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Oren unos por los otros, como oran por el planeta herido, como oran por sus miserias más profundas, como claman por sus mayores dificultades.
Oren unos por los otros, como oran por las naciones en conflicto, como oran por los que tienen hambre y frío, por los que no tienen esperanza y por los que tienen miedo.
Oren unos por los otros, como oran por los Reinos de la Naturaleza, ultrajados y sin amor, mutilados e incomprendidos por los hombres.
Así, hijos, con amor, piedad y misericordia deben orar unos por los otros, porque cuando oran por el prójimo, están orando por el planeta; cuando oran por el prójimo, están orando por los Reinos de la Naturaleza y por las naciones.
Cuando un corazón triunfa en Dios, toda la Creación triunfa con él, aprende, crece, y vence como aquel que se vence a sí mismo.
Por eso, no sean indiferentes ante el padecimiento de aquellos que tienen al lado, sino estén atentos y, al percibir una necesidad, oren, clamen, rueguen unos por los otros, para que su clamor sea la voz de aquellos que están sin fuerzas para orar por sí mismos.
Sean voces unos para los otros, sean fuego unos para los otros, atraigan de los Cielos Gracias y Misericordias unos para los otros, y así alcanzarán la paz.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Cuando estuve en la Tierra, en Nazaret, y Mi corazón humano y frágil se sentía cansado, Yo Me alejaba de todo y de todos y, solo con Dios, oraba.
Muchas veces no tenía fuerza para orar y la angustia callaba no solo Mi voz, sino también Mis pensamientos. Entonces, arrodillado ante el Señor, Yo Me silenciaba. Permanecía en silencio, sintiendo Su Soplo ingresar en Mi cuerpo, en el aire que Yo respiraba. Buscaba paz.
No le pedía nada al Señor, y todo lo que Yo tenía ya le pertenecía; entonces, solo Me silenciaba y esperaba, vaciando el corazón del miedo y de las angustias y encontrando fortaleza en ese silencio profundo que Yo compartía con Dios.
¿Por qué hoy les digo esto?
Porque conozco lo más profundo de sus corazones y sé que, bajo la presión de estos tiempos, se ven cansados, angustiados e impulsados siempre a una transformación mayor, a un paso más profundo en lo desconocido.
Por eso les enseño, hijos, que aun en las debilidades, su fortaleza se encuentra en Dios. Y, cuando no tuvieran palabras ni sentimientos para compartir con el Señor, solo silénciense y busquen la paz, compartiendo el Silencio de Dios. Su Soplo Divino les revelará esa paz.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Hijos Míos, hoy transmito este mensaje nuevamente desde el Gran Cañón del Colorado, pero esta vez desde su parte más profunda, a donde ustedes hoy llegaron no solo para encontrarse Conmigo, sino también con toda la Hermandad.
Mientras bajaban estas sagradas montañas, sus seres internos y los seres internos de sus hermanos fueron ingresando en la realidad y en la verdad de otros tiempos. Fueron cruzando umbrales, puertas y espacios en donde se guarda la historia de esta humanidad, la historia más evolutiva, más importante y destacada.
Es así que, en este día y bajo el abrazo de estas sagradas montañas, doy continuidad al mensaje que pronuncié en los últimos días, para que la consciencia de la humanidad no pierda el impulso de poder encontrar, en este tiempo de caos, el retorno hacia su origen y hacia la esencia de su propósito en esta humanidad.
Hoy estoy aquí con ustedes, pero también estoy con el mundo entero como la Madre del Mundo, la Madre de la Nueva Humanidad, la Madre que guarda en Su Corazón el conocimiento y la historia de esta civilización de la Tierra, que atravesó y pasó por muchas experiencias, aprendizajes y pruebas.
Pero lo que hoy les revelará Mi Corazón es lo más sagrado que alcanzaron las civilizaciones más antiguas del planeta, desde la Lemuria hasta la actualidad. Y todas esas civilizaciones, pueblos y culturas aprendieron a estar en comunión con el Universo y a conocer el Universo por medio del contacto. Algo que la humanidad siempre ha buscado, siempre ha intentado encontrar la puerta segura para atravesar ese umbral hacia la verdad y la existencia cósmica.
Hoy Mi Corazón maternal abre esa puerta, enciende los espacios sagrados del Gran Cañón del Colorado, para que las informaciones de las civilizaciones más antiguas de la humanidad salgan a la luz, despierten sus consciencias y vivan, así, el compromiso de dar continuidad a este sagrado proyecto genético que aún no ha finalizado y que está en el momento más culminante e importante de poder evolucionar y de representar, dentro de todo este Universo y macrocosmos, la victoria, la misma victoria que alcanzó Mi Hijo, el Cristo; y que la sigue alcanzando y la sigue viviendo por ustedes, por todos sus hermanos, por este pequeño pero bellísimo planeta que el Padre les entregó en confianza, para que ustedes y sus hermanos lo pudieran representar, no solo en la vida material evolutiva, sino también en la espiritualidad, en la esencia del contacto.
