Maratón de la Divina Misericordia
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA LA 120.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Segundo Mensaje

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Como un océano de Luz Cósmica, Yo llego al mundo para sumergir a las almas en la gran Esencia de Dios para que, en esa Esencia Infinita y Eterna, las almas reencuentren el camino hacia su origen, hacia la primera Ley y hacia el primer Propósito que los creó en este sagrado universo inmaterial.

En la unión con esa Esencia Eterna de Dios, las almas encarnadas en este mundo encuentran el camino de retorno a la Casa del Padre. A través de la puerta segura de Mi Corazón, reencuentran los Principios que emergieron y surgieron en el Origen para la manifestación y la expresión de cada esencia divina.

Por este motivo, los coloco dentro de este universo de Luz, que fue lo primero que surgió y manifestó a la Ley de la Creación, antes de que todo existiera en el sagrado universo mental. Y, en este universo material, esta Luz del Origen Divino fue la que se manifestó antes que los Padres Creadores, llamados ángeles y arcángeles.

Y hoy, la humanidad, por una emergencia y una gran necesidad, está en contacto con este patrón desconocido que es un Atributo de Dios. En verdad, fue Su primer Pensamiento, antes que se manifestara Su Proyecto en las dimensiones y en los planos de consciencia.

Es en esa Luz que ustedes conseguirán ser nada. Se sumergirán en el vacío para ser completados por las Sagradas Matrices del Todo.

Sé que hoy les hablo a través de símbolos y analogías, pero abran su corazón para que esta Ley, que hoy desciende por primera vez al planeta, toque lo más supremo de sus espíritus, para que sus espíritus puedan ser colmados por esta Luz Superior que transforma lentamente todas las formas y principios, convirtiéndolos según la Voluntad de Dios.

Es así que se consigue corregir este Proyecto Humano, a través de una representación mínima de la humanidad que le dice sí al Llamado del Maestro.

Pero hoy, no es solo Jesús, el Cristo, que está aquí con ustedes, sino Quien les habla es Su Faz de la Ascensión, aquella Faz que pudo tocar las Esferas Mayores, que fue recibida por los grandes Maestros y Jerarquías para comenzar a vivir el Gobierno Espiritual.

Porque Mi Gobierno Espiritual comienza primero a concretarse y a realizarse en el corazón de los seres anónimos, de todos los que son abnegados Conmigo y que no le temen a la rectitud de Mis Leyes, porque lo que Yo les prometo para la próxima vida es algo muy grande. Nada se asemeja a lo que viven aquí en la Tierra, en este mundo de aflicciones y de tristezas.

Yo, siendo el Hijo de Dios y la Segunda Persona de la Santísima Trinidad, encarné entre los hombres y mujeres de la Tierra para anunciar la Buena Nueva y después cargar con la Cruz de los pecados del mundo, padecer, sufrir y morir por ustedes, y luego resucitar al tercer día en Gloria.

Ustedes deben vivir la misma escuela, pero una escuela de morir primero a ustedes mismos, a todo aquello que creen y que saben, a las convicciones personales e individualistas.

Para alcanzar en la próxima vida el Reino de los Cielos, no solo deben desapegarse, sino también despojarse de ustedes mismos. Al Paraíso no se llevan las cargas de este mundo, porque sus espíritus aprenden, en esta escuela de la redención, a volar muy alto como las aves para poder fundirse en Luz con la Esencia Divina del Padre.

Esta Luz, que hoy les traigo de la Esencia Creadora, fue la misma que inspiró a los doce principales arcángeles para poder diseñar el Plan en este universo material. Plan que primero tuvo que ser impregnado por las formas mentales y ultraterrestres para que siguiera el principio del bien y de la unidad, algo que hoy no se vive en el mundo ni se ve esa unidad y ese bien en todos los lugares de la Tierra.

Por eso, compañeros, para que esta Luz Divina de la Esencia de Dios impregne las partículas más corruptas de sus seres y de los seres de la Tierra, y lo corrupto se transforme en incorrupto, primero ustedes deben dar el paso hacia la entrega total, de alcanzar el vacío de sí mismos y de vivir los diferentes grados de la renuncia, que no se trata de sacrificios ni de padecimientos, sino de un despojamiento gradual que los liberará de las formas concretas y corruptas, que conocen como amarras y prisiones espirituales.

Hoy, les presento este Mensaje aparentemente abstracto para que sus mentes y consciencias salgan de la forma normal e ingresen a la gran geometría de lo inmaterial y desconocido, de donde todo surge y se manifiesta eternamente.

Todo esto y mucho más, a través de la Esencia Divina de Dios, fue lo que su Maestro y Señor encontró cuando ascendió a los Cielos.

Y a través del sagrado ministerio de la Eucaristía, de la institución del Cuerpo y de la Sangre de Cristo para las almas, esas primeras Matrices descendieron para que después de dos mil años de ejercicios espirituales y sacerdotales, las almas y los corazones en el final de estos tiempos pudieran tener la Gracia de que en este día y por primera vez recibieran este impulso espiritual que trae Mi Faz Ascensional, para que todo tenga la oportunidad de la redención, para que siempre sepan y recuerden que hay una salida más allá del aprendizaje o de la escuela, más allá de lo que signifique o de lo que represente para ustedes.

Este es el océano de la Luz Divina de Dios que hoy invade y bendice a la órbita de la Tierra, para que todos los seres de la Tierra, toda esta humanidad, reciban la Gracia de la redención que tal vez no merecen; porque todo esto es por un motivo: por Amor.

Como esta Ley que hoy actúa a través de Mis Palabras es desconocida por ustedes, es hasta aquí adonde hoy puedo llegar, porque todo tiene su tiempo y su momento para Dios. Aunque las escuelas de ustedes sean tan diferentes, la Luz de la Esencia Divina de Dios no es selectiva, ella bendice a todas las criaturas sin excepción.

