MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando el alma de la naturaleza entra en diálogo con Dios, ¿qué le dice?, ¿qué le responde su Creador?

El alma de la naturaleza habla con Dios en silencio, a través de la expresión de la belleza y del movimiento de los elementos. El alma de la naturaleza le expresa al Creador su dolor a través del viento, de la lluvia, del cielo cerrado y silencioso, del tiempo que parece detenerse para sentir la vida de la Tierra.

La naturaleza expresa su donación y su amor a través de las flores, de los frutos, de las hojas verdes y de las hojas que se secan, entregándose a la renovación. Habla a través del profundo silencio de los océanos, de su equilibrio y de su entrega, de su servicio constante y abnegado, de su esfuerzo para mantener vivo el Proyecto del Creador en este mundo.

El alma de la naturaleza habla con Dios a través del silencio de la tierra, renovando en sus capas más profundas los registros más antiguos de la humanidad, transformado con fuego lo que pasó y entregándole al planeta materia que nutre, que suple, que sustenta.

Y Dios le responde a la naturaleza con el sol que ilumina y comunica la vida, con la noche que restaura y trae aliento, con el soplo que se hace aire y respiración, para que, a pesar de toda la densidad del planeta, haya Espíritu en el espíritu de los seres. Dios responde a la naturaleza con gratitud, renovando su perfección y belleza, su vida y su forma, su paz.

Que este diálogo, hijos, les enseñe a servir sin condiciones, a donarse por amor, a expresar paz aun en un tiempo de caos, a adorar en silencio cuando el mundo se agita y a recibir del Señor la Gratitud y el Amor de Su Infinito Corazón.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En tus oraciones, clama por el planeta, por la esencia más profunda de la Tierra, por sus Reinos y elementos, por su espíritu.

Clama por el don de la vida que el Creador depositó en este mundo; vida capaz de renovar y de recrear toda la existencia; vida proveniente del Espíritu Santo de Dios y que guarda Su Soplo Divino en el propio interior.

Clama para que ese don se exprese, crezca y se revele al mundo, a la consciencia y a los corazones de los hombres.

Clama, hijo, para que este planeta encuentre alivio, y toda la vida espiritual que en él se oculta, sustentando la existencia de la Tierra, encuentre esperanza y motivación para dar continuidad a esa labor sagrada y desconocida por los hombres.

Clama por la propia consciencia del planeta. No te olvides de dedicar un tiempo a ese espíritu femenino y materno que ampara el Proyecto y la Voluntad Divina desde el principio.

Sé agradecido por la vida que se manifiesta en la Tierra, sé agradecido por sus Reinos, sé parte de esta Creación, que expresa unidad y armonía con el Todo.

Llegó el tiempo de ser consciente de la participación de la humanidad en la sustentación del planeta, y eso es material, interno y espiritual. En todos los niveles, la consciencia humana debe actuar, porque los hombres y mujeres de este planeta son el eslabón entre las dimensiones, son el puente hacia el Corazón de Dios. 

Por eso, sé puente a través del amor, de la oración y de la gratitud. Sé puente con el Infinito a través de la simple y eterna unión con Dios.

Tienes Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN REDWOOD, CALIFORNIA, ESTADOS UNIDOS, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

De tiempo en tiempo, las Palabras y los impulsos de Dios se renuevan, aunque en Su íntimo estén los mismos principios que buscan conducir la humanidad a la expresión de la Voluntad y del Pensamiento Divino. 

Desde la era de los Patriarcas, y mucho antes de ellos, Dios ya le hablaba a los hombres, corregía sus caminos y guiaba sus pasos para que, según la comprensión humana de cada período, los seres pudieran vivir los atributos de la entrega, de la renuncia, de la caridad, del amor y todos los Dones que, en el origen de la existencia humana, el Espíritu Santo manifestó en la esencia de cada ser. 

Cuando los hombres necesitaron justicia, Dios les habló con justicia. 

Cuando necesitaron de sabiduría, Dios les habló con la sabiduría y la ciencia del Espíritu. 

Cuando necesitaron paz, Dios les habló con paz y transmitió la paz de Su Reino. 

