MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Queridos hijos:

Con la Sagrada Familia reunida en torno a este sagrado oratorio, Dios derrama nuevamente Su infinita e insondable Misericordia.

Para que eso sea posible, queridos hijos, Vuestra Madre Santísima hoy les entrega el Rosario de las Santas Virtudes de San José, algo que impulsará a las almas a vivir los atributos del Casto Corazón, impulsos internos que vendrán directamente del Santo Siervo de Dios en cada momento que este sagrado rosario sea rezado por un alma.

Este Rosario de las Santas Virtudes de San José retirará de la ignorancia humana a cuantos lo oren de corazón, invocando la devoción al Santo Obrero de Dios.

San José se compromete a ayudar al corazón humano que lo ore y así pueda santificar su vida, al igual que San José santificó Su consciencia.

Este Rosario ofrecerá a todos la posibilidad de volver a atraer los principios de la cristiandad de San José y de la Sagrada Familia, para que ellos penetren en la consciencia caótica del planeta y reviertan todos los males que son generados por la propia humanidad.

Este Rosario también ayudará a despertar la consagración de las almas al Castísimo Corazón de San José. Y a través de este acto de unión con el Divino Espíritu de San José, los corazones alcanzarán el Reino Celestial y lo podrán sentir próximo en la vida planetaria.

San José, a través de sus Santas Virtudes, se ofrece a la humanidad para ayudarla a vivir la santificación de la consciencia, como también da la oportunidad de que las familias vivan los Atributos de Dios y se generen las condiciones propicias para que la Unidad esté presente entre todas las criaturas.

Ahora les presento el Rosario de la Santas Virtudes de San José:
 

Cuenta de unión
Por Tu grandiosa Humildad,
amado San José,
derrama sobre nosotros Tus Santas Virtudes.
Amén.

Primera decena
Por la virtud de la Humildad
que emana del Casto Corazón de San José,
todas nuestras miserias sean transmutadas.
Amén.

Segunda decena
Por la virtud de la Obediencia
que emana del Casto Corazón de San José,
que podamos obedecer prontamente a la Ley de la Jerarquía
para poder estar en Dios.
Amén.

Tercera decena
Por la virtud del Amor Divino
que emana del Casto Corazón de San José,
que el vacío de sí emerja de nuestros espíritus
para que cumplamos el Plan del Creador.
Amén.

Cuarta decena
Por la virtud de la Pobreza
que emana del Casto Corazón de San José,
que seamos austeros en nuestras acciones, palabras y cometidos,
para que estemos libres de la arrogancia humana.
Amén.

Quinta decena
Por la virtud del Servicio
que emana del Casto Corazón de San José,
que nos consagremos a Cristo
para servir a la redención de la humanidad
y para el triunfo del Corazón de Dios.
Amén.


Buen ejercicio de humildad para todos.

Los invito, durante nueve días, a ejercitar y a sentir este Rosario en lo profundo de sus corazones, para que San José pueda obrar en sus vidas.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los une al Casto Corazón del Siervo de Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Cuando San José llegó, nos mostró una escena donde Él tenía, aproximadamente, treinta años. Era de noche y caminaba solo en un monte, mirando hacia el Cielo estrellado y conversando con Dios. Pidió, entonces, que anotáramos lo que, en aquel tiempo, Él le decía al Padre en oración y que ahora nos permitía escuchar. Él oraba:


Señor, cúrame


Señor, cúrame, ingresando con la potencia de Tu Amor
en todos mis átomos y moléculas.

Señor, cúrame, quemando con el fuego de Tu Santo Espíritu
cada partícula de mi pequeño ser.

Señor, cúrame y disminuye mi alma a una verdadera nada,
para que yo reconozca Tu Grandeza e infinita Majestad.

Señor, cúrame y muestra Tu Faz a mis ojos impuros,
para que yo te reconozca como el Padre,
la Verdad y el Origen de todas las cosas.