Es así que mientras les hablo, las puertas de los mundos internos del Gran Cañón se abren para que sus corazones y, sobre todo, sus almas puedan ser colmados por esos principios y atributos que las civilizaciones más antiguas del planeta alcanzaron y en los que cada una de ellas se destacó por algo muy importante. Y eso que es algo tan importante, hasta los días de hoy, ayuda espiritualmente a toda la humanidad; especialmente a Mis hijos más perdidos, más ignorantes, más distraídos de la realidad y de la verdad superior que están latente en el Universo y que forma parte de la realidad del Plan de Dios.
Por medio de este mensaje quiero que sus consciencias retomen el compromiso de realizar este proyecto genético, que va más allá de algo espiritual, religioso o interno; que llega hasta lo más profundo de sus esencias y consciencias, en donde se guarda también la historia de sus orígenes, de sus experiencias, de sus aprendizajes y vivencias en este sagrado Universo que los rodea y que los aguarda.
Hagan votos, hijos Míos, de poder realizar este proyecto que será finalizado por la Presencia de Mi Hijo, el Cristo, cuando en el momento más culminante de esta humanidad, que está próximo, Él llegue para recoger todos los tesoros, méritos, aprendizajes y experiencias que hayan podido vivir en esta encarnación y en esta actualidad.
Aunque el planeta y su humanidad estén convulsionando, aunque las naciones estén en una gran contrariedad y conflicto, a pesar de cualquier situación que se presente en la superficie de la Tierra, nada impedirá que ustedes puedan experimentar y vivir lo que Dios tanto desea y espera.
Por esa razón, Yo estoy aquí y soy enviada a este planeta como la Madre del Mundo, para que tengan consciencia también de la nueva tarea de su Madre Divina y Espiritual, la que hoy es una tarea más amplia y profunda que no solo abarca este Universo local, sino también otras galaxias, mundos, estrellas y soles que conforman también la existencia y la vivencia del Plan de Dios. Y con él todas sus Jerarquías, Consciencias que han trabajado en este proyecto humano y en otros, a lo largo de millones de años. Hoy la humanidad, después de 1988, tiene la oportunidad y la consciencia de saber todas estas cosas que hoy pronuncia Mi voz, que es la Voz del Padre que resuena en este valle y especialmente en los mundos internos que deben alcanzar la verdad y la consciencia de este tiempo definitivo.
Desde el interior de estas montañas, en el Gran Cañón del Colorado, su Madre Celeste se anuncia antes de tiempo y proclama esta información para todos los seres de la Tierra, independientemente de su creencia, de su religión o de su situación interna; porque en esencia todos son hijos de Dios y todos provienen de la misma Fuente, del mismo impulso, del mismo Origen que los creó y, a partir de allí, sus consciencias, como las sagradas consciencias de las civilizaciones anteriores de la Tierra, vienen de diferentes lugares del Universo para seguir aprendiendo a amar de verdad y a redimirse de corazón, sin miedo ni traumas.
Es así que, por medio de estas informaciones sagradas que emergen del Gran Cañón del Colorado, la humanidad tiene la oportunidad espiritual de volver a curarse, reconciliarse y redimirse, para que todas las estrellas caídas que hoy viven sobre la superficie de la Tierra puedan volver a encenderse, a reencontrar el camino, a reencontrar su existencia y sus orígenes. Así, todas esas estrellas podrán volver a brillar en este firmamento cósmico y de esa forma estarán dentro de la historia que aún sigue siendo escrita por la Mano del propio Padre Eterno.
Si hoy esto sucede aquí, en esta condición y situación interna y espiritual, es porque existen una razón y un propósito mayor que ustedes hoy desconocen, pero que sé que pueden sentir y comprender lo que esto significa, más allá de las formas y del momento.
Hoy Mi Corazón abre los espacios del Universo, fusiona y une las realidades que se encuentran dentro de este sagrado Cañón del Colorado, en el que la humanidad podrá tener la referencia y el lugar en donde poder encontrar, en el mayor silencio y en la más interna sintonía, lo que necesita para este ciclo de transición y para poder superar estos tiempos difíciles, en los que cada vez más la ilusión abraza a la consciencia humana y le hace perder el camino del Propósito.
Mediante estas palabras, Yo les traigo la Gracia de reencontrar el sentido y la razón de estar en este planeta y en esta humanidad, sabiendo que se debe cumplir lo que el Padre ha determinado y ha escrito desde los tiempos más remotos del Universo, desde antes de que existieran los diferentes Universos, las diferentes civilizaciones y todo lo que está creado.
Por eso, es tiempo de agradecer, agradecer de corazón por este impulso que el Padre ha decidido enviarles por medio de la Madre del Mundo.
