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Encuentra en tu interior el Reino de Dios y confirma Su victoria en ti todos los días.
Confía en la grandiosidad de Su Misericordia y en la infinidad de Su Gracia, estas son las fuentes que llegan a tu vida espiritual una y otra vez.
No te detengas en los defectos, en las dificultades o en las imperfecciones. Trabaja todo el tiempo para que el Reino de Dios sea una victoria en todos los días de tu vida.
Construye dentro de ti esa fortaleza y esa fe que no tiene límites y participa, por medio de los Sacramentos de Cristo y de la oración, de la comunión perfecta con el Reino de Dios.
Este es el Reino que algunos quieren ver derrotado o al menos impedir que se pueda expresar.
Vive el Reino de Dios todos los días, sabiendo que tu transformación y persistencia serán la victoria que el Padre necesita para renovar la Creación.
Sigue las huellas de Jesús y siempre encontrarás el Reino de Dios dentro de ti.
Sigue adelante, confiando en que algún día conseguirás ser un Nuevo Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Despojado del mundo, camina con confianza hacia el encuentro con Cristo y llega ante el Maestro con todos tus defectos e imperfecciones, porque Él con todo eso hará algo y transformará la Tierra dolorida.
Ante el Señor del Universo ríndete y entrégate a Sus Brazos; así tu mente no divagará, sino solo encontrará la respuesta que necesita para seguir los pasos de Cristo.
Transfórmate conforme a los tiempos y a los ciclos. No intentes resolver algo que te llevará meses o años, solo confía en el divino propósito que toca tu corazón.
Reconstruye la humanidad con el ardiente ánimo de vivir en Dios y deja atrás la tibieza o la creencia de que no conseguirás corresponder.
Por medio de tu fe supera todas las barreras y trasciende todos los ciclos.
Solo ábrete para conocer dentro de ti la semilla de la paz, la que una vez fue sembrada por el propio Cristo.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
No temas a la verdad, a la transparencia o a lo que te es desconocido.
No temas estar delante del mundo sin capas, sin máscaras o sin los velos que ocultan tu condición humana.
No temas ver tus miserias con transparencia y tus imperfecciones con claridad.
No temas sentirte peor que los demás cuando, a lo largo de toda la historia humana, los seres buscaron sentirse superiores a sus hermanos.
No temas ingresar en otras Leyes, en otro tiempo, en otro arquetipo de vida. Déjate desnudar delante de la verdad y, con valentía, ve caer las capas de tus orgullos y de tus vanidades. La humildad que nace en el corazón de los que se dejan humillar, con sinceridad, es el mayor tesoro de su evolución.
Experimentar la verdad y la transformación es la verdadera realización humana.
No estás en la Tierra para crear un personaje que se adapte a los gustos y admiraciones humanas, y que sea alabado por todos. Estás en la Tierra, hijo, para seguir el ejemplo de Aquel que fue humillado, coronado de espinas y crucificado y que, así, rompió con todos los arquetipos de honra y de gloria humanas, y mostró a los seres cuál es el verdadero legado que un hombre debe dejar en la Tierra: el Amor sin condiciones.
Deja caer por tierra todos tus orgullos, tus vestiduras de vanidades y de egoísmos. Deja que este ciclo llegue con intensidad y te transforme, quebrando, dentro y fuera de ti, tus más profundas resistencias.
Sin temor, siéntete pequeño, pobre y miserable. Vacía el cáliz de tu corazón y la morada de tu interior porque llegó el momento de que ellos sean ocupados verdaderamente por Dios y no por ti.
No temas sufrir, no temas perder lo que crees haber construido porque finalmente, hijo, dejarás de construir para permitir que Dios construya en ti Su fortaleza.
Esto no será fácil. Superará todos tus límites y romperá todas tus barreras, pero finalmente te revelará el verdadero motivo de tu existencia. Y más que saber que el Amor Crístico existe, podrás vivirlo.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
No miro tus errores, sino el potencial y la capacidad que tienen los talentos que una vez te entregué.
