¡PERÍODO DE SUBLIME GRACIA!

Durante Su última Aparición, la Virgen María anunció un período de gracia invaluable: la indulgencia plenaria, una gran oportunidad que estará disponible hasta el 6 de enero. ¡Descubre más!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE VIEDMA, ARGENTINA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Con la unión del Cielo y la Tierra desciendo al mundo para poder ayudarlo, trayendo en Mi Corazón todos los prodigios de Dios, y a través de los ángeles, todas las Gracias posibles para los corazones.

Hoy, Mi voz interior resuena en el mundo y los mundos internos escuchan la palabra de la Madre de Dios, que viene a rescatar a Sus hijos del exilio y del naufragio de estos tiempos, que viene a traer a través de Sus manos la cura para la humanidad.

Solo  deseo hijos Míos, el bien en cada uno de ustedes, y que muchos más hijos Míos recuperen su filiación espiritual con el Padre Celestial, sabiendo que para estos tiempos difíciles y críticos será imprescindible para todas las almas la filiación con el Padre Creador.

Por eso, vengo como una Gran Consciencia Espejo, para que por medio de la oración, la Madre de Dios esté unida con todos Sus hijos que invocan a través del Verbo orante, la Luz, el Bien y la Redención para  la humanidad.

Pero Yo los animo queridos hijos, a seguir construyendo en ustedes el fin de los tiempos por medio de la vida del servicio y de la oración a los demás, sabiendo que hay mucho que curar en esta humanidad y en este planeta.

Cada vez que practiquen esos atributos, hijos Míos, permitirán que la Madre de Dios vuelva a interceder, así como Ella está hoy intercediendo por Argentina.

Deseo que sus corazones se abran cada vez más a ese llamado que viene del Cielo y que en esta vida no será conocido profundamente, pero si sus corazones se unen a Mi Corazón Inmaculado, como una sola cadena de luz y de amor, por medio del  Rosario de la Paz por las Naciones, Yo podré abrazar a muchas más almas necesitadas de amor y de luz.

Grande es el cautiverio de millones de almas en esta humanidad, y no consiguen salir de ese estado, por tener muchos obstáculos y barreras.

Pero ustedes saben, hijos Míos, Mi Presencia tiene muchas faces, y la Madre de Dios cuenta con Su Poderosa Espada para poder vencer al mal por medio del amor y de la fe, trayendo para el mundo la liberación y la paz a los corazones que más necesitan volver a encontrar a Dios en su interior, para vivir en estos tiempos difíciles, una verdadera comunión con lo Alto, una profunda unión con lo Divino.

Los vengo a invitar, queridos hijos, a que aprendan a vivir las Leyes divinas, por medio de los atributos que están concebidos en la oración de la Madre Universal.

Si viven esos atributos y los aplican en sus vidas día a día, no será necesario que Argentina ni ninguna otra nación, padezca los sufrimientos generados por los propios pueblos.

Los atributos que Yo les traigo, hijos Míos, nacen de Mi Fuente Maternal, son atributos que nacen de la humildad de la Madre de Dios, por su servicio eterno y como sierva de Dios.

Pero si ustedes, hijos Míos, se esfuerzan para vivirlos día a día, no solo construirán en sus almas una fortaleza invencible e inquebrantable, sino también ayudarán a sus naciones para que más almas sean contempladas en el Océano de la Misericordia de Dios.

Ha llegado la hora, hijos Míos, de vivir la fraternidad y la cooperación entre los pueblos, eso demostrará a Dios y a todo el Universo que la humanidad está comprendiendo algo, y la Gracia de Dios en Argentina y en el mundo será inagotable, a pesar de los gravísimos errores que cometen muchas almas en estos tiempos, y que ultrajan, de tiempo en tiempo, el Corazón de Dios.

Pero hoy una nueva historia es concedida  para la Argentina y para sus esencias. El trabajo realizado hoy de oración ha ayudado mucho, para que la Madre de Dios y Madre vuestra pudiera interceder, sabiendo que hay muchas almas que no merecen la Gracia de Dios, pero como abogada vuestra, e  intercesora celestial entre el Cielo y la Tierra, Dios Me ha concedido la salvación de más corazones para los tiempos que llegarán.

Hijos Míos, la donación de sus vidas será la llave de la gran transformación y los portales del Universo se abrirán ante sus ojos, verán descender el Universo espiritual y los grandes arcángeles, padres creadores de todos los planos de consciencia, los asistirán y los ayudarán para vivir, en estos tiempos, dentro de un Universo de Paz desconocidos, diría, inalterable.

Esto es posible gracias a  fuerza de la oración constante, y a su compromiso diario con el Santo Rosario. Así, hijos Míos, estarán protegidos dentro de Mi manto, sus familias también estarán protegidas de todo mal; esto llegará  aún más, a todos los lugares, porque la Luz de Mi Corazón irradia al mundo entero a través de las oraciones de Mis hijos que tienen consciencia y discernimiento de que la oración es una llave fundamental para estos tiempos difíciles.

Sumérjanse en ese ejercicio y en poco tiempo no se conocerán, sus vidas se habrán transformado completamente  y conseguirán dar pasos hacia la liberación de sí, alcanzando la trascendencia de la materia y uniendo sus espíritus a la vida inmaterial.

Para que todos estos atributos a la Madre Universal  estén en sus corazones y en sus pueblos, hoy abro Mi Corazón Inmaculado como casa y refugio de los corazones, como alivio de los afligidos y cura de los enfermos, para recibir de sus voces, la Sagrada Oración a la Madre Universal.

Los escucho:

Te alabamos, ¡Oh Madre Universal!...

Y así, Yo podré llevar al Cielo sus súplicas e intenciones profundas, depositando a los Pies de Nuestro Padre Creador, las intenciones de Sus hijos, de Sus criaturas, a fin de que triunfe Su Plan de Amor en la humanidad y en el planeta.

Recuerden esta oración como algo fundamental para Argentina.

Hoy, Mi pedido para esta nación, es que exista un tercer día semanal de oración  por Argentina, Paraguay y Uruguay, pero esta vez orando la oración a la Madre Universal, para que estas naciones hermanas sean contempladas por la Misericordia de Dios y los atributos divinos de Mi Corazón maternal, se establezcan en las almas como una divina protección espiritual.

Desearía que todos Mis hijos, más allá de Argentina, Uruguay y Paraguay, se unieran en este ejercicio de orar a la Madre Universal, para que también los atributos se irradien a las demás naciones del mundo.

Pero hoy pido esta oración especialmente por estas tres naciones, porque son las que más lo necesitan, para mantener su equilibrio espiritual y su armonía en estos tiempos.

La oración, cualquiera que sea, que invoque el Plan Divino de Dios y que abra las puertas del Universo, será el arma de defensa contra el adversario, y la Madre de Dios, por la oración  de todos Sus hijos volverá a pisar con Sus pies la cabeza del mal.

Que triunfe en esta Tierra de Argentina el Proyecto de Dios. 

Que los corazones reencuentren su filiación con lo Alto, y la cura universal se de en las almas, y que se enciendan en los corazones los talentos de Cristo, a fin de que el compromiso con el Universo sea vivo, verdadero y fiel para este tiempo final. Que así sea.

Como en todos los lugares que visito, con inmenso amor y dulzura por los que más sufren y desesperan, hoy viviremos una nueva consagración, reafirmando este compromiso de unión con la oración a la Madre Universal, para que muchos más se sientan atraídos al Fuego de Amor de Mi Corazón Materno, y así las almas se curen y se rediman, liberándose de sus cadenas y de sus prisiones, para que pueda volar la luz de sus espíritus.

A pedido de la Madre de Dios se aproximarán los que hoy se consagrarán como Hijos de María, para recibir Su bendición.

Y en este momento de consagración ante la Madre del Altísimo, comenzaremos a escuchar, el Himno de Consagración de los Hijos de María, para que los que se consagrarán y los que ya se consagraron, renueven este compromiso con la Madre de Dios, para que sea verdadero y vivo.

Los niños representan la alegría de Jesús en la Tierra, así su Reino Celestial desciende  en los más puros e inocentes, y llega a todos los hombres y mujeres del planeta a fin de que se constituya la Sagrada Familia en la humanidad, por esta oferta que hoy Me hacen sus corazones.

He venido para bendecirlos y entregarles Mi amor, Mi amor consolador y curador a fin de que sus almas renazcan en  el gozo del Divino Espíritu, y así reencuentren la paz que mora en el Corazón de Dios.

Que sus almas se enciendan en júbilo y alegría, para que el alma espiritual de esta nación, se encienda en la Alegría de Dios, creyendo profundamente  que podrá cumplir con los designios del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Mi  Luz Espiritual desciende sobre ustedes e ingresa en sus corazones, estableciendo esta consagración como Mis amados hijos, fieles seguidores de Cristo, criaturas amadas por el Padre Celestial. 

Los bautizo con la luz del Espíritu Santo. 

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por responder a Mi llamado, por todos los esfuerzos realizados, por el triunfo de Mi Materno e Inmaculado Corazón en Argentina.

Mientras cantan, Yo los contemplaré, para que sus voces lleguen al Cielo como una súplica de la humanidad, al Universo Celestial.

¡Les agradezco!

APARICIÓN DE LA VIRGEM MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Yo Soy la Madre y Misionera Confederada. Soy la Señora de los Treinta y Tres.

Hoy vengo a su encuentro para anunciar a este pueblo Mi más especial petición, de que algún día se cumpla la Voluntad de Dios en toda esta nación y en todos los que la representen en el mundo, los que algún día espero que sean embajadores de la paz.

Uruguay tiene una misión importante que no puede omitir y es responsabilidad de todos Mis hijos, sobre todo de los dirigentes de esta nación, que ese propósito se cumpla.

Como sabemos hijos Míos, ese propósito fue alterado por la mano del hombre, pero no descansaré, porque de a poco y silenciosamente, su Madre Celeste y Señora de los Treinta y tres, hará consagrar esta nación a Su Propósito espiritual y divino.

El Cono Sur fue escogido para una gran misión y a Uruguay le corresponde una gran parte.

No es por acaso, queridos hijos, que Aurora se guarda aquí y desde aquí revela sus misterios.

Necesito que comprendan, hijos míos, cuán importante es ese propósito para Dios en este tiempo.

Por eso Soy su Madre Misionera y Confederada, porque en el Uruguay se debe alcanzar la confraternidad y esa confraternidad les hará libres de todos sus errores cometidos, de todos los débitos ocasionados, en este país y en este pueblo.

Vengo aquí para traerles un mensaje renovador, un nuevo Principio que debe ser gestado en la consciencia humana de los uruguayos. Eso les permitirá comprender con profundidad la Voluntad de Dios y a medida que sus pasos sean dados en dirección al Propósito, el país será más consciente de lo que debe curar, de lo que debe redimir, en lo que debe hacer penitencia y sobre todo, reparar ante nuestro Creador.

Ya que el propósito de Uruguay fue alterado, aún hay tiempo, querido hijos, por medio de su consagración a la Señora de los Treinta y tres; existe una chance definitiva que lleve a todo su pueblo a un gran despertar y a una gran redención.

Deseo, como Señora de este pueblo, retirar a este pueblo de su profunda somnolencia, de su profunda ilusión e indiferencia. En verdad les digo, queridos hijos, dependerá del esfuerzo de muy pocos, para que la gran misión se cumpla en este país.

No dejen de gestar en este pueblo los grupos de oración, los verdaderos grupos de oración que su Madre Celeste necesita para este tiempo. Que su compromiso no sea tibio sino verdadero, determinado y firme, para que Yo les pueda encomendar nuevos designios que el Padre Me ha dictado en Mi Corazón. Eso hará de Uruguay un país verdadero y consciente de sus responsabilidades y cometidos, buscando por encima de todo la igualdad espiritual y la comprensión entre las religiones .

Cuando digo que los grupos de oración deben ser verdaderos, es porque el compromiso debe ser más firme y verdadero y no casual. Eso hará del Uruguay un verdadero espejo de luz, que pueda reflejar lo que tanto Dios espera derramar sobre este país.

Este mismo Principio del cual hoy les hablo, queridos hijos, es el mismo diseño y es el mismo Propósito para otras naciones del mundo, que también deben redimir sus errores y abrir las puertas para el Sagrado Conocimiento Divino, que no vendrá de la mente de los hombres sino de los corazones puros, que por medio de la oración y de la comunión con Cristo, recibirán del Cielo los impulsos de luz que harán de esta tierra libre, finalmente libre.

Quiero retirar de la consciencia de los uruguayos la esclavitud espiritual permanente, un estado de consciencia en la cual se encuentra que es casi imperceptible, que la hipnotiza, que la hace inerte y que no le permite dar los pasos verdaderos hacia la Luz .

Hasta que la Aurora de Mi Corazón no sea reconocida, el pueblo permanecerá en sus errores y será el sacrificio de muy pocos, la transmutación de los mismos.

Necesito, hijos Míos, que con la apertura de nuevos grupos de oración en el Uruguay, una nueva consciencia se geste en el corazón de Mis hijos, para que más consciencias de este país reconozcan definitivamente la Voluntad de Dios; que hagan de este pueblo, el verdadero pueblo que fue en sus orígenes, desde la consciencia indígena hasta los primeros pobladores que vivían la Voluntad de Dios y la advocación a la Señora de los Treinta y Tres.

Si Yo fui la Patrona que independizó a su pueblo. ¿Qué podría hacer ahora, queridos hijos, si los corazones de los uruguayos Me recibieran en sus hogares y en sus familias y vivieran con devoción, con mucha fe, la consagración a la Señora de los Treinta yTres, la Santa Faz que los llevará a comprender Mi presencia en Aurora?

Aquí hay muchos misioneros que están dormidos. Por eso, Soy la Misionera Confederada  que viene a despertar a los que están en la somnolencia, a los que aún no han encontrado el camino de la Luz y de la Verdad.

