APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hijos:

El universo está atento a la situación del planeta y de la humanidad.

Este es el momento en el que su unión con Dios es muy importante. Eso permitirá que la Fuente Suprema descienda a la Tierra por medio de instrumentos.

Si eso sucede, hijos Míos, a pesar del fin de los tiempos, se establecerá la Paz y será esa profunda Paz la que los guiará y los colmará en estos tiempos difíciles.

Yo vengo al mundo para hacerles recordar este principio primordial, porque es necesario tener almas espejo en la Tierra que puedan refractar los Principios y Atributos de la Fuente de Dios, más allá de sus imperfecciones y pruebas.

Yo necesito, hijos Míos, que den el permiso para que sus almas puedan gobernar y no sus personalidades.

Ya están en el tiempo de atravesar el portal que los llevará a la elevación de la consciencia y a la comprensión profunda sobre el significado del Plan de Dios.

Si sus almas gobiernan, otros serán los acontecimientos y el sufrimiento desaparecerá. Pero Yo sé, hijos Míos, que la mayoría de Mis hijos en el mundo no vivirá esto.

Yo vengo a pedirles, en este momento, que cumplan una Aspiración de Dios, para que Su Gracia esté presente en la humanidad en este momento crucial.

Por eso, hijos Míos, Yo vengo a abrir los ojos de sus consciencias, vengo a permitirles, a través de Mi Corazón, que puedan ver más allá de lo que es aparente, de todo lo que es material o concreto.

Vengo a colocarlos ante la visión espiritual del Propósito, para que estén más próximos de la Fuente Inmaterial y de allí provengan los impulsos que ustedes necesitan en este momento, para vivir la situación del planeta y de la humanidad.

Cuantas más almas gobiernen en este momento, mayores serán las posibilidades de actuación de la Jerarquía.

Es momento, hijos Míos, de perder el miedo a lo desconocido, porque si pierden el miedo a lo desconocido, su control y poder desaparecerán.

Y finalmente, hijos Míos, se darán cuenta que ustedes no son nada, porque es en esa nada que Dios los necesita, para que Él pueda colmar, con Su Vacío infinito y espiritual, un vacío que no quiere nada para sí, que no desea nada para sí, que no ostenta nada para sí.

Y así permitirán que, en el vacío, el Amor de Dios los colme y los fortalezca, y sus almas puedan servir y obrar como hace tanto tiempo esperan, como hace tanto tiempo lo intentan.

De la Fuente Inmaterial vendrá el auxilio para todos los que lo pidan, tengan confianza en lo que les estoy diciendo porque allí está la gran llave.

Mi Corazón Inmaculado hoy refracta los Rayos de los Atributos de Dios que provienen de Su Fuente Inmaterial.

Y estos Rayos penetran en las almas que se abren para vivir el gobierno de sí y, de esa forma, estar sirviendo a Cristo en la antesala de la preparación de Su Retorno.

La gran venida de Mi Hijo primero se dará en las almas que puedan gobernar, no como se hace aquí en la Tierra entre los seres humanos; hablo del Gobierno Celestial y Espiritual, en el que Mi Hijo, el Cristo, es el gran Regente en el universo; Él determina, ante la autoridad del Padre, las directrices y comandos.

Sus almas y esencias pueden participar de ese gran ejército, que Él conforma en todo el universo y más allá de este.

Así comprenderán, hijos Míos, que el Gobierno del cual hoy les estoy hablando no se restringe a una persona o a una nación; no es un sistema, no es un sometimiento ni un control humano.

El Gobierno Celestial, que lleva adelante Mi Hijo, proviene de la Fuente de la Creación como provienen los Arcángeles. Así como los Arcángeles tienen sus emanaciones y ejércitos de Luz, el Gobierno Celestial tiene sus principios y Jerarquías.

Ustedes en este momento del planeta pueden estar bajo esa Ley, la Ley del Gobierno Celestial, la que reordenará en el fin de los tiempos a todo el universo, inclusive a este planeta y a la humanidad. 

Es el Gobierno Celestial que hará surgir a la Nueva Humanidad, la que finalmente vivirá los Mandamientos que nunca consiguió vivir ni cumplir. 