Y es así, hijos Míos, que los velos de su consciencia seguirán cayendo para que puedan tener conocimiento de la realidad que está dentro de ustedes y que también está escrita en el Universo, realidad que debe vivir una síntesis y un fin para que todo pueda comenzar de nuevo.
Mientras les hablo, a través de Mis palabras y de Mi presencia, envío al mundo entero los atributos y principios más sagrados que alcanzaron las civilizaciones más antiguas de la Tierra, una historia que nunca se perderá, una historia que podrá continuar siendo escrita por cada uno de ustedes, para que el triunfo del amor y de la verdad se cumpla en este tiempo, y para que Mis hijos más perdidos, engañados y oscurecidos por Mi enemigo, tengan la misma Gracia que ustedes reciben hoy.
Así, el planeta y su consciencia espiritual se podrán regenerar. El alma de este planeta podrá volver a respirar y ser lo que vino a ser en este tiempo, desde el principio, cuando fue decidido que este sagrado planeta existiera.
Abracen este llamado, acepten esta convocatoria y den continuidad y respuesta a lo que les pido, porque no estarán cumpliendo Conmigo, sino con el Padre Eterno, que es quien Me envía para que todos los seres de la Tierra, finalmente, vean la verdad que está escrita en el Universo y que también se guarda en lugares más bellos de este planeta.
Envío para todos, Mi mensaje de paz y de consciencia. Que la Luz del Gran Cañón del Colorado brille en el corazón de todos los seres autoconvocados y servidores, para que se pueda seguir cumpliendo el Plan.
Los bendigo y les agradezco, permeándolos con la Luz de Mi Espíritu y de Mi Corazón, porque soy su Madre, la Madre del Mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hermanos y hermanas, a pedido de la Madre Divina, desde aquí, desde el corazón del Gran Cañón del Colorado, vamos a realizar por tres veces la oración del Advenimiento de la nueva Raza, para que podamos decretar y afirmar este compromiso interno con la Divinidad.
Oración del Advenimiento de la Nueva Raza
Señor,
que se cumpla el advenimiento de la Nueva Raza.
Que la humanidad pueda expresar su arquetipo.
Que la palabra sea viva y construya Tu Templo.
Que se expanda en nosotros Tu misterio y
que se revele al mundo la verdadera existencia,
para que podamos reunirnos en Tu Nombre
y glorificar la perfecta unidad.
Amén.
Cuando una voz canta de corazón a Dios, abre las puertas al Infinito y desde allí muchas gracias pueden descender sobre las consciencias o en la humanidad.
La voz consagrada a Dios es uno de los mayores instrumentos de unión y alianza con lo Alto.
La voz consagrada a Dios ofrece espontáneamente ese instrumento para que grandes procesos de cura y de redención se establezcan en la humanidad. Y si la voz siempre está colmada de un amor sincero y verdadero, mayor será su efecto en la consciencia planetaria.
El Creador pensó que el sonido sería el medio más perfecto e ilustrativo para que las almas pudiesen comunicarse con lo Alto. En este sentido, la voz que emite el sonido, crea espontáneamente, el puente de contacto con nuestra pureza y con nuestra verdadera realidad.
La voz que es consagrada a Dios se concibe espiritualmente, como una llave que por medio del sonido y de la vibración entra en contacto con los Espejos, y así se establece el descenso de nuevos y sagrados conocimientos.
La voz es uno de los mayores tesoros de la Creación.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Si Mi Voz fuese escuchada en todo el mundo y si se llevara adelante todo lo que Yo dicto a través de los tiempos, tal vez no sería necesario padecer ni sufrimiento ni dolor.
Por eso, aún vengo al mundo para demostrarle a la humanidad que ella tiene su corazón cerrado al llamado de Dios y que lo ignora.
Vengo a intentar que la humanidad, algún día, tome consciencia y despierte a la realidad de la ilusión que ella misma creó, para que salga de ese estado y asuma su momento de conversión.
Será importante orar de corazón, porque esa oración especialmente aplaca la Ley y trae una gracia para todos los seres del planeta.
Mientras la humanidad coloque su atención en todo lo que es inferior y no busque lo superior, aún sufrirá por sí misma, hasta que aprenda a corregir sus caminos y se anime a buscar el camino del amor. En ese momento, comenzará a conocer la verdadera y única libertad, la libertad que alcanza el espíritu que está al servicio de Dios.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A todas las corales del Encuentro de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad
Mis más predilectos cantores del mundo:
Unida a ustedes, hoy imploremos a Dios para que el dolor del mundo sea aliviado y todas las almas de Venezuela reencuentren el camino hacia la unidad, el bien y la Misericordia de Dios.
Abriendo Mis brazos y tendiendo Mis humildes manos hacia ustedes, su Madre Celeste derrama Sus más íntimas Gracias de cura y de liberación sobre Sus amados hijos de Venezuela.