Por eso, anímate a descubrir, a sentir y a percibir lo que cada Don que Yo te di puede despertar en la Tierra.
Sé depositario de Mis Gracias, más allá de tus imperfecciones.
Comprende, hijo Mío, que Yo necesito hacer de ti una vida nueva para que seas un instrumento nuevo.
Entrégate a Mí, una y otra vez. Hazte pequeño e insignificante en todo.
Deja que Mi Verdad traspase tu corazón para que tu consciencia aprenda a amar sin límites ni obstáculos.
Camina decidido hacia Mí porque encontrarás, a través de Mí, la puerta segura hacia la humildad y hacia el despojamiento interior.
Recuerda que eres parte de un Proyecto y que, a través de ese Proyecto, tu vida será completamente transformada.
Confía en Mí y entrégame todo lo que eres, así renacerás todos los días.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Ama a tus hermanos tal cual son, así como Yo te amo a ti, sin condiciones, sin reglas ni restricciones.
Ama a tus hermanos como son, sin intentar cambiarles nada, porque ellos mismos deberán hacer el gran cambio de la consciencia, así como tú deberás hacer el cambio interior.
Ama a tus hermanos con todos sus defectos, con todas sus imperfecciones y con todas sus resistencias, así como Yo amo todo tu ser, con todos tus errores, con todas tus fallas y con todas tus miserias.
Ama a tus hermanos con todos sus talentos, destrezas y habilidades, así como Yo te amo con todo tu potencial, con toda tu inteligencia y con toda tu energía.
Ama a tus hermanos en los momentos de alegría, en los momentos de dolor y en los momentos de júbilo, así como Yo te amo en tus momentos de caídas, en tus momentos de prueba y tus momentos de derrota.
Ama a tus hermanos con toda su felicidad, con toda su ira, con toda su necedad, así como Yo te amo con todas tus resistencias, con todas tus incomprensiones y con todas tus dudas.
El amor es capaz de todo y él no tiene límites, no tiene compromisos ni horarios.
El amor es donación de sí y es aceptación de los más grandes y de los más pequeños errores.
El amor siempre te liberará de las cadenas y te sanará el corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Para Mí lo que prevalece en ti no es tu imperfección, pero sí Me es importante tu verdad; porque en la verdad de tu corazón aprenderás, con idas y vueltas, a alcanzar esa verdad hacia la libertad interior, en donde nada se mantiene preso o amarrado.
Es así que la verdad de tu consciencia ante el Universo permitirá que tu ser se aproxime a las Leyes y, aunque ellas sean desconocidas para la consciencia humana, tú podrás unirte en esencia a ese gran misterio universal.
Deja que esa verdad que puede nacer de tu ser, te ayude a irradiar la esencia y la Verdad, más allá de la imperfección, porque así alcanzarás la Verdad por medio de la transparencia y conseguirás vivir una vida real y sin espejismos.
A través de la Verdad, estarás dentro del equilibrio universal, aunque aún debas seguir venciendo la dualidad.
Entonces, sírvete de la Verdad, para que ella tome el primer lugar dentro de tu consciencia; así permanecerás en el Padre, y en el Padre Celestial vivirás la Voluntad Mayor que te trajo a esta vida.
La Verdad está basada en el amor sincero del corazón entregado.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
A cada uno de los Míos los conozco por dentro y por fuera.
Ese conocimiento que tengo de cada uno de Mis discípulos, más allá de los defectos o de las imperfecciones, es lo que Me permite ayudarlos para que, día a día, se animen a seguir transformándose hasta que alcancen el plan de amor que tengo diseñado para cada uno.
Cada vez que rezan la Coronilla a la Divina Misericordia, y lo hacen de verdad, Yo puedo ayudarlos hasta poder borrar cualquier señal de pecado o de ofensa; porque nadie más que Yo sabe lo que es el ser humano, todo lo que puede acertar o errar.
Lo más importante es la sinceridad y la honestidad en la oración, eso permite que la divina gracia descienda para seguir bendiciendo a los corazones y para sostenerlos durante los diferentes ciclos de la purificación.
