Martes, 26 de junio de 2012

Apariciones extraordinarias
Aparición de la Virgen María el 26 de junio de 2012, en la Colina de las Apariciones, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Aproximadamente unas mil personas se reunieron en lo alto de la Colina de las Apariciones a las 16.30 para esperar, en oración, a la Madre Divina.

Como en los últimos días, se leyó el mensaje diario dando inicio al momento de oración. Transcurrida, más o menos, una hora y media de oración, la energía de la Madre Divina se percibe con mayor intensidad.

Fray Elías se coloca de pie y se dirige hasta un pequeño árbol, a pocos metros del campanario.

Se escuchan treinta y tres campanadas durante el cántico de recibimiento a la Madre y luego se pide silencio y se escuchan catorce campanadas más.

Fray Elías contempla el lugar donde ha aparecido la Madre Divina y transmite a Madre Shimani lo que Nuestra Señora está pidiendo.

Ella quiere estar sobre los presente y pide que todos entonen “Ave, Ave María” mientras el grupo se traslada al lugar donde la Madre Divina ha elegido para dar Su mensaje.

Al llegar al lugar Fray Elías comenzó a transmitir las palabras de la Madre.

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

Como Señora de Guadalupe hoy les doy Mi Paz.

Queridos hijos, hoy quiero llevarlos al Reino del Señor. Mi Corona de estrellas está sobre cada una de sus pequeñas cabezas, lo que significa, queridos hijos, que están siendo aliviados de muchas faltas y de mucho dolor.

Hoy vengo aquí como la Señora de Guadalupe, para que reconozcan que Soy la Madre y Reina de los pueblos y de las naciones, y que todos Mis hijos están dentro del mismo Reino, el fue prometido por Mi Hijo.

Queridos hijos, entren hoy en Mis Rayos de Misericordia; necesito saciar la sed de muchos corazones antes de que Mi Hijo retorne. Como Madre de las naciones indígenas, les pido que oren por ellas. Sepan, queridos hijos, que todos ellos y todos ustedes tienen el mismo corazón delante de Dios. 
Para que el mundo pueda alcanzar la Paz, necesito que oren, que oren por ellos. La humanidad les debe mucho y ustedes pueden orar por ellos. De esa forma, hijos Míos, Mi Corazón Inmaculado reparará todas las faltas cometidas. Si se unen a Mí, podremos construir un nuevo camino de Paz, Paz que viene del Reino de Dios y que muy pocos conocen.

Vengo aquí, queridos hijos, para hacerles saber qué es lo que necesita Dios. Deben reparar todas las causas mediante la oración; de esa forma, hijos, estarán Conmigo compartiendo esta misión.

Como Rosa Mística, hoy también les digo: contemplen la Luz de Mi Hijo. El primer paso, queridos hijos, es entrar en el silencio para poder percibirlo. Yo los llevaré de las manos al encuentro con Mi Hijo, para que puedan adorarlo y amarlo. Él también necesita de ustedes y de todas sus oraciones, para que Su Misericordia se pueda expandir más por este mundo, y así, esa Misericordia pueda alcanzar a todas las naciones, a todos los pueblos y a todas las razas.

Hoy quiero que contemplen todos estos pedidos con devoción, porque son necesarios.

 

Fray Elías: A pedido de la Señora, y por todas estas intenciones, vamos a orar “Inmaculada Señora de la Paz”.

 

Algunas veces, se hace la oración indicada.

Seguidamente se le pide a Fray Artur traduzca una parte del mensaje.

 

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Queridos hijos, antes de partir quiero decirles algo: quiero agradecerles por la respuesta que han concedido a Mi Corazón.

El Señor, también hoy me ha concedido una Gracia para ustedes. ¿Quieren saberlo?

 

Todos responden “Sí”.

 

¿Aceptan Mi venida para el día 30 de este mes?

 

Todos responden “Sí”.

 

Ustedes Me hacen sonreír... como lo hacía el Niño Jesús.

Entonces, los espero ese día a la hora 17.00 en una de Mis casas, en el Corazón Sagrado, para que sepan que siempre deben volver al corazón. Ese es el primer camino para encontrar la Paz. Allí se guarda la Esencia que Mi Hijo les dejó hace mucho tiempo, lo que Mi Corazón denomina de “Llama de Amor”, la cual deben comenzar a unir entre sus corazones para este final de tiempo.

Hoy también les dejo algo especial para sus corazones. Como Señora de Guadalupe traigo entre Mis brazos el Manto de Cristo, para que todos ustedes y todos Mis demás hijos, puedan abrigarse en Mi Maternidad. Así, hijos Míos, llegarán al Reino de Cristo.

