Domingo, 16 de abril de 2017

Sagrada Semana
Aparición de Cristo Jesús Glorificado durante la Sagrada Semana, día 7, en el Centro Mariano de Figueira, Minas Gerais, Brasil, al vidente Fray Elías del Sagrado Corazón

Mi Amor es como una flecha profunda en el alma, que penetra en lo más íntimo del ser, cuando se abre para conocer Mi Gloria.

Mi Amor es transformador y es único, y desea ingresar en todas las almas para generar, en el fin de los tiempos, la realización del Proyecto de Salvación.

Es así como Yo vengo a encender lo que hay en sus almas y que llega a reflejarse en sus corazones, porque es Voluntad del Todopoderoso que esto se cumpla, para despertar la redención de la humanidad y la derrota de los enemigos.

Es este poderoso Amor lo que Yo le ofrezco al mundo todos los días. Dichosos serán los que resucitan en este día a través de Mi Amor, porque es la mayor cura y el mayor bálsamo que Yo les puedo legar.

Este Amor es el que ayudará a equilibrar la balanza de este mundo. Mientras las deudas pesan en la consciencia del hombre de superficie, Yo vengo a liberarlas a través de la Fuente de Mi Amor. Es este mismo Amor que hoy les traigo, el que permitió Mi Resurrección y la posibilidad de soportar todos los martirios, sean cuales sean.

Es así como Yo los invito a ingresar en esta vibración divina, para que sus mentes se despejen; para que sus corazones se abran y las verdaderas almas surjan, para servir al Todopoderoso.

Es este Amor que hoy les traigo, el que no puede disiparse en el mundo, ni tampoco en la consciencia de la humanidad.

Cuando salgan de ese Amor que todo lo puede, estarán fuera de Mi Proyecto. Pero todos los días Yo los invitaré a retornar a él, porque será a través de sus almas y de sus consciencias, será a través de toda la humanidad, que Yo podré gestar las bases de Mi segundo Retorno.

Entonces, despierten a los que hoy están dormidos ante la Luz de este poderoso Amor.

Este Amor que hoy les traigo, que aun es muy desconocido, trasciende todos los obstáculos; redime todas las faltas, perdona todo lo que es imposible y puede unir a cada corazón con la Voluntad de Dios, que es la que hoy no se cumple en el mundo.

Vengo a anticipar el despertar de los Nuevos Cristos, con una gran ola transformadora de purificación, porque después de que las bases terrestres sean movidas y de que la tempestad pase, volverá a brillar el sol; el sol interior que existe en cada ser.

Hoy, reciban Mis corrientes poderosas, para que las estructuras se quiebren y las raíces sean arrancadas del suelo, del suelo de la consciencia. Así, en el horizonte de cada universo interior, podrá finalmente despuntar la luz del alma, para que se realice Mi Obra redentora en todas las ovejas, que hoy Estoy llamando por su nombre.

En el día de mañana terminará esta Sagrada Semana, en donde los he hecho pasar por muchos planos de consciencia. Es importante que repasen todo lo que Yo les he dicho, porque el tiempo del gran servicio será muy grande y los discípulos se formarán a medida que todas las necesidades sean cubiertas.

Con esto quiero decir, amigos Míos, que mientras sirvan a Dios hasta el fin de sus días, recibirán sagrados conocimientos; como estas Leyes que Yo les he traído, en estos últimos días; Leyes nuevas y desconocidas, para ampliar la consciencia humana, para que ella salga de lo superficial y ascienda hacia lo alto; así como también deben ascender todos los Reinos de la Naturaleza, que forman parte de esta Creación perfecta.

Yo los invito a ingresar en Mi Misericordia, para que al final de este día salgan de aquí siendo portadores de Mi Gloria, la cual expandiré por todas las naciones del mundo.

Es una alegría encontrar corazones que perseveran en todo este grupo de almas, que en los últimos días vinieron a Mi Encuentro. Esto es señal para Dios, de que todos ustedes, peregrinos Míos, vivirán cosas nuevas por todos aquellos que no las podrán vivir, en las diferentes partes del mundo.

Yo les daré la fuerza interior para promover Mi Mensaje a la humanidad. Si tan solo confían en lo que les pido, les vuelvo a repetir, de aquí a seis meses no se reconocerán, porque estarán impregnados por Mi Amor, por una fuerza interior desconocida, que moverá las estructuras de lugar, sacando el polvo de la humanidad para que pueda emanar el espíritu, esencia divina en cada uno de ustedes.

Sepan que estarán haciendo esto por toda la raza. Es así que los invito a ingresar en Mi apostolado, en el apostolado del corazón, a vivir en sus corazones Mi sagrada Palabra y a expresarla en esta vida terrenal, como un símbolo de paz y de redención para el mundo.

