Lunes, 5 de enero de 2015

Maratón de la Divina Misericordia
APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN, DURANTE LA 18.ª MARATÓN DE LA DIVINA MISERICORDIA

Ahora Yo Me dirigiré a los que Me pertenecen desde el principio. Reciban con alegría Mi Gracia. 

Laven vuestro pasado con el Agua de Vida que Yo les ofrezco y renuévense. En este día iré hacia los más simples pues el Señor así Me lo ha pedido.

Yo Soy el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús, dichosos de aquellos que Me reciben en su interior.

Que vuestros seres descansen en Mis Brazos, ya llegó el tiempo. Vengan a Mí y todo lo comprenderán. Síganme en confianza.

A través de Mi Corazón Yo les traigo el Espíritu Santo y a través del Espíritu Santo se derrama Mi Gracia.

Dios se aproxima, nuevamente, a vuestras vidas para recordarles el compromiso que cada uno de ustedes tiene con Él.

Mientras el tiempo pasa rápidamente, Mis pasos son lentos en este mundo. De a poco, vengo llamando a las almas para que los corazones se congreguen a través de Mi Espíritu y no olviden que Yo estoy presente en el corazón y en la vida de cada ser.

Cuando no Me sientan cerca, llámenme todos los días. Yo estoy presente en vuestras esencias. A lo largo de los tiempos he sembrado una semilla especial, aquella que les servirá en el futuro para ser servidores plenos de Dios. 

Por eso, Yo les traigo Mi Misericordia, algo que aún deben conocer en profundidad. Por eso, el Padre Me envía a visitarlos. Mientras esto pueda suceder, Mis compañeros, significará que el Plan se está cumpliendo. Pero cuando Yo ya no esté entre ustedes, y solamente esté en el corazón de cada ser, deberán recordar cada una de Mis Palabras. 

Lean Mis Mensajes, así podrán entender y cumplir Mi gran pedido celestial. Deseo que solamente alcancen la conversión del corazón por todos aquellos que no se convierten a Dios.

Cuando Yo retorne, Mis compañeros, cada uno de ustedes presenciará una señal en el cielo. Pero si alguno de ustedes no se encuentra en ese momento, sepa bien que Me encontrará en Mi Reino, que es la morada de Dios Altísimo.

Yo les traigo en este tiempo una oportunidad irrepetible. Por eso aprovechen, Mis compañeros, beban de la Fuente que Yo les estoy entregando, así vuestras vidas serán saciadas. Porque solo encontrarán sobre este mundo la Luz misericordiosa de Mi Corazón.

Todo lo que los rodea, todo el tiempo, no es algo divino. Mi Corazón quiere divinizar vuestras vidas. Por eso, Yo necesito transformarlos todo el tiempo. Recuerden que cuando Yo les pido algunas cosas es porque todo tiene una finalidad mayor.

A través de este día tan especial, en el que ustedes nuevamente son congregados en Mi Amor, Yo los bendigo, Yo los curo, los libero, los exorcizo y los transfiguro de la forma en que Mi Corazón prevé, así como Mi Padre Me lo ha pedido, para que esa Divinidad descienda en ustedes, algo que aún desconocen de verdad.

Sigan fusionándose a la unión con Mi Corazón, así conseguirán dar los pasos que Dios espera. El mundo no les hará perder el tiempo y se redimirán. Escuchen Mis Palabras de Luz.

Mientras Yo transmito Mis Palabras, recen a Mi Corazón.

Preparen vuestras almas para recibir a Mi Cuerpo y Mi Sangre y piensen, en este momento, en el Sacramento que Yo les he ofertado durante la Última Cena.

A través del Mensaje que les he dado, ustedes entenderán cuál es Mi petición para este tiempo y cuál es la finalidad importante de que Yo esté aquí, entre ustedes, desde hace tanto tiempo. 

Por eso, preparen vuestros corazones, después de haber rezado, para recibir Mi Cuerpo y Mi Sangre.

Laven en Mi Fuente de Amor vuestras manos. Liberen vuestras manchas y faltas, pues Mi Espíritu omnipresente hoy los ha renovado. 

Reciban en gratitud Mi bendición.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

El Señor entregará una fuente para cada uno de los peregrinos, con la petición de que oferten a Dios este Sacramento, así serán consagrados el Cuerpo y la Sangre de Cristo.