Dios ha entregado esa Faz de la Señora de los Treinta y Tres para este pueblo, por Su gran e importante misión para el fin de estos tiempos, así como también el Padre ha revelado otras faces de Mi Corazón para otros pueblos, que es lo que necesitan para vivir su misión espiritual como nación y como pueblo. En verdad les digo que todo tiene un sentido espiritual.

La Señora de los Treinta y Tres desea que cumplan las promesas que una vez les dicté, hace algunos años, y que también cumplan los pedidos que Yo les he dictado, también hace algún tiempo. Aún estoy esperando por ello.

Cuando esos pedidos se cumplan, con todo el esfuerzo del corazón y de la vida, Uruguay tendrá nuevas oportunidades de poder despertar a todo lo que ha hecho, a los cometidos realizados, que han interferido en la evolución de esta parte de la humanidad .

Mientras eso no suceda, el sueño aún será muy profundo y difícil será el despertar y la inercia de este pueblo. Por eso entre los pocos que he llamado realizaré las grandes obras, así como Jesús llamó a los apóstoles para dar a conocer Su Evangelio al mundo entero, con muy pocos.

Necesito, queridos hijos, que no se aflijan por todo lo que hoy les digo. Soy la Señora de los Treinta y Tres y si hoy estoy aquí, es por una misión y un objetivo.

Vivan los tiempos de madurez como así Dios lo necesita y podrán apartarse definitivamente de la tibieza. Sus corazones estarán firmes y podrán cruzar las puertas que la Señora de los Treinta yTres abrirá, como última instancia para el Uruguay.

Por eso, Mi Obra primero se fortalecerá en el mundo entero antes que en el Uruguay, porque en verdad les digo, queridos hijos, que gran parte de los uruguayos se darán cuenta tarde de todo lo que han perdido.

Necesito que sean Mis embajadores de la paz por todos los rincones de este país y que se unan en un mismo propósito, en una misma sintonía, haciendo los esfuerzos necesarios para hacer triunfar Mi Inmaculado Corazón en el Uruguay.

Aún espero seguir siendo la Patrona de su país, porque Yo no espero, queridos hijos, aunque muchos lo piensen, ser sustituida por otros ídolos que el propio país ha concebido como verdaderos, como parte de su irreal libertad.

Con ojos de misericordia miro este país, porque Dios Me ha enviado desde el Universo para descender sobre estas tierras, en este lugar lejano, en donde aparentemente nada sucede y nadie escucha Mi Voz. Pero en verdad es todo lo contrario. La Señora de los Treinta y Tres, la Madre y Señora Confederada, trabaja silenciosamente para que los corazones de este país sean arrebatados por el Amor de Mi Corazón, por la Gracia de Mi Espíritu, por la Santidad de Mi Alma.

El Uruguay deberá ser reconstruido muchas veces, hasta que las consciencias definan su camino.

Nadie estará libre del Juicio universal. Sabemos que ese tiempo se aproxima y que esa hora se acerca. Hagan oración y penitencia por los que no lo hacen en el Uruguay, por aquellos que transgreden la vida con los abortos y no saben lo que están haciendo, cuánto están hiriendo a la Creación con esa actitud y perversión humana.

Oren y hagan penitencia por los que aceptaron los ídolos de este mundo y de los que fragilizan a las almas y que hacen perder a los corazones el camino de la Luz.

Pero al fin de todo Mi Inmaculado Corazón triunfará y los que no pueden estar en la Nueva Tierra, estarán en otro lugar, viviendo desde el principio todos estos códigos que Yo les derramo, encuentro tras encuentro. Esas almas deberán aprender a ser merecedoras de la Misericordia de Dios, pero no descansaré. Su Madre y Misionera Confederada irá hasta el final para poder salvar la mayor cantidad de almas del Uruguay, antes de que todo se sumerja.

Pero si en verdad existiera un cambio radical, aceptando la Voluntad de Dios y viviendo un verdadero arrepentimiento, la mayoría no sufrirá las propias consecuencias de sus acciones y así, Mi Inmaculado Corazón intercederá, como intercedió una vez en Fátima por toda Europa, para que ella alcanzara un tiempo inexplicable de paz, aunque no la mereciera.

Cuando Yo ya no esté aquí entre ustedes, hijos Míos, deberán tener todas estas cosas presentes y claras, para que Mis Palabras no se las lleve el viento, sino que se siembren en sus corazones como códigos de vida, mostrando a Dios verdaderas acciones que quieran reconstruir su pueblo y su nación.

No teman decir al mundo que Yo estoy aquí. Imiten a los santos en ese camino de apostolado y de evangelización.

También estoy rezando, hijos Míos, por los obispos y los sacerdotes de su pueblo, para que algún día también alcancen el arrepentimiento y tomen consciencia de que aquí no he venido en vano.

Para testimoniar al mundo esta Obra de Misericordia, hoy consagraré nuevos Hijos de María, que representan a muchas naciones más en el mundo, que también serán precursores de la Obra de la Misericordia de Dios, por medio de su fidelidad, oración y fe.

Que vengan aquí.

Mientras los instrumentos tocan la melodía de su consagración, su Madre Celeste los bendecirá en esta noche y bendiciéndolos a todos ustedes, también bendecirá a este pueblo, para que viva el arquetipo de Dios; el Propósito Divino que algún día debe vivirse en los corazones de todos los uruguayos.

Hoy, la Madre y Señora de esta nación, la Señora de los Treinta y Tres, la Madre y Misionera Confederada, bendice sus espíritus, los espíritus de todos sus hermanos que alcancen el Propósito de Dios de forma verdadera y simple, viviendo acciones de caridad y de misericordia para con el mundo, actos de reconciliación y de paz entre todos los seres de la Tierra.

Hoy sus ángeles de la Guarda celebran este momento, y sus ángeles de la Guarda reciben en sus manos sus sagrados y verdaderos nombres para que su misión espiritual, hijos míos, se pueda concretar y realizar dentro de esta confraternidad, que Mi Corazón gesta entre todos los misioneros del mundo.

Que el espíritu de la hermandad los compenetre, los colme y les traiga a sus corazones el símbolo de la Unidad, para que la reconciliación en sus mundos internos se establezca, las faltas sean perdonadas, las heridas sean cicatrizadas y en sus corazones se encienda la Estrella de la Hermandad, aquella Estrella que repoblará la Tierra de seres de bondad y de luz, viviendo en unión con todo el Universo.

Los bendigo y los consagro como hijos y siervos de Mi Inmaculado Corazón. Que este paso que hoy dan sus vidas, sea el impulso para dar muchos pasos más en esta caminata al encuentro de Nuestro Señor Jesucristo, Amén.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Me elevo al Cielo implorando por el Uruguay, para que despierte a la Verdad.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde Yo estoy presente, instituyo el Reino de Dios para Mis hijos y la humanidad.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde estoy presente, todo lo que está a Mi alrededor pertenece a Dios y a Su Propósito.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y no dejo a nadie atrás. Cuido, protejo y acojo a todos Mis hijos en Mi Corazón maternal.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y busco para Mis hijos el bien común, la unidad, la hermandad con todo el universo, con lo que es desconocido, con lo que está lejos de su conocimiento y de su entendimiento.

Yo soy la Emperatriz de la Paz que hoy viene por las naciones del mundo, por aquellas naciones que se pierden y que se sumergen en su propio y profundo caos.

Vengo con el Gobierno del Universo Celestial y con todo lo que a Él le pertenece, con todo lo que vibra dentro de ese Universo y con todas las consciencias que participan de ese Gobierno Celestial en todo lo que es creado.

Es así, que vengo a traerles lo que es más infinito, lo que está muy lejos de los ojos de los hombres, lo que nadie aún ha comprendido, lo que es verdadero, lo que se perpetúa a través de los tiempos, lo que hace posible la redención.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y la Nueva Aurora, soy el Espíritu Divino que puede amanecer en el alma de cada ser, que puede transformar lo que no es transformable, que puede elevar lo que aún no se ha elevado a Dios, que puede transfigurar con Su Energía Divina lo que aún no se ha transfigurado.

Vengo hacia Mis hijos para que sean portadores de la paz y caminen junto a su Emperatriz Universal, que en este tiempo llega a este mundo y a esta humanidad para poder renovarlos, redimirlos y salvarlos de su decadencia planetaria.

En cada encuentro con la Emperatriz de la Paz, Yo les traigo una nueva oportunidad, a la que ustedes llaman bendición y Gracia, que nace de lo profundo de Mi Ser y de Mi Consciencia para todas las criaturas.

De esa forma, hoy vengo con el Cetro de Dios en Mi mano para seguir estableciendo aquí, en este lugar, lo que le pertenece al Padre y a Su Divina Voluntad.

Vengo a liberar a todo lo que está oprimido. Vengo a entregar Luz a todo lo que está oscuro y en tinieblas. Vengo a reencender en los corazones lo que siempre han creído desde el principio, cuando fueron tocados por la mano de Dios y por Su Divina Energía, cuando despertaron a la Verdad.

Yo vengo a ayudarlos, queridos hijos, como la Emperatriz de la Paz, para que atraviesen los tiempos finales con valentía, coraje y fortaleza.

Vengo a entregar a sus corazones lo que necesitan para poder madurar espiritualmente y para dar, así, los pasos seguros hacia Mi Hijo, el Redentor.

Vengo con el Gobierno Celestial que siempre ha regido a todos los mundos y a todos los universos. Vengo por encima de todos los gobiernos que existen en esta humanidad y en otras.

Vengo así, a establecer las Leyes que dieron principio a la Creación y a la vida, a la gestación de la esencia del Amor, de lo puro y de lo inmaculado que existe en cada interno de cada criatura.

Con Mi Gobierno Celestial y con todos Mis ángeles, vengo a purificar las esencias del mundo para que ya no se oscurezcan más.

Vengo a colocar en ellas y a sembrar lo que formará parte de esta Nueva Humanidad que se avecina, después de su purificación.

Yo soy esa Luz de Aurora que todo lo acepta, que todo lo acoge y lo comprende.

Soy la Emperatriz de la Paz, que siempre los escucha, que siempre los alienta, que siempre los motiva y los impulsa a seguir adelante, para superarse a sí mismos y para demostrarle al mundo que es posible vivir la redención y la conversión, como lo vivió San José.

Vengo a traerles desde el universo todo lo que es verdadero, lo que debe descender desde los mundos sublimes y superiores en estos tiempos de caos, lo que debe llegar a las almas, de inmediato, para que ellas se fortalezcan y sigan firmes los Pasos que Cristo está marcando en los desiertos de este mundo.

Vengo a enseñarles, como Emperatriz de la Paz, a atravesar la aridez de estos tiempos; la noche más oscura de todos los tiempos, de todos los siglos y de todas las décadas que han pasado.

Solo deben vislumbrar su esencia interior, su llama divina, su pureza original que nunca se perderá, que nunca podrá ser interferida ni tocada por nada que no venga de la Luz.

Vengo a encender así, en ustedes, la Nueva Aurora, a través de Mi Consciencia maternal y universal.

Vengo a hacer florecer lo que estaba seco. Vengo a dar vida a lo que estaba muerto. Vengo a traer una Gracia especial a los que más la necesitan, para que se sientan salvos y rescatados por su Madre Universal.

 

 Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo, hijos Míos, a un mundo en oscuridad, donde la mayoría de Mis hijos aún no descubrió la grandeza que es estar en Mi Corazón y servir Conmigo al Plan de Dios.

Vengo a demostrarle al mundo que, en medio de las tinieblas, es posible construir una fortaleza inquebrantable; que cuando las almas teman, en los cuatro puntos de este mundo existirán lugares en donde el Amor reina y equilibra el miedo y la desesperanza de los corazones.

Vengo a erguir nuevamente la fortaleza espiritual de Mis hijos, para que comprendan que no los abandoné, sino que quiero que sean ejemplos de una fortaleza inextinguible en un mundo donde las tinieblas buscan apoderarse de las almas y de los corazones, día tras día. 

Vengo a decirles que, donde Dios colocó Su Corazón, el mal no podrá llegar. En un suelo sagrado y consagrado a la vida del espíritu triunfará el Plan del Creador, y allí instituiré las Islas de Salvación. Y, cuando las almas se ahoguen en la ignorancia y en la ilusión de este mundo, serán esos lugares humildes, que crecieron desapercibidos en el planeta, en donde ellas encontrarán refugio, amparo; en donde encontrarán el aire que respirarán y las volverá a la vida, porque estaban muertas en vida y no lo percibían.

Yo vengo, hijos, a construir los milagros del fin de los tiempos, que serán la fe inquebrantable en el corazón de Mis pequeñitos. Mis fortalezas estarán en el mundo, como un brazo firme que eleva a las almas que cayeron en los abismos del desaliento y de la desesperanza.

Esas fortalezas que Yo construyo en cada uno de ustedes que escucha Mi llamado y que, a pesar de sí mismos, busca responder a los Designios Celestiales que Yo les traigo, como un patrón de vida nuevo, para construir la Nueva Humanidad.

Yo vengo portando la Paz para un mundo en guerras para que, a través de Mis hijos, Mis soldados y Mis compañeros, esta Paz se instituya en el mundo.

Yo vengo a invitarlos a trascender, en sí mismos, los impulsos humanos que emergen de su interior, para vivir un Propósito Superior y una consagración mayor.

No solo vengo a anunciar que el mundo está en tinieblas y que los corazones se están perdiendo en los abismos del enemigo de Deus. Vengo, hijos, a erguir dentro de ustedes la Iglesia Celestial para restaurar las religiones de este mundo y unirlos en la verdadera Iglesia de Mi Hijo; en donde no reina la competición y la separatividad, sino el amor, la fraternidad y la unidad entre las criaturas.