Es por esa justa causa que hoy he venido desde el Cielo Mayor para pedirles a todas las corales que ofrezcan su canto y su música a Dios, que imploren interiormente para que, a través del encuentro de este día, las más macabras situaciones de Mi adversario sean desactivadas de la consciencia de ese país.
Con respeto y amor, solicito a todos los grupos de oración del planeta y especialmente de América que se reúnan cada nueve días, para que unidos ofrezcan oraciones y súplicas, penitencia y sacrificios con el fin de reparar el Corazón ofendido de Dios, al ver tanta desigualdad y falta de ayuda humanitaria en Venezuela.
Imploro a todas las corales del encuentro de música, que hoy ofrezcan sus instrumentos y sus voces como una tarea de redención para Venezuela y el mundo.
Quisiera que después de este mensaje, sus corazones y vidas se sintieran motivados e impulsados a interceder por todos Mis hijos de Venezuela. La crisis planetaria, poco a poco, irá abrazando a algunas naciones.
Por eso, con la consciencia necesaria y con todo el espíritu ardiendo en un profundo amor, ¡manos a la obra! Es hora de ayudar a los que más necesitan, tanto en la oración como en la caridad.
Agradezco a todas las corales del mundo por esforzarse en responder a Mi llamado.
Los ama y bendice en piedad a toda Venezuela,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
A los corales del Encuentro de Música para la Cura y Elevación de la Humanidad
Queridos hijos:
Que sus voces nunca se cansen de proclamar la verdad de lo infinito de Dios.
Que esa búsqueda constante de elevación de la consciencia sea cada día más firme y sagrada.
Que la construcción de los puentes de luz entre el Cielo y la Tierra queden visibles para toda la humanidad.
Hijos, no tengan miedo de proclamar la verdad del Cosmos y de toda la Creación, el mundo debe saber que no ha podido ver la realidad celestial por haber estado dormido durante mucho tiempo.
Por eso con sus voces hacia lo Alto, eleven al Cielo la ofrenda de hoy para que, los que se resisten a creer en esta suprema verdad, abran sus corazones a través de la música y así encuentren la paz.
A través de los últimos encuentros de música la consciencia planetaria ha sido muy ayudada. Que este ofrecimiento de atraer los Universos Sublimes sea siempre su objetivo, para que así todos los ángeles los puedan ayudar a transmutar la consciencia mental del planeta y la de todos los Reinos de la Naturaleza.
Queridos hijos, que por medio del ofrecimiento de hoy todos los corazones capten el mensaje y la convocatoria del Universo; que este llamado interno que sus voces emiten para todas las almas reverbere más allá de su grupo y que toque los corazones perdidos y todas las religiones, para que al fin todos se unan en una sola hermandad de amor y de unidad.
Los tiempos apremian, por eso el encuentro de música debe ser considerado una única oportunidad mensual en donde todos los corales que Yo he convocado, para ayudar en esta tarea el 23 de cada mes, puedan implorar con la voz del corazón por el Plan de Dios en la Tierra, para que el mismo se cumpla más allá de toda religión o de toda creencia.
Mi mensaje para este día es que nadie olvide y que todos tengan consciencia de que este encuentro de música es un pedido de la Jerarquía Celestial, para ayudar a equilibrar y ordenar lo que hoy sucede en el mundo y en toda la humanidad.
Este encuentro mensual es una invitación para que todos tomen contacto con la música elevada y con la paz universal que ella produce, por ejemplo, a través de los instrumentos.
Que cada corazón como cada sociedad o cultura también puedan expresarse en este importante encuentro de música, que tiene como finalidad unificar los corazones y hermanar consciencias en el nombre del amor y del bien común.
Queridos hijos, les dejo esta invitación, para que todos los días 23 muchas almas puedan unirse al impulso divino que este encuentro de música trae para todos.
Por todos los esfuerzos que se realizan para que esto sea posible,
¡les agradezco por responder a Mi llamado!
Canta con la voz del corazón junto a ustedes,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Los Cielos hoy se abren para revelar sus misterios de redención y de paz.
Y así como lo he dicho hace tan poco tiempo, deseo nuevamente compartir esta mesa con ustedes, esta cena de reparación y de conversión que ayude en esta era a liberar los pecados del mundo.
Hoy vengo ante ustedes como el Sagrado Corazón, para que sus ojos se abran a Mi Gran Misterio, que estoy revelando en este tiempo.
Agradezco, en este día tan especial e importante, que se hayan abierto para recibirme en esta Cena, para guardar el lugar que Me corresponde en este mundo, para que Yo pueda difundir Mi Amor y Mi Luz hacia todos.
Esta sagrada mesa que hoy están compartiendo Conmigo, servirá de ayuda y de luz para otras consciencias, especialmente para aquellas que hoy no se encuentran aquí, Conmigo, acompañándome.
