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Poemas al Inmaculado Corazón de María
Trigesimotercer poema
Estrella de la Mañana,
que traes la Luz del Amor y de la Verdad,
condúcenos por el sendero de la redención.
Que nuestros ojos estén fijos en Cristo,
para que podamos renacer
y curarnos internamente de todo lo que sea necesario.
Señora y Madre del Consuelo,
abrázanos y colócanos bajo Tu Manto protector.
Que Tu maternidad despierte en nosotros
la unidad con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.
Madre Celestial,
aspiramos a ser las estrellas redimidas
de Tu Corona de Luz.
Ayúdanos a vivir los atributos de Tu Corazón.
Enséñanos a ejercitar, en el día a día,
las Instrucciones de Tu Hijo,
porque así seremos los apóstoles del Señor,
servidores y colaboradores
de Su Obra redentora.
Madre,
danos fuerza y coraje
en los momentos en que más los necesitemos,
para que vivamos la perseverancia y la fe
en cada instante.
Haznos cristianos verdaderos,
discípulos del Amor de Tu Hijo,
porque esperamos servirlo y encontrarlo
en cada paso de la vida,
para que en Cristo podamos cumplir
la Voluntad de Dios.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Poemas al Inmaculado Corazón de María
Decimosexto poema
Amada Madre del Mundo,
libéranos de los errores
que hayamos podido cometer.
Danos fuerza y determinación espiritual
para poder redimir y trascender
nuestros aspectos humanos.
No permitas, Virgen Santa,
que estos errores se alimenten
de más errores y faltas.
Corta, con Tu poderosa Espada,
los vínculos con la adversidad.
Protege nuestra alma, Divina Señora,
envuélvenos con Tu invisible Manto de Luz,
para que, unidos a Ti,
representemos a los apóstoles de Cristo en la Tierra.
Madre Universal,
deposita, en nuestras consciencias, Tus trece atributos,
para que podamos aplicarlos en nuestra vida diaria
como un ejemplo de transformación y de conversión.
No permitas, Santa Madre,
que la ilusión y el engaño cieguen nuestros ojos.
Permite y ayúdanos
a que podamos ver siempre la Verdad,
para que nuestros pasos lleguen a Cristo,
y allí, pudiendo entrar en Comunión Espiritual,
Te agradeceremos y Te honraremos
como nuestra eterna y amorosa Madre de la Paz.
Quiebra dentro de nosotros las cadenas del pasado,
para que nuestras almas caminen en libertad
hacia la Casa del Padre Celestial.
Llévanos, Madre Divina,
ante el eterno altar de la consagración de la vida.
Amén.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Rodeada por las Doce Estrellas de los Atributos de la Madre Universal, hoy hago descender todos los Principios Divinos sobre Mis hijos y, en consecuencia, en el planeta, para que, en este momento de purificación, las almas aprendan a estar en Dios y a buscarlo todo el tiempo.
Eso evitará que Mis hijos estén distraídos con las cosas del mundo, y permitirá que estén fortalecidos, enteros y disponibles para la oración que los impulsa a la transformación.
Mis Doce Estrellas doradas llegan al mundo para encender en las almas los Atributos de Dios y para que ellas recuerden en estos tiempos esos Atributos, los que las protegerán de todo lo que enfrentará el mundo.
En esos Atributos podrán tener las bases necesarias para afirmar su vida de consagración y su vida de servicio altruista por la humanidad.
De los Atributos de la Madre Universal vendrán los impulsos que necesitan para hacer de sus vidas el modelo espiritual que el Padre pensó para cada uno de ustedes.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Ofrezco Mi Corazón como refugio y reparación de las almas.
Ofrezco Mi Corazón como fortaleza de protección y de amparo, pero, ¿quién ingresará a Mi Corazón para poder vivir Mis atributos?
Ofrezco Mi Consciencia y Existencia por cada uno de Mis hijos, para que puedan conocer en sí mismos las Virtudes y los Dones de Dios.
Por eso, ofrezco Mi Corazón, incansablemente, hasta que las almas aprendan a dar los pasos, por sí mismas, en la seguridad espiritual necesaria para estos tiempos.
Mi Corazón es el Templo que se ofrece a las almas para que Dios sea adorado y alabado, y así se cumpla Su Voluntad en el Universo y en la Tierra.
Ofrezco Mi Corazón como amparo de los corazones, para que el misterio de Amor esté vivo en Mis hijos y ellos aprendan todos los días a amar a Dios, más allá de todo.
Ofrezco Mi Corazón como refugio de los desamparados y como alivio de los que necesitan reencontrar a Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Que la Gloria de Dios esté en este lugar para siempre.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Abriendo las puertas del Universo Celestial, la Consciencia de la Madre de Dios penetra las dimensiones profundas de la Tierra, para traer a las almas una gracia y una oportunidad.
Es que hoy tampoco estoy aquí sola, sino rodeada por las Jerarquías de la Luz, aquellas grandes Consciencias del Universo que contemplan, tiempo tras tiempo, el Plan Divino de Dios y Su manifestación en los diferentes mundos.
Con la gran bóveda del Cielo, hoy bendigo a todas las almas de la humanidad y mientras Mis portales se abren, la Luz de la Nueva Aurora emerge en el corazón de aquellos que creen en ella.
En este momento, una intervención espiritual se establece entre el Universo y la Tierra, entre las almas y Dios. Y una Gracia extraordinaria permea a todos los espíritus de la Tierra para concederles la Paz, la Redención y el Amor vivo de Dios en cada corazón humano.
Es de esta forma que las estrellas de Mi Corona de Luz hoy descienden sobre la Tierra, rodean la órbita de este planeta para encenderlo, no solo en Luz, sino también con todos los atributos de Dios, con las doce principales corrientes de Su Divino Espíritu, que harán de la Tierra un planeta rescatable y una Nueva Humanidad redimida, que finalmente seguirá los mandamientos del Señor.
Por eso escuchen la voz de la Madre de Dios en este día único y extraordinario, en donde no solo sus almas se ven beneficiadas por el Universo Mayor, sino también sus seres superiores que participan de esta coyuntura; aquellos seres que vinieron a la Tierra con un principio y con una misión, la que en estos tiempos definitivos se revelará para aquel que quiera abrirse a conocerla, porque esa misión y ese principio espiritual serán un aporte importante e imprescindible, diría, una gran tarea espiritual e interior que cada alma podrá donar para Dios con la plenitud de su corazón y de su vida, donándose constantemente al Creador en entrega, en servicio y en sacrificio.
Este compromiso de cada ser de la Tierra es vital para estos tiempos. Es por esa razón, queridos hijos, que las grandes Jerarquías de la Luz, hoy reunidas alrededor de su Madre Celeste, contemplan la gran oportunidad que tienen las almas del mundo, en esta coyuntura universal y cósmica, en donde las almas más despiertas y más disponibles para este nuevo año que comenzará, tendrán la gracia de dar un nuevo paso bajo la bendición de Dios y de Su Divina Confianza, concretando así Sus Principios y Voluntades, materializando Sus Proyectos y viviendo plenamente Su Plan.
No deben perder la oportunidad de comprender lo que Dios necesita, porque Sus Palabras no se desperdician, son agua de Fuente Viva para todas las almas de la Tierra, para todos los congregados por Su Amor.
De universos superiores viene el auxilio para el mundo. Lo desconocido se torna conocido, los Misterios se develan y las puertas se abren, para que el Sagrado Conocimiento de Dios descienda una vez más a la Tierra y esto fortalezca a las almas en su compromiso con el Plan y la vivencia de los Principios de Dios y del Propósito que el Padre tiene para cada ser.
Por eso hablo de que es una oportunidad única e irrepetible, para que este nuevo año que comienza no solo sea permeado por la consciencia y por la sabiduría, sino por la concienciación de todos, sobre lo que verdaderamente deberá suceder para este nuevo ciclo, con el aporte y la colaboración de todas las criaturas de Dios, de todos los servidores de Cristo, de los que quieren plenamente vivir en el Señor, para así, siempre encontrar Su Reino.
En los silencios de Mi Alma es cuando descienden los más importantes códigos y las almas se pueden nutrir de la Verdad.
De esa nutrición espiritual el alma encuentra su camino, retorna a su origen y despierta a la Consciencia Divina, encontrando el sentido de su existencia y la capacidad, cada vez más, de poder amar de verdad y sin condiciones, transcendiendo los límites, las fronteras y las dificultades.
Porque será el amor de cada uno de ustedes al Plan de Dios lo que permitirá que Sus Obras sigan aconteciendo; permitirá que todo pueda suceder y que nada, absolutamente nada, sea alterado por la indiferencia de los hombres o por la mediocre colaboración de las almas.
Para concretar el Plan de Dios y su próxima meta, es necesario de colaboración y de adhesión, de una adhesión verdaderamente interior, para que después sea una adhesión exterior y verdadera que pueda cumplir los preceptos de Dios, según como Él lo ha pensado y lo ha destinado para el mundo.
Pero mientras eso no suceda, hijos Míos, Dios esperará en Su Reino por las respuestas de Sus hijos. Su Reino Celestial debe descender a la Tierra en este tiempo crítico, porque de lo contrario el planeta no sobrevivirá.
Es necesario, hijos Míos, que comprendan más allá de las formas, de la mente, más allá del corazón. Que se puedan unir a la Fuente para encontrar el sentido de Sus principios y la manifestación de Sus Proyectos para estos tiempos agudos de la Tierra.