Reciban hoy este mensaje con mucha esperanza, sabiendo que ya llegará el día de su redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Vengo al mundo para llamar a los que prepararán conscientemente Mi segundo retorno a la humanidad.
Por esa razón, vengo en búsqueda de los más imperfectos.
Vengo en búsqueda de los más pecadores, de los más ingratos e infieles para que algún día, a través del vasto ofrecimiento de Mi Amor, aprendan a ser personas buenas, justas, caritativas y misericordiosas.
Nunca Me verán en los palacios, entre los ricos, con los que se dicen poderosos o los que dicen saberlo todo. A ellos, espero que la propia Ley les muestre la Verdad y dejen de ver los espejismos de su propio yo.
Yo vengo a buscar a los que se decidan a seguirme hasta el final, a pesar de cargar todos los días con sus defectos, imperfecciones y pecados.
No vengo a buscar almas realizadas o diestras, no.
Así como vine una vez hace más de dos mil años, Yo vengo desde el Universo a formar nuevos apóstoles, aquellos que, con todas sus miserias, quejas e incomprensiones se dejarán llevar por la guía de Mi Amor, un Amor inmutable, incondicional y fiel, que todo lo comprende, que todo lo acepta, que todo lo soporta.
Deseo que esos nuevos y últimos apóstoles, que se formarán para servirme y vivirme, sean como Yo, o mejores de lo que Yo Soy; que sean capaces de no vender al Maestro como fue vendido por treinta y tres monedas; que se animen a aprender de la fidelidad, así como Mi Padre les enseña a ser fieles.
Para alcanzar ese grado de unión Conmigo, solo deben ser obedientes y no engañarse más a ustedes mismos, porque la obediencia los protegerá de ustedes. Así Yo los podré colocar, a pesar de lo que suceda, en situaciones extremas de riesgo o de emergencia para que testimonien Mi Amor Consolador.
Los que hoy no están aquí, entre ustedes, es porque no fueron obedientes y, en consecuencia, no consiguieron ser fieles a Mí.
La obediencia no es hacer solo las cosas perfectas para Mí, sino es ser verdadero y transparente con uno mismo, con la vida, con el prójimo; es decir: “no entiendo”, pero también es aceptar y renunciar.
Hoy les digo esto porque vendrán tiempos difíciles, así como llegaron para los apóstoles.
Es hora de que se pregunten, sinceramente, todo lo que hoy les digo, así Yo encontraré más refugio en sus corazones.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Para que puedas llegar al Corazón del Padre y no solo ser conocedor de una parte de la Sabiduría Divina, sino que también puedas experimentarla, debes comenzar a tornar realidad y vida, dentro de ti, los principios más básicos de una conducta humana evolutiva.
Fuiste llamado a trascender las tendencias comunes y naturales de los seres humanos de este tiempo, para que una nueva vida se instale en la Tierra, a través de tu corazón y de todos aquellos que buscan la vida espiritual para encontrarle un sentido a su propia existencia.
Comienza, entonces, siéndole fiel a Dios, verdadero y transparente delante de Él, así como delante de tus hermanos, sin miedo ni vergüenza de tornar visible tu esfuerzo y tu transformación. Sé fiel a lo que ya sabes que es una conducta evolutiva para ti, sustituyendo en tu consciencia la decadencia por la evolución.
Profundiza en tus oraciones diarias y hazlas cada vez más sinceras, de manera que te lleven a un diálogo transparente con Dios, para que así, confesándote con Él, puedas rendir lo que te parece imposible transformar.
Esfuérzate sinceramente por amar y comprender al prójimo, y véncete todos los días, sin dejar para después tu pedido de perdón y un acto sincero de reconciliación, cuando ofendes a alguien o cuando eres ofendido.
Si no te esfuerzas en esas pequeñas cosas, muy poco valdrá que Dios pronuncie delante de ti y a tu corazón las revelaciones más sublimes de los misterios celestiales y te dé a conocer las más puras Verdades sobre la vida y el Infinito, porque la sabiduría se perderá en la imperfección de tu mente y, a pesar de creer que sabes muchas cosas, no serás un instrumento para la manifestación de esta Verdad en la Tierra.
