Apariciones extraordinarias
DECIMONOVENA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 17:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Mientras un grupo construía el jardín de rosas pedido por la Madre Divina en Su Aparición matinal, otro grupo oraba debajo de un naranjo cercano, a algunos metros del Naranjo de las Apariciones. Durante la oración, la Madre Divina apareció. Fray Elías se puso de pie y le transmitió algunas palabras al grupo reunido.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina apareció con Su Faz de Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Tenía una estola con una cruz de brazos iguales en cada extremo.

Nos dijo que hoy nos entregaba una parte de Su Manso Corazón para que lo sembremos en nuestros corazones.

Nos dijo también que el mal genera confusión en los corazones, pero que cuando Ella llega, todo eso se disipa en Sus hijos. Esa es una lucha constante que se vive entre dos reinos.

Pidió que esta oración, el Ave Luminosa, se cante durante el Encuentro General en la Comunidad-Luz Figueira. Que lo único que se va a extraer de esa oración es la palabra “amén”, que no se cantará.

Nos dijo que ha abierto Su Reino aquí, para que lleguen todos los corazones, para que lleguen todos Sus hijos, y que cada uno sabrá qué parte deberá llevar de Su Mensaje.
 


Les estoy abriendo las puertas de los Cielos a los corazones dormidos y a los que no confían en Mi Voz. A través de Mis Palabras, emito Mi Voz a todos.

Gracias por responder a Mi Llamado y por concretar estas Obras de Dios. Gracias por transmitir Mis predilectos Mensajes, inclusive a aquellos que no los comprenden y que no sienten lo que aquí está sucediendo.

Lo importante para todos ustedes será mantenerse siempre unidos en la Paz, en la Comunión de Cristo, en la Luz de Mi Corazón, para fortalecerse ante los enfrentamientos del mal. Sepan que, si están unidos a Mi oración, Mi espada de Luz, Mi espada de Paz y la espada de plata del Arcángel Gabriel estarán frente a ustedes para resguardarlos.

Que ninguna nube interior los rodee, la llamada tiniebla que es el caos que sofoca al mundo. Oren Conmigo, dejen todo lo que están haciendo, para que sus corazones se iluminen y así se detenga el mal, porque donde Yo reino, prevalece la Luz del Padre.

Acepten Mi Amor, por más que no lo hayan sentido, y si aún no Me han visto, aquí Me tienen.

Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad, que les trae la Paz de los Cielos y el Amor incondicional de los ángeles, querubines y serafines, los que Me recibieron en la Asunción de Mi Cuerpo y de Mi Alma, cuando llegué al centro de esta Galaxia, para aprender a vivir el Amor Universal.

Como Mi Esencia es parte de una Fuente de donde brota el manantial de vida para las almas que están en este y en otros mundos, hoy les doy Mi Paz y Mi Amor para que nutran sus corazones y para que sepan que cuando están Conmigo, están con Dios, están en contacto con Mi Fuente, Mi Fuente de Luz, Mi Fuente de Redención.

Yo Soy la Señora que trae a esta Tierra y a este pueblo de Uruguay, así como a todas las naciones hermanas, el lema de la redención a través de la Trinidad y de la Luz del Padre en este tiempo.

El Arcángel Gabriel Me acompaña en esta tarea y enciende los núcleos de los corazones, para que reverberen en el Amor que les estoy irradiando desde hace siglos. Me han conocido como María, la Madre del Mesías; hoy Me conocen como la Reina de la Paz, la Divina Concepción de la Trinidad, la Madre Universal de las criaturas, el Manto de la Paz, y también como la Llama del Amor Inmaculado.

Hoy, les dije que estudien el capítulo 5 del Apocalipsis de Juan. Ese mensaje es simbólico para sus mentes. No desistan, necesito que abran sus sentidos, los sentidos internos, que se unan a Mi Amor y a Mi Luz, para que comprendan lo que todo eso quiere decir. Esa parte de la historia está llegando de una forma que los corazones no perciben, pero sí lo sienten cuando oran Conmigo.

Vayan en paz y reúnan a los corazones para que escuchen Mi Mensaje. Reúnan a los corazones que residen en este lugar y a los que el Cielo les está confiando una promesa que no es de la Tierra, que es una promesa divina que hace fluir Luz a los corazones para que estos reconozcan la Voluntad Mayor.

Quiero pedirles a todos que hoy escuchen Mis Palabras, para que comprendan lo que estoy haciendo aquí como Madre y Señora de la Divina Concepción de la Trinidad.

Ha llegado la hora de que Mi Corazón triunfe en este lugar por segunda vez, y que el Propósito, que no es Mío, sino que viene desde lo más Alto, pueda descender a sus consciencias, a sus comprensiones, por intermedio de Mi Consciencia Universal.

Aurora en estos días se ha vuelto refugio de Mi Corazón, y todos aquellos que acompañan esta Obra, que es Celestial y Divina, que están aquí desde hace tiempo, cumplen este Propósito y responden a Mi Voz como Madre de todos.

Que los santos y ángeles, consciencias resplandecientes, seres que han aprendido en el amor y en la humildad, lleguen a sus corazones, para que en ellos reconozcan el camino que es único y que los lleva a Mí, que los lleva a Cristo, que los lleva al Omnipresente Señor que está en los Cielos.

Muchos vendrán aquí en busca de milagros y curas, pero Mi tarea aquí es la redención, la apertura del corazón, rasgar los velos que están ocultos, abrirlos a la Luz y colocar Luz en donde todo está oscuro.

Esta es Mi tarea sobre esta Nueva Aurora; que es, en este lugar, el amanecer a través de Mí.

Gracias por responder a Mi llamado.