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Yo vengo al mundo a traerles la paz a las naciones, el fin de las guerras en las familias, en los hogares y en los corazones, y en todos los pueblos que sufren el gran castigo del fin de los tiempos.
Yo vengo a instaurar la devoción a Mi Inmaculado Corazón en toda América y, hoy, después de haber estado en Medjugorje celebrando con toda la humanidad Mi aniversario mundial, en esta noche de Gracias, vengo a su encuentro a derramar nuevamente Mi Luz sobre el mundo.
Dios quiere de sus corazones lo mejor y lo bueno; por eso, los invito, queridos hijos, a vivir el camino de la caridad y también el camino de la oración del corazón.
Si viven estas cosas, tan simples pero importantes, sus deudas se disolverán de la cuenta de Dios y sus hogares se abrirán para recibir Mis Gracias especiales, aquellas que Yo deseo instituir en sus corazones y almas.
Como Reina de la Paz, los reúno a todos en Mi Cenáculo Sagrado, porque a través de Mi Corazón Inmaculado, queridos hijos, hoy están celebrando Conmigo la Comunión con Mi Hijo.
Dios Me ha permitido de forma especial, hijos Míos, traer la Sagrada Custodia Universal, el Gran Cuerpo Glorificado de Cristo, la Preciosa Sangre del Señor Jesús Cristo que debe ser contemplado en este tiempo definitivo.
Con alegría, vayan a sus parroquias y adoren al Señor. Él espera, hace tanto tiempo, escucharlos con detenimiento, escuchar sus oraciones y sus problemas. Dios desea, a través de los Sagrados Corazones, que la humanidad se pueda salvar nuevamente y la Señora de la Paz, la Reina Universal, quiere evitar la Ley de Dios sobre el mundo, para que la humanidad pueda emerger nuevamente del Corazón de Dios y ella ingrese en el Corazón del Padre a través de una profunda comunión que ustedes deben vivir, queridos hijos, en este tiempo más que nunca, para que el mal se pueda apartar de sus vidas y se pueda establecer en sus familias la misma unidad divina que vivió la Sagrada Familia de Nazaret.
Como Reina de la Paz, hijos Míos, Yo los invito a ingresar a Mi Universo de Paz. Por eso, no será necesario, hijos amados, que Me puedan ver con sus ojos físicos. Yo deseo que puedan sentirme con sus corazones y permanecer en Mi devoción eterna.
Oro por todos ustedes, día y noche. Desde el Reino Celestial envío a Mis Ángeles Custodios para que puedan protegerlos y acompañarlos; pero, en este tiempo tan especial que vive el mundo, Yo necesito que ustedes den el gran sí al Señor, así sus vidas cambiarán prontamente y sus familias se renovarán por la acción amorosa del Espíritu Santo.
Queridos hijos, al igual que en otros tiempos pasados, en los que Yo Me aparecí a otros videntes en el mundo; hoy, les anuncio, hijos amados, que despierten a este Mi último llamado, que sus ojos se puedan abrir a la Luz que viene del Cielo, que sus corazones puedan escuchar Mi Mensaje especial, el Mensaje que Yo tengo para este tiempo actual.
Vivan los Sacramentos, hijos Míos, y si se han olvidado de alguno de ellos, vuelvan a vivirlos prontamente, así estarán unidos al Padre y al Universo Celestial.
Yo deseo, en sus vidas, un camino de conversión, conversión que abrirá la puerta para vivir la redención, pero en este tiempo solo bastará la oración del corazón.
Yo, como su Maestra de la oración, vengo a enseñarles ese camino tan simple y sincero, el mismo que Yo aprendí cuando estuve con ustedes en el mundo. Aun llevando a Jesús en Mis brazos no dejaba de contemplar la grandeza del Señor. Así, podrán entender, queridos hijos, que en sus quehaceres diarios pueden contemplar al Señor. Dios contempla, con grandeza y amor, cuando Sus hijos se esfuerzan sinceramente.
Que sus corazones sean espejos de oración, que sean luceros para este mundo que está a oscuras. Esto es posible, queridos hijos; si ustedes lo hicieran así, no se reconocerán en poco tiempo, porque en sus rostros brillará la Luz de Mi Hijo y en sus corazones palpitará el Amor de Cristo.
Recen por todos los sacerdotes, por toda la vida religiosa universal. Yo vengo a instituir, en este fin de tiempo, un gran pedido que Me ha hecho Mi Hijo Jesús: unir a través del corazón y de la oración a todos los pueblos que están dispersos en el mundo. Si eso sucediera así, a través de su permiso y su acción amorosa, nuevas Leyes de Misericordia descenderán sobre el mundo y ya no será necesario que sufran más, queridos hijos.
Yo vengo a su encuentro como Mediadora Universal. Deseo desde hace tanto tiempo que puedan vivir en Mi Corazón; pero verdaderamente les digo, queridos hijos, que muchos de ustedes se han olvidado de Mi llamado.
Por eso, a través del Amor Materno que imparto a todos los corazones, Yo vengo a recordarles, queridos hijos, este importante llamado de buscar la paz del corazón. Así, se ayudarán a ustedes mismos y esa Gracia especial que viene desde el Cielo se expandirá por sus familias y amigos.
Ustedes saben, queridos hijos, que muchos de Mis hijos están sufriendo, en este tiempo, problemas espirituales que se agravan en las almas, enfermedades que aparecen en los cuerpos de Mis hijos, que parecen incurables.
