Aparición de Cristo Jesús durante el Sagrado Llamado, en el Centro Mariano del Espíritu Santo, Córdoba, Argentina, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy vengo a hablarles de lo que está sucediendo en estos últimos tiempos y que compete a sus consciencias, como parte de su servicio y amor a la humanidad.

Las bases de Mi Obra están siendo removidas para la purificación de las consciencias y de los corazones.

No está quedando piedra sobre piedra, y eso es muy bueno para Mí, porque están aprendiendo a seguir el camino de la verdad y de la transparencia; camino que algún día los hará libres, en este camino de peregrinación a la Patria Beata, en donde muchos quieren entrar, pero aún no pueden debido a sus faltas y hechos cometidos, debido a los aprendizajes que deben vivir en la Tierra.

Pero ahora, compañeros, vamos a centrarnos en lo que Yo les he dicho en el principio sobre Mi Obra, esta parte de la Obra que viven Conmigo y que aún no es absolutamente comprendida porque no es una Obra material ni está bajo la autonomía de nadie.

Es una Obra que viene del Padre Celestial, a través del sentimiento de Amor profundo del Corazón de Su Hijo. Obra que se expresa como rayos de Luz sobre la Tierra y que viene a tocar a los corazones del mundo para que puedan despertar y tener consciencia de la verdadera realidad de estos tiempos en los que todo se desencadena.

Aún espero que los que han desistido de Mi Obra puedan recapacitar algún día, porque cuando tengan esa Gracia no podrán creer lo que han hecho y lo que le han generado a Mi Corazón Misericordioso.

Es con la Bondad de Dios que Yo les vengo a hablar, a transmitir estas palabras para que sus corazones no pierdan el norte de la verdad, para que sus ojos puedan seguir siempre el Propósito en el firmamento, Propósito que se anuncia desde el Universo y que viene al planeta para corregir a la humanidad que aún está muy dormida.

Pero ustedes, compañeros, que son conscientes de todo lo que Yo necesito, deben aprender todos los días a hacer lo correcto, a vivir en el equilibrio, a seguir el camino de la Ley y de la obediencia; es eso lo que muchos no se proponen vivir, como un principio de la nueva vida, como parte de la consciencia de una Nueva Humanidad que ya no tendrá objetivos propios, sino que estará guiada por la Fuente Mayor, como tuvo que haber sido en el Principio, en el Génesis.

Por eso Yo Me ofrecí al Padre por ustedes, para no estar solamente aquí en la Tierra, como estuve hace más de dos mil años, sino también para venir como Mensajero de Su Fuente, de tiempo en tiempo y de siglo en siglo, anunciando a la humanidad el gran tiempo del cambio, en el que todo se transformará, en el que todo se modificará, en el que la humanidad será llamada a vivir dentro de la Ley, que es lo que aún no vive en este tiempo.

Pero mientras sus corazones se purifican y sus vidas se transforman, sigan adelante.

Necesito que puedan penetrar el misterio de Mi Propósito, que aún es desconocido por la consciencia humana. Por eso hay cosas que nunca podrán comprender completamente, porque aquí la mente humana nada abarca.

El sentimiento del corazón profundo, el amor profundo de los seres es lo que predominará en este tiempo y llevará adelante Mi Obra magnífica en los cuatro puntos de la Tierra.

Y cuando eso se haya concretado según Mis Designios, entonces Yo podré retornar.

Mientras tanto, compañeros, deberán aprender a sobrevivir en estos tiempos, porque si ustedes están aquí, presentes y en este tiempo final, es porque deben pasar por esta prueba y no temerla.

No puedo prometerles en este mundo una plena felicidad o una alegría eterna; no estaría diciéndoles la verdad.

Necesito que abran sus ojos a la realidad de estos tiempos, porque cada día que pasa en este mundo es una dificultad que se presenta y que hay que saber superar con inteligencia y discernimiento, sin perder la unión con el Padre Celestial, con Su Divina Voluntad.

Por eso vengo para darles Mi Mensaje de despertar, para intentar sacar a la humanidad de su sueño profundo, porque aún todo el Universo espera poder intervenir con sus grandes Consciencias lumínicas y resplandecientes.

Llegará el momento de la gran definición de la humanidad y del planeta, y de todo lo que ha estado en contra de la Ley de Dios, dentro y fuera de los seres, tanto en los mundos inferiores como en los mundos superiores.

