Domingo, 25 de marzo de 2012

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN CARMO DA CACHOEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

A los pies de la Colina del Cristo Redentor, se congrego un grupo numeroso de más o menos dos mil quinientas personas. Comenzó la procesión con velas a las 18.00 h con oraciones y cantos.

Al llegar a los pies de Cristo, todos se sentaron y comenzó la oración para esperar a la Madre Divina.

Alrededor de las 19.40 h se hace silencio, se tocan las campanas por tres veces y se escucha: “Momento de aparición; contemplemos con el corazón.”

De pie, Fray Elías contempla hacia donde ha aparecido la Madre y en determinado momento comienza a transmitir las palabras que Ella dirige a todos.

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Calmen sus corazones cuando Yo estoy presente, Yo les traigo el Reino de Mi Padre, el camino hacia Mi Hijo.

Hoy, queridos hijos, les traigo una Gracia especial, la Gracia para este tiempo, la llamada Gracia de la Redención.

Yo los invito a estar Conmigo diariamente; no debe pasar un día sin que estén en Mí.

Queridos hijos: el mundo no está bien, todos sus corazones ya lo sienten. Por eso únanse en oración, clamen a través de sus voces a los Cielos para que Mi Padre los pueda escuchar. Estoy aquí, queridos hijos, persistiendo con la presencia de Mi Corazón, Mis manos y Mis brazos están abiertos para que todos puedan llegar a Mí.

Queridos hijos: es posible dejar de vivir en la mortificación y en el martirio del corazón, pero para eso beban de la Gracia que les estoy trayendo; esta es la última fuente que el Padre me esta haciendo derramar. Por eso escuchen, ¡escuchen Mi Voz!, queridos hijos, respondan al llamado de Dios.

Para que eso acontezca, queridos Míos, tienen también que estar en los brazos de Mi Hijo, y también en los brazos de Mi Padre. Yo los invito a que caminen junto Conmigo, Yo los alzaré fuerte hasta el Trono de Dios para que puedan no solo estar en Mi Padre, sino también en Mi Hijo, que los aguarda día a día en oración y en silencio.

Queridos hijos, ya es hora que dediquen un tiempo a Mi Hijo. Él los necesita enteros, en confianza y fidelidad, para que puedan seguir el camino que Él está construyendo hace siglos a través de la presencia de Su Sagrado Corazón. Su Corazón es el Corazón de Dios, una parte fiel y verdadera del Reino del Padre. Por eso, queridos hijos, no dejen ni un día de mirar a los Cielos.

Transmitan Mis palabras a sus hermanos a través de sus oraciones y de un verdadero ejemplo de vida, de consagración y fe.

Queridos hijos: yo estoy aquí para traerles Mi Corazón, pero hay muchos de Mis Hijos que aún no me aceptan, porque colocan sus corazones en otros lugares. Mi Luz y Mi Paz, ¿qué más podrá hacer?

Confío en que ustedes me ayudarán a consagrar todos los corazones a Mi Inmaculado Corazón, al Reino de la redención de Mi Padre.

La redención será la llave, queridos hijos, por eso despojen de sus vidas todo conflicto, todo dolor, toda mentira y todo lo que no sea fiel a nuestro Padre. Yo los escucho, queridos hijos, Yo los observo, Yo los veo, los acompaño de cerca a lo largo de todos estos meses que ya han pasado.

Sepan, queridos hijos, que Dios me llama, pero Mi Corazón permanecerá sobre la Tierra para guiarlos a todos, más aún en la hora de la tentación y de las pruebas que cada nación vivirá delante de la Justicia de Dios.

Hay tiempo, queridos hijos. ¡Corran, corran!, Mis pequeños, colóquense debajo de Mi manto de la Paz. Sepan que el hilo que los unirá Conmigo es la oración, la verdadera oración del corazón. Yo los escucho en algunos momentos, en otros momentos los veo lejos de Mí, por eso cada momento de oración es importante. Sepan queridos hijos, que no solo ustedes se estarán convirtiendo, sino también sus hermanos que están del otro lado del mundo.

Yo estoy aquí queridos hijos y Mi fe persiste sobre sus corazones, así como Mi llamado. Envío Mi eco hacia el mundo para que todos puedan escucharme y contemplarme como una Madre verdadera que guía sus caminos directo hacia Mi Hijo, camino fiel a la redención, el que Yo los invito a recorrer a partir de hoy en sinceridad junto a Mí.

Sí, queridos hijos, Mi Hijo les responderá cuando retorne. Por eso, amados míos, reúnan sus corazones, reúnan a sus seres queridos, a sus familias, a sus allegados, para que todos puedan orar junto Conmigo delante de la prueba que vivirá el mundo. Si todos oran con verdadero corazón, no solo estarán en Mi Paz, sino que podré interceder como lo hago desde hace mucho tiempo, para que las almas no se pierdan.

¿Qué más quieren ustedes de la vida?

Solo tienen que estar en Dios, queridos hijos, unirse, unirse a Él, llamarlo a Él, para que puedan verlo de cerca.

Recuerden, queridos hijos, que allí ustedes deberán retornar, al Reino de los Cielos, donde podrán vivir en la absoluta paz. Pero Yo solo se, Mis queridos, que todo lo comprenderán cuando todo haya pasado y el mundo se pueda redimir.

A aquellos corazones que aún se resisten, Yo les pido, queridos hijos, que quiebren sus corazones con la oración, para que Mi Luz pueda entrar, Yo los pueda compenetrar con Mi Corazón de Madre y puedan volver a vivir en Dios.

Hoy traigo en Mis manos el escapulario, un símbolo de protección, un símbolo para su conversión. Sepan, queridos hijos, que cada señal que Yo les entrego viene en auxilio para sus corazones, para la humanidad, para el mundo.

Cada símbolo que Yo entrego es una alianza con los Cielos y eso no pertenece a los hombres.

Queridos hijos, acepten toda señal con la gratitud del corazón. De esta manera podrán elevar sus corazones, y sus pequeñas almas les harán comprender los misterios de Dios, que se revelan en este tiempo a todos aquellos que los quieran ver, no con la mente sino con el verdadero corazón, esencia pura que deben descubrir para esta hora de purificación.

Lleven cada señal con gratitud, como una alianza entre el Cielo y la Tierra, entre Mi Corazón y sus corazones. Hoy les traigo este escapulario nuevamente para que recuerden que las Gracias que Yo derramo no son solo para sus corazones, sino para el de todos sus hermanos que aún no han despertado como almas devotas de Dios, de Mi Corazón y del Corazón de Mi Hijo.

Cada señal tiene algo para ser descubierto; si ustedes lo llevan con gratitud y amor y oran junto Conmigo, lo comprenderán. Sus corazones les harán sentir lo que Yo les entrego con tanto amor desde la devoción de Mi Inmaculado Corazón.

Las almas necesitan instrumentos de los cuales puedan aferrarse; por eso Yo les traigo este símbolo, para que lo puedan llevar con amor y con valentía, aceptando la redención del corazón y la abertura de sus almas hacia el Reino de Mi Padre, donde Yo los quiero llevar.

Recuerden, queridos hijos, que todos aquellos que no han aceptado Mi llamado, también necesitan de oración. Por eso oren, oren, oren con el corazón para que la Gracia también pueda descender sobre todos Mis hijos, aquellos que están lejos de Dios y que necesitan de Mi Luz, de Mi maternidad, de Mi Paz, de Mi Amor, de la Luz de Mi Corazón. Yo quiero alumbrar los caminos de todos aquellos que están a oscuras, y para eso sus oraciones son de gran ayuda para poder interceder delante de Mi Padre.

Si ustedes escuchan o saben que alguien está enfermo o alguien está preso o alguien cometió un gran error, no lo ofendan queridos hijos. Una forma de testimoniar que Mi presencia está sobre todos ustedes, será que oren pidiendo por esa alma, por su conversión para que una pequeña célula de su ser se aproxime a Dios y Dios se aproxime de él.

Hoy estoy acompañada de José (San José); recuerden queridos hijos que él fue Mi fiel compañero, que peregrinó Conmigo hacia Belén, preparando el nacimiento de Mi Hijo, que hoy es el Redentor del mundo.