Busquen el camino de la oración, así encontrarán el camino de la cura. El Don de la Ciencia del Espíritu Santo les mostrará el camino para vivir su redención y, de esa forma, Mis amados niños, liberarán sus corazones de todos los males que viven.
Hoy, les pido, queridos hijos, que no abran las puertas al mal. El Cielo los convoca para algo especial, el Infinito Dios viene a su encuentro a través de Mi Corazón Inmaculado.
Yo Soy la misma de Nazaret, queridos hijos, la misma que apareció a lo largo de los siglos.
Mediten en este acontecimiento especial que viven hoy. Hagan lectura de los acontecimientos y así, en el silencio del corazón, en la profunda oración del corazón y en la fe permanente, comprenderán todo lo que hoy les digo y entenderán porqué Yo vengo nuevamente al mundo. Es una gran necesidad del Padre, en Su Majestuosa Voluntad, que todos Sus hijos se vuelvan hacia Su Corazón.
Miren con los ojos abiertos el horizonte que está despertando, la luz del amanecer que está emergiendo. Yo Soy el Sol que los alumbra en la oscuridad, Soy su Estrella Guía.
Aférrense a Mis manos, queridos hijos, así Yo podré envolverlos con Mi Manto Sagrado y así, como Yo lo hice en Guadalupe, uniré a todos los pueblos como uno solo, disolveré el mal de los corazones, porque resurgirá la fe verdadera en todos los hijos que han creído en Mi Palabra.
En esta noche de Gracias, no los dejaré de bendecir. Vengo a derramar Mi Gracia Maternal sobre ustedes, a colocar Mis manos sobre sus cabezas, implorándole a Mi Hijo por Su Misericordia; de esta forma, sus familias, queridos hijos, serán premiadas por Mi Luz Maternal y se volverán a unir en el amor.
No se olviden de buscar el amor del corazón, así se librarán de vivir los sentimientos humanos. Dios decía que, a través de su fe, todos sus hermanos, sus familias, sus amigos y conocidos se volverán a unir; y esto será posible cuando vivan una vida de oración permanente, entonces a sus casas llegarán las necesidades de otros hermanos y podrán envolverlos con el poder de la oración para que la cura se pueda establecer en esos corazones.
Sé que muchos esperaban milagros. El verdadero milagro de Dios, queridos hijos, para este siglo XXI, es que Me haya permitido volver a su encuentro, especialmente en esta parte de América, anunciándome como la Reina del Sol, la Mujer que viste los Rayos Dorados del Padre, la Sabiduría del Padre y Su Misericordia para que sean derramada sobre el mundo.
Yo busco, de sus corazones y almas, la sinceridad verdadera. Mis ojos contemplan todas sus necesidades. Yo deseo que, todos Mis hijos, den el paso hacia el Plan de Dios a través del corazón, de la fe y de la oración en una profunda comunión con Cristo; porque si así lo hicieran, recibirán la Gracia que tanto buscan.
Dios tiene muchas cosas buenas para ustedes. Él ya ha golpeado la puerta de sus hogares, pero en este tiempo envía a Su Mensajera Fiel en nombre de Jesús, Cristo el Redentor, para despertar a aquellos que duermen en este mundo por la fuerza que ha tenido la ilusión de esta humanidad y que, a través de las modernidades, hipnotiza a Mis hijos, haciéndoles perder el camino de la fe.
Por eso, hoy les vengo a anunciar que están a tiempo de retornar a la Casa del Señor.
Les agradezco profundamente, queridos hijos, este preparativo que le han hecho a Mi Corazón.
En esta noche sagrada de fe, Yo vengo a entregarles Mi Amor, la fe que sus corazones necesitan y la cura que necesitan sus almas para poder seguir caminando en los caminos del Señor, en los Planes de Dios y en Su magnífica y amorosa Voluntad.
Yo Me anuncio a ustedes como su Madre, no quiero hacerles ningún mal, sino que sientan el resplandor de Mi Corazón Inmaculado.
Queridos hijos, todo esto es verdadero cuando los corazones se abren a la fe. Los necesito como Mis servidores y apóstoles del nuevo tiempo.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Señora está orando por nosotros y por la ciudad de Sorocaba.
Hoy, les digo, queridos hijos, como lo ha dicho Mi hijo, que los últimos serán los primeros y los primeros serán los últimos, los que cerrarán la puerta para los que se han quedado atrás, y todos estaremos juntos en la promesa del Paraíso, del Reino de Dios.
Vengo también, en esta noche, a bendecirlos, y Me uno al corazón de todos Mis hijos, confirmando su fe ante el Altísimo Señor. Esto es lo más importante, queridos hijos, que la llama de su fe nunca se apague. Por eso, hoy les pido, que los hijos que están sentados en la última fila de este salón se aproximen para la bendición en este altar, y todos aquellos que lo sientan lo pueden hacer. Pero llamo de forma especial, a este altar más cercano, a los nuevos Hijos de María, que nuevamente son el ejemplo de la conversión y del Amor de Dios manifestado por el poder de la fe y de la oración.
Cantemos.
Canción: “Nuestra Señora”.
Cuando el alma canta se une a Dios instantáneamente y el Universo Celestial se manifiesta en Su corazón, creando la perfecta unidad entre las criaturas y Dios. En las cosas más simples y humildes se encuentra la verdadera llave que los llevará a la salvación.