Antes de que Yo retorne todo se revelará, porque ya es el tiempo; ha llegado la hora.

Que nada los sorprenda, que nada los incomode, que de ustedes brote la verdadera llama de la fe para poder superar los tiempos y las pruebas.

Que se construya en ustedes, verdaderamente, una luminosa comunidad que pueda vivir los Principios de Cristo, que pueda encarnar Sus Dones espirituales, que pueda reflejar la Presencia del Rey Universal, tanto en la simplicidad del día a día, como en el trato con sus semejantes.

En todo Yo debo estar presente y en todo Yo debo participar; porque si la Obra es de Mi Padre y si ustedes están dentro de la Obra, es así que están dentro del Corazón de Cristo, intentando manifestar Sus proyectos y Sus ideas divinas.

Que nadie sea arrastrado por los que decepcionarán al Maestro y Señor del Universo. Al contrario, cuando vean esas cosas, que sus espíritus se fortalezcan en la Confianza de Cristo y en la afirmación de estar cumpliendo Su Voluntad, día a día.

Cada ser de este planeta vivirá su definición ante el Padre Celestial; cada ser tendrá la oportunidad de escoger el próximo camino que se avecina y está próximo.

La libertad de la humanidad es intocable y así como fue designada en el principio es respetada.

Por eso las almas deben definirse en ese próximo juego en donde todo está permitido y en donde los corazones deberán aprender a estar en Cristo, incondicionalmente.

Mientras las bases de la Obra son removidas, alégrense, porque todo está siendo colocado en su lugar y podrán percibir cuán importante es la vigilancia en estos tiempos, a fin de que siempre se cumpla la Voluntad del Padre Celestial.

Sean valientes y decídanse a vivir la verdad, así estarán dentro de la Verdad de vuestro Señor y podrán seguir los pasos de Sus Designios, los que deberán cumplirse y realizarse en el próximo tiempo, en esta próxima etapa.|

La propia energía del Universo desplazará lo que no está bien.

La propia energía del Universo equilibrará todas las cosas, por eso hay que estar en oración y en vigilia para estar dentro del Propósito y de la armonía.

Es hora de llevar adelante este camino de redención; es hora de concretar lo que el Padre tanto espera.

Pero para eso será necesario de discípulos definidos y no de corazones tibios. Esta es la última oportunidad de asumir el Plan y de concretarlo como está escrito.

Porque cuando estén viviendo el Plan y mientras todo se va dando en el mundo, no perderán la paz y la unión con el Padre.

En Sus Islas de Salvación mantendrán la coligación con la Jerarquía y estarán siendo conducidos por el camino de la libertación de la humanidad, a fin de que cuando Yo retorne al mundo, las bases de Mi Proyecto estén realizadas.

Les dejo Mi Corazón como símbolo de paz y como una llama profunda de la fe.

Les dejo la Fuente de Mi Gracia para que todo sea renovado.

Caminen junto a Mí por esta senda de definiciones y así seguirán los pasos del Gran Maestro, rumbo a la Nueva Humanidad.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE PORTO ALEGRE, RIO GRANDE DO SUL, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

La paz esté en este lugar y en todos los corazones de la Tierra y que esa paz se propague por el mundo para que Mi Sagrado Corazón triunfe en todas las almas perdidas.

Sean apóstoles de Mi Palabra, discípulos de Mi legado. Adoren a Mi Sagrado Corazón porque el tiempo se aproxima, el tiempo de la gran tribulación; no pierdan el tiempo en otras cosas.

Mi Corazón está lleno de prodigios para todas las almas y deseo en esta hora definitiva, compañeros, que sus corazones y almas sean consecuentes con Mi Corazón, para que así Yo pueda obrar a través de sus vidas, en los actos simples de amor y de caridad.

La humanidad podrá reconstruirse cuando se haya purificado completamente. No habrá otro camino por donde ir, compañeros, sino el camino de la purificación permanente. Mientras eso sucede en cada uno de ustedes, adoren a Mi Sagrado Corazón, que está vivo en Su Divinidad, pleno de Amor y de Misericordia por el mundo.

Deseo, compañeros, que en este tiempo final que están viviendo todos, sus corazones estén atentos a Mis Palabras, y puedan demostrar en sus vidas, las enseñanzas que Yo les traigo en este tiempo final.