No vengo a decirles algo que es utópico, que es un sueño en el corazón de los que aman a Dios. Vengo a construir una realidad en los que perseverarán, en los que vencerán a sus miserias y a su condición humana retrógrada y degenerada, con el esfuerzo diario por amar a Dios, a sus hermanos y a los Reinos de la Naturaleza. 

Vengo, hijos, a mostrarles un Plan que se debe diseñarse a través de sus vidas. Vengo a hacerles una oferta y no solo a aceptar las ofertas de sus corazones. 

Coloco en Mis manos todos sus pedidos y los transformo en rosas para llevarlas a los Pies de Dios; pero también les pido algo; les pido que sean firmes, verdaderos y transparentes; les pido que sean humildes para vencer la arrogancia de este mundo; y les pido que sean simples y libres de sí mismos, para establecer la verdadera libertad, que en nada se asemeja a lo que el hombre busca para liberarse. 

Vengo a pedirles que se unan como un único ejército, como Yo los veo cuando los contemplo desde el Cielo.

Vengo a pedir que se fortalezcan y así fortalezcan las Islas de Salvación que Yo estoy construyendo para que, en un futuro próximo, también ustedes encuentren allí el amparo y el rescate de sus almas y esencias.

Vengo a pedirles, hijos Míos, que escuchen y sigan a la Voz del Universo que resuena a través del Verbo de su Madre Celestial, porque los últimos tiempos de ilusión en la Tierra ya están llegando; y todos, todos los que se comprometieron con Dios desde el principio, deben tomar con sus manos el Sello que Dios les entregó y colocarlo en su frente, como un símbolo de su adhesión total a este Plan de Salvación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi deseo más ardiente y urgente, como Emperatriz de la Paz, respondiendo en esta tarde a la Voluntad de Emmanuel, es que aquí, en este Centro Mariano, se construya la Cruz Azul.

Es un pedido que emito a todo Uruguay y al Cono Sur, a fin de que se establezca aquí un mayor tiempo de paz y de oportunidades para las almas más perdidas.

Si esto se llegara a cumplir, así como lo pido, regresaré aquí con un impulso mayor, aún más fuerte que el que di hace diez años atrás.

Recuerden, queridos hijos, que el ciclo ya cambió y que estamos en la última etapa de las grandes definiciones planetarias.

Que se cumpla, entonces, el advenimiento de la Cruz Azul de Emmanuel y que todo lo que no pertenezca a la Luz alrededor de este Reino de Aurora se disipe, a fin de que su pueblo y esta nación despierten de lo que se han equivocado.

Que nadie pierda la esperanza de revertir los casos más imposibles, porque si Yo estoy aquí, que soy su Madre, es posible cambiarlo todo a tiempo.

Que así sea.

Bendigo estos elementos en nombre de Mi Hijo, para que se sirvan de ellos, en renovación y en cura. 

Bendigo a sus almas para que ellas reciban paz, para que siempre recuerden que aquí encontrarán un refugio en el Corazón de Dios.

Que se levanten los estandartes de la Nueva Aurora. 

Que los soles despierten al llamado del universo y que los autoconvocados se congreguen para formar las primeras filas en el Retorno de Cristo.

Que la profecía de su Madre Universal se cumpla y que todos participen de la comunión eterna con el Creador.

Les agradezco y hoy Me voy en Paz porque aquí encuentro un lugar en donde siempre puedo posar Mis pies como fue en el principio, en el origen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Y aún cuando el mundo no escucha a Dios, Su Amor se hace visible en los corazones humildes.

El poder de Su Simplicidad es grandioso, por eso hay muchos que no lo conocen. Mas aquellos corazones que son simples siempre lo conocerán, a pesar de que no tengan nada en su vida material.

El contacto con Dios se crea a través del amor, de la unión perfecta con Él, en la búsqueda incesante de Su Universo, para concretar Su Voluntad sobre la Tierra.

Hoy vengo como la Madre del Uruguay, porque aún tengo esperanza.

No demoraré en trabajar para que Mis hijos despierten; así como deben despertar, queridos hijos, todas las criaturas de este mundo, antes de que la purificación se acreciente en cada una de sus vidas.

Pero Dios no imparte castigo para nadie, Él solo desea que lo amen y que lo busquen todo el tiempo.

El Amor de Dios es lo que construye todas las cosas y es lo que permite manifestar las ideas divinas en todos los planos.

Si en sus corazones no está el Amor de Dios, el Amor del Único, ¿cómo lo conocerán?

El Padre no está lejos de nadie, solo que está muy olvidado y las almas sustituyen su despertar por las modernidades, por la búsqueda vanidosa de la espiritualidad, por la búsqueda de la energía que solo pertenece al Creador.

Por eso, queridos hijos, Yo les enseñé a orar. Con algo tan simple y profundo, he visto que sus vidas se han transformado con mucho esfuerzo.

Pero aún hay mucho por hacer. Tendré que cumplir con Mis Obras, las Obras que Yo he prometido al Padre, junto a sus corazones, y esas Obras no pueden finalizar sin que el mundo las conozca antes, así como Yo las he revelado en otros tiempos y en otras apariciones.

Hoy vengo bajo el esplendor del Amor, para que lo puedan reconocer en su interior. El Señor necesita que se unan a ese Amor para que aparten sus consciencias de la ilusión que promueve el mundo, una ilusión que promueve el aborto, la drogadicción, el fanatismo, la superstición, la soledad, el abandono, la falta de luz en el alma.

Pero es el Amor infinito de Dios lo que hoy Me ha traído aquí, queridos hijos, para compartir con ustedes lo que es la Verdad; la Verdad que no es profundamente conocida, pero que debe ser amada por ustedes para que estén dentro de la Verdad de Dios.

El Señor, que está en el Universo y rige en todos los cielos, no quiere el castigo de nadie; pero las decisiones del mundo, las actitudes de las almas llevan a que Sus Leyes se manifiesten en este tiempo con severidad.

Dios no podría ser Dios si no fuera el Dios del Amor.

El Amor fue lo que creó todos los universos, las estrellas, los planetas y la vida en todos los planos; pero si el Amor de Dios no está presente en sus corazones, nada de eso podrán conocer.

La vanidad espiritual es un arma muy peligrosa para este tiempo. Sé que existen almas, queridos hijos, que buscan la vida espiritual con arrogancia, con propiedad y control.

Las criaturas de la Tierra nunca tendrán nada para sí. Por eso les hemos enseñado, queridos hijos, a través de nuestra Presencia en el mundo, por medio de los Sagrados Corazones, que la humildad es la primera tabla de su salvación.

Sin humildad, nada conseguirán.

Sin humildad no podrán conocerse a ustedes mismos y desterrar lo que no es verdadero, lo que Yo llamo de falso.

Así el mundo, a través de los tiempos, de la guerra, de la aniquilación y del falso poder, creyó conquistar el planeta.

No será necesario, queridos hijos, que observen lo que sucede en el mundo. Miren a su lado y verán la verdadera necesidad.

Jesús también está dentro de los corazones que sufren y Él espera que lo puedan servir a través de sus hermanos.

El servicio en este tiempo es lo que promoverá la salvación de la humanidad; el servicio a los Reinos de la Naturaleza, a todo lo que encuentren en sus caminos como necesidad.

Hay mucho por hacer, queridos hijos, y son pocos los corazones y brazos que se disponen a hacerlo.

Uruguay tiene esa gran oportunidad.

El servicio en Uruguay no es la prioridad de las almas para su camino espiritual, porque significa rebajarse ante el prójimo.

¿Acaso Jesús, Vuestro Señor, no lavó sus pies por medio de los apóstoles?

Él se humilló ante ustedes para que Dios pudiera derramar la Misericordia sobre el mundo; Él se dejó morir en la Cruz, para que ustedes se pudieran salvar.

Él es la Verdad. No hay otra, queridos hijos, en este tiempo.

Los espíritus impuros podrán revelarles muchos secretos, o las energías que creen conocer podrán satisfacerlos; pero si no hay oración, no hay Amor de Dios, no hay servicio, no hay ascensión de la consciencia.

Estas bases que Yo les dicto los harán dignos ante el Señor.

Y creerán que orar será algo rutinario, pero en este tiempo es el portal que se abre para la liberación del mundo, en todos los Centros Marianos que Yo he consagrado a la devoción de Mi Inmaculado Corazón.

Aurora es ese Centro que Yo consagré desde el principio, cuando Mi Luz, la Luz del Amor de Dios, posó Sus Pies sobre este lugar.

Muchos creen que esto todo fue una locura y que aún lo sigue siendo. Miren el interior de sus hermanos y verán los frutos que Yo he conseguido realizar, de forma simple pero verdadera.

El mundo busca lo que satisface sus deseos y se aparta de Dios. Por eso sufre y no encuentra la Luz, se pierde en las tinieblas y sucumbe en los infiernos de la consciencia; cuando están sumergidos en el error, en la perdición, en el engaño y el sufrimiento, ¡ahí recuerdan a Dios!

Pero como Él sabe que la humanidad es muy frágil y débil, Él envía a Su Sierva para que sus ojos del corazón se abran a reconocer la Luz que viene del Cielo y de todo el Universo.

Queridos hijos, trabajaré con los que estén Conmigo hasta el final. No necesito que Me prometan nada, solo que hagan lo que les pido de la mejor forma posible.

Agraden al Corazón de vuestro Dios ofendido y mediten en Su Presencia a través de la Eucaristía; y que la oración siempre los eleve a lo Alto, así como Yo los elevo en Mis brazos a la Casa del Padre Celestial.

Hoy vengo a traer la quietud para sus espíritus, la serenidad para sus almas y la restauración para sus cuerpos.

No podré prometer, queridos hijos, que las batallas espirituales en este mundo cesarán. Mientras haya guerra y matanza de animales en la humanidad, el sufrimiento existirá.

Por eso, Yo los llamo a la oración; para que sus cuerpos, células y átomos se puedan elevar y perciban, finalmente, que no es necesario comerse a otro, a otro Reino semejante, tan amoroso e insignificante a sus ojos.

El Amor de Dios es lo que permite mantenerlos en la unidad.

Por más que lo que hoy les digo, queridos hijos, sean siempre las mismas palabras, es porque hoy todavía no han elevado sus corazones hacia Mis pedidos.

No cierren sus corazones por nada. Yo siempre los mantengo en Mis brazos para que puedan ver a Jesús y Su Corazón, que resplandece en este Universo.

Él es el Sol que los guía.

Yo Soy la Estrella que les indica el camino para poder encontrar su verdadero amanecer en la presencia de Aurora.

No se desesperen, pero no sean ingenuos. Acepten vivir la reconciliación, para que en el mundo se establezca la paz.

Estoy unida a cada corazón que hoy ha orado Conmigo sinceramente; porque Dios reconoce las ofrendas de todos Sus hijos y agradece su esfuerzo.

Ahora, queridos hijos, ante los Tronos del Padre, de los arcángeles, de los elohim, de los coros y ejércitos celestiales y de los ángeles de la guarda, que han sigo desterrados por las criaturas de este mundo que no aceptan el Amor de Dios, junto a ustedes y a cada peregrino oraré por el mundo con una simple proclamación.

Coloquen sus manos en recepción para que reciban el mayor regalo del Universo: el Amor de Dios que se fundirá en sus corazones y en el Corazón de Dios.
 

Padre del Universo, escucha la Voz de Tu Servidora
y enciende en los corazones la Llama de Tu Sagrada Presencia.

Perdona a la humanidad por su continuo sueño y despierta,
a través de Mi Aurora, a todos los que duermen.

Líbéralos de la ingenuidad. Llévalos hacia el servicio
para que encuentren Tu Paz y Tu Amor.

Derrama, a través de Mi Corazón bondadoso y servicial, todos Tus Dones
y concreta Tus Obras en todos los corazones del mundo.

Envía a Adonai, ¡Oh Padre Amado!, a Tus ángeles de Luz, para que derramen
Tu Misericordia sobre aquellos que Te niegan y no Te escuchan.

Ten Piedad, Señor, por los que son ignorantes y cierran su corazón a Tu Llamado.

Que en la última hora de este mundo las almas encuentren Tu Camino
para llegar a Jesús, y que Jesús los lleve a todos hacia Tu Reino de Poder Celestial.

Hoy dejo a Tus Pies, Padre Universal, a cada una de Tus criaturas,
para que no hagas temblar en ellos Tu Justicia,

sino que enciendas en sus corazones la Compasión infinita de Tu Espíritu.

¡Oh, Señor del Universo!, cierra las puertas inciertas en este mundo.

Perdona a los que no hacen bien las cosas y se olvidan de Ti.

Compadécete de los que destierran, de los que sufren el exilio.

Y muéstrate con Tu Faz, con Tu Gloria y con Tu Amor
a cada ser de este planeta, para que por Mi imploración y Mi alabanza a Ti,
Emmanuel, el Plan pensado por Tu Mente Única se cumpla hasta la Nueva Humanidad.

Amén.

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Cantemos Ave María, en la Presencia de nuestra Madre.

 

Los encontraré siempre en la oración del corazón, sagrado refugio de las almas que esperan el retorno de Cristo.

Les agradezco por responder a Mi llamado y por orar por la consagración de las Américas a Mi Inmaculado Corazón.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, siempre es muy bueno que intentemos guardar en nuestro corazón ese Amor que nos trae María, este Amor que todo lo comprende, que todo lo alcanza, que todo lo puede, y que Ella sabe, por encima de todo, que está dentro de nosotros: el Amor de Dios.

Ella vino con ese Amor de Dios, con esa Fuente del Amor y de la Unidad del Padre, a ofrecerlo no solo a nosotros, sino también a todos aquellos que no lo quieren aceptar.

Y María, pacientemente, a través de cada encuentro, nos decía que va intentando reconstruir, trabajar en cada uno de nuestros seres, esa conquista, ese triunfo del Amor de Dios en nuestros corazones, en nuestras vidas.

