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Un alma que buscaba profundizar su fortaleza en Cristo, renovarse en Él ante cada prueba, le cuestionó al Señor, diciéndole: “Señor, ¿de dónde viene la fe de los primeros cristianos?, ¿de dónde viene la fortaleza de aquellos que supieron y saben entregar su vida por amor?”.
Y el Señor le respondió: “No solo la fe de los primeros cristianos, alma amada, sino también la fe de todos aquellos que saben entregar su vida por amor a Dios está basada en la certeza de Mi Existencia Celestial. Esas almas saben que su testimonio de amor rescata e inspira a los que están sin esperanza y a los que perdieron la fe. Saben que su ejemplo genera méritos para la salvación de los más pecadores. Saben que su vida es como un soplo, de tan frágil y pasajera, pero que, durante ese breve soplo, deben amar con todo su ser y de todo corazón.
Siguiendo el Mandamiento que les dejó Mi Hijo, no hay mayor amor que el de aquel que da la vida por sus amigos. Y, dar la vida, alma pequeña, no es solo morir; sino, sobre todo, donarse con todo su ser y de todo corazón, ser testimonio vivo de la entrega y del amor, de la Gracia y de la Misericordia que fluyeron y siguen fluyendo del Corazón Crucificado de Cristo.
Por eso, alma Mía, que tu esfuerzo esté en amar y en adentrarte más profundamente en Mi Amor. Así, toda la fe y toda la Gracia te serán reveladas”.
Que este diálogo, hijos, les enseñe a estar fortalecidos en Dios y no en el mundo, y que en el soplo ligero de la vida sepan amar con todo lo que son.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Hijos:
A medida que transcurren los días, se aproxima más el momento especial, en el que su Redentor volverá a poner Sus Pies en el suelo sagrado de Sudamérica y entrará a una de las regiones destinadas a la Nueva Tierra, Argentina.
Más allá de la decadencia social, política y humana, Argentina es un país bendecido por la belleza de la Creación de Dios y los más preciosos paisajes, desde Tierra del Fuego hasta las cumbres de Jujuy, sirven de recintos inmaculados e internos para que allí esté siempre presente la Jerarquía.
El Padre Celestial sabe que la mayoría de Sus hijos de Argentina y de toda Sudamérica atraviesan el primer ciclo de la transición de la Tierra. Pero más allá de lo que cometan los dirigentes y responsables en la equidad de las naciones sudamericanas, en la querida Argentina existen almas con un gran corazón que palpita y se mueve ante la llegada del Redentor.
Es como un impulso interior que nunca acaba, es un amor de argentinos que va madurando al pasar el tiempo y las experiencias.
Es Mi deseo ardiente ser recibido una vez más por el amor que palpita en cada corazón de Argentina, para que las puertas del Cielo se mantengan abiertas y todos sean colmados por el Amor del Señor, un Amor que siempre los renovará y los impulsará a seguir adelante.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Sean Mis discípulos en la unidad para que siempre la unidad reine y esa unidad los lleve al amor del corazón, porque en el amor del corazón encontrarán la salida y la respuesta ante las circunstancias de la vida.
Sean Mis discípulos en la unidad para que la unidad los lleve al absoluto entendimiento y esa unidad despierte la bondad en el corazón de Mis seguidores.
Sean Mis discípulos en la unidad porque mientras vivan esa Ley no serán sometidos por las leyes del mundo.
La unidad sagrada los despierta al conocimiento de lo que es verdadero y proviene de Dios, aquello que ningún hombre puede alcanzar, sino solo por intervención divina.
Sean Mis discípulos en la unidad porque siempre encontrarán el servicio en la vida de cada uno, encontrarán la posibilidad de aliviar, mediante la unidad, cualquier situación interna.
Sean Mis discípulos en la unidad y no existirán enfrentamientos ni contradicciones. Existirá en ustedes el soplo divino de la unidad que los llevará a vivir Mi Proyecto.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Busca siempre los estados de paz y, en ellos, la reverencia y el respeto por el prójimo, por la vida y por el Plan de Dios.
Busca transformar tus patrones de conducta y así elévalos. De esa forma, estarás prestando un servicio a esta humanidad, tantas veces conflictiva e inconsciente delante del prójimo, de la vida y delante de Dios.
Que la paz y el amor alcanzados en tus oraciones permanezcan en tus días; así, harás viva tu oración, harás tu oración constante y eterna.
Cuanto más armonioso estuviera tu corazón, más cerca estarás de la Sabiduría de Dios para los tiempos de caos.
Eleva tu consciencia más allá de la confusión de la mente humana, para saber discernir, definir, guiar y conducir cuando sea el momento.
La sabiduría y el discernimiento serán atributos raros en los tiempos de caos y, a pesar de eso, de estos atributos y dones divinos dependerá el destino de la humanidad, porque cada paso deberá ser meditado, cada decisión deberá ser tomada con sabiduría, cada definición realizada con discernimiento y con amor, porque los seres estarán escribiendo la historia de la humanidad y de la Creación, con la propia vida.
Por eso, ora y permanece en paz.
Todo comienza en los estados de paz y unión con Dios, porque es del Padre Celestial que proviene la sabiduría y el discernimiento para encontrar Su Camino.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Hijos:
En este tiempo, todo está permitido.
Está permitido que los hombres expresen el desequilibrio que hay en su propio interior a través de acciones desmedidas y vacías de amor, vacías de Dios. Y al mismo tiempo, está permitido que el espíritu de la unidad pulse en el interior de los puros de corazón y se manifieste en la expresión del amor entre las razas, las culturas y las religiones.
Está permitido que las familias se disuelvan y vivan bajo las leyes del caos y de la desarmonía, generando conflictos y desamor entre los seres que se unieron para aprender juntos a amar. Pero de la misma forma, está permitido que las familias se curen y expresen el arquetipo de la nueva vida, evolucionando y creciendo como grupo familiar que camina en dirección a Dios.
Está permitido que el caos disuelva la paz interior de los seres y les cause desesperanza. De la misma forma está permitido que un amor desconocido emerja del corazón de los que dicen "sí" y creen en el milagro de la renovación del Amor de Dios a través de sus esencias.
Todo está permitido, sin embargo, todas las cosas suceden según las elecciones de cada ser.
Está permitido que haya caos y mal en el mundo, pero también está permitido que surja un amor capaz de curar todas las cosas.
Por eso, en este tiempo de definiciones, en los cuales las leyes celestiales tocan la Tierra para batallar con las falsas leyes del mundo e instituir la nueva vida, decídanse y defínanse según la pureza de sus esencias, según aquello que hay dentro de ustedes y que los hace semejantes a Dios.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Serie – Manifestación de Aurora – Parte IX
Para la convivencia grupal y el despertar espiritual de los peregrinos, algún día deberá expresarse el área Redención 4.
Será un área para las familias que se consagraron al camino del espíritu, pero, al mismo tiempo, será un área que recibirá a los peregrinos que llegan al Centro Mariano para compartir las liturgias y los encuentros de oración.
Redención 4 también expresará, en una parte de su área, la convivencia con los Reinos Vegetal y Animal. Esa convivencia de las familias con los Reinos Menores también será una oportunidad para poder servirlos y así aliviar su sufrimiento y entregarles el amor del corazón. Esa área reunirá a las familias que se irán postulando para vivir una vida diferente a la que ofrece el mundo.
Redención 4 también será un lugar acogedor en donde los niños tendrán como base a la escuela alternativa Parque Tibetano, una experiencia de educación que en otras Comunidades-Luz enriqueció y formó al espíritu de los más pequeños. Redención 4 contará además con un área dedicada al deporte con el fin de que los niños y las familias tengan una mejor calidad de vida.
