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En la vida interna se viven desiertos y derrotas, pero también se viven triunfos y victorias cuando las almas con confianza consiguen entregarse por completo a Dios, más allá de sus límites o imposibilidades.
Más allá de todo eso, Dios los ama y los comprende, porque morir internamente al aspecto mortal es difícil, es un desafío diario.
Pero si confían y perseveran, se transformarán. Está todo previsto, y en esa previsión todo se irá dando conforme a lo pensado por el Universo.
Ustedes deben ser el mismo triunfo y victoria redentora para Dios.
Sus vidas deben alcanzar el ejemplo de una humildad desinteresada y de una entrega profunda, teniendo como base la Gracia de servir permanentemente y la Unción Espiritual que les puede dar Mi Presencia en este tiempo.
Por eso, caminen hacia Mí y Yo los guiaré. Abran el corazón para que sus miedos y dudas sean disueltos.
Si hoy están aquí Conmigo, es por una razón, porque de lo contrario estarían en otro lugar y bajo otra energía.
El Universo entrega infinitas oportunidades a todos, las que deben ser amadas, valoradas y consideradas por cada uno de ustedes. Mientras eso suceda, nada estará separado dentro de ustedes, y sabrán corresponder como el Padre Eterno lo necesita.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy envío Mi Mensaje de paz a todos Mis hermanos de Sudamérica y especialmente dirijo Mis Palabras a Mis hermanos de Venezuela y de toda la región adyacente, espacios en donde las almas buscan sobrevivir a esta batalla final que recién comenzó.
Pero no teman, el triunfo del amor está próximo.
Quien viva en el amor no perecerá.
Quien viva en el amor siempre encontrará el camino de salida.
Quien actúa a través del amor no fracasará.
Porque el Amor que Yo les enseñé es invencible, es capaz de derrotar cualquier situación y vencer cualquier obstáculo.
Por eso, no favorezcan las oposiciones; que las naciones no se levanten las unas contras las otras, porque la humanidad ya sufrió lo suficiente para aprender que se salió del camino muchas veces y que siempre le costó retornar al Corazón de Dios.
Mientras estoy aquí estoy con todo el pueblo de Venezuela, acompañando a cada ser, a cada consciencia, a cada alma; viviendo junto a cada hermano Mío su sufrimiento y su dolor, su agonía o su desespero. Pero aún no llegó el momento de que Yo retorne a la Tierra.
Que por medio de Mi Amor puedan encontrar la paz, la paz que falta en el mundo y en el corazón de muchos seres.
No es tiempo de batallar, sí es tiempo de obrar con amor, aunque exista el mal y oprima. Porque la liberación del cautiverio está cerca, y las cadenas de la maldad se romperán para dar paso al ingreso de la luz, de la victoria, del triunfo del Reino de Dios, que debe expresarse dentro de cada uno de ustedes, en cada paso, así como en cada acción.
Hoy estoy con Mi Escudo para defenderlos de las fuerzas del caos.
Hoy estoy con Mi Espada para disipar las tinieblas, trayendo el Poder de Dios a la Tierra y la manifestación de Su Voluntad en este tiempo final.
Que se estabilicen los espacios, que se equilibren las energías, que la armonía se pueda expresar para que las criaturas encuentren en su interior el equilibrio que les hará percibir la necesidad de estos tiempos y el llamado que proclama el Universo a viva voz.
Que sus corazones se refugien en Mi Corazón, que sus lamentos y sus dolores se disuelvan en Mi Misericordia, porque Yo estaré con ustedes hasta el fin de los tiempos para acompañarlos a llevar esta cruz que los librará en el calvario que es el escenario de esta humanidad.
No habrá triunfadores ni ganadores, conquistadores o poderosos.
Busquen en el silencio de sí esa llave que abre todas las puertas y que trasciende todos los tiempos.
Lleven a las almas hacia Mi Corazón, porque es en el único lugar en donde todos estarán seguros en estos tiempos.
La última batalla llegará y todo se definirá. Todos deberán estar a la altura de esos acontecimientos; ese será el momento más agudo de la humanidad, momento en el cual las almas definirán sus caminos y conocerán su próximo destino, dependiendo de lo que hayan elegido.