Cuando los hombres estaban completamente perdidos y a un paso de desaparecer como raza y Proyecto Divino, Dios les envió a Su Hijo para romper los velos de la ilusión y abrir los ojos de los seres a lo que es su verdadero Propósito.

Hoy, hijos, la humanidad necesita vivir una síntesis de todo lo que aprendió a través de los errores y aciertos de su evolución.

Por eso, Dios viene a su encuentro y les habla con piedad y con justicia, con silencio y con ciencia, con amor y con Misericordia; llevando sus espíritus al despertar, a la rectitud, a la madurez y a la entrega, porque dentro de ustedes están todos los impulsos que, como humanidad, recibieron a lo largo de los tiempos. 

Hoy, cada palabra divina viene para hacerlos recordar y colocarlos en un punto nunca antes alcanzado por la humanidad, porque es tiempo de redimir lo viejo y de vivir lo nuevo. 

Por eso, escuchen cada Palabra de Dios y reciban cada impulso Suyo. La historia de la humanidad se reescribe todos los días a través de sus vidas. 

A pesar de todas las dificultades, sepan decir sí y, de esa forma, todo se cumplirá.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

La existencia humana es un misterio que solo el Creador conoce en profundidad. Ni siquiera los Arcángeles, que pensaron y manifestaron con el Divino el proyecto humano, conocen en plenitud las capacidades de los seres humanos.

Su esencia, creada a partir de una partícula divina única, guarda en sí la unión con el Padre. En esa esencia, el Creador depositó una parte de Su Consciencia, una parte de Su potencial creador y de Su misterio divino.

Siendo así, hijos, querer comprender a los hombres es como querer comprender a Dios, saber plenamente Su Verdad, el Origen del origen; cómo surgieron la vida, la existencia, la Consciencia Divina, y cuál es la razón de Su multiplicación, de la expresión de la vida por Él creada.

Los seres humanos guardan en su interior una Voluntad y una Aspiración de Dios, el motivo por el cual el Creador manifestó la vida en todas las dimensiones. El Amor de Dios habita en los hombres y guarda, así, un potencial que ustedes desconocen y que el propio Hijo Primogénito del Creador está develando dentro de sí mismo.

¿Por qué hoy les digo esto?

Para elevar el propósito de sus vidas y su comprensión acerca de sí mismos, para que sepan que nada saben ni siquiera sobre sí mismos y para que así, hijos, tengan sed de buscar la verdad, de reencontrar el Origen de todas las cosas y, más que eso, de descubrir el tesoro que ustedes guardan dentro de sí mismos. Que conozcan qué son y cuál es el propósito de sus vidas.

Busquen la verdad, en oración. Encuentren la Consciencia Divina en el propio interior.

Tienen Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Cuando los espíritus antiguos se congregan para asumir sus compromisos y finalmente vivir el despertar, todo el Universo contempla a la Tierra.

El despertar de la consciencia se da por etapas y en cada una de ellas, algunos velos se rasgan y, el ser se aproxima a la verdad sobre sí mismo, sobre la Tierra y sobre el propósito de la existencia de toda la vida, del que la humanidad se apartó hace mucho tiempo.

En cada ciclo que pasa y cuando ustedes se aproximan más, como proyecto evolutivo a su meta final, más intensos son los grados del despertar, más intensos son los impulsos recibidos y más intensa también es la necesidad, que pulsa dentro de los seres, de responder a Dios.

Esa necesidad proviene de sus almas, que se agitan al aproximarse al camino de retorno al Corazón del Padre y al de su origen universal. Porque las almas si conocen el Propósito Divino, y están bien despiertas, aspiran profundamente a él.

Por eso, hoy les vengo a decir que estén atentos a los impulsos de este tiempo, abiertos para vivirlos y dispuestos a dejar que sus almas expresen su respuesta, viviendo una trasformación profunda y absoluta.

Déjense guiar por los impulsos determinantes de estos tiempos, a través del corazón que se eleva a la consciencia y, con la consciencia en Dios, manifestarán Su Voluntad.

