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Como vuestra Madre de la Misericordia, hoy acompaño este día de gran celebración y de expiación de todas las faltas que oprimen y condicionan la vida espiritual de las almas del mundo.
Por eso, hijos, peregrinando por Ruanda, ustedes Me acompañan por un camino lleno de dolor y de incomprensión interior.
Vuestras manos fueron llamadas para servir en la tierra de la indignación y del sufrimiento ocasionado por los planes de Mi adversario, quien llevó a miles de almas a tomar una actitud de destrucción y de masacre.
Pero Mi Gracia, que es bendita y misericordiosa, les muestra un camino diferente, una oportunidad de poder llevar a las almas perdidas y a sus familias por el sendero del perdón y de la paz.
Vuestros pies pisan la tierra de la desesperación, la que quedó grabada en la esencia de los corazones inocentes y de todos aquellos que no se pudieron salvar y que serán retirados del mar eterno del dolor por Mis manos de piedad y de misericordia.
Esa nación, marcada por la injusticia y por la falta de amor, ya despunta en el horizonte a través de la devoción y de la fe que todas las almas buenas proclaman a nuestra Señora de Kibeho.
Vuestra Madre Celeste realizó prodigios y dictó advertencias para todos en aquel tiempo. Mi adversario se encargó de distraerlos y de que las almas no colocaran la atención en Mis mensajes.
Y así vean ahora, hijos, el resultado de todo lo que sucedió.
Por eso, los misioneros de la paz son enviados por Mi Inmaculado Corazón para extraer el registro del dolor y de la masacre a través del amor, de la esperanza y, principalmente, como sacrificio y entrega, para ofrecer al Padre Celestial la abnegación y el esfuerzo, el trabajo y el servicio como una oportunidad de recibir la Gracia, el Perdón y la Absolución de todos los errores cometidos.
Miles de almas padecieron el resultado de la incomprensión y de la división entre las culturas a pesar de que la Madre del Divino Verbo profetizó la importancia de no dividirse y de buscar la Fuente de la Paz a través del Santo Rosario.
Al igual que toda la humanidad, primero buscaron la comprobación de lo que la Madre del Verbo dijo en aquel tiempo, para después arrepentirse y actuar en la fe. Pero eso no sucedió. La propia acción impulsiva y desmedida llevó a una nación entera a la autodestrucción en todos los planos de consciencia.
Ustedes, misioneros Míos, hoy visitan Ruanda para conocer las consecuencias de una humanidad ciega y sorda; pero también llegan a Ruanda, como tantos servidores Míos en el mundo, para solventar y equilibrar un proceso secular que aún no ha tenido fin.
Por eso, abran vuestros ojos y trabajen en la fe para que Ruanda reciba el don de la cura definitiva y muchas almas sean dignas, en este día, de recibir la Misericordia de Mi Hijo.
Recuerden que a través de vuestros ejercicios de caridad estarán abriendo la Fuente de la Misericordia.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los hace conocer una realidad desconocida por muchos.
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más