Que es ese Amor de Dios, según María, lo que nos va a ayudar a enfrentar estos tiempos, estos momentos difíciles que está viviendo la humanidad y que Dios se servirá del amor que nosotros le ofrezcamos para que también Su Obra se pueda cumplir.

Queríamos, sintéticamente, simplemente relatar cómo fue la Aparición de hoy, pues es importante, para que todos puedan llevar esa imagen, esa misión que María trajo a través de Su Presencia.

Cuando llegó aquí, Ella se mostró, como siempre se muestra, como la Virgen María. Hoy, su Manto, el Manto que la cubría, era la Bandera del Uruguay.

Y en un momento, cuando comenzó a dirigir Sus palabras, se aproximó más hacia nosotros para irradiar ese Amor de Dios, el Manto que caía por detrás de Ella, que formaba ese Velo que iba hasta los Pies, tenía las banderas de todas las Américas, de todas las naciones de América.

Y mientras hablaba, a pesar de que hablaba, Ella iba orando por cada una de las naciones, por cada uno de los miembros que forman las naciones y por cada uno de los presentes que estaban coligados con Ella en este momento.

Y cuando comenzó a aproximarse aquí, a aparecer como siempre lo hace a través de una esfera dorada de luz que viene del Universo Celestial, que comienza a dirigirse hacia el planeta hasta localizar este lugar espiritualmente, Ella comenzó a descender y a abrir varios Cielos a través de una columna de luz.

Y mientras esa columna de luz descendía con cantos de los ángeles, las almas perdidas, las almas que estaban presas en los infiernos de este mundo, comenzaban a elevarse a medida que Ella descendía.

Y allí fue cuando Ella apareció, y se mostró esa Madre que estaba con el Manto del Uruguay.

Así que, solamente queríamos relatarles eso para ustedes, para que realmente confiemos que todo lo que está sucediendo es lo que tiene que suceder y que tenemos que, como Ella decía hoy, amar esa Voluntad del Padre.

¡Gracias Madre por cuanto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Si Yo vengo del Cielo, es por una causa mayor. Es por algo que aún ustedes desconocen, queridos hijos, y que se llama Propósito Infinito, en el cual todas las almas se congregan para vivir el Plan de Dios, por ejemplo, a través de este encuentro.

Quisiera que sus corazones recepcionaran Mi Llamado maternal, porque también es el llamado de Mi Hijo, que en este tiempo los invita a la redención de sus vidas. 

Yo Soy su Santa Madre del Cielo y deseo lo mejor para cada uno de ustedes.

Por eso en esta noche los invito, queridos hijos, a que puedan seguir Mis pasos de Madre Peregrina por el Camino de Luz que Yo vengo trazando, a través de este encuentro de oración, especialmente por los más jóvenes, que son la próxima misión para estos tiempos.

Yo desciendo del Cielo para traerles Mis Gracias, pero también para traerles la Palabra de Dios, que es la Palabra de Mi Hijo Amado, que resuena en todo el Universo y que espera resonar en sus corazones para siempre.

Queridos hijos, si sus corazones despiertan, muchos más corazones despertarán y así se irá cumpliendo, poco a poco, el Plan de Dios en este mundo, que es un Plan precioso e inmaculado que espera dibujarse en sus corazones, para que él también pueda cumplirse en sus vidas, ante Mi Presencia Maternal.

Quiero que hoy sus corazones se sientan consolados por Mi Espíritu; porque no solo estoy aquí, queridos hijos, con ustedes, sino también con todos los que Me escuchan en este momento, que corresponden a Mi Llamado Mayor de propagar la paz por toda la Tierra.

Si ustedes viven en paz, queridos hijos, y buscan la Paz de Dios en estos tiempos, la paz se establecerá en el mundo y los corazones no sufrirán.

Pero si ustedes, queridos hijos, no cumplen con Mi llamado, muchos más corazones sufrirán y no podrán despertar a través de su oración mediadora, la que Yo invito a construir en este tiempo en sus vidas, en sus hogares y familias, en ese sagrado oratorio de amor que Yo los invito a vivir todos los días de la vida.

Mientras estoy aquí presente, queridos hijos, contemplando cada uno de sus corazones, contemplando cada una de sus intenciones, cerrando sus heridas, también estoy cerrando la gran herida del mundo, la herida de la indiferencia y de la persecución, de la maldad y del egoísmo de los hombres.

Por eso, queridos hijos, que el poder de su oración diaria los retire del egoísmo, que abra sus ojos, los ojos de sus almas, para que puedan ver la venida gloriosa de Cristo, que está próxima, muy cerca, en este tiempo final.

Mientras estoy con ustedes, queridos hijos, también estoy con los más perdidos en el mundo, con aquellos que no reciben ayuda, con los más necesitados que precisan de sus brazos y manos para poder reconstruir una nueva humanidad, mediante el servicio, la oración y la paz.

Porque en esas cosas simples que Yo les pido, la humanidad se podrá purificar, las almas se aliviarán, recibirán el Amor de Dios en sus corazones, y podrán formar parte de la Nueva Tierra prometida.

Mientras eso está por suceder, queridos hijos, abran sus corazones y guarden estas palabras en lo profundo de sus seres, porque ellas les servirán para los momentos difíciles que llegarán y que toda la humanidad deberá vivir en este último ciclo del Apocalipsis.

Hoy estoy también aquí por las naciones; por Venezuela, por Ecuador, también por Uruguay, por todos Mis hijos de esos lugares que siguen clamando a Mi Corazón Inmaculado.

Por eso también hoy les digo: Mis amados hijos de Venezuela, de Ecuador y de Uruguay, no bajen sus brazos. Alcen sus brazos hacia el Cielo por aquellos que están derrotados por la persecución y el mal de los hombres.

Sigan orando en confianza a Mi Inmaculado Corazón, porque tengan la certeza, queridos hijos, que Yo estoy en sus hogares y familias ayudando a los más necesitados, a los que sufren la restricción, a los que sufren todos los terremotos de este mundo y que no tienen calma, ni siquiera serenidad.

Por eso Yo los invito, queridos hijos, a orar por cada uno de ellos, para que Mi Plan también se establezca en esas vidas, para que Mi Paz los pueda invadir y curar, y que por aquellos que se perdieron, Yo los pueda elevar al Cielo, al Universo.

Quisiera que aquí se estableciera una paz verdadera y eso se gestará, queridos hijos, por su decisión y colaboración. Eso también ayudará a los Reinos de la Naturaleza, que son los Reinos más perseguidos por el hombre a través de la destrucción.

Yo necesito, queridos hijos, que contemplen todas las necesidades del mundo, que puedan ver más allá de sus vidas. Así podrán responder verdaderamente al Llamado de Dios y todos sus corazones serán verdaderos colaboradores del Plan, antorchas de Luz para estos tiempos de caos.

Así como hoy estoy con ustedes aquí, queridos hijos, trayendo la presencia del Reino Celestial por medio de Mi Gracia Maternal, también estoy con todos Mis hijos en el mundo, con aquellos que abren las puertas de sus corazones para que Yo pueda entrar y morar en sus vidas.

Hoy les traigo un mensaje de esperanza, pero también un mensaje de advertencia, que es hora de colaborar con el Plan de Dios, que los servidores se multipliquen en cada parte de este mundo, que los siervos de Mi oración perpetua puedan multiplicar sus voces, para que Dios pueda acoger en Su Corazón sus llamados.

Yo los necesito, queridos hijos, para poder gestar la Nueva Humanidad, para que, toda la humanidad entera pueda traspasar este umbral de la transición. Transición que desconoce y de la que no sabe que sucederá. Los corazones se sorprenderán por lo que verán cada día que pase.

Por eso, queridos hijos, abran sus corazones y reciban Mi llamado, porque es el último para el mundo antes de que se purifique completamente.

Quisiera verlos encendidos en la oración y en la fe, porque Yo vengo a dejar en sus corazones Llamas de Luz Divina, Atributos de Dios, Códigos preciosos de la Redención y de la Misericordia, que reformarán el planeta y principalmente a todas las almas que escuchen Mi Voz.

Mientras Yo hablo, queridos hijos, sus heridas internas son cerradas. Tengan fe de que eso es así, porque su Madre todo lo puede, a través de su Sagrada Intercesión por el mundo.

Pero hoy también quería decirles, queridos hijos, que su compromiso con el Brasil, de orar por su pueblo, por cada uno de Mis hijos de esta nación que deben despertar a Mi llamado, es importante. Que deben aprender a orar y saber unirse a Dios en estos tiempos, así como lo han vivido hoy, de una forma simple y verdadera.

Yo necesito, queridos hijos, que Me lleven en sus corazones, que Me adopten en sus vidas como su Madre del Cielo y del Universo. Así también podré llegar a todo el Brasil, que tanto lo necesita.

Su nación se consagró a Mi Inmaculado Corazón y esa consagración no puede debilitarse. Será a través de los fieles seguidores de Cristo que el Brasil se protegerá y se salvará.

Por eso hoy les traigo un testimonio verdadero de la presencia de Mi Amor maternal por ustedes y por el mundo, a través de todas las Faces que Yo he revelado a lo largo de los tiempos y en esta nación, como la Señora Aparecida.

Hoy han traído a Mi Altar esta Sagrada Imagen, respondiendo a Mi pedido maternal de que hoy Yo la consagre, queridos hijos, como su Madre Peregrina para todo el Brasil.

Después de haber recibido la Señora de Fátima, de haber trabajado su simplicidad y pureza, Yo vuelvo a aparecer en sus hogares, hospitales y casas, para llegar a los más necesitados.

A través de sus manos, Me cargarán y Me llevarán a donde Me necesiten, para que Yo pueda derramar Mis Gracias maternales en todos los corazones brasileros que creen en Mi Presencia, en Mi Divinidad y en Mi Amor.

Porque así, a todos les doy; les dono Mis Gracias, les dono Mi Corazón, les dono Mi Espíritu de Paz para que siempre puedan estar en Dios y en Mi Hijo Amado.

Mi Hijo Me entregó a ustedes, para que Yo fuera su Madre, Yo quiero que ustedes sean Mis hijos y que Me lleven en sus corazones, como una experiencia viva para el resto de sus vidas; que oren Conmigo todos los días, en la simplicidad del Santo Rosario; que recuerden a Dios cada vez que despierten, porque Él está muy olvidado y ofendido; que oren por sus hermanos, por sus enemigos, por todos los que persiguen a otras almas en el mundo, por los que gobiernan, por aquellos que destruyen toda la vida y la Naturaleza, por las madres que abortan, por los hijos que se pierden y no reciben la oportunidad de vivir esta vida.

Que oren por toda América Latina junto a Nuestra Señora Aparecida, que es su Madre Peregrina del Brasil, la Llama Incandescente que vuelve a rebrotar en los corazones que invocan su Sagrada Presencia Universal y trae la salvación para todo el mundo.

Quiero que dejen a Mis pies todo el Brasil y que en cada momento en que se encuentren Conmigo, a través de su Madre Peregrina, abran sus casas y corazones para que Mi Presencia pueda entrar en sus vidas, y así como hice en Fátima, Yo pueda convertir a los corazones más duros. Porque quien está Conmigo no perecerá.

Pero hoy también vengo a consagrar a los Hijos de María que son parte de Mi gran testimonio de amor en el mundo, que revisten en sus cuerpos Mi manto de Luz para llevar la paz y el amor por cada lugar donde vayan.

Que vengan aquí los que hoy se consagrarán, para que Yo pueda consagrarlos y consagrar la santa imagen que visitará sus hogares.

Escuché desde el Cielo, queridos hijos, el Himno de la Señora Aparecida. Quiero que hoy lo proclamen a viva voz, para que Mi Espíritu de Amor pueda llegar a todos y las Américas se consagren a Mi Inmaculado Corazón en estos tiempos de transición.

 

Himno de la Señora Aparecida …

 

Queridos hijos, cuando Yo aparecí en el Brasil a través de esta sagrada imagen para pescadores  tan simples, Yo quería dejar el mensaje que el Brasil siempre debe ser el corazón de América del Sur, que pulsará en devoción y fe e irradiará Su Luz para todos los corazones del mundo.

Cada vez, queridos hijos, que se coloquen delante de Mi Presencia Aparecida, estarán confirmando a Mi Corazón Inmaculado que Yo no solo soy su Madre, sino la Madre del Brasil que nunca será expulsada y que reinará con su potestad celestial por los siglos de los siglos y en todos los corazones que Me reciban.

Yo bendigo esta imagen como el socorro para los corazones, para el alivio de los que están enfermos espiritualmente y para aquellos que padecen los dolores en sus cuerpos.

Bendigo esta imagen como el testimonio de Mi Amor por todos, porque Yo Soy parte de esta raza y a esta raza volveré, después de Mi Hijo.

Mientras eso está por suceder, contemplen a su Madre del Cielo, a Nuestra Señora Aparecida para que Yo los pueda llevar a Jesús y todos puedan estar en Su Sagrado Corazón, lastimado por el mundo y por los pecados de la humanidad.

Delante del Padre, del Hijo Amado, del Espíritu Santo y de todos los ángeles del Universo, por la potestad santísima concedida por la Pasión de Jesús y el silencio perpetuo de Mi Corazón Inmaculado, cerrando las puertas a los infiernos, Yo vuelvo a consagrar al Brasil a Nuestra Señora Aparecida con todos los Poderes Celestiales y las Gracias inexplicables que rebrotarán en los corazones como rosas y pétalos de Luz, en alabanza al Creador.

Yo los bendigo, Yo los consagro, hijos Míos, consagro esta imagen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Que nuestra Señora Aparecida restablezca los mil años de paz.

Y ahora, Mis hijos, los que hoy se consagraron, besarán esta santa imagen en nombre del perdón por toda la humanidad, para que los más impíos y crueles se salven.

Les agradezco por responder a Mi llamado y que la juventud sea Mi gran motor por la Paz.

Agradecida a ustedes para siempre.

¡Canten!

 

Himno de Nuestra Señora Aparecida...

 

Mientras Me elevo al Cielo canten con fervor, para que las almas despierten a la Misericordia de Dios.

Y ahora que he podido entrar en sus corazones por Mi divina intercesión, que también es la Intercesión de Mi Hijo Amado, vayan y prediquen la oración en sus grupos y familias, en sus seres queridos y conocidos, que deben curar sus corazones y vidas para que pueda resurgir la paz.

Que su Madre, la Peregrina del Brasil, recorra los lugares por donde la quieran recibir. Así, Yo estableceré el cumplimiento del Propósito para el Brasil, que no está en las manos de los hombres y tampoco de los gobernantes; está en el Corazón de su Padre Eterno, el cual siempre deberán buscar en los Cielos, en la belleza de Su Creación. Así estarán en Su Voluntad.

Amados Hijos de María, chispas de Mi Corazón Inmaculado. vivan una vida de oración todos los días para que Mi Inmaculado Corazón triunfe en el mundo, y así Yo pueda llamar a las ovejas antes de que llegue el Pastor en la Gloria del Reino de Dios.

Rezaré por ustedes y ustedes recen a Mi Corazón para que Yo pueda siempre interceder por medio de Mi Gracia Eterna y de Mi divina Pureza.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Me elevo a los Cielos. Que canten los Hijos de María el himno de su consagración.

¡Paz y Bien para todos!

 

Madre Shimani:

Bueno, hermanos, a todos los que nos acompañaron hoy les agradecemos profundamente que se hayan adherido a este llamado de Nuestra Señora. Que la peregrinación de nuestra Señora Aparecida por el Brasil, con esta imagen bendecida por nuestra Señora, recorra cada rincón y recupere cada alma de esta nación.

A todos los invitamos a que nos acompañen en la próxima Maratón de la Divina Misericordia en nuestra amada Aurora en Uruguay, en el Centro Mariano de Aurora, el 5 y 6 del próximo mayo.

En este mes de mayo vamos a permanecer en el Centro Mariano de Aurora y todos los encuentros con los Sagrados Corazones van a ser allí. Así que están todos invitados a participar.

Muchas gracias a todos. Hoy Florianópolis tiene una belleza particular.

Vamos agradecer todos a nuestra Señora.

¡Gracias Madre por cuanto nos das!

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA Y DE SAN JOSÉ, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Escucho la voz de los que claman por una oportunidad y, a través de Mi Vientre Purísimo que gesta las nuevas cosas en todos los corazones de la Tierra; hoy, les traigo el Espíritu de la Natividad del Señor para que sientan la Paz, el Bien y la Misericordia que se expanden por los cuatro puntos del planeta.

Hoy, las oraciones fueron recogidas por Mis ángeles y son derramadas como Gracias en los corazones más necesitados de la Presencia infinita de Mi Hijo.

Pero hoy, no estoy sola aquí, queridos hijos, estoy con la Presencia de San José y de todos los ángeles que Nos guían hacia el Propósito infinito de Dios, con todos los Ángeles de la Guarda que rezan por sus almas y por sus familias. 

Un saludo es enviado, un saludo de Paz, es emitido desde el Corazón del Universo, el Corazón de Adonai.

Hoy, Mi Hijo está entre ustedes, abran sus corazones para poder recibirlo con humildad y en paz. No dejen, queridos hijos, de buscar a Aquel que les dio la vida, Aquel que murió por ustedes y que aún derrama Su Misericordia sobre el mundo, a pesar de las guerras y las confrontaciones, a pesar de las familias exiliadas o de las familias que han vivido la inundación en Uruguay.

El Espíritu de Dios está atento a la necesidad de todos Sus hijos en el mundo.

Hoy, ofrezcan, queridos hijos, este tiempo de transición para que pueda reinar la paz, principalmente en aquellos que no la buscan. Hoy, Mis ojos miran con dulzura sus corazones. Hoy, Mis manos tocan sus cabezas, así como Yo toqué la pequeña Cabeza de Jesús, para sentir la Presencia, entre todos, del único Dios.

Hoy, Mi Corazón les habla a todos los Cristos internos, que emergen de lo profundo de sus corazones para traer la Paz y la Luz al planeta. Es esa Luz, queridos hijos, es ese Cristo al que siempre deben buscar, a pesar del tiempo de tribulación.

Hoy, están, queridos hijos, ante el sagrado Pesebre espiritual que les recuerda el Nacimiento del Mesías, la encarnación de la Misericordia de Dios en el mundo y la oportunidad sagrada para todas las almas.

Mientras, Yo les entrego Mis Palabras de Amor y de Paz, coloquen en sus corazones a todos Mis hijos, a todos aquellos que se distancian de Dios en esta noche; pues Mis pies hoy pisan la cabeza de la mala serpiente, porque triunfa la Gracia de Dios a través de la Luz de Mi Vientre purísimo, que los renueva, que los congrega en el Amor y en la Verdad.

Hoy, todos ustedes tómense de las manos, así como Yo Me tomo de las manos de Mi Esposo, San José, ante el Reino Celestial y todo el universo congregado en este suelo sagrado. 

Aurora vuelve a amanecer en los corazones no redimidos. Las deudas son perdonadas, las cuentas son equilibradas y la balanza está en su justa ley por la donación amorosa de Nuestros Sagrados Corazones.

Honren al Dios de las Alturas. Traigan la Paz a la Tierra para todos los espíritus sufrientes, para las almas que claman por la Misericordia de Dios, para aquellos que sufren en la oscuridad, para todos los que se encuentran en su profunda soledad espiritual, para los niños y enfermos de los hospitales, para aquellos que se exiliaron de sus casas para buscar un nuevo camino de esperanza.

Congreguen, a través de esta unión, al Espíritu de la Paz de Cristo, a la sanación de los corazones, a la Paz para todos los seres de la Tierra.

Y ahora, queridos hijos, coloquen en Mi Vientre purísimo sus sublimes intenciones, para que Yo las pueda gestar y sus seres vuelvan a nacer a través de la redención del Señor.

¡Estrella de Belén, circunda al universo! 

¡Estrella de la Hermandad y de la santa fraternidad brilla en los corazones que se abren para encontrar la paz!

Oremos a Dios.  Oremos a Su Misericordia para que Sus Rayos se derramen en los que más sufren en estos tiempos de caos.
 

Oración:  Padre Nuestro.
 

Y así, queridos hijos, siempre los quiero ver unidos, en la alegría, en la tristeza, en la hermandad, en la tribulación, en el caos y en el triunfo de Mi Inmaculado Corazón.

Ahora, escuchen, con la suavidad de Nuestras Palabras, al Casto Corazón de San José. Aquel hombre que se ofertó, por todos ustedes, para que el Proyecto de Dios se cumpliera en todo el mundo.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de San José:

Solo les digo en esta noche que sean humildes de corazón, porque es en la humildad que sus aspiraciones más verdaderas se tornarán reales.

Busquen el camino de la simplicidad, porque fue en la simplicidad de esta noche, en la pura alegría de sus corazones, que los cielos volvieron a abrirse para la Tierra, en espacios olvidados del mundo, donde la Luz de Dios ya no podía brillar.

Descubran, queridos, que en esta noche la simplicidad reina en sus corazones.

Descubran el misterio de vivir con pura alegría, de ser como niños que se expresan tal cual son y lo ofrecen al Creador, para que la pureza vuelva a reinar en el corazón de los hombres.

Muchos desconocen la Presencia de Dios en el mundo y, poco a poco, la humanidad debe volver a reconocer que Dios es el Padre Supremo de todas las criaturas de esta Tierra para que, unidos a Él, Su Reino se establezca en este mundo y la unidad vuelva a ser una realidad entre todos los Reinos de la Naturaleza, incluyendo hoy el Reino de los Ángeles y de los Arcángeles, aquellos que los aguardan día y noche para que aprendan con ellos a crear Luz, a alabar a Dios, para construir en esta Tierra Su Reino de Infinita Paz.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Queridos hijos, si sus brazos están cansados, eso es lo que deben sentir. Incansablemente, busquen la unidad entre todos los seres de la Tierra, porque hoy les revelo el misterio del Nacimiento de Jesús. 

La unidad de Mi Corazón con el Corazón de San José, y con todos los que se congregaron para esa tarea, hizo posible la salvación de la humanidad.

En acto de humildad y de reparación, oraremos nuevamente a Dios. Pero quiero, queridos hijos, ver en sus rostros la alegría de estar comulgando con el Niño Rey para que desaparezca la tristeza, el odio, la incomprensión, la desunión entre los corazones; y que, en nombre de Mi Corazón Inmaculado, prometan ante Mi Dios Santísimo esforzarse todos los días por esta Sagrada Unidad que está desapareciendo de la Tierra.

Recemos:

Somos una sagrada familia.
Somos semillas futuras de la Nueva Humanidad.
Somos dignos hijos de Dios.
Amén.
Amén.
Amén.

Y ahora, lleven sus manos hacia el corazón, porque Cristo nació nuevamente en los corazones que hoy le clamaron y lo buscaron en cualquier punto de esta Tierra.

Les agradezco y les agradecemos por haber respondido a Nuestro llamado.

Que suenen los cuencos y las campanas. El Rey ha nacido en el tabernáculo de los corazones de todos los seres. 

Proclamen a Dios esta grandeza. Alaben Su Nombre por los siglos que vendrán. Que así sea.

Mientras Nos elevamos, llevando las plegarias de todos los seres, cantemos. Hoy, se establece una noche de Paz. 

¡Les agradezco!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN MONTEVIDEO, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos Míos:

Convoqué aquí a aquellos que están dispuestos a escuchar Mis Palabras y que, después de escucharlas, seguirán a Mi Inmaculado Corazón hasta el fin de sus vidas y, después de ellas, trabajarán Conmigo por toda la eternidad.

Yo vengo al mundo a advertirle, pero sobre todo vengo a aquellas naciones que deben ser la cuna de una Nueva Raza, de una Nueva Humanidad, porque fueron las naciones que mantuvieron al menos un poco del principio de la pureza.

Mi Inmaculado Corazón llega sobre todo a América, porque la simplicidad y el amor de los corazones que habitan aquí permitirán que la Voluntad de Dios se cumpla.

Esta nación, Mis amados, tiene una tarea primordial con Mi Corazón y, sobre todo, con un Aspecto Divino que representa a Mi Consciencia, que atrae la cura del Universo hacia la Tierra.

Pero antes de ser representantes de esta cura para el mundo, necesitan vivirla.

Aspiro a llegar a sus corazones por medio de Mi Pureza y de Mi Maternidad, mas también de la Verdad de Mi Corazón, porque Mi Corazón es uno con el Corazón de Dios y tiene la tarea de cuidar a cada criatura de este mundo; pues las almas, que hoy habitan en la Tierra, provienen de Mi Vientre materno, almas que debo amparar, pero también corregir, para que caminen en la senda correcta rumbo al Reino Celestial.

La humanidad aún no comprendió la gran misión que este mundo tiene para con el Universo. Muy pocos, hijos Míos, son los que se dispusieron a abrir sus ojos para ver a través del corazón.

Cuán pequeños son sus problemas y sus dificultades ante la grandeza del Plan de Dios.

Pocos comprenden, Mis amados, la grandeza de vencerse a sí mismos, de vencer el orgullo, la falta de fraternidad, de permitirse ser humilde, porque es a través de la humildad que Cristo vive en los corazones.

Hoy, Mi Inmaculado Corazón viene acompañado por el Castísimo Corazón de San José, para que aprendan de Su humildad, de Su simplicidad, y se permitan vivir esos Atributos Divinos que le abrieron las puertas del Cielo al Casto Corazón.

Espero que a partir de esta noche suelten las amarras que los prenden a ustedes mismos, que los prenden a lo que piensan y sienten, y que no les permiten vivir según los Planes de Dios.

Hoy, vengo a mostrarles, hijos Míos, que cuando actúan a través del corazón ya no importa su forma de pensar o de sentir, porque funden sus voluntades con la Voluntad Divina y están dispuestos a cumplir aun lo que no comprenden.

Aquellos que viven la humildad saben que existe una Mente Única, que crea y recrea todo el Universo, a todas las criaturas que habitan en él y que tiene un propósito perfecto para cada una de ellas.

Esa Mente Única debería vivir en la mente de cada ser humano, para que sus pensamientos fueran uno con el Pensamiento de Dios.

Mis amados, sus pequeñas consciencias son semejantes a la Consciencia del Creador, porque pueden amar como Su Hijo y pueden crear como Sus ángeles. De esa forma, son parte viva de Su Divina Consciencia; sin embargo, aún desconocen esa verdad, ignoran su poder creador o la perfección con la que este don les fue dado a las consciencias de este mundo.

Muchos creen que el don de crear les fue entregado solo para que manifestaran destrezas materiales, pero sus destrezas llevaron al mundo a ser como él es, llevaron a la consciencia de la humanidad a agonizar espiritualmente, sin percibir ni sentir la agonía de sus espíritus.

Ignoran, Mis amados, su capacidad de amar, y hasta el poder del amor que vive en sus corazones también ganó un tono de propiedad, porque solo aman aquello de lo que pueden apoderarse. Aún no aprendieron a amar sin recibir nada a cambio, a amar en silencio, a amar al Creador y en Él a todas las cosas.

Digo esto, hijos Míos, no solamente a los que habitan en esta nación, sino a todos los que Me escuchan en los cuatro puntos del mundo.

Pero vengo especialmente a este lugar, a esta ciudad, porque esta nación guarda uno de los principales Reinos Celestiales que se expresan en la Tierra, en el interior de este planeta, para irradiar a toda la consciencia planetaria, y todos los lugares de esta nación de Uruguay deben corresponder a tamaña riqueza que habita en su interior.

