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Reverenciamos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración: “Padre Nuestro”.
Vengo al mundo con Mi Gobierno Espiritual, Celestial y Divino para poder renacer en el corazón de los hombres, en la vida de todas las almas que Me dicen sí.
De esa forma, no hay nada que los separe de Mí, no hay mal que pueda prevalecer, no hay obstáculo que pueda reinar, porque aquel que cree en Mi Nombre será bendito, será llamado “hijo de Mi Padre”.
Para esta Natividad que se aproxima, la Natividad de vuestro Maestro y Señor, deseo ardientemente, por medio del Fuego de Amor de Mi Corazón, que todos sepan en este momento que aún tengo gran sed por las almas; y Mi Corazón, repleto de Misericordia y Bondad, agoniza día a día por no poder derramar Mi Luz y Mi Amor en los corazones.
Después de mucho tiempo y bajo esta coyuntura espiritual de la Natividad de vuestro Maestro y Señor; hoy sí, puedo derramar Mi Amor y Mi Bondad en sus corazones; hoy sí, puedo abrazar a sus almas, contemplar el espíritu de cada compañero Mío y esposarlos Conmigo en esta sagrada alianza con el Redentor.
Le digo al mundo que no pierda la esperanza, que fortalezca la fe. Los tiempos son muy duros y difíciles, pero Mi Reino Celestial se aproxima a ustedes para elevar sus consciencias, para elevar sus corazones, para que Cristo vuelva a renacer en el corazón humano.
No le teman a sus purificaciones y pruebas, no se amedrenten. Yo estoy aquí, Soy su Amor Superior, Soy la manifestación de Dios, el Amor Sabiduría expresado ante ustedes como el Rey y Gobernante del universo.
Entren en Mi Corazón, por medio del camino de Luz que hoy les muestro.
Retornen a Mi Amor para que puedan retornar a la Verdad, porque ante tanta necesidad planetaria, quiero entrar en comunión con aquellos que Me dicen sí; porque piensen por un instante: ¿cuántas veces, a pesar de las circunstancias, de los momentos y hasta de los desafíos, comulgaron de Mí?, ¿cuántas Gracias pudieron recibir a través de los tiempos y de todos los momentos que compartieron Conmigo?
Esto es lo que permite que Yo vuelva a llegar aquí, no solo a Fátima, a la bendita casa de Mi Madre, que es la bendita casa de todos ustedes que están aquí, bajo Su Reino Maternal, sino que también puedo llegar al mundo entero a través de este momento, para atender a la desesperación y a la angustia de muchos corazones que siguen enfrentando este tiempo de Armagedón, este ciclo de Apocalipsis.
Pero confíen, porque Yo ya estoy retornando. Tengan fe que estarán, cara a cara, delante del Maestro del Amor, delante del Maestro del Camino, delante del Maestro de la Vida. Porque lo que deseo ardientemente es estar con ustedes y con sus hermanos, no solo para que vuelvan a escuchar Mi Voz, que es la Voz del Amor del Padre Celeste, sino para que también puedan estar al lado Mío para sentir Mi Consciencia, para comulgar de Mi Espíritu, para recibir la cura y la sanación en todos sus seres.
Por eso, extiendo Mis Manos hacia el mundo para decirles a todos Mis compañeros, a todos Mis siervos, creyentes y devotos del Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, que hoy Mi Luz desciende al mundo para disipar las tinieblas de la consciencia, para retirar del infierno terrestre a cuantos están perdidos en la oscuridad.
Y esto es posible a través de todos los corazones que Me adoran y que Me aman, que son fieles a la sagrada liturgia de la oración, de la Comunión, de los Sacramentos, de la Adoración y del servicio.
Todo esto atrae méritos incalculables para el mundo, como hoy que Mi Corazón está atento a la necesidad y al sufrimiento de todos Mis hijos de Afganistán, que viven un cautiverio sin precedentes, que viven la prueba más difícil de su nación.
Porque Mi Amor no es solo para los cristianos, Mi Amor es para el mundo entero, Mi Amor no es religión, Mi Amor es sideral, divino y mayor; es un Amor inconmensurable que impulsa a las almas a vivir en la bondad, en la solidaridad y en la generosidad.
No se olviden de estos tres pilares: bondad, generosidad y solidaridad. Esto permitirá curar al mundo; esto erradicará para siempre la pandemia, porque las almas despertarán a su propósito interior, aquel propósito que fue gestado en la Fuente Suprema, cuando aún cada uno de ustedes era una pequeñísima esencia de Luz en los Grandes Estanques del Universo.
A través de esta próxima Natividad, permitan que en sus esencias resurja el Cristo Interno; porque el Amor está terminando en el mundo, y al acabar el Amor no puede estar presente la paz y aún menos puede estar presente el bien en las almas.
Sigan Mis Pasos con firmeza y determinación.
Así como hoy, puedo renacer en los corazones que me dicen sí, a pesar de sus dificultades y pruebas, ¿no sería maravilloso que, de una vez y para siempre, sean víctimas de Mi Amor y que todo lo que vivan en este momento sea un ofrecimiento sincero de sus corazones, para el triunfo del Retorno de Cristo?
Hay hijos Míos en el mundo, en África, en Medio Oriente y aun en Afganistán que, como fue con el pueblo de Israel, esperan la llegada del Mesías, del Redentor.
Abriendo Mi Corazón para cada uno de ustedes, les revelo Mis más puras intenciones; porque no se olviden que Yo Soy parte de ustedes, que vengo del Padre, así como ustedes vienen del Padre; que somos hermanos, pero también somos hijos del Creador; porque por más que Yo haya ascendido a los Cielos, Mi Corazón es un corazón humano, trascendido y glorificado.
¿Acaso creen que son capaces de glorificar sus corazones, de ser transformados por la transverberación del Señor?
No estoy hablando de misticismo ni tampoco de grandes experiencias, estoy hablando de la transformación de la vida por medio de la bondad, la generosidad y la solidaridad que puede vivir cada uno de sus corazones.
Es así que, en vísperas de la próxima Natividad de Su Señor, el Amor de sus vidas, su Pastor, Redentor y Señor coloca a los pies de este mundo Su más pura y soberana intención, Su Divina Aspiración de que las almas vivan el Amor de Cristo, viviendo el amor entre hermanos en generosidad, solidaridad y bondad.
Esto transformará al mundo rápidamente. Porque es en lo más pequeño y no en lo más grande en donde deben aprender a vivir la Obra de Dios. Y esa Obra es formada por todas las almas, a pesar de sus diferencias o aun a pesar de sus naciones; porque llegó el tiempo de que, en esta Natividad, las almas sean parte del Cuerpo Místico de su Maestro y Señor; a fin de que los impulsos de Mi Espíritu rediman al planeta y transformen a las almas, a través de todos los que se postulen a ser víctimas de Mi Amor.
Por eso, el Padre Celestial sabe que todo lo que les digo es posible.