Pero la Tierra Prometida surgirá, por más pequeña que ella sea, y la promesa del Reino de Dios se cumplirá en los que hayan creído en el advenimiento de lo nuevo y en todo lo que descenderá del Universo como un tesoro espiritual para enriquecer a las almas en el conocimiento y en la Verdad.
Yo estoy aquí como el Gobernante de su pueblo, como el Dirigente de sus almas, como el Pastor de todos los rebaños.
Les entrego el don de la fuerza interior que necesitan para poder seguir adelante, atravesando los acontecimientos de estos tiempos, por más difíciles que parezcan.
Recuerden que Cielo y Tierra pasarán, pero Mi Palabra quedará en los corazones que sepan reconocerla, porque así vivirán Mi Mensaje.
No desistan, sí persistan. La fe les redoblará la fortaleza espiritual que necesitan para caminar hacia un nuevo tiempo.
Todo llegará a su fin, porque el fin también tiene su tiempo y su hora.
Refuercen su compromiso con el Padre Celestial y permitan que Él pueda obrar en los acontecimientos, aunque Su Presencia sea silenciosa.
No teman enfrentar el fin de los tiempos, aún hay mucho que atravesar y que vivir.
Aunque esté recogido estoy con ustedes y regresaré para darles Mi último impulso, aquel impulso que finalmente los colocará en el cumplimiento de su tarea y de su misión en este planeta; misión que los hará representarme en la Tierra como Mis apóstoles y como Mis compañeros, aquellos que estarán Conmigo bajo cualquier circunstancia y de manera incondicional.
Yo Me sirvo de sus sufrimientos para aliviar el sufrimiento de la humanidad. Todo lo que toco lo transformo en bien y lo transfiguro en luz para todas las almas, llevando hacia ellas el Amor de Mi Corazón.
Desde Aurora daré Mi gran impulso de amor para el planeta en el mes de marzo, momento en el cual Mi tarea con ustedes estará finalizando. Pero ese será un momento muy importante porque podrán poner en práctica todo lo que Yo les dije una vez y podrán hacerlo mejor de lo que Yo lo hice en los tiempos pasados; solo deben ser obedientes a Mí y confiar.
En marzo se abrirá la última Fuente de Mi Divina Misericordia para que sus espíritus se terminen de formar en este Comando que Yo dirijo desde el Universo.
Recen todos los días con más fervor y que la oración brote del corazón, así como brota su amor por Mí.
Los bendigo y les doy Mi Paz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Primer Mensaje
Que estar Conmigo no sea un compromiso, sino una necesidad esencial para estos tiempos.
Yo no vengo a pedir lo imposible, sino lo que en verdad Me pueden dar, porque lo veo y lo siento.
Al igual que Mi Madre del Cielo, hoy piso con Mis Pies la cabeza de la serpiente de la maldición, la serpiente usurpadora e invasora, y así libero los infiernos, a las almas y, sobre todo, a los pueblos.
Hoy Mi Obra comienza aquí, en este lugar de Portugal, porque también necesita de Mi Misericordia; a pesar de todos los hechos que hayan sucedido en otros tiempos y de todas las Gracias que hayan descendido sobre este país.
Pero ahora estamos en un momento definitivo, en el que la participación de cada uno de Mis compañeros es esencial.
Esa es la respuesta que Yo recibiré de ustedes para seguir llevando adelante Mi Obra, esta vez en esta parte del mundo, en Europa, pero también en otros lugares en donde se necesita Mi Divina Misericordia para poder seguir adelante.
Ahora le llegó el momento a Mis compañeros de darlo todo por amor, y este mensaje es para todos.
Llegó el momento de que se igualen a Mí, que sean tan semejantes a Mí, no solo en el espíritu sino también en las obras.
Mientras estoy con ustedes descomprimo a la humanidad del mal, y permito que las almas se sumerjan en el Océano Infinito de Mi Misericordia.
Será importante que todos puedan entrar a ella, porque la Fuente se está cerrando mientras se aproxima la Justicia Divina.
Será importante que todos los que puedan estén a salvo, porque así podré dar testimonio ante Mi Padre, de que las almas responden a Mis pedidos y a Mis comandos.