No serás digno de ser participante de las cosas sublimes del Cielo, no porque no tuviste las herramientas y las oportunidades para eso, sino porque no abriste un espacio en tu corazón para experimentar la Verdad, para ser transformado por ella y para anunciarla al mundo a través de tu propia vida.
Por eso, ve y profundiza en las cosas simples. Que la vivencia de la Verdad acompañe su revelación. Al menos inténtalo todos los días.
Tienes Mi bendición para eso.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Segunda Serie de Poemas
Noveno poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor mío,
que siempre pueda aprender
de los momentos culminantes y difíciles.
Que pueda aprender
a ver el resultado luminoso
de cada aprendizaje
a fin de que pueda crecer interiormente
en humildad, amor y misericordia.
Muéstrame, Señor,
la grandeza de cada aprendizaje
y de cada prueba.
Que en todo
yo vea lo magnífico
que es Tu Amor y Tu Misericordia,
para que podamos aprender
a humillarnos y a entregarnos a Ti
en cada momento.
Participa, Señor,
de cada escuela de la vida.
Ingresa en lo profundo
de este imperfecto ser
para que yo mismo
descubra los tesoros del servicio
y del bien que Tú has colocado
en mi mundo interior.
Unifícame, Señor,
todo el tiempo.
Hazme pequeño,
pero al mismo tiempo servicial
en todos los momentos de la vida.
Entrégame al mundo
como Tu instrumento
para que todos tengan la Gracia
de conocer Tu Amor transformador
y vivificante.
Haz, Señor,
lo que tengas que hacer.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primera Serie de Poemas
Noveno poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Aunque mi alma, Señor,
sea pobre e imperfecta
te ruego, amado Jesús,
que te sirvas de ella
para poder llevar adelante
Tu infinita y prodigiosa
Obra de Amor y de Redención.
Querido Jesús,
que esta alma débil
y frágil se fortalezca.
Que Tu Fuego Divino, Señor,
me lleve a encontrar, algún día,
el sagrado Don de Tu inocencia,
para que yo también,
conforme a los designios,
pueda despertar
el Don semejante
a Tu Pureza interior.
Hazme manso, Jesús.
Hazme humilde
y sobre todo verdadero,
para que en estos ojos imperfectos
se refleje Tu Mirada amorosa y pacífica,
a fin de que las almas más solitarias y sufridas
encuentren, a través de mi ofrenda,
Tu poderosa Presencia Celestial.
Para eso, Señor,
libérame de mis deseos,
libérame de toda ostentación y querer.
Que sea mi corazón tan simple como el Tuyo.
Porque mi único deseo, querido Jesús,
es agradarte y compartir Contigo
la pesada Cruz que Tú
aún cargas por el mundo.
Escucha mi plegaria, Señor,
y hazme, una vez más,
digno de estar ante Ti.
Porque, por más
que aún no comprenda
el poder de Tus misterios,
acepto con amor
todas Tus Divinas Voluntades.
Que hoy se cumpla en mí, Señor,
Tu Celestial Proyecto,
para que algún día puedas testimoniar
a través de mí, Tu Obra de Redención
ante el Padre Celestial.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Observa como el mundo agoniza y ora con el corazón.
No es suficiente que tu mente conozca los acontecimientos del mundo y los juzgue según principios que, para ti, son espirituales.
Observa como la pureza se pierde en los corazones de los seres humanos, cada vez más distantes de Dios y entregados al mundo, y busca esa pureza en tu interior.
No es suficiente que compruebes las imperfecciones ajenas y las juzgues según principios que, para ti, son espirituales.
Observa como en las acciones de los hombres cada vez hay menos compasión, menos piedad, menos misericordia, y ve a buscar en la Fuente esas dádivas para el mundo.
No es suficiente observar como las almas tienen sed y juzgar sus motivos en base a principios que, para ti, son espirituales.