De las Esferas Celestiales llega este Mensaje para el mundo, a través de la Luz de Mi Materno e Inmaculado Corazón, y animo a Mis hijos a que permitan que sus almas gobiernen, bajo el impulso del Gobierno Espiritual y Celestial de Mi Hijo.

Los invito a salir de lo horizontal e ingresar en lo vertical, en lo que proviene de la Fuente Suprema, y así estarán alineados con el Propósito, pero también con el Principio, que en esta encarnación les permitirá concretar su tarea y misión.

Sus vidas ya no pueden ser independientes, autónomas ni tampoco tener propiedad de sí. Sus almas ya están en la hora de vivir el Gobierno Celestial de Mi Hijo, Gobierno que en el universo se prepara para gestar Su próximo Retorno.

En las simples palabras que Yo les digo, hijos Míos, existen muchos principios y atributos. Aprovechen este momento porque la mayoría de Mis hijos no tiene esa oportunidad.

Sean conscientes que se deberán seguir construyendo las bases de la Nueva Humanidad; una humanidad que estará libre del odio, de la persecución, del maltrato, de los homicidios, de la explotación, de la esclavitud, del tráfico, de la indiferencia y de los errores. 

Las almas, que viven en el gobierno de sí, serán parte de la Nueva Humanidad. Este ejercicio, que Yo les invito a vivir, no es un método ni tampoco una práctica, es una actitud interna, una ardiente aspiración de estar muy cerca de Mi Hijo. 

Y aunque su purificación esté en su momento más agudo no desistan y tengan fe, porque la transformación y redención del ser humano de la superficie de la Tierra es posible cuando se aspira primero a vivir en la Ley para después cumplirla y llevarla adelante. 

Cuanto más almas permitan estar regidas por el Gobierno Celestial, mayores serán las posibilidades y las Obras que realizará Mi Hijo cuando Él retorne, de la noche a la mañana; mayores serán las posibilidades para que Él pueda reencontrar a Sus compañeros y a los que esperan hace mucho tiempo poder reencontrarlo cara a cara.

Pero antes de que Él realice Su Retorno, Su gran y definitiva tarea, así como fue en el pasado, Mi Hijo volverá a reunir a algunos de sus compañeros para partir el pan, y les dará de comer de Su Cuerpo Glorificado y Vivo, y es en ese momento, hijos Míos, que se cumplirá la gran promesa que Él hizo hace mucho tiempo, la cual dice: “Estaré todos los días con ustedes hasta el fin de los tiempos", hasta que Su Gobierno Celestial se establezca y la humanidad y el planeta sean parte de esa regencia espiritual. 

Oremos con fervor y sirvamos con gratitud, hijos Míos, sabiendo que cada acontecimiento de la vida, cada experiencia vivida y compartida, puede ser parte del establecimiento de ese Gobierno Espiritual que sus almas pueden vivir en este tiempo definitivo; y esa experiencia podrá llevar a muchas, pero muchas, almas perdidas a tener la oportunidad de la Redención y la Misericordia.

Hoy, estoy aquí ante ustedes en Espíritu, pero Mi Cuerpo ascendido y trascendido se encuentra en el Universo, también a la espera de algún día retornar, para que todos estén cerca de la Madre de Dios, viviendo el Proyecto de Dios para siempre.

En la fe y en el amor los bendigo, sean pacientes y perseveren. 

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Vengo a este mundo por aquellos que no merecen Mi Gracia.

Que hoy vengan a Mis pies los que están cansados. Que vengan a Mis pies los que ya no soportan sus miserias; los que aún no encuentran el camino de salida para vivir su sagrada transformación.

No puedo tener cerca de Mí a los que no viven la gratitud, la consideración con sus semejantes, ni la unión perfecta con la Obra grandiosa de Dios.

Dios les pide cosas simples, pero también muy insignificantes.

Mientras el mundo agoniza, Yo vengo por aquellos que en verdad viven la desesperación, el terror de estos tiempos, la persecución, el exilio, el hambre, la enfermedad y las catástrofes del mundo.

