez se postularon en el universo y que se comprometieron a trascenderse a sí mismos todos los días. Es así que permitirán, hijos Míos, que el verdadero Gobierno Espiritual llegue al mundo y que muchos puedan ser liberados de la esclavitud espiritual; porque cuando Mi Hijo llegue, vendrá como el Redentor del Universo, extendiendo Sus Brazos y Sus Manos, para unir a las almas a través de la poderosa Cruz del Redentor del mundo.
Por eso hoy, ser un Hijo de María no es pasajero; ser un Hijo de María significa trabajar todos los días en su consagración interior a través de las llaves de la disciplina, de la oración y del servicio, que los podrán colocar en un lugar protegido, aunque en el fin de estos tiempos, ustedes, Mis hijos, puedan ver las barbaridades de este mundo a su izquierda y a su derecha.
Verán acontecer en esta humanidad situaciones inaceptables e increíbles; pero que sus corazones no se sorprendan, que sus corazones siempre estén permeados por la oración, porque a pesar de donde se encuentren o aun hacia donde vayan, si están en oración Conmigo en el fin de los tiempos, en el día del gran Juicio Final, Yo les aseguro que serán guiados y conducidos hacia el lugar más protegido y así, sus familias y seres queridos también serán guiados.
Por eso, aún queda un poco de tiempo para la preparación, pero no queda mucho tiempo como antes, porque los acontecimientos se precipitan minuto a minuto. Mientras su Madre está aquí, hablando con ustedes, piensen por un momento qué está sucediendo en el resto del mundo, cuánta sangre inocente está siendo sacrificada por la guerra, cuántos niños mueren de hambre, cuántas almas padecen en soledad en los hospitales del mundo sin recibir una mínima gota de amor, o aun cuánto sufren sus propios familiares.
Por eso, persistan porque a cada día que pasa Mi Hijo está más cerca. Y así como Él los perdonó en lo alto de la Cruz, porque muchos no sabían lo que estaban haciendo, Él vendrá como el Redentor y Señor del Universo a liberarlos de las últimas cadenas de la opresión y de la perdición.
Cuando vivan un momento difícil, invoquen el Poder de la Sangre de Jesús.
Ahora, no solo consagraré a los nuevos Hijos de María, que se pueden aproximar aquí, a los pies de este escenario; sino que ofreceré, a través de Mi mediación, la reconsagración de todos los que quieran hacerlo, y así renovarán sus votos con el Padre.
Esta reconsagración y esta primera consagración de nuevos Hijos de María las realizaremos a través de la Poderosa Sangre de Jesús, para que los Códigos del Arca de la Santa Alianza y los méritos alcanzados por la entrega y la muerte de Jesús reconstruyan el Propósito de las esencias del mundo, de todos aquellos que aspiran a estar más cerca de Dios, de sentirse amados, comprendidos y aceptados.
En esta consagración, cantemos a la Poderosa Sangre de Jesús y dejemos que la Sangre de Jesús, a través de las Manos de la Madre Celeste, bañe, purifique y consagre a las almas y así, eleve un poco más a las consciencias hacia el Propósito Divino.
Abrámonos a la revelación de este misterio de la Sangre de Jesús.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a pedir aquí, que Madre y Hermana Lucía vengan, y también los hermanos del Consejo para acompañar este momento.
Vamos a permitir que Nuestra Señora nos entregue, en este momento, los Códigos de la Sangre de Jesús; y así, Argentina sea bañada por los Códigos de la Sangre de Jesús, para que todas las almas que los necesiten los reciban. Recibamos esta Gracia con gratitud.
Canción: “El Poder de la Sangre”.
Que el Poder de la Sangre de Jesús los proteja y los conduzca hacia Dios.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Feliz de estar aquí, con Mis hijos.
¡Hasta pronto!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Vamos a sentarnos y, para terminar, volver a cantar esta canción de la Sangre de Jesús para cerrar este encuentro.
Canción: “El Poder de la Sangre”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hoy, la Madre Divina vino hacia nosotros como Madre Cósmica, como aquella Madre que envuelve con Su Manto al planeta.
Es así como Ella apareció hoy y, a medida que Ella nos fue hablando, nos fue elevando a cada uno de nosotros, y aquello que nos ata a esta vida material, a esta inercia, a esta ilusión se fue disolviendo, porque era Su Palabra la que nos elevaba para estar delante del Padre, del Propósito Divino.