Ahora es tiempo de que no solo escuchen Mis Palabras, sino de que sean Mis Palabras en acción, en bondad, en generosidad, en solidaridad para que este mundo se transforme.
La semilla del Amor Crístico hoy retorna a los corazones que la perdieron, porque este momento y este ofertorio realizado por los corazones devotos ha atraído hacia la Tierra esta Gracia y oportunidad.
Sé que en profundidad no comprenderán lo que les digo; pero no se preocupen, porque son sus mundos internos los que tienen que escuchar, comprender y saber todo lo que les digo, es allí en donde comienza el cambio.
Dejando la puerta abierta del Sagrario de Mi Corazón, les muestro la Llama de Mi Espíritu,flameante en el centro de Mi Ser, en donde las almas pueden adorar, contemplar y reconocer la Sabiduría del Amor de Dios. Porque fue ese Amor, como una Llama Flameante del Espíritu de Dios, que concibió no solo a la Creación en el principio, sino también creó a sus esencias a imagen y semejanza de Dios.
Tengan en su memoria esta imagen, la Llama Flameante de Dios en el Sagrario de Mi Corazón, en el centro de Mi Ser, en el centro de Mi Alma, en el centro de Mi Divinidad.
Que este amor, más profundo y eterno, que hoy les revelo a todos, cure al planeta, restaure a las almas, santifique a los corazones, rescate a los que están perdidos y bendiga a todos los que claman por ayuda espiritual.
Oremos:
Sol de Dios,
que alumbras la oscuridad de nuestras vidas.
Espíritu de Dios,
que liberas las faltas de nuestros seres.
¡Ven Sagrado Cuerpo y Preciosa Sangre de Jesús!,
para que unidos a Ti,
alcancemos la eternidad y el paraíso.
Amén.
(tres veces)
En los días 24 y 25 de diciembre de este año, por medio del Inmaculado Corazón de María y de Sus huestes angélicas, el Gobierno del Amor de Mi Universo Espiritual estará descendiendo en todos aquellos corazones que se ofrezcan a rezar por la paz, durante la Vigilia de Oración de Nochebuena y también durante la Aparición del 25 de diciembre.
En esos días, que sus mundos internos estén atentos, porque Gracias especiales podrán descender a las almas y al planeta para aliviarlo de este calvario en el cual vive.
Les agradezco, compañeros y compañeras Míos, por haberse abierto a reconocer, adorar y contemplar la Llama Flameante del Espíritu de Dios, en el centro de Mi Ser.
Y, a través de la poderosa Luz de Mis Cinco Llagas, los bendigo, como Hijo del Sol, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En la casa de Mi Padre existen muchas moradas, todas fueron creadas para cada uno de Sus hijos.
Cada cual tiene la morada que le pertenece, algún día retornará a ella con todo lo que ha aprendido y vivido; por eso es tiempo de guardar memoria de todo lo que el ser experimenta en la Tierra, todo lo que proviene del Universo y de Dios.
Es tiempo de deshacerse del sufrimiento y de la agonía porque en la Morada de Mi Padre entrará todo su maravilloso aprendizaje, todo lo que aquí han vivido en Mi Nombre.
Todo lo que aquí realizan y experimentan se escribe de forma concomitante en el Universo.
Cada decisión que toman en sus vidas, repercute también en el Universo.
Cada paso que se animan a dar por Mí es algo que repercute también en el Universo.
Eso también es lo que permite realizar el Plan en la Tierra y es lo que hace descender del Universo lo que Dios tanto espera manifestar para Sus hijos.
Hoy vengo a recordarles la importancia de esa Morada de Dios porque deben preservarla y protegerla de todo lo que sucederá en los próximos tiempos.
Si aún no saben que tienen un lugar en el Universo, sépanlo hoy que lo tienen. Ese lugar permitirá recrear la Creación, hacia ese lugar irá todo el conocimiento vivido y experimentado.
Por eso deben persistir, porque en las Moradas de Mi Padre se guardará todo lo bueno que han aprendido no solo en esta vida, sino en otros tiempos.
Quiero que cada ser de este planeta sepa que la experiencia no termina aquí ni tampoco en este plano material.
El infinito los espera para poder vivir nuevas cosas, pasar por nuevas experiencias.
Todo lo que siembren en este tiempo será cosechado en el futuro. Por eso deben saber bien qué es lo que hacen y lo que viven, para que los tesoros de Mi Padre no se desperdicien.
Ha llegado la hora de tomar consciencia sobre las riquezas del Cielo y cuántas veces ellas descienden en la Tierra e intentan unirse a las almas, para que ellas puedan vivir nuevas experiencias de amor y de redención.
Todo lo que cultiven en este tiempo repercutirá en el futuro inmediato.
No es necesario, compañeros, que Yo les de ejemplos porque ya los han visto con sus propios ojos.
Los que cultivan cosas malas en Mi Tierra siempre saldrán perdiendo, porque el Amor es Sabiduría y la Sabiduría es Amor de Dios.
Donde está Su Hijo, está Dios y si ustedes están en Mí, verdaderamente, podrán estar en el Padre. Las Leyes siempre se cumplen para todos por igual.
Cada uno sabe lo que en verdad debe hacer en este tiempo. Solo necesito que siempre siembren cosas buenas, porque eso no solo los ayudará a ustedes, sino también al mundo.
La humanidad se ha olvidado, por haberse distanciado, de cultivar verdaderos atributos.
La humanidad se ha pervertido y se ha desviado, por eso Yo vengo de la Fuente inmaterial de Mi Padre para recordarles de los sagrados atributos que es imprescindible vivir en este ciclo.
Serán esos atributos como Leyes de Luz que los protegerán de ustedes mismos y de los demás.
Ha llegado el tiempo de desenmascarar a los lobos que están revestidos de ovejas.
Pero no será necesario que nadie lo haga, la propia Ley lo demostrará así como lo ha demostrado en este último ciclo.
La fidelidad Conmigo no es algo pasajero. Tampoco la obediencia no es pasajera.
Lo que Yo les pido es permanente, verdadero e inmutable.
Por eso, si sus caminos están bien sembrados, cosecharán buenos frutos, no importa que sus tierras estén miserables, secas, áridas o vacías. Por la Fuente de Mi Amor todo es posible para sus vidas solamente cuando son sinceros Conmigo.
Hoy necesito que den ese paso hacia la Verdad definitiva porque así podrán estar más hermanados, podrán vivir más en fraternidad y ser considerados con el prójimo.
Los atributos de los cuales Yo les hablo no son de este planeta, ni tampoco de este universo, aunque hayan otras humanidades que los conozcan.
Los atributos provienen de Mi Padre y de Su Fuente inmaterial y eso hace renovar todas las cosas para los que en verdad lo quieran vivir.