¿En verdad comprenden lo que significa que Yo esté entre ustedes en esta semana?
¿En verdad ustedes comprenden lo que significa que Yo esté en el mundo?
Vengo a traer un mensaje renovador para todos, una alegría infinita y una esperanza para las almas.
Hoy los Cielos hacen llover sus pétalos de luz para bendecir a aquellos que se han abierto a encontrarme y seguir Mi camino de redención y de rehabilitación.
Hoy los ángeles preparan este altar especial y derraman sus Rayos de Luz sobre estos elementos, de la misma forma que lo hacen con Adonai, alabando eternamente al Padre por los siglos de los siglos.
Agradezco también en este día por las canciones que me han donado; el gran misterio de la canción y de la voz no es conocido por todos. Es un instrumento que Dios utiliza para abrir las puertas del Cielo. Pero no se preocupen porque cada uno de ustedes tiene un don para desarrollar. A algunos de los Míos les ha tocado desarrollar el don de la voz y eso es una herramienta preciosa para el Creador.
Los invito a unirse al sonido y a la vibración de la voz, para que no se unan preferentemente a una persona.
Es hora que Mis apóstoles conozcan los dones en cada consciencia, así permitirán que los frutos que guardan en sus corazones se puedan expresar.
Sepan que Mi Amor tiene predilección por todas las almas que están sobre la Tierra y Yo vengo, a través de ustedes, para rescatar a las que han sucumbido en el infierno y se sumergieron en los abismos de esta vida material.
Por eso, Mi Presencia en estos días les trae la vida divina (y lo corrijo porque es importante que lo escuchen bien), la vida espiritual que muchos deben encarnar. Así, permitirán que el Espíritu Santo se aproxime al igual que a los apóstoles.
Pero no será necesario que conozcan los dones del Espíritu Santo en profundidad, mas que los practiquen a través de la simplicidad y de la caridad. Así el propio Espíritu de Dios fluirá entre sus células y encontrarán las respuestas a todas las dudas que tienen. Pero es hora de abrirse a esos misterios que desconocen en esta vida.
Yo vengo a revelar lo importante y lo bueno, vengo a corregir sus caminos nuevamente, para que sigan un único camino a través de Mi Corazón.
Pero sepan que Mi voz se expande en el mundo a través de otras consciencias a lo largo de los tiempos y de los siglos, porque es necesario que Mi voz se escuche en todas partes de esta Tierra.
Yo vengo especialmente por los que no están aquí, más que por ustedes. Ustedes ya han tenido grandes encuentros Conmigo en esta vida, por más que no los conozcan, o no los hayan sentido. Perciban cuando Yo pasé frente a ustedes, dejando Mis huellas marcadas para que las pudieran seguir.
Hoy, Mi Padre me ha enviado para recordarles ese compromiso. Que este calor de la tarde, tan intenso y fuerte, sirva como fuego de transformación para sus consciencias.
Sepan que los rayos de este sol que los alumbra, cósmicamente se están abriendo para enviar un impulso importante. Déjense quemar, que el fuego los transforme y los transfigure. Así todo se cumplirá como está previsto desde el principio, desde el momento en que nacieron de los vientres de sus madres.
Deben cumplir la misión que Dios les ha encomendado. Y nuevamente, no me refiero solo a ustedes, sino también a los que no están aquí hoy presentes, que deberían haber estado compartiendo Conmigo esta Cena.
Pero sepan que Mi Misericordia es profunda y desconocida.
Quiero decir, con todas estas cosas, que Yo estoy presente en todas partes del mundo, principalmente para aquellos que viven esta Semana de Mi Pasión.
Solo les pido que no se alejen de Mí después de esta semana, porque todos estos Dones que Yo he derramado, al cabo de los días querrán ser quitados de sus espíritus, de sus corazones, a través de la perturbación y de la inquietud. No se dejen amedrentar, éste será el momento en que deberán estar firmes para vivirlo y confirmar a Mi Consciencia pastoral que en verdad están Conmigo, a pesar de todo.
Yo vengo, al igual que Mi Santísima Madre, a pedirles cosas simples, que puedan caminar a Mi lado en el silencio y en devoción. Por eso, Mi Espíritu ha consagrado nuevas madres en esta Orden, madres que serán mediadoras de Mi Madre Universal, que serán los brazos de María sobre la Tierra; las manos que acogen y que dan calor a los que sufren, que alivian y que curan a los corazones solitarios. Esas madres deben ser la manifestación de Mi Madre Universal.
Mañana recordarán algo importante de Mi Pasión, cuando Yo entregué a Mi Madre María a ustedes, al mundo, a la humanidad, a todas las almas. Aún no han comprendido lo que esto significa: Que el Dios femenino del Amor los quiere abrazar y consolar profundamente, a través de esta Gran Consciencia que vivió entre ustedes aquí en la Tierra, que comprendió la condición de la humanidad, el sufrimiento y el dolor de las almas en aquel tiempo.
