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Mis amados:
Hoy Mis pies pisan las altas montañas de los Andes. Pero más allá de las distancias, Yo estoy cerca de ustedes, Mis queridos jóvenes de la Paz.
Hoy el Universo reconoce los esfuerzos verdaderos de haber construido, por amor y servicio, esta nueva edición del Festival de la Juventud por la Paz.
Es así, que Dios se sirve de los impulsos que nacen del interior de las almas jóvenes para poder materializar Su Obra de Amor y de Misericordia.
Ahora y más que nunca, Uruguay necesitaba con extrema urgencia una edición del Festival de la Juventud por la Paz, ya que los corazones jóvenes que aquí se encuentran, tienen el compromiso de establecer la Presencia de Dios en la consciencia de este país. Pero no de un Dios institucionalizado, sino de un Dios que vive con todo Su Poder y Su Reino en el interior de cada ser.
El Festival de la Juventud por la Paz llegó a Montevideo, que es el corazón de equivocadas decisiones, para poder dar una chance a la consciencia de los uruguayos que, a pesar de su sueño artificial y de la ilusión inculcada, deberá reconocer algún día que se apartó completamente de la Verdad única y que el país, siendo regido por unos pocos idealistas, camina hacia el carácter de no rescatable.
Por eso, como Madre del Uruguay y Señora de los Treinta y Tres, regreso una vez más al pueblo uruguayo para que escuche la voz de la Sierva fiel, de la Madre de una iglesia uruguaya corrompida por el poder y la indiferencia ante todo lo que el pueblo practica y vive libremente, alejándose de los principios de la dignidad y de la fraternidad humana.
El Festival de la Juventud por la Paz llegó a Montevideo para hacer eco interior a través de la voz de los jóvenes, que son los que deberán vivir y asumir, en el cercano futuro, lo que unos pocos deciden sobre la vida de una nación como Uruguay, la que fue llamada a ser la cuna para el Retorno de Cristo.
Pero Uruguay, como sociedad, desmiente a la Iglesia de Mi Hijo, porque el pueblo uruguayo que antes tenía una devoción cálida y que después se volvió una devoción fría por Dios, perdió la confianza en los que dirigen la institución de Pedro.
Aquí existen muchos responsables de que la fe de los uruguayos esté empobrecida y totalmente apartada de la Verdad. Más aun, de que esa fe esté volcada hacia las sustancias y hacia las plantas que promueven una ficticia libertad espiritual.
¿Comprenden, hijos, la importancia de que sea la juventud la que promueva pacíficamente el cambio?
En pleno siglo XXI, Uruguay cree absolutamente que a través de las prácticas que impuso, alcanzó una forma de evolución.
Todo lo que hoy vive el país como libertad, concedida por las leyes de los hombres, es el resultado de una precariedad en la esencia del sentido y del discernimiento.
Uruguay, a través del Festival, tiene la Gracia de percibir que no solo se alejó de la realidad, sino que también se distanció del amor, porque el Amor verdadero nunca permitirá que pierdan el sentido de lo que es sano y bueno.
¡Uruguay, Uruguay!, despierta del sueño en el cual ingresaste.
¡Uruguay!, no te olvides que tu compromiso está sellado por la Luz de la Nueva Aurora.
¡Uruguay!, reacciona y haz algo por tu pueblo y por tu tierra antes de que sea demasiado tarde.
Uruguay, soy tu Madre y vengo para ayudarte.
Agradezco a la juventud por todos los esfuerzos ofrecidos.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La cura de la humanidad se dará a través de la renovación que la juventud puede traer mediante la fuerza de la oración, la expresión de un arte evolutivo y el sentimiento de la música elevada.
Las bases del nuevo ciclo del planeta se encuentran en la unión de cada joven con los diferentes Atributos de Dios y en su capacidad de expresarlos para generar en la humanidad la trascendencia del sufrimiento y del dolor.
La juventud tiene una misión fundamental, ya que a través del impulso de su despertar espiritual podrá renovar el despertar de los servidores y de todos los colaboradores del Plan.
El despertar espiritual del joven de estos tiempos está unido a todo lo que representa, dentro de sí mismo, la comunión con la esencia de la vida universal.
Por medio del Festival de la Juventud por la Paz se construye espiritualmente una base para que, a través de la juventud, la Jerarquía Espiritual pueda impulsar la renovación de la consciencia humana, a fin de desprenderse de los errores y alcanzar la cura tan esperada.
En la juventud de hoy deberá despertar esa necesidad interior de religarse con el Plan de la Jerarquía, sabiendo que cada actividad ofrecida a través de la música, del arte y de la oración universal crea las condiciones necesarias para que la humanidad y el planeta se puedan liberar del sufrimiento.
Para esta edición del Festival de la Juventud por la Paz en la ciudad de San Pablo y delante del destino que todos los jóvenes de Brasil tienen que construir, a pesar de las oscilaciones de las naciones, el atributo es el amor, el que siempre deberá actuar primero a fin de que la adversidad y la dualidad sean derrotadas por el amor que puede expresar cada joven en este ciclo.
Esa es la razón por la cual el Festival de la Juventud por la Paz llega a San Pablo, en una nueva edición, ofreciendo en cada detalle la misión de dejar que el amor actúe primero.
Desde el Universo Espiritual envío un impulso de amor y de luz para cada corazón joven, sabiendo que en cada uno deberá despertar ese espíritu de servicio y de amor incalculable hacia los sagrados Reinos de la Naturaleza.
En comunión con la vida universal, una vez más, queridos jóvenes de la paz, ¡Yo les agradezco por construir ese espíritu de renovación!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Madre del Mundo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más