Hoy nuevamente serán ungidos y algunos de los Míos, de forma especial.

¿Por qué serán ungidos en el día de Mi Resurrección?

Sus cuerpos internos serán sanados, las secuelas serán corregidas y las heridas serán cicatrizadas, por la poderosa unción que proviene del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, a través de los que la imparten en Mi Nombre.

Alégrense compañeros, porque el fin de su cautiverio está llegando. Y aquellos que naufragan en el mar de la desesperación, serán retirados de él. La tormenta de la oscuridad pasará. El sol, la luna y las estrellas brillarán y las aguas turbias quedarán calmas, porque el Señor, su Dios, el Maestro entre los maestros, los colocará dentro de Su Barca para conocer nuevos mundos, nuevos horizontes y sentir en lo profundo, la divina Esperanza.

A pesar de que el mundo, en este tiempo, genere las guerras y cree las bombas, Mi Palabra no pasará. Quedará en el alma que se abra, para poder comulgar con Ella y así, comulgar con Dios.

Legiones de Mi Padre, esparcidas por toda la Tierra y en todas las lenguas: ¡Levanten sus estandartes de la paz, porque Mi Victoria está cerca! Los tenebrosos serán vencidos; su propio reino los tragará. ¡Ay! de aquellos que practican las maldades y las llevan adelante en todos los inocentes, así como en todos los Reinos Menores.

Sean valientes y persistan. Muchos deberán dejar su cautiverio, para poder cruzar Mi Umbral, el Umbral hacia la Paz, hacia la concreción de la Redención.

Enciendan ahora las estrellas de sus corazones, para que el Hijo de Dios pueda brillar en todos los que fueron señalados por Su Santo Nombre.

Oriente y Occidente conocerán a los que testimoniarán sobre Mi Retorno, porque también darán sus vidas para que Mi Plan se cumpla en la superficie. Pero sepan que no los abandonaré. Cuando se sientan solos, busquen Mi Refugio. Cuando sientan desesperación, llamen por Mi santa Paz. Cuando estén en dificultades, convoquen Mi santo Nombre, el santo Nombre de Adonai.

La Gracia del Padre descenderá sobre los corazones sinceros, para que al final encuentren el portal, que los conducirá a la Verdad y a la Sabiduría.

No dejen de caminar, aunque sientan sus pies presos. No dejen de donarse, aunque los brazos y las manos duelan. No dejen de mirar con esperanza el vasto cosmos, las sabias estrellas y los soles, que también los contemplan. Vean la infinidad de este Universo, el cual fue creado por la mano del Todopoderoso. Vean las moradas que los aguardan y cómo sus espíritus y almas pueden regocijarse en la infinitud del Señor.

La materia ya no estará más presa. Yo los estoy preparando para que puedan renacer. Por eso, la ola de la purificación viene con amor y desciende del Cielo como una poderosa corriente, para liberar sus viejas vestiduras. Dejen que el cuerpo sea purificado, porque así el alma también se santificará. No tengan miedo de perder su voluntad. Llegó la hora compañeros, de que la entreguen en las manos de Su Rey.

Así, Yo podré ser en ustedes, en perfección, divinidad y misericordia. Y así, Yo podré estar en el mundo que agoniza y podré ir en ustedes y en sus hermanos, hasta los rincones más lejanos del mundo, para llevar una palabra de alivio y de esperanza.

Dejen que todo expurgue, pues el santo Espíritu viene en auxilio de los que Lo aceptan. Dejen que todo se remueva de lugar y les aseguro, en verdad les digo, que se librarán de sus más viejas raíces.

Adonai habla a través de Mi Boca y expresa Su Voluntad para todos los que Lo escuchan, en este mismo momento.

Hoy son ungidos por Mi Espíritu y Mi Divinidad les traerá la expiación, para que sus almas resuciten espiritualmente.

Vean a los pies de Mi Iglesia Celestial el Arca Santa, custodiada por los ángeles. Este es el mayor amor que Yo les puedo entregar, dando para sus corazones los tesoros del Cielo, guardados en el sagrado misterio del Arca Santa de Dios.

Y finalmente podré llegar a Asia y Oceanía, en un tiempo cercano. Ustedes tendrán la misión de orar y preparar la visita de Su Maestro y Rey, en esa parte del mundo, antes de que todo se desate.

No se preocupen por lo que el mundo está haciendo. Ocupen su tiempo por lo que el mundo no hace. Porque entre tan pocos, revelaré la Tierra Prometida, que está próxima.

En este día de Gloria y de Aleluya, que Nuestro Padre sea exaltado por Su Infinita y Divina Misericordia. Que sus voces canten. Que sus corazones se abran para que los ángeles traigan al mundo la liberación.

Que así sea.