Mis muy amados hijos, por la autoridad que Dios Me ha dado y bajo la protección y el amparo del Arcángel Rafael, de todos los ángeles del Cielo que glorifican perpetuamente al Señor, por el poder de Mi Inmaculado Corazón y por la fuerza imperiosa de la Misericordia de Cristo, Yo los bendigo en esta noche celestial, derramando lo más puro de Mi Corazón sobre sus corazones; y espero encontrarlos, prontamente en el Cielo, después de haber vivido sobre esta Tierra la gran experiencia de amor y de perdón.
Únanse, en este tiempo. Mi Corazón Inmaculado los ayudará siempre que Me abran la puerta del corazón, que es el camino directo a Dios, la bendición eterna de Nuestro Padre y del Amor predilecto del Señor por todo lo que Él creó desde el principio.
Yo Soy la Madre del Principio y del Fin, Soy Quien los esperará con alegría y con amor para abrazarlos fuertemente, para que reposen sus cabezas en Mi Corazón y así, que con sus oídos internos puedan sentir el palpitar de Mi Corazón Inmaculado que es el único motivo de su alegría en esta vida.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Recen el Rosario todos los días, la paz se necesita en este mundo y el fin de la guerra espiritual también. Así, la Misericordia del Señor descenderá y en el corazón del universo seremos Uno solo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
¡Gracias hijitos, por responder a Mi llamado!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de nuestra Madre Santísima, para cerrar este encuentro con Su Corazón Inmaculado, vamos a escuchar y vamos a cantar el “Himno de Medjugorje”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Y para cerrar, vamos a cantar todos juntos “María de Nazaret”.
No teman, queridos hijos, porque las puertas del universo están abiertas.
Hoy, Dios Me envía a decirles que el ciclo tan esperado en esta humanidad se está aproximando. Eso significa, queridos hijos, que Yo estaré más cerca de ustedes durante todas estas horas.
Después de 2012 años, Mi Consciencia actuará fuertemente en este mundo y eso se prolongará hasta el próximo año 2013, en el que una tarea en Medjugorje estará siendo concluida a partir del desenvolvimiento de los secretos. Todo estará siendo revelado al mundo en poco tiempo. Las verdaderas revelaciones que escribieron los profetas del ayer.
Y hoy, cumplo una profecía, entre tantas, la venida de la Reina de la Paz, de la Reina del Universo, que anuncia la llegada de Mi Hijo a través del nacimiento solar; eso significa, queridos hijos, que los signos estarán siendo mostrados.
Es importante lo que les estoy revelando; por eso, ahora les pediré un permiso. Los corazones que están muy cerca de Mí, así Me comprenderán mejor.
Queridos hijos, quiero decirles que, a partir de esta fecha, comienza el ciclo que fue escrito por Dios. Los Libros se abren para escribir nuevamente en la humanidad, en la Nueva Humanidad tan esperada por Nuestro Señor.
Por eso, no teman por los eventos que acontecerán. Fueron llamados en este tiempo porque ya han sido preparados. Sus corazones fueron preparados a través de Mi venida a lo largo de todo este último tiempo. Esa es la mejor señal que hoy les muestro: que, a través de Mi Presencia, ejerciten la oración del corazón.
Será importante ofertar a Dios, durante todos estos días, los pequeños sacrificios que pueden hacer sus corazones, para que este nuevo tiempo sea de pacificación y muchos corazones, que necesitan ser refugiados dentro de Mí, puedan aproximarse por la colaboración de los Ángeles Custodios. Será importante su unión diaria con el Ángel Guardián, Él les indicará los pasos que deben dar durante este último ciclo.
Como la Misericordia de Dios es tan infinita, queridos hijos, Mi Corazón Maternal llegará a Aurora para poder apoyarlos. Y después de tantos eventos, que irán sucediendo poco a poco, volveré aquí, a Argentina el próximo año, a partir del mes de marzo, para que ustedes, ahora como adultos, puedan estar unidos a Mí y Me ayuden en esta tarea planetaria que comenzará a partir de este fin de año.
Por eso, queridos hijos, dirijan sus ojos hacia el cielo para que puedan ver resplandecer los portales de la Paz y no se dejen engañar por lo que pueda suceder en este mundo. Será el momento, queridos hijos, de activar los poderes de la oración y de que se guarden dentro de Mi Corazón Inmaculado, para que así no teman por nada.
Hoy, no vengo a revelarle miserias a este mundo, sino a traerles la Gracia de Dios, la Misericordia del Altísimo, para que aquellos hijos que en verdad Me quieren escuchar, puedan caminar Conmigo, a Mi lado.
Es momento, queridos hijos, de que se tomen de Mis Manos, para que Mi Corona de Estrellas pueda rodear a cada uno de ustedes, como a cada uno de Mis hijos que necesita de la inmensidad de la Luz. Por eso, ustedes podrán ser partícipes de este encuentro Conmigo en Aurora.
Y hoy también quiero revelarles, queridos hijos, que en el interior de Mi Corazón Inmaculado también se guardan las demás Comunidades del Padre. Con esto quiero decirles que Yo también estaré en cada una de ellas y podré estar más cerca de cada uno de Mis hijos cuando practiquen el ejercicio de la oración; porque así, queridos hijos, Me estarán llamando durante este tiempo definitivo.