Hoy vengo, en esta noche, por los Estados Unidos. Vengo por Mis corazones valientes de Norteamérica; por los que han tenido fe en Mi Gracia y por los que perseveraron en la oración del corazón, a pesar de lo que esa nación estaba viviendo en estos tiempos.

Yo deseo, nuevamente, queridos hijos, con su ayuda y su colaboración, retornar a los Estados Unidos, para volver a traer hacia Mi Corazón Inmaculado a todos los que precisan de Mí, a los que siguen Mis pasos y que en estos tiempos viven su purificación desconocida, sin saber cómo salir de sí y a veces sin encontrar el camino de luz, que los pueda llevar a la cura de sus heridas, de sus errores, de todas sus incomprensiones.

Hoy, vengo por las regiones del mundo que viven la agitación planetaria, el desorden mundial y la falta de fraternidad y de caridad entre los seres humanos.

Hoy, hijos Míos, vengo en verdad por los que más necesitan. Ustedes aquí recibieron muchas gracias, más de las que merecerían. Estoy siendo sincera y justa, así como Mi Padre y vuestro Dios lo ha pedido. Tengo que ser verdadera, queridos hijos, honesta con todos ustedes, para que puedan crecer desde el amor de sus corazones, a partir de un acto de valentía y de coraje, de liberar sus resistencias y formas, por todos aquellos hijos en el mundo que no tienen paz, que no encuentran sosiego, que no tienen hogar, ni siquiera tienen país en donde poder posar sus pies.

Los invito, queridos hijos, con la honestidad maternal de Mi Corazón, a que finalmente salgan de sí mismos, me ayudarán mucho a liberar Mi Corazón, y Yo tendré lugar y espacio para poder soportar el verdadero sufrimiento planetario y no sus pequeños e insignificantes sufrimientos.

Los invito, queridos hijos, a que abran los ojos del alma, que miren hacia el horizonte y vean a su alrededor los abismos que vive el planeta y su humanidad. Yo los he invitado a través de los tiempos, para que Me acompañaran en un trabajo planetario y no en un trabajo doméstico, para que sus consciencias se pudieran expandir por medio de esta Obra y alcanzar grandes esferas de la consciencia, con el fin de que puedan comprender, todos los días y un poco más, el sagrado Plan del Creador.  

Hoy, Me acongojan las almas que no pueden dar sus pasos, porque en verdad pueden darlos por medio de este Centro Sagrado y de esta vida grupal y comunitaria. Existen todas las llaves de todas las puertas, para poder trascender la condición humana.

Mi amado Hijo, durante un año consecutivo, les entregó la experiencia de San José. Y este amado Instructor de almas se donó completamente a ustedes, para que lo pudieran imitar en el ejemplo simple y humilde de Su consciencia, y especialmente por intermedio de Sus mensajes, para que sus vidas fueran el testimonio de San José.

¿Dónde están esas enseñanzas? ¿Cómo ellas han repercutido en sus vidas?

No pierdan las llaves del Cielo. No desperdicien los tesoros del Cielo, porque en el Universo nada se desperdicia, todo se transforma hasta que alcance la Luz verdadera, la conversión y la redención.

Ya no vengo a llamar más a los niños de siempre. Ustedes ya son adultos ante Mi Presencia Maternal.

No consuman su tiempo en cosas innecesarias que pueden cristalizar sus espíritus y todas sus consciencias, por el simple hecho de no querer dar el paso.

Así como les agradecemos todo lo que han hecho posible a Nuestros Sagrados Corazones, para esta misión de paz en el mundo, también los debemos corregir, aunque exista mayor resistencia, porque queremos, aspiramos y rogamos a Nuestro Padre Creador que sigan siempre por el mismo camino, sin desviarse de los senderos de Cristo, por cosas tan mezquinas.

El mundo está sufriendo y precisa de ayuda. Las almas están viviendo el caos, las inundaciones, las catástrofes, la falta de esperanza y de fe, como lo han vivido los Estados Unidos.