No solo los invito a vivir Mi Evangelio, sino también a practicarlo diariamente. Y esto comenzará desde los Patriarcas, cuando en esta hora tan importante recuerden los Mandamientos, los que no deben alterar con ninguna de sus acciones y sentimientos. Porque es verdad, compañeros, que el Juicio final llegará.

Y esto no debe dar miedo a nadie, porque la Tierra entera será transfigurada. Esa hora se está aproximando cada día más, y sus corazones y mentes no pueden estar distraídos por otras cosas.

Creen en sus familias grupos de oración, momentos de adoración y de comunión Conmigo. Al menos, compañeros, háganlo por toda la humanidad que está muy perdida en otras cosas.

Abran las puertas del Reino de los Cielos a través de sus corazones orantes. Sigan los pasos de Luz que Yo vengo marcando en esta última hora y no sigan otros caminos que no son los Míos.

Cada uno de ustedes, compañeros, tiene el potencial de consagración a Mi Sagrado Corazón.

Un potencial, compañeros, es que sus familias se consagren a Mi Corazón y especialmente por aquellos que aún no oran a Mi Corazón.

Necesito construir en sus vidas un templo verdadero y no un templo de dioses paganos. Porque así, compañeros, Yo transfigurando sus vidas completamente, corregirán sus caminos y abrirán las puertas para que Yo pueda entrar en sus corazones.

Escuchen con atención todo lo que Yo les digo. Guarden las palabras en sus espíritus y en sus esencias, para que ellas puedan florecer y después dar frutos para Mi Padre Amado.

Están siendo todos convocados para el servicio mayor, cada cual en su diferente grado de compromiso.

Es importante que aquí se establezca la hermandad. No solo en esta ciudad, sino también en el mundo entero. Será la hermandad, a través de la divina fraternidad, que los llevará a la paz en los tiempos críticos, sabrán en dónde estar en el momento justo y propicio, y no perderán sus caminos por la interferencia de nadie, ni de nada.

Queridos compañeros, vengo en esta noche y a esta región para poder instituir la Fuente de Mi Divina Misericordia, algo en lo cual las almas aún no ponen su atención por estar ocupadas en otras cosas.

Necesito que ingresen a esa Fuente Mayor para que sus vidas se rediman y sus caminos sean enderezados hacia el horizonte de Dios, el Infinito Mayor que viene a su encuentro.

Sigan los caminos que Yo les invito a recorrer, sean Mis apóstoles del Nuevo Tiempo e imiten Mi ejemplo de fraternidad que Yo tengo para con todos los pecadores.

Mi Insondable Amor es el que se aproxima a ustedes en este momento y especialmente para aquellos que hoy no están aquí y que no han recibido la sagrada oportunidad de conocerme nuevamente. Porque es Mi Faz Glorificada la que se aproxima para que todos la puedan reconocer, cumpliendo la sagrada promesa de Mi retorno al mundo.

Yo los preparo para ese momento, aunque no lo parezca. Y recordarán Mis Palabras, una a una, en los momentos críticos para la humanidad.

Los primeros momentos difíciles ya comenzaron en el mundo y la humanidad enfrenta una guerra cruel, que se da sin detenimiento en Medio Oriente.

Mi Corazón está sobre esa situación y espero que sus voces orantes también correspondan a Mi llamado, y oren por los que están solos y perdidos, especialmente por aquellos que están olvidados por toda la humanidad.

Familias enteras cruzan esa crisis y un exilio sin pausa se lleva adelante. ¿Quién fortalecerá a todas esas criaturas en esta hora?

Por eso ofrezco Mi Sagrado Corazón, para que lo puedan sentir y vivir como el gran ofrecimiento de Dios para sus vidas.

Para conocer Mi Corazón, compañeros, que es una dimensión infinita e inexplicable, primero deben amarlo y contemplarlo. Así las influencias del mal en sus vidas terminarán y podrán dar pasos seguros hacia Mi Corazón, porque una sagrada morada los espera a cada uno de ustedes, para que puedan ingresar en confianza y unidad.

