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“Sus ángeles de la guarda están disponibles para servirlos. ¿Quién los escuchará? ¿Quién percibirá su invisible presencia?”.
Dentro de la Jerarquía Angélica, los ángeles de la guarda son las consciencias más cercanas a los seres humanos.
El Padre Eterno ha confiado cada una de nuestras almas a un ángel guardián. Este compañero celestial responde a un nombre o vibración específica y nos ha acompañado desde el origen. Su misión es guiar y proteger nuestra trayectoria evolutiva, alejándonos del mal e inspirándonos a vivir bajo la luz de la Ley Divina.
La Virgen María, Reina de los Ángeles, dijo que los ángeles de la guarda preservan la historia de nuestra existencia y conocen profundamente nuestra realidad interior y espiritual: lo que fuimos, lo que somos ahora y lo que algún día seremos.
Según Nuestra Señora, ellos también serán testigos, en el Juicio Final, de nuestras vidas y de todo lo que hicimos hasta nuestros últimos momentos.
Enseguida, llamarán a sus ángeles de la guarda, por más que no sepan su nombre. Si fuera una gracia necesaria, sabrán cómo se llama su ángel de la guarda y así lo invocarán para que esté cerca de ustedes, …en servicio incondicional y silencioso, a fin de proteger a sus esencias de los asedios de Mi enemigo.
Comunicación con los ángeles de la guarda
Podemos y debemos esforzarnos por desarrollar una comunicación orante, intuitiva y consciente con nuestros ángeles de la guarda. La Madre Divina enfatiza que ellos siempre están a nuestro lado y esperan ser recibidos en nuestras vidas.
Sean uno con sus ángeles de la guarda. Sean una sola consciencia, una sola mente y un solo corazón en los tiempos que llegan.
Nuestra Señora nos aconsejó que cada día, al menos por unos momentos, nos olvidemos de las cosas materiales y de las preocupaciones para escuchar a nuestros ángeles de la guarda. La Santísima Virgen dijo que ellos intentan, todo el tiempo, indicarnos el camino a seguir.
Cuando oren, oren con ellos, escúchenlos. Si se sienten perdidos, déjense guiar por sus ángeles de la guarda, ellos son parte de la Creación Divina y traen en su corazón celestial el Propósito de Dios para cada uno de ustedes, y, todo el tiempo, intentan revelarles ese Propósito para que lo vivan plenamente.
La Madre Celestial siempre reitera que la oración es la herramienta más adecuada para permanecer cerca de nuestros ángeles guardianes.
Pequeños hijos, no pueden pasar ni un día sin vivir la oración del corazón, porque así vuestras vidas abrirán los corazones para que se aproximen los ángeles custodios que son enviados, bajo la Luz de Mi Inmaculado Corazón, para guiar a todos Mis pequeñísimos hijos.
Además de guiarnos y protegernos, los ángeles de la guarda recogen nuestras oraciones y las elevan a las esferas superiores, ayudando a aliviar las almas y los Reinos de la Naturaleza en las operaciones espirituales de rescate planetario.
Recuerden a sus Ángeles de la guarda, ellos están sedientos de sus ofertas al Corazón de Dios, de sus ofertas por la humanidad y por el planeta, para que el Amor, la Paz y la Luz no desaparezcan de la superficie de la Tierra.
¿Por qué algunos ángeles de la guarda no están pudiendo cumplir su misión?
Cristo Jesús dijo que, por el mal uso del libre albedrío, muchas veces nos distanciamos de nuestros ángeles guardianes, impidiéndoles interceder por nosotros. El Maestro afirmó que, en estos tiempos convulsos, los ángeles de la guarda de millones de almas no están recibiendo la respuesta que necesitan para poder presentársela a Dios.
Los ángeles de la guarda protegen a las almas, en cada momento, sobre todo cuando se disponen a vivir la Voluntad que Dios determinó…
Nuestra Señora dijo que muchos ángeles guardianes, especialmente en las grandes ciudades, están siendo sometidos a la vida que llevan los seres humanos. De esta manera, quedan “atados” y no pueden cumplir su misión.
Cuando esto sucede, la Madre Celeste viene en auxilio de estos ángeles. Ella los libera y los lleva al Cielo, para que puedan renovar su propósito y volver a servir a las almas que les han sido confiadas.
Por eso, los Mensajeros Divinos refuerzan el pedido de que invoquemos todos los días a nuestros ángeles guardianes en oración. De esta manera, abriremos las puertas a estos fieles amigos para salvaguardar nuestros caminos y ayudarnos en los procesos más difíciles de la vida.
Ahora que han reactivado en ustedes su compromiso interior Conmigo, recuerden la existencia de sus ángeles de la guarda, que también sufren por la perversión de los seres humanos. Llámenlos, día a día, con la oración del corazón. Pídanles que los acompañen en los momentos de trabajo y de familia.
Acceda: Oraciones a los Ángeles
El proceso de intercesión por las almas
La Madre Divina reveló, en Su Mensaje del 25 de noviembre de 2019, cómo se produce el proceso espiritual de intercesión que Ella, con la ayuda de los ángeles, realiza por las almas y por las causas imposibles.
La Reina de los Ángeles lo explica así:
En las altas Esferas Celestiales, muy cercanas a la Fuente Única, existe un estado de Consciencia Divina donde las diferentes Jerarquías Angélicas acompañan a la Madre Celeste en esta tarea.
En esta dimensión, los ángeles de la guarda pueden presentar al Padre Eterno los méritos alcanzados por las almas buenas. Pero también pueden presentar, en silencio, todo lo que no han alcanzado las almas que están perdidas y que aún no han despertado a la Luz de Dios.
Ante este escenario, la Virgen María apela al Padre Eterno por una Gracia inmerecida por alguna situación o causa que esté fuera de la Ley. En este momento, el Padre Celestial concede a nuestra Reina, Madre y Abogada explicar los motivos de Su petición e intención.
Así, el Universo Celestial acepta de la Madre Divina la intención que fue manifestada, y se entrega un estado de Gracia inmerecida, por acción de la Misericordia Divina.
En este momento, los ángeles reciben del Padre Eterno la orden de liberar una consciencia o situación del estado de vibración inferior en el que se encuentra y, así, a través de los méritos alcanzados por el Sagrado Corazón de Jesús y el Inmaculado Corazón de María, el alma o la situación recibe la ayuda espiritual que necesita con urgencia.
Este estado de Gracia Divina permanece latente en la esencia del alma que clamó ayuda, y así se establece la acción de la Ley de Misericordia, Perdón y Redención. El favor celestial recibido seguirá actuando sobre la consciencia mientras esta lo valore y lo reconozca dentro de sí, a través de una vida correcta y alineada con el Evangelio de Cristo.
Mientras tanto, en el Universo Celestial, Nuestra Señora recoge todas las oraciones, ofrendas e intenciones que son elevadas por los ángeles al Cielo y, reuniendo estas peticiones, las coloca a los Pies del Creador.
En ese momento, el Espíritu Santo, Tercera Persona de la Santísima Trinidad, intercede para que el alma por la que se interviene o la causa por la que se apela reciba una unción espiritual.
Así, en esta bendición que se otorga, el alma o situación es impulsada por la renovación y el perdón, y se produce el Sacramento de la Reconciliación entre el alma y el Universo Divino.
(…)
Este artículo continuará con la Parte 3:
La Jerarquía Angélica: los Ángeles del Señor y el Retorno de Cristo
Fuentes bibliográficas:
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más