Porque por medio de Mi Fuego les traigo la iluminación de sus células y átomos, para que en lo más profundo de sus seres aprendan a vivir en la Hermandad por medio de los atributos que Yo les traigo para este tiempo.
Por eso les vuelvo a repetir que su primer atributo es amar así como Yo los amo y amar al prójimo como aman a Dios de una forma inconmensurable e infinita.
Si aún no han alcanzado ese atributo, síganlo intentando todos los días: forjen en ustedes un amor incondicional que vaya más allá de sus miserias y de sus pruebas, de todos los límites y de todos los obstáculos, así podrán ser Nuevos Cristos que representen a su Señor aquí, en la Tierra.
No quiero ver más a una humanidad miserable, espiritualmente.
Algunos de ustedes deben alcanzar mucho más de lo que Yo alcancé en la Cruz y en la Pasión.
Deben y pueden superarme en el amor.
Ya no esperen poder hacerlo, vívanlo con un esfuerzo incondicional todos los días; así sus corazones serán semejantes al Mío, aunque no lo crean.
Si Yo descendí a la Tierra y fui humano y transmuté la condición humana, ¿qué podrán hacer las criaturas de Mi Padre, más de lo que Yo hice una vez, siendo hijos directos e íntimos de Su Fuente inmaterial?
Aún no conocen sus virtudes, solo conocen sus destrezas. Pero Yo vengo, como el Señor del Universo, por cada una de sus destrezas para transformarlas, algún día, en sagradas virtudes.
Solo me deben entregar todo. Cada uno según su tiempo, aunque ya no haya tiempo.
Es hora de entregármelo todo y de confiar en lo que Yo tengo previsto para ustedes.
Ha llegado el momento de cerrar un ciclo y de comenzar uno nuevo.
Todo lo que antes no pudieron vivir no lo podrán vivir ahora en este nuevo ciclo.
Anímense a develar los misterios del universo con la expansión del amor en sus consciencias.
Porque a los humildes se les revelarán los Misterios de Dios y a los soberbios y orgullosos se les quitarán todos los poderes que creen tener de forma personal y humana.
La Ley se vuelve a cumplir y se vuelve a escribir.
Yo les vengo a enseñar el camino de la redención por medio del amor, eso es lo que hará fructíferas y eternas sus moradas.
Y no será necesario vivir en este mundo, ni en otro lo que ya han vivido porque lo habrán aprendido como lección de vida y lección de humildad.
Quiero que sus corazones se pacifiquen, que sean pequeños, así como Yo fui pequeño en los brazos de Mi Madre; de esa forma el Proyecto no se perderá, porque no estará en las manos de los soberbios, sino en el corazón de aquellos que se humillan a Dios todos los días y que hacen penitencia de verdad, transformando todas las cosas, superando todos los tiempos, vivificando el Sagrado Espíritu del Señor.
Solo los humildes entrarán al Reino de los Cielos.
Solo los pacificadores conocerán el Reino de Dios.
Todos ellos no volverán nunca más a la Tierra, porque conocerán nuevas moradas y en ellas permanecerán para avanzar en su evolución y en el despertar de sus espíritus y una nueva Tierra comenzará con los seres crísticos.
La ley del sufrimiento será olvidada y el dolor ya no será recordado.
El amor reinará y la paz abundará en los que hayan sido incondicionales con el Señor a pesar de sus miserias y de sus pruebas.
Yo los necesito limpios de corazón, no solo en este momento, sino para los tiempos que vendrán.
Los necesito en una amplia resignación y en una estricta obediencia, para que puedan conocer otros misterios del Universo que no intentarán ennoblecer sus espíritus, sino hacerlos más humildes, más humildes de lo que Yo fui una vez, como en el simple pesebre de Belén.
Así, compañeros, podrán amar lo que nunca han amado, perdonar lo que nunca conseguirían perdonar, porque estarán en otro estado y en otra vibración.
Así ayudarán a los que más necesitan y a los que nada tienen, espiritualmente.
Así Yo podré recogerme y decir que Mi tarea se ha cumplido con ustedes y el mundo.
Así podré prepararme para retornar sin desplazar tanto Mi Consciencia por este Universo.
Pero Yo nunca los abandonaré. Quien está Conmigo nunca se sentirá abandonado.
Quien está Conmigo nunca le faltará el amor porque habrá comprendido la misteriosa Voluntad de Dios, que de tiempo en tiempo intenta escribirse en el corazón de los hombres.
Vacíense ante el Señor del Universo para que Yo pueda depositar lo nuevo en ustedes y retirar lo viejo de sus consciencias.
Hoy Me ofrecieron un día maravilloso por medio de sus canciones y oraciones, eso es lo que Me impulsa, lo que Me mueve volver a aquí, todo el tiempo, para estar al lado de los que verdaderamente Me escuchan y hacen, en sí mismos, una a una Mis Palabras.
De la Fuente Solar he venido, del Universo Espiritual he descendido, de la Casa de Mi Padre he llegado, para traerles, con todo Mi Amor, lo que hoy necesitan; para que recuerden, compañeros, que siempre los renovaré para que así se cumpla el mandato de Dios: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado y los sigo amando.
Ese es el misterio más profundo de la Creación.
El amor hará luminosas sus moradas y pulcros a sus espíritus.
Celebremos este momento con total confianza. Agradezcamos a Dios por todo lo recibido y regocijémonos en Su Corazón para que se cumpla Su Palabra en el Pueblo de Dios.
Que el misterio de esta existencia sea revelado.
Padre, envía el Soplo de Tu Espíritu
para los que aún se sostienen en Ti.
Envía el Fuego de Tu Amor
para transformar todas las cosas.
Envía el bálsamo de Tu Paz
para apaciguar a los corazones.
Envía, a través de Mí, Tu Misericordia
para que las criaturas conozcan
la gran felicidad de estar en Ti,
para siempre.
Amén.
Hoy, espiritualmente, no solo consagraré nuevos adoradores, sino a los que algún día Me adorarán, como los que Me han adorado hasta ahora.
Recuerden, compañeros, que hay una morada de luz para cada uno de los hijos de Dios y esa morada espera por encontrarlos y recibirlos, para que en ella se guarde la mayor experiencia de Su Amor en la Tierra, a fin de que los ángeles del Universo eleven esa experiencia al Padre, para volver a crear esta Creación.
Mi Palabra es como agua viva y viene a quitar la sed de los que están perturbados, de los que sufren, de los que están hace tiempo en su desierto pidiendo a Dios por una Gracia y una oportunidad.
Hoy les ofrezco la Palabra de Vida como agua viva para sus almas, para que el bálsamo del Amor del Señor unifique a las consciencias y destierre a los enemigos, a fin de que triunfe el Plan. Amén.
Hoy Me dignaré de consagrar estos elementos con especial gratitud, para que los frutos de Mi Espíritu en las almas también reverberen en las sagradas moradas que algún día conocerán.
Por eso deseo escuchar “Tu Palabra es Agua Viva”, para que sus almas, en este momento, sean trabajadas por la esencia de los Divinos Sacramentos.
Incienso.
Para los que puedan, nos colocamos de pie.
Agua.
Canción: Tu Palabra es Agua Viva.
Aquí se guarda uno de los mayores tesoros de las Moradas de Dios. Bienaventurados serán aquellos que se sirvan de él para sentir en sus corazones el Universo de Dios, mientras estén aquí, en la Tierra.
Por eso les ofrezco Mi Cuerpo como símbolo de reparación y de cura para las almas.
También les ofrezco Mi Sangre, como símbolo de purificación y de renovación para todos los espíritus del planeta.
Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que les da la Vida Eterna.
Aquí está el símbolo de los que se unen a Mí por medio del ofrecimiento de cada nueva adoración; en ellos se construye el Templo de Dios, el que algún día se volverá inmaterial y eterno y estará guardado especialmente en la morada que Dios destinó para cada ser.
Reciban este símbolo de adoración, como un acto de gratitud de Mi parte, y una bendición renovadora para sus almas.
Ahora quiero aquí a los adoradores, los que hoy se consagrarán.
Santisima Trinidad,
que desciendes a través del Divino Hijo,
unifica estas consciencias con el Padre Eterno,
unifica estas consciencias con el Divino Hijo,
unifica estas consciencias con el Sagrado Espíritu,
a fin de que se establezca en sus esencias
la realización del Plan de Dios
y el triunfo perpetuo del Amor de Dios,
para siempre.
Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.Amén.
Mi Dios,
yo creo en ti, yo te adoro,
yo te espero y yo te amo.
Y te pido perdón por los que no creen en Ti,
no te esperan y no te aman.
Amén. (x3)
Y ahora que Mi Misión está cumplida en ustedes, espero que ya reverbere a través de los tiempos, por medio de sus adoraciones, de sus oraciones y de sus actos de amor, a fin de extirpar de este mundo el mal de la humanidad, a fin de que se establezca el Reino de Dios en cada corazón humano y muchos, muchos más conozcan la paz.
Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por este día y por el día que vendrá mañana, en Mi Nombre, fraternalmente, se darán el saludo de la paz.
Les agradezco.
Entra en Mi Corazón y encontrarás tu casa, tu origen y tu principio, tu camino y tu verdad.
Entra en Mi Corazón y encontrarás lo nuevo, lo que más buscas, lo que más necesita tu alma y tu espíritu, para que en este ciclo agudo vivas el Plan de Dios.
Entra en Mi Corazón y vacíate de todo, hasta el punto de saber quién eres y todo lo que deberás perder para que Yo pueda obrar en ti.
Entra en Mi Corazón y cálmate. Ya he visto tus lágrimas y tus llantos, pues vengo con Mi Misericordia para curar lo impenetrable.
Entra en Mi Corazón y silénciate. Busca dentro de Mí el gran refugio de Dios, la morada que muchos no buscan, por sus preferencias, por sus deseos, por la vida externa.
Entra en Mi Corazón y sáciame. Tengo sed de tu amor y de tu verdad, para que finalmente te fundas en Mí.
Entra en Mi Corazón y no te preocupes. Allí se guarda un tesoro pensado por el Padre para ti; el principio de tu esencia, en el momento en que fuiste creado en el Vientre de tu Madre.
Vengo con Mi Misericordia para borrar el pasado, no solo en sus consciencias, sino también en España y más allá de ella.
Entra en Mi Corazón y comulga Conmigo. Ya conozco tus defectos, tus pruebas, tus miserias y tus dificultades. Sonrío a cada una de ellas, porque tú piensas que no las puedes superar.
Entra en Mi Corazón y ríndete, porque así Yo te enseñaré a encontrar el sentido a la vida, al camino espiritual, a la meta de tu alma y de tu espíritu.
Entra en Mi Corazón y te refugiarás en Dios, porque allí, en Mi Corazón, nada más importa que solo tú te unas a Dios, el Creador, porque lo estarás haciendo por aquellos que no lo hacen, por los que no lo viven y también por los que no lo buscan.
Entra en Mi Corazón y encontrarás la salida, la liberación de tu infierno, la rendición de tus amarras, la elevación de tu espíritu y la redención de todo tu ser.
Solo entra en Mi Corazón y déjame actuar por un momento, porque así no conocerás tu vida, de aquí en adelante.
Cuantas veces tú entres en Mi Corazón, Yo podré estar en ti, gobernaré tu consciencia, tus sentimientos, tus pensamientos y todos tus sentidos. Y percibirás en cada momento todo lo que no está bien para Mí, y unido a Mí, transformarás cada aspecto de tu ser, al punto de no poder reconocerte en poco tiempo.
Si tan solo entras en Mi Corazón, conocerás tus virtudes; también conocerás tus miserias, para que las puedas trascender una a una.
Si consigo que muchos más entren en Mi Corazón, todo el planeta no estará perdido. Encontraré instrumentos y servidores totalmente entregados a Mí, para que Yo pueda actuar a través de sus vidas y hacer de cada etapa un nuevo camino y una nueva oportunidad, que aún no has vivido en esta vida.
Entra en Mi Corazón, porque allí se encuentra la Puerta hacia Dios.
En el corazón existe el amor vivo, en la mente solo existen ideas huecas. Si entras en Mi Corazón, Yo podré darte sabiduría y plenitud.
Mi Corazón fue traspasado por la lanza de la humanidad, por el pecado, por la impunidad, por el falso poder, y Mi Corazón derramó agua y sangre, virtudes de misericordia y de divinidad para todas las almas.
Cuando las almas no entran en Mi Corazón, Yo no puedo hacer nada, tan solo contemplarlas, orar por ellas para que encuentren el camino hacia el templo de Mi Corazón.
Hoy los rebaños están dispersos. Pocos quieren saber quiénes son en verdad y qué han venido a cumplir en nombre de Mi Padre.
Si entran en Mi Corazón, todo este conocimiento será revelado y serán libres de la ignorancia, de la ilusión y de todo lo que no es real. Percibirán la vida diferente, encontrarán sentido a sus caminos y podrán vivir el Don del Temor a Dios, porque podrán sentir cuando se estarán alejando de Él y cuando deberán retornar pronto a Su Corazón Divino.
Si ustedes entran en Mi Corazón y se vacían completamente, Yo podré llegar a más corazones que están perturbados, que están enfermos y que se sienten perdidos con una gran falta de amor y con ausencia de misericordia.
Hoy vengo a entregar, como ha dicho Mi Santa Madre, las últimas llaves de la salvación de la humanidad, porque aún los portales a Mi Divina Misericordia están abiertos. Y será en esa Fuente que sus pecados serán disueltos, que sus faltas serán perdonadas y que todo error que hayan cometido, en contra del amor y de la unidad, pueda ser liberado. Y alcanzarán la expiación que necesitan para poder dar nuevos pasos en esta obra, que estoy decretando para el fin de los tiempos.