Hijo Mío, todo lo que te digo es para que te sumerjas en lo profundo de tu corazón y encuentres a Dios.
Tus ojos pueden ver todas las cosas y tu mente puede juzgarlas con un juicio que se disfraza y que se oculta en todo el conocimiento que adquiriste para sentirte una persona espiritual, pero el conocimiento no te hace espiritual.
El conocimiento es una puerta que se abre para que sepas por donde caminar; pero puedes conocer todas las filosofías, las religiones y las ciencias y, sin embargo, estar parado delante de esas puertas contemplando caminos por los que nunca te adentraste, porque la transformación es lo único que mueve tus pies.
Sustituye el juicio por el ímpetu de ser un ejemplo.
Sustituye el conocimiento por la experiencia que te trae sabiduría y no tengas miedo de intentar y ver que es difícil, y como en tus caídas y dificultades aparecen tus debilidades e imperfecciones.
Porque Yo te digo, hijo amado, que cuando tus ojos están listos, no solo para conocer el mundo, sino también y sobre todo a ti mismo, es que tus pies comenzarán a caminar, aunque te sientas parado.
La grandeza de la sabiduría es que ella se construye lejos de la mente y del entendimiento, en lo profundo del corazón, y cuando menos lo esperas, rendido a los Pies de Dios, en el auge de tus miserias, te descubres sabio, porque el amor que allí te rindió, te hizo sabio.
Por eso, hijo, observa el mundo y contémplalo, pero después encuéntralo dentro de ti y transfórmalo. Así, todo se cumplirá.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
A Dios no le importa que sus vidas sean imperfectas, sino que sus corazones siempre sean verdaderos; así permitirán que Él pueda obrar y actuar y, algún día, sin que ustedes perciban, hijos Míos, sus vidas se transformarán.
En este tiempo en el que todo se está purificando, refúgiense en el Corazón del Padre, en el Sagrado Templo de la oración interior, para que nada ni nadie los aparte del camino de Mi Hijo.
Si algunas almas en este momento están en prueba, que no se amedrenten, que sepan que por encima de toda realidad y situación está presente el Padre Celestial, paciente y muy bondadoso, que siempre los espera para que por intermedio de Su Divina e Infinita Misericordia todo se pueda curar.
Cuando las almas, en este tiempo, no pueden vivir el Plan divino, o adherirse a él, es porque no están acercándose a la Fuente de la Misericordia, lugar en donde toda duda desaparecerá y cualquier conflicto terminará.
A veces se debe dar el paso correcto en dirección a Dios y no a sus propios conceptos o sentires.
La Misericordia siempre los llevará al entendimiento y al perdón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aunque no lo consigas, camina descalzo hacia Mí, para que Yo te pueda recibir y moldear tu consciencia según como lo tengo pensado desde antes de que despertaras a Mí.
Por eso, en el esfuerzo de despojarte de todo tendrás el ímpetu para renovar de tiempo en tiempo tu vida y tornarla, cada día que pasa, más sagrada y bendita.
Llegar descalzo hacia Mí es un desafío grande, pero no inalcanzable, es el permiso interior que tú Me das para que Yo pueda hacer de tu vida el modelo que una vez había pensado.
Aunque tengas imperfecciones o aún defectos, no son impedimentos para que Yo pueda transformar tu vida. Lo único que necesito es tu más sincero amor, para que las Leyes que provienen de Mi Consciencia puedan actuar libremente en ti.
Por eso anímate y descalza tu ser de todo, aunque a veces no lo consigas.
Valen el intento y el esfuerzo de poder vivirlo y realizarlo.
Deja que Yo pueda tenerte entre Mis Manos como barro nuevo, para que este Alfarero y Artesano del Amor pueda realizar de ti algo desconocido y nunca visto.
Cree que Yo todo lo puedo, porque llegará la hora de que tú testimonies Mi Presencia ante el mundo cruel y así se cumpla Mi Palabra.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Los que ofenden y avergüenzan Mi Corazón por sus pecados, faltas u omisiones, no son los que están a Mi lado y persisten, son los que por diferentes razones se alejaron de la guía de Mi Mano y de Mi Voluntad para poder realizar la propia.
