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Hoy, hijos, vengo a este lugar, en un día tan importante para Mí, para traer las Gracias y las bendiciones que puedo verter sobre el mundo, por medio de las oraciones de Mis hijos, para que esta nación se redima y este pueblo se libere de las cadenas del error y del pecado.
Hoy vengo a secar Mis lágrimas con el Sol que se enciende en Fátima por las oraciones victoriosas de todos los orantes que se unen a Mi Inmaculado Corazón. Vengo a expandir Mi Reino de Paz entre las naciones para que los hombres ya no estén bajo el yugo de la oscuridad, sino bajo la Luz de Mi Amor.
Vengo hasta aquí, en este día, no solo para derramar lágrimas, sino sobre todo, hijos Míos, para entregarles una advertencia y una oportunidad de redención.
Arrepiéntanse de sus pecados y clamen por Misericordia. Retornen, en oración, al Corazón de Dios mientras haya tiempo. Pidan perdón al Padre por todo lo que fue vivido hasta ahora y decídanse a renovar sus caminos y sus almas.
Como su Madre Celeste, vengo a este lugar con Mi Cetro de Luz y con la potencia de Mis Espejos Celestiales, Universales y Divinos para liberar y curar todo lo que Me permitan con la sinceridad de sus oraciones.
El milagro que vengo a realizar en este día es espiritual, un milagro de redención y de reconciliación con Dios para que reconozcan en Mi presencia, la presencia divina y, ante el Padre, clamen por el despertar.
Oren Conmigo para retirar de la esencia de los mares el sufrimiento y el dolor de las almas que allí se perdieron y que lloran, constantemente, por no conocer la paz. Oren Conmigo para encender aquí una Luz Divina, para abrir el camino hacia el Cetro de la Voluntad de Dios, liberando la potestad del mal y del engaño para que así, hijos, no pierdan la oportunidad de conocer el amor y el perdón.
Vengo no solo a evidenciar sus faltas, sino a mostrar el camino para redimirlas. Escuchen a Mi Inmaculado Corazón y clamen Conmigo. Si tan solo abren sus corazones y se arrepienten sinceramente, Yo podré interceder, por ustedes y por todas las almas, ante Cristo para que vuelvan a conocer la paz.
Aspiren, en este día, a recobrar la pureza que se corrompió en sus corazones y a fortalecer la fe y la unidad con Dios.
Su Madre Celestial viene a su encuentro por Voluntad Divina y no por voluntad humana. Pedí estar aquí, en este día, para traer los potentes rayos de redención que hoy emanan de Fátima para ser vertidos sobre esta nación y así, las raíces de la oscuridad puedan ser arrancadas de sus vidas.
Por eso, hoy acompáñenme con amor y no busquen entender las cosas de Dios, sino ábranse para que Su Sabiduría les dé a conocer Su Verdad y para que el sentimiento puro de Mi Amor Celestial sea suficiente, a fin de que sus corazones sepan que Yo estoy aquí.
Hoy escucho sus oraciones y acojo sus corazones. Sé cuánto padecen y cómo sus almas aspiran a encontrar a Dios. Por eso oren, oren Conmigo y encontrarán la paz y la liberación para estar en Mi Reino.
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de las Lágrimas de Siracusa
Soy la Señora de las Lágrimas de Siracusa. Vengo en este día para decirles, hijos Míos, que Mi llanto por este pueblo de Sicilia nadie lo ha calmado y que espero todavía el gran momento de la conversión de los pecadores que se encuentran en esta isla.
Es así que hoy Me presento a ustedes como la Señora de las Lágrimas, porque a través de Mis lágrimas dejo en este lugar el mensaje de que este pueblo del sur de Italia aún no acepta la redención y de que, por medio de las apariencias, creen que todo está bien y que lo seguirá estando.
Yo llamo a Mis hijos de Sicilia para que se arrepientan de corazón, para que pidan perdón al Padre Celestial, porque así Él les concederá Su Misericordia y no Su divina y poderosa Justicia.
Así, Mis hijos, el pueblo de Sicilia, con la oración de todos, alcanzará una gracia extraordinaria y esa gracia repercutirá también en los miembros de la Iglesia de Mi Hijo.
Vengo hasta Sicilia para que el pueblo del sur de Italia no olvide que la Señora de las Lágrimas lloró y que aún está llorando porque Sus hijos más necesitados de amor no la quieren escuchar.
Vengo para retirarlos del poder que creen tener en sus manos.
Vengo para ofrecerles Mi Corazón maternal como un camino para su conversión final.
Pero también vengo al sur de Italia, como la Señora de las Lágrimas, por una de las crisis más graves de este siglo XXI, que es la migración de Mis hijos de África y de Medio Oriente hacia Europa, a través del mar Mediterráneo.
Es así, hijos Míos, que la Señora de las Lágrimas también llora por la gran indiferencia de todos los europeos, ante la falta de acogimiento y de amor para con los refugiados.
Este es el tiempo y es la oportunidad de que no solo Italia, sino también toda Europa, tengan la gracia de poder revertir sus deudas a través del servicio a los refugiados.
Yo, como Madre de todos, los llamo a la fraternidad y a salir de sí mismos para que el que más sufre y escapa de los conflictos y de las guerras ocupe el primer lugar en sus vidas. Así, aprenderán a conocer la Misericordia Divina.
Italia siempre fue una tierra muy bendecida por los santos y por los milagros eucarísticos, porque es la nación que más necesita de Piedad y de Misericordia en el fin de estos tiempos.
Todos los orantes, en este momento, pueden ser importantes intermediarios ante la Justicia Divina para que, unidos a su Madre Celeste, colaboren a fin de que todas las importantes etapas de la Peregrinación se cumplan conforme Dios lo desea y lo siente.
Sigamos, hijos Míos, permitiendo que la insondable Misericordia descienda en las naciones de la Tierra.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más