Podrán entrar más fácilmente en Mi Corazón si son humildes, si sus almas se resignan a la Voluntad que Yo les traigo y que hasta ahora nunca han vivido.
Con todo este mensaje, hoy quiero decirles que nuevamente hoy ha terminado un ciclo. Hoy deben cerrarse las puertas a la dificultad planetaria, a todo lo que es deuda a nivel espiritual, dentro y fuera de los seres.
Es así que hoy instauro un nuevo ciclo más exigente, más arriesgado, por la victoria de Mi Sagrado Corazón en los caídos de la humanidad, en las estrellas perdidas, en los soles que se han apagado, en los espíritus que no han llegado al Corazón del Creador.
Las almas que hoy están aquí, ante Mi Presencia Celestial, son todas preciosas para Mí.
Deseo que busquen sus virtudes, porque en verdad las necesitarán para los tiempos que llegarán. Serán muy necesarias y urgentes para sus hermanos de camino y para todos los seres que los rodean en esta vida que hoy viven.
La virtud de la fortaleza, la virtud de la fe, la virtud de la unidad, la virtud de la sabiduría, la virtud del discernimiento, la virtud de la ciencia y principalmente la virtud del amor, que une a todas las restantes a través de Mi Corazón Misericordioso.
Ejercítenlas con esfuerzo y determinación, porque si entran en Mi Corazón, las podrán conocer una a una y estarán cerca de sus vidas en los momentos en donde deberán tomar grandes decisiones, que podrían cambiar el rumbo de sus vidas para siempre.
Con estas virtudes, almas de Mi Corazón, los invito a no tomar decisiones precipitadas, a que pregunten a su mundo interior qué es lo que verdaderamente deben hacer para poder seguir el camino que Mi Mano está indicando en esta recta final, en esta última parte de la transición, en los últimos cinco años.
En la hora más crucial del mundo deberán recordar estas palabras y cuántas veces Yo los invité a ingresar dentro de Mi Corazón de Luz. Porque si no lo hacen ahora, en el próximo tiempo se arrepentirán, por ustedes, por sus familias y sus conocidos. Lleven a todos hacia Mi Corazón.
No quiero tener más espinas en Mi Espíritu. Los horrores del mundo me angustian, la sangre que cae sobre el planeta también. El sacrificio a los Reinos y a la Creación, todo eso acongoja Mi Corazón.
Si ustedes ingresan en Mi Corazón, a pesar de lo que suceda, Yo me sentiré pleno de estar más cerca de ustedes y de sus hermanos. Porque si están en Mi Corazón, se darán cuenta cuán lejos están de Mí, muchas veces.
No vengo aquí a reclamarles nada, vengo a restablecer la alianza de sus almas con Mi Alma, la unión de sus corazones con Mi Corazón.
No pierdan el sentido de lo que les estoy diciendo.
Entren en Mi Corazón y estarán en el camino correcto. No perderán la escuela que vengo a presentarles, para que en esta época ustedes la puedan vivir.
Si muchos más entran en Mi Corazón, el mundo no deberá sufrir tanto.
La humanidad hoy provoca la ira de Dios; desde las cosas más insignificantes hasta las situaciones más graves, como es la guerra, los refugiados, la sangre que corre en el mundo y el sacrificio de los animales.
Mientras el mundo no cambie esas actitudes, haga penitencia y se arrepienta de corazón, faltará mucho la paz, y Yo estaré solo en los consecuentes, hasta que se cumpla lo que Yo deseo.
Los tiempos han cambiado mucho y las almas no quieren verlo. Muchos piensan que todo sigue igual: en la sociedad, las naciones y hasta en las religiones.
Cuando Yo retorne, así que Mi Padre Me lo pida, deberé romper muchas estructuras, desde la vida humana hasta en las religiones.
Dios se encuentra en lo que es simple y no poderoso.
Podrán haberme hecho muchas iglesias, pero Yo estoy en una sola y es en el corazón de Mis compañeros.
Cuiden de esa Iglesia verdadera. Que sus sentimientos sean cada vez más fraternos, que sus actitudes sean cada vez más pacíficas, porque así Yo podré contar con ustedes en cualquier momento o en cualquier lugar, no importa lo que sea o todo lo que cueste.
La Obra de Dios, a través de los Sagrados Corazones, es la más difícil de materializar en esta superficie. Por eso venimos al encuentro, en este último tiempo, de aquello que está en llamas, que arde en el fuego de la fricción y lo que es impuro y es injusto.
De esa forma, vengo a entregar el último tesoro que me resta, el más preciado por Mi Padre: es Mi Corazón que ha padecido por ustedes, que sufrió por ustedes, que fue traspasado por ustedes y que resucitó para demostrar al mundo la vida eterna.
El arrepentimiento nace de una verdadera honestidad, de una transparencia que no tiene límites en esta vida material.
Vengo a entregar estas palabras para aquellos que amorosamente, las quieran recibir, meditarlas y reflexionar sobre cada decreto que hoy les he entregado.
Ahora, con sus corazones más mansos y sus consciencias más abiertas, celebremos en este día la Comunión con Mi Cuerpo y con Mi Sangre; un acto de reparación, de penitencia y de entrega a Mi Corazón Misericordioso.
En estos simples elementos se encuentra la renovación de la vida, lo que nutre al espíritu y hace mostrar en ustedes la esencia de Mi Divinidad.
Hoy vengo a renovar la Iglesia en toda la Tierra y a todos los que se unen a ella bajo Mi Universo Celestial.
Que ahora desciendan los ángeles y purifiquen los elementos, que se convertirán en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, para todos los seres de buena voluntad.
Encuentren en este Sacramento lo que es simple, humilde y puro a los ojos del Creador.
Como en Jerusalén y Emaús, antes y después de haber resucitado, me reuní con los apóstoles y después con los pastores, para que sintieran y vieran Mi verdadero Ser, que era el Dios vivo en cada partícula de Mi Consciencia y en todo el ser terrenal y humano que viviría la Pasión por ustedes, con el fin de redimir a la humanidad y liberar el mal del planeta.
Después de dos mil años, Mi enemigo se ha afianzado en el mundo, pero su cetro será quebrado por el golpe de la espada de San Miguel.
Todo lo que él retiene en su mano, a través de los siglos y de los tiempos será derrotado por la fuerza del amor de la Fuente, cuando Yo retorne al mundo y cuando vuelva a buscar a todos los que Me pertenecen, a través de los siglos y de los tiempos.
Verán entonces a aquellos que resucitarán de la nada. Todos se asombrarán por lo que verán a su alrededor. En esa hora nada estará oculto, todo será evidente para todos y ya no existirá lo blanco y lo oscuro, sino que cuando Yo retorne existirá lo eterno, Dios.
En aquel tiempo, tomé el pan y le di gracias al Padre por este sacrificio. Él lo bendijo y decreté a Mis apóstoles: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes para el perdón de los pecados".