Hoy vengo a establecer para ustedes, compañeros, una eterna comunión con Mi Espíritu y Mi Divinidad. Algo que tal vez hoy no comprenderán, porque es un misterio de Mi Consciencia Divina, que encuentro tras encuentro, se aproxima a la humanidad para establecer los nuevos códigos de vida, tan necesarios para este tiempo de la humanidad.

Si estos códigos hoy no estuvieran en ustedes por medio de Mi Gracia, no podrían estar aquí, hoy, Conmigo, ni tampoco podrían escucharme aquellos que ahora me están viendo.

Por eso, Mi encuentro con ustedes es universal.

Muchas Leyes Divinas se congregan en este momento, para intentar, definitivamente, establecer la paz que ahora no existe en el mundo.

Su primer compromiso, compañeros Míos, es vivir la paz en ustedes, en medio de la tribulación y de la oscuridad que circula por toda la humanidad.

Pero si ustedes aman a Mi Corazón, sabrán adorarlo y entrarán plenamente en Comunión Conmigo. Estarán en la Presencia del Padre Celestial y del Espíritu Santo a través de la Divinidad del Hijo Primogénito.

Y así, compañeros, restablecerán las leyes que están perdidas en el planeta, las leyes principales para la humanidad: la de la humildad, el amor, la caridad, el bien, la luz, la hermandad, la fraternidad y el servicio a los semejantes.

Si ustedes, al menos, vivieran una de ellas, gran parte del Proyecto estaría cumplido en sus corazones y no sería necesario que el mundo sufriera por las consecuencias de sus acciones enfermas y de sus impulsos negativos, que cierran las puertas a Dios.

Hoy les traigo Mi Corazón como ofrenda, porque siempre deben recordarlo.

Quien no pasa a través de Mi Corazón, no puede tener vida eterna.

La Comunión con Dios es primero con el Hijo Divino, para después estar en Comunión con el Padre Celestial; así, los acontecimientos en el mundo no se precipitarán.

El mundo está buscando que eso suceda y la humanidad lo propaga de una forma indiferente, desenfrenando las leyes y no llevando la vida espiritual con seriedad.

Todos los caminos que siguen otros creyentes terminarán en Mi Corazón. Eso será así en el fin de los tiempos, en este fin de tiempo que ustedes están atravesando.

Hoy les traigo revelaciones del Cielo, ante la infinidad de Mi Divina Misericordia, para que algo se mueva en sus corazones. El Padre Celestial espera por cada uno de ustedes, que sientan el amor de sus corazones y el alivio, y no tan grande indiferencia.

Esta ciudad, compañeros, tiene la misión espiritual de servir al Reino Animal, un Reino ultrajado por la humanidad, que alimenta los placeres y la gula en todos los hombres, no respetando las Leyes de la Creación.

Si hoy salieran de aquí con atención, encontrarían el servicio en cada punto de esta ciudad, sobre todo con los animales que están sueltos, que no reciben el cariño de las almas, el amor verdadero de los corazones que debe sanar todas las heridas en este Reino, semejante al suyo.

Si la sangre de los animales no corriera sobre el mundo, no habrían guerras en el planeta y las almas serían llevadas rápidamente a la reconciliación con Dios.

Al menos los invito, compañeros, a orar por la Creación, por todo lo que fue manifestado para esta humanidad por las Manos Creadoras del Padre.

Ustedes saben, compañeros, que todo está siendo destruido y esto hace doler profundamente al Corazón de Dios.

Si ustedes se animan a servir a los Reinos Menores, especialmente aquí al Reino Animal, ¿qué podría hacer Dios con su servicio? Obras maravillosas de redención y de paz para todo un pueblo que no lo merece.

Yo les traigo la consciencia de la Verdad para que la aprendan a vivir. Ya no es tiempo, compañeros, de que estén engañados, porque el tiempo sigue pasando y las almas se pierden en la ignorancia por no descubrir la Verdad.

Acepten Mi Corazón y Mi Corazón los llevará a encontrar el servicio, en perfecta comunión con toda la Fuente Creadora y también harán triunfar Mi Sagrado Corazón en los Reinos de la Naturaleza.

Elevemos al Padre las intenciones más puras para que Él las escuche en Su profundo Corazón.

Y para que eso sea posible, compañeros, ofreceremos a Dios la Comunión: el Cuerpo y la Sangre de Cristo, que fue el primer cordero mutilado, martirizado y herido por los pecados del mundo, que se entregó a ustedes en el matadero del mundo para salvar a todas las almas a través de Su preciosa Sangre, de Su Sangre redentora y liberadora.