Quiero dejar a todos Mis hijos debajo de Mi Manto. Por eso, abran sus corazones en esta hora definitiva, dejen atrás las indiferencias, las culpas y las amarguras; porque si siguen en ese estado, le estarán dando alimento al enemigo. Por eso, venzan sus atavismos a través de la oración, así podrán trascenderse y, muy próximos a Mi Reino, Mis Ojos de Misericordia los podrán guiar.
Estoy llamando, en este tiempo definitivo de 2012, a todos Mis soldados de la oración, a ustedes y a los demás soldados que están en el mundo, a todos los grupos marianos consagrados a Mi Corazón, a todos aquellos que le atribuyen la fe a la Madre Universal. Porque como Madre del Mundo, queridos hijos, estoy llamando a los 144 000 rebaños de Cristo, para que reciban al Resplandeciente Redentor, porque Él está muy próximo a sus vidas, a esta realidad material.
Pero primero, Él deberá ingresar en sus corazones como algo vivo. Para que eso suceda, hijos Míos, tienen a la Llama del Espíritu Santo como guía y protección.
En estas horas que sucederán, queridos hijos, oren, oren mucho sin cesar, oren para estar muy unidos a Mi Corazón Inmaculado. Oren para que San José, el Corazón Castísimo, pueda intervenir por todos. Oren para que las legiones de los Ángeles del Padre puedan ayudar al planeta y los portales del universo se puedan proyectar hacia este mundo para que todas las huestes de los Padres Creadores puedan llegar. Ese es Mi motivo especial de la oración planetaria para el 21 de diciembre.
Queridos hijos, hoy les debo hablar con madurez y consciencia. No solo son Mis pequeños hijos, Mis bondadosos corazones de amor; ahora, ya adultos, deben saber la verdad y asumir la parte que a cada hijo le cabe en este tiempo.
Estoy orando constantemente por ustedes y por todos Mis hijos; cuidando a las esencias que pueden ser engañadas, el enemigo no descansará hasta desviar a alguno de Mis hijos. Sepan, queridos hijos, que en este tiempo está todo permitido; pero con su oración, unida a Mi Inmaculado Corazón, podrán estar unidos al Corazón Divino de Mi Hijo.
Únanse como un solo grupo de oración. Que este fin de año, que esta Navidad que se aproxima, no solo sea motivo de recibir al Redentor, sino también de unirse entre ustedes como un solo grupo orante en cada nación.
Queridos hijos, corran, corran hacia sus hogares y pónganse a orar, unan a sus familias con el espíritu de la oración. Ya no es tan importante que cada alma no sepa orar, sino que se coloque a ejercitar el verbo de la oración.
Prometo ayudar a todos aquellos que se inician en el camino de la oración. Y ustedes, Mis queridos hijos, también pueden ayudar a aquellos que quieren aprender a vivir de la oración.
No piensen, queridos hijos, que hoy vengo a traerles miedo, sino a prepararlos para encontrar la verdad en el corazón, para que sus consciencias se unan de verdad al Corazón de Dios.
El tiempo de la normalidad ya terminó. Es hora de colocarse en oración, de clamar y de pedir la Presencia del Espíritu Santo. Mi Corazón Inmaculado les agradecerá que cada uno de ustedes pueda participar de esta oración planetaria.
Mi cesta de oro recogerá las flores de su oración. Necesito, queridos hijos, ofertar una gran cantidad de oraciones a Dios y sus oraciones se volverán más poderosas cuando estén unidos en grupos de oración y salgan de esta normalidad que el mundo vive.
Sepan, queridos hijos, que muchos hijos Míos no sabrán lo que sucederá; por eso, Yo les pido oración por todos ellos.
Sus oraciones se multiplicarán cuando oren conscientemente junto a los Ángeles de su Guarda, porque ellos elevarán la oración hacia Mi Reino Celestial y Mis Rayos Misericordiosos podrán actuar en diferentes partes del mundo. Por eso, no se sorprendan, queridos hijos, si Me ven en muchos lugares al mismo tiempo; si ven a los Santos del Padre actuando en esta humanidad, multiplicados a lo largo y ancho de este mundo para auxiliar a la humanidad.
Mi Corazón intercederá por todos ustedes.
Es importante, queridos hijos, que la Red-Luz se active como una Red del Plan Divino de Dios, y eso sucederá a través de su intervención en todos los ejercicios de oración que puedan unir a todas las consciencias de las naciones como una sola.
Mi Corazón estará en vigilia por todos los hijos que están a Mi cargo y por todos aquellos que se han distanciado de Dios. Haré incansablemente lo mejor hasta el fin.
Oración: “Ave María” (6 veces).
Inspiramos.
Queridos hijos, quiero decirles algo en este momento, en especial a toda esta nación amada de Argentina, que nunca se olviden de que Mi Corazón los ama profundamente y de que, si alguna vez sus corazones están perturbados o si sus pensamientos se separan del Amor de Dios, no teman por nada, entren en Mi Corazón Maternal, vacíen sus cargas a Mis Pies, porque Mi Corazón de Luz los consolará.
Recuerden que Soy la Señora de las Gracias, la Reina de la Paz, que viene con la promesa de mucha más paz para este mundo. Y eso se cumplirá a través del amor de todos Mis hijos, de la fe y de la esperanza.