Hoy el Universo, el Cosmos, está delante de sus ojos. Allí está Dios, está el Creador, eleven sus brazos para poder recibirlo.

 

Muchas personas levantan sus brazos y las velas encendidas que sostienen en sus manos, es una escena muy linda de contemplar.

 

La Luz que siempre debe prevalecer en sus vidas es la Luz del corazón.

Quiero, también hoy, hacer una bendición especial a los presentes mediante una pequeña oración que nace desde Mi Corazón.

Para despedirme, hijos Míos, les digo:
 

Padre del Universo
que has creado a tus hijos a Tu semejanza,
que despertaste en ellos la esencia verdadera de la Pureza
y que prometiste desde los inicios la Eternidad.

Padre del Universo,
ten Misericordia por todos Mis hijos,
confía en que Yo los rescataré y los elevaré hasta Ti,
para que juntos alabemos eternamente Tu Nombre.

Por la Misión de Paz
que haz confiado a la Madre Universal,
derramo hoy Mis Gracias sobre toda la humanidad.

Amén.

En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén

 

Se hace un profundo silencio por algunos minutos.
 


Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

No me fui... Estoy en sus corazones contemplándolos. Es así como Dios actúa para con todos Mis hijos, en el silencio interior.

Contemplemos, queridos hijos, la Creación, para que sea aliviada de tantas ofensas que recibe. Sientan esa Creación, la Creación de Dios en el corazón y ella siempre retornen, sepan que Mi Corazón Inmaculado los ayudará.

Les agradezco.

                                                                                                                                                                                     * Fin de la Aparición *

 

El grupo regresa al lugar inicial, al lado del campanario.

 

Madre Shimani: Vamos a dar gracias infinitas por todo lo que Nuestra Madre hace por nosotros, por esta compañía y esta guía permanentes para nuestras vidas. Por saber que de Su Mano siempre caminaremos por el camino cierto.

Ahora, como hacemos siempre, Fray Elías va a relatar, brevemente, lo que sucedió durante la Aparición, para que todos podamos comprender cómo es que la Divinidad trabaja con todos nosotros.

 

Fray Elías: Hoy, desde el comienzo, se percibió que la oración era muy interna.

Antes de la Aparición, surgió en el cielo una señal: era un triangulo de luz dorado, con una llama de fuego en el centro. Esa señal, ese símbolo, hacía un movimiento de abrir los cielos.

Cuando cantamos “Misericordia, ¡oh María!”, aparecieron muchos ángeles, huestes de luz, los Ejércitos Angélicos de María. Se ubicaron en formación, construyendo una gran escalera de luz que iba hasta lo Alto.

Todos esos ángeles estaban en constante alabanza y fueron ellos los que dieron la indicación de tocar la campana, porque la Señora estaba llegando.

Cuando la Madre Divina Apareció nos dio una sorpresa, pues vino como Nuestra Señora de Guadalupe, de tez morena. La expresión de Su aura, los rayos de luz que emanaban de Su Manto, eran tan intensos que se extendían por toda la sierra.

Cuando llegó, colocó Sus manos en señal de oración y encendió Su aura con mucha luz. Mientras Ella hacía ese movimiento, permanecía en oración constante y esos rayos de luz dorada que salían de Su aura, iban borrando, disipando y limpiando situaciones internas que estaban en nosotros.

Durante la aparición tuvo la Gracia de colocarse sobre los presentes; cuando nos solicitó cantar el “Ave María”, se desplazó por sobre el grupo. Al comenzar ese movimiento, se convirtió en un Sol brillante que, con gran armonía y belleza, se desplazaba sobre los presentes. Hizo un movimiento de derecha a izquierda y viceversa,  tan rápido que creó un campo de luz que abrió otro Cielo. Cuando se detuvo, apareció nuevamente como la Señora de Guadalupe, en el lugar desde donde se realizó la transmisión.

La Señora de Guadalupe, trajo a muchas almas de la Consciencia Indígena que estaban en los Cielos. Todos ellos nos reverenciaron inclinándose levemente, expresando un saludo fraterno.

Cuando pidió que Fray Artur hiciera la traducción de una parte del mensaje, fue para hacer una tarea de unirnos con el Creador de forma consciente.

Creo que eso fue lo más importante.

Gracias.


Madre Shimani: Para cerrar y a pedido de nuestra Madre, vamos a entonar la canción “La Mujer que nos guía” y vamos a tocar la campana.

 

Se entona el cántico en agradecimiento.