Todo el conocimiento que ya fue entregado debe ser la base para su reflexión y despertar, para su próximo paso en este año que comenzará, esperando una respuesta sincera y honesta de todos los corazones para con el Padre Celestial, y una respuesta que comprende más allá del conocimiento, que entiende más allá de la sabiduría, que acepta más allá de las formas y que se adhiere de corazón y de forma incondicional a lo que Dios necesita.
Todos esos cambios y todas esas vivencias formarán esa gran respuesta de parte de la consciencia humana, la que concederá de parte de la humanidad, la continuidad de Plan y la manifestación para estos tiempos.
Pero es importante que en este ciclo que termina, cada uno de sus corazones, cada una de sus consciencias, haga una síntesis interior, perciba la realidad, despierte a la verdad y tome conocimiento de lo que necesita tomar conocimiento, no perdiendo la Palabra de la Jerarquía, no perdiendo el sentido del Mensaje, para encontrar las próximas llaves que necesitarán, que abrirán las puertas a las nuevas oportunidades y al descenso de las nuevas gracias que tanto necesita el mundo, y también la humanidad.
No quisiera que en este año terminaran con alguna ignorancia, con alguna incomprensión o con alguna duda.
Deseo que en este año que termina su respuesta sea sincera y verdaderamente honesta para con Dios.
Lo vuelvo a repetir para que lo comprendan y lo acepten, para que lo vivan y especialmente, para que lo practiquen, sabiendo que aún hay mucho para hacer en esta humanidad que está doliente, que está enferma por apartarse del Amor de Dios, por creer en el amor propio, en las fantasías, en las ilusiones, en los espejismos que todo el mundo ofrece día a día, tiempo después de tiempo.
Pero su recapacitación para con la Jerarquía, la concienciación de su respuesta honesta y verdadera, creará nuevas oportunidades, nuevas condiciones de que la Gracia Universal y la Misericordia Cósmica llegue a más corazones de la Tierra y a más naciones.
Recuerden que aún espero poder llegar a Asia y Oceanía y esa meta deberá concretarse por todos para este nuevo año que comenzará.
No dejaré de venir al mundo hasta poder concretar esta misión espiritual, junto a la unión con todos Mis hijos y bajo la respuesta de todos.
Esto permitirá expandir la Obra en la humanidad, las misiones de servicio y de caridad en regiones tan lejanas del planeta, en donde existe la verdadera desesperación, el caos, la enfermedad, la indiferencia y la soledad de muchos corazones.
Pero ahora, hijos Míos, ustedes que son portadores de la Gracia y de la Misericordia de Dios a través de los tiempos, tienen todas las posibilidades y todos los medios para poder realizarlo, y así también poder duplicar y difundir este llamado a más corazones en el mundo, que deben despertar a la concienciación de estos tiempos, a la emergencia de estos tiempos, a la necesidad de la vida fraterna y de servicio para con las almas del mundo.
La cura del planeta está en sus manos. El cambio de la consciencia está en su interior y la elevación de esta humanidad está por medio de su oración.
Cumplan con Mis pedidos para estos próximos meses. Sean obedientes y vayan a los Centros Marianos. No dejen que la comodidad los sumerja. Hagan el esfuerzo que es necesario, que es justo, del cual merece Dios, de cada uno de ustedes por todo lo que Él les ha dado en estos últimos once años.
Así, hijos Míos, por más de que esté la tempestad en la humanidad, la oscuridad en el planeta, la tribulación en los corazones perdidos, no Me cansaré de venir al mundo una y otra vez, porque llevaré en Mi Corazón de Madre la respuesta sincera de Mis hijos para poder mostrarle a Dios y así continuar adelante con Su Plan, de que el Reino del Padre viva y more en todos los corazones para que triunfe Su Amor y Su Plan.
Tal vez en esta noche esperaban escuchar grandes cosas, más revelaciones que puede impulsar Mi Corazón. Pero eso será posible, hijos Míos, cuando su respuesta se amplíe, supere las barreras, trascienda los miedos y que ustedes se puedan adherir absolutamente a lo que les digo, sabiendo que por detrás de cada una de Mis Palabras existe un propósito, un sentido y un objetivo espiritual que aún no alcanzan sus consciencias.
Por eso, hijos Míos, abran los sentidos internos, abran el corazón y acojan Mis Palabras con la dulzura del amor por la cual las entrego, para que sus vidas se enriquezcan en Dios y vivan la plenitud de Su Sabiduría. Aún queda tiempo para poder cambiar.
Gran parte del mundo llorará por no haber cambiado, pero si el cambio nace de muy pocos, todos en la mayoría, se sentirán impulsados a cambiar, hasta en lo más pequeño que parezca.
Por eso, hijos Míos, en esta noche de gloria, de júbilo y de amor, en donde los portales del Universo están abiertos para elevar sus consciencias y a todo el planeta, la consagración de los Hijos de María en esta noche especial, es un compromiso irrefutable, intransferible e inmediato. Un compromiso de orar por los Planes de la Santísima Trinidad y de comprometerse en la vida material de espejar esta Voluntad Superior por medio de los actos, de las virtudes, del servicio y de la entrega, que serán los medios que transformarán sus consciencias para poder vivir algún día el Amor Crístico.
Que los que hoy se consagrarán se coloquen a la derecha del altar, y vengan aquí con el ánimo que Yo les entrego, que le entrego a todas las almas, a todos los que Me escuchan y a todos los que Me viven, porque la unidad de nuestras consciencias es donde se construirá el Plan de Dios y se manifestará, y sus bendiciones serán ilimitadas.
Sus Gracias se expandirán en sus consciencias y corazones, y así sus vidas se transformarán completamente conforme a lo que Él ha pensado para cada una de sus esencias.
Por eso, hijos Míos, hoy los consagro para que puedan vivir el compromiso con Dios, en nombre de millones de almas que no lo viven, que están sumergidas al hipnotismo y en la ilusión mundial y que despertarán de golpe a su realidad y vivencia, cuando Mi Hijo retorne por segunda vez a la Tierra.
Pero ustedes tendrán la oportunidad, hijos que hoy se consagrarán, de poder ayudar a esas almas que desconocen, colocándolas en la oración en cada acto de amor y de servicio, para que la Gracia Divina toque esas consciencias y más almas se puedan transformar según Cristo, según Sus Principios de Amor y de Verdad.
Escuchando el himno de su consagración, que la Fuente de la Gracia Suprema se aproxime sobre esta amada Aurora, para que los corazones sientan el gozo de vivir en el Amor de Dios, en la Gracia de Su Sabiduría, la que cura los corazones heridos, cicatriza a las consciencias que fueron lastimadas por el mal, disipa todas las dolencias espirituales e internas.
Aurora, en el Nombre de Dios, les concede la cura interior y la absolución de sus deudas, para que ese compromiso sea verdadero y transparente, amoroso y humilde, siguiendo los pasos de Nuestro Redentor, Jesucristo, el Salvador.
Colocando su mano sobre el corazón reciban la Luz de Mi Espíritu, reafirmando el compromiso con Dios y la meta de materializar Su Propósito para estos tiempos, a fin de que más almas alcancen la cura, la redención y el perdón, así como hoy ustedes, hijos Míos, ante el Universo de Dios lo alcanzan por una Gracia extraordinaria y por una expiación infinita, frutos de la Obra de la Misericordia.
Y hoy los ángeles del Santísimo Hijo transustanciarán los elementos ofrecidos a los pies de la Madre de Dios, los que se convertirán en el Cuerpo Vivo y la Sangre Viva de Cristo, para que las almas se alimenten de la comunión reparadora con Dios y de Su Esencia Sublime, la que es eterna en todo el Universo Creador.
Así como lavo sus almas, lavo sus cabezas, sus manos y sus pies, con la Fuente del Espíritu Santo, para que sus vidas se reparen en la comunión con Nuestro Salvador.
Que la Sangre Divina de Cristo sea vertida como Código de Luz en las almas sedientas del Amor de Dios.
Que el Agua que brotó del Costado de Cristo descienda como cura a los corazones.
En esta noche donde el mundo no vigila ni adora, que el Cordero de Dios, que fue inmolado y llevado al matadero, sea reconocido y adorado por sus fieles seguidores en el mundo entero, para que sus atributos de Gracia y de Misericordia, fuentes de cura y renovación, se expandan en la humanidad para tornarla algún día rescatable y sagrada, así como el Padre Celestial necesita por los siglos de los siglos. Amén.
Coman del Cuerpo de Cristo, beban de la Sangre del Señor y confíen que todo se reparará y se curará conforme como Dios lo ha pensado.
Este es el Cuerpo y la Sangre de Cristo. Felices serán los que en esta noche se sirvan del Señor, Amén.
Padre Nuestro...
Y ahora que fueron consagrados con el Espíritu, sean consagrados con Mi Paz, en la Esperanza, en la Fe y en el Amor de que comprenderán para los próximos meses lo que Dios necesita de ustedes, para que Su Voluntad se cumpla en toda la Tierra y en toda la humanidad.
Yo los consagro, hijos, y los bendigo, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
En alegría y en júbilo, en nombre de Mi Hijo, se darán el saludo de la paz, para que la paz permee la Tierra.
¡Les agradezco!
Con la unión del Cielo y la Tierra desciendo al mundo para poder ayudarlo, trayendo en Mi Corazón todos los prodigios de Dios, y a través de los ángeles, todas las Gracias posibles para los corazones.