Pero Dios, a través de Mi Santísima Madre, obró y realizó Sus grandes planes sobre la Tierra.
Estos planes que han surgido desde el principio de Mi nacimiento no han terminado, deberán proseguir cumpliéndose y ustedes deben ser ese camino, ese puente, para que se puedan realizar.
Nuevamente les digo, queridos compañeros, Mi Voz se anuncia al mundo, pero ¿quién recogerá Mis palabras en el corazón, las hará vida y espíritu encarnado para que se puedan llevar adelante y manifestar la Voluntad de Mi Padre sobre la Tierra?
Por eso les dono, en este Jueves Santo, Mi Sagrado Corazón, para que lo puedan sentir como un corazón que palpita constantemente por amor a ustedes, para que todo se pueda cumplir como está previsto.
Recuerden que cada uno de ustedes tiene un tiempo para poder realizarlo.
Yo no les pediré nada más, solo que hagan lo que Yo les pido, como Yo lo hice cuando estuve entre ustedes y como Mi Madre lo cumplió, cuando estuvo entre ustedes. Por eso la envío en el fin de este tiempo, para que sea Mi Mensajera y Mediadora del Corazón, para que los pueda guiar como rebaños y congregarlos alrededor de Mi Corazón, porque así todo estará dicho.
Ahora, levantaré esta mesa hacia los Altares de Mi Padre; la elevaré en espíritu hacia el Trono del Creador, para que se cumpla lo que hoy quiero que se cumpla: que se construya el Templo en sus corazones, que las bases para esta vida sean firmes y que las columnas del amor, de la unidad y de la humildad puedan erguir la Gran Cúspide del Creador sobre ustedes. Así reconocerán la Voluntad de Mi Padre cuando Yo no esté aquí y vivirán la Voluntad de Mi Padre hasta que Yo retorne. Así serán verdaderos apóstoles.
Haremos la bendición de esta mesa y de todos los frutos, frutos que deberán rebrotar como semillas en sus esencias.
Repetimos estas intenciones porque hay algo que se debe vivir. Los frutos deberán rebrotar en ustedes, para que nazcan nuevos frutos al servicio del Creador y sean alimento vivo para aquellos que no lo tienen, así ayudarán en Mi proyecto redentor.
Recordando, queridos compañeros, este Jueves Santo, en que Dios hecho hombre y hecho consciencia se entregó por ustedes, quiero derramar en esta tarde Mis Misericordias para todos y sepan que estoy haciendo lectura de sus intenciones, por eso bendigo todos estos elementos sagrados.
En el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Les agradezco por hoy estar Conmigo
A pedido de nuestro Señor Jesús, en este momento vamos a hacer la representación de la Última Cena y la Comunión entre todos.
Mientras comían, Jesús tomó el pan pronunció la bendición, lo partió y lo dio diciendo a sus discípulos: "Tomen y coman todos de él, éste es Mi Cuerpo que será entregado por ustedes."
Después tomó una copa, dio gracias y se las pasó, diciendo a los apóstoles: “Beban todos de ella, ésta es Mi Sangre. Esta copa es la alianza nueva, sellada con Mi Sangre, que será derramada por ustedes, para el perdón de sus pecados. Hagan esto en memoria Mía.
Mensajes transmitidos por el Sagrado Corazón de Jesús y por la Santísima Virgen María, Madre de los Corazones
Queridísimos compañeros:
Que la llegada de esta Navidad signifique, para las buenas almas, la reunión interior de los nuevos apóstoles de Cristo.
Que en el curso del próximo año sus corazones se preparen ardientemente y con fe para celebrar, junto al Rey de la Humildad, el aniversario de los mensajes diarios cuando se cumpla el año, es decir el 5 de enero de 2014.
Ese día, un nuevo ciclo de instrucciones precisas llegará para todos, y más corazones dormidos despertarán cuando tan solo sepan que Yo he estado entre los Míos durante 365 días continuos.
Hoy los llamo a que en esta sagrada Navidad sus vidas traten de vivir la humildad y la fe como sacramentos; así Yo podré realizar Mis Obras entre los corazones puros y simples.
Quiero dejar hoy un Abrazo Pastoral, un cariño de Maestro a discípulo y de Amigo a compañero, porque sé lo que representa para las almas ser consoladas y comprendidas. Les pido que no teman, sino que mantengan encendida la llama de la devoción, espíritu inextinguible que les dará la fuerza necesaria para cruzar los puentes hacia el Paraíso, por sobre los abismos y el caos.