Les dejo Mi bendición para eso.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Así como hablo al espíritu y al corazón de la Tierra, hablo al espíritu y al corazón humano. Como parte de un Proyecto y de una Voluntad Única del Creador, ustedes, hijos, espiritualmente ingresan en una consciencia que es impulsada según sus pasos y, de la misma forma, es detenida en su evolución ante su retroceso.

Esa consciencia, ese corazón humano, equilibra la evolución de la humanidad, permitiendo que unos se beneficien con los pasos internos de otros, pero al mismo tiempo, cuando estos cometen grandes errores y abandonan sus compromisos espirituales firmados en el Corazón de Dios, en el seno de Su Creación, hacen que todos los seres dentro de ese Proyecto de Amor también den un paso hacia atrás en su camino.

Por eso, hoy abro Mi Corazón para dirigir Mis palabras a la consciencia humana para que en este tiempo de definiciones y de pruebas, ustedes no bajen los brazos para que no desistan y no se debiliten, porque este es el umbral de su evolución. Para este momento, ustedes crecieron y caminaron durante tanto tiempo en esta Sagrada Escuela de Amor.

Hablo con la consciencia espiritual de la humanidad, para que ya no miren solo hacia sí mismos, mas, sí, contemplando las dificultades, los errores y los sufrimientos del prójimo con una mirada de compasión, y que, reconociendo que la evolución se construye en el perfecto equilibrio entre los seres, ofrezcan al Universo un paso mayor y un amor mayor por los que no pudieron caminar y no experimentaron el Amor en este mundo.

Ahora, hijos, no se trata solo de la cura, de la redención y de la evolución personal. Ahora es tiempo de dar un salto como humanidad, y eso se hace con amor, con persistencia y, sobre todo, con el Rayo de la Voluntad-Poder que proviene del Corazón de Dios.

Aún están a tiempo de curar y redimir, aún están a tiempo de amar. Pero esa cura, esa redención y ese amor, se deben extender más allá de su propio corazón y alcanzar al corazón humano.

Oren por todos, curen por todos, amen por todos. Caminen para que todos puedan caminar.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

El Corazón de Dios se torna pleno en las almas orantes que, con su simplicidad, se esfuerzan por cumplir con Su Plan.

El Corazón de Dios se renueva en esperanza, a través de los corazones que claman por el mundo y que, a pesar de sus imperfecciones y dificultades, aspiran a vivir el amor y la hermandad.

El Corazón de Dios abre la Fuente de Misericordia para la Tierra, en tiempos de Justicia, cuando encuentra sinceridad en los mundos internos y verdad en el clamor de los seres.

El poder de la oración y el esfuerzo por vivir una vida fraterna evolutiva aún es desconocido por los hombres. Pero hoy Yo les digo, hijos, que es por esas cosas simples que este mundo continúa existiendo y que el Proyecto de la vida sobre la Tierra continúa siendo una esperanza para la evolución y el crecimiento de toda la vida universal.

Por eso, cuando ya no tuvieran fuerzas para orar o cuando ya no tuvieran ánimo para hacer el bien y amar a sus hermanos como son, acuérdense del Padre que está en el centro del Universo, como también en el centro de sus corazones, aguardando una respuesta de sus seres, por pequeña que sea.

Recuerden que todo esfuerzo, por más pequeño e imperfecto que sea, agrada al Corazón de Dios y lo renueva. Por más que no consigan ser y hacer lo que querían o pensaban, al menos inténtenlo todos los días, porque es el esfuerzo el que los  hace dignos de una nueva oportunidad.

Es el esfuerzo el que permite que la Misericordia siga derramándose en el mundo. Es el esfuerzo el que transforma la vida sobre la Tierra. Su esfuerzo aquí ayuda a rescatar a las almas que están en los lugares más perdidos y olvidados de este mundo.

Sé que es difícil confiar en lo invisible, pero ese es el misterio de la fe que son llamados a vivir en este tiempo. Experimenten en su interior la certeza de que Dios los observa y los acompaña, y que todo lo que hacen en nombre de una nueva vida y de una nueva Tierra renueva la esperanza de toda la Creación.

