Martes, 13 de octubre de 2015

Apariciones
APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN CALI, COLOMBIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Deseo que en este tiempo sean Mis embajadores de la Paz, para que Mi Corazón recorra el mundo, a través de sus corazones y esencias que son cristalinas ante los Ojos de Dios.

Esperé mucho tiempo para hoy estar aquí con ustedes. Recé y adoré a Mi Hijo, para poder colmar, en este día, sus corazones y el corazón de todos sus hermanos de este país que, a pesar de las consecuencias, nunca perdieron la fe en Mi Corazón ni tampoco en el Corazón Sacratísimo de Mi Hijo.

Pero, si hoy estoy aquí, queridos hijos, estoy con todas las Américas; estoy con cada uno de ustedes, trayendo un pedazo del Cielo de Dios, para que sus vidas se puedan santificar a través de la Presencia de Mi Espíritu maternal.

Hoy, un gran nudo fue desatado por Mis manos misericordiosas, y esto fue ofertado por sus corazones, a través de la oración del corazón que une a todos sus espíritus con el Mío, para así concretar las Obras de la Paz.

Si vengo a esta parte del mundo a proclamar Mi Voz desde el Cielo, para esta querida Colombia; es también para buscar, de sus corazones, la continuidad de sus grupos de oración que serán esenciales en estos tiempos definitivos.

Por fin, hoy Mi Corazón no llora. Mi Corazón se alegra al ver almas con respuestas tan significativas.

Deseo profundamente, hijos amados, que el Corazón del Padre Celestial se complazca por ver sus corazones plenos de amor y de oración.

Deseo, queridos hijos, que este impulso espiritual, que hoy les entrego, no se pierda en sus vidas, mas que sus caminos se puedan cristificar en el nombre del Señor.

Hoy, vengo desde el universo para congregar a todas sus almas en esta tarea mayor que, a través de los últimos meses y por su intercesión, hemos preparado juntos para que todo esto, en este día santo, fuera posible aquí, en Colombia.

Desearía volver aquí alguna vez, porque sé que aquí encuentro corazones simples, receptivos al Llamado de Dios  y a esta propuesta de vivir la paz en el fin de los tiempos.

Mientras muchos corazones, en el otro lado del mundo son martirizados y aniquilados, Yo vengo a entregarles el espíritu de Mi Gracia para que sus vidas y familias testimonien la Presencia de Dios en estos tiempos, por medio de los Sagrados Corazones. Mas, si sus corazones hoy se consagran, le estarán diciendo un gran sí a todo el universo, y una  nueva puerta se abrirá para que otras almas, a través de ustedes, puedan llegar a Mi Corazón. 

Mi Hijo tiene sed de ustedes; Yo también tengo sed de su amor.

Todos los días, a lo largo de los tiempos y de los siglos, vengo a buscar a los corazones valientes que me puedan ayudar a concretar esta Obra de corredención. 

Queridos hijos, Mi Corazón hoy les deja la bendición, abriendo una nueva puerta hacia el universo para que sus vidas reconozcan la vida espiritual; porque hoy llegó el tiempo de su gran despertar a ese Propósito Divino, que muchos no quieren ver por el gran compromiso que significa trabajar para Dios y para Su Plan de Redención. 

Hoy, vengo a traer alivio a sus corazones. Hoy, vengo a traer alegría a esta nación. Desde el Cielo, un Rayo toca a la Tierra a través de Mi Presencia maternal.

Hoy, uno este lugar con Fátima, para que toda su vida espiritual de oración sea un gran espejo de Luz que refracte sobre el mundo para liberar el mal de la Tierra y todas las consecuencias del caos.

Persistan, Mis muy queridos hijos, Yo vengo aquí para socorrerlos y guiarlos. Yo vengo a traerles el estado de Mi Paz Celestial porque es lo que más necesitan sus vidas; es lo que esperan sus almas para que puedan vivir en Dios en estos tiempos, a pesar de las consecuencias críticas que muchos de sus hermanos ocasionan a la humanidad.

A través de Mi Corazón Sacratísimo, Puro e Inmaculado; les derramo la Misericordia de Dios para que sus faltas se disuelvan y se puedan volver a consagrar, en la plenitud de Mi Corazón misericordioso.

Pero hoy, no estoy sola aquí, sus ángeles acompañan Mi Presencia Celestial. Hoy, con gozo, Mi Espíritu celebra con ustedes y nuevas semillas de Luz son sembradas en sus corazones.

No dejen de regar con sus oraciones esta semilla de Luz. Los talentos deben brotar en cada uno de ustedes para que esta Obra Mariana se expanda por todas las Américas, y todas las Américas sean la gran columna de Luz en el fin de los tiempos.

En este lugar, en todos estos pueblos americanos, se guardan preciosas reliquias de Luz, potenciales del Espíritu Santo que están guardados en los espíritus de todas las criaturas y, más allá de ustedes, en todas las montañas de esta cadena de los Andes.

Imaginen, queridos hijos, cuánta abundancia espiritual espera por ustedes, cuántas llaves divinas pueden ser entregadas a todos cuando, tan solo, sus corazones y mentes se abran a la concepción del universo, a esa unión divina con la totalidad de la Creación de Dios.

Yo vengo a traerles, queridos hijos, un mensaje de esperanza, no solo a ustedes, sino al mundo.

Oren, queridos hijos, no solo por su Tierra preciosa, por su pueblo sagrado que ha guardado la memoria del amor a Dios.

Oren también por Venezuela, oren también por Ecuador. Así, queridos hijos, estarán abriendo aún más las puertas para que los ángeles de cada nación puedan trabajar a través de sus corazones y manifestar, en estos tiempos, el Propósito de Dios en cada uno de ustedes.

En fin, los necesito firmes, decididos para poder seguirme en este llamado que hoy les proclamo en Mi Sagrado Nombre y en el Amor de Mi Hijo.

Sé, queridos hijos, que hoy quisieran decirme muchas cosas, pero Mi Corazón todo lo sabe y todo lo siente.

Guarden Mis Palabras en sus corazones, porque Yo siempre los escucho. Contemplo sus necesidades y súplicas y, como una respuesta del Amor de Dios, hoy su Madre Santísima del Universo está aquí, en Cali con toda Colombia, como una respuesta a su pedido.

¿Comprenden, queridos hijos, lo que eso significa en estos tiempos?

No teman, queridos hijos, poder enfrentar sus errores, para que estos se puedan purificar y transformar. Recuerden que en cada uno de ustedes existe la Pureza y la Esencia de Dios.

Despierten a esa Pureza que el Santuario de Lys-Fátima hoy les derrama con amor, en sus vidas y todas las vidas del mundo; liberándolos de las prisiones en el planeta, de los cautiverios, de los naufragios que muchos corazones Míos viven por no poder encontrar la paz y la  simplicidad del corazón.

Mas en su tierra sagrada no existe la falta de simplicidad. Ustedes son simples. Por eso, como su Madre de la Divina Simplicidad, vengo a  pedirles que Me acompañen en esta trayectoria, en este llamado que hoy le hago al mundo sin paz; así alegrarán el Corazón del Padre Celestial, que está muy ofendido por sus hermanos de la Tierra.

Ahora, háganme una petición en el silencio de sus corazones.

Yo los bendigo todo el tiempo y los visito en sus hogares, cuando Me abren la puerta de la oración. Yo Me regocijo cuando los veo orando Conmigo. Yo Me regocijo cuando le cantan a Mi Corazón, porque es el Corazón de Dios.

Como una muestra de toda esta grandeza del universo de Mi Corazón, hoy vuelvo a consagrar, en la Presencia del Espíritu Santo, a nuevos hijos de Mi Inmaculado Corazón, que en 13 de octubre le demuestran a Dios que la Pureza Original no se borrará de los corazones, sino que triunfará hasta la Nueva Tierra.

Ángeles y arcángeles se unen a este momento y el Espíritu de Dios ingresa en esta nación para pacificar a los corazones, para liberar a las almas, para colmar a los corazones con el amor y la unidad de todo el Universo Celestial.

De esa forma, hijos amados, hoy lleven en sus corazones la señal de Mi Amor maternal.

Mientras Yo estoy aquí con ustedes, estoy con toda Colombia y con todas las Américas, unidos a Mis hijos orantes por este propósito de alcanzar la paz, la paz del corazón.

Que hoy vengan aquí los hijos que se consagrarán, representando a esta sagrada tierra, la Colombia de Mi Amor.

Estoy esperando en silencio, queridos hijos, que se congreguen en este oratorio, Oratorio de Mi Corazón.

Sientan Mi Paz, el calor sublime de Mi Corazón. Sientan la brisa de Mi Espíritu que los colma completamente, sientan a Dios a través de Mi Espíritu Divino, sientan a toda la Creación, a toda la naturaleza a través de los ángeles. Sientan la protección, sientan el Amor que todo lo cura y todo lo redime, sientan Mi bondad que los unifica. Sientan Mi Espíritu que los renueva, sientan Mi Paz que los ilumina hacia nuevos horizontes, sientan la absolución de Dios, sientan la Pureza Original que los une a todos como una sola hermandad. 

En ese profundo sentir, que sus corazones se alegren por hoy estar frente a su Madre Celestial que los ama, que los cura, que los unifica y que los renueva en el perfecto Propósito de Dios, que les revela su verdadera misión en este tiempo final.

Y hoy, teniéndolos a todos frente a Mi Corazón Inmaculado, vengo aquí para llamarlos a la paz, para que sean portadores de Mi Paz y para que nunca se olviden de la paz.

Vengo aquí, desde el Cielo, para agradecerles.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. 

Canten, con gozo y gratitud.

Todos son Mis  hijos en el Universo Creador.

Y hoy, bendigo estas santas imágenes  y todos estos objetos sagrados, para que sean el símbolo perfecto de la unión de las almas con Dios y con Su Propósito de Amor.

¡Gracias Colombia por cuánto Me das!


Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

Para cerrar este encuentro vamos a dar tributo a la Virgen María con el Ave María de Colombia, para agradecer a Nuestra Señora, la Reina de la Paz. 

Canto: "Ave María".

 

Madre María Shimani de Montserrat:

¡Gracias Madre por cuánto nos das!

¡Hasta pronto, Colombia!