Eso Me hiere más que todos los pecados que las almas que están a Mi lado pueden generar.
En verdad, Mi Misericordia se expande hacia los más miserables e imperfectos; pero ella no se derrama sobre los traidores o los injustos, porque todo parte de una Ley que es inalterable y autónoma y, como toda rectitud y bien surgen de esa Ley, su Maestro y Señor se rige por ella y no puede alterarla.
La vergüenza que Mi Corazón siente es por los que una vez estuvieron Conmigo y ahora Me dan las espaldas, no creyendo en Mis Palabras y menos en Mis actos.
Y por más que su Maestro ya sabía el destino de esos ingratos, el Amor de Mi Corazón manso no dejó ni un momento de amarlos, a fin de que algún espacio de sus consciencias se movilizara para despertar y aprender a amar verdaderamente.
Pero ahora ellos están con caras de barro, a punto de caerse por su propio peso.
Les pido, compañeros, que aprendan pronto de todo esto, para que en la hora más culminante nada los sorprenda.
Si en verdad y de corazón se entregan a Mí, nada les sucederá.
Ni piensen en actuar o en hacer todo como los de cara de barro que salieron despedidos por sí mismos, que no consiguen un lugar, y ni siquiera logran retornar.
Hoy les hablo con claridad porque espero que esto no se repita en ninguno de ustedes.
Gracias al Padre, el nido de cobras ya fue expulsado a su propio abismo, ya que en verdad ellos, de manera soberbia, aman más estar allí y menos Conmigo.
¡Les agradezco por encarnar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
No temas enfrentarte a tu realidad interior. Agradece todos los días ser consciente de tus imperfecciones, pero no las retengas en ti con culpa, sino entrégaselas al Dios del Amor, para que por medio de las Manos de Su Amado Hijo, Él la transforme.
La realidad interior podría ser dolorosa, pero la determinación de transmutarla será el camino del alivio de la consciencia.
No temas enfrentarte a esa realidad interior. Decreta en ti el triunfo del Amor Redentor de Cristo, porque así no lucharás contra tus miserias cuando ellas emerjan y sabrás a cada instante entregárselas al Señor. Así tu cruz pesará menos y tus pies caminarán más decididos hacia el Propósito.
No te quedes en el pasado, en lo cometido o en la causa. Anímate, con humildad, a transformarlo todo con alegría, esperanza, motivación y valentía, sabiendo que en cada nueva prueba o en cada nuevo desafío se encuentra el motivo para tornar cada vez más libre a esta humanidad.
Así vencerás, porque reinará el Amor de Cristo por encima de toda imperfección.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando Mi Corazón llega al mundo, no es solo para traer a las almas el Don de la Paz. Yo vengo para enseñarles a vivir este Don, que Dios ya les entregó por medio de la Presencia de Sus Mensajeros Divinos.
Vengo, en humildad y en silencio, para que las almas comprendan que las grandes cosas solo se alcanzan cuando el corazón sabe ser pequeño. Los misterios más infinitos y ocultos se revelan como una comprensión superior al corazón que sabe ser humilde, aún sin reconocer esto en sí mismo. Porque Dios busca a los menores para revelarles Su Faz, busca a los más imperfectos, pero que se disponen a ser otros, todos los días, dejando que su duro barro sea moldeado en las Manos del Alfarero Celestial.
Aquellos que aman la apariencia de su propio barro y que cuidan de él como un tesoro, jamás podrán tornarse receptáculos de un tesoro verdadero, de un Legado Universal. Por eso, hijos, Yo continúo viniendo a su encuentro, porque aún les falta mucho para rendirse a Dios, mucho por entregar. Esta Obra aún no está completa, pero ella puede ser constante si ustedes se disponen, todos los días, a recomenzar y a ser diferentes. Ofrezcan al Padre, todos los días, una pequeña parte de su barro para que sea transformado y para que así, Él consiga, poco a poco, diseñar Su Obra por medio de ustedes.