Del mismo modo tomé el cáliz entre Mis Manos, di gracias a Dios por ese sacrificio, Él lo bendijo con la luz de sus ángeles y lo entregué a Mis apóstoles decretando: "Tomen y beban todos de él, porque esta es Mi Sangre de la Alianza nueva y eterna, Sangre que será derramada por todos los hombres para el perdón de los pecados. Nunca olviden hacer esto en Mi Memoria".
Este es el Sacramento de la Renovación. Dichosos son los llamados a vivirlo. Bienaventurados son los que lo reciben para vivir su redención y conversión, hasta que se cumpla Mi Retorno al mundo. Amén
Lleven entonces Mis Palabras al corazón y que el Padre, a través de Su Hijo y del Espíritu Santo siempre los bendiga, para que encuentren en sus caminos Mi Camino de Luz, que hoy les indico, invitándolos a retornar a Mi Corazón, y así podremos ser uno para siempre.
España vivifique Mi Misterio. Los corazones heridos a Mi Iglesia se abran y que sientan en su interior la verdad que les traigo, porque lo que está vivo es lo que hay dentro de los seres y se llama amor del corazón. Que ese amor brote en los que no lo tienen y que muchos más se animen a encontrarlo, sanando a las heridas de la incomprensión.
La fe, la unidad y la hermandad los ilumine. En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por hoy estar Conmigo y a todos lo que lo han estado a través de este medio de comunicación.
Hoy emito una irradiación para todos Mis amigos.
Crean que es posible que el Reino de Dios se aproxime hacia una humanidad enferma que tanto necesita de amor, de perdón y de reconciliación.
Que hoy canten sus corazones sinceros y que se unan a esta Obra que debe abrazar a toda la humanidad, a todas las lenguas, a todos los pueblos y a todas las creencias que buscan vivir el amor y la solidaridad. Que así sea. Amén.
Canción: "Corazón Sincero"
Fray Elías del Sagrado Corazón el 19 de junio de 2015 recibe, al inicio de la Aparición, el Mensaje mensual de Cristo Jesús Glorificado y lo lee para todos los presentes. Luego Nuestro Señor le transmite Sus Palabras para esta Aparición.
Eleven vuestra oferta a Dios todos los días, pues eso es lo que les basta a vuestras almas, para que puedan alcanzar la redención y la Misericordia.
A través de Mis Palabras y de este Mensaje, les dejo una energía espiritual, para que la puedan seguir descubriendo, transformándola y cultivándola en vuestros corazones; pues estos son los últimos Códigos que Yo derramo sobre todas las almas del mundo.
En los meses que llegarán, irán descubriendo Mis Peticiones, revelaré Mi Voluntad para todos y derramaré una gran ola de Gracia sobre aquellos que más necesiten.
Por eso, para que sea posible, necesito de instrumentos limpios, más cristalinos que el agua, libres de sí, pero unidos a Mí. Así Yo podré realizar Mis últimas Obras de Misericordia en este mundo cruel.
Yo les entrego Mi Paz. Y por haberse postrado ante Mí, Yo les dejo un acto de Misericordia, especial para cada uno, una llave, una última tabla de salvación.
Si escuchan ahora Mi Mensaje, abiertos de corazón, Yo les aseguro, compañeros, que se liberarán de aquello que nunca se han liberado, por más que trabajen todo el tiempo. Mi Santa Energía Sacerdotal, con el toque simple de Mis Manos sobre vuestros seres, puede disipar todo el mal.
Reflexionen sobre lo que les digo. Busquen la comunión Conmigo. Que esa comunión sea cada vez más profunda delante de los tiempos de tribulación.
Yo necesito de vuestra filiación Conmigo, así Me estarán permitiendo que los transforme completamente, más allá de vuestras expectativas y de vuestros pareceres. Porque la única Voluntad de vuestro Padre es que ya no vivan para sí, sino que vivan en Mí, y Yo podré vivir en ustedes. Cuando eso suceda con una sola alma, habrá valido la pena de que Yo haya llegado aquí, después de tantos encuentros, buscando a las ovejas para que pasten en otros lugares, por los Reinos sublimes de Mi Corazón.
Los ángeles esperan por vuestra respuesta. Ellos están atentos para escuchar vuestras peticiones. Mas, si lo hacen de corazón, abandonándose en Mí y liberándose de vuestros deseos, de todas vuestras ideas, en verdad les digo que en poco tiempo no se reconocerán y todo el esfuerzo que harían hecho para transformarse tan solo un poco, Yo ya lo habré hecho en tan solo un segundo, cuando tan solamente Me hayan abierto el corazón de verdad. Así Mi Gracia actuará y ustedes serán consecuentes Conmigo en los momentos de mayor tribulación.
Que vuestras mentes se unan a la Mía. Que sus almas se unan a Mi Alma. Que vuestra divinidad interior se una a Mi Divinidad. Así estarán conectados Conmigo y nada podrá perturbarlos, porque estarán en Mi Paz, a pesar de las pruebas y de las dificultades.
Yo vengo a trabajar en ustedes lo que nadie se animaría a realizar. Yo vengo a buscar en ustedes la esencia de lo más puro, dentro de una colina de rocas. Vengo a quebrar lo que está duro. Vengo a imantar vuestros corazones con Mi Luz, entregándoles vibraciones sublimes, pues una parte de vuestra responsabilidad es cuidar de esos Códigos de Luz. Porque Yo no estaré mucho tiempo con ustedes y este tiempo que he estado con ustedes deberá haber servido de una profunda preparación.
Cuando las cosas estén más difíciles es cuando deberán estar más unidos y estarán en comunión con Mi Cenáculo, con Mi Corazón. Y Yo veré desde el Cielo, antes de Mi Retorno, que todos Mis nuevos discípulos estarán entendiendo lo que Yo les pedí, liberando sus dificultades, viviendo la esencia de la humildad por encima de todas las cosas y buscando la unidad con Mi Padre Eterno. Así podré seguir realizando las Obras de Misericordia.
Ustedes dejarán este mundo superficial, en el cual siempre se encuentran, para que en verdad se puedan unir al mundo espiritual de Adonai, donde existe permanentemente la esencia de la unidad y del amor, Fuente que se derrama todo el tiempo sobre el mundo. Mas son pocas las almas, las almas que viven en la gratitud, que pueden aprovechar esta Fuente.
Yo necesito de muchas almas más que puedan beber de esa Fuente Primordial. No es suficiente vuestro "sí". Necesito que se abandonen en Mí. Necesito que Me den el permiso para poder transformarlos cada día más, sino estarán creyendo, compañeros, que están transformados. Pero a la vuelta de vuestros caminos lo encontrarán totalmente diferente, y ¿dónde habrá quedado Mi Luz?, ¿en dónde deposité Mi Amor en ustedes?