Señor, cúrame y retira de mí lo que se cree separado de Ti.
Demuéstrame, oh Dios de toda la Creación,
que Tú estás en todas las cosas;
estás por detrás de toda ilusión, escondido en la esencia de cada ser.

Señor, cúrame, vénceme y déjame rendido a Tus Pies.
Que todo mi ser reconozca Tu Poder
y se regocije en Ti eternamente.

Dios del Amor, Dios de la Verdad,
Dios de la Pureza, Dios de la Alegría,
Dios de los pobres y de los ricos, Dios de los sanos y de los enfermos,
Dios del Cielo, de la Tierra y de todo el Universo,
Dios del Cosmos, Dios de la Existencia, Dios de la Creación,
cúrame, renuévame y haz que yo Te descubra
tan dentro de mí, como si fuese yo mismo.

Revela, Señor, que Tú eres en todas las cosas,
y todas las cosas son en Ti.
Revélate en unidad con Todo y,
así, cúrame, Señor.
Amén.


La verdadera cura proviene de la rendición del corazón ante Dios, del reconocimiento de Su Grandeza y de nuestra pequeñez ante Él.

La cura, que debe nacer en el espíritu y reflejarse en la materia, no es nada más, hijos, que la desmitificación de la unidad y la vivencia absoluta de ella.

Cuando ustedes comprenden la Presencia de Dios en todas las cosas, no hay enfermedad ni en el cuerpo ni en el espíritu que pueda abatirlos, porque cuando la consciencia vive la unidad con Dios, todas sus células son abarcadas por esa Presencia divina y encuentran el Principio del Padre en sí mismas, disolviendo así todo desequilibrio, toda enfermedad, toda angustia y todo dolor.

Por eso, hoy les enseño a pedir la cura al Señor. No pidan la cura del cuerpo, de la mente ni de las emociones: pidan la cura de la separatividad, de la ignorancia, de la ilusión y, así, hijos, descubrirán que el espíritu sano es aquel que se une al Dios Vivo, que lo encuentra dentro de sí mismo, multiplicado en sus células, animando su cuerpo, impregnando con Su Santidad, tanto la materia como el espíritu.

Oren de corazón, oren como humanidad, porque está muy enferma y si ustedes, como células de ese gran cuerpo humano, reconocen la unidad con Dios, poco a poco irán curando los males que aún impregnan al mundo.

Yo los amo y les dejo Mi bendición y Mi paz, para que se curen y, así, atraigan la cura para todo el planeta.

Su padre y curador,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Oración para pedir perdón a Dios


Señor, perdónanos, porque,
desde el momento en el que pisamos la Tierra,
somos ignorantes de nuestras acciones.

Señor, perdónanos, porque el tiempo pasó
y nuestros ojos permanecen cerrados,
como también nuestro corazón y nuestro pequeño espíritu.

Señor, perdónanos, porque nuestras manos
trabajan poco para Ti y mucho para nosotros mismos;
poco se extienden hacia el prójimo
y mucho permanecen cerradas.

Señor, perdónanos, porque vinimos a la Tierra
como espíritus en redención
y nada conocíamos del Amor, tampoco sabíamos
que aquí aprenderíamos a amar.

Señor, perdónanos, porque el mundo está agonizando
y aún no pudimos encontrarte
en los Reinos de la Naturaleza ni en nuestros hermanos.

Señor, perdónanos, porque ignoramos la unidad
y nos separamos como consciencias y como Tus criaturas.

Señor, perdónanos, porque aspiramos a no volver a pecar.

Perdónanos así como perdonaba Tu Hijo.

Perdónanos así como perdonaste a nuestros espíritus,
al entregarnos lo mejor que tienes en Tu Creación:
una experiencia de amor y de unidad Contigo.

Señor, perdónanos y limpia nuestras manchas,
cura nuestras heridas y reintégranos a Tu Reino.

Señor, perdónanos y ábrenos las puertas del Cielo.