Siempre sepan también, queridos hijos, que Me encontrarán en el Corazón Sacratísimo de Mi Hijo, en Salta; donde también Mi Voz difunde un Mensaje por la Paz. Y estarán las puertas abiertas de Mi Centro Mariano consagrado a Mi Corazón que está en Uruguay, como también el que está en Brasil y el que está en Córdoba. Por eso, alcen sus manos hacia Mi Corazón para que Mi Luz se pueda derramar sobre sus manos y puedan sentir, por sobre todas las cosas, Mi Amor Maternal.
Antes de Mi subida a los Cielos, quiero consagrarlos con el agua que hoy consagraré, como bautizó Juan a Mi Hijo Jesús. Ese ejercicio tan amoroso quiero hacerlo con ustedes.
Bendeciré las rosas que simbolizan Mi Amor por todos ustedes, que mojarán con el agua sus cabezas, para que estén protegidos y renovados en Mi Amor.
Que el agua, que simboliza la Vida para la vida de las almas, que es la esencia del Espíritu de Dios Manifestado, pueda invadir profundamente a sus corazones. El agua que cura la vida, el agua que sana las heridas, el agua que renueva sus consciencias y los libera de todo pecado y de toda mancha, sea bendecida por el poder de Mi Amor Inmaculado y bajo la unión perfecta de la Santísima Trinidad, para que sus corazones resplandezcan en Mi Paz y caminen en este tiempo bajo el espíritu de la fe y del amor.
Mi Amor Inmaculado bendice este símbolo creado por Dios, este elemento de la naturaleza del universo que les da la vida eterna, porque los renueva y los cura profundamente. Que esta agua sacie la sed de sus corazones y los nutra con el amor de Mi Hijo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo
Les agradezco, queridos hijos, por contestar a Mi llamado.
Mediten Mis Palabras.
Canción “Ave luminosa”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bueno, hoy ha sido un día intenso y especial para todos. Nuestra Madre hizo revelaciones importantes para este fin de ciclo, revelaciones a las que les tenemos que prestar mucha atención.
Nunca como antes, la Madre afirmó y confirmó este nuevo ciclo que se acerca para nuestro planeta. Ella nos habla claramente que, unidos a Su Corazón Inmaculado, vamos a estar cien por ciento protegidos; y que no es para tener ningún temor, todo lo contrario, solo tenemos que hacer lo que Ella nos propone y estaremos bajo su Manto de Protección.
Este fin de año, hemos programado, a través de las Comunidades-Luz y de la Red-Luz, una vigilia perpetua de oración. Estamos sorprendidos por la respuesta de todos los grupos de oración del mundo, de cómo las personas se organizan de una forma increíble para pasar diez días orando perpetuamente; de cómo las diferentes regiones y las diferentes naciones se reparten las horas del día para poder orar perpetuamente.
Eso habla de que nuestra Madre ha encontrado un espacio en el corazón de mucha gente y la Red-Luz está comenzando a encenderse en toda América del Sur, América Central y toda Europa.
Así que la respuesta de nuestros corazones está siendo amorosa hacia el pedido de nuestra Madre. Es lo que nosotros le podemos ofrecer después de tantas Gracias, solo reunirnos a orar. Todos vamos a ir aprendiendo, a través de esos grupos orantes, el verdadero valor y el poder de esa oración.
A todos los que se quieran acercar en estos días de fin de año a Aurora, están invitados a participar igual que en la Comunidad-Luz Figueira. Y si lo tenemos que pasar en nuestras casas con nuestras familias, como la Madre también nos invitó a hacer, invitemos a nuestras familias a orar y vamos a descubrir una forma diferente de vivir.
A todos, les agradecemos mucho que nos hayan acompañado. Y, como dijo Nuestra Señora, nos vemos en marzo.
Y ahora, nos vamos a despedir cantando.
Canción: “Danos Tu Amor”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
La Señora de la Inmaculada Concepción está pidiendo que oremos por la conversión de los que le faltan a Dios.
Oración: Ave María (4 veces en español).
Ahora, oraremos en portugués.
Oración: Ave María (4 veces en portugués).
Ahora, vamos a orar en inglés.
Oración: Ave María (4 veces en inglés).
Ahora, vamos a orar en italiano, a pedido de nuestra Madre.
Oración: Ave María (4 veces en italiano).
Queridos hijos, estoy construyendo el humilde Altar de la Paz para que recuerden en sus corazones la Simplicidad de Dios.
Las dos velas, junto a Mi Altar, que encendieron Mis hijas, simbolizan a Mis ángeles custodios. Las flores, a los pies, simbolizan el Amor de Dios. Y arrodillarse significa reverenciar a Dios, por aquellos que no reverencian a Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Ahora Nuestra Madre está pidiendo que oremos en francés.
Oración: Ave María (4 veces en francés).
Siempre les recordaré la simplicidad para que lleguen a la humildad, queridos hijos.
Canción: “Ave María”.
Hijos Míos, hoy Mi Corazón está un poco más aliviado por sus oraciones.
Hoy, a través de Mi invitación especial, los llamo a la simplicidad para que alcancen la humildad. Deben elevar sus corazones hacia Mi Hijo para que encuentren esa esencia.
Yo estoy aquí, queridos hijos, para orar con ustedes por esta humanidad.
Hoy, Yo Soy la Señora de la Inmaculada Concepción entre ustedes, para que vean la Gracia de Dios a través de Mi Corazón y para que recuerden, queridos hijos, que siempre deben retornar al Padre.