Ella nos colocó esencialmente a cada uno de nosotros ante ese Propósito, para que pudiéramos contemplarlo, para que pudiéramos recordarlo y para que ese Propósito, que estaba impregnado del más alto grado de Amor de todas las Jerarquías de este Universo y también de todos los Arcángeles que crearon lo que existe en el Universo Espiritual, Mental y Material, pudiera entrar en nosotros como Códigos de Luz. Y esto fue culminando a través de la consagración que vivimos y para muchos, del momento de reconsagrarnos como Hijos de María. Ese momento fue culminando a través del descenso de los Códigos de la Poderosa Sangre de Jesús.
En un momento, la Madre del Mundo tenía sangre en las palmas de Sus Manos. Le pregunté: “Madre, ¿por qué tienes sangre en Tus Manos?”. Entonces, Ella miró hacia un lado y la imagen, la escena, cambió y apareció María tocando los Pies de Jesús en la Cruz. Y cuando Ella hizo ese ejercicio, profundamente espiritual, mientras cantábamos esta canción, los ángeles tenían Cálices en sus manos, con los que esparcían la Sangre de Jesús como los sacerdotes esparcen el agua bendita. Y, en ese momento, todo error o falta que cometimos en esta o en otra vida fue perdonado.
Sabemos que no comprendemos lo que esto significa, porque como dijo María, tenemos que intentar abrirnos para comprender el misterio de la Sangre de Jesús, porque Ella dijo que lo que vivió Su Hijo no solo fue un acontecimiento, un evento en la humanidad, fue un hecho que irradia al planeta a nivel cósmico hasta los días de hoy.
Cuando nuestro ser, por ejemplo, a través de la oración, piensa e invoca el Poder de la Sangre de Jesús, nuestra consciencia y la consciencia del planeta se liberan de las fuerzas del mal. Por eso, Ella nos dijo que en los momentos difíciles recordemos la Sangre de Jesús.
Nosotros recibimos, en el año 2013, un ejercicio espiritual que creo que todos conocen, que es la Trilogía Espiritual de Oración, Devoción y Contemplación. Es el momento de que nosotros retomemos ese ejercicio y vivamos la experiencia, porque uno vive una experiencia muy contundente con esa oración.
Lo que hoy hizo la Jerarquía también ayudó muchísimo, muchísimo a la Argentina.
Lo último que nos dijo la Madre Divina fue que nosotros debemos aprender, a partir de hoy, a no quedarnos en lo superficial, porque nos vamos a perder fácilmente. Si nos quedamos en lo superficial, dijo Ella, nosotros vamos a ingresar por aquellas puertas inciertas que están abiertas y que nos hacen perder, día a día.
Argentina necesita elevarse a través de las almas orantes, dijo María, porque la solución no está aquí, la solución que necesita Argentina está en lo Alto. Nosotros como Sus hijos, dijo la Madre Divina, tenemos que ir a buscar la solución allá arriba, porque allá está la verdadera solución.
No pensaba que iba a decir esto, pero lo estoy diciendo porque la Jerarquía lo pidió. Y es importante, como siempre dicen los instructores, que podamos repasar todo lo que dijo la Jerarquía, porque si no, nos vamos a olvidar. Y hoy de aquí no podemos salir iguales.
Fue eso, gracias.
Madre María Shimani de Montserrat:
¡Gracias, Madre Divina, por cuánto nos das!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Muchas gracias a todos y que estén en la Paz de Dios.
Madre María Shimani de Montserrat:
Sean todos bienvenidos a este encuentro tan especial con Nuestra Señora.
Antes de comenzar con la oración, yo quería hacer un simple comentario.
Ustedes saben que Nuestro Señor, cuando estuvo encarnado como Jesús, nunca hizo ninguna diferencia espiritual entre hombres y mujeres, porque Él consideraba a los seres como almas, como mónadas, como servidores del Padre y de Su Plan. Solo que en esa época había muchas formalidades que seguir. Y hoy, de la misma forma como hizo hace 2000 años, Él respeta las escuelas evolutivas de cada uno e intenta transmitir un mensaje universal para que todas las almas lo puedan recibir y aceptar.
Él respetó profundamente las costumbres y las leyes que en ese momento tenía el pueblo judío. Por eso, su vínculo espiritual con todas aquellas mujeres que lo amaban y lo seguían fue un tanto oculto para poder trabajar con tranquilidad y para que ellas no fueran rechazadas o repudiadas, sino que fueran aceptadas y pudieran vivir su espiritualidad libremente. Es así que poco se sabe de esos vínculos.