Por último, quiero decirles, para que después lo mediten, que fue esta Luz de la Esencia Divina de Dios que concedió Mi Resurrección y que Me transformó en un Ser Inmortal.
Todos los que en el tiempo pasado participaron del reaparecimiento de Cristo, después de Su Muerte y de Su Resurrección, tuvieron la Gracia de estar delante de esa Luz. Por eso, les declaro y les explico que le dije a María Magdalena que no Me tocara cuando Me vio y Me reconoció, porque todavía no había subido a la Casa del Padre.

Antes de manifestar la Creación, Dios primero pensó en Su Luz, impregnada preciosamente de Su Amor y Su Unidad para que las almas, y sobre todo las esencias, aprendieran a beber espiritualmente de Su Fuente todas las veces que fuera necesario; así como hoy ustedes están ante esta Luz que viene a traer entendimiento y sabiduría a un mundo herido.

Porque cuando Yo retorne, las bases espirituales principales del Proyecto de Dios deberán estar preestablecidas en las almas, en todos los que, a través de los tiempos, más allá de la religión o del credo, han recibido Mi Amor Crístico desde oriente hasta occidente.

Quiero agradecerles por sostener solemnemente este momento; porque Dios no es solo grandioso y poderoso, Dios es simple, es cercano, es Padre y Amigo, es un Hombro en donde uno siempre se puede recostar y son Manos de las que uno siempre se puede tomar para sentir Su Amor y Su Fortaleza.

Y ahora, celebremos la Santa Eucaristía para que las almas vuelvan a tomar contacto con esa Luz Creadora.

Recuerden su origen y principio, camino del vacío, pero camino del Todo, en donde se puede vivir la unidad basada en el Amor y en la Verdad.

Les agradezco.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Mensaje extraordinario
MENSAJE EXTRAORDINARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL MONASTERIO DE LA CONFRATERNIDAD DEL SEÑOR, GUATAVITA, CUNDINAMARCA, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Con el silencio superior que permea la Tierra, en este momento contemplamos como Jerarquía Espiritual, las decisiones internas que ya fueron tomadas y esperamos al igual que todos ustedes, los resultados de esas decisiones.

Pero lo más importante en este momento, hijos Míos, es que no se olviden de lo que se guarda dentro del mundo interno de cada uno de ustedes. Como ya se los he dicho, es la esencia de Dios la que los protegerá y los amparará en este tiempo, a pesar de lo que suceda o de lo que se presente. 

Aférrense en este tiempo a la unión predilecta con la Jerarquía Espiritual y así, sus pasos, consciencias y vidas serán guiados a través del Propósito Mayor.

Estamos reunidos próximos a la Tierra, dentro de este Sistema Solar. En este día no estoy sola, sino acompañada de muchas Jerarquías que contemplan con amor, dedicación y oración este momento planetario, especialmente este momento en Sudamérica.

Llegó el tiempo de la transición planetaria, pero de una transición más aguda y más compleja; por eso la importancia de estar en unión a la Jerarquía, para que no solo ustedes lo puedan soportar, sino que ayuden a sus hermanos a soportar estos tiempos difíciles.

El Armagedón es parte de una prueba difícil para la humanidad al igual que el Apocalipsis. Pero Yo les dije, hijos Míos, que ese Armagedón y ese Apocalipsis podrá ser más leve y pasajero para todos, dependiendo de cómo cada consciencia actúe y proceda en este tiempo. Cuanto más unidos estén a Dios y a Sus Jerarquías espirituales y universales, más pasajero y leve será ese Armagedón y ese Apocalipsis.

Ustedes y nosotros sabemos que la mayoría de la humanidad está completamente hipnotizada e ilusionada por muchas cosas y que esa situación la aleja y la aparta de Dios, día a día. 

Pero como en otros tiempos remotos, el Padre se servirá de los pequeños grupos de consciencias para llevar adelante Su Plan de Amor y de Redención, hasta que pueda regresar Su amado Hijo a la Tierra.

Yo necesito que comprendan, hijos Míos, que estos tiempos no son  normales, son tiempos diferentes a otros tiempos y a otros ciclos que vivieron las diferentes civilizaciones y las diferentes razas en la humanidad.

Este es el tiempo de cruzar el umbral hacia la redención y de poder vivir en sí mismo ese proceso de redención, para que la humanidad y la Tierra tengan una oportunidad.

Hoy Yo estoy aquí, hijos Míos, acompañando a cada uno de ustedes en el silencio y en la quietud de Mi Corazón. Yo los irradio y les doy Mis Gracias para que puedan tener mas fortaleza y para que puedan seguir adelante. No podrán sorprenderse por todo lo que verán, aunque sucedan situaciones inexplicables e inesperadas. 

La Jerarquía sabe que la humanidad no es consciente de lo que ha generado y de lo que ha producido a través de los tiempos, para llegar hoy a este momento de inflexión planetaria. Por eso les vuelvo a decir de la importancia de estar unidos a Dios y de colocar la consciencia en lo Alto, suceda lo que suceda, para que ninguno de Mis Hijos, o al menos la mayoría no sea empujada y arrastrada por la transición planetaria, por los acontecimientos que llegarán y que se desdoblarán sobre la superficie de la Tierra.

Su única fe debe estar en lo Alto, en lo inmaterial y en lo cósmico, así las corrientes del Universo llegarán en su auxilio y los llevarán a comprender todos los acontecimientos, mas allá de las situaciones que se presenten. Podrán acompañar con más madurez y determinación los tiempos difíciles y sabrán ayudar a sus semejantes.

Hay una parte que le corresponde a la humanidad; esa parte no la podemos cumplir Nosotros y tampoco podemos intervenir. Este es el ciclo en el que cada ser humano se hace responsable de sus acciones y de sus actitudes delante del momento planetario, delante de la transición de la humanidad.

Pero ahora, hijos Míos, es importante mantener fortalecida la fe y la confianza en el Padre, porque nunca les faltará la ayuda del Universo. Por alguna razón y motivo, hoy estamos aquí para acompañarlos, para sostenerlos y guiarlos.