El puente hacia la Casa de Dios se encuentra a través de la oración. El puente hacia la Casa de Dios se encuentra a través de Mi Corazón y del Corazón de Mi Hijo. Por eso, hijos Míos, acepten este llamado en esta hora tan importante.
Ayer, Yo les mostré cuán grande es Mi dolor. Hoy, les muestro, hijos Míos, qué grande es la Gracia que Dios Me ha dado. Por eso, deben llevar en sus corazones Mi llamado.
Alcen su mirada hacia los Cielos, que ahora están abiertos; y acepten, dando el sí, la Voluntad de Dios.
Quiero que ustedes construyan en sus moradas lo nuevo y lo puro, quiero que lleven en sus corazones Mi Luz.
¿Qué es más importante, hijos Míos, que estar en la Luz de Dios?
Eso los podrá fortalecer y auxiliar en el camino que están recorriendo. Cuentan con Mis Manos Maternales para que Yo los pueda llevar hasta Jesús. Vean, siguiendo Mis pasos, la guía hacia el Infinito para todos aquellos que aún no creen en Mi llamado.
Hoy, Yo les digo, hijos Míos, que Yo Soy la mediadora ante Jesús, Soy la obrera fiel de Mi Hijo, porque sepan que Él Me los confió a ustedes y Mi Corazón Materno se perpetúa en todos estos tiempos; Él arde en el Fuego de Dios para cada uno de ustedes.
Lleven Conmigo este llamado para que puedan encontrar la puerta hacia la Eternidad. Por eso, queridos hijos, escuchen lo que hoy Yo les pido.
En esta vida terrena que cada uno de ustedes está viviendo, no solo están trabajando por su conversión, sino también por la conversión de la humanidad, de todas las culturas y de todas las creencias. Porque sepan, hijos Míos, que Yo Soy la única Madre Universal que no se cansa de transmitirle al mundo acciones de Paz y de llamarlos a vivir en esa Paz. Esa Paz es posible, hijos Míos, Yo los invito a querer vivir en esa Paz porque en ese camino Me encontrarán.
Soy la Reina de la Paz, la Guardiana de cada uno de sus corazones. Soy la que abre el Manto del Padre sobre esta humanidad para colocar a todos Mis hijos debajo de Mí con el motivo de elevarlos hacia el universo. Y, allá, en el punto más alto en donde se encuentra Mi Hijo, Él los podrá ver resplandecientes como verdaderas esencias de la oración, como peregrinos, como ovejas de Su rebaño.
Como está escrito en la Ley del Señor, hijos Míos, los rebaños en este fin de tiempo se están agrupando. Este tiempo definitivo llama a cada uno de Mis hijos para que se defina ante Dios; y esto sucederá, hijos Míos, antes del Retorno del Redentor.
Como está dicho, queridos hijos, Me han dado la tarea de preparar sus corazones, de fortalecer sus corazones en la oración; porque es verdad, hijos Míos, que muchos corazones se olvidan de orar al Señor por formar parte de esta humanidad que les trae promesas e ilusiones que los llevan por caminos confusos.
Pero si aceptan, hijos Míos, el llamado a la oración, el llamado de la Señora de la Inmaculada Concepción, estarán construyendo con la Reina de la Paz nuevos caminos para los peregrinos, para todas las almas que aún están perdidas.
Pequeños hijos, grande es el dolor en esta humanidad. Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo sustentan a esta humanidad hace mucho tiempo.
Por eso, Yo los necesito en la fidelidad y en la sinceridad de la oración del corazón. Eso vale mucho, hijos Míos, en este tiempo.
Ustedes, como pequeñas almas de Dios, están recibiendo la Presencia de Mi Inmaculado Corazón mes a mes. Pero, ¿cómo Yo podré llegar a aquellos que están distantes de Dios si niegan al Padre, si niegan la existencia del Universo de Dios?
Por eso, hoy los invito también, hijos Míos, a que abran sus corazones para que ingrese la Luz y Mis Palabras puedan permanecer en sus moradas.
Simple es el esfuerzo que Yo les pido, queridos hijos: orar con el corazón, ayunar con la consciencia y confesarse con Mi Hijo diariamente.
De esa manera, queridos hijos, la Reina de la Paz los ayudará a purificar sus corazones, a sublimar sus intenciones, a liberar sus mentes para que la Mente Única de Dios pueda actuar y la nueva célula de la paz pueda habitar en sus corazones.
Aún muchos de Mis hijos desconocen el Proyecto de Dios; por eso, Mi Hijo y Dios sobre todas las cosas, Me envían a este mundo para anunciarles este llamado.
Recuerden, hijos Míos, que este llamado es especial. Es un llamado de fin de tiempo, un llamado diferente, diferente al que ya realicé en otros lugares en donde Yo he aparecido.
Este llamado, queridos hijos, es para abrir la consciencia de su corazón, para que sus mentes disipen cualquier pensamiento que intelectualmente se oponga a Dios; porque de esa manera, queridos hijos, purificados y aliviados por el Amor de Jesús, hallarán la paz y tendrán Mi Luz como guía en su camino.
Cuando Yo los invito a construir nuevos caminos, son caminos para otras almas, para aquellas almas a las que aún no puedo llegar.
Sepan que Mi Gracia aún se derrama sobre este mundo, en un tiempo donde la Ley está llegando para reequilibrar a los corazones por todo lo que han hecho.