Reconcilíanos con Tu Corazón
y con todo aquello que Te pertenece.

Enséñanos a amar y a perdonar así como Tú lo haces.

Enséñanos a unir lo que está separado.

Enséñanos a servir a todos en Ti,
sin salir de Ti y encontrándote en todo.

Señor, haz de nuestros corazones, Tu Corazón;
de nuestros brazos, Tus Brazos;
de nuestras piernas, Tus Piernas; de nuestros cuerpos, Tu Cuerpo;
de nuestras mentes, Tu Mente; de nuestras vidas, Tu Vida;
de nuestra evolución, Tu Evolución.

Señor, perdónanos y haznos semejantes a Ti.

Amén.


Hoy solo oraré con cada uno de ustedes y, como corazón humano, pediré a Dios Su Perdón y Su Intercesión por la Tierra.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Cuando estábamos terminando el devocionario de San José, vi que los portales comenzaron a abrirse, pero esta vez no veía el Cielo, sino un lugar de la Tierra. San José se aproximó; vi que detrás Suyo sucedía una guerra, y Él intentaba ayudar a ese lugar de dónde venía. Durante un tiempo, San José permaneció en silencio, con una mirada pura, aunque un poco triste. Luego, comenzó a decir la siguiente oración, que pidió que anotásemos, y nos entregó el mensaje diario hablando muy pausadamente. A pesar de Sus palabras simples, sentimos que hacía un llamado al mundo por la Paz.


Oración y Petición al Dios Altísimo
por la Paz Mundial y por la Redención

Señor y Dios Altísimo,
pleno de Misericordia y Piedad,
bajo la intercesión de San José,
Tu humilde siervo, te rogamos.

Acaba con los conflictos, los desacuerdos,
las guerras y las maldiciones.
Perdona los pecados de los hombres
y llévalos a Tu santa Luz.
Calma el sufrimiento de los afligidos,
la soledad de los abandonados
y el dolor de los enfermos.
Aplaca la ira de los ignorantes
y la astucia de los que no creen en Ti.

Establece Tu Paz en el mundo.

Establece Tu Divina Misericordia.

Redime y consagra a Tu amada humanidad
y a Tus sagrados Reinos de la Naturaleza.
Haz este planeta semejante a Tu Reino de Paz.

Amén.

 

Lo que más quiero, hoy, es que sean pacificadores en sus vidas. Lo que el Señor necesita de los corazones humanos, en este día, es que vivan la paz y siembren la paz en el mundo.

Mis amados, el planeta no soporta más los conflictos del mundo; por eso, equilibren este mal con sus acciones de paz.

No se permitan entrar en conflicto con el prójimo, consigo mismos ni con Dios y Sus Planes. Busquen la esencia de la paz.

Hagan esto por el mundo en el cual viven, pues él está agonizando.

Paz, paz, paz para este planeta.

Les dejo Mi espíritu de paz y Mi más sincero pedido de que despierten a la eterna paz del corazón.

Su amado padre y pacificador de Cristo,

San José Castísimo

 


 

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Devocionario de San José para alcanzar el Espíritu Divino de la Unidad

Cuenta de unión
Por el Poder que Dios Te concedió,
San José Castísimo,
enséñanos a vivir en el Espíritu Divino de la Unidad.
Amén.

Primera decena
Bajo la intercesión de San José,
sean disueltos todos los atavismos, los egoísmos y las vanidades
que nos separan del Corazón de Dios.
Amén.

Segunda decena
Por el poder concedido a San José Purísimo,
sean absueltos los pecados y las manchas
que separan a las almas de todos los Reinos de la Naturaleza.
Amén.

Tercera decena
Bajo la intercesión del humilde Corazón de San José,
sean expulsados y trascendidos todos los aspectos malignos
que impiden la unidad entre los seres humanos.
Amén.

Cuarta decena
Por el poder de la caridad y del amor presentes en el Casto Corazón,
sean disueltas todas las incomprensiones
que nos separan del Sublime Universo de Dios.
Amén.