Sé que sus corazones aún no están limpios para recibirme. Por eso, a través de Mi Gracia, que hoy concedo a las almas, pidan perdón a Dios y caminen en la fe, para no equivocarse nuevamente.

En esta oferta que hoy Me hacen, reciban los Códigos de Mi Luz y transfiguren sus vidas con el impulso del servicio y de la oración, para que triunfen los Sagrados Corazones en toda la humanidad.

Padre Nuestro...

Comulguen Conmigo en la esperanza y reciban Mi Misericordia como la última chance para la salvación.

Yo los bendigo a pesar de todas las cosas y de las acciones de la humanidad.

Alegren sus corazones por esta oportunidad y santifiquen sus vidas, respondiendo al Sagrado Llamado de su Rey.

Vayan en paz y sigan en paz, viviendo la paz por el mundo, como un compromiso mayor.

Mientras Me elevo, compañeros, para volver a encontrarlos en una próxima instancia, pronuncien y canten el Pater Noster.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Pater Noster...

Fray Elías:

Hermanos, después de este encuentro con Cristo los invitamos a llevar Sus palabras en el corazón y que en otro momento también las puedan repasar, porque cada vez que se aproxima la Jerarquía Divina a un lugar como este, trae un mensaje especial para cada ciudad. Algo que nos invitan a vivir y a cumplir simplemente, porque Ella recuerda y sabe que nosotros somos hijos de Dios. Por eso los invitamos a que lleven estas palabras en el corazón y a poder practicarlas como Él nos pidió en esta noche.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE EL SAGRADO LLAMADO

Así como escucho sus voces, escucho sus corazones y a pesar de que muchas almas circulan en el tiempo de las tinieblas, Mi Luz misericordiosa viene a vuestro encuentro para salvarlos, pues en el silencio del Corazón siempre los espero.

En cada nueva oración que Me profesan, siempre que Me busquen en vuestro interior, podrán encontrarme, porque allí reside Mi Amor misericordioso, Mi Amor por toda la humanidad y por el planeta. Recuerden que Yo Soy parte de esta humanidad y que, a pesar de que provengo de la Fuente Mayor de Dios, Yo estuve entre ustedes durante mucho tiempo y a lo largo de los siglos retorno, preparando a Mis rebaños para Mi Retorno, el gran encuentro esperado por todos, cuando Dios pronuncie Mi segunda venida.

Por eso, para ese tiempo deberán estar preparados y así, como fue dicho aquí, vuestros corazones serán renovados en la esperanza del Creador, porque es algo que siempre los sustentará y los llevará directamente al manantial de Mi Misericordia.

Sé que en esta noche muchos esperaron este encuentro, y agradezco este reflejo de amor que Me han entregado, pues Mi Corazón bondadoso y misericordioso lo recibió.

Y así, queridos compañeros, los vengo acompañando durante todos estos últimos días, observando vuestras necesidades internas y espirituales, para que al fin se pueda concretar el Plan de Dios en ustedes.

Salgan de este mundo, distánciense de los problemas y de las dudas. Mi Luz siempre prevalecerá por encima de todo. Recuerden siempre Mi sacrificio en la Cruz, eso les dará fuerza para seguir adelante y ningún alma podrá perecer.

Por eso, queridos compañeros, en esta noche de Misericordia y de Piedad Yo los necesito más unidos que nunca, porque a través de esa unidad el enemigo no entrará y las almas alcanzarán la meta que han venido a cumplir en este mundo.

Renuévense a través de Mi Corazón de Luz, sientan Mi mansedumbre y Mi paz que los colma.

Vengo a renovarlos una vez más, vengo a renovar sus votos y su compromiso con el Creador, pues es necesario, queridos compañeros, que a Mis Pies, a Mi derecha y a Mi izquierda existan almas postradas delante del Creador que oferten todo lo que nadie oferta por aquellos que necesitan de luz y padecen el sufrimiento y el martirio.

En esta noche de piedad, de buena nueva para todos, vengo a traerles la esperanza que existe en el Reino de los Cielos.

Por eso, los invito a recordar el Sermón de la Montaña, el momento en el que muchos de ustedes estuvieron Conmigo e hicieron voto interior de acompañarme en el fin de los tiempos.

