MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que la esperanza de Jesús colme sus corazones y que, a través de esta luminosa esperanza que proviene de Cristo, las almas reencuentren el sentido primordial de vivir en Dios y en Sus Sagrados Mandamientos.

La vida divina es regida por Leyes y es a través de la actuación de las Leyes de Dios que el equilibrio perfecto se manifiesta y todo lo que está bajo la Ley Mayor permanece en armonía.

Les digo esto, queridos hijos, para que aprendan a distinguir cuándo están en comunión con la Ley y cuándo no lo están, y esto sucederá a través de su libre albedrío. Es así que el alma sabe cuándo camina en rectitud o cuándo está desviada de su Propósito.

En estos tiempos de grandes desafíos y de situaciones impredecibles, estar bajo la Ley amparará y protegerá cada uno de sus pasos porque, ante las amenazas del mundo y de la vida, buscar, estar y permanecer en la Ley permitirá que ciertos acontecimientos no se precipiten.

Ustedes, Mis hijos, a través del escenario del planeta, pueden ver con sus propios ojos cuánto la humanidad y la vida de Mis hijos están fuera de la Ley.

Por eso, a los que son más conscientes y que tuvieron la Gracia de ser tocados por la Palabra de los Sagrados Corazones les corresponderá realizar el mayor esfuerzo de estar en la Ley y de practicarla por todos los que la transgreden o la niegan.

Por este motivo, Yo les hablé el sábado pasado sobre la obediencia, porque Mi Hijo Me lo pidió para que sus consciencias tengan presente que en estos últimos Mensajes que Yo les estoy entregando están las últimas llaves para que sus vidas sean un verdadero espejo del Cielo en la Tierra a través de la comunión con las Leyes de Dios. Muchos necesitarán de esto.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz

Mensajes mensuales
MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN BRASILIA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy, vengo a darles Mi tiempo porque lo necesitan, porque necesitan encontrar la verdad, que va más allá de las formas y de las apariencias.

Ustedes y muchos otros seres humanos, pertenecieron al pueblo antiguo de Israel, que con Moisés recorrió el camino de la liberación, de la esclavitud espiritual y material.

Pero la tarea no fue finalizada. Ustedes, como sus otros hermanos de camino, regresaron a la Tierra para terminar lo que faltó, y a cada uno de ustedes, y a cada uno de los grupos se le designó una tarea espiritual y material, la cual ante los Señores de la Ley deberían cumplir, como está dictado en el Corazón de Mi Padre.

Hoy vengo a traerles la claridad de Mis Palabras, porque la Jerarquía ya no tiene tiempo, y ese significado no es simbólico.

El Plan de Dios se repartió entre los seres y todas las criaturas que, a lo largo de los tiempos y aun después de la Ascensión de su Maestro y Señor, deberían cumplir ese Proyecto que fue pensado por el Padre.

A ustedes que están aquí les corresponde una parte de ese Plan, más allá de su situación humana, mental o espiritual; y Dios apela a que eso sea concretado, a que cada uno cumpla con su esfuerzo, con su entrega y con su dedicación, sabiendo que todo este Plan no termina solamente en lo material, sino en la concreción de lo que viene de lo espiritual y que los impulsará a vivir grandes cambios.

Sé que a veces o en muchos casos no comprenden por qué hermanos de camino partieron sorpresivamente. 

La Voluntad de Dios es la felicidad para todos los seres, no es la condenación ni el castigo. Dios acepta las ofertas de los que interna y silenciosamente se entregan a Dios por medio de la donación y de la verdad, y hace de esas ofertas milagros. Y si fuera necesario llevarlos con Él, a Su Reino, ¿acaso, eso es algo triste? 

El júbilo en sus corazones debe ser el triunfo de sus hermanos y la victoria del Amor por encima del mal. Pero deben apaciguar sus corazones, serenar sus espíritus y recibir en este momento el Amor de Dios, el que los quiere erguir hacia la Vida Mayor, hacia el entendimiento de Su Propósito y hacia todo lo que aún el Padre deberá cumplir a través de ustedes y de sus hermanos, siempre y cuando sigan Su Ley y Sus Mandamientos.

Ustedes saben que la humanidad está pervertida y el planeta sufre cada día más a través de los Reinos de la Naturaleza.

¿Quién llevará en sus espaldas este pesado madero de la Cruz que hoy quiero compartir con Mis compañeros?

¿Quién se arriesgará a salir de sí mismo, para poder vivir la vida cósmica y para poder encarnar en sí los Dones de Dios, que con urgencia deberán descender a la Tierra y a la consciencia humana, para que, como hace más y mucho más de dos mil años, el pueblo de Israel, que una vez caminó en el desierto, finalice lo que vino a cumplir en este tiempo?

Dios no les pedirá lo imposible. Dios le pedirá a cada uno de ustedes lo que en verdad le pueden dar, ese ofrecimiento de sus corazones y vidas por la Vida Mayor, que no puede desaparecer de la consciencia de los hombres y mujeres de la Tierra; porque si en este tiempo la vida espiritual se desconectara del ser humano, todo estaría perdido.

Pero aunque muchas situaciones suceden en el mundo, que ustedes desconocen completamente, tenemos un tiempo más para construir lo que la Jerarquía necesita y para elevar hacia los Cielos las aspiraciones de cada corazón humano, que con compasión y fraternidad se entrega con confianza en las Manos de Dios.

Hoy vengo a traerles este mensaje del Padre, porque Yo Me comprometí con Él para decirles la verdad y para que pueda forjar en ustedes la madurez espiritual y física que es necesaria en estos tiempos y que los ayudará a llevar el Plan adelante, sin contratiempos y sin demoras; porque lo que cada uno pueda dar, en este momento, ayudará a otro hermano en el mundo que está en la oscuridad y que deberá alcanzar la Luz del Reino de los Cielos para vivir la redención y encontrar la paz, la paz que hoy les traigo y que es inmutable.

Piensen en la posibilidad de esta Gracia. Mediten en la oportunidad que Dios les entrega. Sus caminos pueden estar llenos de muchas bendiciones y Gracias, pero deben corresponder con madurez.

Este es el tiempo de la emergencia planetaria. Este es el tiempo de colmar todo con amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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