Ustedes deben cumplir con una parte, compañeros. Esta es la perfecta unidad con la Ley de Dios. Aquel que se salga de la Ley perecerá, y esto no es un castigo del universo. Vean cuántas almas se pierden en el mundo y cuán pocos pueden escuchar Mi Voz sacerdotal.
Mi verdadero Mensaje, para vuestras vidas, es que alcancen la conversión espiritual, mental y física, así como la alcanzaron los apóstoles en el pasado.
Es verdad, compañeros, Yo vengo a pedirles cosas imposibles. Vengo a entregarles desafíos imposibles. Pero sé que es posible que todos esos desafíos se cumplan en ustedes cuando tan solamente se abandonen en Mí y Yo pueda realizar la Obra que le prometí a Mi Padre.
Mi Espíritu no solo retornará al mundo. Yo deberé ser visto en los corazones de todos los seres. Pero, ¿quién en verdad Me quiere corresponder?
Yo vengo a buscar lo más profundo que existe en ustedes. Vengo a pedirles una ayuda espiritual en nombre de los Portales del Cielo, porque será así que, cuando hayan almas que respondan a Mi Llamado, este mundo no se perderá.
Yo escucho a vuestros corazones y les hablo a vuestros oídos internos. Muchos no se han dado cuenta de esto. Pasé muchas veces por vuestras vidas, golpeando en lo profundo de vuestros corazones, llamándolos a la luz y a la hermandad. No se olviden de estos principios. Estos principios los protegerán. La luz, la hermandad y la unidad serán el auxilio de vuestras dificultades.
No vengo a realizar grandes milagros en ustedes. El verdadero milagro, para vuestras vidas, es que alcancen la cura espiritual, que aun no vivieron en otros tiempos. Pero, Yo vengo a darles esta Gracia para que se puedan unificar a Mi Corazón, y en esa sagrada unidad todo esté cumplido.
Mientras les hablo, he bendecido estos sagrados elementos; pues Mi Presencia mueve todas las moléculas de vuestras vidas. Las células se pueden renovar por la Presencia de Mi Luz Crística. Pero, todo eso es posible cuando dan el permiso de corazón.
Vuestra mente debe morir. Vuestros corazones deben renacer. Será en el corazón que encontrarán la sagrada unidad. No hay otra salida, compañeros. No hay otro camino a seguir. Quien no viva en el corazón ni en Mi Corazón, ¿cómo podrá sobrevivir?
Las almas no conocen el poder del Amor porque viven su propio amor todo el tiempo. Pero, cuando alcancen la libertad interior y estén vacíos de ustedes mismos, será Mi Amor que obrará en ustedes, transformará todas las cosas y no perderán tiempo en las cosas superficiales.
La verdadera respuesta se encuentra en Mi Corazón misericordioso. Cada uno de ustedes deberá ser un verdadero guerrero en el fin de los tiempos. No deben perder esta oportunidad, pues es la última chance que Yo les entrego.
Para ser un verdadero guerrero busquen la unión con vuestro corazón y, cuando alcancen esa unión con vuestros corazones, Dios derramará Su Amor sobre ustedes y Mis Obras se cumplirán en estos tiempos críticos.
Glorifiquen a Dios todos los días y reveréncienlo. No se olviden de reverenciarlo cuando sus ojos despierten al amanecer.
Agradezcan cada día que viven. A pesar de las pruebas que trascienden, agradezcan a Dios todo lo que Él les enseña. Así serán merecedores de Mi Misericordia y la humanidad también recibirá una parte de Mi Misericordia.
Yo vengo a construir Mi castillo interior en corazones de barro. Yo puedo convertir y transfigurar todas las cosas cuando el alma se arriesga a vivir en Mí.
Acepten vuestros sufrimientos y vívanlos con alegría. Existen mayores padecimientos en las almas del mundo, cuerpos corruptos que mueren sin ver la luz porque ni siquiera alguien ora por ellos.
Yo quiero que sean misericordiosos y dejen de vivir en vuestra propia propiedad. Yo necesito aún más de ustedes, el esfuerzo interior los recompensará.
Les agradezco.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Jesús está esperando que le cantemos una canción, que será cantada por la hermana Lucía de Jesús y por la hermana María Jerusalén, aquí, a los pies del Maestro y todos nosotros vamos acompañar, en unidad.
Aquellos que no soportan, dice el Maestro, que se sienten, por favor.
Los apóstoles Me cantaban melodías de paz para aliviar Mi Corazón y eso confortaba Mi Espíritu, aun cuando sabía que la hora de la crueldad se acercaba. Era Mi Amor que Me hacía vivir el sacrificio y, así, Yo no padecía porque sabía, por encima de todo, que la Voluntad de Mi Padre estaba cumpliéndose.
Cuando estaba en el huerto, muchas cosas sufrí. Cuando fui flagelado, muchas cosas padecí. Cuando cargué con la Cruz, muchas cosas sentí. Cuando fui traspasado, después de haber sido martirizado, Mi Corazón se expandió.
¿Y saben cuál es la fuerza interior que Yo recibí, para soportar todos los dolores, todos los martirios y negaciones? Era confiar que el Amor de Dios estaba en Mí y Yo en él.
Eso era inquebrantable. Nadie podía quebrar ese amor, el Amor Divino que mora en ustedes y espera mostrarse para vuestra vida espiritual. Allí no hay dolor que se pueda padecer.
Todo encuentra un sentido en la vida cuando el corazón se dona en la confianza de Dios. Todo pueden soportar porque, después de este destierro, encontrarán la eternidad.
Vuestros cuerpos son un proyecto creado y, en esta civilización, muchos deben cumplir con la Voluntad Sagrada del Padre. Vuestros genes deben ser otros y eso será posible por Mi intercesión, por Mi fuerza y poder espiritual en las esencias de todas las criaturas.
En el huerto y en la Cruz trabajé por esas esencias y el Amor venció al mal cuando el Corazón se donó a Dios.
Los ángeles los contemplan con Misericordia y los Cielos se abren para escuchar la cálida voz de los discípulos.
Canción: “Ese hombre llamado Jesús”.
Compañeros, entren en el Corazón de Mi Confederación, a través de esta Comunión ecuménica, con Mi Cuerpo y con Mi Sangre. Por eso, a partir de este momento, por la autoridad que Dios Me concedió a nivel universal, comulgaremos con el Espíritu de Dios, con la Santísima Trinidad, especialmente, con Su Hijo amado, para que todas las faltas sean reparadas por medio de la Comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo, como un acto de renovación y de fe para todas las almas.
En Mi Presencia, especial para esta hora y en este lugar santo, invito a que en todos los Centros Marianos repartan Mi Cuerpo y Mi Sangre, en este momento, y hagamos una Comunión planetaria, en todos los lugares del mundo, para que Mi Misericordia se derrame sobre aquellos que no la merecen.