Les pedí que existieran grupos de oración en todos los departamentos, porque Uruguay necesita encenderse como nación, porque los Espejos de Luz de Mi Reino en esta Tierra deben estar representados por los corazones orantes; para así, desde este lugar, expulsar el mal que oprime al mundo.

Necesito de soldados, de compañeros de Cristo, de hijos predilectos de Mi Inmaculado Corazón, de servidores que se donen junto al Casto Corazón de San José que manifiesten el Plan de Dios, que entreguen hasta la última gota de sudor que corre por sus rostros, para que así se cumpla la Voluntad de Dios.

Quiero hacer de esta nación una gran puerta de liberación para el mundo. Por eso, necesito encontrarlos despiertos, conscientes y más adheridos al Plan de Dios, olvidados de sí mismos y unidos como un solo corazón, independientemente de las diferencias que existen entre cada uno.

Uní en Mi altar a aquellas consciencias que, a pesar de ser tan diferentes, deben llevar adelante Mi Plan de Amor en esta nación, porque es así como el Señor les da la oportunidad de redención a sus almas con este gran servicio de conversión y de liberación para el mundo.

Mis amados, aquellos que Me escuchan no deben ser un motivo de estancamiento para este país. Por eso, olvídense de sí mismos y vayan a servir, a cumplir los 33 Principios que les entregué para consagrar esta nación, no solamente a Mi Inmaculado Corazón, sino también al Castísimo Corazón de San José y al Sagrado Corazón de Jesús.

Esta nación necesita estar libre de impedimentos. Sus corazones necesitan estar libres del poder, de la disputa, de la competencia, de la competitividad, porque de esta forma podrán estar puros para que fluya, a través de sus consciencias, el Poder de Dios y no el poder propio.

Alegren sus almas mientras Me escuchan, porque estoy retirando a cada uno de ustedes del abismo de la ignorancia y les estoy mostrando un nuevo horizonte, un Propósito superior para sus vidas.

Es por eso, Mis amados, que bendeciré esta imagen, que ya está consagrada a Mi Corazón, para que así abra la puerta de cada hogar de esta nación, de aquellos hogares que quieran escucharme, que quieran orar Conmigo, encendiendo el Reino de Aurora para que la cura se expanda por el planeta, comenzando en cada uno de ustedes hasta llegar al mundo entero.

Aspiro a que esta imagen sea una representación viva de la consagración de Uruguay a Mi Inmaculado Corazón, que a partir de ella, de su ingreso en sus casas, en sus grupos de oración, se reúnan en fraternidad, se reconcilien, disipen de sus corazones toda arrogancia por la unión que Yo les traigo a sus vidas.

Que, a partir del momento en el que Yo ingrese en sus casas, sus corazones se conviertan en corazones misioneros que sirvan y amen el Plan de Dios, que en verdad es un Plan no solo para este mundo, es un Plan que abarca todo el cosmos y que incluye a cada criatura.

Hoy, les pediré, Mis amados, que clamen por una intercesión espiritual para que la Voluntad de Dios, expresada en el Casto Corazón de San José, pueda ser una realidad en sus vidas, que puedan servir junto al Casto Corazón, y así generar méritos para que el Reino de Aurora siga siendo una expresión viva en la superficie de la Tierra.

Les pediré que, en el silencio de sus corazones, le clamen a Emmanuel para que interceda por esta nación, para que abra sus ojos, para que despierte sus consciencias a un nuevo ciclo, marcado por la transformación, por la fraternidad, por la unidad y por la humildad que el Casto Corazón le entrega al mundo.

Le pediré a una hija Mía que cante Conmigo y que le exprese al mundo Mi Voz y la glorificación que el Creador realiza por el surgimiento de la Nueva Humanidad, sobre todo por el despertar espiritual de Uruguay.

Mientras Me escuchan, unidos a la voz de esta hija Mía, oren y pídanle a Dios una intercesión espiritual. Después de esto, les diré internamente lo que más quiero de cada uno de ustedes.

Que vengan hasta aquí aquellos que se consagrarán como Hijos de María y, de rodillas ante Mí, ofrezcan su consagración por esta Mi amada nación de Uruguay, por todos los que aquí nacieron y que necesitan despertar al Plan de Dios.

Lo que más quiero es que comprendan que Yo los amo y que aspiro a que puedan conocer sus esencias, sus espíritus, sus corazones, que puedan expresar la belleza que existe dentro de cada uno y ya no alimenten las ilusiones; porque de nada valdrá, hijos Míos, que no vivan la verdad, si Dios, que es la propia Verdad, está delante de sus ojos.

Ahora, les pediré que, uno a uno, los que se consagrarán a Mi Inmaculado Corazón y también los que llamé en este altar, representen el espíritu de la fraternidad por medio de la unidad Conmigo y sean misioneros Míos en esta tierra, en esta nación y en este planeta.

Los consagro y los envío en una misión de conversión, primero la propia, después la de Uruguay.

Que esta consagración de Hijos de María represente el sí de esta nación al Inmaculado Corazón.

Que vengan aquí Mis amados hijos, de los diferentes grupos de oración, que vinieron a este lugar respondiendo a Mi llamado, con la esperanza de que, en esta noche, Mi Plan se cumpliera.

Yo los amo, hijos Míos, y les agradeceré siempre cada esfuerzo que hagan; pero, como buena Madre, siempre los llamaré a entregar más, para que superen los límites que ustedes mismos colocaron en sus consciencias, para que descubran la verdad y el amor infinito que habita dentro de sus seres.

Canten todos juntos, como Hijos de María, mientras Mi Corazón se expande a través de sus corazones por toda esta nación, disipando el mal e impulsándolos a dar el primer paso en la liberación de su propia consciencia y en la consagración de Uruguay al Inmaculado Corazón. Yo los esperaré prontos y respondiendo a Mi llamado. Que los Principios de la Virgen de los Treinta y Tres pronto sean una realidad que permita la redención del Uruguay.

Por la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, en esta imagen les dejo Mi Amor y aspiro a estar sobre sus almas para conducirlos siempre hacia el verdadero despertar.

En esta noche, Me coloco sobre ustedes y también dejo Mi Corazón en esta imagen, porque cuanto más lo necesiten, Mis amados, más Gracias derramaré sobre cada uno de Mis Hijos.

Sigan cantando; porque, a pesar de que Me despediré de todos, Mi Corazón Inmaculado permanecerá presente, irradiando y despertando a cada consciencia.

Les agradezco.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos hijos:

Cuando llegué a esta nación, vine con un Propósito, porque debajo de este suelo existe un Reino que es consagrado a Mi Corazón desde el principio de su existencia. Este Reino, que Yo llamo “Reino de Aurora” y que les doy a conocer poco a poco, es la cuna de la cura de la humanidad. De este Reino, que es Mi Reino en el mundo, proviene la restauración de todas las esencias que se perdieron a lo largo de su trayectoria en el planeta.

En este país existe el Reino de Aurora, que debe manifestarse en la superficie por medio de este Centro de Oración. Aquí, deberán encontrar almas consagradas al Corazón de María y al Plan de Dios, como lo es en todas las dimensiones.

Cuando llegué a esta nación, hijos Míos, vine por un Propósito Mayor, por un pedido de Dios Altísimo, porque la consagración de este país es vital para la manifestación de Sus Planes.

Si no existiera el Reino de Aurora, manifestado también en la superficie, irradiando su cura a los corazones que están perdidos, muchas almas perderán la oportunidad de recibir la redención. Y el Plan de Dios, Mis amados, debe cumplirse en todas las criaturas, sobre todo en las más pecadoras, en las que más erraron en el universo y que vinieron al mundo en busca de una oportunidad.

Les digo esto, Mis amados, porque es Mi deseo consagrar esta nación, no solo por ella y por sus habitantes, sino también por el planeta y por lo que ella representa en la vida del espíritu.

Por eso, les pido que Me ayuden a llegar a la ciudad de Montevideo, porque no vengo por un propósito material, vengo por un Propósito Espiritual y Divino, porque no hay más tiempo y los corazones de este mundo, sobre todo de esta nación, deben reconocer Mi Presencia y la existencia del Reino de Aurora, porque ellos no solo necesitarán de esta cura para sus almas, sino también porque como seres de esta nación de Uruguay deberán estar curados para ayudar a otros que, en el final de los tiempos, necesitarán recibir la redención.

Hoy, quiero que comprendan, hijos Míos, al menos una parte de Mi Plan. Quiero recibir aquí, en Aurora, a Mis hijos del mundo entero y, para eso, necesito fortalecer a los que nacieron en este suelo.

La cura de Aurora no proviene de este mundo, proviene del Corazón de Dios como un principio puro, capaz de convertir y redimir todas las moléculas del mal. Es por eso, Mis amados, que Yo estoy aquí y permaneceré aquí, porque así Dios lo necesita.

La cura de Aurora debe llegar a todos los espacios de este planeta, más allá de la nación de Uruguay. Ella debe ser llevada en los corazones que se redimen y que lo anuncian con el testimonio de su propia conversión; anunciando que la salvación es posible y que, con la Presencia de Dios, todo puede ser redimido.

Quiero que comprendan, Mis amados, la importancia de la existencia de Aurora, así como la de cada Centro Mariano fundado por Mi Inmaculado Corazón. Cada uno de ellos le ofrece al mundo un Atributo Divino y tiene, en la vida de su espíritu, un Reino le que ofrece algo a la humanidad que es completamente desconocido para el corazón humano, pero que ahora, poco a poco, Yo necesito revelarles. Porque, en los tiempos que llegarán, deben poder contar con lo que Dios les ofrece por medio de cada Centro Mariano, de cada Centro Espiritual que se manifestó en la Tierra a pedido del Altísimo.

Cuando Yo les dije que se iniciaría un nuevo ciclo, muchos sintieron y pensaron que Yo tantas veces les dije eso, porque muchos ciclos comenzaron en este mundo. Los tiempos se aceleran y los Planes de Dios se deben manifestar, por eso las estrategias celestiales cambian a cada instante. Y, en este mes de diciembre, les aseguro que comenzará un nuevo ciclo y que un cambio definitivo deberá acontecer en la consciencia humana, como también en la consciencia planetaria. Muchas puertas se abrirán, pero también otras se cerrarán, porque nada quedará como está.

El mal que existe en los corazones de los seres deberá ser expurgado y, por eso, parecerá crecer. Muchos perderán el control sobre sí mismos y, antes de que llegue ese momento, necesito que las almas sepan que aquí encontrarán la cura para poder vivir su purificación de una forma más armoniosa.

Es por eso, hijos Míos, que necesito tanto llegar a la ciudad de Montevideo, para que no se cierre una puerta en el corazón de esta nación y el Reino de Aurora no pueda cumplir su misión en este mundo. A partir de este nuevo ciclo del mes de diciembre, cuando la purificación interior y exterior de los seres se acentuará, necesito que Aurora esté plena y segura para cumplir su misión.

Aquí, en este lugar, como en cada Centro Mariano, le abrí puertas de liberación al mundo para que, en lo que es invisible a sus ojos, todo lo que hoy no corresponde a los Planes de Dios, todo lo que el enemigo manifiesta en el mundo, pueda ser retirado del planeta. Estas puertas de liberación deberán crecer cada día más para que, de una forma acelerada, este planeta pueda estar limpio y apto para el surgimiento de una nueva raza.

Por este motivo, necesito de bases firmes y de almas consagradas que, representando a cada nación, defiendan los Centros Marianos de la astucia del adversario de Dios.

Por eso les pido, Mis amados, que se unan a Mi Propósito de Paz, que se unan a Mi Corazón Inmaculado en oración todos los días, que fortalezcan su consagración a Dios y, por medio del ejemplo, animen a otros, que deberán seguir los mismos pasos para alcanzar la redención.

Hoy, con la intención de que más ejemplos verdaderos de transformación y de fe existan en este planeta, consagraré a nuevos Hijos de María, para que así la humanidad vea que, mes a mes, nuevos corazones son impulsados a tornar sus vidas sagradas, a responder al llamado de Dios de una forma más profunda y no solamente usar una camiseta celeste, sino también consagrar la vida al Plan de Dios.

Porque les digo, Mis amados, que consagrarse como Hijos de María es ofrecerle a la humanidad una oportunidad más de redención, siempre y cuando sean verdaderos en sus consagraciones y se renueven a diario por medio de la oración, de la transformación consciente, del esfuerzo permanente por vivir el amor, la fraternidad y la unidad con todos los seres y con todos los Reinos, porque esos son los atributos que abrirán las puertas hacia la Nueva Tierra.

Que vengan hasta aquí Mis amados hijos.

Mis queridos, cada vez que un alma más se consagra a Mi Corazón, siento la alegría que alivia a Mi Divino Espíritu de todo el dolor que Me causa la humanidad que Me ignora y que no Me reconoce como Madre del Mundo, como Madre Universal, que no acepta el manantial de Amor que Yo tengo para ofrecerle.

Cada vez que se arrodillan ante Mí, buscando consagrar sus almas, aspirando a dar un primer paso en esta unión Conmigo, por más que sea tan desconocida para muchos, Mi Corazón se regocija y se alegra profundamente y, por un instante, hijos Míos, parece que ni el dolor ni las espinas existieran en Mi Corazón Inmaculado.

Es por eso que los consagro y, con todo Mi Amor, les agradezco por animarse a transformar sus vidas cada día. Sé de las dificultades de cada uno, conozco sus pruebas y resistencias. Sé de todo lo que aún no pudieron transformar y, con ojos de compasión, hoy extiendo Mi Mano hacia ustedes y les ofrezco Mi Luz y Mi Paz para que, a través de la Paz de Mi Corazón, den sus pasos y este camino ya no sea tan duro, tan difícil para sus pequeñas almas.