Hoy, Mi voz interior resuena en el mundo y los mundos internos escuchan la palabra de la Madre de Dios, que viene a rescatar a Sus hijos del exilio y del naufragio de estos tiempos, que viene a traer a través de Sus manos la cura para la humanidad.
Solo deseo hijos Míos, el bien en cada uno de ustedes, y que muchos más hijos Míos recuperen su filiación espiritual con el Padre Celestial, sabiendo que para estos tiempos difíciles y críticos será imprescindible para todas las almas la filiación con el Padre Creador.
Por eso, vengo como una Gran Consciencia Espejo, para que por medio de la oración, la Madre de Dios esté unida con todos Sus hijos que invocan a través del Verbo orante, la Luz, el Bien y la Redención para la humanidad.
Pero Yo los animo queridos hijos, a seguir construyendo en ustedes el fin de los tiempos por medio de la vida del servicio y de la oración a los demás, sabiendo que hay mucho que curar en esta humanidad y en este planeta.
Cada vez que practiquen esos atributos, hijos Míos, permitirán que la Madre de Dios vuelva a interceder, así como Ella está hoy intercediendo por Argentina.
Deseo que sus corazones se abran cada vez más a ese llamado que viene del Cielo y que en esta vida no será conocido profundamente, pero si sus corazones se unen a Mi Corazón Inmaculado, como una sola cadena de luz y de amor, por medio del Rosario de la Paz por las Naciones, Yo podré abrazar a muchas más almas necesitadas de amor y de luz.
Grande es el cautiverio de millones de almas en esta humanidad, y no consiguen salir de ese estado, por tener muchos obstáculos y barreras.
Pero ustedes saben, hijos Míos, Mi Presencia tiene muchas faces, y la Madre de Dios cuenta con Su Poderosa Espada para poder vencer al mal por medio del amor y de la fe, trayendo para el mundo la liberación y la paz a los corazones que más necesitan volver a encontrar a Dios en su interior, para vivir en estos tiempos difíciles, una verdadera comunión con lo Alto, una profunda unión con lo Divino.
Los vengo a invitar, queridos hijos, a que aprendan a vivir las Leyes divinas, por medio de los atributos que están concebidos en la oración de la Madre Universal.
Si viven esos atributos y los aplican en sus vidas día a día, no será necesario que Argentina ni ninguna otra nación, padezca los sufrimientos generados por los propios pueblos.
Los atributos que Yo les traigo, hijos Míos, nacen de Mi Fuente Maternal, son atributos que nacen de la humildad de la Madre de Dios, por su servicio eterno y como sierva de Dios.
Pero si ustedes, hijos Míos, se esfuerzan para vivirlos día a día, no solo construirán en sus almas una fortaleza invencible e inquebrantable, sino también ayudarán a sus naciones para que más almas sean contempladas en el Océano de la Misericordia de Dios.
Ha llegado la hora, hijos Míos, de vivir la fraternidad y la cooperación entre los pueblos, eso demostrará a Dios y a todo el Universo que la humanidad está comprendiendo algo, y la Gracia de Dios en Argentina y en el mundo será inagotable, a pesar de los gravísimos errores que cometen muchas almas en estos tiempos, y que ultrajan, de tiempo en tiempo, el Corazón de Dios.
Pero hoy una nueva historia es concedida para la Argentina y para sus esencias. El trabajo realizado hoy de oración ha ayudado mucho, para que la Madre de Dios y Madre vuestra pudiera interceder, sabiendo que hay muchas almas que no merecen la Gracia de Dios, pero como abogada vuestra, e intercesora celestial entre el Cielo y la Tierra, Dios Me ha concedido la salvación de más corazones para los tiempos que llegarán.
Hijos Míos, la donación de sus vidas será la llave de la gran transformación y los portales del Universo se abrirán ante sus ojos, verán descender el Universo espiritual y los grandes arcángeles, padres creadores de todos los planos de consciencia, los asistirán y los ayudarán para vivir, en estos tiempos, dentro de un Universo de Paz desconocidos, diría, inalterable.
Esto es posible gracias a fuerza de la oración constante, y a su compromiso diario con el Santo Rosario. Así, hijos Míos, estarán protegidos dentro de Mi manto, sus familias también estarán protegidas de todo mal; esto llegará aún más, a todos los lugares, porque la Luz de Mi Corazón irradia al mundo entero a través de las oraciones de Mis hijos que tienen consciencia y discernimiento de que la oración es una llave fundamental para estos tiempos difíciles.
Sumérjanse en ese ejercicio y en poco tiempo no se conocerán, sus vidas se habrán transformado completamente y conseguirán dar pasos hacia la liberación de sí, alcanzando la trascendencia de la materia y uniendo sus espíritus a la vida inmaterial.
Para que todos estos atributos a la Madre Universal estén en sus corazones y en sus pueblos, hoy abro Mi Corazón Inmaculado como casa y refugio de los corazones, como alivio de los afligidos y cura de los enfermos, para recibir de sus voces, la Sagrada Oración a la Madre Universal.
Los escucho:
Te alabamos, ¡Oh Madre Universal!...
Y así, Yo podré llevar al Cielo sus súplicas e intenciones profundas, depositando a los Pies de Nuestro Padre Creador, las intenciones de Sus hijos, de Sus criaturas, a fin de que triunfe Su Plan de Amor en la humanidad y en el planeta.
Recuerden esta oración como algo fundamental para Argentina.
Hoy, Mi pedido para esta nación, es que exista un tercer día semanal de oración por Argentina, Paraguay y Uruguay, pero esta vez orando la oración a la Madre Universal, para que estas naciones hermanas sean contempladas por la Misericordia de Dios y los atributos divinos de Mi Corazón maternal, se establezcan en las almas como una divina protección espiritual.
Desearía que todos Mis hijos, más allá de Argentina, Uruguay y Paraguay, se unieran en este ejercicio de orar a la Madre Universal, para que también los atributos se irradien a las demás naciones del mundo.
Pero hoy pido esta oración especialmente por estas tres naciones, porque son las que más lo necesitan, para mantener su equilibrio espiritual y su armonía en estos tiempos.
La oración, cualquiera que sea, que invoque el Plan Divino de Dios y que abra las puertas del Universo, será el arma de defensa contra el adversario, y la Madre de Dios, por la oración de todos Sus hijos volverá a pisar con Sus pies la cabeza del mal.
Que triunfe en esta Tierra de Argentina el Proyecto de Dios.
Que los corazones reencuentren su filiación con lo Alto, y la cura universal se de en las almas, y que se enciendan en los corazones los talentos de Cristo, a fin de que el compromiso con el Universo sea vivo, verdadero y fiel para este tiempo final. Que así sea.
Como en todos los lugares que visito, con inmenso amor y dulzura por los que más sufren y desesperan, hoy viviremos una nueva consagración, reafirmando este compromiso de unión con la oración a la Madre Universal, para que muchos más se sientan atraídos al Fuego de Amor de Mi Corazón Materno, y así las almas se curen y se rediman, liberándose de sus cadenas y de sus prisiones, para que pueda volar la luz de sus espíritus.
A pedido de la Madre de Dios se aproximarán los que hoy se consagrarán como Hijos de María, para recibir Su bendición.
Y en este momento de consagración ante la Madre del Altísimo, comenzaremos a escuchar, el Himno de Consagración de los Hijos de María, para que los que se consagrarán y los que ya se consagraron, renueven este compromiso con la Madre de Dios, para que sea verdadero y vivo.
Los niños representan la alegría de Jesús en la Tierra, así su Reino Celestial desciende en los más puros e inocentes, y llega a todos los hombres y mujeres del planeta a fin de que se constituya la Sagrada Familia en la humanidad, por esta oferta que hoy Me hacen sus corazones.
He venido para bendecirlos y entregarles Mi amor, Mi amor consolador y curador a fin de que sus almas renazcan en el gozo del Divino Espíritu, y así reencuentren la paz que mora en el Corazón de Dios.
Que sus almas se enciendan en júbilo y alegría, para que el alma espiritual de esta nación, se encienda en la Alegría de Dios, creyendo profundamente que podrá cumplir con los designios del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Mi Luz Espiritual desciende sobre ustedes e ingresa en sus corazones, estableciendo esta consagración como Mis amados hijos, fieles seguidores de Cristo, criaturas amadas por el Padre Celestial.
Los bautizo con la luz del Espíritu Santo.
En nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Les agradezco por responder a Mi llamado, por todos los esfuerzos realizados, por el triunfo de Mi Materno e Inmaculado Corazón en Argentina.
Mientras cantan, Yo los contemplaré, para que sus voces lleguen al Cielo como una súplica de la humanidad, al Universo Celestial.
¡Les agradezco!
Mis queridos hijos:
Mi caricia es como el pasar del suave viento.
Mi regazo es como recibir el cálido calor del Sol en el invierno.
Mi Amor es como la ternura de una madre con su pequeño hijo.
Mi oración es como la lluvia que cae constantemente.
Mi esperanza es como la flor que se abre a los rayos del Sol.
Mi fe es como la bóveda celeste en la noche.
Mi súplica es como el llamado del Universo a todos los seres.
Mi devoción es como el fuego de la noche.
Mi paz es como las olas que golpean armoniosamente en los océanos.
Mi cura es como el rayo del Sol que penetra la tierra oscura.
Mi unidad es como el equilibrio y la armonía del Universo local.
