Si tú Me llamas, Yo te escucharé y, en un instante, seremos Uno de corazón, mente y espíritu.
Entre Mi Corazón y el tuyo nunca deberán existir divisiones ni barreras, porque Mi Propósito siempre será llevarte al encuentro con el Único.
Sabes que el tiempo pasa y que los cambios se aproximan; vive a través del pulsar de Mi Corazón y que tu palpitar sea el motivo de la búsqueda sublime.
Encuentra lo Sagrado en cada espacio y reverencia lo que el Universo provee a cada instante de la vida. En el camino, busca lo nuevo y únete a Mi Corazón Eterno para que la Luz del Cielo indique la travesía hacia Mi Pacífico Corazón.
Solo reflexiona sobre lo que sucede y cultiva un espíritu de libertad, para que tu esencia vuele cercana a la Casa del Padre.
Sé manso y responde rápidamente según la necesidad.
Ser un verdadero Cristo es servir.
Ser un verdadero Cristo es estar atento a los detalles y a las emergencias.
Ser un hijo de Dios es vivir la Ley Suprema e imitarla. En todo el camino existe el Amor Puro, que siempre vencerá todo dolor y todo desafío, porque el Amor Crístico renueva.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Mensaje con el corazón.
Cristo Jesús