Se está acercando el tiempo en el que podré ser visto y encontrado en algunos lugares del mundo, como sucedió antes de Mi Celestial Ascensión. Aquel corazón abierto sabrá distinguir el verdadero Maestro del falso maestro, porque Mi Amor siempre será inconfundible, Él les traerá la paz y la confianza de saber que a quien está en Mí nada le faltará.
Ahora los dejo para que escuchen la cálida y dulce voz de la Madre Celestial.
Sigan adelante, porque mientras el fuego quema en lo profundo, nuevas células de vida espiritual despiertan en la humanidad crística.
Fray Elías del Sagrado Corazón: Ahora escucharemos la Voz de Nuestra Señora:
Queridos hijos:
Hoy Me anuncio extraordinariamente junto a Mi Amado Hijo.
Después de que Jesús nació en el pesebre interior de cada ser, el Espíritu Santo espera encontrar moradas puras en los corazones humanos. Dejen que en este día de Navidad, los Sagrados Corazones irradien los principios de la Nueva Vida Universal; esto sucederá a partir del sí de ustedes al Universo.
En el camino de la oración encontrarán el resguardo y la protección que necesitan para vencer el propio mal interior y el mal de la humanidad. El Santo Espíritu desea que esta Navidad sea el Nuevo Pentecostés que prepare, en cada corazón misionero, la tarea y la Misión que cumplir ante el Padre Celestial.
Recen con amor por la Iglesia y por el Santo Padre para que reconozcan pronto la gran tarea mariana que Mi Inmaculado Corazón viene realizando hace treinta y dos años en Medjugorje y hace seis años en América.
Deseo que la humanidad creyente despierte y vea la unión de los tiempos que Yo estoy realizando entre el Cielo y la Tierra; nuevas y desconocidas Leyes están auxiliando a la humanidad para que no se pierda entre el caos y el dolor.
Mi Corazón promete la salvación espiritual de los que en verdad quieran escuchar Mi Voz maternal. Quisiera que después de tantos años crísticos compartidos con Mis niños, pudieran crecer para recibir un conocimiento mayor; porque la Madre del Mundo, la Estrella Solar, anuncia venideros y fructíferos tiempos para los que solo obedezcan a Su llamado.
La Gracia Redentora estará disponible para todos. Yo siempre estaré a su lado para acompañarlos y hacerlos crecer en la simplicidad.
Les agradezco por responder a Mi llamado.
Los bendicen ahora y siempre,
Cristo Jesús, el Maestro del Perdón
y vuestra Madre María, Reina de los Corazones
Entra en Mi Corazón de Luz y, en el silencio, te mostraré las respuestas que tanto buscas.
Únete a Mi Corazón Inmaculado y te llevaré a un estado de paz que aún desconoces.
Ven a Mí, en oración, y te daré a conocer los poderes de un Verbo que redime a las almas y restaura el mundo.
Permite que, a través de la comunión con Mi Hijo Jesús, el sagrado Cuerpo de Cristo transforme tu ser y tu existencia, transforme el curso de tu vida y reescriba tu historia en la Tierra y en el Universo de Dios.
Deja, hijo Mío, que la confesión con Cristo limpie tu corazón, atraiga al mundo el perdón y deposite en tu ser la infinita Misericordia que el Sagrado Corazón trae a la Tierra.
Encuentra en los Sacramentos la fuerza de tu vida, vive en los Sacramentos y por los Sacramentos. Transforma tu día a día en una comunión con lo Divino, para que lo Sagrado retorne a este mundo.
Hijos Míos, les quiero enseñar a estar siempre en el Corazón de Dios, quiero mostrarles el camino hacia la transformación, quiero conducirlos a lo Sagrado, a lo Divino y a lo verdadero, pero necesito que todos escuchen Mi llamado y practiquen Mis Palabras.
¿De qué les servirá solo oír Mi Voz, si no siguen las Instrucciones que les traigo?
Hace mucho tiempo que le hablo al mundo, le traigo de los Cielos las llaves para la salvación y para el encuentro eterno con Cristo; pero Mis hijos no Me escuchan, no profundizan en Mi llamado y no encuentran fuerzas en Mi Corazón para responder a la sagrada Voluntad de Dios.
Busquen las Palabras que les pronuncié a lo largo de los años, de los siglos; y podrán percibir en el corazón que se cumplieran lo que les pido, sus vidas no serían las mismas, y las dificultades y miserias del mundo tampoco serían las mismas.
Es tiempo, Mis queridos, de que cada uno cumpla verdaderamente su parte; que dé su respuesta a lo Alto, consciente de que eres parte de una humanidad que se pierde en las ilusiones del mundo.
Eleven los brazos hacia lo alto y pidan el auxilio de Dios para transformar aquello que no alcanzan por sí solos, pero no esperen que Dios los transforme por Sí mismo, sino den los pasos en dirección a la transformación.