Mi luz es como el Sol en el amanecer hasta que alcanza su punto más alto.
Mi alegría es la consagración de los hijos de Dios.
Mi júbilo es la concreción de la vida sacerdotal.
Mi paciencia es como el fruto que madura lentamente en el árbol.
Mi dulzura es como la fruta más dulce del planeta.
Mi misión es como el servicio abnegado de los que sirven a Dios sin cansancio.
¿Y cómo son, hijo Mío, tus virtudes?
¿Has encontrado la semejanza de tus acciones en la Creación?
Deja que fluya en ti ese principio del Don de Dios.
Permite que despierten los talentos de estos tiempos para que la Tierra sea repoblada de simples, pero verdaderos valores.
Anímate a decirle "sí" a la virtud del corazón.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Catedral de la Paz
Queridos hijos:
Hoy Me aproximo a ustedes para presentarles, desde los planos internos, la Catedral de la Paz, un espacio divino que fue concebido por el propio Dios en honra a la Divina Señora del Cielo, a fin de generar un recinto para la elevación de las almas y la continuidad de Su servicio por la humanidad.
La Catedral de la Paz se eleva dentro de la Consciencia de Fátima y, como contraparte espiritual, actúa en los niveles internos de las esencias, trayendo hacia ellas la esencia de la Pureza Original.
La Catedral de la Paz acoge a las grandes almas que fueron víctimas y testigos del Amor de Jesús, por medio de su santidad, entrega y servicio incondicional.
En el interior de la Catedral de la Paz, la presencia angélica, en sus diferentes niveles de jerarquía, sostiene y eleva la Consciencia de Luz de la Catedral de la Paz.
Ese espacio sagrado, que está presente en los planos internos de Fátima, despierta en todo ser humano que visita el Santuario de Fátima, una aspiración de encontrar su verdad interior y, sobre todo, su estado de pureza.
La Catedral de la Paz es nutrida por la Fuente de la Creación y, en consecuencia, los demás niveles de consciencia que están por debajo de ella también reciben asistencia espiritual e interna.
La propia Catedral de la Paz atrae hacia el centro de su bóveda celeste los Principios de la Creación, lo que se comprendería como Dones que despiertan virtudes y promueven la manifestación interior de los talentos en las almas.
En este sentido, la Catedral de la Paz, que fue elevada en honra a Nuestra Señora, es el imán espiritual que atrae para sí los divinos atributos que la humanidad necesitará para atravesar la etapa final de su transición.
Desde la Catedral de la Paz emanan los impulsos sagrados de la Madre del Mundo para toda la humanidad, y las consciencias angélicas y humanas que acompañan la misión de esta Catedral son intermediarias para que todo lo que irradia la Madre Celeste pueda llegar a las almas, independientemente de su grado de despertar y de compromiso.
La Catedral de la Paz le recuerda a la humanidad, desde los planos internos, que ella debe retornar a la Casa del Padre Celestial y allí reencontrar los valores espirituales que harán dignas a todas las consciencias.
La Catedral de la Paz es un puente que nos lleva a la Ascensión y al encuentro con nuestro infinito universo interior, lugar en donde Dios está presente para que comulguemos de Su Divina y Paternal Presencia.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora de la Catedral de la Paz
En el Valle de la Paz, los hago a todos semejantes para que puedan ser los más pequeños y humildes del mundo. Así podré realizar Mi obra mundial en la humanidad y muchas almas se verán beneficiadas por esta Gracia que Yo traigo del Cielo.
Es por eso que en el Valle de la Paz las almas se encuentran para celebrar la comunión con Cristo y para orar por el planeta buscando que toda la Fuente descienda en la humanidad.
En el Valle de la Paz, las almas están en entrega, en servicio y en amor, disponibles y abiertas para recibir cualquier llamado al punto que, en sacrificio, den todo por amor.
En el Valle de la Paz, en donde Me encuentro todo el tiempo, reúno a los soldados para que escuchen la Voluntad del Padre y para que la cumplan como una meta sagrada para la humanidad.
En el Valle de la Paz, se irradian todos los atributos de la Madre de Dios y estos, como impulsos, transforman a los corazones que confían en el Propósito.
En el Valle de la Paz, las almas abren su corazón para recibir a Cristo y así establecen una profunda alianza que los ayuda a realizar los Designios del Padre durante toda su vida.
En el Valle de la Paz, las consciencias encienden su Espejo interior y hacen de ese momento el gran ofertorio de amor al Creador.
En el Valle de la Paz, las almas viven su libertad al estar cerca de la Madre de Dios.
El Valle de la Paz es el portal hacia la nueva consciencia de la humanidad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los reúne en el Valle de la Paz, del amor, de la hermandad,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras los acontecimientos de la vida y del planeta entero se desarrollan precipitadamente en la humanidad, Yo los invito a que busquen el camino de la serenidad para después encontrar la paz.
La raíz de la historia humana y de todas las condiciones terrestres está siendo removida; lo que durante siglos estuvo controlado por el poder, por la soberbia o incluso por la resistencia, está siendo quitado de las manos de los que creen tener el gobierno sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, no se sorprendan por lo que verán o por lo que sabrán, la profecía de Mi Hijo se está cumpliendo: “No quedará piedra sobre piedra”, y eso ya es una realidad en todo el planeta y principalmente en los seres internos de todos.
Se generará una aparente falta de guía; por eso, desde hace tiempo los estoy llamando a vivir la oración verdadera. Serán los atributos de la Madre Universal los que, en este ciclo definitivo, sustituirán las carencias que las almas vivirán en el momento de perder el control sobre las cosas. Por eso, queridos hijos, abracen la oportunidad de purificarse pronto para que, preparados por la oración, esperen la gloriosa Venida de Cristo.
Les declaro, hijos, que no habrá consciencia ni espacio que estará libre de la purificación. La fe y la constancia serán el lema de los pacificadores de Mi Hijo, eso los hará fuertes en el amor y en la verdad.
Vean lo que está emergiendo de ustedes mismos y no lo miren con desprecio, sino con Misericordia, porque será la Misericordia de Dios que los salvará en esta hora de transición planetaria.
Vivan la Misericordia y practíquenla, será fundamental para que sus corazones acompañen la purificación de sus semejantes.
Les dejo Mi Paz porque es lo que hoy necesitan, no la pierdan por nada. La Paz sustenta todo, dentro y fuera de los seres.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En la Misericordia del Padre los contempla,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Queridos hijos:
No teman, mientras Yo estoy presente el caos no prevalece en el mundo; porque es la Luz de Dios la que desciende, a través de Mi Corazón, para abrir las puertas del Reino de los Cielos y así todos pueden ingresar a través de Mi Inmaculado Corazón.
Necesito que, en esta hora aguda del planeta, imploren por los atributos de la Madre Universal. Como fue en el principio de Mis Apariciones, invito a todos Mis queridos hijos del mundo entero, a que retomen las 72 cuentas de la contemplación diariamente, hasta que Yo lo indique, queridos hijos. Así, el Espíritu Santo de Dios estará sobre sus vidas, especialmente en sus corazones, no solo guiándolos a ustedes, sino también guiando a otras almas que necesitarán de conversión y de redención.
Cada uno de ustedes, queridos hijos, necesita vivir un Atributo de Dios. Es urgente que en sus vidas se puedan establecer los Dones del Padre, para que los nuevos apóstoles de Cristo, que vendrán de diferentes caminos espirituales, puedan formar un solo rebaño, unidos a su Madre Celeste, por los mil años de paz y antes de que Mi Hijo retorne en Su Gloria.
Estoy con ustedes, queridos hijos, aunque no lo crean, en las pequeñas decisiones del día a día. Estoy llamando a todos Mis queridos hijos, para que no solo sean consecuentes con la oración del corazón, sino que también, hijos Míos, borren de la consciencia de la humanidad y de la sociedad las insignias del mal que se esparcen como noticias y novedades para envenenar a los corazones que deben despertar al Espíritu Santo de Dios.
Yo soy la Madre de todo el Brasil y nadie podrá negarlo. A través de los siglos y de los tiempos, desde el principio de la colonización, en el corazón de la consciencia indígena, Yo vengo acompañando a todos Mis hijos para que puedan alcanzar la redención y la rehabilitación. Aún hay muchos de ellos que siguen cometiendo errores a través de los tiempos; como lo que sucede hasta hoy, en este día, que genera confusión en las mentes y perturbación en los corazones, alejándolos a todos de Dios, del verdadero Propósito que viene del Cielo a través del Sagrado Corazón de Jesús, del Inmaculado Corazón de María y del Castísimo Corazón de San José.
Aferren sus creencias, sus familias y todos sus caminos al Corazón de los Sagrados Corazones. Así, queridos hijos, no temerán por nada. Caminarán firmes hacia Mi Hijo por este sendero de redención y de paz que todos son invitados a vivir.
En ustedes, queridos hijos, está la gran decisión de hacerlo, de hacer algo por el Brasil y por toda la humanidad. Que sus corazones no duerman. Que sus mentes no se distraigan. Invoquen, con sus corazones y voces, el Reino de Dios, a través de la oración del corazón. Únanse como una sola familia espiritual y ya no sean más indiferentes. Abran las puertas de sus corazones para que las instrucciones divinas puedan ingresar y sembrar las nuevas semillas que constituirán la Nueva Humanidad.