Yo iré hasta aquellos hijos que aún no Me aceptan, porque no conocen el amor de verdad. Yo iré hacia aquellos hijos que están en los Estados Unidos, esperándome abiertos de corazón y con una esperanza desconocida, que han abierto la puerta para que Yo pudiera retornar, hasta que conquiste a cada corazón pecador y se convierta por el Amor de Mi Hijo, un Amor infinito e invencible.

No quiero que se sientan angustiados ni tampoco que vivan ninguna lamentación. Necesito que crezcan de verdad y no solo interiormente, sino también externamente. Que puedan demostrar a Mi amado Hijo que han comprendido Sus instrucciones y que se esfuerzan todos los días para ser muy semejantes a San José.

Ahora es la prueba que cada uno de ustedes debe cruzar. San José les explicó los detalles, durante un año consecutivo, sobre el simple camino de la transformación interior. Si este Plan de Amor que traen los Sagrados Corazones no da resultado en ustedes, ¿qué será de la humanidad? ¿Quién testimoniará Nuestra Presencia? ¿Quién será partícipe de su propia redención?

Mediten en los mensajes y vívanlos, porque así demostrarán a Dios que Mis palabras no han llegado a ustedes en vano.

Estamos en un tiempo de grandes exigencias, en el que la mayor parte de la oscuridad reina en el planeta y miles de almas son llevadas a la perdición, minuto a minuto, segundo tras segundo.

Mi Hijo, en esta noche, Me ha pedido que sea clara con ustedes, sin ninguna restricción, porque Yo los amo tanto que deseo el bien para sus almas y que este bien se realice hasta en los pequeños detalles.

Nunca más se vanaglorien. Nunca más busquen la autorrealización interior. Vivan el desierto que Dios les presenta, porque así Nuestras manos nunca se separarán de sus manos y serán guiados hacia el final del desierto, hacia el Portal del Corazón de Dios.

Necesitamos que sean lo que pueden ser, pero de verdad; porque eso los hará libres de todas sus limitaciones, de todas sus imperfecciones, de todo lo que se resiste y aún no quiere cambiar.

Ya tienen Mi suficiente Amor para transformar sus vidas en el Sagrado Tabernáculo, donde el Corazón de Mi Hijo será depositado para poder iluminar y transmutar los abismos de la Tierra.

Eso es todo lo que Yo les quiero decir con la sinceridad de Mi Corazón maternal, aspirando a que algún día comprendan mucho más el espíritu de Mis palabras, el sentido de Mi mensaje, la intención de Mi consciencia para con cada uno de ustedes, sin hacer ningún mal.

Llenen Mis ojos de alegría y no más de tristezas. Llenen Mi rostro de luz y no más de desconsuelo, porque ya bastante tengo con el mundo, que Me da las espaldas y no acepta Mi Amor.

Ustedes sí son parte de Mi Amor y los necesito libres de sus propias resistencias, de sus propios miedos, de sus constantes dificultades, para que pronto puedan encontrar a Cristo en su interior y así Él pueda realizar Su Obra, la Obra que tanto espera.

Sigamos rezando a Dios para que puedan estar conscientes de la realidad planetaria y menos de ustedes mismos. Porque mientras están aquí, hijos amados, niños en el mundo entero son explotados, niños tan pequeños son vendidos y mujeres en el mundo abortan lo que Dios les entregó con tanto amor.

¿Quién será responsable de esta deuda planetaria? ¿Quién dará la cara ante el Creador para pedir una oportunidad y una Gracia incalculable?

Aunque no lo parezca, esa es Mi misión, y Yo los necesito transparentes, verdaderos, sinceros los unos para con los otros, libres de mentiras, de ilusiones y de toda soberbia; porque estando libres de todo, Dios verá, con Sus ojos de Misericordia, que Sus más preciados tesoros del Cielo no se perdieron en sus corazones, ni tampoco en sus vidas.

Los invito a reflexionar para comprender con la sabiduría del corazón, en dónde están presentes, en qué Obra están participando; porque en el día del Juicio Final, queridos hijos, ustedes y sus ángeles de la guarda deberán declarar por todo lo que recibieron y qué hicieron de esos más preciados tesoros.

