APARICIÓN DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN LA CIUDAD DE FRANKFURT, ALEMANIA AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Escuchen al Trono de Dios, sientan Su Divina Presencia. Sus amarras son liberadas, su pasado es borrado por la Fuente poderosa de la Voluntad de Dios y de la divina Gracia.

Escuchen la Voz de Dios en su interior. Proclamen Su grandeza y Su victoria en la superficie de este planeta y más allá de este universo.

Sientan el gozo de Dios. Participen de la comunión con Su Espíritu para que sus heridas se cicatricen, para que sus corazones se abran y reciban del Cielo la Misericordia divina, no solamente ustedes hijos Míos, sino también sus hermanos, el prójimo, el que sufre silenciosamente, el que hoy no está aquí ante la Presencia de Dios y de Su poderoso Trono por medio de su Madre Celeste.

Hoy quiero construir dentro de ustedes un nuevo templo. No es una nueva iglesia, es un templo en donde Dios pueda encontrar reposo y consuelo de parte del corazón de los hombres que lo reciben y lo acogen en su universo interior.

Por medio de estas Leyes Universales que hoy actúan aquí, las puertas de la Luz y de todo el Cosmos borran el pasado aun más profundo de Alemania para que los corazones ya no sientan el peso del sufrimiento, sino la victoria de la Luz y del Amor que ingresa al mundo desde el Universo de Dios por medio de Mi Materno e Inmaculado Corazón, que les trae la Luz de la Gracia y de la Redención que también proviene de Mi amado Hijo.

Por eso, sientan sus espíritus liberados. Sientan sus almas tocadas por la Luz de la redención, contempladas por la Faz de Dios que muestra Su Gloria y Su infinita Misericordia para con el mundo entero.

Reciban entonces, hijos Míos, por medio del servicio de Su Sierva fiel, los méritos que Cristo alcanzó en este planeta, méritos que aún son misterios y que algún día se revelarán al mundo para que el mundo entero sepa, conscientemente, quién es el Rey de reyes y de dónde Él provino una vez para poder auxiliar a la humanidad de su gran perdición.

Por eso, el tiempo de Su Segundo Retorno se acerca y sus corazones ya deberán estar preparados porque Él vendrá sin avisar, sin hora y sin tiempo. Pero llegará en un momento culminante en el que la definición de la consciencia de la humanidad estará en juego.

Pero el amor y la luz de todas las oraciones que provienen del corazón de Mis hijos y que colman, día a día, a los Cielos serán el verdadero y único testimonio de la intervención de la Misericordia, para los que aún no despertarán a tiempo ni tampoco sentirán a Dios en su corazón.

Pero Yo vengo como la Madre mediadora, intercesora, como la Madre Universal, la Madre que trae el Amor de Dios al mundo para que este Amor como un gran manantial, infinito e inmutable bañe a cada alma del mundo para que tenga la Gracia de encontrar a Dios en su interior.

La columna espiritual de fe que sostendrá a cada hijo Mío no será solamente su oración, sino también su bondad, su caridad, su servicio y su misericordia y principalmente, su unión con Dios, el Creador del Cielo y de la Tierra, de todo lo visible y de todo lo invisible, de todo lo inmaterial y de todo lo material porque el Padre está en todo.

Por eso, Él envía a Su Mensajera. Envía de nuevo a Su propio Hijo, el que murió en la Cruz por ustedes y por toda la humanidad. Envía a Su Siervo fiel, San José, para que los corazones aprendan a humillarse y a rendirse, para que la soberbia y la ceguera humana que es profundamente espiritual, y que muchos no perciben, no siga sacando del camino a Mis hijos porque Yo Soy su Madre, Soy su eterna Madre, la Madre que llora por Sus hijos en silencio y en oración, una Madre que desea ser escuchada como muchas madres que hoy hay en el mundo y que no son escuchadas por sus hijos.

Dios les ha dado una Madre fiel, una Madre que los aceptó, que los recibió con todo Su Amor a los pies de la Cruz y que tuvo en Sus manos la Sangre de Cristo y el Cuerpo flagelado del Señor.

Todos esos atributos, hijos Míos, guardados en el espíritu del Arca de la Santa Alianza, hoy llegan a Alemania y a Europa para que los corazones confíen que Dios no los olvidó, que Dios siempre los escuchó, que Dios a través de sus Mensajeros llega aquí, a esta ciudad, a este pueblo, a esta nación para renovarla, para curarla, para volver a encenderla en el Amor que proviene de la Fuente, en un Amor que una vez terminó, en un Amor que fue flagelado y herido por los hombres y por las guerras.