Hoy, no solo estoy aquí, queridos hijos, con ustedes; a través del fuego de Mi Corazón, el Espíritu Santo de Dios está presente. Llamas nuevas se reencienden sobre los autoconvocados para generar, en estos tiempos, la redención de la humanidad y de todas las naciones del mundo.
Queridos hijos, sean precursores de Mi Voz. Lleven el llamado a los que duermen. Abran los ojos de todos los que son indiferentes, de las mentes distraídas, de los corazones que están cerrados y que desde hace mucho tiempo no quieren escuchar a Dios.
Yo necesito, queridos hijos, formar en sus vidas un verdadero cenáculo de oración que pueda ser el vórtice principal para estos tiempos finales, en el que Yo Me pueda servir de sus oraciones para presentarlas en honra al Padre Celestial. Porque si la mayoría de la humanidad, queridos hijos, no se colocara a vivir la oración del corazón, hoy no les puedo decir qué sucederá con la humanidad. Las propias acciones del mundo mostrarán todos los acontecimientos.
Los invito sinceramente, hijos amados, a que salgan de ustedes mismos por una vez en la vida, a que abran sus ojos a las necesidades de la humanidad entera, especialmente de todas las naciones que sufren las consecuencias de sus gobernantes o las decisiones de todo su pueblo.
Crean, queridos hijos, que ustedes son un pueblo de Dios llamado a servir en estos tiempos, disponible para responder al llamado de su Madre Celeste. A través de estos acontecimientos se reescribe el Apocalipsis en la humanidad. Los ángeles están atentos a los movimientos de todo el planeta. Abran sus ojos y observen cómo los ángeles realizan las Obras de Dios, en un profundo silencio y adoración por el mundo.
Necesito, queridos hijos, que se definan para dar el último paso; porque sé, verdaderamente, que muchos no serán los que estarán Conmigo en ese momento crucial de la humanidad. Pero vengo a pedir lo imposible para ustedes. El potencial está en sus espíritus desde sus orígenes. Entonces, queridos hijos, acompáñenme en este peregrinar, en esta Campaña por la Paz, que Yo intento construir en todos los corazones de la Tierra y en todas las naciones del mundo. Aún hay mucho por hacer y la humanidad sufrirá porque lo ha escogido conscientemente.
Pero Yo no los quiero llevar al sufrimiento. Yo Soy la Fuente de la Bondad y del Amor para todos. Ustedes no se imaginan, queridos hijos, cuántas noches he pasado sin tener a Mis hijos en Mis brazos.
¿Quién se ofertará en esta hora aguda para eso?
¿Quién consolará el Corazón de la Madre Universal delante de los destrozos de este mundo, de las acciones de todos los seres de la Tierra?
No provoquen más la Ira de Dios, porque ustedes no la conocen, queridos hijos. Únanse al llamado celestial y sean como los ejércitos de los ángeles que responden a los comandos de la Madre del Mundo. Sean espejos verdaderos de oración. No se dividan. Únanse a través de la oración y por medio del servicio al prójimo. Así al menos, queridos hijos, alegrarán Mi Inmaculado Corazón.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Porque si buscan establecer la paz en el planeta, también la establecerán en sus vidas.
No es necesario, hijos queridos, que piensen solamente en ustedes, cuando el planeta agoniza y cuando hay tantos hijos Míos que verdaderamente sufren en este mundo.
Si hoy escuchan Mi llamado, Mis palabras y Mi proclamación de paz es porque la paz debe reinar en sus vidas; es porque Yo los congregué, los reuní en Mi Cenáculo de Amor para que, en este día de tanta confusión, de tanto adormecimiento de la consciencia humana, ustedes pudieran despertar y reconocer, hijos Míos, que Mi Presencia está viva entre los hombres, así como la Presencia de Mi Hijo y del Castísimo Corazón de San José.
Yo estoy aquí, hijos Míos. Estoy al lado de cada una de sus almas.
Vengo al mundo todos los días, porque es tanta la necesidad, que no puedo permitir, Mis amados, que aquellas almas y esencias creadas por Dios se pierdan por la ignorancia, por no conocer al Creador, por solo elegir los placeres y las ilusiones de este mundo.
Hijos, todo lo que viven, en esta Tierra, como un soplo pasará, mas aquello que concretan en sus esencias permanecerá para siempre. No se preocupen por el sufrimiento del cuerpo, cuando lo que verdaderamente padece son sus almas, cuando, aquí en este mundo, sus mentes viven la ignorancia y la ilusión permanente.
Los llamo en esta noche a que despierten y que definitivamente respondan a Mi llamado.
Ya llegó la hora, hijos Míos, de unir todas las religiones, todos los pueblos, todas las naciones, todas las culturas de este mundo, porque en este momento su planeta necesita de paz y, si no unen sus corazones, el enemigo separará no solo a las religiones de este mundo, sino también a sus almas del Corazón de Dios.
Si no hubiera unidad entre los seres, no habrá unidad con el Creador. Si no hubiera unidad entre las religiones, ya no habrá unidad con Dios, no habrá religión verdadera; porque aquellos que no viven el amor, no viven en el Padre; mientras que todos aquellos que viven el amor, viven en Cristo, aunque no sean cristianos y que hayan encontrado otro camino para despertar su consciencia a la vivencia del amor.
Lo que verdaderamente importa, hijos Míos, es que sean verdaderos, fraternos, que se unan al principio del amor y de la paz, porque eso es lo único que la humanidad necesitará en estos tiempos.
¡Ya basta, hijos Míos, de vivir las ilusiones y de buscar un placer que terminará con este mundo, si no despertaran a la vida de oración y de paz!
Hijos Míos, en esta noche quiero que comprendan que mucho mayor que lo que acontece en la materia y que se expande por el mundo, delante de los ojos que pueden ver, es la batalla en el espíritu; porque, como Yo les digo, Mi adversario no descansa, él no duerme ni un solo minuto.
En esta noche, al mismo tiempo que Yo estoy aquí, hay millones de hijos Míos que están distraídos en la búsqueda de un falso poder; mientras que Yo, hijos Míos, les quiero revelar que el Poder de Dios aspira a manifestarse en sus vidas.
Y es muy simple lo que les pido, porque para vivir la paz, no necesitan hacer grandes cosas, solo necesitan abrir sus corazones, porque Mi Amor por sí solo derribará las barreras de sus mentes y establecerá en sus vidas Mi Reinado de Amor, de Paz y de Esperanza, para que puedan ser, Mis amados, un ejército de luz en este mundo de oscuridad; para que puedan establecer el Reinado de Mi Hijo, y que Él los encuentre prontos cuando llegue la hora de retornar.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Yo Soy la Madre del Espíritu Santo y busco su verdadera espiritualidad; para que eso sea verdadero, todo comienza en el camino de la oración y de la paz, algo que simplemente son invitados a vivir.
Quisiera hablarles en esta noche, queridos hijos, de los Universos Celestiales y de toda Su Creación, pero el mundo necesita conocer la verdad, lo que siente Dios en Su Corazón cuando Sus hijos lo niegan completamente.
Incansablemente, queridos hijos, seguiré dando Mis pasos a su lado para que puedan alcanzar el camino de la redención; y cuando eso suceda, Mi Hijo retornará para rescatar a los que se han perdido en la tribulación.
Yo les agradezco por responder a Mi llamado y a este momento de oración con Mi Corazón. Llevaré estas oraciones como un alivio del Corazón de Dios y de toda la humanidad.
Hoy, no consagraré Hijos de María, porque Dios está en Su profundo silencio. Yo los consagro en espíritu. Esa es la verdadera meta para todo servidor del Plan.
Sí, los bendeciré, porque lo necesitan para seguir caminando a Mi lado. Ya son Mis hijos, desde antes que se colocaran para serlo. Para Dios, ya todo está cumplido.
Les agradezco por comprenderme. Todo tiene una respuesta mayor que comprenderán con el tiempo.
Les agradezco, les doy Mi Paz y los unjo con la Luz de Mi Espíritu.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Oración: Madre Universal (en portugués).
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Aceite para la unción.
Estén preparados cuando el universo les pida cosas.
Con este aceite, Yo bendeciré a los que hoy no podré consagrar con la señal luminosa de la Cruz de Mi Hijo y como testimonio de Mi Amor por todos los hijos de la Tierra.
Se preguntarán porqué Yo hago esto, porque es Cristo que hoy los consagrará a ellos, así Yo abriré el camino para que Él retorne, a través de sus vidas.
Oración: Padre Nuestro (en portugués).
Ahora sí, queridos hijos, lleven la Cruz de Cristo como la señal verdadera de la redención.
Y ahora, les pido que canten por todos Mis hijos del mundo que no están consagrados.
Los que serán señalados por la Cruz de Mi Hijo aceptarán orar por aquellos que no se consagran a Mi Inmaculado Corazón y Yo oraré por ustedes hasta el fin de los días.
¡Les agradezco y vayan en paz!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Une tus oraciones a Mis plegarias de luz y deja que Yo cuide de todas las cosas.
Une tus aspiraciones a Mis planes de paz, así verás cuánto hay para hacer por esta humanidad.
Trabaja Conmigo, y a través de Mi Corazón con todos los necesitados; por medio de las obras simples lleva Mi Amor divino a todos.
Consolida en tu espíritu Mis doce atributos celestiales y sigue a la Madre Universal por los senderos que indico para las almas.
Abraza la caridad y el servicio como legado, así verás cuántos prodigios sucederán a través de todos los que se donan a los demás y a Mi Corazón.