En este sentido, Redención 4 ofrecerá un espacio más afín al grado de evolución de cada ser humano. Las familias tendrán el apoyo de las actividades de servicio a los Reinos de la Naturaleza, la educación primaria y secundaria, a través de la Escuela Parque Tibetano, como también un área dedicada a la educación física para optimizar la calidad de vida a través de la recreación para los niños.
Esta área será de pasaje y, a medida que las familias vayan madurando y vayan confirmando su compromiso con el Plan, como familia, podrán, como miembros de la Comunidad, ir asumiendo otras áreas y otros sectores de la vida grupal comunitaria.
Redención 4 también dedicará un sector para recibir a los peregrinos de pasaje, los que en toda el área de Aurora, no tienen donde poder hospedarse.
Sería un objetivo bien claro para las familias de la Red-Luz trabajar en conjunto con otras familias para manifestar Redención 4, ese espacio, dentro de la Obra de Amor, que las familias necesitan para poder encontrar un lugar donde vivir y también compartir como miembros de la Comunidad.
Este es otro compromiso y ofrecimiento de la Jerarquía Espiritual para las familias que en los últimos tiempos demostraron cambios internos y a las que, en la actualidad, el mundo, en su totalidad, les afecta y necesitan encontrar un espacio para poder servir mejor a Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El Corazón de Dios se torna pleno en las almas orantes que, con su simplicidad, se esfuerzan por cumplir con Su Plan.
El Corazón de Dios se renueva en esperanza, a través de los corazones que claman por el mundo y que, a pesar de sus imperfecciones y dificultades, aspiran a vivir el amor y la hermandad.
El Corazón de Dios abre la Fuente de Misericordia para la Tierra, en tiempos de Justicia, cuando encuentra sinceridad en los mundos internos y verdad en el clamor de los seres.
El poder de la oración y el esfuerzo por vivir una vida fraterna evolutiva aún es desconocido por los hombres. Pero hoy Yo les digo, hijos, que es por esas cosas simples que este mundo continúa existiendo y que el Proyecto de la vida sobre la Tierra continúa siendo una esperanza para la evolución y el crecimiento de toda la vida universal.
Por eso, cuando ya no tuvieran fuerzas para orar o cuando ya no tuvieran ánimo para hacer el bien y amar a sus hermanos como son, acuérdense del Padre que está en el centro del Universo, como también en el centro de sus corazones, aguardando una respuesta de sus seres, por pequeña que sea.
Recuerden que todo esfuerzo, por más pequeño e imperfecto que sea, agrada al Corazón de Dios y lo renueva. Por más que no consigan ser y hacer lo que querían o pensaban, al menos inténtenlo todos los días, porque es el esfuerzo el que los hace dignos de una nueva oportunidad.
Es el esfuerzo el que permite que la Misericordia siga derramándose en el mundo. Es el esfuerzo el que transforma la vida sobre la Tierra. Su esfuerzo aquí ayuda a rescatar a las almas que están en los lugares más perdidos y olvidados de este mundo.
Sé que es difícil confiar en lo invisible, pero ese es el misterio de la fe que son llamados a vivir en este tiempo. Experimenten en su interior la certeza de que Dios los observa y los acompaña, y que todo lo que hacen en nombre de una nueva vida y de una nueva Tierra renueva la esperanza de toda la Creación.
En el Cosmos, mucho más allá de la Tierra, existen civilizaciones enteras, tantas como las infinitas estrellas que ven en el Cielo a la noche, esperando que el Amor se renueve en los corazones.
El amor, hijos, no nace solo; él emerge del esfuerzo, él brota del sacrificio, él vive a través del corazón que se dispone a tener fe y a vivir bajo el principio de la fe todos los días.
Con esto los renuevo y les agradezco por perseverar, respondiendo al llamado de Dios.
Ya llegará el día en el cual verán en el Árbol de la Vida los frutos del Amor Crístico que hoy germina en sus corazones.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
En este ciclo que comienza, profundiza, hijo, tu visión de la vida para que así puedas salir de las superficialidades humanas y dar un paso rumbo a la Verdad de Dios.
Contempla el mundo a tu alrededor, las ciudades, las familias, los campos, los Reinos de la Naturaleza y busca en lo profundo de cada cosa la esencia de la vida.
Sabe que las naciones existen por un propósito, las culturas existen por un propósito, los seres, los Reinos de la Naturaleza, nada fue creado por casualidad. Todo fue manifestado a través de un pensamiento divino que trajo consigo una meta, que colabora en la evolución de todos los seres.
Cada expresión de la vida en la Tierra, como son los grupos de consciencias de una determinada nación, su espacio geográfico, su cultura, partió del Pensamiento de Dios y llevó consigo el Propósito divino.
A lo largo de los siglos, el desvío de los seres de su evolución hizo también que las naciones, las culturas y hasta los mismos Reinos de la Naturaleza se desviaran de su propósito evolutivo.
En este nuevo ciclo comienza a atraer con tu pensamiento, con tus oraciones y con el respeto por la vida, este principio perfecto manifestado por Dios que quedó oculto tanto en los seres como en la vida.
A pesar de que esto aún sea un misterio para ti y que no sepas qué es lo que cada ser, nación o cultura debe manifestar; solo ora, hijo, y pide al Padre que Su Pensamiento se exprese en la vida a través de sus criaturas.
Respeta a cada ser y a cada nación como portadores de la presencia divina, portadores del Pensamiento de Dios. Después de respetar, aprende a amar, y el amor será la llave que abrirá los mundos internos y revelará a los seres la verdad sobre sí mismos, la verdad sobre la vida.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Solo ámense los unos a los otros, así como Yo los amé como Padre y Señor, desde Mi Nacimiento hasta Mi Ascensión.
Ámense siempre y que ese amor del corazón no les falte, por más que sea pobre o imperfecto; que sea un amor verdadero y sano, capaz de comprenderlo todo y de aceptarlo todo.
Ámense mucho más de lo que Yo los amo y supérenme en el amor y en la entrega. Ya les dije que harían cosas más grandes que las que Yo hice, y eso sigue siendo real y actual para Mí.
Ámense hasta que consigan expresar la compasión, la honestidad y la transparencia.
Ámense sin tener miedo de desenmascarar a sus personajes y de solo vivir por el amor y en el amor.
Ámense, porque será el amor entre hermanos, discípulos y amigos el que los librará de ustedes mismos.
Amen sin tener miedo de siempre decir "sí" y de donarse, mucho más de lo que Yo Me doné.
Ámense para que el amor abunde en la Tierra y para que sea el amor el que derrote al mal, a la falsedad y a toda soberbia.
Ámense de verdad y cumplirán Mi gran Mandamiento.
Ámense y la paz no faltará.
Les agradezco a todos los que en este año hicieron posible cumplir Mi Llamado y a los que lo cumplirán en el próximo año, para que las Gracias abunden en la Tierra.
Los bendice siempre,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Ante los movimientos y los acontecimientos del fin de los tiempos, Mi Corazón pacifica y neutraliza todas las formas para que las almas tomen consciencia y perciban lo que está equivocado.
Este es el tiempo de los desafíos más grandes y de las pruebas infinitas; y solo habrá una forma de superarlo todo y es a través del amor del corazón.
Si hubiera suficiente amor en el corazón y, sobre todo en la consciencia, nada de lo que suceda alteraría el desarrollo y el despertar de la consciencia, porque todo sería una posibilidad de ampliar los grados de amor y de atraer hacia el planeta las oportunidades que cientos de almas perdieron por sus diversos errores.
En este sentido, la oportunidad de servir y atender a los demás será ampliada; a veces solo será necesario escuchar para poder abrir los espacios internos para que la cura descienda.
Estos son tiempos en que todo se evaluará y nadie podrá aislarse u omitir esa evaluación, porque será interior. Esa evaluación definirá el próximo camino y la próxima escuela y no dependerá de la responsabilidad de nadie, porque será una instancia entre el alma y Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Los niños, para Mí, son la manifestación más perfecta y bella de la Pureza y de la Inocencia de Dios, porque en ellos se guarda la esencia original, el código perfecto que deberá evolucionar y avanzar a través de los tiempos.
En los niños existe algo que es profundamente verdadero y eso es el amor que de ellos puede nacer naturalmente, sin necesidad de forzar nada.
El amor de los niños puede disolver los conflictos entre las naciones e incluso atenuar las catástrofes del fin de los tiempos.
Si los niños recibieran educación espiritual sobre la existencia del Universo y del Padre Celestial, ellos adquirirían mayores capacidades internas para poder modificar y corregir los tiempos, porque al existir la Pureza de Dios en su interior, su intercesión ante situaciones imposibles es mayor.
Los niños, en su mayoría, se ofrecen desde sus orígenes, esto es, antes de surgir, para servir incondicionalmente a la humanidad y, en muchos casos, sin una total consciencia de lo que hacen o de lo que sienten, sus espíritus son capaces de ofrecerse como víctimas del Amor de Dios por la salvación de una humanidad entera en un tiempo determinado del planeta.
Cuando Yo estuve presente en la Tierra, los niños eran Mi principal consuelo, porque sabía que en ellos podía encontrar esa parte de Dios que consuela y que sostiene en los momentos cruciales.
Los niños son el portal hacia Mi Corazón porque en ellos está la esencia de lo que Dios pensó cuando creó al hombre.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primer Mensaje
Desde la Gran Estrella del Universo Yo los saludo y envío Mi Mensaje de paz para el mundo.
Hoy Mis Palabras emanan desde el corazón de Andrómeda, lugar desde donde se gobierna a este Universo y a muchos Universos más que son regidos por la Ley de la Jerarquía y que están bajo los cuidados de las grandes Consciencias universales.
He venido a la Argentina para corregirla en su propósito, para llevarla de nuevo hacia el camino de la luz.
Por eso extiendo Mi Mano hacia el Pueblo de Dios, para que se puedan tomar fuerte y seguirme por el sendero de la verdadera fe y de la nueva esperanza.
Desde Andrómeda emito Mi Voz para el mundo y especialmente para Argentina, sabiendo que es un pueblo que necesita enderezar sus caminos para poder cumplir el Propósito de Dios, para poder vivificarlo, para poder realizarlo en estos tiempos críticos en donde todo está en juego.
No es nada nuevo lo que hoy Yo les pido, compañeros, sino solo recordar su compromiso para que puedan recordar su origen, sabiendo que esta vida material no termina aquí y que después de esta vida hay mucho más que aprender.
Los Universos se ofrecen para que puedan aprender en sus sagradas Escuelas, en donde todo está escrito y en donde todo se cumple.
Por eso, los invito en estos días a beber de Mi Misericordia para que puedan beber de la Fuente del Conocimiento, un conocimiento que les revela la Verdad, un conocimiento que les dará la paz y la sabiduría que necesitan para estos tiempos críticos.
Pero Mi venida a la Argentina no evitará muchas cosas más de las que suceden en estos días y en estos tiempos.
La libertad aún está en la mano de los hombres.
La libertad es lo que los puede llevar a Dios o es lo que los puede condenar sin que lo perciban.
Por eso, la elección está en cada corazón humano, la elección de vivir en Dios o de no estar en Dios, de sumergirse en el Amor de Dios o de apartarse del Amor de Dios.
Nadie será forzado a vivir una espiritualidad que aún no ha comprendido ni sentido en su interior.
Pero lo que Yo puedo prometer para la Argentina es solo Mi Amor y Mi Misericordia. Vertientes que los llevarán a encontrar el Propósito Divino, a encontrar la respuesta que tanto buscan desde hace tiempo.
Así Yo voy formando a Mis nuevos soldados, los soldados de los últimos tiempos. Voy construyendo en las moradas de todos los seres el Cristo interior, aquel que vivirá el fin de los tiempos, aquel que dará testimonio, en Mi Nombre, de que Yo estoy aquí entre ustedes y con ustedes.
Por eso hoy Mi Voz se emite desde Andrómeda, lugar en donde el Gobierno Universal mora y cumple las Leyes Divinas para este Universo Material; lugar en donde grandes decisiones se toman para la evolución y el despertar de las consciencias, para la expresión infinita de más grados de amor, de un Amor más grande que aquel que Yo pude concebir cuando estuve en la Tierra entre ustedes, hace tanto tiempo.
En aquella época Yo les dejé una llave que los ayudaría a trascender todos los tiempos y todas las generaciones, todas las experiencias y todos los aprendizajes.
Es el amor a la vida lo que reconstruirá a la Argentina, más allá de los errores y de las faltas.
El amor es lo que curará, es lo que colmará.
El amor les concederá la paz y así vivirán en justicia.
De nada servirá oponerse los unos a los otros, porque por más que hay desigualdades, que son vistas por todos, lo que importa para Dios, compañeros, es el destino de su nación y de su pueblo como una Tierra Prometida que ya no contará con injusticias ni desigualdades, que estará permeada por la Presencia de Dios en la vivencia perfecta de Su Amado Hijo en el corazón de los hombres.
No luchen por lo que es material, aunque sea injusto.
Construyan en ustedes lo que es verdadero y lo que proviene de Dios, aquello que realmente los hará libres, algún día, para alcanzar el Reino de Dios que está dentro de ustedes.
Viviendo en el Reino de Dios estarán en comunión con lo Alto y ya no se tratará más ni de una religión ni una doctrina, porque su religión, compañeros, independientemente de cualquier otra, será el amor.
Es el amor que los llevará a vivir el servicio y la fraternidad para con sus hermanos.
Es el amor que les permitirá construir la hermandad y así poder vivir la nueva vida que repoblará a la Tierra en los próximos tiempos.
Pero, mientras viven su transición interior y exterior, no luchen, ya no se opongan los unos a los otros. Busquen esa justicia en el Don de la Misericordia de Dios y todo pasará.
Así Dios hará justicia, como la Gran Consciencia Divina que Él es, y Sus hijos finalmente lo representarán en la Tierra, como Él tanto lo ha esperado desde el principio.
Sean capaces de vivir Mis Palabras más allá de los sentidos.
Sean capaces de arriesgarse a hacer un poco más de lo que hacen o de lo que han conseguido en sus vidas, porque todo volverá a comenzar en el amor y del amor partirá. Lo demás se hará polvo y al polvo volverá.
En sus espíritus está el Sagrado Relicario de Mi Corazón.
En sus almas puede estar la presencia de Mi Alma, para que estén en comunión con la Justicia Divina y en un perfecto equilibrio.
Por eso, desde Andrómeda se emite una Voz de igualdad y la Gran Estrella de este Universo los llama a la elevación de la consciencia para salir de las formas y de las batallas, para alcanzar el verdadero sentido de su existencia y de su misión en la Tierra, como individuos, como pueblo y como país.
Cierren las puertas al caos. Abran las puertas a Mi Divina Misericordia, porque así Mi Presencia triunfará en ustedes y Mi Energía triunfará en su nación.
Ha llegado la hora de percibir la realidad y no los engaños.
Ha llegado la hora, compañeros de Argentina, de subir un escalón más para aproximarse a Dios y sentir Su Amor que los colma y los colma de tiempo en tiempo.
Sean un pueblo merecedor de la Justicia Divina y no de la justicia humana. Así aprenderán a estar en equilibrio y en armonía con el Universo.
Andrómeda emite su voz, desde el Universo hacia su planeta, para que la puedan escuchar y puedan contar con su gran Gobierno que es celestial y cumple los comandos superiores que dicta el Padre Eterno.
Únanse a esta cadena de oración por la paz y eviten que el caos los sumerja.
Sean inteligentes y activen la oración del corazón para que sus propios Espejos internos disuelvan toda la oscuridad reinante.
Por eso, Andrómeda viene para bendecirlos y para consagrarlos, para que cada corazón humano y cada alma escuche la Voz del Universo y reciba, desde Andrómeda, el espíritu de la paz.
Que su ofertorio para este Maratón sea verdadero, como lo han demostrado en estos últimos días.
Porque el Universo está contemplando todos sus esfuerzos, por más pequeños que parezcan. Todos los esfuerzos suman para el descenso de la Divina Misericordia que permite amar a los enemigos y perdonar a los injustos.
Anímense a superarme en el amor y encontrarán la Verdad.
Anímense a ser Mis testimonios y serán libres, así como tanto lo esperan.
El Reino de Dios está dentro de ustedes y él allí debe permanecer, a través de los tiempos, para que se cumpla la Sagrada Voluntad.
Les agradezco por haberme dicho “sí” para este encuentro, porque eso significa mucho para Mí, como Consciencia Divina y Universal.
Aquí existen almas muy valiosas y espíritus muy importantes para la Creación. Por eso están en la Argentina y no en otro lugar.
Todo en la Creación tiene un sentido divino y un Propósito superior para manifestarse.
Sean parte de esa corriente universal que proviene de Andrómeda y reconozcan en estos tiempos su misión para con la humanidad.
Que en esta Maratón de primavera florezca el amor de sus corazones.
Que sus manos, brazos y pies den los frutos del servicio y caminen al encuentro de los necesitados para que la Misericordia llegue a todos, sin distinción.
Que la Luz del Espíritu de Andrómeda los bendiga en el nombre de la Sagrada Hermandad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Y, algún día, vendrás al Cielo para estar Conmigo y Me contarás cómo fue tu experiencia de amor y de perdón en la Tierra.
Me relatarás, paso a paso, lo que has vivido por Mi causa y Yo te volveré a bendecir en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Así, tus heridas se sanarán y ya no recordarás nada sobre el sufrimiento. Entrarás por la puerta principal del Reino de los Cielos para unirte y hermanarte con los bienaventurados.
Allí encontrarás, cara a cara, a los que has amado de verdad y aquellos que amaste una vez se aproximarán a ti para darte el calor de su fraterno abrazo.
Sentirás una felicidad desconocida en tu espíritu y ya no recordarás las luchas que alguna vez viviste para poder superarte. Solo tendrás el recuerdo del verdadero cariño que algún día sentiste de parte de los que amabas de corazón y con todas tus fuerzas.
Serás colocado en la Fuente de la Purificación para que tu cabeza, manos y pies sean lavados y, así, enseguida, entrarás solo a la Casa del Padre Celestial, conocerás Sus Siete grandes Portales de Oro y se revelará ante ti la majestuosa humildad de Su Reino.
Por eso, te digo que vale la pena que sigas sacrificándote por Mí, porque después de toda esta historia de vida, que en este momento estás atravesando, hallarás el júbilo poderoso de haber vivido en Dios y por Dios.
Ayudarás a recrear la Creación con tu ejemplo de renuncia y de redención y construirás, en tu espíritu, el resultado de una larga trayectoria de amor y de servicio por la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Para ingresar en el Corazón de Dios y estar en Su dimensión de Paz en estos tiempos, tendrán que luchar contra sí mismos, contra la condición humana que parece expandirse y crecer dentro de ustedes, para que, rendidos a Cristo, sean más mansos y humildes.
Cuando Dios Me llamó a Su encuentro, para formar parte de Su Plan de Redención para la Tierra, Él comenzó quebrando en Mi interior lo que de más arraigado había en los hombres de Mi época. Me hizo sumiso a la pureza virginal de Mi Santa Esposa, a quien aprendí a amar, a obedecer y a confiar en Ella; y Me hizo sumiso a Mi pequeño Hijo, nacido del Espíritu Santo, parte de Dios en un pequeño niño.
Con eso, Dios quebraba no solo una condición retrógrada en Mi interior, sino que transformaba las leyes de una humanidad que, en su tiempo, no sabía reconocer lo mejor del otro, sino que solo buscaba someter al prójimo y sobresalir. Sobre todo un hombre dentro de su familia, aunque en su corazón hubiera amor, más grande que él era el falso poder.
El Creador Me enseñó que sin mansedumbre no se alcanza la paz. Es imposible ingresar en Su Reino sin antes rendirse a la humildad, aprendiendo a reconocer Su Presencia en aquellos que, enviados por Su Corazón, vienen al mundo para renovar Su Amor.
Cada hijo de Dios fue enviado a la Tierra para renovar Su Amor, no solo en este mundo, sino en todos los Universos. Mientras la consciencia no se abra a esta verdad y prefiera permanecer en la ilusión de su superioridad y de su arrogancia en relación a los demás, creerá que está en el camino de la Redención, cuando en realidad, en su interior, ni la Gracia ni la Misericordia de Dios encuentran un lugar.
Si quieren comunicarse con el Padre, hijos, tienen el camino abierto para eso. Podrán estar eternamente en las dimensiones de Su Reino, aun estando en vida, pero para eso deberán rendirse, humillarse y aprender, no solo a amar al prójimo, sino a reconocerlo como un tesoro de Dios en el mundo, parte de Su Corazón.
Tienen Mi bendición para eso.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Segundo Mensaje
Es el amor de Mis amigos lo que Me hace venir al mundo muchas veces, y no Me canso de hacerlo porque en ellos encontraré el motivo para poder realizar Mi Obra en la humanidad y en todas las naciones.
Mientras estaba en el Huerto Getsemaní, el Señor Me reveló las maravillas que sucederían después de Mi Ascensión hasta este presente en el que hoy nos encontramos. Él Me reveló los prodigios y las obras que realizarían Mis seguidores y que, a pesar de que fuesen difíciles de realizar y de llevar adelante, a ellos nunca les faltaría el ímpetu del Divino Espíritu para poder concretarlas.
Después de tantos padecimientos vividos durante la agonía en el Huerto Getsemaní en la noche del Jueves Santo, después que Nuestro Padre Me mostró todo lo que sucedería no solo con Mi Consciencia, sino también con la humanidad y sus generaciones, un Ángel del Señor se Me presentó para darme ánimo y alegría, para darme fortaleza y motivación para seguir bebiendo del Cáliz que el Padre Me estaba ofreciendo por la redención de todos los pecadores, por la salvación de la humanidad, por la conversión de toda la Tierra y de todas sus razas.
El Ángel del Señor Me mostró lo que sucedería después que Yo pasara por la Tierra y ascendiera a los Cielos.
Nadie podría imaginar cuántos prodigios Dios puede realizar por medio de las almas que Me siguen y que Me viven. No estoy aquí por los ingratos, estoy aquí por los que son consecuentes Conmigo y se esfuerzan por serlo en cada etapa de la vida, en cada momento vivir un sacrificio más grande por Mi Corazón y por Mi Consciencia, y en cada oportunidad solo decirme “sí”. De ese “sí” de todos Mis servidores y seguidores Yo Me sirvo para poder venir al mundo y anunciar la Palabra de Dios que resonará en los corazones fieles, que brotará como un manantial de los corazones humildes, que transformará a los que aún no se han redimido y que ni imaginaban que podrían redimirse por Mi Presencia.
Hoy les traigo esa realidad y esa revelación.
En aquel tiempo, el Ángel del Señor vino a consolarme así como hoy vengo a consolarlos a ustedes y a todos los que Me escuchan. Porque el amor es la gran llave que disuelve toda la maldad. El amor es esa corriente poderosa que todo transforma y que vivifica a las almas.
El Amor del Espíritu de Dios es invencible y eterno, así como eterno puede ser el amor de ustedes por Mi Corazón y por Mi Consciencia; eso es lo que Me permitirá llegar al mundo; es su fidelidad la que Me permitirá cumplir, a través de ustedes, con el Plan que el Padre Me entregó para este ciclo, un ciclo tan agudo y sufrido para la humanidad.
Por eso Yo los invito, en esta tarde, a ver el lado positivo de las cosas, a ver la realización del Plan por medio de las dificultades y de las pruebas. Porque lo que más espero es que puedan crecer interiormente, que puedan dar testimonio de Mi Presencia y de Mi llegada al mundo en estos tiempos críticos.
De los que no Me responden o Me dejaron de responder, Yo Me encargaré, porque lo que Dios les ha entregado a esas almas como Propósito no podrá ser interferido ni alterado. Por eso, todo tendrá un Juicio no solo dentro de los hombres, sino también en toda la Tierra.
Les vengo a derramar Mi Misericordia y Mi Gracia para que todo se pueda purificar y sublimar.
Aún hay tiempo para poder salvarse y redimirse, pero la primera regla que Yo les pido es que se rindan. Quien no se rinda no podrá seguirme, y en este momento ya están viendo ejemplos.
La rendición rompe y quiebra la resistencia. La rendición quiebra la piedra más dura de la consciencia y el obstáculo más imposible del ser.
El amor vencerá junto a la rendición de las almas que se entregan en fidelidad a Mi Corazón para que Yo pueda construir lo nuevo en cada una de ellas.
Mi testimonio es decirles la Verdad, porque la Verdad es amor y es transparencia. La transparencia debe ser el sello que se grabe en sus corazones para que puedan soportar los tiempos que llegarán sin engaños ni interferencias. Aún necesito que trabajen en eso por más que les cueste, por más que no sepan vivirlo, por más que aún no lo hayan encarnado en ustedes.
Vivan en Mi Transparencia interior y siempre encontrarán la Verdad, y el corazón de sus seres no estará solitario, será colmado por Mi Espíritu y por Mi Gracia para poder renovarse de tiempo en tiempo.
En esta tarde los animo a contemplar la grandeza que Me reveló el Ángel del Señor por medio de los últimos testigos que pronunciarían Mi Nombre al mundo y que dirían que Yo ya estoy retornando para cambiar definitivamente a esta humanidad.
Sean valientes y sigan la Estrella de la Confraternidad de Mi Corazón, que será el emblema que los guiará cuando Yo ya no esté presente y solo Mis Palabras sean el testimonio de Mi Amor por ustedes y por la humanidad, para que puedan recordar que en cada mensaje entregado Yo les dejé una llave importante para poder cambiar.
Mi Corazón siente gozo por los que Me corresponden. Mi Corazón siente plenitud por los que participan de Mi Obra y la hacen suya en sus vidas en cada momento de oración, en cada momento de servicio por la humanidad y por los Reinos de la Naturaleza, en cada momento en que ustedes le dicen “sí” al Señor.
Que sus corazones no sean confundidos, porque si Yo todavía estoy aquí es porque algo necesito de ustedes y Me lo tienen que dar para que se pueda cumplir el Plan. No hay nada más importante, compañeros, que se realice el Reino de Dios en la Tierra y que las almas sean partícipes de Mi Iglesia Celestial en los confines del mundo y en cada ser interior.
Ayer les di la revelación de Mi dolor por los que Me ofenden, hoy les doy la revelación de Mi alegría, alegría que Me entregó el Ángel del Señor por los que Me aceptan de manera incondicional y verdadera.
No necesito que sean perfectos, necesito que sean transparentes y tan cristalinos como el agua que corre por los ríos y que abarca grandes océanos. Sumérjanse en esa potencia de Mi Corazón vivo y resplandeciente, y el mal allí no los encontrará y no los confundirá.
Porque quien es verdadero con Mi Corazón podrá ser verdadero con el hermano, podrá decirme “sí” a Mí y al prójimo; aun cuando crea que no lo conseguirá, aun cuando piense que no podrá donarse, lo podrá hacer cuando le confirme su “sí” a Mi Corazón.
El dolor puede ser profundo en el Corazón del Maestro, pero la alegría que Me dan los que Me sirven es eterna e invencible.
Aférrense a los atributos vivos de Mi Corazón para que Yo pueda seguir obrando en el mundo y verán en poco tiempo, y no es simbólico lo que les digo, verán en poco tiempo a muchos más que llegarán de una forma impensable a la Obra de su Maestro y Señor.
Que la unidad se establezca en el corazón de los que quieren seguir Mi Camino. No Me detendré por los que Me niegan. No Me apartaré de los que Me siguen.
No detendré Mis pasos por los que Me dan la espalda, porque Mi Corazón triunfará así como triunfó en la Cruz el Corazón vivo de Dios en Su Hijo.
Pero ahora no derramaré Mi Sangre para demostrarles que Dios murió en la Cruz por ustedes para perdonarlos por sus ofensas e ingratitudes.
Ahora Yo les demostraré la corriente de Mi Gracia y de Mi Misericordia, la que iluminará a los corazones del mundo para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Deja brillar en tu pecho la Estrella de la Confraternidad, que ella encandile los espacios y abra las puertas a la redención.
Deja brillar en tu pecho la Estrella de la Confraternidad, que ella irradie al planeta todo el amor del corazón.
Deja brillar en tu pecho la Estrella de la Confraternidad, que ella derrame en el mundo los códigos de la redención.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella de la Hermandad, que ella represente en la Tierra la unión de las almas con Dios.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella de la Hermandad, que ella esté en la Tierra como símbolo del Amor de Dios.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella del Amor, que ella llegue con su potencia a todas las esencias en redención.
Deja brillar en tu pecho la Gran Estrella de la Luz, que ella circunde los espacios para generar el despertar.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Vengo en nombre de Mi Hijo para darles las gracias por sus súplicas, por medio de la novena que están realizando al Castísimo Corazón de San José.
He venido desde el Cosmos a decirles esto para que sepan que su Madre Celeste está con ustedes, así como está con el mundo, tan necesitado de Amor y de Luz.
Yo vengo a hacer resplandecer sus vidas por medio de la oración, para que se vuelvan columnas de Luz para este mundo y lleven esa Luz al mundo en donde más se necesita, en donde más claman.
Les agradezco por esta novena, porque las puertas se están abriendo y los corazones están consiguiendo ser sinceros.
Por más que no comprendan en profundidad el Propósito de Dios, su Madre Celeste, por medio de Su Amor, les hará comprender todas las cosas con simplicidad y humildad.
Por eso, sigan orando hasta el término de la Novena de San José, para que también el Castísimo Corazón pueda impartir Sus Gracias sobre Europa y África.
Grandes son las necesidades planetarias, muchísimas son las emergencias en estos tiempos.
Les pido, hijos Míos, que sigan orando por la Paz en las naciones, como vienen haciéndolo: semana tras semana, cuenta por cuenta y corazón con corazón, encendiendo esa Luz de Mi Amor en el mundo por medio del poderoso Rosario.
Con todo esto Yo les pido que continúen adelante, para que puedan seguir renovándose a través de los tiempos, a pesar de que cosas gravísimas suceden en el mundo.
Mi confianza, hijos, está en ustedes, en cada momento de oración que ofrecen a Mi Corazón Inmaculado, para que heridas profundas e internas puedan ser disipadas del Corazón de su Madre, y así, del corazón de Sus hijos, que buscan la paz.
Vengo a su encuentro con todas las estrellas del Cosmos. Vengo a visitarlos con grandes Consciencias angélicas para desatar los nudos de estos tiempos, para que las almas encuentren la paz, vivan el espíritu de la solidaridad y de la cooperación con los semejantes, sabiendo que todo podrá ser superado en el Amor. No hay otro camino.
Mientras el mundo no aprenda a amar, no existirá paz. Mientras más se animen a practicar el ejercicio del amor del corazón, mayores posibilidades existirán para que millones de almas aprendan a vivir el camino del Amor.
Por medio de esta escuela de oración que viven Conmigo todos los días, especialmente en la oración por la Paz en las naciones, todas las cuentas que son realizadas y ofrecidas conceden Gracias inexplicables al mundo entero; cosas que tal vez no verán en este tiempo, pero sí verán suceder en el futuro cercano, cuando su Madre Celeste ya no esté más a su lado para visitarlos y solo esté en el Cielo, deseando ardientemente que vivan Mi instrucción, la instrucción de Mi Hijo y la de San José, para que esta Obra continúe adelante, así como está escrito en el Corazón de Dios.
Mientras tanto, hijos Míos, los invito a seguir amando de verdad, a colocar el amor en práctica en cada detalle, como con cada hermano que se aproxime a sus vidas buscando un poco el amor reparador, buscando un poco el amor curador y consolador, que solo brota de la Fuente del Espíritu Santo y de las almas que se coligan con Él.
La Obra que realizará su Madre Celeste en Europa será importante. Por eso, cada colaboración es imprescindible, por más pequeña que parezca. Pero Yo sé que hay almas que pueden ayudarme más y saben que es verdad lo que les digo.
La Madre de Dios no ostenta riquezas, sino el bien para todos Sus hijos, independientemente de su nación, religión o creencia.
Quiero que aprendan hijos Míos, junto a Mí, que todos pueden ser uno, porque alcanzando esa unidad espiritual, Dios estará en ustedes y ustedes estarán en Dios viviendo en Su Reino; a pesar de los acontecimientos de estos tiempos, de las purificaciones o de las pruebas.
Yo los invito todos los días a ser parte de la Gran Hermandad, la Gran Hermandad que está en el Cielo y también aquellos que están en el interior del planeta y que con su silencio llevan adelante grandes Obras en el mundo por la liberación del planeta y de la humanidad, por la redención de los corazones, por la Paz en todos los pueblos.
Yo los invito todos los días a coligarse a esa gran Hermandad y a seguir encendiendo en sus pechos la Estrella Confederada, la cual los llevará por el camino de la Luz, de la ascensión y del bien.
Leyes muy profundas y desconocidas del Universo podrán transformar sus vidas y las vidas de sus hermanos y ya no será necesario, hijos Míos, sufrir. Quiero que el dolor y el sufrimiento terminen en el mundo. Quiero que las almas conozcan la verdadera alegría de servir a Dios. Lo que Yo llamo “felicidad espiritual”, que no está en este mundo sino en el Universo, en la Vida Universal y en el Conocimiento; en la fe, en el servicio y principalmente, en la gratitud.
Quiero llevarlos, queridos hijos, al Reino de Dios todos los días, para que ustedes se animen a traer el Reino de Dios a la Tierra y muchas, muchas más cosas en el mundo sigan transformándose.
Este es el deseo ardiente de su Madre Celestial, de su Madre humilde y servicial, incansable y eterna, que viene a llamar a Sus hijos a través de los tiempos para que más vidas despierten hacia su verdadera vida espiritual.
Mientras esto no suceda, Yo seguiré viniendo al mundo. Yo seguiré impulsando el despertar de las consciencias, respondiendo al pedido de Cristo y del Padre Celestial; con ustedes y en ustedes. Yo podré, como Madre, hacer muchas cosas más.
Aún hay mucho por hacer, hijos Míos. Hay mucho por materializar y expresar dentro de esta Obra de Amor y de Redención planetaria que recorre el mundo y las naciones, solo para sembrar la Paz y la esperanza.
Hoy traigo el Rayo de la esperanza al mundo, para que las almas lo puedan reconocer y vivir. Sabiendo que cada uno de Mis hijos tiene tantas virtudes y dones para servir a Dios, para poder despertar y reconocer en sí lo que ni siquiera las almas saben completamente.
Por eso, Yo los vengo a impulsar y a motivar, al despertar sus talentos, virtudes y dones. Porque Cristo vendrá a llamarlos y les pedirá sus virtudes y talentos, así como todos sus dones, para que estén al servicio de Él en el momento de Su gran Retorno al mundo.
Ustedes, hijos Míos, son llamados como su Madre Celestial, a ser mediadores del corazón y de la palabra; a buscar en todas las cosas y en todos sus hermanos el espíritu del bien; a ver el bien en sus hermanos y no el mal; lo que es positivo, radiante y elevado en cada consciencia que guarda en sí el Cristo interno.
Promuevan en este tiempo el despertar del Cristo interior y el planeta será repoblado de sublimes energías divinas, que serán atraídas por los hijos de Dios, no solo como columnas de Luz, sino también como espejos de Su Divina Consciencia.
Los invito, hijos Míos, a recrear juntos este planeta y esta humanidad. A re-enseñar el camino del amor y del servicio por medio de las misiones humanitarias, de las peregrinaciones, de las corales, de todo lo que pueda expresar el Amor de Dios en el mundo.
Por eso, esta Obra es para todos y es más amplia de lo que parece y de lo que es. Ustedes, hijos Míos, tienen la llave de Mi confianza para poder hacerlo, siguiendo los pasos de la Jerarquía Espiritual en la obediencia y en el bien, para que todo se mantenga en su camino así como Yo espero ardientemente que se cumpla.
Vengo a agradecerles en esta noche, por su colaboración amorosa, a todos aquellos que están gestando por medio de la oración y de la colaboración, la próxima misión de paz en Europa y África.
Ni siquiera saben, hijos Míos, todo lo que sucederá en ese continente y todo lo que los Mensajeros Divinos harán en cada nación que visitarán, así como en cada lugar al que irán para sembrar la Paz y la Misericordia que ustedes han tenido la Gracia de conocer en los últimos tiempos.
Los invito, por medio de la colaboración y de la construcción de esta próxima misión, a seguir siendo orantes y misericordiosos con los que son más ignorantes, que están distraídos y muy ilusionados con todo lo que les ofrece el mundo.
Todo lo que hagan en la Tierra también lo estarán construyendo en el Cielo. En el último día de sus vidas sabrán y tomarán consciencia de todo lo que hicieron por amor a Dios.
Todo lo que tejen en la Tierra también lo tejerán en el Cielo, y el Universo tendrá memoria de sus acciones y de sus obras de bien por la humanidad.
Hoy Me elevaré al Cielo en profunda tranquilidad, sabiendo que Mis hijos han comprendido, más allá de las palabras, el llamado del Cielo.
Sean propagadores del bien que hoy les traigo, para que el planeta sea colmado de Luz y de Misericordia, hasta que los Mensajeros Divinos terminen de cumplir Su Misión en la humanidad.
En esta noche, quiero que sus corazones, hijos Míos, sean revestidos de esperanza para que la cura se establezca en la humanidad, el bien llegue a muchas más vidas en el mundo y sean tocadas por la Gracia de Dios, por Su Misericordia Infinita.
Vengo a traer la Paz, no solo al Brasil, sino también al mundo. Este encuentro ha ayudado para que eso suceda.
En el Amor y el Bien, Yo los bendigo.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Que este lugar siempre se revista de esperanza, para que la esperanza transforme al mundo y todas las consciencias sean tocadas por el Rayo de la Esperanza de Dios.
¡Les agradezco!
Y seré Yo quien te ayudará a cruzar la noche oscura del alma, a superar y a atravesar sus más fríos desiertos.
Y seré Yo quien te colmará por dentro y te dará la fuerza interior que necesitas para aprender, en Mi Nombre, a superar los obstáculos de la consciencia.
Y seré Yo quien te indicará el camino y no ninguna otra persona, porque la Luz que emerge de Mi Corazón es inextinguible.
Y seré Yo quien te quitará el vacío o la falta de amor, porque te colmaré siempre de cosas nuevas, de energías radiantes que solo provienen del Universo Espiritual.
Seré Yo quien te impulsará todos los días a ser nada y a ser todo para los demás, sabiendo que, en esta escuela de la Tierra, la primera lección es el amor del corazón.
Seré Yo quien te concederá la paz y el gozo de poder vivir en el Padre Eterno. Ya no habrá otro camino, sino solo el Camino del Maestro.
Seré Yo quien te secará las lágrimas y lavará tu rostro para que sigas adelante sonriéndole a la vida, a la plenitud del servicio; sabiendo que, en cada nuevo paso, así como en cada nueva entrega, estarás aprendiendo a morir interiormente por Mí, como Yo morí por ti en la Cruz.
Yo seré el nuevo cireneo que te ayudará a cargar con tu cruz, porque conozco tus miserias, pero también conozco tus destrezas. Lo único que quiero es que todo sea para Mí.
Seré Yo quien te concederá la Misericordia que necesitas.
Seré quien te abrirá la puerta para que algún día ingreses en el Reino Celestial.
Yo seré todo para ti, si Me lo permites.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La Comunidad de María
Queridos hijos:
Es con alegría suprema que hoy su Madre Celeste anuncia la manifestación de Su Comunidad mariana, la que estará integrada dentro de las Comunidades existentes y acogerá a todas las almas que recién dan sus primeros pasos en la consagración a Dios y a Su Divino Plan.
La razón por la cual su Madre Celeste manifestará la Comunidad de María es para que aquellas almas que recién despiertan, puedan recibir el acompañamiento y el amor que necesitan para seguir caminando en la concreción del Plan del Creador.
Esta Comunidad no será diferente a las demás, y en su regazo de amor recibirá a los hermanos que vienen del mundo y que necesitan cuidados e instrucciones especiales.
La Comunidad de María será el corazón de su Madre Celeste, el punto central tanto para los peregrinos, como para los primeros servidores que nacen en estos tiempos al despertar de la vida espiritual.
Será una comunidad misericordiosa, simple, ordenada y verdadera.
Será una comunidad que acompañará y se adaptará a la realidad interior y material de cada ser.
Así como su Madre aceptó a la humanidad como hijos Suyos, la Comunidad espiritual de María, de una manera compasiva y considerada, acogerá con alegría y amor del corazón a todas las almas que estarán ingresando al servicio primario del Plan de Dios y a la Obra de los Mensajeros Divinos.
Hijos, es así que ya estamos en otros tiempos y será fundamental percibir y ver la realidad planetaria; eso ayudará a que las demás Comunidades-Luz ya fundadas, puedan seguir respondiendo a las necesidades de estos tiempos y no queden estacionadas en su propio tiempo o entendimiento.
Es hora de abrir aún más las puertas del corazón, así como su Madre del Cielo les entrega Su Corazón para que puedan vivir en él, todo el tiempo.
Eso es lo que deseo de todos Mis servidores ya formados, que puedan acoger y recibir a los que llegan, con inmenso amor y no con rechazo.
Es hora de que las agraciadas Comunidades-Luz ya fundadas cumplan la misión principal que por su existencia vinieron a cumplir.
Si esos cambios fueran acompañados por todos con confianza y sin recelos, eso ayudará mucho para que su Madre Celeste pueda seguir congregando almas tan diferentes a ustedes, las que también merecen el consuelo y la Misericordia de Dios.
La Comunidad de María no hará diferencia; al contrario, hijos, la Comunidad de María llegará y se manifestará ante sus vidas y corazones para que comprendan y crean que ya estamos en otro ciclo.
Dichosos serán los que confíen en Mis designios, porque nunca carecerán de sabiduría.
La Comunidad espiritual de María es el regalo de Dios para la vida planetaria, vida que en estos tiempos, por sus propias acciones y por los errores humanos, pierde diariamente los códigos de la cristificación.
Por eso, la Comunidad de María llegará para guiar y atender a las almas que nunca aprendieron a servir a Dios, pero que en este tiempo despertarán al llamado interior de Mi Materno Corazón.
Que la Comunidad de María sea la aspiración sincera de los que creen en Dios.
¡Les agradezco por escucharme de corazón!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Primer Mensaje
Con Mi Rayo Celeste de Gracia irradio al mundo y espero de él una respuesta.
Aún en la paciencia de Mi Espíritu, espero una respuesta.
Y quisiera de Mis compañeros que, después de todo lo recibido durante los últimos días, no existan discordias, dudas o contradicciones entre los Míos ni entre los semejantes.
Porque lo que Yo les he dado durante los últimos días no se podrá perder; será su responsabilidad preservarlo y que esto tenga frutos en el futuro.
No es tiempo de pensar en sí, sino en lo que necesita el mundo y su humanidad, porque siempre ustedes fueron premiados con los tesoros del Cielo, más que muchas almas en el mundo.
Necesito lazos y alianzas profundas entre las consciencias que puedan soportar lo que vendrá y no teman a Mi Fuego, que todo lo purifica y todo lo trasciende.
Pero no podré penetrar en aquellos espacios de la consciencia en donde no Me lo permitan. No podré tener más tiempo para esperarlos, como en otros tiempos lo he hecho muchas veces.
Es hora de asumir lo que se ha recibido y de no desperdiciarlo.
La Instrucción que Yo vengo a dejar para el mundo es una Instrucción para la futura humanidad y eso comienza a partir de ahora, dentro de ustedes, con la certeza de estar haciendo el bien y de no destruirlo por nada.
Debe nacer de ustedes la convicción de cumplir Mis Leyes y de llevarlas adelante en este tiempo final. Así, Mi Rayo Celeste de Gracia podrá seguir descendiendo al mundo, porque tendré almas depositarias de Mi Luz en esta humanidad.
Aunque todo suceda y todo se desencadene, Yo seguiré trabajando por el mundo y por su humanidad.
Le pediré a los Rayos del Universo que sigan descendiendo en las almas para que se puedan desbloquear todos los tiempos y todas las formas, las estructuras y las resistencias.
Aún hay mucho por hacer y no hay tiempo. Eso es algo que muchos aún no comprendieron, y que la mayoría no lo ha aceptado, a pesar de haber sido dicho muchas veces.
No vengo al mundo para hablarles por medio de teorías o de filosofías, sino de palabras concretas que anuncian lo que sucederá. Por eso están en una preparación que no pueden dejar de vivir todos los días, a cada momento, a cada instante.
Mis Palabras no pueden ser guardadas en el inconsciente de este mundo, y menos de su humanidad.
Mis Palabras deben ser reflejo de una Obra que puede realizarse de época en época y a través de los instrumentos que Yo estoy llamando por su nombre.
Tal vez parezca difícil hacer todo lo que Yo les pido, pero si en verdad aprenden a estar en Mí, todo será posible, aunque no lo parezca.
Por eso su relación con sus hermanos debe ser impecable, libre de conflictos, libre de juicios de valor.
Debe ser una relación sana en el espíritu, para que esto se refleje en la consciencia y, así, sus consciencias puedan abarcar muchas más cosas que aún no abarcan.
Deben llegar al nivel que Yo les pido, y eso se alcanza con constancia y determinación, con una fe arrebatadora; así no dejarán atrás todas las necesidades que el Universo les presenta de tiempo en tiempo.
El legado que Yo vine a entregarles en esta última Sagrada Semana es un legado que no se volverá a repetir. Por más que les haya parecido el mismo, he entregado cosas diferentes, impulsos nuevos, corrientes del Universo desconocidas.
Para que puedan comprender la Ciencia en la cual Yo trabajo, que no es de esta Tierra, deben amar Mis Palabras una a una, por más que no las comprendan o no las puedan hacer parte de sí en este tiempo.
El amor es lo que permite irradiar el Propósito y cumplirlo al pie de la letra.
En el amor las cosas no se vuelven lejanas ni tampoco inalcanzables.
En el amor todo se entiende y todo se acepta.
No hay nada que el amor no pueda soportar; al contrario, el amor, por ser vivo y elevado, todo lo abarca.
Si hay discordias y conflictos entre Mis compañeros es porque Mi Amor no ha trabajado en ustedes, ni en lo más mínimo.
Deben aprender a soportar el fuego de la transformación que les traigo, porque es por un bien mayor que aún están por conocer.
La unidad entre ustedes permitirá que Mis opositores no se aproximen, ni siquiera para saber qué es lo que están haciendo o qué es lo que están cumpliendo en Mi Nombre.
No estoy diciendo que estarán libres de batallas o de desafíos, porque están aprendiendo a superar la dualidad de estos tiempos, como humanidad y como planeta.
Por eso no pueden perder las Enseñanzas que Yo les doy, no pueden dejar de buscarlas ni por un instante, porque allí existe el camino para estar en el verdadero bien y en la verdadera paz.
Los necesito asumiendo el Plan para el fin de los tiempos, el Plan de Dios, que es esta parte del Propósito que aún debe cumplirse en este planeta y con esta humanidad.
Estar ocho días Conmigo no es una casualidad ni tampoco un misterio, es una realidad que deben aprender a aceptar.
El Padre, que es Omniabarcante, Omnipresente y Omnipotente, aún respeta la libertad de Sus hijos, porque Él sabe que ellos deben aprender en esta escuela que el planeta les ofrece día a día.
Pero no podrán irse a Mi Reino con asignaturas pendientes en la escuela de la espiritualidad y del servicio, de la hermandad y del bien, de la misericordia.
Deben vivir esa experiencia de redención hasta en los mayores límites o hasta en las mayores pruebas.
Ustedes y muchos más en el mundo, en nombre de toda la humanidad, deben testimoniar, con su propia experiencia de redención y de perdón, que es posible concretar este Proyecto, aún después de la Resurrección de Cristo.
Deben afirmar que la genética de esta humanidad puede ser cambiada, transformada, transmutada y sublimada, que es posible que el Amor Crístico venza y, así, triunfe el Plan sobre las fuerzas del caos.
Pero mientras la dualidad exista en este mundo, que es algo que se definirá en el próximo tiempo, aún existirán las grandes batallas internas y externas, y deberán buscar auxilio en Mi Corazón y en Mis Palabras, recordando y reviviendo el legado que les entregué con un inconmensurable Amor que aún muchos no han entendido.
Debo ser claro, preciso, justo y verdadero. Les vuelvo a decir que no hay tiempo.
Mientras todo ocurre rápido en el mundo y dentro de las consciencias, es necesario aprender a crecer con velocidad, a una velocidad desconocida que todavía la materia no consigue acompañar, pero sí el espíritu y, más aún, la disposición del alma.
Leyes nuevas están comenzando a actuar en el planeta en este tiempo final, a fin de definir todas las cosas que es necesario resolver.
Pero si eso no comienza primero dentro de ustedes, no podrá suceder en el mundo.
Por eso los apóstoles de los últimos tiempos son apóstoles distintos a los del pasado, porque estamos ante una realidad que ya no se puede esconder, ni siquiera por los medios de comunicación y por las noticias.
Lo que está escrito se está cumpliendo paso a paso.
Es necesario definirse con cautela y entregarse en una mayor disposición, sabiendo que sus imperfecciones irán con ustedes hasta el fin de sus días, hasta que finalmente la cárcel interior sea abierta para que el espíritu alcance su libertad y se una a la Fuente con toda la experiencia vivida en este planeta.
Estamos trabajando por una redención que es gradual, que se da paso a paso y no con grandes adelantos.
Es necesario comprender que la genética de la humanidad se ha vuelto imperfecta por sus errores y por sus desvíos.
Después de 2018 años, Yo vengo, a pedido del Padre, para corregir a la humanidad, para que aprenda a ser libre de sí misma y de sus propios engaños, así como de sus propias fantasías.
Y ese cambio será doloroso, nada será liviano. Arrancar las raíces de la potestad, del poder y de la inercia será doloroso; pero Yo traigo un bálsamo interior en Mi Corazón que nadie tiene, para derramarlo en aquellos que lo acepten de verdad. Es el bálsamo de Mi Misericordia, que libera todas las faltas y todos los sufrimientos cuando tan solo confían en Mí.
No es tiempo de perderse en las cosas superficiales, es tiempo de mirar hacia adentro y encontrarse consigo mismo, no con soberbia ni con egoísmo, sino con espíritu de humildad, de simplicidad y de amor, preguntándose todos los días a ustedes mismos: “Señor, ¿qué más debo hacer para servirte?”.
Y así sus miserias o perturbaciones serán pequeñas, porque estarán ocupados en el servicio universal, en el amor constante de donarse todos los días un poco más para hacer triunfar Mi Reino sobre este planeta.
Todas las almas vivirán sus pruebas, nadie estará libre de ellas.
Pero tengan esperanza en lo que Yo les prometo, porque después de este tiempo difícil vendrá un mejor tiempo, en el que ya no será necesario experimentar el dolor ni el sufrimiento, ni tampoco existirá el sentimiento de la culpa de no poder alcanzarlo todo.
Al contrario, ya habrán aprendido a vencer la dualidad, la cual ya no prevalecerá en el mundo ni en las consciencias. Aprenderán, a través de Mí, a ser libres.
Que esta Maratón represente una reflexión profunda de todo lo recibido, una confirmación constante de sus espíritus para con Mis Obras de la paz en el mundo.
Quisiera que esta Maratón fuera el momento para que cada ser encuentre su propósito, el cual desciende del Cielo y del Universo para despertar a las almas en su misión.
Yo no quiero que tomen Mis Palabras como un castigo, sino como una oportunidad de trascendencia, de avanzar en la Luz y de derrotar el mal.
Que se puedan cumplir en ustedes Mis más grandes aspiraciones de ver, en poco tiempo, a Nuevos Cristos cumpliendo su misión en la humanidad.
Ofrezcan esta Maratón por los que están dormidos, por los que están distraídos, por los que aún no han tenido la Gracia de estar ante Mi Presencia, como muchos la tuvieron en estos últimos días.
Ofrezcan cada momento a su Maestro y Señor como un regalo de amor al Rey del Universo, sea en la acción del día a día, en la oración, en la Comunión, así como en la unidad con el prójimo, a fin de que siempre prevalezca Mi Espíritu de Paz en ustedes.
Que el Señor los bendiga en este nuevo ciclo de despertar y de asumir con responsabilidad Mis Designios, para que ellos se materialicen sobre la superficie de este planeta.
Bajo la Luz de este Centro Mayor,
Yo los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más