Jueves, 7 de abril de 2016

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA CIUDAD DE FLORIANÓPOLIS, SANTA CATARINA, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Quisiera decirles, en este día, que los acontecimientos planetarios ya están exigiendo de muchos servidores una fortaleza interior y un espíritu decidido a persistir en la paz y en la mansedumbre, independientemente de lo que ocurra a su alrededor. Muchos ya son llamados a trascender lo que piensan y lo que sienten para sustentarse no solo a sí mismos, sino también a otros que no conocen la oración ni viven la paz.

Es por eso que, en este día, con la intercesión que Me fue concedida después del llamado interior de Mis amados hijos de Venezuela, les pido un mayor espíritu de unidad y de fraternidad, y que desde ya se reconozcan como un solo cuerpo de luz, un único ejército que busca el establecimiento de la paz.

Aquellos que aún no están viviendo las purificaciones planetarias tan directamente puedan, de forma consciente, en sus oraciones, sustentar el mundo interno de quienes están viviendo en la piel la actuación de las leyes del caos.

Les pido que oren por el establecimiento de la paz en el interior de los servidores; porque si esos hermanos de Venezuela, que hoy necesitan de su apoyo y unidad, persistieran y alcanzaran la paz, ellos podrán ayudarlos con su experiencia, cuando el caos golpee también a la puerta del mundo interno de ustedes.

Es por ese motivo, hijos, que los llamo a que de verdad se sientan parte de la purificación de Venezuela y, aunque materialmente no puedan interferir en lo que ellos viven allí, por intermedio del clamor de sus hermanos venezolanos la paz puede volver a reinar en los corazones de los seres, y la desesperación no los debilitará, sino que los fortalecerá para ayudar a otros en el futuro.

Que la fraternidad sea una virtud viva en el corazón de todos los orantes.

Únanse a los Corazones de los Mensajeros Divinos para que podamos nutrir, con paz y esperanza, a Nuestros hijos que no la conocen y que, día a día, padecen por la purificación planetaria que, poco a poco, ingresa en el continente americano.

Oren, Mis amados, oren mucho y despierten nuevos corazones para el camino de la oración.

La unidad los hará fuertes, la unidad manifestará el Poder de Dios, porque serán dignos de vivirlo.

Su padre y compañero, el que se dispone a sustentar, en el corazón, a los más necesitados en estos tiempos,

San José Castísimo