En el Cosmos, mucho más allá de la Tierra, existen civilizaciones enteras, tantas como las infinitas estrellas que ven en el Cielo a la noche, esperando que el Amor se renueve en los corazones.

El amor, hijos, no nace solo; él emerge del esfuerzo, él brota del sacrificio, él vive a través del corazón que se dispone a tener fe y a vivir bajo el principio de la fe todos los días.

Con esto los renuevo y les agradezco por perseverar, respondiendo al llamado de Dios.

Ya llegará el día en el cual verán en el Árbol de la Vida los frutos del Amor Crístico que hoy germina en sus corazones.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Siente tu corazón como parte del Plan de Dios. Contempla en tu interior un principio de Su Voluntad y busca conocerlo, para entonces manifestarlo.

Siente tu ser como partícipe de una gran historia de redención, en la cual se diseña la evolución de los universos.

Siente la vida en la Tierra como una parte de esa verdad y realidad sublime, para la cual un día los seres habrán de despertar.

Busca, como puedas, salir de la pequeñez de la vida superficial humana, sin juzgar o criticar a los demás, solo buscando en tu interior el camino para unirte a Dios y conocer Su Plan y Su Voluntad.

La evolución en la vida espiritual comienza con una relación verdadera entre tu corazón y el Corazón de Dios. Algo que se va construyendo en el silencio de tu mundo interior y que, poco a poco, te lleva a estar delante de la vida de una forma diferente, buscando, conociendo y amando la vida superior.

Cuando ese conocimiento viene de Dios, aprendes a amar y respetar a tus hermanos para que, sobre las bases de tu amor, ellos comiencen a crecer en espíritu.

Reflexiona, hijo, todos los días sobre la inmensidad del cosmos, sobre la grandeza del Amor de Dios por ti; porque, estando Él en la vastedad del Infinito, concentra Sus Ojos en la Tierra y en la más pequeña de las criaturas coloca Su confianza.

Ama este proyecto divino y ama la Voluntad del Padre, así atraerás esa Voluntad hacia tu vida y sabrás en dónde debes estar y lo que debes hacer en estos tiempos de transición.

El amor es la llave para todo entendimiento y la luz que trae el discernimiento y la claridad interior.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Con el corazón dispuesto a estar en Dios, cierra tus ojos, hijo, y aprende a agradecer al Padre por la vida; a agradecer porque el Creador te escogió entre tantos seres en Su Creación, para estar en la Tierra aprendiendo a amar como Él ama.

Aprende a agradecer a Dios porque, a lo largo de tu vida, Él te fue conduciendo de la mano, a fin de que erraras lo suficiente para ser humilde y para crecer; y también te apartó de los errores en el momento preciso de tu salvación, para que no te perdieras de Su camino.

Aprende a agradecer a Dios, porque pacientemente Él te observa enredado en las pequeñas cosas de la vida humana y distraído del Propósito superior por el cual viniste al mundo. Con ojos de compasión, el Creador acompaña tus pasos y espera, pues sabe que en algún momento tu mirada perdida se volverá hacia lo Alto y, finalmente, encontrarás el Corazón del Padre.

Aprende a agradecer a Dios, porque Él creó un proyecto perfecto y colocó esa perfección oculta en tu interior. Tan perfecto es el Señor que, para que abras esa puerta dentro de ti y encuentres ese tesoro divino, debes ser simple, humilde y, por encima de todo, agradecer a Dios por la vida y por las dádivas constantes que Él te entrega.

Aprende, hijo Mío, a agradecer al Padre todos los días, aunque para ti no haya motivo para eso. Sé agradecido y verás cuántas razones tiene tu corazón para darle gracias al Padre.

Coloca tu corazón en la Verdad y en el Infinito, en el Amor de Dios por ti, y hoy solo agradece, porque, entre tantos seres en este mundo, tú escuchas a Dios en el eco de Sus Mensajeros que te enseñan a amar y a despertar a lo que verdaderamente es ser un ser humano.