Estoy aquí no solo por Portugal, sino también por toda Europa que debe despertar a la esencia de Mi Divina Misericordia; y para poder despertar a la esencia de Mi Misericordia deberá comprenderla y, sobre todo, vivirla en estos tiempos tan cruciales en los que luchan el amor y la indiferencia.
Necesito que sean parte de esa Fuente de la Misericordia mientras estén aquí, en este planeta y formando parte de esta humanidad.
Que cada acto o cada sentir sea parte de Mi Divina Misericordia.
Que cada ofrecimiento o donación de ustedes sea parte de Mi Divina Misericordia para que Mi Cruz Redentora pueda triunfar una vez más.
Ya estamos en el tiempo y, por medio de esta Peregrinación, estamos ingresando al momento más culminante de la humanidad, en el que ya no habrá más qué escoger, sino un solo camino que seguir, que es el camino hacia Mi Corazón, el que Yo le ofrezco incansablemente al mundo, para que las almas se sirvan de Mis méritos y de todos los tesoros que el propio Padre le ha concedido a Mi Consciencia Divina.
Pero ustedes saben, compañeros, que por más que Yo esté en el Cielo, Yo Soy igual que ustedes, como hombre, como alma y espíritu; que Mi Cuerpo resucitado y toda Mi Consciencia subieron a los Cielos para estar protegidos de estos tiempos y, especialmente, para prepararse para el momento del gran retorno a la humanidad.
Estamos en esa transición y en ese camino, estamos a la espera de ese gran momento en el que todo se desencadenará, dentro y fuera de las criaturas.
Mientras tanto, beban de la Fuente de Mi Misericordia para que se puedan purificar y limpiar.
Que sus actos estén llenos de amor.
Que sus palabras estén llenas de sabiduría y no de vibraciones bajas.
Que sus obras estén llenas de caridad y de Misericordia.
Que sus gestos sean gestos de luz y de elevación de su consciencia y de la consciencia de toda la humanidad, para que cuando Yo vuelva los pueda encontrar transformados, sin necesidad de purificarlos un poco más ni de pedirles que permanezcan un tiempo más en la Tierra y no puedan volver Conmigo al Cielo.
Lo que Yo les digo en este momento no es simbólico, es una verdad que emana Mi Corazón.
Cuando Yo retorne al mundo, a muchas, a muchas almas les costará reconocerme porque retornaré diferente a cómo Yo Me fui al Universo.
Pero Mi Voz sí será reconocida. Mi Corazón Glorificado y vivo sí será visto, y todos podrán ser testigos de Mis cinco principales Llagas de Luz, que Yo impartiré como la luz de más que cientos de soles para bendecir a la Tierra y convertirla en redención.
Cuando todo eso esté por suceder los corazones ya deberán estar limpios, sin arrogancia, sin orgullo, sin soberbia y, sobre todo, sin maldad; porque para que el Reino de Dios entre en ustedes, ustedes deberán ser dignos del Reino de Dios.
Y el Reino de Dios podrá entrar en ustedes cuando sus corazones estén limpios de sí y llenos de la entrega que compartirán con su Maestro y Señor, transmutando y liberando el dolor del mundo y el sufrimiento que aprisiona y hace agonizar a las almas.
Esta es la cruz que Yo les ofrezco a muy pocos, porque la recompensa, que no será de este mundo, es muy grande para quien la cargue junto Conmigo y con valentía.
Llegó el momento de que la cruz de esta humanidad, que ha sido pervertida y ultrajada, se redima y resplandezca como victoria de Luz y de Amor, de Unidad y de Hermandad, tan semejante a la Cruz en la cual Yo fui clavado en lo alto del Monte Calvario; en esa redención se unirán a la Esencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Pero aún hay mucho por hacer, hay mucho por hacer con tan pocos.
Sin embargo, la Fuerza de Mi Espíritu no les faltará; porque quien está en Mí, Mi Espíritu lo tornará invencible y le dará la fuerza para poder hacerlo todo, según Mis designios y Mi Voluntad.