En estos últimos días, la Madre Divina comenzó a revelar en sus Mensajes diarios, detalles muy ocultos de lo que sucedió con las mujeres de Jerusalén. Son datos del verdadero vínculo espiritual que muchas mujeres tuvieron con Cristo y de cómo unieron sus corazones, sus almas, sus espíritus al Espíritu de Él y se comprometieron a servirlo, a ser sus apóstoles femeninos hasta este tiempo.
¿Qué es lo que Nuestro Señor hizo en estos últimos días? ¿Cómo surgió la consagración que vamos a vivir hoy?
Él quiere que aquel mismo vínculo de corazón y de espíritu, aquellos mismos códigos puedan expresarse en este tiempo en todas aquellas conciencias que se han ofrecido a servirlo a Él y a Su Madre.
Él pretende, con esta consagración, atraer esos códigos, que están en la consciencia planetaria, y depositarlos en aquellas consciencias que hoy se han ofrecido a servirlo de forma simple, inesperada para algunas de ustedes, casi sin querer para otras, para que puedan resurgir en ustedes y puedan ser expresados por medio del servicio, de la devoción, del caminar casi imperceptible de aquel que sirve ocupando casi el último lugar.
La devoción y el servicio silenciosos, el sacerdocio interno que aquellas mujeres vivieron, ese apostolado es lo que Él quiere atraer desde el Universo para que pueda volver a surgir aquí, entre todos nosotros.
Entonces, la idea es que ustedes puedan recibir esos códigos con humildad y con mucha gratitud, porque van a estar representando al apostolado que hace más de 2000 años muchas mujeres vivieron, mujeres anónimas que no pretendían ser reconocidas, sino que solo pretendían vivir el servicio silencioso y humilde a Nuestro Señor.
Hoy, van a confirmar formalmente esa vivencia íntima entre ustedes y Cristo, entre ustedes y María. Van a confirmar formalmente esa unión espiritual, para que lo puedan servir de forma humilde.
Ese servicio es muy importante en este tiempo porque lo que ustedes van a realizar, como Auxiliadoras de la Divina Misericordia, será imprescindible para que otras conciencias puedan recibir lo que necesitan. Es una oferta para que otras conciencias puedan ser consagradas, bendecidas, bautizadas, renovadas. Y esa tarea, imperceptible para muchos, es absolutamente indispensable para que eso suceda.
Entonces, cada uno, en la tarea que le toca hacer por el compromiso que ha podido asumir, va a estar integrado a esa gran tarea de los Sacramentos, de la preparación de los altares, donde se atrae la energía que viene de Dios para ser distribuida entre todos los presentes y también entre todos los que participan a través de las pantallas, porque las personas abren su corazón y quedan muy conectadas ante todo lo que puede ser expresado por medio del Ceremonial.
Es así que nosotros, como consagrados, les damos la bienvenida a esta Rama de consagración que complementa, colabora y auxilia a toda la tarea que la Orden realiza.
Las invitamos a que abran su corazón y a que den sus pasos sin miedo, porque este es solo el principio.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hoy, vengo vestida con el Manto que ustedes se han colocado, para esta humilde consagración a Nuestro Señor.
Es así que hoy estoy fundando aquí, a través de su sí, la Quinta Rama de esta Orden, que son las Auxiliadoras de la Divina Misericordia de Jesús, que asumirán llevar en su mano izquierda una Alianza de madera con el símbolo espiritual de esta Orden, haciendo votos de oración, de servicio incondicional y, el principal voto que es el de la Misericordia, para poder llevar al mundo y a la humanidad lo que el mundo y la humanidad tanto necesitan.
Llevarán la misma Alianza Espiritual que llevaron las Santas Mujeres de Jerusalén que fueron congregadas por Mi Hijo y por Mí para hacer triunfar esta tarea de la Misericordia, esta Misión a lo largo de los tiempos.
Ustedes, queridas hijas, están formando parte de una historia que está siendo escrita en el Corazón de Dios, de algo que será conocido mundialmente en poco tiempo.
Ustedes son la punta de esa lanza de Amor que comienza a traspasar al mundo para que él sea curado y así todas las almas.