Construye en Mí tu templo sagrado. Que tu vida y tu corazón sean el verdadero oratorio en estos tiempos, para que el desamor sea vencido y la indiferencia sea borrada de los corazones que no viven a Dios.
Con tus manos teje Conmigo el manto de la Misericordia y restaura en cada acto lo que necesita de perdón y compasión.
No dejes de ver a tu alrededor las necesidades de tus semejantes, porque Mi Amado Hijo podría estar escondido en los corazones sufrientes.
Vive Mi proyecto de paz todos los días; que tanto en la alegría como en la tristeza puedas ver la Voluntad de Mi Señor, así aprenderás a vivir tu propia cruz no como un peso, sino como la liberación de todo error.
Confía, soy Tu Madre. Yo no abandono a Mis pequeños hijos, rezo a tu lado para que algún día hagas cosas más humildes, así como Mi Hijo las realizó.
Te amo y oro por todos en el Sagrado Templo del Corazón de Dios.
Los bendice en gloria,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Cuando la noche se precipite sobre la Tierra y la luz sea un recuerdo en los corazones que la conocieron, será solo la Fe la que guiará el camino de los perseverantes, que servirán de ejemplo para aquellos que estarán más perdidos.
La Misericordia Divina no debe ser solo una realidad durante los momentos de oración. Al principio, ustedes deben clamar por Misericordia, pero después, hijos, deben ser la propia manifestaciónde la Misericordia en el mundo.
Ustedes son hijos de la Divina Misericordia, porque solo el hecho de haber despertado a una realidad superior, estando en un mundo completamente dormido a la Verdad, ya les demuestra la acción de la Misericordia en sus vidas.
Ninguna criatura despierta a la vida del espíritu solo por mérito propio. Es necesario, sí, que acepten seguir este camino, pero él solo les es presentado por obra y Gracia de la Divina Misericordia.
La Misericordia camina de la mano con la humildad porque, para ser misericordioso es necesario trascender toda expectativa sobre alguien, sobre sí mismo y sobre el Plan de Dios, ya que un corazón misericordioso acoge al prójimo tal como él es y entrega a los que menos merecen todas las Gracias del Reino de Dios.
Aquellos que son misericordiosos perdonan, independientemente del mal que les hayan hecho, y se valen de la humildad para, antes de juzgar y condenar las acciones ajenas, reconocer sus propias miserias y cuántas veces también se equivocaron en su camino evolutivo.
Aquel que es misericordioso sabe que solo recibe la Divina Misericordia cuando la dona al mundo y, así, descubre la Gracia de buscar algo que no es para sí; descubre la dádiva de vivir en la Misericordia solo para ser misericordioso y ofrecerse a Dios como un canal Suyo en el mundo.
La Misericordia debe ser un estado interior de los autoconvocados, para que la mantengan dentro de sí, independientemente de las tinieblas que los rodeen.
El corazón misericordioso no necesita nada a cambio de su donación ni necesita condiciones favorables para prestar un servicio o para estar en unión con Dios, porque de tanto clamar, la Misericordia se volvió el estado natural de su ser.
Así como unos vivirán la Misericordia, otros vivirán la Fe, otros la Fraternidad, otros la Unidad, como estados permanentes del corazón. Así, aun en los tiempos en que se encuentren aparentemente solos, viviendo su prueba en este mundo, jamás dejarán de tener el auxilio de los Dones de Dios y la humanidad no sentirá carencia de la Presencia Divina, porque el Creador estará vivo dentro de aquellos que, por la oración y por el servicio, descubrieron la unión perfecta con Él.
Vivan los dones divinos. Clamen, pero también sean cada uno de los atributos de Dios.
Aquel que los ama y los guía,
San José Castísimo
En las entrañas más profundas de Dios, en donde habitaba la pureza de Su Divina Consciencia, reposaba un principio de vida, una molécula viva de la Consciencia Divina, proveniente de Adonai. Como el Amor de Dios no podría permanecer en Él mismo, el Creador le dio vida a ese principio purísimo: creó una Consciencia Divina y Universal, que abarca más que un pequeño cuerpo o una consciencia material.
María es el Vientre Divino, es la Vida, es lo que hace nacer a las criaturas de todos los Reinos y las ampara durante toda su evolución.
María no vino de los hombres y ascendió a los Cielos; María descendió de los Cielos y, por Su Amor infinito, se hizo carne entre los hombres para acompañar al Hijo de Dios.
María no es parte de la humanidad, la humanidad es parte de María.
Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, un proyectoque viviría en sí un potente grado de Amor, necesitaba de una Fuente Creadora Pura, una Consciencia que emanara el Amor que los seres humanos necesitaban para desarrollarse. Y fue así como los Ángeles y Arcángeles del Padre Celestial recurrieron a Aquel Principio Puro de Dios, que era la propia energía de la maternidad, de la pureza y del amor, para crear, desde esa Fuente perfecta, los códigos que los seres humanos contendrían en sí.
Así como es en el Cielo, es en la Tierra. Para hacer nacer el Amor en la consciencia planetaria, como había nacido en el universo, el Creador manifestó en mente, cuerpo, alma y espíritu Su Divina Pureza. De ahí proviene la Madre de Dios, la Madre de Jesús.
María es la Gracia de Dios; es la Bondad manifestada en una Consciencia sublime. María es el don maternal que, aun después de haber ascendido a los Cielos, no deja de proyectarse entre los hombres, de representar en el universo, así como en la Tierra, un ejemplo para las criaturas materiales.
Lo que tuvieron delante de ustedes durante todos estos años es la Perfección de Dios manifestada en el Amor y en la Bondad materna de María.
Queridos, les digo esto para que aprendan a estar delante de una Consciencia que, a pesar de Su Grandeza y Divinidad, a pesar de no caber dentro de una forma humana, sigue manifestándose entre los hombres, sigue expresando Su semejanza con las criaturas de la Tierra, sigue mostrándoles a todos el Camino.
Su Amor es inalterable, Su Perfección es incorruptible, Su Paz es eterna, porque Ella espera que, algún día, ustedes acepten con alegría revivir en Su plena Paz.
Permítanse retornar a los brazos de Aquella que los creó como parte de Dios. Permítanse ser guiados por Aquella que proviene del Santo Espíritu del Creador y que manifiesta Sus Dones entodas las criaturas. Mientras aún hay tiempo, hijos, ríndanse en los brazos de su Madre Celeste y, así como la Sagrada Familia, permítanse ser amados y conducidos por María. Su Amor les revelará muchos misterios y Su Pureza les abrirá las puertas del Cielo.
Aquel que los ama y los entrega todos los días, en oración, al Inmaculado Corazón de María,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Como la Inmaculada Concepción, deseo que sus vidas alcancen esa concepción divina de pureza para que sea la luz interior del mundo.
Queridos hijos, día y noche, les traigo la Gracia de que sus corazones participen del misterio de amor que todo consagra y todo une.
Hijos Míos, en el camino de la pureza interior, como almas no pierdan tiempo en las ataduras de la vida material,así podrán alcanzar la unión interna con Cristo tan necesaria para que se establezca la nueva consciencia redimida.
Queridos hijos, mientras estén dando los pasos en el sendero predilecto de la pureza original, todo el planeta se estará purificando intensamente, ya que toda una raza se desvió de su verdadero estado y de su real principio de vida superior. Esa pureza de la que Yo les hablo también se refleja en el corazón de los hombres cuando viven la purificación sin resistencia ni dolor.
Es hora, queridos hijos, de que los atributos provenientes de Mi Santo Corazón estén vivos y activos en cada uno de ustedes. Así, sus vidas los conquistarán, uno a uno, para que después esto se refleje en el nuevo ciclo del planeta, en la manifestación del Amor de Dios a toda la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice en el nombre de la Pureza de Dios,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Escuela de la Humildad de la Virgen María
Queridos hijos:
Todos los días, Yo les ofrezco Mi simple humildad para que la encarnen en sus espíritus y puedan encontrar su propia humildad interior. Les doy este impulso para que se animen a descubrir este atributo de salvación que, en los días de hoy, está muy olvidado.
Queridos hijos, en este tiempo de crisis planetaria, Dios necesita de un mayor número de corazones humildes para que toda la Tierra sea repoblada por atributos que reviertan todos los males que ha generado la humanidad.
Queridos hijos, es así que Dios les pedirá a los valientes que tomen consciencia y enfrenten todos los aspectos de la vida humana que actúan en contra de la evolución de los atributos de la Madre Universal. Para eso, hijos amados, deberán invocar todos los días al santo espíritu de la humildad para que él los proteja de ustedes mismos y en todas las pruebas.
Hijos Míos, finalmente, será a través del poder de Mi santa humildad, Humildad de Dios, que sus corazones podrán dar los pasos tan esperados y así el mal será retirado de este soberbio planeta.
Queridos hijos, la humanidad ha desfigurado la verdadera misión y concepción de este planeta. Es por eso, que ustedes, siendo buscadores de la santa humildad, no solo se ayudarán a ustedes mismos y al mundo, sino que también esto se reflejará en todos aquellos corazones que ya se condenaron por la falta de humildad.
Los animo amorosamente a caminar en la fe y a perseverar.
En Mi escuela de humildad existen Propósitos Divinos que los conducen hacia la meta del despojamiento interior. Encamínense hacia esa labor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Desde la escuela de la humildad, los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
La Luz de Mi Inmaculado Corazón, en los primeros días de agosto, congregará en espíritu a las almas del mundo que necesiten de la cura espiritual y redentora de la Aurora de Mi Corazón.