Vuestras almas caminan a Mi lado hace mucho tiempo, por eso los necesito bien cerca de Mí en esta hora. De esa forma Mis Rayos se derramarán sobre sus seres y no perderán ningún momento. Me encontrarán cerca en esta humanidad, bien cerca de vuestros corazones porque es donde Yo siempre quiero estar.

Queridos compañeros, así como Me han cantado glorificando Mi Corazón de Paz, quiero que extiendan esta Paz hacia el mundo entero, pues Mi Corazón está lleno de Gracia y de Misericordia, Él espera derramar Su Luz y Su Paz sobre todos ustedes y, principalmente, sobre aquellos que más lo necesitan.

En el amor y en la fe los invito a acercarse a Mí para recibir Mi Presencia en vuestro interior, los aguardo.

Los que están arriba no necesitarán descender, recuerden que Yo Soy omnipresente.

Canción: "Cristo, Tú el Amor".

Vuestra oferta fue escuchada. Ahora esperen recibir aquello que han pedido, pues Yo se los enviaré a través de Mis Rayos de Luz y de Paz.

Sigan adelante, caminando a Mi lado, pues Mi Corazón siempre los colmará.

En unión al Padre Celestial, elevemos la oferta de los Sacramentos para que, en esta noche nuevamente, el pan y el vino que han dejado en esta mesa se conviertan en Mi Cuerpo y en Mi Sangre, símbolos de Luz y de Paz para todos.

En Mi Presencia, los Cielos están abiertos. Guarden esta Presencia Divina en vuestros seres, pues los ángeles esperan ayudarlos a concretar la misión que Dios les encomendó. En unión al Padre Celestial, cantemos para la consagración.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Señor nos ha pedido que escojamos algunos hermanos presentes para que eleven esta oferta que se convertirá en el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Él nos pide que, en este momento, recordemos Su agonía en el Getsemaní.

Canción: "Los Nombres de Dios".

 

Hermanos e hijos de Mi Padre, ahora Mi Corazón recibe vuestras promesas, aquellas que una vez Me pronunciaron cuando estuvieron a Mi lado. Oferten estas promesas por las almas que no le cumplen nada a Mi Corazón, pues el mundo lo necesita y la humanidad entera también lo necesita. Para poder recibir las Gracias de Dios que las almas cumplan con lo que Me piden, con lo que Me prometen, con aquello que profesan de corazón y de alma a Mi Espíritu Sacerdotal.

Ahora eleven en silencio vuestra petición, porque aún estoy presente escuchándolos.

Recemos como Yo se los enseñé.

Padre Nuestro (en arameo).

Yo los bendigo a ustedes y a estos elementos sagrados en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Gracias por responder a Mi Sagrado Llamado. Serán bienvenidos todos aquellos que quieran compartir Conmigo la Sagrada Semana, pues derramaré nuevos códigos sobre el mundo, en esta última hora de oportunidad.

Vayan en paz y alegren vuestras vidas.

 

Para finalizar el Encuentro del Sagrado Llamado, Fray Elías del Sagrado Corazón comparte las Palabras que Cristo Jesús Glorificado le transmitió como mensaje mensual.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO DURANTE LA SAGRADA SEMANA, DÍA 3, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Sientan en Mi Silencio el decir de todas las cosas, la verdad que surge para la vida que estaba muerta.

Hoy estoy junto a los doce, aquellos que estuvieron Conmigo en el pasado. Los traje para que los puedan reconocer y apreciar como redimidos, la humanidad que se ha redimido y seguirá redimiéndose.

Mientras Yo camino al lado de ustedes en estos días, traigo buenas nuevas para todos, esperanza para los corazones y las almas, y misericordia para compartir y difundir.

Agradezco en esta tarde por aquellos que se esfuerzan y que en el cansancio obran para Mi Padre, sin tiempo y sin detenimiento. Sepan que eso será recompensado en el Reino de los Cielos. Dios no se separa de Sus hijos prodigiosos, mas los apoya y los acompaña en el silencio del corazón.

Hoy quiero compartir con ustedes un hecho importante: antes de la Última Cena en aquel tiempo, muchas almas bondadosas se unieron a Mí en la oración.