Si sus consciencias y principalmente sus mentes se colocan en lo Alto, permitirán que los Espejos del Universo puedan refractar en la Tierra sus atributos, sus corrientes poderosas y sus códigos, para que la humanidad esté más contenida y equilibrada aunque sucedan situaciones muy complejas en este momento.

Sabemos que las grandes poblaciones de las naciones se movilizarán buscando una esperanza y una oportunidad, en otras regiones de la Tierra como ya viene sucediendo. Por eso, es también importante mantener abierto el corazón para poder percibir todas las necesidades y todas las realidades, para poder acoger y recibir a aquellos que más lo necesitan, que no tienen nada y que son el resultado de aquellos que los comandan, de aquellos que los gobiernan y que los llevan a vivir grandes y desesperados sufrimientos.

Con todos estos acontecimientos, y más acontecimientos en el planeta que ustedes, al día de hoy, desconocen y no son conscientes, es el tiempo en el que la humanidad asuma sus responsabilidades y tome una verdadera y clara decisión. De esa decisión y de esa actitud dependerá que la ayuda universal pueda seguir descendiendo hacia ustedes y hacia el mundo y que regiones del mundo, a pesar de la purificación y de la transición del planeta se mantengan protegidas para que pueda renacer y pueda resurgir una nueva humanidad. 

El Plan de la Jerarquía dependerá de la actitud de los hombres y mujeres de la Tierra. El Plan se cumplirá y ese será el objetivo de las Jerarquías Universales, aunque sea en pequeños grupos. 

La célula principal que es la familia, se debe mantener protegida, porque en los tiempos de hoy es muy interferida y muy influenciada. Así como en otros tiempos y en otras civilizaciones, la familia fue protegida y amparada, a pesar de sus pruebas y de sus sufrimientos, en este momento tan crucial, es cuando la familia se debe mantener unida a Dios y a Su Consciencia Divina, así nada externo ni nada interno la agitará.

Hijos Míos, el Proyecto Genético humano quiere ser derrotado y ya es tiempo de que ustedes lo perciban y se den cuenta de esto. Pero sus consciencias y principalmente sus corazones no deben estar colocados en ese acontecimiento, sino en el esfuerzo, en el esmero, en la dedicación, en la entrega para la realización de ese proyecto, en el día a día, por medio de sus actos y de sus obras de caridad, de servicio y de oración al Universo.

Recuerden que en este planeta, en sus mundos más internos se guardan Recintos Sagrados que podrían regenerar y reacondicionar la superficie de la Tierra; solo que el momento aún no llegó.  Es importante que la humanidad atraviese esta transición y dependiendo de sus actitudes y de sus acciones, esa transición será más leve o más fuerte.

Los hechos, los acontecimientos y las consecuencias que suceden solo son responsabilidad del ser humano, de esta raza que está en la superficie de la Tierra. 

Todo fue entregado, todo fue donado con amor y dedicación para que una civilización pudiera despuntar en los grados de amor y en la evolución de la consciencia. 

Pero aún la dualidad no fue vencida, aún la dualidad deberá ser transmutada, liberada y redimida para que el equilibrio y la armonía estén dentro de los seres y todos puedan estar en contacto con Dios y así cumplir Su Plan, Sus aspiraciones y Sus promesas. 

Llegará el momento en que Mi Hijo retornará; retornará de una forma sorprendente e inesperada. Será visto en muchos lugares del mundo, será reconocido, aunque muchos también lo rechazarán, porque Él vendrá con un aspecto desconocido y nunca antes revelado a la humanidad.

Pero llegará el momento después de Sus apariciones, después de que Su Presencia se reaproxime a la consciencia humana, que Él se mostrará verdaderamente como es, así como Él ascendió a los cielos y alcanzó Su mayor grado de evolución de consciencia y de amor.

Será el momento en el que las fuerzas del caos y el adversario serán vencidos, y el gobierno de este planeta nuevamente será concedido al Rey universal, como le fue concedido cuando Él nació en esta Tierra, entre ustedes, para traerles la buena nueva de la redención y la oportunidad de reencontrar el camino de la Luz.

Todas las Jerarquías estamos contemplando los buenos acontecimientos, hechos y pasajes que vivió la humanidad por medio de consciencias, de almas, que se ofrecieron para vivir y expresar el Amor Crístico.

Todos los que vivieron esa experiencia a lo largo de los tiempos, de las generaciones, están siendo contemplados y en este momento están ayudando en los planos internos a la consciencia humana para que sepa tomar una buena decisión y para que esa decisión repercuta en beneficio del resto del planeta.

Ahora llegó el momento de recogerse en el Corazón de Dios y de buscar, por encima de todos los acontecimientos, la esencia de la Paz.

Hoy envío este mensaje especial al mundo para que sea escuchado y recordado por todos, sabiendo que también el Universo vive una transición y que, cada día más, estamos llegando al momento más culminante, en el que todo se definirá, en el que todo quedará más claro, en el que las realidades ambiguas terminarán, y al fin podrá establecerse el Reino de Dios.

Pero para eso, muchas situaciones deberán terminar, hijos Míos. El planeta deberá expurgar lo que le pesa y todo aquello que le duele, todo aquello que ha recibido de parte del hombre de superficie a través de los tiempos.

Todo será reconfigurado, restablecido y reordenado para que pueda existir una nueva oportunidad y el Plan pueda volver a su origen, a su principio, a su esencia. Por eso, los movimientos serán fuertes, serán determinantes e inesperados. 

Para eso, a través de los años y de los últimos tiempos los hemos preparado, la Instrucción ha sido su llave para vivir estos tiempos de Armagedón y para estar, por medio de la palabra de la Jerarquía, unidos al Plan de Dios y a Su Consciencia Divina.