Mis Gracias hoy están con ustedes y, sin saberlo y sin comprenderlo, muchos dieron este gran salto hacia el Corazón de Mi Hijo, por lo cual, a través de Mí, Él les anuncia Su Gratitud.
Que Mi Amado Hijo sienta gratitud por las almas que lo sirven es algo incalculable que va más allá de este universo y de sus espíritus; gratitud por traer la paz, por traer el bien y la Misericordia para que las almas se curen en la simplicidad de la oración y en las manos que trabajan para servir al Rey.
Hoy, en esta consagración, son coronadas por los ángeles que vigilan y guardan a las almas en este sagrado propósito de vivir la redención y la conversión del corazón.
Las invito, queridas hijas, en este nuevo paso, a ser testigos de todo lo que viven, con humildad y desapego, a dar testimonio de que la fe y la confianza en Mi Hijo todo lo puede hasta el final.
Es así, queridas hijas, que les abro las puertas de Mi Corazón para acogerlas y asumirlas sabiendo que formarán parte de una congregación que se está transformando a lo largo del tiempo y que está aprendiendo, a través de sus errores, a amar a Jesús.
Dios no busca de ustedes la perfección ni tampoco el esplendor. Dios necesita que encarnen el espíritu de la humildad que le falta al mundo y que lo lleva a estar lejos del Amor de Dios.
Hoy, las consagro como parte del pueblo de Dios que está en los Cielos, formado por los Bienaventurados y por los ángeles que alaban al Padre eternamente.
Cantaremos a Dios en gratitud por esta Gracia, sabiendo que ustedes serán las principiantes, las primeras discípulas y apóstoles de Cristo, que vienen de esta humanidad herida por tantos errores y tantas incomprensiones.
Quiero que hoy sus almas asuman el voto de ser cálices para recibir el Amor de Jesús, que debe transcender las formas, las ideas, las acciones y todos los límites para que triunfe Su Reino en la Tierra por medio de las almas que se donan a Su Corazón con confianza.
Es así, queridas hijas, que, al Yo asumirlas a ustedes, Mi Hijo las estará acompañando en Su Gloria, enseñándoles día a día a despojarse de todo aquello que es viejo para que, finalmente, nazca en ustedes lo que es nuevo, lo que es parte de los Dones de Dios, de Sus Santas Virtudes, de Sus Designios y de Su Voluntad.
Hoy, serán bendecidas por el agua para purificar sus cuerpos, para que ellos estén renovados.
Hoy, serán ungidas por el aceite de la consagración, así como son consagrados y ungidos los que se entregan a Cristo de tiempo en tiempo.
Hoy, una puerta nueva se abrirá ante sus vidas y conciencias, una puerta que las guiará hacia Mi Corazón, porque Mi Corazón de Madre es el portal que las llevará a Cristo siempre.
Alégrense y lloren como las Santas Mujeres a los pies de la Cruz, por haber encontrado a su amado Esposo, que hace tanto tiempo no veían en sus caminos.
Hoy, Su Misericordia penetra sus corazones para que sus almas se vivifiquen y sean Luz en el mundo, un mundo que sufre en las tinieblas.
Mi Amado Hijo necesita de Auxiliadoras de Su Divina Misericordia porque, aunque no lo parezca, una parte de la humanidad está agonizando por su propio mal.
Sean partícipes de esta comunión interior con el Sacratísimo Corazón de Jesús que hoy les traigo y, siempre que lo sientan, repitan: Señor, Yo Confío en Ti.
Porque a pesar de lo que suceda, la confianza de Jesús en ustedes será inquebrantable, y eso significa una responsabilidad espiritual para con Dios y Su Reino.
Que esta Gracia les traiga la expiación y la renovación.
Que la Gracia del Corazón de Jesús las encienda en misericordia y piedad por el mundo.
Que así sea.
Madre María Shimani de Montserrat:
Cuando decidimos vivir para Dios, comenzamos a recibir muchas oportunidades que al principio parecen insignificantes, hasta parece una forma de pasar nuestro tiempo o de hacer cosas distintas a nuestra vida común y, poco a poco, los códigos crísticos comienzan a ingresar a nuestra consciencia de forma imperceptible hasta que comenzamos a observar nuestra vida y a sentir cosas que antes no sentíamos.
Nuestras preferencias y nuestros estados de ánimo comienzan a cambiar, encontramos en la oración una forma de vivir y, así, lentamente somos conducidos por algo invisible que nos va empujando a tomar algunas decisiones, a sentir algunas cosas.