En diferentes partes de Oriente, por Galilea, Judea y Jerusalén se unieron a Mi Pasión interior y abrieron las puertas para que la Misericordia de Dios los acompañara.

En ese tiempo, todo lo que estaba sucediendo era importante, desde la soledad hasta la alegría. Yo estaba viviendo cada paso en la Pasión, una nueva señal que Dios manifestaba, para Mi Consciencia y Mi Corazón, cuando Yo instituí la Cena como una ceremonia importante.

Quería, en aquel tiempo, que todos pudieran vivir Mi Pasión de forma verdadera, por eso Yo abrí las puertas para que las Leyes Divinas descendieran y todos pudieran reconocer que el Hijo de Dios estaba presente en la Tierra.

Las Leyes se cumplieron en aquel tiempo tan difícil, pero Mi Misericordia se difundió por el Mundo entero de la misma forma que Yo lo hice con Faustina Kowalska, trayendo nuevamente para la humanidad algo importante y misterioso, que es la Misericordia de Mi Pasión, el Agua y la Sangre que redime y que lava, que purifica y que transmuta  los pecados.

Por eso vivan en esa Fuente Mayor, esa Fuente que brota de Mi Corazón incansable y que está disponible para aquellos que la buscan y aquellos que se animan a servirse de ella y ser nutridos por el Espíritu de Mi Corazón, por Mi Divinidad y por Mi Consciencia Mayor.

En estos días Yo vengo a reactivar sus corazones. Vengo a recordarles los compromisos que tienen con los Sacramentos, porque cada ritual de los Sacramentos es importante para sus espíritus, gesta  cosas nuevas para el alma, para la consciencia y para la vida, y todo se vuelve más liviano, más sereno y más pacífico.

Lo que Yo les traigo en estos tiempos es el Sacramento de la Reconciliación, que lo vivirán a través de los demás Sacramentos. No es por si acaso que Yo instituí la Eucaristía para que Mi Espirito Universal estuviera presente en el pan y en el vino, y en cada nueva comunión que el alma viva Conmigo, pueda renovarse y abrirse para lo Mayor.

Sepan que todo su ser comulga Conmigo; cada parte de sus seres y cada partícula, las células y la sangre de sus seres, el agua que circula por sus cuerpos es nutrida por Mi Espíritu en el momento de la Comunión.

Los invito a conocer este misterio, a que abran sus ojos para la realidad que viven por la Comunión, porque allí se guardan muchas llaves para todos, principalmente para aquellos que viven en Mi confianza.

En la Última Cena, en aquel tiempo, Yo instituí algo importante para el planeta que es el descenso de Dios a través de Mi Cuerpo y de Mi Sangre, los Dones del Espíritu Santo en el pan y en el vino, la Transfiguración y la Resurrección que Yo viví por todos. Leyes que son desconocidas por esta Tierra, pero que muchos que fueron simples las vivieron y las practicaron con humildad.

Imiten a aquellos seres que vivieron la santidad. Sigan los pasos que ellos siguieron de forma simple, porque Dios necesita de sus corazones, una morada pura y entera, disponible para recibir la Voluntad del Señor.

Yo vengo nuevamente a abrirles los ojos para algo mayor y algo divino.

Yo los reúno en esta tarde nuevamente, para que refuercen su compromiso Conmigo y beban con paz de Mi Sangre y de Mi Agua, dones espirituales para la humanidad entera que son derramados espiritualmente en este tiempo para los corazones que tienen sed de la Luz de Dios y que necesitan curar sus consciencias para que sean redimidos, bienaventurados y buenos servidores del Hijo Primogénito.

A partir de hoy recordarán algo importante durante tres días seguidos, que es el nacimiento de Mi Consciencia en la humanidad y todo lo que Yo hice por ustedes en aquel tiempo.

En cada momento que compartan Conmigo, cada hecho y cada pasaje que Yo les entregaré, vívanlo como algo verdadero e importante. Así sus consciencias se nutrirán a través de Mi Espíritu Cristico y recibirán el Fuego Divino de la transformación.

Y después de un tiempo no se reconocerán, porque Yo los habré transformado enteramente y no lo percibirán porque ya estarán transfigurados por Mi Luz y por Mi Amor.

Anímense, arriésguense a que Yo los pueda vencer a través del Amor y de la Misericordia.