Agradece al Padre y da gracias a los Cielos. Ofrece tu corazón como morada para la gratitud y así darás pasos seguros en el amor; porque, agradeciendo todo, encontrarás la posibilidad de amar en todas las cosas.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Pacifica tu corazón, porque hoy es un día de gloria y no de dolores, es un día de triunfos y de la multiplicación del Amor de Dios.

Hoy el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo reciben los frutos de una existencia de donación, de entrega, de amor incondicional.

Hoy una parte del Corazón de Dios se renueva y se supera, porque un hijo Suyo le permitió renovarse a través de su constante humildad, renuncia y amor.

Hoy, hijo, contempla en el Universo un cielo más brillante, porque una luz retornó a su origen, desde donde seguirá impulsando el Proyecto humano, porque su entrega es eterna.

Aquel que, habiendo cumplido su misión, ofreció un poco más por amor a sus amigos y compañeros, también por ellos entregó la vida, porque llegó el momento de que ustedes caminen solos, apoyados sobre sus propios pies y sustentando a otros.

Hoy el Universo se regocija, porque aquel que había renunciado a su evolución, para multiplicar el Amor de Dios en la Tierra, retornó portando en los cristales del centro de su pecho el legado de su experiencia en este planeta tan amado. No trajo consigo solo un aprendizaje, sino también un presente celestial para Dios, porque aprendió, en todos los niveles de su consciencia, a amar al Padre por encima de todas las cosas y a obedecerlo más allá de su voluntad propia, renunciando, incluso, a permanecer en el mundo cuando sus discípulos y compañeros estaban prontos para un nuevo paso.

Para ti, hijo, llegó un nuevo ciclo y un nuevo tiempo; un tiempo para hacer madurar las gracias que portas en tu interior, porque un legado único fue entregado para la humanidad a lo largo de mucho tiempo, y tú eres parte viva de ese legado de amor.

Por eso, hoy, eleva tus ojos hacia lo Alto y, en lugar de penas, ofrécele a Dios tu gratitud. Coloca a los Pies del Creador tu oferta y reconfírmate en la adhesión a Su Plan, porque ahora es cuando él comienza.

Después de haberlo recibido todo y de que enseñanzas sublimes hayan sido depositadas en tu interior, ve y torna vida aquello que habita en ti. El mundo así lo necesita.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Ama orar, no solo para pedirle algo a Dios, sino, sobre todo, para reparar Su Corazón.

Ama orar, no solo para elevarte hacia los Universos Superiores, sino para que, estando en las Alturas Celestiales, tú le ofrezcas reparación al Corazón del Padre.

Ama orar, no solo para construir en tu interior la santidad, sino, sobre todo, para consolar al Corazón de Dios.

Ama orar, no solo para sentir en tu corazón la paz, sino para ofrecerle paz al Corazón de Dios.

Ama orar, no solo para experimentar Amor, sino para que tu amor sea una esperanza para el Corazón de Dios.

Ama orar para reparar, consolar y traerle paz al Corazón de tu Padre y Señor.

Ama orar para clamar por las almas que, día a día, ultrajan al Creador con su ignorancia.

Vive para que no seas tú también un motivo que hiera el Corazón de Dios. Recuerda, a cada instante, los Ojos del Padre puestos sobre el mundo y cómo una simple y verdadera acción de amor puede consolar Su Corazón.

Ama, hijo, orar y vivir para ofrecerle a Dios una esperanza, la esperanza de renovarte en el Amor, la esperanza de triunfar con Su Proyecto Redentor, la esperanza de ver a Sus hijos retornar a Su puro y grandioso Corazón.

Que Dios no sea una realidad distante de ti. Descubre un Padre próximo y accesible a tu interior; un Padre que no solo tiene todo para darte, sino que también te espera en una oración sincera para que repares Su Corazón.

Contempla a un Dios silencioso y humilde, que se hace pequeño entre los hombres, dentro de sus corazones y que esconde Su Grandeza y Su Poder en lo oculto de los seres humanos, para darles una oportunidad de crecer y de descubrir el Amor por sí mismos.

Ama conocer a Dios, ama buscarlo y, por encima de todo, ama reparar Su Corazón.

Tu Padre y Amigo,

San José Castísimo

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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