Hasta que un día, en un total arrebato de nuestra alma, damos un paso, y después ya no podemos retroceder, no sentimos retroceder. Por el contrario, con un poco de temor nos animamos a dar otro paso, y vemos que no había nada que temer.
Así vamos dando paso tras paso, y hoy estamos aquí, dando un sí que se convertirá en algo muy importante.
María no desaprovecha ninguna oportunidad y eso nos hace confiar en que Ella, que todo lo sabe, todo lo ve y todo lo siente, nos tendió la mano. Y nosotros apretamos Su mano, cerramos los ojos y nos dejamos llevar. Ahora veremos a dónde nos lleva.
Lo único que les puedo decir es que no tengan ningún temor, porque, aunque este es un compromiso espiritual, hará que ustedes tomen algunas decisiones materiales, que sean más disciplinadas o más consecuentes con el servicio que brindan, que comprendan mejor el alcance de la tarea.
Abran el corazón a esos registros de haber acompañado al Maestro en algún momento y déjense llevar, conducir, sorprender, porque nada malo va a pasar.
Aquellas que tienen esposos materiales, no se preocupen, porque no hay ninguna contradicción. No los van a engañar, y Cristo no se va a sentir engañado por ustedes.
Vivan esta experiencia en paz y con felicidad. Con alegría interior, dejen que Cristo las ame y aprendan a amarlo sin ningún temor, sin ninguna preocupación, porque el lugar que Él ocupa en sus espíritus es único.
Realmente la Jerarquía quiere hacer de este instrumento que es la Orden, algo muy importante para la humanidad y nosotros lo debemos vivir con mucha humildad, sobre todo eso y no ponerle nuestra mente; solo humildad, sinceridad y nuestro corazón.
Esa va a ser la forma en que realmente, como dijo María, sea una congregación que está aprendiendo a través de sus errores a poder ser un instrumento de la Divinidad. Así que van a ingresar en un aprendizaje que camina a través de los errores, como toda la humanidad.
Bienvenidas y muchas gracias.
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Se comenzó con la oración “Ave Luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Inhalamos lenta y profundamente, vamos a reunir nuestras energías cada vez más, sintiendo con más intensidad nuestro interior y colocando la Presencia de la Madre que cada uno de nosotros más conoce, con la que tiene más afinidad.
Vamos a percibirla ante nosotros como si oráramos con Ella y vamos a colocar nuestra mente y corazón en Ella, en Su Amor. Vamos a unirnos conscientemente a Ella para orar por todas esas almas que Ella nos ha pedido que la acompañemos a rescatar, como si colocáramos en el plato de una balanza cada una de las cuentas y eso comenzara a equilibrar este proceso planetario.
Vamos a orar con amor, porque hoy que somos más y que sabemos de la fuerza de la oración, del poder de la oración, vamos a unirnos para que este momento sea un momento especial, único, en el que muchas almas puedan ser rescatadas de lugares oscuros, almas que están perdidas.
Y así, no solo vamos a recitar, vamos a orar verdaderamente y a colaborar, a trabajar con la Madre Universal. Vamos a hacer énfasis en prestar atención a los atributos que la Madre Universal nos trae y cuando repetimos cada atributo, lo hacemos con la intención de que se pueda plasmar en nuestras consciencias y en todas las consciencias de nuestra civilización.
Después de un tiempo, se cantó el “Ave María” mientras se continuaba orando la “Madre Universal”. Luego, comenzó a llover y todos los presentes se quedaron orando sin moverse de su lugar.
Después, Fray Elías oró tres veces el “Ave María”.
Queridos hijos, hoy los purifico con Mi Agua, para que sus corazones queden libres de manchas. Quiero que reciban esta Gracia superior para que sus corazones sean mansos y humildes.
Imiten la Luz de Mi Corazón y alcanzarán Mi Reino.
Hoy, estoy bendiciendo al mundo con una Gracia especial: la reconversión de las faltas y de las deudas; por eso, permitan que sus rostros se mojen con Mi Agua para que la Luz superior descienda y cure todo mal.
Quiero que encuentren descanso en Mis Palabras y que no se inquieten, pues están frente al Señor antes que frente a Mí.
Para que la Tercera Guerra se impida deberán orar más, deben brotar sinceras oraciones de sus corazones para que lleguen a Mí y Yo pueda interceder no solo por ustedes, sino por todos Mis hijos.
