MENSAJE SEMANAL DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Queridos hijos:

Que, en la sagrada solemnidad del mes del Sagrado Corazón de Jesús, la vida de cada hijo Mío se convierta en ese esperado tabernáculo, para que el Sacratísimo Corazón de Cristo pueda estar guardado como una divina reliquia espiritual, que pulsa dentro de cada corazón humano.

Ese tabernáculo, que cada uno debe preparar para que Cristo viva en cada alma, tiene que ser construido a través de algunos importantes pero simples principios que harán, de ese espacio interior, un lugar predilecto para Mi Hijo.

Estos principios, que deben practicar en la vida diaria, son:

  1. La oración del corazón, que es una oración madura de una consciencia que se compromete, todos los días, con la expresión del divino verbo; de una consciencia que comprende, más allá de sí mismo, la emergencia de estos tiempos de que todo sea colmado por dentro y por fuera por el verbo sagrado de la oración.
     
  2. Una vida de inclusión fraterna y de servicio, de la capacidad de servir sin condiciones, de la oportunidad que le puede ser dada a todas las personas, más allá de sus condiciones mentales o internas. Es la capacidad de que cada alma tenga su lugar para poder expresarse en la vida.
     
  3. La obediencia, que es un atributo no muy vivido por la mayoría, pero que vivir la obediencia hasta en lo más pequeño significa estar preparándose, de manera desapegada y austera, para algún día obedecer a los Comandos Mayores o aun dirigir esos Comandos que llamamos de Ejércitos de la Luz.
     

En simples palabras, queridos hijos, representan vivir en la Ley de la Jerarquía para aprender a vivir en la Voluntad de Dios.

Con estos tres atributos o principios, aplicados con esfuerzo en la vida diaria, ustedes construirán un tabernáculo seguro para que Mi Hijo deposite Sus más infinitos tesoros espirituales, los tesoros que reconstruirán a toda la humanidad.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz