Miércoles, 8 de agosto de 2018

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Traigo entre Mis Manos un pedido de Dios, esto es, parte de su más ardiente deseo.

He venido en este día no solo para celebrar con ustedes, sino para comulgar del amor de Mis hijos.

Entre Mis Manos traigo un pergamino de luz que tiene escrita la letra de Dios; un pedido que hoy será revelado al mundo a fin de que las almas aprovechen el tiempo que les resta para poder cumplir la Voluntad de Dios y así evitar muchísimos acontecimientos.

A partir de la oración por las naciones del mundo, este pedido de Dios se ha materializado, y Él lo ha preparado especialmente para este día. Por eso, como Su Mensajera fiel Yo les traigo este anuncio que forma parte de la Palabra de Dios, de Su Divino Pensamiento y de Su eterno y purísimo Corazón.

En este pergamino no existe nada nuevo, sino un deseo de Dios que nació desde el principio, el cual ha sido interferido muchas veces para que no se pudiera concretar en este planeta ni en este Universo.

Pero ahora que Mis hijos han ingresado en la universidad de la oración y han comprendido Mi Mensaje, es que puedo volverles a pedir, hijos Míos, lo que Dios tanto desea con el ardor de Su Corazón, aspirando profundamente apartar a sus hijos del sufrimiento y del caos y traerlos más hacia Su Corazón eterno y pacifico.

En este pergamino de luz se encuentra el Plan Original de Dios, una parte de sus más grandes Voluntades que fue pensada y meditada en el Universo Espiritual antes de que la Creación existiera.

Ahora, hijos Míos perciban que están ante un Principio único, el que originó la Vida, el que originó el Universo y todo lo que existe dentro de él; este es el Plan que deberá cumplirse cueste lo que cueste, y su correspondencia y adhesión esta siendo muy especial para Dios, cuidando primero de los más pequeños detalles del día a día, hasta los mayores detalles de la Creación y de este Plan que están salvaguardados por su Divino Espíritu.

Todo forma parte del Plan de la Creación, de un Plan Cósmico original e inmaculado, que fue pensado por la Mente Única y revelado a sus Arcángeles y Ángeles en Dones, Virtudes y Talentos, para ser llevado adelante en todos los Universos, especialmente en el Universo mental y material.

Ahora que ustedes están delante del Principio que los originó antes de que ustedes existieran como consciencias y esencias, Yo los invito, hijos Míos, en este especial ocho de agosto a reverenciar profundamente el legado de Dios, a reverenciar al Padre que los ama y que los ha concebido por un especial propósito, por una divina meta, y una sagrada misión que aún no se ha cumplido.

Estamos en la transición hacia ese acontecimiento, por eso la humanidad deberá purificarse para conocer más profundamente el Plan de Dios, perder de sus memorias el código del mal y todas las experiencias de sufrimiento que de alguna forma u otra se han dado en el Universo y en el planeta.

Este principio único y original, que hoy su Madre Celeste trae en Sus Manos, viene a borrar una memoria que no se ha podido borrar por tantos sufrimientos causados y originados por la humanidad.

Recuerden entonces, hijos Míos su origen Universal.

Recuerden, hijos Míos de la Fuente de la cual han surgido, permitan que sus esencias retomen la filiación con el Creador y puedan ser participes de este Plan que se vuelve a reescribir en este tiempo final en la humanidad.

En este pergamino de luz se guarda la concreción de una raza de Nuevos Cristos, algo que no puede ser comprendido por la mente humana, ni tampoco por la mente racional, es necesario sentir en su interior el misterio para poder comprenderlo, porque él, en su humildad, se revelará.

Este impulso de luz que dio origen a todo lo que existe, viene en este ocho de agosto en auxilio de esta humanidad y del planeta, y he recogido toda las oraciones que han hecho Mis hijos a través de los años, todas las ofrendas, sacrificios y penitencias, renuncias y actos de contrición, para que Dios concediera esta Gracia a la Madre Celestial, de que en este ocho de agosto de dos mil dieciocho, trajera hacia la Tierra y desde el Universo, el Principio de Dios que todo lo originó.

Entonces hijos Míos, por más que sea abstracto lo que hoy les digo, recójanse dentro de ese Misterio de Dios que hoy se revela al mundo, y sientan en sus corazones la grandeza de participar del Plan de Dios, de ser conscientes y de ser llamados a servirlo plenamente, entre tantos millones de almas en el mundo que hoy se pierden.

Sudamérica ha sido escogida para la gran transición planetaria, para que fuera el semillero de una Nueva Humanidad, por tener en sus raíces pueblos humildes y simples, que comprendieron a la Creación de Dios y cuidaron de ella en el principio; pero eso no significará que Sudamérica no se purifique, así como todo el planeta, a su debido tiempo.

La adhesión de las almas por el Plan de Dios permitirá evitar muchos acontecimientos que ya estaban escritos, y esa adhesión ha sido sentida por el Creador de parte de sus hijos.

Ahora, es hora de seguir concretando esa aspiración de Dios, por este motivo y por esa razón espiritual, es que su Madre Celeste hoy les trae el Principio que originó la Creación, esa poderosa corriente de luz creadora, esta poderosa corriente de luz manifestadora, para que este impulso les sirva a las almas y las motive a seguir adelante hasta el fin del fin de los tiempos, cueste lo que cueste y signifique lo que signifique.

Pero si su adhesión continuara adelante como hasta ahora, Mi Presencia en el mundo tendrá un tiempo más.

Está en sus manos hijos Míos del mundo, esa gran decisión: que también los Centros Sagrados puedan acoger a los que despertarán en el fin de los tiempos, y recibir en sus núcleos de amor a los que se refugiarán del caos que vivirá el planeta.

Pero no coloquen sus mentes en lo que sucederá, porque aún no ha sucedido. Coloquen su atención en lo que hay que hacer todavía por la humanidad y el planeta, porque así los acontecimientos cambiarán, y muchas, muchas almas serán aliviadas del sufrimiento y del dolor, de la misma forma que todos sus internos fueron aliviados muchas veces del sufrimiento.

Hoy San Gabriel Arcángel me ha vuelto a visitar. Antes de que Yo llegara aquí, a su encuentro,hijos Míos, él fue el mensajero enviado para entregarme el Principio que originó la Creación.

Todo el Universo en estos momentos está atento a la respuesta de los mundos internos, porque lo más importante es estar dentro de la concepción del Plan de Dios y apartarse del caos de estos tiempos que reina en la humanidad.

Por más que el planeta en este momento viva su prueba mas difícil y dura, y aunque no parezca suficiente todo lo que se hace, crean hijos Míos, que lo invencible sucederá primero en todo lo que es invisible, para que después se materialice en todo lo que es visible; esta es una Ley que se cumple desde el principio de la Creación y que rige este Universo local y esta raza.

Los animo en este tiempo a ser inteligentes en el camino del amor, de la transparencia y de la verdad; eso los ayudará a seguir construyendo el Plan que Dios pensó desde el principio, y un gozo muy profundo sentirán sus almas, una alegría inquebrantable sentirán sus espíritus, al estar cumpliendo la misión que vinieron a realizar en este tiempo final, y más aún, si esa unidad trascendiera fronteras y naciones, así como su Madre Celeste lo intenta hacer por medido de las peregrinaciones.

Almas muy perdidas despertarán de forma muy inesperada, vivirán un proceso de redención y de rehabilitación y se volverán columnas de Cristo sobre el planeta, haciendo triunfar Su Proyecto redentor.

Los animo, hijos Míos, a seguir construyendo los nuevos tiempos y a que no se detengan en lo que sucede en la humanidad y en las naciones del mundo, porque el mal se derrotará a sí mismo, sin percibirlo.

Ustedes, hijos Míos, sean afluentes constantes del Amor de Dios. Anímense cada día más a amar lo que no consiguen amar y perdonar lo que aún no consiguen perdonar, sigan expandiendo su consciencia por medio de la oración y del servicio a los Reinos de la Naturaleza.

Así, al menos, existirá una isla de salvación, una nueva arca de Noe, formada por los autoconvocados que harán resurgir en el firmamento una Nueva Humanidad, con la imperiosa ayuda de la luz de Aurora.

No hay tiempo para amedrentarse, ni tampoco para afligirse; es tiempo de llevar la alegría al mundo y la felicidad de estar sirviendo al Plan de Dios. Es tiempo de llevar al mundo el mensaje de la hermandad y de la paz, de la renovación, del alivio del sufrimiento y de la cura de las almas.

Es tiempo de vivir la redención con plenitud y de sentirse redimidos por Cristo. Es tiempo de olvidar el pecado, es tiempo de recordar la luz que proviene del Cielo, y que muchas veces los ha bendecido para despertar su consagración interior a este bendito Plan de Amor.

Que en este ocho de agosto sus estrellas internas se re-enciendan.

Coloquen su mano izquierda sobre el corazón y sientan despertar en ustedes el sol interior que todo ilumina. Confirmen su origen, su redención y su despertar. Firmen espiritualmente el compromiso con nuestro Padre-Madre Creador y la alianza interna con sus Ángeles de la guarda.

Concíbanse como embajadores de Cristo, como mensajeros de la paz y del amor, como chispas de luz del gran Espíritu Divino, como ese manantial inagotable de la misericordia que nunca termina y que siempre vencerá por encima de todo mal.

Que se cumpla el advenimiento de una nueva raza.

Que la humanidad pueda cumplir su propósito para que en el Cielo y en todo el Universo podamos celebrar ese momento junto al Creador.

Que la poderosa e invencible Cruz de Emmanuel los guíe y los aparte de todo error, de todo sufrimiento o de toda perturbación.

Re-enciendan en ustedes esa filiación con lo alto y renueven así el compromiso de llevar adelante una parte pequeña del Plan dentro de este gran vasto Universo que los llama al despertar.

Hoy deseo que sus almas firmen en este pergamino, ese compromiso de renovación con el Plan, porque aún habrá mucho por hacer, aún habrá mucho por ayudar y que rescatar en este planeta y dentro de esta humanidad.

Ahora que sus estrellas se han encendido y el Fuego del Amor de Cristo ha despertado, ha llegado el momento de dar la bendición, no solamente a los que están presentes, a los que escuchan y a los que sienten, sino también a los que hoy se consagrarán como Hijos de María.

Que vengan aquí Mis hijos.

Agua bendita.

Hoy de forma especial bendeciré almas que aun están despertando, intentando encontrar su camino hacia su misión personal, así como muchos hijos más lo están intentando.

Lo más importante, hijos Míos es que su consagración sea verdadera, sabiendo que están asumiendo interiormente una unión especial con el Plan de Dios, para ayudar en su manifestación en la superficie de la Tierra; por eso hoy los bendeciré de forma especial, ya que sus estrellas internas se han encendido ante la presencia de los portales del Universo y de todas las Jerarquías.

Que la misma agua que bautizò a Jesús en el rio Jordán, hoy los bautice y los santifique, a fin de que el Espíritu Santo revele en sus vidas los sagrados Dones de Dios, para que en ustedes despierten las virtudes del servicio, de la oración, de la misericordia, de la cura, de la fraternidad y de la hermandad con el planeta y su humanidad. Amén.

De la misma forma hoy llevarán esas rosas que hoy han colocado a los pies de Mi Altar, como la ofrenda de Mi gratitud a cada uno de Mis hijos que se anima a vivir su consagración en unión a Mi Inmaculado Corazón.

Hoy sus orígenes están siendo revelados.

Hoy la esencia de su propósito esta siendo concedida, para lo más intimo de sus almas, y sus espíritus son ennoblecidos, con la presencia del Sagrado Espíritu de Dios, a través de Su Sierva fiel.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

A pedido de Nuestra Señora vamos a rezar con los hijos que hoy se consagran, una oración a la Madre Universal, para recibir en nuestros corazones, ese sagrado impulso que viene de Dios para este día ocho de agosto.

 

Se recita la oración “Madre Universal”.

 

Yo los consagro por la autoridad que el Padre Me concedió y por la intercesión del Divino Hijo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Cuando reciban la rosa, hijos Míos, la llevarán hacia su pecho, la dejarán un momento, para que Mi energía maternal pueda obrar, y así agradecerán a Dios por este momento y esta Gracia.

Bendigo a todos los que se han autoconvocado a los pies de la Madre Universal.

Que esta paz y este amor que nace de los corazones valientes y humildes, serviciales y entregados, se expanda en los cuatro puntos del mundo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Demos gracias a Dios por Su Presencia Eterna.

¡Les agradezco!