Pero el Amor nunca muere. El Amor es eterno e invencible. Es este Amor inmutable e infinito que hoy Dios les trae para renovar sus almas y sus esencias, para renovar su pueblo y su cultura por medio de las demás naciones hermanas no solo de Europa, sino también del mundo que como pueblos y culturas, lenguas y experiencias diferentes se unen bajo un mismo propósito de complacer a Dios a través de la oración del corazón. Un instrumento tan perfecto y tan simple que Yo les enseñé por medio de cada aparición sucedida en la humanidad, a través de las décadas y de los últimos tiempos Yo les enseñé a orar, así como el Arcángel Gabriel Me lo enseñó.

Hijos Míos, la oración siempre los hará triunfar y crecer. La oración les hará percibir su estado de ignorancia y de indiferencia porque la oración los transformará y los colmará, porque la oración es un don del Amor de Dios, de un Amor que nunca se rinde y que nunca se acaba.

Es este Amor, hijos Míos, que hoy en Frankfurt y en Alemania abraza a todo su pueblo cumpliendo en esta peregrinación, dentro de Alemania, el segundo Propósito de Dios porque el primero fue en Múnich, el segundo es aquí en este día y el tercer Propósito de Dios será en Berlín, en donde la Luz misericordiosa de Mi Hijo, bajo la adhesión de todos Sus colaboradores y servidores, triunfará.

Por eso, hoy también los bendeciré con Mi Gracia, no solo trayendo la Luz de Mi Gracia para Frankfurt, sino también para todos los corazones, especialmente, para los que hoy se consagrarán como Mis hijos a través del voto de no solo vivir a Dios en su interior por medio de una vida orante, sino también en el servicio importante de expresar el amor al semejante, a cada corazón de Alemania que aún debe curar sus heridas del pasado por un Amor que todo lo renueva y todo lo cura, por este Amor que hoy les traigo desde el Cielo, desde el Corazón de este Universo.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán.

Escuchando el himno de su consagración, hijos Míos, recibirán Mi bendición de Madre, así como Dios lo desea en este momento, porque es Dios el que renueva todas las cosas, el que trae la Luz al mundo por medio de los corazones que se abren para vivir el encuentro íntimo con Él, en la plenitud de Su Espíritu y de Su Gracia; Espíritu de Dios que trae la Paz y la Redención a las almas.

Hoy les dejo el compromiso, hijos Míos, de unirse a la Oración por la Paz por Alemania, Suiza y Austria porque la Obra de su Madre Celeste y del  Sagrado Corazón de Jesús continuará.

Hoy estamos de nuevo aquí con ustedes, hijos Míos, pero volveremos a estar a pedido del Padre Celestial porque Mi deseo de Madre, como consoladora e intercesora, es que toda Alemania reciba la Gracia de Dios, por cada ciudad que pasemos, para que toda su cultura y todo su pueblo sea renovado por este Amor transfigurador que viene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Yo los bendigo y les entrego, en el nombre del Amor, una rosa de este altar que son bendecidas por el Cielo para que las almas siempre recuerden la belleza del Padre, el aprecio infinito de Su Amor y de su Madre Celeste.

Alegren sus corazones y canten el himno de su consagración para agradar a Dios y a todo el Universo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

¡Les agradezco por haber respondido a Mi llamado!

Le agradezco a Frankfurt por haberme recibido.

Les agradezco de corazón.

Dios los bendiga siempre.

Hasta pronto.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE COLONIA, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Alemania necesita reconsagrarse a Mi Inmaculado Corazón, para que pueda recibir más Gracias de las que hoy Yo les traigo. Pero hoy llevaré al Cielo y en Mi Corazón, el soplo de Amor de Mis hijos, que es lo que Me hace volver al mundo, una y otra vez.

Por eso Yo estoy aquí, hijos Míos, para que el soplo del amor de sus corazones llegue no solamente a Alemania, sino también a los lugares que más necesitan del Amor de Dios.

Es este Amor tan profundo y verdadero el que redimirá sus corazones y vidas, que los llevará a comprender los Misterios de Dios, para que algún día aprendan a cumplir Su Voluntad.

Hoy he sentido ese amor de sus corazones, de cada corazón presente, que Me ha confesado su amor por  Mi Corazón Inmaculado.