Sigan a Mi Hijo. Si viven en Él, podrán ver con verdad todo lo que Él quiere para cada uno de ustedes.

No solo deben ser hijos puros, sino compañeros del Redentor que encenderá la llama en todos los corazones. Para eso confíen en Él y sigan el camino que Mi Corazón les marca hacia Su Presencia..

Hay algo que Yo prometo para aquellos que se abran que es irradiarles Mi Paz y Mi Amor como un paso para la conversión, para la apertura del corazón, para la liberación de las culpas y de todo dolor que ata a Mis Hijos a este Mundo. Por eso, en esta hora, Yo emanaré Mi Amor, la Luz de Mi Corazón, para que las puedan sentir y recibir, y así sus pequeños corazones se consagren día a día a la fuerza de Mi Inmaculado Corazón, el cual será el sostén para este tiempo, la única vía donde todos podrán seguir hasta Mi Padre, pero primero hacia Mi Hijo.

Por aquellos que en esta hora están padeciendo en el sufrimiento y en el dolor, oremos.

 

Todos oran la siguiente oración algunas veces:

 

Inmaculado Corazón de María,
camino de protección y guía,
gracias por cuanto nos das.

 

Luego se escucha el cántico “María de Nazareth”.

Fray Elías: La Madre Divina dice:

 

Sean pacientes, sean amorosos, sean pacíficos, para que en verdad puedan estar en Mi Hijo y Su Santo Corazón pueda estar en ustedes.

Queridos hijos: en esta hora de Gracia, Yo solo les pido que oren Conmigo y no pierdan la esperanza, porque Yo allí estaré cuando me abran la puerta, y así el Señor podrá entrar, a través de Mí, en cada una de sus vidas. Queridos hijos, acepten esta Gracia con reverencia y gratitud, para que sus corazones puedan sentir Mi llamado como algo primordial para esta hora de cambios.

La paz sea para todos en esta hora de transición. Acepten la llama de Mi Fe, levántenla hacia lo Alto y caminen con valentía, uniendo sus manos con Mis manos para llegar al Reino, y así puedan llevar a todos sus seres queridos hacia el Reino del Padre.

Alegren sus corazones y vivan en Mi Paz, porque Mi paz es desconocida para aquellos que aún no la han aceptado. Acepten esta alianza con Mi Inmaculado Corazón y Yo les podré decir, queridos hijos, que sus pequeñas almas serán como las rosas que rodearán Mi Corazón.

Gracias por responder a Mi Llamado.

Por la protección del Espíritu Santo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Para finalizar se escucha el cántico “María, Virgen Madre”.

Madre Shimani: Ahora Fray Elías va a hacer un relato de lo que él ha podido ver y percibir durante la aparición.

Fray Elías: primero vamos a orar.

Todo el grupo ora algunas veces el “Ave María”.

Fray Elías: Antes de la aparición, fuimos colmados por una Gracias especial.

Casi al final de la oración, se abrió un cielo y se manifestaron coros de ángeles. Ellos llevaban escudos que sostenían en sus manos. Esos escudos tenían gravados la letra M y por encima una cruz cristiana. Luego apareció un ángel especial que era rubio y alto, tenía una túnica blanca y parecía ser un ángel regente, un ángel mayor. Cuando apareció, todos los demás ángeles miraron a ese ángel, reverenciándolo en profundo silencio.

Ese ángel mostró un corazón y delante de ese corazón había dos llaves cruzadas. Parecía que ese corazón estaba dolorido, no era el corazón de ese ángel; él decía que era el corazón de Cristo. Lo llevaba con mucha delicadeza y lo ofrecía a la humanidad.

En un momento el ángel se detuvo y colocó su mirada sobre la Tierra y dijo lo siguiente:

 

"Amen y reverencien el Corazón de Cristo, que es constantemente flagelado por las incomprensiones de todos los hombres.”

 

Esa frase la repitió por tres veces, hasta que el Corazón se encendió en luz, creció y fue derramado sobre nosotros. Allí ese ángel se anunció como Gabriel y se recogió hacia los Cielos.

En un momento, antes de la aparición, se manifestaron otros ángeles que dirigían sus miradas hacia el suelo, como si miraran sus pies. Ellos nos transmitían que la humanidad debería ser más humilde, cada uno de nosotros, y así, en humildad, colocarse delante de Dios, para que Él nos pueda ayudar, sobre todo en los cambios que vendrán. Esa era una de las señales que los ángeles nos daban.

Los ángeles en algunos momentos cortaban amarras con las espadas que llevaban en sus manos. Esas amarras subían hacia los Cielos, eran como cuerdas bien gruesas y pesadas. Al cortarlas entraba más luz a la Tierra.

Luego apareció Nuestra Señora, resplandeciente de alegría. Traía en Su mano derecha el escapulario, que lo sostenía con mucha delicadeza. Ella lo ofertaba a cada momento que nos hablaba.

En un momento Ella abrió sus brazos y enseguida se dibujaron a Su derecha y a Su izquierda dos grandes rosas. En ese momento el coro de ángeles que la alababa y la glorificaba, como una Gracia especial lanzó muchos pétalos de rosas hacia nosotros. Cuando esos pétalos llegaban a nosotros, y tocaban nuestras cabezas, sobre algunas se convertían en una llamas, las cuales eran muy sagradas.

Hoy la Señora vino con un manto blanco, con una túnica celeste, un cinturón que marcaba bien Su cintura y también tenía las cuentas en Su mano. Su rostro estaba muy vivo y nítido, tenía una sonrisa leve, fresca, suave, que permitía destacar la claridad de Sus ojos y una mirada de paz transparente.

Traía con Su presencia un Cielo que se proyectaba sobre la Tierra.

Como Ella dijo vino acompañada de José, que traía una presencia más paternal. Él acompañó en silencio toda la aparición y su presencia, su mano paternal, iba siendo colocada suavemente sobre alguno de los presentes, como si fuera una bendición.

En un momento del cántico “María de Nazareth”, la Madre Divina fue caminando por encima de nosotros y fue irradiando Su energía de paz y de Amor como prometió.

Antes de despedirse, Ella colocó una intención, un pedido más. Su pedido fue que mañana a las 10.00 todos nos convocáramos aquí en el Cristo Redentor para orar junto con Ella. Llamó a esa oración como la Gracia de la Liberación, para todos aquellos hijos que no siguen el camino o que no aceptan el camino de la Madre Celestial.

Por eso mañana esa oración será de importancia para el planeta, porque así fue que Ella dijo. De tarde también tendremos la aparición en la Colina de las Apariciones en Figueira. Por eso decía que mañana dará esa Gracia especial para todos.

Gracias.

 

Madre Shimani: Vamos a hacer tres precisiones. Por si alguien queda un poco confundido. Cuando se refirió a la compañía de José, es de San José quien fue esposo de María, ningún otro José. Por las dudas.

El segundo ajuste, es que en Aurora durante las apariciones de Aurora en Agosto del 2011, la Madre Divina nos pidió que realizáramos o produjéramos un escapulario que tiene la imagen del Cristo Misericordioso para poner por delante y la imagen de la Divina Concepción de la Trinidad para colocar en la parte de atrás.

Dijo que esa “señal” como la nombró hoy, sería de protección para todas las almas y que también esa protección iba a permanecer en los cuerpos sutiles cuando las personas tuvieran que transcender de un plano para otro y a través de esa señal que esas consciencias iban a llevar, Ella iba a poder esperarlos del otro lado para que nada malo pudiera pasar durante el trayecto.

Ese escapulario va a estar disponible para todos en poco tiempo, de la misma forma que estuvieron los orandios, para todos aquellos que sientan poder llevar esa señal colgada a su cuello como protección, lo puedan hacer.

El tercer ajuste, es que mañana Ella va a venir aquí para orar con nosotros a las 10.00, por lo tanto necesitamos estar una hora más temprano para prepararnos en oración junto con Ella. Eso significa que más o menos a las 9.00 de la mañana todos tendríamos que estar aquí para comenzar esa oración.

Muchas gracias a todos. La paz esté con ustedes.