Es así que hoy les digo, compañeros, especialmente a los que escuchan este mensaje en este primer día de Maratón, que se han esforzado y han madrugado para recibirme en sus corazones del otro lado del mundo, que con esos Yo contaré, porque no serán corazones tibios ni fríos, serán corazones en los que Yo podré confiar infinitamente y sin excepciones, sin justificaciones y sin reclamos.
Les vuelvo a decir que es hora de darlo todo por los que no lo dan; y cuando llegue el tiempo de Mi regreso, serán bienaventurados como los que están en los Cielos, serán reconocidos a causa de haber sufrido y padecido por Mí, al igual que tantos santos y tantos servidores de los últimos tiempos.
Que esta Maratón de la Divina Misericordia sea la maratón del sacrificio y de la institución del Divino Perdón entre los pueblos y las naciones que se conquistaron y se lastimaron, transgrediendo las Leyes de Dios y los atributos de la evolución.
Que, por medio de la Fuente y del Océano de Mi Divina e Insondable Misericordia, las heridas más profundas del sufrimiento humano sean cerradas, desde el momento de Mi Ascensión hasta el presente.
Confío, confío en lo que Me podrán dar, porque lo que Me han dado hasta ahora ha concedido esta Gracia tan importante de que ustedes estén aquí, junto a Mí, para seguir los caminos del perdón y de la redención.
Escucha, Padre, la voz de los que siempre están Contigo.
Escucha la voz de los que claman por Tu Voluntad y por Tu Gracia.
Que todo sea renovado, Padre, desde lo más íntimo hasta lo más superficial.
Que todo sea curado, Padre, desde lo más pequeño hasta lo más grande.
Porque en todo Tú Te encuentras, Adonai.
Porque en todo Tú vibras, Emmanuel.
Y Tu Espíritu está presente, Abba, en todas las dimensiones.
Que las almas más sedientas y perdidas encuentren Tu Luz por medio de esta oferta a la Divina Misericordia de Mi Corazón, y así estaré cumpliendo, amado Padre, junto a Mis hermanos, la promesa de volver a hacer triunfar Mi Cruz en el mundo. Amén.
Que la Luz del Espíritu Santo los bendiga y que el Espíritu Santo los guíe por medio del Don de Su Sabiduría y Discernimiento.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hijo consagrado:
Renuévate en este día y celebra por estar formando parte de la Obra de Misericordia y de Amor de tu Redentor.
Renuévate en tu interior confirmando los votos internos que tú has hecho ante tu Maestro y Señor, y no te preocupes por nada, porque si Yo formo parte de tu vida y de tu existencia, tienes que creer para siempre que todo, absolutamente todo, está bajo Mi soberano Poder y que nada semejante a tu Señor podrá interferir.
Por eso, con los ojos llenos de alegría y de luz, celebra, hijo Mío, este día de confirmación y de reconsagración a Mi Paterno Corazón. Que esta afirmación interior permita construir en ti el nuevo propósito y que ese propósito pueda abrazar a más corazones.
En este día de renovación para cada consagrado que no exista el temor, la duda o la falta de fe.
Que cada alma consagrada sepa que siempre deberá hacer lo mejor para que triunfe el Corazón Sagrado del Maestro, para que más puertas inciertas en el mundo sean cerradas por medio de la íntima comunión de los espíritus con el Salvador del mundo.
Que este día sea motivo de celebración, y no de angustias, de esperanza, y no de amarguras.
Que cada alma que se ha consagrado al Redentor mire con ardiente aspiración hacia el firmamento y que, en algún punto del espacio sideral, encuentre el retorno de Cristo, primero en su corazón y segundo, en este planeta dolorido.
Que hoy cada consagrado ofrezca su consagración y sobre todo su corazón humano para ser depositario de nuevas virtudes y Gracias, para que esta Orden de amor y de hermandad, que preciosamente he fundado, reciba la Gracia de nuevas vocaciones, del despertar de nuevos talentos para estos tiempos, en los que deberán reinar el amor y la paz universal.
Reciban de su Maestro la bendición paternal para que cada alma consagrada en este día vuelva a decirle a Mi Corazón: “Mi amado Señor, aquí estoy para servirte, para cumplir Tu Voluntad”.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más