De una forma extraordinaria, envío estas palabras al mundo y especialmente a aquellos que sostienen las Islas de Salvación a fin de que los códigos, atributos, dones y virtudes permanezcan presentes en la superficie de la Tierra; y para que aquellos que sufren, que padecen y que no tienen nada, puedan saber algún día que el Amor, el Amor de Dios no se disolvió del corazón de los hombres y de algunos lugares de al Tierra. Que el Amor puede reconstruirlo todo, el Amor puede renovarlo todo, que el Amor de Dios los puede liberar y salvar.

Les dejo la Luz de Mi espíritu y de Mi alma para que sean conducidos y por encima de todo se establezca la paz y la unidad. 

En nombre de la Fuente inmaterial del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; en nombre de los Gobiernos y Consejos que guían y conducen a este y a otros Universos; en nombre de la Confraternidad y de la Hermandad Celestial que acompaña a esta raza hace mucho tiempo; en nombre de la Voz del Padre que reverbera y repercute como un eco a través de Sus Mensajeros; Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Y juntos oremos para que se cumpla el Plan de Dios, para que se establezca Su divino Propósito. Oren Conmigo, hijos Míos:

Señor,
que se cumpla el advenimiento de la nueva raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio
 y que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu nombre y
glorificar la perfecta unidad.
Amén.
(se repite tres veces)

Y elevo, hijos Míos, estas oraciones al Cielo para que el Padre las escuche y en respuesta haga descender Su infinita e inconmensurable Misericordia.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Aparición reservada de Cristo Jesús en Guatavita, Cundinamarca, Colombia, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús, para el Sagrado Llamado

 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy vengo a este planeta en compañía de los doce Resplandecientes, en compañía de los Hellel, para que junto Conmigo, Ellos deliberen los próximos pasos de la humanidad y de este proyecto genético, el cual aún deberá alcanzar la realización de la Voluntad de Dios y el cumplimiento del Plan.

Meditamos y reflexionamos desde las esferas superiores de consciencia. Nos aproximamos a la Tierra, nos acercamos a la humanidad para que espiritualmente sea ayudada a poder despertar y tomar consciencia de este momento y de este tiempo agudo, que todos atraviesan.

Esa reflexión y meditación parte de un Pensamiento Divino, de una Voluntad Mayor, de intentar hacer retomar a la humanidad lo que una vez perdió, retornando al camino de Dios y hacia Su Divino Pensamiento para que, a pesar de los errores y de los hechos cometidos, se pueda volver a sembrar en la consciencia de los seres, lo que Dios tanto esperó y espera que se realice sobre la superficie de la Tierra.

Este pequeño planeta, por más pequeño que sea, es importante para Dios porque desde aquí deberán surgir los Nuevos Cristos, aquellos que portarán en sí mismos la semilla del Amor de Dios, ofrecida a través de la experiencia vivida por su Maestro y Señor en la Tierra durante Su vida pública, Su Pasión, Su Muerte y Resurrección, hasta el momento de Su Ascensión.

Todos esos códigos, todas esas experiencias vividas, todos los méritos alcanzados por su Maestro, el Cristo, Él intentará nuevamente volcarlos y derramarlos como Luz sobre el mundo, y especialmente, sobre aquellas esencias que, a pesar de sus imperfecciones y pruebas, se ofrecen fielmente para la realización del Proyecto Redentor, Proyecto que recién ha comenzado, Proyecto Redentor que acompañará la transición de la humanidad, las consecuencias que ella viva y las decisiones que ella toma, todo lo que influye en la realización divina de la Voluntad de Dios.

Pero no pierdan las esperanzas ni las aspiraciones de ver, en el futuro próximo, el surgimiento de una nueva humanidad que finalmente cumplirá las leyes, vivirá los mandamientos y celebrará, en alegría y en júbilo, la Presencia de Dios en la vida de cada ser.

Los Hellel representan no solo la Luz de Dios para los planos y los Universos, sino también representan esa máxima Voluntad que viene de la Fuente, que es inmaterial y divina.

Ellos son los portadores de las más grandes aspiraciones de Dios y son los encargados, después de Cristo, de cumplirlas y realizarlas en el Universo espiritual, mental y material.

Desde ese Universo espiritual, desde donde emana la Fuente del Amor, de la unidad y de la verdad, surgen los impulsos para que los espíritus que ya están experimentando la evolución y el despertar y, también, para aquellos que en los próximos tiempos surgirán de nuevas Fuentes del Universo y vivirán también la Escuela del Amor y del Perdón para que todos puedan aprender a encarnar, en sí, esa Voluntad Divina que nace de la decisión interior de estar en Dios y de cumplir Su gran aspiración, que es ver a Sus hijos felices, alegres, en adoración y en honra a Su Presencia, para que esa comunión y esa unión con el Universo se establezca, primero en cada ser, para después poder expresarse en la superficie de la Tierra.

Como Consejeros del Universo, como aquellos que llevan adelante las decisiones de Dios y las cumplen, a través de Sus pedidos, sabemos que la humanidad está en un punto muy difícil y crucial.

Pero si esa fe que nace del corazón, que cree y tiene convicción en el Padre Eterno siempre estuviera presente, no hay qué temer porque Dios a lo largo de los tiempos siempre se presentó y se manifestó a través de pequeños grupos, para que ese Proyecto que Él quiere alcanzar y realizar a través de Sus hijos pudiera concretarse.

Por eso siempre que surge una nueva civilización, siempre que se manifiesta una nueva raza, existen grupos de almas que son convocados por el Universo de Dios para llevar adelante Su Voluntad de una manera más próxima y cercana a la realidad planetaria.

Pero no es algo material, compañeros, no es algo visual, ni concreto. Es algo profundamente espiritual; es a través de esa unión íntima de las almas, de los espíritus, de las esencias con la Consciencia Divina; es entablar ese contacto y esa comunicación con lo Alto, sabiendo que el Padre siempre está allí y que Sus hijos también lo están, para poder vivir de una forma simple y humilde Su Voluntad.