Cristo en este momento está indicando las personas.

Jesús nos pide que sustentemos las bandejas para la Consagración mientras Él está presente.

 

Hermanos, elevemos esta oferta a Dios en nombre de todos los que han sido ingratos a Mi Corazón misericordioso, por todas las almas que flagelan Mi Esencia de Luz, para que Mi Corazón Santificado sea reparado y todas las almas reciban nuevamente la Fuente de Mi Misericordia.

 

Canción: Padre Nuestro (en arameo).

Escuchamos ahora siete campanadas, a pedido de Nuestro Señor.

 

Que vibren vuestros corazones en Mi Energía y vuestros espíritus se renueven al recibir Mi Cuerpo y Mi Sangre.

Bienaventurados aquellos que comulguen con fe, porque siempre se renovarán por la acción de Mi Espíritu.

Mientras Mi Espíritu se eleva, cantemos hermanos, así vuestros corazones saldrán de este lugar, una vez más, renovados.

Agradezco, apóstoles, por cuánto Me dan.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

¡Gracias Jesús, por cuánto nos das!

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Hermanos, antes de compartir este mensaje especial de Cristo, vamos a explicar un poquito qué fue lo que sucedió, a pedido del Maestro.

Cuando Él apareció como el Sagrado y Glorificado Corazón de Jesús, Él estaba estampando en nuestra consciencia esa imagen. Era una tarea que Él estaba haciendo con cada uno de nosotros, para que en el futuro pudiéramos reconocerlo y sentirlo cuando Él retorne.

Y después de un tiempo, Él pidió que lo siguiéramos, así como ustedes escucharon, y fuimos explícitamente al lugar que Él nos indicó.

Él volvió a aparecer y allí comenzó a dar el mensaje que todos escuchamos. Él transmitió este mensaje que vamos a compartir con todos y al final nos pidió que los peregrinos consagraran, que elevaran al Cielo el Cuerpo y la Sangre de Cristo, en oferta, en nombre de la humanidad.

Cuando eso sucedió a través del canto del Padre Nuestro en arameo, Él trabajó con toda la consciencia del planeta, y todos nosotros que tenemos uniones, digamos así, ligaciones con otras personas del mundo, permitimos, de esta forma, que esas personas fueran ayudadas por la Misericordia de Cristo.

Pero dentro de esta Consagración, hoy aconteció un hecho muy importante. Los Reinos de la Naturaleza fueron ayudados en el momento de la Consagración. En ese momento, Cristo mostraba como todos los animales, vegetales y minerales, en cualquier parte del mundo o en cualquier continente, eran tocados por la energía crística. Y cuando el Sagrado y Glorificado Corazón hacía esa expansión mediante la Consagración, muchas situaciones en esos Reinos eran aliviadas, principalmente en el Reino Animal que Él mostraba cómo sufría mucho.

 

Luego se leyó el Mensaje extraordinario recibido (5 de enero de 2015), en el que Cristo Jesús transmitió ese pedido especial.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón:

Esa es la petición de Nuestro Señor, así es que nos colocaremos manos a la obra. Él invitó a todos los hermanos a que nos uniéramos en una gran campaña para manifestar este Auditorio de la Misericordia. Así como el Señor lo pidió, en breve, ustedes recibirán las orientaciones necesarias para concretarlo.

Pero lo más importante, a través de este pedido, es que Él dejó en cada uno de nosotros, en esta Aparición, una intención espiritual. Por eso, Él lo llamó humilde Auditorio de la Divina Misericordia, porque quiere que sea o que se asemeje a Su casa de Nazaret.

Quería también compartir con los hermanos que Él transmitió la idea del proyecto así como la Jerarquía Divina ha diseñado cada espacio que aquí fue construido.

Entendemos que, a través de ese símbolo, hay un mensaje que la Jerarquía Divina nos deja, para que nosotros podamos percibir qué es lo que en verdad Dios quiere de nosotros.

Y lo que en verdad en esta noche alegró más nuestro corazón fue que Él prometió que volvería durante el transcurso de la tribulación.

Así es que, queridos hermanos, presentes y coligados ¡manos a la obra!

Vamos a despedirnos cantando y agradeciendo por este Llamado de Cristo Jesús.