Encuentren, hijos, el verdadero sentido de la vida en la transformación, para que finalmente puedan, un día, descubrir la verdad sobre sí mismos.
Hay un sentido para la existencia humana, hay una verdad que trasciende a las apariencias y hay una experiencia a ser vivida, que trasciende toda enseñanza y toda sabiduría escrita en los Libros Sagrados de este mundo.
Al contrario de lo que muchos piensan, para saber, ustedes deben ser y para ser, deben dejarse transformar. Yo estoy aquí para ayudarlos.
Vuestro Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando los corazones se unen para cumplir el Propósito Divino, las imperfecciones, las dificultades y los obstáculos se disuelven. Es en el misterio de la verdadera unidad donde las almas se equilibran las unas a las otras, para que todas alcancen la meta del Encuentro con Dios.
Hijos, cada corazón y cada consciencia tienen algo único para ofrecer al Plan, algo que no está vinculado a ninguna destreza material. Hablo de virtudes espirituales, energías tan desconocidas para la humanidad, que ni siquiera se encuentran entre los conceptos de sus diccionarios. No existe, expresado en palabras, esto que les digo; Pero aquellos que viven en el espíritu de la unidad podrán sentir cómo las almas se elevan en simplicidad a Dios y de una forma desconocida recorren el camino que las lleva al Creador.
Cada prueba que es colocada en sus vidas tiene un motivo espiritual para existir y aunque, en todos los niveles por debajo de Dios, todo parezca imprevisible, el Creador sí observa en silencio el cumplimiento de lo que Él escribió para la consciencia humana. El Pensamiento Divino es vivo y también lo es Su Plan. Por eso, no hay nada que sea un misterio para Dios.
Les digo esto para que comprendan que estos son tiempos de construir la unidad y de reconocer que las circunstancias para aproximarse a Dios nadie las construye en forma individual, sino que se construyen por medio del amor que cada uno tiene por Él.
La concreción del Plan Divino se encuentra en descubrir la unidad. Por eso es importante que sientan que sus miserias desaparecen cuando aquel que está a su lado las equilibra con sus virtudes y de esta forma, un alma lo hace con la otra hasta construir una unidad perfecta e inmaculada, capaz de recibir códigos nuevos.
Para reconstruir al mundo, cuando llegue la hora de hacerlo, no precisarán otra cosa que no sea la unidad y el amor. Experimenten esas instancias en las que viven la unidad y el amor no solo como algo inusitado o que viven sin premeditar. Reflexionen sobre los acontecimientos y perciban cómo el Creador los prepara siempre e inclusive en circunstancias aparentemente muy negativas. Pero cuando hay disposición y unidad, el Creador hace surgir de allí un aprendizaje único que les servirá en cada instante de sus vidas y mucho más en los días que vendrán.
Comprendan, de esta forma, la importancia de responder al Llamado Celestial y también la importancia de esforzarse día y noche para vivir la unidad, para dejar que lo mejor del otro los transforme y para aportar al prójimo siempre lo mejor.
Mediten en este aprendizaje y amen al espíritu de la unidad y que, más allá de las pequeñas circunstancias, él se expanda a diario en cada pequeño detalle.
Aquel que los ama y los acompaña siempre,
San José Castísimo
Hijo:
Multiplica los impulsos que recibes con la alegría del corazón y la disposición permanente a trascender lo viejo, para vivir lo nuevo.
Rememora cada instrucción recibida en los últimos días, en los últimos tiempos. Vuelve a sentir en tu interior aquella alegría que emanó de tu alma cuando estuvo ante la posibilidad de vivir en plenitud los Planes del Altísimo.
Que no te consuma la rutina diaria ni te consuman tus dificultades. La consciencia humana está mucho más dispuesta para abrazar las limitaciones que a su verdadero potencial, porque fue educada para que nunca descubra la realidad sobre sí misma y para restringir siempre la grandeza de la semejanza con Dios a la pequeñez de un cuerpo humano transitorio.