La humanidad no coloca atención en lo que eso significa y en la importancia que tiene, porque exige de cada consciencia vivir un cambio y una transformación.

Es la propia Voluntad Divina, es la propia energía de la Fuente inmaterial de Dios que impulsa no solo a la voluntad, sino también a la transformación y a la redención de los seres. Y cuando eso sucede, cuando esa transformación se presenta y esa purificación se manifiesta es señal de que esa Voluntad se está concretando, más allá de las formas, de las apariencias o de los hechos.

Por eso, las almas que aspiran a vivir en Dios nunca pueden perder de vista ese conocimiento y esa instrucción que los llevará siempre a poder renovarse, en nombre de muchos seres, de muchas consciencias que duermen, que están en la ilusión, que no quieren ver a Dios y lo ofenden.

Será ese amor en el corazón que aspira a Dios, el que permitirá sostener en este tiempo al planeta y a la humanidad, por más que sea un amor imperfecto. Debe ser un amor verdadero, aunque no sea maduro, que se ofrezca incondicionalmente a suplir la necesidad de la humanidad, su gran necesidad espiritual e interna para que la Luz no se apague, para que la Luz prevalezca y reine por encima de todas las dimensiones y de los planos; esa Luz que proviene también de la Fuente de Dios, tan semejante a la Luz del Sol que los nutre y les da vida.

Aunque no tengan consciencia de las decisiones de Su Maestro, junto a los Resplandecientes, colóquense siempre en esa actitud de vivir la renovación por medio de la transformación, de la purificación y de la redención. Porque así, compañeros, Me estarán testimoniando en este momento agudo del planeta, en el que todo lo que hace el ser humano de superficie es muy grave. Por eso, entre pocos, entre los más silenciosos e imperceptibles, Dios realiza Su Plan y Su Voluntad.

Así como Él lo hace, con Sus arcángeles, ángeles y Jerarquías, sosteniendo por amor lo que es insustentable, para que las almas puedan tener una oportunidad de renacimiento en el Amor y en la Gracia, para que puedan volver a ser ungidos por el Espíritu Santo y se rediman reconociendo no solo sus errores, sino también sus virtudes y dones que una vez fueron desperdiciados para que, ahora, por medio de esa Gracia especial, sean colocados al servicio del Padre Eterno.

Solo necesito que nunca se olviden de lo que hay dentro de cada ser que es la Esencia de Dios, la que los ayuda a comunicarse con el Universo y con toda la existencia, la que los impulsa por medio de sus almas a vivir el Plan y la Voluntad Divina.

Por encima de toda adversidad, tribulación u oscuridad recuerden esa Esencia Divina y comprométanse a protegerla y a cuidarla de ustedes mismos y del mundo, para que más Luz y más Amor del Universo esté presente en este momento en la Tierra, que sea emanado e irradiado hacia todas las consciencias y hacia todos los lugares, en donde se necesita del Amor, de la Misericordia y de la Paz.

Cada vez, compañeros, que venimos hacia su encuentro reencendemos, nutrimos y alimentamos de Luz Divina esa Esencia que está dentro de cada uno de ustedes, para que sea el Amor el que crezca en ustedes y no la ignorancia.

Den valor a esa preciosa Esencia que Dios les dio y sabrán cómo atravesar estos tiempos y cómo soportar estos momentos de inflexión planetaria; y se ofrecerán así como Yo Me ofrecí por ustedes y por el mundo, para poder curarlos con Mi Sangre y para poder purificarlos con Mi Agua.

Revivan ese compromiso recordando Mi Pasión y, de allí, tendrán fuerzas internas para atravesar este momento planetario. Aún hay mucho por hacer. Aún hay mucho por realizar.

Ocúpense de lo esencial, de lo que cada uno vino a cumplir y a aportar en este tiempo, y de lo demás se ocupará Dios, el Universo y, así, su cura y su redención se alcanzará y seguirán evolucionando y profundizando no solo en el conocimiento universal, sino también en la comprensión y en la sabiduría infinita de la Voluntad Suprema.

Hoy bendigo al mundo de una forma especial, en la Presencia de los Resplandecientes, los Hellel, para que las almas sean ayudadas internamente a tomar sus decisiones y a dar sus pasos en dirección al portal de la redención.

Yo les doy la Paz para que la vivan y la compartan en donde sea más necesario y urgente.

Les agradezco por acompañarme en este tiempo.

Y no se olviden de su Esencia Divina y Solar que está en ustedes para ayudarlos a vivir la redención.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE LA 75.º MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA, EN LA CIUDAD DE MANAOS, AMAZONAS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Antes de que Dios existiera, en Su Esencia Divina, Él ya había pensado en la Creación. Con esto quiero que comprendan la infinidad de Su Amor y de Su Misericordia para con Sus hijos de esta humanidad.

Si Él, antes que existiera, pensó en la Creación, ¿qué fue lo que lo movió para llevar ese pensamiento adelante, para sentir en Su Corazón, profundamente espiritual, que debería existir una Creación tan vasta e infinita que aún el ser humano de superficie no conoce?

Y dentro de esa Creación y de esa infinidad deberían manifestarse los Reinos, las civilizaciones y toda la vida que aún el ser humano desconoce, incluso en este presente, en esta actualidad.

¿Saben cuál fue ese impulso que movió a Dios, desde Su esencia divina, para poder manifestar la Creación?

Fue el Amor. Un Amor eterno que es inextinguible, un Amor que nunca muere, un Amor que renueva, que transmuta y que libera, que trae a la consciencia de los hijos de Dios la oportunidad de encontrar el bien y la sabiduría.

Ese Amor es lo que ha traído al Hijo de Dios hasta aquí para poder contarles estas cosas y para que perciban, en este momento, la importancia de cuidar y de proteger la Creación; en este caso, compañeros, de este planeta y de este proyecto humano, que aún no concluyó, que aún camina hacia la redención y que deberá definirse para poder ingresar en una nueva etapa.