Lo que una vez escribió Juan, el apóstol, poco a poco se está cumpliendo. A ese llamado, a esa anunciación que Juan escribió, sus corazones no se podrán negar. Sepan que Dios es Justo, hijos Míos, es Amor y es Verdad.
Por eso, Yo los invito a estar bajo el Espíritu Santo, porque ese sublime Espíritu de Dios los liberará para que encuentren el verdadero Amor de Dios en esta vida.
Muchos de Mis hijos, muchos hombres de esta humanidad, han separado los Planes de Dios de las aspiraciones de Mis hijos. Ahora, llegó el momento, queridos hijos, de volver a despertar sus aspiraciones para que se concrete en este plano la verdadera consagración. Cuentan Conmigo.
Mis Palabras se difunden una vez más. Mis Palabras se difunden por última vez y hoy nuevamente se las repito, queridos hijos, porque sus corazones ya deben estar preparados.
Es tan simple y tan humilde lo que Yo les pido: orar con el corazón para amar a Dios. Orar en cada momento de sus vidas y colocar a sus hermanos, especialmente a aquellos que desconocen a Dios, muy cerca, muy cerca del Reino de Dios; porque en sus cuentas, Mi Espíritu Maternal, Mi Amor Inmaculado, estará con ustedes cada vez que pronuncien y que llamen a Mi Corazón.
¿Cómo un hijo crecerá ante Dios si no tiene la guía de una madre?
¿Cómo hizo Jesús para llegar a la Cruz?
Él tuvo que estar primero en Mis Brazos para recibir Mi consolación y entonces comenzó a dar Sus primeros pasos y se volvió un Gran Instructor para el Casto Corazón de San José y para Mi Inmaculado Corazón. Jesús aprendió de la humildad cuando confió y se entregó a Dios.
Yo los invito, hijos Míos, a estar en Mis Brazos para que sientan la Paz de Mi Corazón. De esa manera, queridos hijos, Mi Luz irradiará sus corazones y sus corazones se iluminarán en la esencia de Mi Paz.
Ahora, que Mis Palabras ya han sido dichas, Yo los invito a orar, unidos al Corazón de Mi Hijo, por todas las almas de esta humanidad y, especialmente, por los tiempos que llegarán. Abracen, con sus corazones, el Amor de Mi Hijo.
Hoy, les dejo un presente especial, la flor blanca de Mi Corazón, la Pureza Esencial.
Oración: “Inmaculada Señora de la Paz” (5 veces).
Siempre tienen que alabar a Jesús para que Mi Corazón pueda llegar a sus vidas.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Nuestra Madre, en este momento, colocó a Sus Pies un número importante de lirios blancos. Y nos dijo que sería para dar una bendición al Paraguay, como la Señora de la Inmaculada Concepción.
Por eso, en este momento, le pide que al grupo organizador de Paraguay se acerque para recibir esa bendición en nombre de todos.
Vamos a cantar “Cristo Redentor”.
Canción: “Cristo Redentor”.
Canción: “María, Virgen Madre”.
Como Mi Corazón sabe que esperarán Mi retorno a este país, Yo les daré una bendición maternal.
Que sus esencias siempre resplandezcan delante del Trono de Dios.
Que acepten vivir eternamente bajo la Luz del Amor de Mi Hijo.
Que la Llama del Espíritu Santo se guarde en sus corazones.
Que sus consciencias estén unidas a la Gran Consciencia de Dios.
Y bajo la bendición maternal de la Trinidad, Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco, queridos hijos, por responder a Mi llamado.
Canción: “Ave María”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Vamos a ofertar nuestro corazón a nuestra Madre y a decirle:
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Respondiendo al pedido de Nuestra Señora, vamos a repartirle a este grupo cada una de las rosas que Ella consagró y que también fueron consagradas por el Corazón de Jesús que, al final de la Aparición, se aproximó a nuestra Madre.
También, respondiendo al pedido de nuestra Madre, vamos a cantar “Magníficat”, mientras repartimos estas rosas.
Canción: “Magníficat”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Como hacemos en todas las Apariciones, vamos a relatarles algunos detalles de lo que sucedió durante la visita de nuestra Madre. Pero antes, quería que reflexionáramos juntos sobre algunos detalles de nuestra tarea.
Vieron qué diferencia entre la tarea que hicimos ayer y la tarea que hicimos hoy. Es importante que todos tengamos claro que para estar con nuestra Madre hay que poner el corazón en lo que hacemos; que, para recibir la Gracia del Cielo, hay que colocarse con todo lo que uno tiene. Y que, por lo que hemos podido ver, realmente lo podemos hacer; solo tenemos que quererlo. Así que, vamos a tenerlo bien presente.
Esto es importante porque este planeta necesita mucha Misericordia, y esa Misericordia desciende a través de nosotros también. Ese canal se abre a través de la apertura de nuestro corazón; si nosotros estamos tibios, no hay Misericordia, porque le estamos diciendo no al universo. Por eso, estemos bien atentos y vigilantes con nuestra voluntad.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Como todos pudieron escuchar, hoy Ella vino como la Señora de la Inmaculada Concepción. Su Presencia representaba entre unos 25 y 30 años. Cuando Ella apareció, junto al lado izquierdo del cuadro, lo primero que nos pidió fue que oráramos el Credo.