Cuando hayan terminado de comulgar Conmigo, Me elevaré al Cielo para llevar vuestras intenciones ante los Tronos de Dios.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Cantaremos los Nombres de Dios. Nos prepararemos para comulgar en la Presencia de Cristo.
La cuarta parte del planeta fue invadido por el abismo de Mi Misericordia. Las almas fueron tocadas por la Esencia de Mi Luz.
Por vuestra oferta, los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón:
Hermanos, pedimos disculpas si fue muy extenso, pero el Maestro hizo una tarea planetaria y una tarea bien profunda en cada uno de nosotros.
A medida que el Maestro llegaba y durante todo el tiempo que Él estuvo, hasta ahora, Él fue llevando a cada una de nuestras consciencias por diferentes niveles. Lo entendimos como dimensiones o estados de consciencia. Comenzaron por dimensiones bien superficiales hasta dimensiones más superiores.
A medida que el Maestro iba hablando, tanto lo que nos dijo a través del diálogo como también por lo que fue escrito, Él fue llevándonos por esos lugares, por esos espacios de consciencia que Él trabajaba. Y como nunca antes, vimos la participación muy activa de los ángeles, estando aquí en el Centro Mariano de Aurora como también en el planeta. La Consciencia de Cristo estaba aquí, pero también en varios lugares del planeta al mismo tiempo. Y a medida que el Él iba diciendo el Mensaje, iba mostrando muchas cosas, de las cuales vamos a hacer una síntesis.
Lo primero que nos mostró fueron cosas de nuestro mundo interior que, a través del Mensaje que compartimos con ustedes, van a entender mejor lo que el Maestro nos quiso decir hoy, como mensaje mensual.
Él fue trabajando varios aspectos profundos de nuestros seres. Los ángeles hacían una parte de esa tarea, a pedido del Maestro; y después Él fue llevándonos por otros lugares. Fue mostrándonos cosas del presente y del futuro; cosas que están sucediendo ahora en el planeta a nivel material, mental y espiritual.
Y también fue mostrándonos situaciones que no estaban resueltas en la humanidad. Pero al mismo tiempo Él nos mostraba cómo actuaba Su Misericordia; por ejemplo, cuando un alma invocaba esa Misericordia.
Él fue haciendo revelaciones bien duras, pero también revelaciones bien importantes que tienen que ver con el futuro de la Nueva Humanidad. Él estaba, con todo Su poder y Su esplendor, trabajando en ese momento con nosotros.
Él mostraba a través del sentimiento de Su Corazón, de Su Mente y de Su Divinidad, en diferentes aspectos o en diferentes faces, cómo Su Consciencia veía esta transición planetaria.
Él iba mostrando también cómo actúan Sus servidores y cómo actúan también todas aquellas almas que están en la ignorancia, en la inconsciencia; y cómo a nivel material, mental y espiritual todas esas acciones, tanto positivas como no positivas, en la humanidad, en el planeta, estaban gestando, generando otros destinos para la humanidad.
En un momento de la Aparición, el Maestro nos mostró la esencia de la Ley de Dios. Él llevó a algunos de nosotros frente a la Mente Única, que se manifestaba como una emanación de Luz, como un estado de consciencia bien superior. Él decía que estábamos ante Emmanuel y nos mostraba cómo Emmanuel veía la evolución de este Proyecto de la Tierra. Pero, sobre todo, Él nos mostraba, a través de Cristo, cómo iban sucediendo todas las situaciones en el planeta y cómo todas esas situaciones estaban generando otros destinos para la humanidad.
No sabemos cómo explicarles, pero Cristo nos mostró a algunos de nosotros, en la Presencia de Emmanuel, cómo veía la concreción del Plan en este momento y las grandes dificultades que estaba generando el planeta, ante esa Voluntad de Dios.
Para eso, muchas Jerarquías de la Luz se congregaron aquí, en Aurora. Y Cristo nos fue llevando por otras realidades del planeta, en las que Él hacía mucho énfasis, principalmente, en aquellas situaciones que estaban dentro de las consciencias y que aún no estaban resueltas.
Era en esos puntos en los que Cristo nos decía hoy que Él no podía interceder, no los podía transformar, porque nosotros estamos bajo un libre albedrío. Y cómo eso también, decía Cristo, impedía a los Ángeles de la Guarda realizar otras transformaciones en nosotros.
Entonces, durante el momento en el que Cristo consagró la Comunión, Él ya nos colocó delante de otra situación, la que algunos comprendíamos y otros no. Y Él decía: "no se preocupe, solo vea y registre, hay cosas que entenderá y otras que no". Él nos colocó delante del Plan de Dios en el futuro.
Él decía cómo esta transición, que hoy vivimos, definiría para la Jerarquía Divina, sobre todo para la Voluntad de Dios, la posibilidad de que sucedan algunas cosas en la Nueva Humanidad y o no.
Ante la Aparición, Él nos colocaba a cada uno de nosotros delante de un compromiso bien verdadero. Él nos mostraba la seriedad de las cosas y también nos mostraba la pequeñez de nuestras cosas, lo insignificante que es lo que vivimos cada uno de nosotros, frente a ese Plan que tiene que llevarse adelante.
Y al final, como síntesis, sucedieron otras cosas más que tenían que ver con el planeta, con los Centros Marianos y con todas las almas que están unidas a Cristo en esa tarea de Misericordia.
Ante todas esas cosas que Él nos decía y nos mostraba, Él repetía todo el tiempo: "Yo cuento con cada uno de ustedes, a pesar de las consecuencias, a pesar de las pruebas, de las tribulaciones que vendrán". Entonces Él nos invitaba a que nosotros pudiéramos beber de esa confianza que nos estaba derramando y entregando en este día.
Después, al final, Él nos pidió que, mientras compartíamos esa Comunión, oráramos la Coronilla a la Divina Misericordia en los idiomas que conocemos. Y cuando la cosa estaba bastante exigida, le preguntamos: Maestro, ¿seguimos?
"Sigan", decía Él, "porque la tarea planetaria está siendo realizada".
Y mientras Él estaba aquí, observándonos a cada uno de nosotros, cómo cada uno de nosotros comulgaba en ese momento con Él, la Consciencia de Cristo estaba resolviendo muchas cosas en el planeta.
Y cuando Él se refirió a esa "cuarta parte" que estaba recibiendo Misericordia, Él comenzó a trabajar con siete niveles de infiernos. Mientras el grupo cantaba con esa devoción, con ese amor por Dios, muchas, pero muchas almas iban siendo liberadas. Era como un afluente que nunca terminaba. Y almas de diferentes grados y con diferentes deudas pasaban por un canal de Luz que estaba por detrás de Cristo y que, todo el tiempo, estaba sustentado por los ángeles. Esa tarea culminó cuando terminamos de comulgar, y Él se quedó un tiempo en silencio, observándonos y viendo cómo Sus Códigos habían entrado en nosotros.
Canción: “Los Nombres de Dios”
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más