Dios sabía desde el principio, dentro de las probabilidades del Universo y de los aprendizajes de todos Sus hijos, que este momento actual de la humanidad podría llegar. El Padre ya lo sabe todo, Sus hijos son los que no saben nada. Por eso deben confiar en el Padre Eterno, porque existe una Voluntad Mayor que no solo los rige, sino que también los guía para el cumplimiento de un propósito, de un destino y de una misión que aún no está al alcance de todos.

Ustedes deben confiar, compañeros, así como confió el Hijo del Padre, hasta el último momento, en la Cruz, en lo alto del Monte Calvario, en el que en el mayor sufrimiento y agonía, el Hijo de Dios no dudó, confió en la Voluntad Divina, en el destino de ese propósito.

Y así se cumplió lo que Dios tanto esperaba: que Sus hijos de la Tierra aprendieran del Amor de Dios con el Dios mismo encarnado en la Persona del Hijo que es lo que lleva en este momento, compañeros, a que Yo esté aquí en este momento con ustedes, pronunciándome a la humanidad entera, sabiendo que como raza enfrentan un momento crucial y definitivo, en el que en la gran prueba de sus vidas deberán definir qué es lo que triunfará: el amor o prevalecerá la indiferencia. Esto también es para con toda la Creación, no solo con sus personas humanas, sino también para con los Reinos de la Naturaleza.

El ser humano de superficie aún no aprendió a vivir en equilibrio con la Creación; abusó completamente de la Creación y la explotó, y lo continúa haciendo. Pero eso no podrá seguir siendo así, existe un límite y también existe un final.Yo vengo aquí para que ese final no llegue, para que tomen consciencia no solo ustedes que están aquí viviendo el crecimiento espiritual y la entrega, sino que también tomen consciencia todos sus hermanos, aquellos que están más dormidos e hipnotizados por el mundo.

Por eso, compañeros, hoy su compromiso se amplía no solo en la vivencia de su misión espiritual, sino en el servicio incondicional para con el semejante que también debe tener la oportunidad y la gracia que ustedes tuvieron. Porque cuando ese final se aproxime ya no habrá más tiempo.

Por esa razón Yo estoy aquí. No solo para estar ante ustedes, para seguir bendiciéndolos y consagrándolos, para llevarlos a Mi Corazón y al centro de Mi Ser, sino también para decirle al mundo que aún queda un poco de tiempo para poder cambiar y ampliar la consciencia hacia lo que verdaderamente significa este proyecto sagrado de Dios, no solo en este planeta sino en otros.

Toda la Creación está atenta al movimiento y a la acción de la humanidad. Tengan fe de que si cambian de corazón y trascienden las resistencias, Dios siempre los acogerá y los recibirá, y será una respuesta tan verdadera y profunda que les permitirá ver cosas más profundas de las que hoy ven que les permitirá comprender la realidad de estos tiempos, así como lo comprende y lo ve la Jerarquía.

En este momento, no hay más nada que tengan que hacer sino responder al llamado de Dios y colocar dentro del centro de sus seres la situación de este planeta y de esta raza, para que aún más el Amor, la Paz y la Misericordia puedan redimir y transformar a las consciencias que lo necesitan.

Por eso hoy les traigo, por encima de Mi Presencia y de Mi Ser, la gran bóveda de la Creación Universal, donde mora el Pensamiento Divino que los creó y el sentimiento más profundo de Amor que los manifestó.

En esa bóveda de la Creación Universal se encuentra el sagrado conocimiento, ese conocimiento que espiritualmente los alimenta hasta este momento, ese conocimiento que fue conocido no solo por los patriarcas y los profetas, sino por muchas civilizaciones que pasaron por este planeta.

Ustedes, como proyecto humano actual de la humanidad, deben tener presente que son parte de una historia que se está escribiendo y que esa historia que debe ser pura y sagrada, por la transformación y la redención de sus vidas, debe estar dentro de ese gran conocimiento universal, dentro de la esfera de la bóveda sagrada de Dios, en donde el conocimiento universal se expresa e impulsa, tanto a ustedes como a otras civilizaciones, no sólo alcanzar el despertar y la evolución, sino las diferentes escuelas de los grados de amor.

Si al día de hoy no consiguen amar al semejante, comiencen a amar a los Reinos de la Naturaleza. Sírvanlos, dónense, entréguense a ellos, expresen su amor a ellos y podrán expresar su amor a todos sus hermanos y descubrirán, compañeros, que no existirán diferencias ni tampoco límites para poder expresar ese amor que primero los transformará a ustedes mismos y después transformará a todo a su alrededor.

Alivien a los Reinos de la Naturaleza y cada situación que encuentren en sus caminos, resuélvanla, atiéndanla, asistan a los Reinos menores, den alivio al sufrimiento, así como Dios les da a ustedes Su Misericordia y el mundo se transformará, el proyecto no terminará, la evolución de la raza continuará y los soles en la Tierra brillarán, así como brilla la esencia de los Reinos que, a pesar de padecer y sufrir por la mano del hombre, se donan incondicionalmente a ustedes sin dejar de expresar la devoción y la belleza de Dios.

Quiero decirles, con seriedad, que hoy están ante el mismo momento en que estuvieron Adán y Eva. Es como si estuvieran en el Génesis, en el Principio, en el momento más culminante de tomar una gran decisión que no solo influenciará sobre sus vidas sino sobre la vida de todo el planeta y sobre la vida del resto de la humanidad. Pero esta decisión no es individual, es de toda la raza, de toda el alma grupo que conforma el Reino Humano. Esa decisión también influenciará a los Reinos menores para que puedan o no continuar en la superficie de este planeta, porque lo que primero Dios protegerá es lo que Él creó antes que el hombre.