En poco tiempo no se reconocerán, porque habrán bebido de Mi Fuente de una forma sincera y verdadera por medio de la Comunión y de la oración constante, llaves que ayudarán a cambiar a la humanidad, llaves que abrirán nuevas puertas para el próximo tiempo.

Pero para que eso se cumpla, compañeros, es necesario arriesgarse un poco más y no temer por nada, porque cuentan con Mi confianza y Mi apoyo interior, cuando sólo Me digan “sí”.

Hoy los apóstoles vienen a bendecirlos a todos, a través del ejercicio pastoral, de la bendición del gran Espíritu de Dios que cada una de esas consciencias cultivó en sus corazones.

Hoy les muestro todas estas cosas para que crean que es posible vivir en la santidad. Y no será necesario consagrarse solamente a Mí, sino vivir una vida de caridad, de servicio, de oración, que puedan ser testimonio para sus hermanos, que puedan ser llamas de luz incandescentes para los demás hermanos,, por donde pasen o por donde vayan.

Cuando lleguen a ese punto de consagración y de entrega, muchos reconocerán Mi Presencia en ustedes, porque Yo sigo siendo el Gran Pastor de la Humildad, la Estrella del Universo para todo el planeta, que prepara el advenimiento y el regreso del Cristo transformado y renovado, el cual todos verán y se sorprenderán.

Por primera vez, queridos compañeros, responderé a siete intenciones de esa cesta. Pero sepan que todas son importantes para Mi Corazón. Ya las conozco profundamente, pero sé el significado y el valor que para ustedes tienen las respuestas  en esta vida, respuestas que nacen de Mi Corazón Sacratísimo, luz para la oscuridad, sabiduría para la confusión, claridad para las tinieblas, amor para lo que está mal, herido, latigueado o cansado.

Yo los amo y Yo los corrijo porque son rebaños con potencial al despertar. Todo lo que digo proviene del Amor, del Espíritu de Mi Padre.

 

“Juan, te espero, cuando tan solo aceptes entrar a Mi Reino.”

“Tranquila, tu familia se salvará. Únete día a día a Mí. La reconciliación se establecerá, porque Mi Espíritu formará parte de tu hogar y confortaré a tu consciencia.”

“Franco, tu ángel se llama Joel. MI Camino está siendo preparado para que tú puedas entrar en él como un nuevo apóstol del amor. Anímate a seguirme, Te espero.”

“Que tu aspiración sea amar el planeta todos los días, pues él será la casa para los que vendrán pronto.”

“La humildad se encuentra en la llave del servicio, en la caridad que nunca acaba, en el decir “sí” todos los días a todas las necesidades que se presentan, así el espíritu se forja a la transformación.”

“Sí, ellos ya lo saben, ya están en el Cielo Conmigo, tus pasos lo han permitido. Hoy te saludan.”

“Quiero que seas una hija de Mi Divina Misericordia, así podrás consagrarte a Mi Sagrado Corazón y todo estará cumplido en tu espíritu.”

 

Ayer liberé a muchas almas que estaban condenadas, pero necesito de instrumentos dispuestos a ayudarme, columnas de transmutación que Me sirvan y que se donen constantemente. Si eso fuera posible en la mayor parte de la humanidad, la humanidad se salvaría.

Hoy les entregaré una bendición a través del aceite sagrado, el mismo aceite que ungió Mi Cuerpo herido, que lo restauró y que lo curó y lo preparó para la Resurrección.

El aceite los une al alma y son ungidos por el Espíritu Divino de Dios, con la Fuente Primordial de Su Amor y de Su Unidad.

Cada vez que son ungidos, sus cicatrices y heridas espirituales son disueltas por Mi Amor Misericordioso.

El aceite sagrado tiene el poder de la reparación, abre las puertas para los principios de la cura del cuerpo y del alma enferma y abre las puertas para el Espíritu Mayor de Dios, tan solo con una señal de la Cruz. Así todo estará hecho.

Bendigo todos estos elementos que en este día formarán parte de la nueva comunión de ustedes Conmigo, preparándolos para el Jueves Santo, donde los invitaré a sentarse a Mi mesa y se confirmen como los apóstoles del Amor, como los servidores de la Misericordia.

Yo los bendigo siempre con Mi Espíritu de Amor.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco por hoy estar Conmigo.

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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