Deseo, hijos Míos, que siempre recuerden esto, porque es lo que disolverá aún más los errores que Alemania cometió en el pasado. Es este amor el que los llevará a amar aún más al Universo, para que algún día sean partícipes de todo lo que se guarda en la esencia de la vida universal.

Es este amor el que los llevará a amarlo todo de forma incondicional, el que los despertará al servicio por los más necesitados; porque la mayor razón del servicio aquí, en Alemania,  es por los que sufren espiritualmente, a pesar de tenerlo todo y  de nunca faltarles nada.

El sufrimiento espiritual aunque no les parezca, hijos Míos, es más fuerte que el sufrimiento material y humano, porque no hay nada que lo pueda disolver, sino el Amor de Dios, que una y otra vez debe surgir desde sus esencias para que este Amor colme sus vidas y espíritus, y así, colme al planeta, que tanto necesita del Amor de Dios para poder seguir adelante en estos tiempos definitivos.

Hoy, las leyes de la transmutación han actuado de forma diferente, porque primero donaron el amor de sus corazones y se entregaron a una voluntad desconocida e invencible.

Es esta Voluntad Divina e Infinita que está basada en el Amor de Dios, la que Me ha traído aquí, a Alemania, para traer a sus corazones lo renovador y lo nuevo, para que desde sus familias y pueblos aprendan los nuevos valores de la espiritualidad, basados en los atributos que Mi Corazón Inmaculado les ofrece para estos tiempos.

Por medio del camino del servicio y de la oración, hijos Míos, por medio de la comunión con Cristo y de la confesión diaria de sus corazones al Supremo Creador, es en donde encontrarán las llaves para poder transformarlo todo, porque aprenderán a vivir, hijos Míos, la espiritualidad que Dios había pensado desde el principio para Alemania y Europa.

Por eso hoy, hijos Míos, comienza un nuevo ciclo y sus corazones son partícipes de esa Gracia que hoy les traigo; Gracia que los intentará llevar aún más al despertar y a tomar consciencia de todo lo que Dios necesita para este tiempo y su humanidad.

Hijos Míos, la tarea aquí en Alemania recién ha comenzado; la tierra ha sido preparada; el Pastor la ha sembrado y la Madre Naturaleza la ha regado para que broten aquí nuevos principios de hermandad y de luz que ayudarán a disolver el pasado y a curar a los corazones de todo sufrimiento.

Por eso, hijos Míos, primero deben creer en el amor que hay en ustedes y dentro de ustedes. Ábranse a descubrir dentro de ustedes el Universo del Amor de Dios y la oración será el pilar fundamental en sus vidas para poder encontrarlo. Porque con esa comunicación diaria con el Cielo, sus Ángeles de la Guarda los ayudarán a encontrar el camino del amor, para finalmente encontrar el camino de la verdad que tanto necesitan saber y comprender a través de lo que sucede en sus vidas, día a día.

Por eso, hoy no solo Yo les extiendo Mi Mano para que se tomen fuerte, hijos Míos, para que no solo podamos unir el Cielo y la Tierra, el Universo de Dios y las almas, sino que también Yo les ofrezco Mi Corazón maternal para que por medio del fuego de Mi Espíritu, nuevos Dones puedan ingresar en ustedes en este momento y esto se expanda más allá de sus vidas y de su nación. Porque quien viva el llamado de la Madre Celestial, aprenderá a vivir la Voluntad de Dios en estos tiempos difíciles.

Por eso los invito a gestar entre ustedes, hijos de Alemania, esa unidad inquebrantable que ayudará a promover la Paz en los mundos internos y que traerá renovación a sus vidas y a todo su pueblo.

Hoy estoy aquí, ante ustedes, como la Señora del Santísimo Rosario para invitarlos a que por medio de su consagración en este día, la oración grupal sea la tónica para sus vidas; oración que puede curar niveles profundos de las almas de Alemania que aún están sufriendo las consecuencias del pasado y del presente.

Hoy Me ofrezco a ustedes como la Madre de la oración, para que ingresen a Mi escuela eterna, para que junto a los Ángeles del Cielo formen esta nueva escuela de oración, que en niveles tan silenciosos y profundos no solo podrá transformar Alemania, sino también a Europa, que tanto lo necesita.

Con esta respuesta que Me han dado su corazones para vivir la consagración de hoy, y también por aquellos que han venido de otras naciones para consagrarse, deseo, hijos Míos, que puedan percibir el fuego de su fe, que a pesar de ser desconocido, debe siempre llevarlos a concretar la Voluntad de Dios en sus vidas y en las naciones a las cuales pertenecen.

Este es Mi Mensaje para ustedes, hijos Míos. Deseo que sean embajadores de la paz y que promuevan la paz con acciones buenas, con acciones fraternas, con acciones pacíficas, que puedan renovar sus consciencias y a todos los que reciban ese servicio por parte de ustedes.

El mayor servicio espiritual de los grupos de oración de Alemania, será la ayuda, por medio de la oración y de la invocación a la Divina Misericordia de Mi Hijo, para todos aquellos hijos Míos que necesitan recibir una oportunidad en este tiempo final.

Hoy Me iré de aquí, hijos Míos, finalizando y cumpliendo una Misión, la que han vivido junto Conmigo en estos dos últimos meses y en la que todos fueron llevados a colaborar por amor y hermandad, para que Europa recibiera las Gracias que tanto necesitaba

Aún hay mucho trabajo por hacer, hijos Míos. Bélgica y Dinamarca también esperan por Mi ayuda algún día, así como Rusia, que necesita de mucha Misericordia.

Pero si los pilares de los grupos de oración se funden primero en Europa Oriental y Occidental, crearán las condiciones necesarias, hijos Míos, para que la Obra de Amor de los Mensajeros Divinos llegue a aquellos lugares del mundo que también necesitan de Misericordia.

Desde ahora hijos Míos, nos estamos preparando para ese momento, así como también para llevar la paz y el amor que ustedes han recibido, hacia Asia y Oceanía. 

En este momento, ante la Iglesia Celestial de Cristo, que se abre desde el Universo Espiritual, la Madre del Cielo y de la Tierra, la Virgen de Schoenstatt, la Señora del Santísimo Rosario, invita a Sus hijos que hoy se consagrarán, a que se aproximen a este altar bendecido por Cristo para vivir este momento importante de consagración de sus almas a Mi Inmaculado Corazón.

Que a partir de este momento comience a escucharse el himno de su consagración.

Ustedes, hijos Míos, han definido ante Mi Corazón Inmaculado, formar parte de este primer ejército para Alemania, que también unirá a Austria y a Suiza, en esa triangulación divina y especial, por el triunfo de los Tres Sagrados Corazones, de Jesús, de María y San José, los que a partir de este momento, en nombre de Dios y de Su Divino e Invencible Proyecto, se han ofrecido a esas tres naciones para llevar adelante un momento importante de conversión y de redención de esta parte de la humanidad, formando alegres y jubilosos grupos de oración que puedan llevar en sus corazones el amor que hoy les entregaré, para siempre.

Los hijos que hoy se consagrarán coloquen sus manos en señal de recepción.

Como Virgen de Schoenstatt y Señora del Santísimo Rosario, reciban de Mi Corazón Maternal esta Gracia que tanto han esperado en sus vidas, a fin de que esta Gracia se multiplique y llegue a los corazones que más sufren, por medio de su compromiso en esta vida de consagración al servicio de la oración por la humanidad.

Que el Señor derrame sobre ustedes Sus Dones y que los haga partícipes de Su Misericordia.

Que el Señor siempre les haga sentir Su confianza y plenitud, a fin de que miles de almas en Alemania reciban el impulso de despertar, por medio de su devoción y dedicación a la vida de la oración, a fin de que el Santo Rosario, poderosa arma contra el mal, se infunda en sus corazones y en el mundo, y renueve los tiempos en este planeta.

Pueden colocar sus manos sobre el corazón y agradecer a Dios por este día de consagración al Materno e Inmaculado Corazón de María.

Recuerden que siempre los escucharé; que siempre como Madre y Sierva de Dios escucharé sus oraciones, las que especialmente surgirán en este tiempo desde Alemania, Austria y Suiza.

Hoy los consagro como familia espiritual para que los Tres Sagrados Corazones estén presentes en ustedes y sus naciones.

Los bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Hoy llevarán estas rosas que estoy consagrando, como el testimonio de Mi Amor por ustedes, de un Amor eterno e invencible, de un Amor que comprende y acepta, de un Amor que no cuestiona, que no juzga. De un Amor de Mi Corazón que abraza, que cura y que redime, porque es Dios a través de Mi Corazón en sus vidas, para siempre.

Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado.

Que la Paz siempre se encuentre aquí, en Alemania.

Que así sea.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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