Transforma, entonces, esos viejos patrones de consciencia y aférrate a lo más perfecto y maravilloso que hay dentro de ti. Reconoce, sí, las dificultades, pero sabe que más allá de ellas está tu posibilidad de trascenderlas, no por ti mismo, sino porque escondido dentro de ti se encuentra Aquel que puede todas las cosas, las imposibles e impensables. Él es tu posibilidad de trascendencia. Estar en Él es descubrirlo dentro de ti y reconocer que tú eres parte viva del Creador, así como lo es toda la vida manifestada.
Concéntrate, hijo, en no perder la alegría y la esperanza, para que esos dos dones divinos te impulsen siempre a lo nuevo y para que encuentres en ellos la fuente eterna de la vida en sacrificio, en entrega, en renuncia y en trascendencia; atributos tan temidos por aquellos que aún no descubrieron que la plenitud se encuentra en servir a Dios con alegría y perderse de sí mismos para encontrar, en su lugar, al Creador de los universos.
Piensa en lo que te digo, hijo, y más que eso, tómalo como una posibilidad para ti. Tus dificultades no desaparecerán ni tampoco las imperfecciones dejarán de herir a tu alma. Lo que ocurrirá es que ese peso te será más leve, porque lo más importante para ti no estará en los defectos, sino en la grandeza de Dios, en Su posibilidad de transformar todo lodo, toda impureza, y tornar sagrado y perfecto aquello que antes era un simple barro en Sus Manos.
Confíate al Señor y ten en Su perfección tu mayor esperanza. Esfuérzate por estar en Sus Manos todos los días y encuentra tu eterna alegría en los dones que alejan al mal y te aproximan a Dios: sacrificio, renuncia, entrega y trascendencia.
Aquel que te llama a servir con alegría y a no perder de vista la perfección de Dios en el corazón,
San José Castísimo
¡Oh alma humana que está en el último tiempo de su imperfección, renuncia a lo que te ata al viejo mundo y lánzate al infinito de una nueva vida! Lucha con firmeza tu última batalla de este ciclo de oscuridad, batalla que te hará ascender a realidades sublimes y que, a pesar de ser larga y dolorosa, sus méritos no tendrán fin.
¡Oh alma que es tan desconocida para si misma, sumérgete en tu mundo interior y retira los velos que cubren tus ojos humanos, para que descubras el infinito de tu propia consciencia!
Alma de Dios ya tan cansada por los ciclos de ilusión vividos en esta Tierra, ya terminan la ceguera y la indiferencia, para que reposes contemplando el despuntar del sol de un nuevo día, de una nueva era.
¡Alma de Dios, que eres tan pequeña e infinita al mismo tiempo! Tu grandeza fue escondida por la ignorancia de la mente humana, y tu pequeñez se encuentra en la humildad, que has de develar. En ti, humildad y grandeza deben encontrarse, porque solo reconociéndote una pequeña nada es que descubrirás tu semejanza con Dios que contiene en Sí todas las cosas.
Ábrete de corazón al Verbo Creador y habla por medio de la oración y ya no con limitados conceptos e ideas humanas.
Contempla, delante de ti, el ejemplo grandioso de la Sagrada Familia y vence el prejuicio milenario de ser puro y simple como esos tres Sagrados Corazones. El mayor de los misterios se devela en la simplicidad.
Ya no busques tanto las grandes ciencias, pues la mayor de todas las ciencias es descubrirse semejante a Dios: en Él se encuentra la Omnisciencia.
Mientras el mundo afianza la materia en los viejos patrones de la Tierra, elévate, alma pequeña. Hazte leve como el viento y retorna al Padre. Carga contigo, en el silencio de tu ejemplo, a toda la humanidad y, llegando al Cielo, abre las puertas al nuevo tiempo, al tiempo que siempre fue, que es, pero que tu mundo nunca conoció.
Ve en busca de lo nuevo, de lo eterno, de lo infinito.
Aquel que te muestra el camino hacia la nueva era,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más