Que vivir una vida consagrada al Corazón Inmaculado de María sea motivo de alegría para todos.

Que vivir la vida de oración, aunque la vivan con un poco de sacrificio, sea un motivo de regocijo espiritual eterno, porque sé que sus almas reconocen que este camino es verdadero y que se llenan de gratitud por estar recorriendo un camino sagrado, mientras tantos en la humanidad caminan hacia el abismo de este mundo.

Hoy, los consagro y los bendigo con la potestad que Dios Me concedió, por ser Su Sierva, Madre de Sus criaturas.

Coloco Mi Manto sobre ustedes y les pido que lo lleven en los momentos más difíciles y que, aun cuando el mundo tenga miedo de proclamar su fe, mantengan sobre sus cuerpos Mi Manto. Él los protegerá, los santificará y le traerá paz a todo el universo.

Ahora, canten para despedirse de Mí, para que Me eleve con sus ofertas. Que Yo eleve en esta noche, por medio de la oferta de sus corazones, a las almas que tanto clamaron por una oportunidad.

Reciban la Gracia y la Misericordia de Mi Corazón para disolver los vínculos con el pasado y vincularse Conmigo y con Dios eternamente.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Les agradezco.

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN LA CIUDAD DE PUNTA DEL ESTE, MALDONADO, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

En vísperas de Nochebuena, Yo vengo a entregarles nuevamente, queridos hijos, Mi Inmaculado Corazón para que se puedan fortalecer y seguir adelante, en estos tiempos difíciles de pruebas y de desafíos.

Hoy, les vengo a entregar Mi Reino Celestial como una oración bendita para sus vidas; pues deseo, como su Madre Universal, que permanezcan todo el tiempo bajo Mis Rayos inmaculados, para que así Mi Gracia Celestial pueda actuar en sus vidas y familias.

En este tiempo de caos, vengo a pronunciar la Paz de Dios, a pesar de las indiferencias de los hombres, de las injusticias de los corazones que muchos cometen, en este tiempo, ante el Reino Celestial.

Como Mediadora del Espíritu Santo, como Madre de toda la humanidad, como parte de esta raza, Yo vengo a interceder por todos ustedes; pero Mis intercesiones, queridos hijos, tendrán un tiempo. Por eso, hijos amados, preparen sus corazones en confianza, que sus brazos se abran para recibir Mi consuelo y reciban en sus corazones la esencia de Mi Amor maternal.

Hoy, vengo a liberar sus vidas y sus ciudades a través de la Gracia que Dios Me ha permitido realizar aquí. Uruguay debe construir cosas importantes para el fin del tiempo y está en ustedes, soldados Míos, crear las condiciones necesarias para que la Voluntad de Dios se pueda manifestar. De esa forma, hijos Míos, ustedes serán espejos de la Voluntad Suprema e invitarán a otros hijos a que sigan los pasos de la Voluntad de Dios.

Lo que Yo les hablo, hijos Míos, podrá ser cosas muy distantes para sus mentes; pero, hijos amados, Yo les traigo a través del Verbo Divino la palabra de la simplicidad y de la humildad, aquella que debe encarnar en sus espíritus para que, en el próximo tiempo que llegará, estén preparados para recibir a Mi Hijo. Él ya está llegando en Espíritu y en Vida, en Alma y en Divinidad, muchos corazones del mundo ya lo están recibiendo internamente.

Y ustedes, hijos amados, ¿cuándo darán el paso para recibir al Cristo interior? Así, Mi Hijo podrá actuar, realizando Sus Obras de paz en este mundo. Como buenos instrumentos de la luz, únanse a Mi Corazón Inmaculado. Que su verdadera visión interior sea la búsqueda permanente del Reino de Dios en sus vidas.

Necesito, hijos amados, que sean Sagradas Familias, luces para el mundo en oscuridad, estrellas en el firmamento universal, de las que Yo Me pueda servir para derramar Mis Gracias en la humanidad. 

Pero cuánto los Reinos de la Naturaleza están sufriendo.Yo los invito a seguir adelante en la oración. Es necesario, hijos Míos, que sus oraciones lleguen al eterno Cielo para que Dios pueda escucharlos y derramar Su Misericordia a través de los Mensajeros Divinos.

Sé que muchos de sus corazones sufren todo el tiempo. Vivan los aprendizajes con valentía. Fortalezcan su fe y caminen con confianza hacia Mi Corazón Inmaculado, porque Yo les prometo protegerlos, ampararlos de todo mal, abrirles las puertas a un nuevo camino; y, de esa forma, hijos Míos, ustedes podrán reconocer a Cristo, Nuestro Señor.

Vengo a este lugar, como he ido a otros lugares del mundo, aguardando que las luces internas puedan despertar en sus corazones; pues Dios necesita de servidores plenos y simples, de constructores de la paz para los tiempos en los que no haya paz. De esa forma, hijos amados, ustedes, como humanidad, prepararán el camino para que Mi Hijo pueda llegar y compartir la Cena redentora con toda la humanidad.

Yo Soy la Mediadora que reza por ustedes todo el tiempo. Necesito que se unan a Mí para que puedan comprender Mis peticiones y las puedan concretar en estos tiempos de caos.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Aquellos que Me acompañan desde el principio saben que, año tras año, los Mensajeros Divinos reciben una oportunidad celestial de depositar en la esencia de los seres humanos, de aquellos que se abren para descubrir la Verdad Superior, el Principio Crístico que transformará a esta raza en semejanza a su Creador, a Su Hijo, enviado al mundo hace tanto tiempo para mostrarles el Camino, la Verdad y la Vida que debería ser no solo la suya, sino también la de toda la humanidad.

Hijos Míos, hoy les dejo la pregunta: ¿dónde está ese Principio que hace tanto tiempo deposité en sus esencias y que, año tras año, renuevo para que pueda ayudarlos a superar los límites de la vida material para unirse a Dios, a Su Universo Creador?

Hoy, quiero que busquen, en sus esencias y en sus corazones, a ese Cristo Vivo que deposité allí para que floreciera y fuera el motivo del despertar de otras criaturas en este mundo. 

Quiero ver en cada uno de Mis hijos el nuevo Nacimiento de Cristo. Quiero que recuerden este año todas las Palabras que les entregué en los años anteriores; para que, de esta forma, lo puedan hacer renovar al impulso que dejé en cada uno de ustedes, porque él está vivo, sin embargo latente en sus interiores.

Quiero que esa esencia crística se renueve, los purifique y los transforme para que no pase un año más de sus vidas sin que ese Principio Crístico se manifieste en sus seres y se expanda por esta humanidad a través del testimonio vivo de cada uno de ustedes. 

Que otros de Mis hijos que están adormecidos puedan despertar del sueño de la vida material, para que sus espíritus, que aguardan hace tanto tiempo, puedan cumplir con su misión en este planeta.

Hijos Míos, quiero dejar, a través de Mis Palabras, un pequeño paso para que sus consciencias puedan despertar en este tiempo. Estudien Mis Palabras y descubran, a través de ellas, todas las verdades que en otros tiempos no pudieron percibir, porque ahora sus consciencias ya maduraron lo suficiente y ya se abrieron lo suficiente para descubrir que Mis Palabras van más allá de ese simple verbo que encuentran en el papel. 

Cada una de las Palabras que pronuncié en este mundo, representa una puerta para la humanidad. Puerta que quiere conducirlos al Origen Celestial de las esencias humanas, a la unión perfecta con Mi Hijo, que deben descubrir que es el Corazón del Universo, ese Corazón que mueve a todos los acontecimientos del mundo, ese Corazón alabado y respetado por todas las Grandes Consciencias que habitan en el Infinito. 

Este planeta deberá reconocer, Hijos Míos, que un único Rey existe y ese Rey les mostrará qué pasos deberán seguir para volver a unirse al Creador de todas las cosas y para que puedan manifestar y cumplir el Propósito Divino para este mundo y, en consecuencia, para todo el universo.

Quiero que descubran, en este año que llega, que esta Navidad no es solo una fecha conmemorativa para el mundo,  no es solo para recordar el Nacimiento de Cristo. Es para hacerlo nacer en sus corazones, para tornarlo vida en cada una de sus células, semejante a cada uno de ustedes.

Cada Navidad que pasa, debería ser el nacimiento de un nuevo ciclo para este mundo, ciclo en que la humanidad se aproxima a la unión crística que el Creador tanto espera para Sus criaturas.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mientras Yo les hablo, contemplo al mundo. Imaginen por un momento, hijos Míos, lo que Mis ojos están viendo en la humanidad. Mis manos están extendidas hacia la humanidad para que todos Mis hijos puedan aferrarse a Mi Corazón, ¿será que todos se animarán a dar ese gran paso de confianza?

Hoy, estoy aquí, entre ustedes, compartiendo Mi Misericordia; pero hay muchos otros hijos que necesitan de esa Gracia. Yo los invito a que sean portadores de Mi Mensaje, un testimonio simple y vivo para la humanidad; porque eso tan simple ayudará a que la humanidad se pueda convertir.

En esta noche de Gracias y bendiciones, Mi Corazón agradece a todos los grupos de oración de Uruguay, y animo a los principiantes a que se unan a los grupos de oración, a que construyan las columnas de Luz en cada uno de los departamentos para que Mis diferentes atributos se puedan vivir en cada parte de Uruguay y, así, se vuelva una nación sagrada, rescatable, bendita y redimida por Mi Corazón. Si ustedes dan ese paso de difundir los grupos de oración, ayudarán a que todo Uruguay reciba un tiempo mayor de paz y de Gracia. Así, alegrarán a Mi Corazón Inmaculado y el mundo nuevamente se transformará.

En esta noche de Gracias, en la que Mi Corazón se expone a todos ustedes, Yo invito a los nuevos Hijos de María a que se arrodillen ante el Reino de Dios. Aproxímense a Mi Corazón para que Yo pueda bendecirlos y demostrarles nuevamente, como un verdadero testimonio, que la consagración del corazón creará la condición universal para la salvación del planeta y de sus Reinos.

No se olviden, hijos Míos, que ustedes son del Reino Humano y deben amar profundamente a los Reinos Menores que sirven a Dios desde el principio, para ayudar a la Tierra en su perfecta elevación y armonía.

Por eso, Yo los consagro como Mis hijos, y los invito a todos a que también consagren sus vidas a Mi Corazón Inmaculado. No teman por lo que vivirán, Yo siempre estoy presente en el silencio de la oración.

Cantemos alegremente para esta bendición.


Canción: “Inmaculada Señora de la Paz”.


Mi Espíritu se eleva al universo, rezo por ustedes y sus familias, con la aspiración ardiente de que se consagren al igual que la Sagrada Familia de Nazaret.

Por este encuentro y por los que vendrán, a través del permiso que Dios Me ha concedido, Yo los consagro en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Gracias, queridos hijos, por responder a Mi llamado! 

La paz prevalecerá.

 

Oración: “Acto Consagración al Divino Corazón de la Madre Celestial”.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Hermanos, a pedido de Nuestra Señora queremos compartir una breve experiencia, durante la oración, que tiene que ver con los Ángeles de la Guarda de cada uno de nosotros.

A medida que íbamos orando y profundizando en el ejercicio de la oración, los Ángeles de la Guarda oraban detrás de nosotros la oración a la Madre Universal; mientras seguíamos orando, ellos trabajaban con nuestras células. No sabría decirles ni explicarles cómo sucedía eso, pero era así.

Los ángeles iban ingresando dentro de cada una de nuestras células, como si fueran cirujanos, y retiraban cosas que tenían que ver con nuestro dolor y nuestro pasado. Ellos implantaban códigos de Luz producidos por el esfuerzo de nuestra oración. De la forma en que nosotros íbamos generando la oración, si era de corazón, esa oración iba creando la condición para que los ángeles retiraran la Luz que era generada y la depositaran nuevamente en nosotros, y así muchas cosas se disolvían.

Cuando llegó el momento de la Aparición, la Madre vino verdaderamente muy bondadosa y amorosa, como la Reina de la Paz, y todo el tiempo tenía su Corazón Inmaculado expuesto. Ella estuvo hablándole al Uruguay; percibímos que Su voz, no solo se escuchaba aquí, sino en cada rincón de Uruguay. Ella le hablaba al mundo interno de cada uruguayo y, a medida que hacía ese ejercicio, iba implantando la Voluntad de Dios en la consciencia de Uruguay, algo que era espiritual, una tarea que la Madre iba haciendo durante la Aparición.

Ella también nos mostró, en un momento de la Aparición, a todos los grupos de oración de aquí, de Uruguay, fusionados, como si fueran una sola columna de Luz que trabajaba por el Plan. En verdad, María dijo que esa era Su aspiración para este país. Que si nosotros consiguiéramos cumplir esa meta, ese propósito, todo estaría dicho, dijo Ella, todo estaría cumplido, todo lo que le corresponde cumplir a Uruguay con la Voluntad de Dios.

Eso fue lo que pasó.

 

Madre María Shimani de Montserrat:

Pensar que con tan poco podemos cumplir la Voluntad de Dios. ¿Será que comprendemos realmente cuál es la meta de la Divinidad? ¿Será que nuestros corazones serán tan valientes para poder cumplir esa meta de formar grupos de oración que oren por esta nación y por todas las naciones del mundo, que oren por los Reinos, que se unan al Corazón Inmaculado de María para que Ella los lleve al Corazón de Cristo? ¿Será que nos animamos a hacer eso?

Nosotros somos un pequeño país que como Dios lo vio tan pequeño lo colmó todo de belleza, y nosotros tenemos que defender esa belleza y ese Amor que Dios colocó aquí. Solo se nos pide orar. A través de esa oración, como sucedió hoy que estábamos todos muy unidos pronunciando esa oración que Nuestra Señora necesita, con tan poco, Ella permitió que los Ángeles de la Guarda disolvieran, en nuestra consciencia, algo que en muchas vidas no se iba poder disolver.

