Domingo, 12 de abril de 2015

Mensajes diarios
MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como vuestra Madre de la Misericordia, hoy acompaño este día de gran celebración y de expiación de todas las faltas que oprimen y condicionan la vida espiritual de las almas del mundo.

Por eso, hijos, peregrinando por Ruanda, ustedes Me acompañan por un camino lleno de dolor y de incomprensión interior.

Vuestras manos fueron llamadas para servir en la tierra de la indignación y del sufrimiento ocasionado por los planes de Mi adversario, quien llevó a miles de almas a tomar una actitud de destrucción y de masacre.

Pero Mi Gracia, que es bendita y misericordiosa, les muestra un camino diferente, una oportunidad de poder llevar a las almas perdidas y a sus familias por el sendero del perdón y de la paz.

Vuestros pies pisan la tierra de la desesperación, la que quedó grabada en la esencia de los corazones inocentes y de todos aquellos que no se pudieron salvar y que serán retirados del mar eterno del dolor por Mis manos de piedad y de misericordia.

Esa nación, marcada por la injusticia y por la falta de amor, ya despunta en el horizonte a través de la devoción y de la fe que todas las almas buenas proclaman a nuestra Señora de Kibeho.

Vuestra Madre Celeste realizó prodigios y dictó advertencias para todos en aquel tiempo. Mi adversario se encargó de distraerlos y de que las almas no colocaran la atención en Mis mensajes.

Y así vean ahora, hijos, el resultado de todo lo que sucedió.

Por eso, los misioneros de la paz son enviados por Mi Inmaculado Corazón para extraer el registro del dolor y de la masacre a través del amor, de la esperanza y, principalmente, como sacrificio y entrega, para ofrecer al Padre Celestial la abnegación y el esfuerzo, el trabajo y el servicio como una oportunidad de recibir la Gracia, el Perdón y la Absolución de todos los errores cometidos.

Miles de almas padecieron el resultado de la incomprensión y de la división entre las culturas a pesar de que la Madre del Divino Verbo profetizó la importancia de no dividirse y de buscar la Fuente de la Paz a través del Santo Rosario.

Al igual que toda la humanidad, primero buscaron la comprobación de lo que la Madre del Verbo dijo en aquel tiempo, para después arrepentirse y actuar en la fe. Pero eso no sucedió. La propia acción impulsiva y desmedida llevó a una nación entera a la autodestrucción en todos los planos de consciencia.

Ustedes, misioneros Míos, hoy visitan Ruanda para conocer las consecuencias de una humanidad ciega y sorda; pero también llegan a Ruanda, como tantos servidores Míos en el mundo, para solventar y equilibrar un proceso secular que aún no ha tenido fin.

Por eso, abran vuestros ojos y trabajen en la fe para que Ruanda reciba el don de la cura definitiva y muchas almas sean dignas, en este día, de recibir la Misericordia de Mi Hijo.

Recuerden que a través de vuestros ejercicios de caridad estarán abriendo la Fuente de la Misericordia.

Les agradezco por responder a Mi llamado.

Los hace conocer una realidad desconocida por muchos.

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz