MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Contemplen con el corazón los ciclos de la vida y renuévense en cada nuevo ciclo, como en cada nuevo día.

No tengan miedo, hijos, por los tiempos que vendrán. Antes, estén con el corazón siempre pronto para defender de ustedes mismos la Voluntad y el Plan Divino. Si sus corazones están abiertos y sus espíritus despiertos, serán capaces de ir más allá de todas las pruebas que el planeta será llevado a vivir.

Por eso, a lo largo de los años, les enseñamos sobre el poder de la oración, de la intercesión y del servicio; porque estas son las llaves que mantienen a sus consciencias en la vibración del correcto despertar, en unidad con las Leyes Universales y sus Rayos Divinos.

Mientras mantengan sus corazones despiertos y vigilantes, sus espíritus en oración y su consciencia en servicio, siempre recibirán del Cielo las Gracias que necesitan para dar sus pasos, porque estarán alineados con la Ley y los Rayos Divinos.

Vigilen siempre para no estar distraídos con el mundo y sus tendencias, para no dejarse llevar por los ideales que hoy confunden a tantos corazones.

Mientras oren y sean humildes ante Dios, manteniendo encendido y vivo el diálogo con el Creador, siempre sabrán qué hacer, dónde estar y cuáles son los pasos que deben dar para cumplir Su Voluntad y mantenerse en Su Camino. La oración y la entrega, la humildad y el servicio serán sus escudos en este tiempo de ilusiones. A través de ellos, siempre sabrán regresar al Propósito que Dios tiene para sus vidas.

Todo ya les fue dicho, todas las Gracias ya les fueron entregadas, todos los dones que necesitan ya están latentes en lo profundo de sus corazones. Ahora, hijos, es tiempo de hacerlos emerger.

En el recogimiento de los Mensajeros Divinos, serán probados en el fuego de sus corazones, porque el mundo buscará llevarlos hacia la inercia, el vacío y la inestabilidad; pero dentro de ustedes estará la llave para ir más allá, ser y vivir la instrucción que recibieron durante tantos años. Por eso, siempre vuelvan a Nuestras Palabras y diariamente recuerden lo que ya les dijimos, allí encontrarán respuestas y fortaleza, allí encontrarán la paz.

Sean perseverantes y valientes, sean verdaderos y simples. Busquen siempre el espíritu de la paz y de la transparencia para estar en Dios.

Tienen Mi bendición para esto.

Su padre y amigo,

San José Castísimo


Después de transmitir Su Mensaje Semanal, San José consagró a nuevos Hijos y Amigos de San José:


Hoy, bendigo esta agua para que bendiga sus pequeñas vidas, limpie el pasado y sus heridas más profundas. Acojo en Mi Casto Corazón las intenciones que traen para elevarlas a Dios, sus familias, sus naciones, sus historias, para que reencuentren la paz.

Mientras la Gracia de Mi Casto Corazón toca sus vidas, oren también por las familias del mundo, para que sean siempre una red de intercesión y de cura, porque la cura que llega hasta ustedes debe permear también al mundo.

Recibirán esta unción en nombre de la humanidad, para que la cura que proviene del corazón de Aurora toque sus corazones, recorra sus células, sus espíritus, sus almas y llegue al alma de la humanidad, a la consciencia humana. Reciban el toque de esta unción como el toque de Aurora, como la respuesta a sus oraciones y el reencuentro con la paz.

Que este incienso les traiga liberación, libere las amarras más profundas que les impiden retornar a Dios, dar sus pasos en dirección al Padre Celestial. Permitan que estas amarras sean liberadas por el aroma suave de la entrega de sus vidas.

El incienso representa al alma que se rinde y se eleva al Padre. Por eso, hoy son bendecidos a través de este santo elemento que, desde los patriarcas y hasta los días de hoy, inspira a los corazones a retornar al Origen.

Hoy, Yo los bendigo y los consagro como Hijos y Amigos de Mi Casto Corazón, como almas servidoras e intercesoras ante la humanidad, el planeta y sus Reinos.

Caminen a Mi lado, así como también al lado de la Sagrada Familia. Que sus corazones ya no conozcan la soledad, el desaliento, el desamparo, porque cuando se sientan así, hijos, oren y sentirán Nuestra Presencia. Estaremos siempre a su lado.

Reciban Mi bendición, Mi Gracia y Mi paz.

Reciban de Aurora su cura y, de su verde corazón, el principio de la redención para que retomen el propósito de sus vidas y de su existencia.

En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Mantén tu corazón en ascensión y no te dejes vencer por el mundo, por el caos, por el dolor, por la incomprensión o por la purificación de estos tiempos.

Mantén tu corazón en ascensión, dando prioridad a tu diálogo con Dios, a los momentos de oración, de servicio, de entrega y de humildad.

Mantén tu corazón en ascensión, recordando cada día las Palabras de la Jerarquía, Palabras que son vivas y que te traerán llaves, las llaves que necesitas, siempre que las busques.

Mantén, hijo, tu corazón en ascensión. No te dejes vencer por la inercia, por el miedo, por la desesperanza o por la falta de paz y de amor en la Tierra, dentro y fuera de los seres.

Mantén tu corazón en ascensión. Susténtate cada día en lo que eleva tu consciencia y no en lo que la hace caer en los abismos profundos de la ignorancia humana.

Haz, cada día, la elección correcta. Toma, en cada instante, la decisión correcta. Decide mantener tu consciencia en ascensión y en servicio, para que transites el fin del fin de los tiempos como un instrumento en las Manos de Dios, como un auxilio para las almas.

Tienes Mi bendición para esto.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

En este tiempo es necesario, hijos Míos, crecer espiritual y humanamente, madurar en la consciencia todos los impulsos recibidos y colocarlos al servicio del planeta y de toda su humanidad.

Crecer espiritualmente es comprender los tiempos en los que viven, la urgencia de que haya una transformación en la consciencia humana y la certeza de que esa transformación comienza y termina dentro de cada ser.

Madurar es asumir con responsabilidad la propia parte dentro del Plan de Dios, sabiendo dar todo de sí en cada instante.

Cuando oran, que lo hagan de todo corazón, con la mente y el espíritu presentes, con los sentimientos enteros y las palabras colmadas de su sentido más profundo.

Cuando sirven, que lo hagan por completo, donando todo de sí para que la Voluntad de Dios se cumpla, sin dar lugar a las actitudes infantiles que siempre los conducen a las comodidades humanas, a un lugar de inercia y no de sacrificio.

Cuando se relacionan con el prójimo, sepan amarlo como es, observar sus miserias en el espejo del propio interior y antes de juzgar, callar y mirar hacia dentro. El otro se transforma con el ejemplo y no con el juicio.

La humanidad es una consciencia viva, única, que tarde o temprano se mueve en cadena. Cuando un ser da un paso verdadero, su entorno se transforma. Por eso, usen el verbo para abrir las puertas del Reino de Dios y el ejemplo para transformar lo que impide a ese Reino manifestarse.

Madurar humanamente, hijos, es salir de la postura adolescente de ser eternamente servido, cuidado y amparado; y comenzar a moverse para servir, cuidar y amparar, no solo al prójimo, sino al Plan de Dios en sí, al planeta, a la vida.

Así como un adulto es responsable por su casa, ustedes son responsables de este mundo. Llegó el momento de transformar esa postura y de asumir la propia casa, porque las leyes se están moviendo y los ciclos avanzando en ascensión.

Para acompañar el movimiento del universo es necesario crecer humana y espiritualmente.

Tienen Mi bendición para esto.

San José Castísimo

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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