Será en esos días de agosto que Mi Espíritu materno querrá llevarlos a la vivencia de la fe y de la confianza absoluta en el Proyecto corredentor que su Madre Celeste desempeña en los Centros Marianos, que en pocos años más serán Centros Espejos de Mi Corazón, que refractarán al mundo los atributos de salvación de la Madre Universal.
Por eso, hijos, esperaré que, después de todo lo que recibirán en Aurora y de lo que cada uno será partícipe, salgan de Mi Centro Mariano mayor con la certeza de Mi Amor y la fe renovada en el compromiso con el Plan de Salvación, al que cada alma será llamada a vivir y compartir.
El Plan de Dios, previsto para los próximos tiempos, tendría un resultado mayor si las consciencias respondieran en la hora indicada. Por eso, hijos Míos, a través de Mis Gracias, ustedes son colocados en un lugar que tal vez no merecerían, pero por Mi intercesión Yo los llevo a conocer la Voluntad del Creador.
Ahora, que los tiempos urgen, para poder sinceramente acompañar la propuesta a la que están siendo llamados a participar, su Madre Celeste nuevamente los reunirá en el oratorio de Su Corazón Purísimo para que durante los días de agosto ustedes sean verdaderos testimonios de una redención manifestada y, al mismo tiempo, sean testigos de esta Obra de Gracia que todos comparten con Mi Corazón Inmaculado.
Hijos, a todos los esperaré en amor y en devoción. Si sus corazones están unidos al Mío, todo será posible.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los nutre con la Palabra de Vida de Cristo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Mientras Mis oídos escuchan la melodía de sus corazones, Yo vengo a hablarles a lo profundo de sus esencias, que son lo que más vale para Dios.
Hoy, vengo a encontrarlos en la quietud del espíritu, en la perseverancia de seguir adelante para poder reencontrarse con Mi Hijo en estos tiempos finales.
Hoy, vengo desde el Cielo con mucha alegría y maternidad. Estamos a las puertas de un gran encuentro en agosto, en el que la humanidad entera realizará su síntesis para comenzar a vivir un nuevo ciclo en el Señor.
Hijos amados, todo lo que viven, en estos tiempos, es parte de una gran purificación interior; no se desesperen, hijos Míos. Yo Soy su mano, la mano que los guía por el camino de la redención y de la rehabilitación. Por eso, rezo por ustedes todos los días de sus días, para que alcancen finalmente la redención del corazón y del espíritu.
Su trayectoria en esta Tierra tiene un motivo. Esa gran experiencia de amor que deben vivir, le debe servir a Dios en el futuro y a todo el universo, quién se servirá de esta experiencia de redención en los tiempos que llegarán dentro de esta galaxia.
Queridos hijos, como una gran Estrella del universo, hoy Me aproximo a ustedes y aspiro todos los días a encender sus estrellas internas. Porque el verdadero camino de la redención se encuentra a través de la iluminación de sus corazones, que es el fruto que la oración les da a través de la vida de servicio y de caridad.
Pero hoy, no estoy aquí sola con ustedes. Vengo con todo el universo, para que todos los días vivan ese gran reencuentro con su verdadero espíritu superior, en el que se haya la verdadera respuesta, dentro de toda su existencia.
Dios los creó para que pudieran aprender y crecer en el amor. Yo vengo a enseñarles ese camino tan simple pero verdadero; por eso, como su Madre Santísima, soy perseverante y paciente. Ya hace ocho años que vengo caminando a su lado, queridos hijos, levantándolos del suelo, liberándolos de las persecuciones y perturbaciones, para que su verdadero espíritu en Cristo cumpla la misión que ha venido a realizar en este mundo.
Mas si ustedes viven esa misión personal que Dios les concedió, los 144 000 apóstoles de Cristo, los santos de los últimos días, aquellos que están escritos en la Biblia, aparecerán en este ciclo para cumplir su verdadera misión ante el Plan, el Propósito de Dios que debe cumplirse por encima de todas las cosas.
A través de sus vidas, hijos amados, se puede escribir el nuevo Proyecto de Dios y en Su Corazón bendito se escriben las primeras señales de su redención. Mas, deben ser pacientes, mansos y humildes para que el Espíritu Santo habite en ustedes y Sus poderosos Dones universales puedan transformar sus vidas completamente, hasta que se puedan disipar las mínimas partículas del mal.
Ustedes saben, hijos Míos, que el mundo está en su decadencia espiritual. Pero aún, Yo encuentro almas fervorosas, en los cuatro puntos del planeta, que son Mis verdaderos espejos planetarios que pueden irradiar Mi Propósito maternal a través de los atributos que le Yo concedí a sus vidas.
Mi aspiración maternal, hijos Míos, es que, en el fin de sus días, cuando hayan cruzado el umbral de los aprendizajes, ustedes hayan podido vivir los atributos que Yo les entregué en el año 2007. Atributos tan simples, pero verdaderos, que los harán semejantes a Dios y a sus hermanos de todo el universo.
Por eso, este Proyecto aún no ha terminado. Y a pesar de la gran deuda que tiene la humanidad, de los ultrajes que son realizados a los Reinos de la Naturaleza; la Madre del Universo, la Pachamama, es paciente con sus hijos, con todos los discípulos de Cristo que deben despertar en este último tiempo para reencontrar el camino que han perdido entre las ilusiones de esta humanidad.
Yo Soy su Madre Tierra; también, Yo Soy su Madre del Cielo, Soy el gran Espíritu de la Naturaleza que circula por esta humanidad trayendo la brisa del Espíritu Santo, los frutos para todas las almas que se deciden a ser semillas de Mi gran Árbol de la Sabiduría y de la Creación.
Por eso, a través de estos años, he venido trabajando con cada uno de ustedes. He venido realizando en sus vidas pequeños milagros de amor, aquellos que Me ha permitido realizar Mi Hijo en la vida de todos los espíritus de la Tierra.
Hoy, Yo les pido, hijos Míos, que no miren más a sus errores. Vean los resultados de su conversión. Mediten, reflexionen y tomen consciencia de todo lo que se ha trasformado en sus vidas; y eso ha sido posible, hijos Míos, por la poderosa acción de Mi Gracia maternal.
Hoy, abro Mis brazos y extiendo Mis manos hacia el mundo. Espero tenerlos a todos cerca de Mi Corazón para que sientan Mi palpitar, el Corazón Inmaculado de María que sigue latiendo por esta humanidad, rogando por este Proyecto de Dios para que, al menos, se cumpla en un próximo Cristo. Así, Yo podré retirarme de esta humanidad. Podré seguir caminando entre las estrellas, instruyendo a otros seres en todo este universo. Porque habré visto, hijos Míos, que Mis Planes de Paz se cumplieron en sus vidas y los Nuevos Cristos nacieron del espíritu de la humildad.
Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Es por eso que, en esta noche, traigo en Mi Manto todas las estrellas del Cosmos, para que cada uno de ustedes recuerde lo que vino a hacer a este mundo, porque sus almas saben que la trayectoria evolutiva no tiene principio ni fin en esta Tierra.
La Creación de Dios, hijos Míos, es infinita. Y, en este final de los tiempos, vengo a demostrarle a la humanidad que estuvo ciega por mucho tiempo; pero que llegó la hora de abrir los ojos, los ojos del espíritu y del corazón, y contemplar en el infinito el Origen de sus esencias, de sus espíritus. Origen que los observa cada día, que aguarda con amor que puedan recordar esa existencia, para que ya no vivan solo de las cosas materiales.
Que toda su atención, Mis queridos, no esté solo dirigida hacia la vida sobre la Tierra, porque la Realidad pulsa en el centro de este Cosmos.
El Corazón de Mi Hijo, que estuvo sobre este mundo, hoy reina en el Infinito, invitándolos a seguir Sus pasos. Cristo, Mis amados, vino a este mundo para ser su ejemplo, para dejar marcadas las huellas en las que deberán colocar sus pies.
Pero, para eso, necesitan creer en lo que les digo, porque Mis Palabras no son pronunciadas solo para tocar sus corazones. Ellas deben ingresar en sus consciencias y hacerlos reflexionar, buscar la Verdad que guardo en cada una de ellas que vengo a derramar sobre la humanidad para disipar la ilusión de los corazones humanos.
Así como Soy la Madre de Jesús, Soy la Madre de todas las criaturas de este mundo. Por eso, vengo a instruirlos, a conducir sus almas hacia la Voluntad de Dios; porque el Creador, Mis queridos, jamás desistió de Su Creación. Todos los días, envía a uno de Sus Mensajeros al mundo, en la eterna esperanza de que al menos algunos pocos puedan cumplir Su Santo Plan.
Vengo al mundo porque sé que es posible que, aquellos que escuchen Mi llamado se transformen definitivamente y sobre todo en estos tiempos, en los que grande es la oscuridad, pero también infinita es la Luz, suprema es la Presencia de Dios en el mundo, en Su Sierva, en Su Hijo, Estos que vienen a su encuentro para guiarlos al infinito.
A partir de este 8 de agosto, hijos Míos, los conduciré a un nuevo despertar. No habrá dudas que puedan nublar a los corazones de los que Me escuchan, porque Mi Voz será clara, revelará la Verdad que muchos no quisieron ver; porque está llegando el tiempo de que caigan los velos de la consciencia humana y de que cada ser de este mundo, preparado o no para descubrir los misterios divinos, deberá encontrar la Verdad.