Siempre que Ella aparece nos pide que oremos el Credo con Ella y también nos pide que oremos una segunda oración que vamos a rezar ahora, que es una oración que el Ángel de la Paz les entregó a los pastores de Fátima. Ella dijo que esa oración tiene un gran poder de conversión y también un poder de salvación. Ella ora esa oración con nosotros cuando aparece:
Oh, mi Jesús,
perdónanos y líbranos del fuego del infierno,
lleva a las almas todas para el Cielo,
y socorre, principalmente,
a las que más necesitan de Tu Misericordia.
Amén.
Esta oración Ella la repite unas siete veces hasta que, hoy en el momento de la Aparición, comenzó a caminar hacia los hermanos que están aquí.
Hoy, Ella recogió Su Manto con las dos Manos, llevaba algo dentro de ese Manto y cuando lo soltó comenzaron a caer muchos lirios blancos que se fueron derramando sobre todos. Luego, Ella se aproximó cerca de este lugar que tenemos aquí a la izquierda, y tenía un lirio blanco sobre cada uno de Sus Pies.
Y hoy, de una forma especial, Ella nos mostró Su rosario. En el extremo del rosario estaba la cruz cristiana y no tenía al Cristo Crucificado, porque nos dijo que está vivo y que está retornando. En ese momento, Ella comenzó a transmitir el Mensaje.
Hoy Sus Ojos estaban con una mirada más contemplativa, una mirada de paz y de recogimiento interior, hasta que nos pidió que una de las hermanas del grupo se acercara; y fue en ese momento que Ella nos pidió que oráramos el Ave María en diferentes idiomas. A medida que íbamos orando en cada idioma, no supimos cómo aconteció, pero Ella nos mostró algo importante.
Cada vez que pronunciábamos un Ave María en diferentes idiomas, Ella estaba aquí, pero al mismo tiempo estaba sobre cada continente. Y de una forma muy veloz, caminaba por cada región del planeta e iba socorriendo a muchas almas; sobre todo, nos mostraba que socorría a almas que estaban en un profundo dolor físico e interior y cómo con tan pocas oraciones acontecen grandes cosas.
En un momento en que nuestra hermana no comprendió bien algunas Palabras, Nuestra Señora sonrió con mucha alegría y solo dijo: “Que no esté nerviosa, que no se preocupe, Mi querida hija, porque todos estamos aprendiendo”. Y agregó: “Con mucha paciencia, Yo le hablaré lentamente”. Y continuó transmitiendo las Palabras, poco a poco.
En un momento de la Aparición, oramos la oración “Inmaculada Señora de la Paz”, y Ella también utilizó ese momento de la oración para hacer una tarea. Nos mostró una parte del purgatorio donde, según nos dijo, se vive bien; un estado en el que las almas no sufren.
Ese lugar que Ella visita es ese purgatorio; porque nos dijo que el purgatorio es una consciencia muy amplia que tiene varios niveles como si fuera un edificio; y en ese lugar que nos mostró, había grupos de almas que estaban sirviendo a través de la oración, almas que oraban por la humanidad.
Antes de finalizar la Aparición, Ella hizo la bendición de las flores, de las rosas. Ella colocó Sus Manos sobre las rosas; se aproximó como nunca antes se había aproximado en este último año de Apariciones. Y como ustedes escucharon, Ella pronunció esa bendición especial. Ella colocó toda Su Luz sobre esas flores, y nosotros comprendimos que colocó, en ese momento, Su Luz Espiritual.
Sentimos en ese momento un gran movimiento de Su Consciencia como Madre, porque abrió un haz de Luz sobre este lugar, un rayo que conectaba este lugar con el universo y la Presencia de Dios fue descendiendo por ese rayo de Luz a medida que Ella pronunciaba esa bendición.
En un momento de la Aparición, Ella vino acompañada de un grupo de hermanos. Cuando nos pidió que nos arrodilláramos, ante Ella, fue para que realizáramos una oferta por la conversión de los que le faltan a Dios.
Luego, Ella señala con Su Mano hacia nuestro lado, donde se encontraba el grupo, y apareció una familia indígena; una familia indígena que llevaba, en gran parte de sus cabezas, plumas de colores. Ellos, estaban en una total reverencia ante Nuestra Señora. Y, cuando Nuestra Señora mostró esa imagen, nos dijo que la mostraba para recordarnos que es la Madre de todos; y para Ella, como Madre, no existen diferencias entre las razas.
Al final de la Aparición, cuando ya consagró las rosas, le hizo un pedido al grupo organizador de Paraguay. Como ustedes escucharon, Ella dijo que va a retornar aquí, a Paraguay, y le hizo un pedido a este grupo, que va a quedar como intención en el corazón de cada uno de estos hermanos.
Ella pidió que participaran de la Aparición Anual en Figueira, al final de este mes de setiembre; porque allí Ella realizará una tarea importante. En ese momento, nos dijo que es una tarea con las naciones y agregó: “Porque Yo sé que existen muchos hermanos de diferentes naciones que llegan aquí, hasta Mí”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bueno, así que cada día más comprometidos, ¿no? ¡Qué bueno!
Estamos muy entretenidos, para que la vida tenga sal y pimienta.
Bueno, nos vamos a ver pronto, Dios mediante.
A todos los que nos ven por internet les enviamos nuestro saludo y nuestro agradecimiento por estar con nosotros.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más