Quinta decena
Por todos los atributos alcanzados en la paternidad de San José,
que las virtudes y los dones del Castísimo Corazón
se plasmen en la humanidad,
uniendo así el corazón humano a toda la Creación de Dios.
Amén.

 

Este devocionario es para que sea orado por todos los que  aspiran a alcanzar la unidad consigo mismo, con el prójimo, con los Reinos de la Naturaleza, con el Universo Angélico del Creador y con la Divina y Purísima Consciencia de Dios.

Si oran con el corazón, aspirando a trascender todos los aspectos humanos de separatividad causados por el orgullo, la vanidad y el egoísmo, ustedes podrán alcanzar Mi santa intercesión.

Clamando a Dios por las virtudes alcanzadas por San José, permitirán que Mi bendición los impregne y que Mi amor les abra las puertas para que, como humanidad, ingresen en un nuevo ciclo.

Yo los amo, los bendigo y les entrego nuevas llaves para la transformación de la vida.

San José, siervo orante de Dios

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ CASTÍSIMO, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hermana Lucía de Jesús: Cuando San José apareció hoy, se presentó de una forma como nunca antes lo había visto. Vestía una túnica blanca y un manto marrón, sujetado en el hombro izquierdo, cayendo por encima de la túnica. Tenía en la mano derecha una vara de nardo, ligeramente hacia un lado, con tres flores pequeñas casi en la punta. Sus ojos color miel, bien claros, resplandecían como nunca. Parecía más joven, como si tuviese unos cuarenta años. Tenía los cabellos un poco por encima de los hombros y estaba de pié, en un campo verde entre las nubes. Él dijo que esta era la imagen que presentaba en el templo el día en que fue escogido para casarse con María y que era la faz que quería que conociésemos en este tiempo, porque ella daría el impulso que necesitamos para comenzar un nuevo ciclo. Aquel momento representó para San José el inicio de un nuevo y definitivo ciclo, a partir del cual ingresó en el desenvolvimiento del arquetipo de Dios
para la humanidad.


Hoy vengo a su encuentro con esta faz, porque es así como les hablaré desde ahora, trayendo para el mundo los impulsos de los primeros pasos de la santidad de Mi Casto Corazón.

Con este símbolo, quiero demostrarles que el primer paso para el inicio de un nuevo ciclo, una nueva vida pautada por la Voluntad de Dios Altísimo, es la transparencia en el corazón, en la mente y en los sentidos. Siendo transparentes, no escondan ante los hombres lo que verdaderamente son y jamás intenten esconderse de Dios. Siendo verdaderos y transparentes, delante de todo y de todos, es como podrán iniciar este camino.

No tengan miedo de proclamar la propia fe ni su trayectoria espiritual; y no vivan según las tendencias del mundo solo para no parecer diferentes a los ojos de los hombres.

Si no tratan de esconderse de Dios y todos los días le ofrecen las propias miserias, como también las virtudes, sabrán entonces lo que deberá ser transformado y lo que tendrá que ser fortalecido bajo el espíritu de la humildad y de la oración. 

Que la simplicidad del corazón abra los caminos para que puedan ser verdaderos, sin temor. Si aspiran a esto, descubrirán en sí mismos un potencial que siempre estuvo oculto por las capas de las falsas faces de lo que les gustaría aparentar para el mundo, para sentirse parte del común de esta humanidad degradada.

Siéntanse ahora parte del Proyecto de Dios y ábranse para que, poco a poco, consigan ir perdiendo lo que hoy aparentan ser y, así, descubran lo que verdaderamente son.

Yo los bendigo y los impulso.

Su instructor y guía,

San José Castísimo

Al final del mensaje, San José transmitió la siguiente oración:

Oración para iniciar la trayectoria espiritual rumbo al descubrimiento del Nuevo Hombre, que es, en verdad, el principio de la manifestación de la humanidad y que jamás encontró espacio para descender a las consciencias de este mundo.