Guarden en sus corazones Mi llamado, para que puedan despertar en el fin de este tiempo. Estoy marcando la última hora de paz para todos los que la quieran recibir; por eso, hoy derramo Mis Gracias en sus corazones para que confíen en Mí y en Cristo.
Hoy, estoy orando por esta parte del mundo para que todos puedan saber Quién Soy y Quién los guía. Recuerden Mi pasaje como la Madre del Mesías, pues ahora Soy su Madre, la Madre de todos. Lleven en sus corazones la Luz de Mi Corazón para que se puedan afirmar en Él y no padezcan ante las pruebas que vendrán.
Hoy, cada uno de ustedes está respondiendo a una parte de Mi llamado, pero quiero anunciarles a los corazones cerrados que vengo en nombre del Señor a establecer Mi Paz inmaculada y el triunfo total de Mi Corazón.
Los invito a entrar debajo de Mi Manto, para que los pueda proteger y así, unidos en oración, puedan Conmigo, ayudar al mundo con fe y paz.
Hoy, vengo a anunciarles el misterio de Fátima, que ya anuncié en Medjugorje. Ahora, estoy pasando por última vez por este mundo para los que Me quieran recibir y coronar como su Madre. Calmen sus corazones, porque así no encontrarán Mi Paz, una Paz sublime que deben descubrir en este último tiempo.
Les abro Mis Brazos a todos los que Me quieran recibir en sus corazones como la Reina de la Paz. Muchas son las plegarias que recibo día a día, pero pocas son las que responderé, pues es hora de orar con firmeza para socorrer al mundo y a sus hermanos.
Aguarden Mi próxima llegada con alegría, para que sus corazones la sientan y encuentren el alivio que buscan. Hoy, puedo estar aquí entre ustedes, con esta Presencia universal, para los que quieran creer en Mi Mensaje de Paz, en un llamado redentor, en el anuncio de la apertura de una nueva puerta para los que la quieran cruzar en confianza Conmigo.
Escuchen hijos Míos, el Señor nos está invitando a perdonarnos porque estamos a tiempo; Yo seré la consejera de todos cuando nos unamos en oración por el mundo y por todos aquellos que aún no ven la Luz.
Hoy, están recibiendo Mi Gracia, pero Mi Gracia debe ir a todos por igual, también para los que no están aquí escuchando Mi llamado. Ustedes deben ser portavoces de Mi eco, para que resuene en los corazones a través del rayo de Mi Misericordia.
Reconozcan que están siendo salvos antes de que el mundo llegue a su abismo, antes de que la Ley actúe sobre la vida del mundo y sobre todo lo creado; pues el Señor quiere rescatarlos a través de Mí, por eso, Yo estoy aquí anunciando Mi Corazón Inmaculado.
Oremos por la sed que el Señor tiene por todas las almas que buscan la paz y el restauro de sus corazones caídos. Por eso, Yo vengo aquí, a esta nación, para que Mi Corazón triunfe por segunda vez y genere, con Su eco, la difusión en el mundo de Mi Mensaje de Paz para las almas que buscan alivio desde hace siglos.
Encuentren descanso en Mis Palabras y restauro en la fe que Yo les traigo de los Cielos para que puedan continuar en sus caminos hacia un despertar mayor a Mi Corazón Sagrado y al de Mi Hijo.
Están siendo llamados a beber del último resto de Misericordia, antes de que la Justicia llegue a saldar las deudas que los corazones tienen con el Creador y a establecer la armonía en el mundo.
Por eso, todos deberán orar mucho antes de la gran purificación, para que sus corazones se restauren en Mí y encuentren la paz ante las pruebas. Esta será la lección para el mundo: perdonarse por última vez.
Hoy, les entrego Mi Corazón Inmaculado para que lo lleven en sus corazones y abran el camino a los que vienen detrás de ustedes, buscando la misma cura interior que hoy Yo les estoy entregando a aquellos que la merecen por Justicia.
Por eso, intercedo ante el Señor como Madre de todos, para que Él escuche Mis plegarias, las plegarias de este mundo, de los corazones que no se encienden y que aún no encuentran a la Madre del Amor. Por eso hoy, los reúno para que escuchen la voz de Mi Corazón y encuentren el alivio que buscan, que les traigo desde lo Alto.
Eleven sus corazones hacia Mi Manto, para que Yo los pueda amparar y guiar en este último camino que todos ustedes están recorriendo.