La vida en otros Universos puede regenerarse, los Reinos en otros lugares de la galaxia pueden expresarse. Muchos de ellos se ofrecieron antes que ustedes para estar presentes en este planeta azul, en el extremo de este Universo local y de uno de los brazos de esta galaxia. De lugares tan lejanos y profundos del Universo, los Reinos menores, los llamados Reinos de la Naturaleza llegaron aquí a pedido del Creador para manifestar la vida, la belleza, la devoción, el amor y la pureza para cada uno de ustedes.

De esa forma están ante una gran decisión, que errores milenarios que cometió la humanidad y que sigue cometiendo en esta actualidad puedan ser perdonados y los errores puedan ser absueltos por la mano piadosa de Dios, por la intervención de la divina e insondable Misericordia de Mi Corazón.

Pero si esa respuesta que debe ser una afirmación de cada uno de sus corazones para con el Proyecto de Dios y los Reinos de la Naturaleza fuera débil, las leyes se mostrarán. No solo hablo para ustedes, hablo para el mundo entero, para todos los que deben aprender a respetar la naturaleza y la Creación que Dios les entregó.

Sean conscientes de sus acciones, de sus movimientos para no herir más a la Creación. Y así el planeta que sufre en su profundo silencio, se autotransmutará y le dará nuevamente una oportunidad al hombre de superficie.

Tal vez no conseguirán que cientos de hombres o gobiernos dejen de talar los árboles. Pero si su actitud y su decisión interior fuera verdadera, darán oportunidad y mérito para que esas almas, tan pecadoras e ignorantes, reciban la oportunidad de tomar consciencia de lo que están haciendo y de revertirlo para siempre.

Todo lo que Yo les entrego es un ejemplo. La situación es más profunda de lo que parece y la gravedad es más amplia de lo que se ve, porque no solo es algo material, sino también espiritual. Y en lo espiritual que es inmaterial, el hombre de superficie, toda la humanidad, no puede perder el contacto con Dios porque así se perdería el proyecto. Por eso, amen con mayor amplitud a los Reinos de la Naturaleza y así aprenderán a amar a sus hermanos, sostener y soportar  la condición humana y las acciones que cometen muchas naciones, por ignorancia y en contra de la evolución.

En este momento, ante el Padre Celestial, vengo a establecer una amnistía que durará algunas horas para que las almas en los planos internos, en cualquier lugar de la Tierra que se encuentren, tengan el tiempo necesario para poder tomar una decisión que cambiará o no el rumbo de la humanidad.

Para que esa amnistía sea concedida al mundo entero en nombre de todos los que en este momento se unieron, más allá de su religión o de su credo, por la Creación y la Naturaleza de este planeta ofreceré la consagración de los elementos, para que esa amnistía sea concedida a los seres internos y en una profunda reflexión, en una profunda introspección, la decisión sea tomada y que desde lo que hizo Adán y Eva hasta el presente sea absuelto por el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Todo el Universo estará atento al movimiento de los planos internos y de la decisión que las almas tomen durante las próximas horas, porque es una decisión universal.

Nos podemos poner de pie.

Delante de la Iglesia Espiritual de Dios, por intermedio del Divino Hijo, renovaremos nuestros votos y afirmaremos nuestra fe por el cumplimiento de la Sagrada Voluntad en la consciencia humana y en el planeta. Amén.

Así como en el altar se ofrece el pan y el vino que se convertirán en el testimonio del Amor de Cristo, por medio de Su Cuerpo y de Su Sangre, nos ofrecemos sinceramente en este momento ante el Creador para que Él nos revele Sus misterios y nos conduzca a través de Su Voluntad. 

Hacemos nuestra oferta interna ante los portales del Cielo. 

Y en nuestro interno, contemplamos la majestuosidad del Amor de Jesús, no solo en Sus Palabras sino también en Su Presencia, en Su Presencia espiritual.

En este momento, vamos a revivir el sacrificio y la Pasión de Jesús, el legado de Amor y de redención que Él dejó para la humanidad, a través del Sacramento de la Eucaristía.

Aquellos que puedan se colocan de rodillas.

En aquel tiempo, nuestro Señor estaba reunido con los discípulos celebrando la institución de la Eucaristía. Después de haberles lavado las manos y los pies y de haberlos reunido a Su alrededor en un profundo silencio y amor, en unión con cada uno de los suyos, Él tomó el pan, lo elevó para que el Padre lo bendijera, lo partió y lo entregó a Sus apóstoles diciéndoles: "Tomen y coman, este es Mi Cuerpo, que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados".

Escuchamos las campanadas. 

Repetimos juntos:

Te alabamos Señor y te bendecimos.

Juntos: 

Te alabamos Señor y te bendecimos.

Te alabamos Señor y te bendecimos. Amén.

Enseguida Él tomó el Cáliz entre Sus Manos y en la expresión de un profundo Amor por ese sacrificio que viviría, Él lo elevó para que el Padre lo bendijera, enseguida lo entregó a Sus apóstoles diciéndoles: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza, que será derramada por su Señor para la remisión de las faltas. Hagan esto siempre en memoria Mía".

Juntos:

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Amén.

En unión al Sagrado Corazón de Jesús vamos a repetir la oración que Él nos enseñó, para terminar de consumar esta consagración: Padre Nuestro (en portugués).

Vamos a cubrir los elementos.

Sepan, compañeros, que todo lo que haga el ser humano en este tiempo influenciará mucho más al Universo de lo que parece. Por eso el Padre envía a Sus Mensajeros Divinos, para que Su Sagrada Palabra sea escuchada y ella resuene en los corazones, a fin de que las almas se animen a dar los pasos que son necesarios en el camino de la transformación, de la fraternidad y de la paz.

Por eso, les dejo Mi Paz y establezco esta Paz en este primer día sobre toda la sagrada Amazonía, en donde muchos Reinos desconocidos por ustedes, por intermedio de la oración del corazón que hoy fue realizada, fueron profundamente aliviados y rescatados a fin de tener una nueva oportunidad en la escuela de la evolución espiritual.