Aquellos que oren de corazón, abrirán nuevas puertas a la propia transformación.

Oración inspirada por San José
para la manifestación de la Nueva Humanidad

San José,
que Tu humildad se refleje en nuestros corazones,
como símbolo de la simplicidad
y del reconocimiento de la grandeza de Dios.

Que Tu sagrada faz inspire nuestros caminos
y que, a través de Ti,
descubramos la esencia de la Nueva Humanidad,
expresión de la perfección de Dios,
semejanza profunda con el Creador,
manifestación viva del manantial
de Su Divina Misericordia.

Que en Tu Casto Corazón,
San José, Siervo de Dios,
aprendamos a dejarnos guiar
por la Soberana Voluntad del Creador.

Amén. 

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Fray Elías del Sagrado Corazón: En este día de Aparición mensual de San José, Cristo Jesús transmitió Su mensaje diario en la presencia del Castísimo Corazón.

Queridos hijos en la Tierra:

Los Sagrados Corazones, en estos tiempos, tienen el propósito espiritual de transformar y elevar la condición de la humanidad actual. Con este fin, el Castísimo Corazón de San José se ha propuesto ayudar en el despertar de la vida espiritual a las consciencias que están dormidas.

De esta manera, el Sagrado Corazón de Jesús obra por medio del Castísimo Corazón de San José para abrir una fuente inagotable de Gracias y de Pureza Infinita para toda la humanidad, a través de este gran Espíritu Obrero.

Jesús quiere consagrar América al Sacratísimo y Bendito Corazón de San José para que esta parte de la humanidad alcance la paz y la pureza del alma y del cuerpo. Esto será posible mediante las oraciones diarias y constantes que nombren las Bienaventuranzas del Casto Corazón.

Si la humanidad en su mayoría respondiera al pedido del Sagrado Corazón de Jesús habría, por intercesión de este Obrero de Dios, una salvación ilimitada de almas que en estos tiempos se están condenando al Infierno eterno.

Antes de Mi Venida gloriosa, América deberá consagrarse al Castísimo Corazón de San José y al Inmaculado Corazón de María, para que esta parte del mundo sea digna de recibir la visita espiritual del Rey de las Estrellas.

Si esta consagración a San José y a la Virgen María se realizara como un voto por parte de las almas, los acontecimientos cambiarían y la humanidad sería perdonada en su totalidad.

Para una mayor consagración de las almas al Bendito y Sacratísimo Corazón de San José, Mi Consciencia Misericordiosa les dejará por escrito en este día Las Siete Bienaventuranzas del Castísimo Corazón de San José, Bienaventuranzas que les permitirán encontrar fuerzas internas para los tiempos críticos, con el fin de que se establezca la paz en todos los seres.

Las Siete Bienaventuranzas del
Castísimo y Sacratísimo Corazón de San José

Primera Bienaventuranza
Recibir los Dones del Cielo
por medio de la consagración al Padre en la Tierra.

Segunda Bienaventuranza
Redimir los errores
a través del amor al Venerable San José.

Tercera Bienaventuranza
Perdonar el pasado
por medio de la cura del Casto Corazón.

Cuarta Bienaventuranza
Vivir eternamente la aspiración de servir.

Quinta Bienaventuranza
Ser misericordioso hasta en las pequeñas acciones
para que las Gracias desciendan desde los Cielos.

Sexta Bienaventuranza
Orar con el corazón para que la devoción del alma emerja.

Séptima Bienaventuranza
Preferir estar en el Cielo junto al Casto Corazón de San
José para que todas las almas encuentren la salvación.

Quien medite sobre estas Bienaventuranzas recibirá el impulso de permanecer eternamente bajo el amparo divino del Castísimo Corazón de San José.

Bajo la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, sean puros y bienaventurados.

Gracias por recibir en el corazón el Amor del Casto Corazón de San José.

Cristo Jesús

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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