Les traigo la consciencia, para que puedan crecer y madurar pronto. Esta Obra no se puede realizar con consciencias inmaduras, sino con almas verdaderas, verdaderas de corazón, a pesar de sus imperfecciones; porque Yo vengo a buscar en este tiempo el bien que habita en sus consciencias y no sus obstáculos. Si Me lo impiden, por más que sea un pequeño detalle, no podré colocar Mi Cetro de Luz sobre ustedes y Mi Gobierno Celestial, que es parte del Gobierno del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, tendrá restricciones para poder proceder en la humanidad.

¿Ahora comprenden, queridos hijos, la diferencia de estar dentro de Mi Corazón o fuera de Él? Un simple paso desviado podría cambiar los acontecimientos. Observen su caminar y se darán cuenta de cómo están sus actitudes y su responsabilidad ante el Plan del Creador.

Para poder continuar con Mi Obra en esta superficie los necesito decididos. Mi amado Hijo ya no puede aceptar corazones tibios, porque si fuera así, Su Obra nunca se realizaría.

Reflexionen y mediten, antes de que todo suceda. El mundo está en llamas y muchos se están quemando, sin siquiera percibirlo.

Es hora de trabajar por un Plan de Amor que sea posible para todos y especialmente para aquellos que están más lejos de Dios.

Esta es la Ley que hoy les presento: “Ámense los unos a los otros”, así como lo dijo Mi Hijo, para que se pueda cumplir el Plan.

Recuerden que su libertad es respetada en este Universo. Como hoy les dije, la decisión está en sus manos.

Les agradezco.

APARICIÓN DE LA VIRGEN MARÍA, EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde Yo estoy presente, instituyo el Reino de Dios para Mis hijos y la humanidad.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y, donde estoy presente, todo lo que está a Mi alrededor pertenece a Dios y a Su Propósito.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y no dejo a nadie atrás. Cuido, protejo y acojo a todos Mis hijos en Mi Corazón maternal.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y busco para Mis hijos el bien común, la unidad, la hermandad con todo el universo, con lo que es desconocido, con lo que está lejos de su conocimiento y de su entendimiento.

Yo soy la Emperatriz de la Paz que hoy viene por las naciones del mundo, por aquellas naciones que se pierden y que se sumergen en su propio y profundo caos.

Vengo con el Gobierno del Universo Celestial y con todo lo que a Él le pertenece, con todo lo que vibra dentro de ese Universo y con todas las consciencias que participan de ese Gobierno Celestial en todo lo que es creado.

Es así, que vengo a traerles lo que es más infinito, lo que está muy lejos de los ojos de los hombres, lo que nadie aún ha comprendido, lo que es verdadero, lo que se perpetúa a través de los tiempos, lo que hace posible la redención.

Yo soy la Emperatriz de la Paz y la Nueva Aurora, soy el Espíritu Divino que puede amanecer en el alma de cada ser, que puede transformar lo que no es transformable, que puede elevar lo que aún no se ha elevado a Dios, que puede transfigurar con Su Energía Divina lo que aún no se ha transfigurado.

Vengo hacia Mis hijos para que sean portadores de la paz y caminen junto a su Emperatriz Universal, que en este tiempo llega a este mundo y a esta humanidad para poder renovarlos, redimirlos y salvarlos de su decadencia planetaria.

En cada encuentro con la Emperatriz de la Paz, Yo les traigo una nueva oportunidad, a la que ustedes llaman bendición y Gracia, que nace de lo profundo de Mi Ser y de Mi Consciencia para todas las criaturas.

De esa forma, hoy vengo con el Cetro de Dios en Mi mano para seguir estableciendo aquí, en este lugar, lo que le pertenece al Padre y a Su Divina Voluntad.

Vengo a liberar a todo lo que está oprimido. Vengo a entregar Luz a todo lo que está oscuro y en tinieblas. Vengo a reencender en los corazones lo que siempre han creído desde el principio, cuando fueron tocados por la mano de Dios y por Su Divina Energía, cuando despertaron a la Verdad.

Yo vengo a ayudarlos, queridos hijos, como la Emperatriz de la Paz, para que atraviesen los tiempos finales con valentía, coraje y fortaleza.