Que la paz esté en ustedes y que la paz sea compartida por donde vayan.

Que esta corriente de paz despierte a los corazones y traiga sabiduría a los que gobiernan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

En Mi Presencia y en unidad con la Creación universal se darán el saludo de la paz.

¡Les agradezco!

Apariciones extraordinarias
DECIMONOVENA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 17:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Mientras un grupo construía el jardín de rosas pedido por la Madre Divina en Su Aparición matinal, otro grupo oraba debajo de un naranjo cercano, a algunos metros del Naranjo de las Apariciones. Durante la oración, la Madre Divina apareció. Fray Elías se puso de pie y le transmitió algunas palabras al grupo reunido.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina apareció con Su Faz de Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Tenía una estola con una cruz de brazos iguales en cada extremo.

Nos dijo que hoy nos entregaba una parte de Su Manso Corazón para que lo sembremos en nuestros corazones.

Nos dijo también que el mal genera confusión en los corazones, pero que cuando Ella llega, todo eso se disipa en Sus hijos. Esa es una lucha constante que se vive entre dos reinos.

Pidió que esta oración, el Ave Luminosa, se cante durante el Encuentro General en la Comunidad-Luz Figueira. Que lo único que se va a extraer de esa oración es la palabra “amén”, que no se cantará.

Nos dijo que ha abierto Su Reino aquí, para que lleguen todos los corazones, para que lleguen todos Sus hijos, y que cada uno sabrá qué parte deberá llevar de Su Mensaje.
 


Les estoy abriendo las puertas de los Cielos a los corazones dormidos y a los que no confían en Mi Voz. A través de Mis Palabras, emito Mi Voz a todos.

Gracias por responder a Mi Llamado y por concretar estas Obras de Dios. Gracias por transmitir Mis predilectos Mensajes, inclusive a aquellos que no los comprenden y que no sienten lo que aquí está sucediendo.

Lo importante para todos ustedes será mantenerse siempre unidos en la Paz, en la Comunión de Cristo, en la Luz de Mi Corazón, para fortalecerse ante los enfrentamientos del mal. Sepan que, si están unidos a Mi oración, Mi espada de Luz, Mi espada de Paz y la espada de plata del Arcángel Gabriel estarán frente a ustedes para resguardarlos.

Que ninguna nube interior los rodee, la llamada tiniebla que es el caos que sofoca al mundo. Oren Conmigo, dejen todo lo que están haciendo, para que sus corazones se iluminen y así se detenga el mal, porque donde Yo reino, prevalece la Luz del Padre.

Acepten Mi Amor, por más que no lo hayan sentido, y si aún no Me han visto, aquí Me tienen.

Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad, que les trae la Paz de los Cielos y el Amor incondicional de los ángeles, querubines y serafines, los que Me recibieron en la Asunción de Mi Cuerpo y de Mi Alma, cuando llegué al centro de esta Galaxia, para aprender a vivir el Amor Universal.

Como Mi Esencia es parte de una Fuente de donde brota el manantial de vida para las almas que están en este y en otros mundos, hoy les doy Mi Paz y Mi Amor para que nutran sus corazones y para que sepan que cuando están Conmigo, están con Dios, están en contacto con Mi Fuente, Mi Fuente de Luz, Mi Fuente de Redención.

Yo Soy la Señora que trae a esta Tierra y a este pueblo de Uruguay, así como a todas las naciones hermanas, el lema de la redención a través de la Trinidad y de la Luz del Padre en este tiempo.

El Arcángel Gabriel Me acompaña en esta tarea y enciende los núcleos de los corazones, para que reverberen en el Amor que les estoy irradiando desde hace siglos. Me han conocido como María, la Madre del Mesías; hoy Me conocen como la Reina de la Paz, la Divina Concepción de la Trinidad, la Madre Universal de las criaturas, el Manto de la Paz, y también como la Llama del Amor Inmaculado.

Hoy, les dije que estudien el capítulo 5 del Apocalipsis de Juan. Ese mensaje es simbólico para sus mentes. No desistan, necesito que abran sus sentidos, los sentidos internos, que se unan a Mi Amor y a Mi Luz, para que comprendan lo que todo eso quiere decir. Esa parte de la historia está llegando de una forma que los corazones no perciben, pero sí lo sienten cuando oran Conmigo.

Vayan en paz y reúnan a los corazones para que escuchen Mi Mensaje. Reúnan a los corazones que residen en este lugar y a los que el Cielo les está confiando una promesa que no es de la Tierra, que es una promesa divina que hace fluir Luz a los corazones para que estos reconozcan la Voluntad Mayor.

Quiero pedirles a todos que hoy escuchen Mis Palabras, para que comprendan lo que estoy haciendo aquí como Madre y Señora de la Divina Concepción de la Trinidad.

Ha llegado la hora de que Mi Corazón triunfe en este lugar por segunda vez, y que el Propósito, que no es Mío, sino que viene desde lo más Alto, pueda descender a sus consciencias, a sus comprensiones, por intermedio de Mi Consciencia Universal.

Aurora en estos días se ha vuelto refugio de Mi Corazón, y todos aquellos que acompañan esta Obra, que es Celestial y Divina, que están aquí desde hace tiempo, cumplen este Propósito y responden a Mi Voz como Madre de todos.

Que los santos y ángeles, consciencias resplandecientes, seres que han aprendido en el amor y en la humildad, lleguen a sus corazones, para que en ellos reconozcan el camino que es único y que los lleva a Mí, que los lleva a Cristo, que los lleva al Omnipresente Señor que está en los Cielos.

Muchos vendrán aquí en busca de milagros y curas, pero Mi tarea aquí es la redención, la apertura del corazón, rasgar los velos que están ocultos, abrirlos a la Luz y colocar Luz en donde todo está oscuro.

Esta es Mi tarea sobre esta Nueva Aurora; que es, en este lugar, el amanecer a través de Mí.

Gracias por responder a Mi llamado.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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