Por eso, no deben perder tiempo en extensos pensamientos, en elogiadas ideas, en construcciones evolutivas, porque debemos orar para saciar la sed del mundo, la carencia de amor y de paz que otros no viven. Esta es Mi tarea universal: elevar los corazones hacia el Señor para que todos puedan entrar en el Reino que Yo les prometo después de este mundo.
Escuchen el eco de Mi Voz, para que resuene en lo profundo y siembre la semilla del amor que hoy les traigo. Así, podrán reconocer Mi llamado, el anuncio de paz antes de que todo llegue delante de sus ojos.
Por eso, deben aceptar las rosas de Mi Corazón, para que todo el mal se disuelva en sus seres y en sus consciencias. Es necesario abrir los corazones para comprender el gran llamado que hoy les anuncio; así, el Señor podrá disolver las faltas que todos esconden, pero que Yo veo como Madre de la redención.
Muchos permanecerán, otros caminarán por otros senderos, pero deben saber que la Voluntad es única en esta y en la otra parte del mundo que vive su propia prueba de confirmación a la Luz.
Deben tener como emblema a Mi Corazón Misericordioso para que alumbre sus caminos, caminos que deberán seguir en misión Conmigo.
Los aguardo en oración para establecer Mi Paz y escucho a aquellos que niegan Mi Voz redentora. Abro Mis Brazos para acogerlos a todos; Mi Reino está abierto a todos, a los que están aquí y a los que no están.
Si el mundo ora perpetuamente, la guerra no acontecerá. El Señor probará al mundo por última vez, para que toda la humanidad se confirme a Su Presencia, única desde los orígenes, desde el Génesis, desde el alfa, desde el corazón de la Creación. Este es el lugar de donde provengo como la Madre de la Paz, como la Señora que responde a los afligidos y a los que buscan respuestas en sus corazones.
Deberán elevarse hacia Mí, para que Yo los eleve hacia Mi Reino de Paz. Y, aunque permanezcan en este mundo que está viviendo su último ciclo, Yo estaré allí resguardando a cada corazón que se una a Mí en oración y a Mi llamado con confianza.
Oremos, porque es urgente.
Oremos, para que la Luz abunde.
Oremos por las religiones, para que se unan, como dicen las profecías de Juan, que están por cumplirse en esta última época.
Así, descubrirán que todos somos Uno en el Señor y que cada uno ha construido su camino a su entender y comprender, aunque todos vamos hacia el mismo fin: el Infinito, que es Piadoso y Misericordioso ante los hombres que viven en este mundo desde hace siglos.
Por eso, Yo los acompaño para traer Mi Luz, Mi Luz Divina, que el Señor Me ha concedido como Intercesora de las almas para que todos curen sus miserias que son profundas, las que conozco y veo. Pero no deben temer por lo que sientan; deberán temer por no orar, porque esta es la Gracia que el Señor nos ha concedido a ustedes y a Mí, como María la Madre del Redentor.
Despertemos las llamas de la oración para que todos puedan elevarse y puedan ver, brillando en sus corazones, Mi Paz profunda.
Responderé a las plegarias porque lo he prometido, pero sepan que si oramos podremos encontrar respuestas sublimes que no vienen de este mundo, sino del que Yo provengo, de la Divinidad, del Corazón de la Fuente, del Reino de Mi Paz para esta humanidad.
Recuerden que la Nueva Jerusalén vendrá descendiendo desde lo Alto para aquellos que la quieran recibir y reconocer en el misterio de Mi Faz.
Se leen las preguntas personales y la Madre Divina las responde.
Lleven la llama de Mi Ser en sus vidas para que encuentren un verdadero refugio de amor y de paz. Solo basta que oremos, este es el llamado.
No teman por lo que perderán. ¿Serán capaces de dar la vida por los otros en oración?
¿Qué más debemos esperar?
Preguntemos a nuestros corazones por su disposición ante la Obra del Señor; así, en confianza nos encontraremos.
¡Gracias por responder a Mi llamado!
Madre María Shimani de Montserrat:
La Madre Divina nos pidió que el coral cante un cántico para Ella. Por eso, vamos a permanecer en silencio mientras el coral se prepara, sintiendo todo lo que la Madre nos dijo.
Vamos a estar quietos para mantener la energía, Su energía, y vamos a escuchar con atención lo que Ella nos quiere decir a través de este cántico.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más