Vengo a entregar a sus corazones lo que necesitan para poder madurar espiritualmente y para dar, así, los pasos seguros hacia Mi Hijo, el Redentor.

Vengo con el Gobierno Celestial que siempre ha regido a todos los mundos y a todos los universos. Vengo por encima de todos los gobiernos que existen en esta humanidad y en otras.

Vengo así, a establecer las Leyes que dieron principio a la Creación y a la vida, a la gestación de la esencia del Amor, de lo puro y de lo inmaculado que existe en cada interno de cada criatura.

Con Mi Gobierno Celestial y con todos Mis ángeles, vengo a purificar las esencias del mundo para que ya no se oscurezcan más.

Vengo a colocar en ellas y a sembrar lo que formará parte de esta Nueva Humanidad que se avecina, después de su purificación.

Yo soy esa Luz de Aurora que todo lo acepta, que todo lo acoge y lo comprende.

Soy la Emperatriz de la Paz, que siempre los escucha, que siempre los alienta, que siempre los motiva y los impulsa a seguir adelante, para superarse a sí mismos y para demostrarle al mundo que es posible vivir la redención y la conversión, como lo vivió San José.

Vengo a traerles desde el universo todo lo que es verdadero, lo que debe descender desde los mundos sublimes y superiores en estos tiempos de caos, lo que debe llegar a las almas, de inmediato, para que ellas se fortalezcan y sigan firmes los Pasos que Cristo está marcando en los desiertos de este mundo.

Vengo a enseñarles, como Emperatriz de la Paz, a atravesar la aridez de estos tiempos; la noche más oscura de todos los tiempos, de todos los siglos y de todas las décadas que han pasado.

Solo deben vislumbrar su esencia interior, su llama divina, su pureza original que nunca se perderá, que nunca podrá ser interferida ni tocada por nada que no venga de la Luz.

Vengo a encender así, en ustedes, la Nueva Aurora, a través de Mi Consciencia maternal y universal.

Vengo a hacer florecer lo que estaba seco. Vengo a dar vida a lo que estaba muerto. Vengo a traer una Gracia especial a los que más la necesitan, para que se sientan salvos y rescatados por su Madre Universal.

 

 Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo, hijos Míos, a un mundo en oscuridad, donde la mayoría de Mis hijos aún no descubrió la grandeza que es estar en Mi Corazón y servir Conmigo al Plan de Dios.

Vengo a demostrarle al mundo que, en medio de las tinieblas, es posible construir una fortaleza inquebrantable; que cuando las almas teman, en los cuatro puntos de este mundo existirán lugares en donde el Amor reina y equilibra el miedo y la desesperanza de los corazones.

Vengo a erguir nuevamente la fortaleza espiritual de Mis hijos, para que comprendan que no los abandoné, sino que quiero que sean ejemplos de una fortaleza inextinguible en un mundo donde las tinieblas buscan apoderarse de las almas y de los corazones, día tras día. 

Vengo a decirles que, donde Dios colocó Su Corazón, el mal no podrá llegar. En un suelo sagrado y consagrado a la vida del espíritu triunfará el Plan del Creador, y allí instituiré las Islas de Salvación. Y, cuando las almas se ahoguen en la ignorancia y en la ilusión de este mundo, serán esos lugares humildes, que crecieron desapercibidos en el planeta, en donde ellas encontrarán refugio, amparo; en donde encontrarán el aire que respirarán y las volverá a la vida, porque estaban muertas en vida y no lo percibían.

Yo vengo, hijos, a construir los milagros del fin de los tiempos, que serán la fe inquebrantable en el corazón de Mis pequeñitos. Mis fortalezas estarán en el mundo, como un brazo firme que eleva a las almas que cayeron en los abismos del desaliento y de la desesperanza.

Esas fortalezas que Yo construyo en cada uno de ustedes que escucha Mi llamado y que, a pesar de sí mismos, busca responder a los Designios Celestiales que Yo les traigo, como un patrón de vida nuevo, para construir la Nueva Humanidad.