El universo es perfecto, Dios es perfecto, y cuando cada una de Sus criaturas eleva una oración verdadera hasta Su Reino, Él derrama todas Sus Gracias porque tiene un Plan perfecto para cada uno de nosotros, un Plan amoroso y bondadoso, un Plan perfecto que nos hace dignos hijos de Dios, que nos hace criaturas que podemos alcanzar la felicidad de conocer a Dios; y, más que eso, de saber a Dios, de poder vivirlo en nuestras pequeñas vidas.

Así, nosotros los invitamos, como hemos invitado a tantos otros hermanos en Uruguay, a fortalecerse en la oración, a aprender a canalizar esa Luz permanentemente, a poder disolver nuestro dolor, nuestro pasado, nuestras angustias, a colocar en la confianza de los Mensajeros Divinos toda nuestra vida y a caminar a partir de hoy siempre de la mano de Ellos.

¿Quién de ustedes no aspira a hablar con Dios y a que Dios le responda y le indique cada cosa, para poder vivir en lo correcto y en lo luminoso? ¿Quién no quiere conversar con la Madrecita del Cielo y sentir como Ella coloca en nuestro corazón cada respuesta y cómo nos hace sentir inconfundiblemente esa respuesta?

Colóquense a orar. Pregunten algo mientras están orando sinceramente y con devoción, y vivan cada uno de ustedes esa propia experiencia, de que María coloque en su corazón la respuesta. Con todo nuestro corazón los desafiamos a que lo hagan, porque se van a llevar una gran sorpresa.

A todos los que nos están acompañando, a través de Misericordia María TV, los invitamos a cantar con nosotros una última canción, una canción que siempre nos ha llenado de alegría. Vamos a cantar "Únete al Corazón de María".

¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!

Apariciones extraordinarias
CUARTA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN LA COLINA DE LAS APARICIONES, CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LAS 12:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

El grupo se reunió en la Colina de las Apariciones a las 11:00 h para comenzar la oración de sintonía. Se comenzó orando la “Oración a la Madre Universal”.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a prepararnos, la Señora está llegando.

 
En ese momento, el coral entona el cántico “Encuentro con María”. Luego, suenan 33 campanadas, anunciando la Aparición de la Madre Celestial.


Salve a todos, Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella está tocando con Sus Pies este suelo. A Su derecha está la presencia del Arcángel Gabriel y a Su izquierda la presencia del Arcángel Miguel.

Ella pidió que los que puedan, se arrodillen.


Vengo a anunciarles el Tercer Secreto de Fátima, que es más profético aún.


En ese momento, Fray Elías les relata, de forma privada, a Madre Shimani y a José Trigueirinho lo que la Madre Divina está revelando como secreto. Mientras esto sucede, todo el grupo ora la “Oración a la Madre Universal”.

Un tiempo después se vuelve a escuchar la voz de Fray Elías.


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Los que sientan, ya pueden ponerse de pie.

Nuestra Señora, María, hoy ha aparecido como la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad y se ve más nítida que en los otros días.


He venido aquí a anunciarles la Luz de los arcángeles, para que sepan que pueden contar con ellos cuando Yo no esté presente en este plano, y solo esté en sus corazones.

El Arcángel Gabriel trae la redención, el Arcángel Miguel trae la liberación. Estos son los dos Padres Creadores que asistirán al mundo antes del Retorno de Cristo. Esta es Mi Buena Nueva.

Oremos por la Paz y por la Luz. Encendamos los corazones que están quebrados desde hace siglos, corazones que nuevamente están aquí, en este mundo, buscando la Luz dentro de las tinieblas. Ha llegado la hora de la revelación; por eso, estoy aquí entre ustedes, sobre sus consciencias y las del mundo.

En Medjugorje, he anunciado una parte importante de Mis Mensajes; en Uruguay, he revelado otra parte; y aquí, en Brasil, Mi predilecto corazón de almas, revelaré otra parte más.

Yo Soy la Mensajera de la Paz para las vidas, para aquellos que se animen a vivir cada calvario dentro de Mí. Es hora de descender del monte y encontrar el nuevo camino que los lleva hacia Mí, en esta última hora, la hora del fin de ciclo.

Yo Soy la Inmaculada Concepción, la Mensajera de la redención para los que Me quieran escuchar por última vez. Lleven la Paz en sus corazones y no se detengan por nada que acontezca; saben que Yo estoy ahí, protegiéndolos en oración y en amor.

Estoy aquí para anunciarles que deben realizar una cadena de oración; y esta, Mi Casa, al igual que la de Fátima, deben progresar en el verbo orante. Para aquellos que quieran escuchar la Voz de los Cielos, este es el momento de la protección a través de las Palabras.

Yo Soy una emanación de esos Cielos, y les traigo Mi Espíritu de la Paz para que lo sientan y se abran a Él.

Les digo las mismas Palabras que he repetido en las diferentes Apariciones a lo largo y ancho del mundo: solo la oración es Paz. La Eterna Paz es la viva y ardiente oración que trasciende las fronteras y abre las barreras para que todos, a tiempo, puedan llegar a Mí.

Yo estoy aquí, en Mi Reino, aguardándolos.

Oremos por la paz en Medio Oriente y por el amor y el rescate de Mi amada comunidad africana.

Yo Soy la Reina de todos los lugares, que lleva el mismo Mensaje en Su Voz para que, al fin de este tiempo, todos lleguen a Mí. Yo llego a todos cuando se abren sin restricciones; pues el Amor, que no es de este mundo, todo lo puede, un Amor que nutre el corazón y que da vida.

Quien quiera peregrinar por Mi camino será salvo y victorioso.

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Vamos a repetir junto con Ella la oración “Ave Luminosa”.


Todos oran algunas cuentas.

 
Por el Poder de Mi Inmaculado Corazón, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina está anunciando que dará una bendición a los que están enfermos. Es importante que todos los enfermos se acerquen al árbol y si no es posible, que permanezcan en sus lugares.

Mientras esperamos, oremos la “Oración a la Madre Universal” junto con Ella.


En ese momento, muchas personas que estaban con alguna enfermedad se aproximaron al árbol.


Yo Soy la Señora de las Gracias y de las reconversiones del espíritu, el alivio de todo dolor y el amparo de todo mal. Yo Soy la Virgen Original, el respaldo de los corazones, la llama que arde en el dolor, que abre la purificación de las faltas.

Hoy, acepten a Mi Corazón Misericordioso y sientan descanso en Mí. No teman, Yo estoy con ustedes. Soy la Madre de la Sagrada Providencia, estuve aquí en la Tierra y sé cómo es.
 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ahora, Ella abre Sus Brazos y los extiende hacia abajo, está irradiando una energía celeste.
Desde el centro de Su Corazón salen dos rayos blancos que se proyectan hacia abajo, y también se están iluminando Sus Estrellas.

El árbol está quedando cada vez más invisible y, a cada lado de Ella, aparecen tres ángeles que están abriendo un Cielo profundo y celeste.

Ahora, Ella abraza una cruz cristiana y transmite las siguientes Palabras.


Soy la Patrona que lleva la cruz de la redención. Toquen Mis Pies y sientan Mi Fuego.

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Está iluminando Sus Pies y las rosas.


Sé que creen en Mí. Estén Conmigo, nada les faltará en este Reino en el cual Me encontrarán después de esta oferta que han hecho.

El Amor sana y si tienen Amor estarán curados.

Mi hora de partir ha llegado. Los volveré a encontrar pronto.

Ahora, otros hijos Me necesitan en otra parte de este mundo. Mi Ave de la Paz debe viajar hacia allá para que otros también encuentren reposo en este mundo en purificación.

Recuérdenme como María si quieren sentirme más cerca de sus corazones. Soy María, la Madre Universal, Yo Soy el Ave que desciende ahora desde los Cielos hacia sus corazones.

Recuerden, recuerden, recuerden, recuerden, solo Paz, plena Paz.

 
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Ella ya se fue y nos saludó con Su Paz.


Todo el grupo entona primero el “Ave María” y luego el cántico “La Mujer que nos guía”.

Apariciones extraordinarias
DECIMONOVENA APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LAS 17:00 H, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

 

Mientras un grupo construía el jardín de rosas pedido por la Madre Divina en Su Aparición matinal, otro grupo oraba debajo de un naranjo cercano, a algunos metros del Naranjo de las Apariciones. Durante la oración, la Madre Divina apareció. Fray Elías se puso de pie y le transmitió algunas palabras al grupo reunido.
 


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

La Madre Divina apareció con Su Faz de Madre de la Divina Concepción de la Trinidad. Tenía una estola con una cruz de brazos iguales en cada extremo.

Nos dijo que hoy nos entregaba una parte de Su Manso Corazón para que lo sembremos en nuestros corazones.

Nos dijo también que el mal genera confusión en los corazones, pero que cuando Ella llega, todo eso se disipa en Sus hijos. Esa es una lucha constante que se vive entre dos reinos.

Pidió que esta oración, el Ave Luminosa, se cante durante el Encuentro General en la Comunidad-Luz Figueira. Que lo único que se va a extraer de esa oración es la palabra “amén”, que no se cantará.

Nos dijo que ha abierto Su Reino aquí, para que lleguen todos los corazones, para que lleguen todos Sus hijos, y que cada uno sabrá qué parte deberá llevar de Su Mensaje.
 


Les estoy abriendo las puertas de los Cielos a los corazones dormidos y a los que no confían en Mi Voz. A través de Mis Palabras, emito Mi Voz a todos.

Gracias por responder a Mi Llamado y por concretar estas Obras de Dios. Gracias por transmitir Mis predilectos Mensajes, inclusive a aquellos que no los comprenden y que no sienten lo que aquí está sucediendo.

Lo importante para todos ustedes será mantenerse siempre unidos en la Paz, en la Comunión de Cristo, en la Luz de Mi Corazón, para fortalecerse ante los enfrentamientos del mal. Sepan que, si están unidos a Mi oración, Mi espada de Luz, Mi espada de Paz y la espada de plata del Arcángel Gabriel estarán frente a ustedes para resguardarlos.

Que ninguna nube interior los rodee, la llamada tiniebla que es el caos que sofoca al mundo. Oren Conmigo, dejen todo lo que están haciendo, para que sus corazones se iluminen y así se detenga el mal, porque donde Yo reino, prevalece la Luz del Padre.

Acepten Mi Amor, por más que no lo hayan sentido, y si aún no Me han visto, aquí Me tienen.

Yo Soy la Divina Concepción de la Trinidad, que les trae la Paz de los Cielos y el Amor incondicional de los ángeles, querubines y serafines, los que Me recibieron en la Asunción de Mi Cuerpo y de Mi Alma, cuando llegué al centro de esta Galaxia, para aprender a vivir el Amor Universal.

Como Mi Esencia es parte de una Fuente de donde brota el manantial de vida para las almas que están en este y en otros mundos, hoy les doy Mi Paz y Mi Amor para que nutran sus corazones y para que sepan que cuando están Conmigo, están con Dios, están en contacto con Mi Fuente, Mi Fuente de Luz, Mi Fuente de Redención.

Yo Soy la Señora que trae a esta Tierra y a este pueblo de Uruguay, así como a todas las naciones hermanas, el lema de la redención a través de la Trinidad y de la Luz del Padre en este tiempo.

El Arcángel Gabriel Me acompaña en esta tarea y enciende los núcleos de los corazones, para que reverberen en el Amor que les estoy irradiando desde hace siglos. Me han conocido como María, la Madre del Mesías; hoy Me conocen como la Reina de la Paz, la Divina Concepción de la Trinidad, la Madre Universal de las criaturas, el Manto de la Paz, y también como la Llama del Amor Inmaculado.

Hoy, les dije que estudien el capítulo 5 del Apocalipsis de Juan. Ese mensaje es simbólico para sus mentes. No desistan, necesito que abran sus sentidos, los sentidos internos, que se unan a Mi Amor y a Mi Luz, para que comprendan lo que todo eso quiere decir. Esa parte de la historia está llegando de una forma que los corazones no perciben, pero sí lo sienten cuando oran Conmigo.

Vayan en paz y reúnan a los corazones para que escuchen Mi Mensaje. Reúnan a los corazones que residen en este lugar y a los que el Cielo les está confiando una promesa que no es de la Tierra, que es una promesa divina que hace fluir Luz a los corazones para que estos reconozcan la Voluntad Mayor.

Quiero pedirles a todos que hoy escuchen Mis Palabras, para que comprendan lo que estoy haciendo aquí como Madre y Señora de la Divina Concepción de la Trinidad.

Ha llegado la hora de que Mi Corazón triunfe en este lugar por segunda vez, y que el Propósito, que no es Mío, sino que viene desde lo más Alto, pueda descender a sus consciencias, a sus comprensiones, por intermedio de Mi Consciencia Universal.

Aurora en estos días se ha vuelto refugio de Mi Corazón, y todos aquellos que acompañan esta Obra, que es Celestial y Divina, que están aquí desde hace tiempo, cumplen este Propósito y responden a Mi Voz como Madre de todos.

Que los santos y ángeles, consciencias resplandecientes, seres que han aprendido en el amor y en la humildad, lleguen a sus corazones, para que en ellos reconozcan el camino que es único y que los lleva a Mí, que los lleva a Cristo, que los lleva al Omnipresente Señor que está en los Cielos.

Muchos vendrán aquí en busca de milagros y curas, pero Mi tarea aquí es la redención, la apertura del corazón, rasgar los velos que están ocultos, abrirlos a la Luz y colocar Luz en donde todo está oscuro.

Esta es Mi tarea sobre esta Nueva Aurora; que es, en este lugar, el amanecer a través de Mí.

Gracias por responder a Mi llamado.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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