Ya no digan, hijos Míos, que no saben cómo hacerlo, porque durante un año Mi Corazón les dictó diariamente los pasos que deberían dar. Y ahora, en infinita Misericordia, Mi Hijo desciende sobre la Tierra a dictarles, día a día, preciosas Instrucciones sobre cómo alcanzar el Reino de los Cielos.
Necesito contar con Mis soldados, necesito sus pasos en el camino de Mi Hijo; porque, hijos Míos, el mundo entero necesita esta transformación y aquellos que digan sí y que caminen, lo harán por todos.
Les agradezco por estar siempre Conmigo.
Yo los amo,
María, Madre y Reina de la Paz
Quiero que Mi Voz sea conducida a cada espacio de este mundo.
Quiero que Mi Mensaje se difunda como el viento que lo atraviesa todo.
Quiero que respiren el aire de Mi Misericordia, para que Mi Paz reine en vuestras vidas.
Quiero que Mis palabras sean la estrella guía de vuestros corazones, el único aliento de vuestras almas, la Fuente de Redención y Fe para vuestros espíritus.
Yo vengo en Espíritu, en Consciencia Divina, para anunciar que está próximo el día en que Mis pies tocarán la Tierra y todos los que vivan en el mundo tendrán conocimiento de Mi Presencia.
Espero que hoy, mientras vengo en Espíritu y Mi Fuego transforma poco a poco vuestros corazones, cada uno de ustedes pueda prepararse para recibirme.
Preparen realmente una morada para Mí en vuestros corazones. Laven vuestros espíritus y limpien vuestras almas porque hoy los toca Mi Misericordia y mañana los tocará Mi Fuego Divino. Así, nada quedará oculto a los ojos del gran Maestro.
Confiesen hoy Conmigo vuestros corazones, ríndanse al Amor Universal que brota de Mi Esencia Divina. Yo Soy el Pastor para vuestras almas y aspiro preparar Mi Rebaño para cruzar el portal que los llevará al Infinito.
Mis compañeros deben descalzar sus pies, entregando lo que los ata al mundo material. Coloquen ante el Rey del Universo todo lo que hoy no son capaces de comprender.
Aspiren con fervor estar preparados para que vuestras miradas se encuentren con Mi Viva Mirada y que vuestros corazones, finalmente, se fundan con el Corazón del Maestro.
Caminen sin cansarse en dirección a Mi Misericordia. Mis Brazos se abren para cada uno de los que Me buscan, Mi Corazón acoge a los que llegan delante de Mí e incansablemente toco las puertas de los que no Me escuchan.
Vengan a Mí, entren en Mi Océano de Redención y Paz.
Quiero conducirlos al Encuentro Eterno con Mi Padre, el Creador.
Purifiquen vuestro interior, sean capaces de mirar con sinceridad para sí mismos y, al encontrarse con todo lo que son en virtud y miseria, despójense de lo que ven y digan en reverencia: "Maestro, yo confío en Ti".
Les agradezco por escuchar Mis Palabras con el corazón y por venir a Mi encuentro.
Cristo Jesús, el Redentor de almas
Escuchen Mi Voz, aquella que resuena en su interior.
Soy su Maestro, su Salvador y Redentor, que regresa por todos ustedes.
Como lo prometí, así será.
Preparen sus corazones, sus templos, porque golpearé fuerte en sus puertas y todos Me escucharán.
Cuiden, hijos Míos, para que Mi llamado no los encuentre distraídos con las cosas del mundo; un mundo que agoniza por el egoísmo, porque está lejos de Mi Padre, el Padre del Amor.
Escuchen Mi Voz, que resuena en sus mentes para disolver toda disociación, todo temor.
Escuchen Mi Voz, que hace vibrar sus células, colmándolas de la Luz que viene del universo, Luz que es vertida en ustedes a partir de Mi Corazón.
Compañeros de ayer y de hoy, estén atentos, porque Mi Voz llegará como el trueno; Mi Presencia, como la tempestad; y Mi Amor, como el fuego cósmico que quemará su pasado y dará fin a su purificación.
Pero también vendré, como la dulce voz del ruiseñor, a aquellos que se prepararon desde siempre. Vendré, como la brisa perfumada de geranios y madreselvas, a aquellos fieles, mansos y humildes, que Me esperan de rodillas frente a la Eucaristía.
Vendré, sin demora, cuando menos lo esperen, y Mi Amor ingresará en sus seres como el agua penetra en la tierra, dándole nueva forma. Con ese barro, moldearé Mis Nuevos Odres y en ellos depositaré Mi Sangre, para que los Míos la repartan en los cuatro puntos del mundo, de norte a sur y de este a oeste.
Necesito encontrarlos prontos, porque nuevamente los enviaré de dos en dos.
Y llevarán Mi Palabra impregnada de Mi Misericordia, de Mi Paz y de Mi Salvación.
Atentos, compañeros, porque estoy llegando.
En ustedes estoy,
Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más