Yo vengo portando la Paz para un mundo en guerras para que, a través de Mis hijos, Mis soldados y Mis compañeros, esta Paz se instituya en el mundo.

Yo vengo a invitarlos a trascender, en sí mismos, los impulsos humanos que emergen de su interior, para vivir un Propósito Superior y una consagración mayor.

No solo vengo a anunciar que el mundo está en tinieblas y que los corazones se están perdiendo en los abismos del enemigo de Deus. Vengo, hijos, a erguir dentro de ustedes la Iglesia Celestial para restaurar las religiones de este mundo y unirlos en la verdadera Iglesia de Mi Hijo; en donde no reina la competición y la separatividad, sino el amor, la fraternidad y la unidad entre las criaturas.

No vengo a decirles algo que es utópico, que es un sueño en el corazón de los que aman a Dios. Vengo a construir una realidad en los que perseverarán, en los que vencerán a sus miserias y a su condición humana retrógrada y degenerada, con el esfuerzo diario por amar a Dios, a sus hermanos y a los Reinos de la Naturaleza. 

Vengo, hijos, a mostrarles un Plan que se debe diseñarse a través de sus vidas. Vengo a hacerles una oferta y no solo a aceptar las ofertas de sus corazones. 

Coloco en Mis manos todos sus pedidos y los transformo en rosas para llevarlas a los Pies de Dios; pero también les pido algo; les pido que sean firmes, verdaderos y transparentes; les pido que sean humildes para vencer la arrogancia de este mundo; y les pido que sean simples y libres de sí mismos, para establecer la verdadera libertad, que en nada se asemeja a lo que el hombre busca para liberarse. 

Vengo a pedirles que se unan como un único ejército, como Yo los veo cuando los contemplo desde el Cielo.

Vengo a pedir que se fortalezcan y así fortalezcan las Islas de Salvación que Yo estoy construyendo para que, en un futuro próximo, también ustedes encuentren allí el amparo y el rescate de sus almas y esencias.

Vengo a pedirles, hijos Míos, que escuchen y sigan a la Voz del Universo que resuena a través del Verbo de su Madre Celestial, porque los últimos tiempos de ilusión en la Tierra ya están llegando; y todos, todos los que se comprometieron con Dios desde el principio, deben tomar con sus manos el Sello que Dios les entregó y colocarlo en su frente, como un símbolo de su adhesión total a este Plan de Salvación.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Mi deseo más ardiente y urgente, como Emperatriz de la Paz, respondiendo en esta tarde a la Voluntad de Emmanuel, es que aquí, en este Centro Mariano, se construya la Cruz Azul.

Es un pedido que emito a todo Uruguay y al Cono Sur, a fin de que se establezca aquí un mayor tiempo de paz y de oportunidades para las almas más perdidas.

Si esto se llegara a cumplir, así como lo pido, regresaré aquí con un impulso mayor, aún más fuerte que el que di hace diez años atrás.

Recuerden, queridos hijos, que el ciclo ya cambió y que estamos en la última etapa de las grandes definiciones planetarias.

Que se cumpla, entonces, el advenimiento de la Cruz Azul de Emmanuel y que todo lo que no pertenezca a la Luz alrededor de este Reino de Aurora se disipe, a fin de que su pueblo y esta nación despierten de lo que se han equivocado.

Que nadie pierda la esperanza de revertir los casos más imposibles, porque si Yo estoy aquí, que soy su Madre, es posible cambiarlo todo a tiempo.

Que así sea.

Bendigo estos elementos en nombre de Mi Hijo, para que se sirvan de ellos, en renovación y en cura. 

Bendigo a sus almas para que ellas reciban paz, para que siempre recuerden que aquí encontrarán un refugio en el Corazón de Dios.

Que se levanten los estandartes de la Nueva Aurora. 

Que los soles despierten al llamado del universo y que los autoconvocados se congreguen para formar las primeras filas en el Retorno de Cristo.

Que la profecía de su Madre Universal se cumpla y que todos participen de la comunión eterna con el Creador.

Les agradezco y hoy Me voy en Paz porque aquí encuentro un lugar en donde siempre puedo posar Mis pies como fue en el principio, en el origen.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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