Vengo a su encuentro para que por lo menos una parte de la humanidad tenga el corazón pronto para vivir esta gran transición del planeta, transición que no se aproxima solo para hacerlos sufrir. Aquel que sabe el verdadero motivo de esta transición glorifica a Dios todos los días; porque, en cada minuto que pasa en el tiempo de este mundo, sabe que es un minuto menos que le faltará para encontrar al Creador.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:
Hijos, Aurora se viste con sus mejores trajes para esperar a los autoconvocados en esta sagrada reunión que viviremos en los días de agosto, en los que recordarán que la Madre de Dios y todos Sus Mensajeros tocaron este suelo para hacerlo bendito y sagrado para que, cada uno de ustedes, como corazones en redención, ingresaran por las puertas de la cura interior.
Yo Soy la Gran Estrella, Yo Soy su Madre del mundo y vengo a encender nuevos luceros, a través de los Hijos de María que, con tanto Amor materno, vengo a bendecir. Así, Mis ejércitos se van formando en los diferentes puntos del planeta, para que sean antorchas vivas del fuego de Cristo, del fuego transformador y liberador, por medio del poder de la oración.
Que se acerquen aquí estos hijos que hoy consagraré y los invito a todos a estar aquí en agosto, en la Presencia de Cristo, su Señor, desde el día 4 de agosto, a partir del que vivirán, hijos Míos, la última chance de la redención planetaria, antes que se abran las puertas de la transición.
Vengo a traerles la consciencia de lo que verdaderamente es cada uno de ustedes. No son materia, ustedes son espíritus de la Fuente de Dios, de la Fuente del Amor y de la Unidad.
Cantemos, pues los Hijos de María se presentan ante los altares de la Virgen Santísima.
Yo les agradezco.
Queridos hijos, por la bendición que Me concede el universo y como Madre del Espíritu Santo de Dios, en la Presencia Trina del Hijo y del Padre Eterno, Yo los bendigo y los consagro, bajo la absolución universal de todas las faltas cometidas al Sagrado Corazón de Jesús.
Espero que se renueven y que respiren el aire del universo, pues la cura tocó la puerta de sus corazones.
Les agradezco en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Canción: “Himno de los Hijos de María”.
Madre María Shimani de Montserrat:
Bien, por lo que pudimos escuchar de Nuestra Señora, tanto en el Mensaje que Ella entregó hoy a la mañana como en lo que nos dijo ahora, durante la Aparición; Ella ha comenzado a cumplir una promesa que nos hizo hace algún tiempo, que Ella iba a revelar las verdades del universo y que teníamos que estar con nuestros corazones abiertos; porque era importante, en este tiempo, que nuestra humanidad supiera cómo es que realmente se manifiestan los Universos Celestiales y cuál es la relación que nuestro mundo y nuestra humanidad tiene en verdad con ese universo.
Ella nos dijo que nos iba a entregar ese Legado universal y ha comenzado hoy, con mucho amor, a intentar colocarnos dentro de ese universo.
Estará en nuestras manos y en nuestro corazón, escuchar esa instrucción de Nuestra Señora y, a través de esa sabiduría que viene de la Divinidad, comprender verdaderamente quiénes somos, de dónde venimos, qué es lo que tenemos que hacer, cuál es nuestra misión como seres y como humanidad y cómo es que lo tenemos que llevar adelante.
Así, acompañaremos a Nuestra Señora en estas nuevas instrucciones y nuevas revelaciones que nos llevarán, como Ella nos dijo hoy, al infinito.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Queremos agradecer a todos por habernos acompañado.
Madre María Shimani de Montserrat:
Y como dijo Nuestra Señora hoy, todas nuestras consciencias se prepararán para agosto, cuando tendremos más revelaciones y como dijo Nuestra Señora, la humanidad hará su síntesis y comenzará, plenamente y con consciencia, la tan ansiada transición. Así que, a prepararse.
Muchas gracias a todos y ¡gracias, Madre, por cuánto nos das!
Queridos hijos Míos:
En este día de gloria, bendición y amor, se abre en el Cielo una gran flor de Luz; efecto de una consagración íntima de algunas almas a Mi Inmaculado y Puro Corazón.
La Madre de Dios ha tejido, con Sus Manos, el nuevo traje de consagración, para que los nuevos apóstoles de Mi Hijo entreguen sus vidas a la Voluntad de Dios.
De esa forma, hijos, hoy muchos serán testigos de una promesa que se cumplirá en este día sagrado, promesa que fue gestada, preparada y sembrada en las consciencias que Mi Amado Hijo convocó para el servicio espiritual y planetario por la humanidad y su pronta salvación.
Hoy, su Madre Celeste refleja la Luz blanca de Sus vestiduras simples, y con el velo de Luz, que protege Su Cabeza, se aproxima a Sus hijos predilectos para extenderles Sus Manos y confirmar el momento de la consagración ante el Creador.
Detrás de ellos, muchos se aproximarán, pues Mi Hijo, el Sacerdote del Amor, deseará todos los días residir en cada uno de ellos, para que la misión primordial, que va más allá de esta esfera terrestre, se pueda cumplir por encima de todo.
Para eso, la guía y la compañía de los ángeles celestes serán las verdaderas ayudas que, en cada nueva Comunión con el Rey Universal, crearán los espacios de Luz para que las almas moren cada vez más en el Corazón del Señor.
Día y noche, estarán saciados, porque la Fuente de Vida y de Redención nutrirá cada espacio de la consciencia para que la tarea más importante se pueda cumplir, la tarea de amar la misión confiada.
El Señor, Dios Todopoderoso, verá nacer en el sur un horizonte nuevo, colmado de los Atributos de la Madre Universal que se harán vida y vibración en las almas que busquen los Dones de Dios.
En este día, la Señora del Cielo, acompañará desde Su Reino, el Reino de Adonai, los pasos que darán los simples, pero buenos de corazón. Ellos recordarán que estarán cumpliendo, más allá de sí mismos, con la Venida Gloriosa del Señor.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los consagra, bajo la Luz del infinito,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Esposa Celestial
Queridos hijos:
En gloria, júbilo y celebración, hoy, los reúno en el cenáculo de Mi Corazón Inmaculado para dar honra y gracias al Dios de la Redención, Quien desde el principio los reunió para vivir el camino de la conversión y del perdón.
Demos gracias a su infinita Presencia en los corazones puros y simples que escucharon el llamado de la Reina del Cielo, de Santa María de Aurora.
Hoy se cumple el cierre de un ciclo universal en la obra de la Madre de Dios con sus hijos de la humanidad.
Hoy, los Cielos se abren para encontrar a las almas devotas y humildes que han respondido al llamado de la Paz.
Dichosos sean todos los que están presentes en este Reino Mayor de Redención y de Amor; porque el 8 de agosto de 2007, el Cielo tocó la Tierra a través de la bendición de la Madre Universal, y sus atributos fueron revelados por medio de sus Faces en el ciclo de las veintidós Apariciones de agosto de 2011.
En esta síntesis que hoy Yo les entrego, Mis queridos hijos, quiero y deseo que tengan consciencia de los acontecimientos que se guardarán mucho tiempo después que Yo no esté más aquí entre ustedes; pero no los dejaré solos, Mi Corazón Inmaculado será su fortaleza y motivo principal para llegar a Jesús, el Cristo.
Como mediadora y Madre, en el fin de los tiempos, Yo los llamo queridos hijos, a este nuevo ciclo, a reunir las fuerzas internas del corazón para que crucen el umbral infinito hacia los Cielos. Allí, podrán vivir en paz con ustedes mismos y entre sus familias, a pesar de que vivan en este mundo que sufre.
El 8 de agosto de 2007, Yo vine para establecer en el Uruguay y el Cono Sur, la devoción a la Madre de la Divina Concepción de la Trinidad; despertando una devoción más profunda en Argentina por la Madre y Señora de Luján, en Uruguay por Nuestra Madre de los Treinta y Tres, en Brasil por Nuestra Señora de Aparecida. Mi Corazón Universal tocó las puertas de los corazones de la República de Venezuela, a través de Nuestra Señora de Coromoto, para rescatar a las consciencias de los pueblos originarios de América, junto al Poder Divino de Nuestra Señora de Guadalupe.
En el mundo, Yo he instaurado la devoción a Mi Corazón Inmaculado, porque es el portal para la salvación de las almas perdidas y distantes del Dios del Amor.
Queridos hijos, que hoy su celebración interior sea profundamente devocional y mística, permitiendo que el Amor de Dios los transforme a través de Mi Presencia.
Mi principal agradecimiento es para todos Mis hijos, creyentes o no creyentes, sanos o enfermos, alegres o tristes, que fueron llamados a Mi camino de Paz y Redención de las almas.
Hoy, la luz de los Centros Marianos brilla de manera especial en el mundo, porque Mi Consciencia maternal aparecerá a sus amados hijos que con fe confiaron en la Señora del Cielo.
Recuerden, queridos hijos, que Yo oro día y noche por sus misiones consagradas a Dios Padre.
Por cuánto Me han dado, Yo les agradezco ahora y siempre.
Yo soy la Aurora que puede amanecer en cada interior.
Paz y Misericordia para el mundo entero,
Vuestra Santa Madre María, Señora de Aurora
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más