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Hoy, vengo de los jardines internos de Lys a llamar a las almas a recorrer el camino de la cura interior y del reencuentro con la paz, paz que ha desaparecido de varios lugares del planeta.
Como Madre de Lys, les ofrezco espiritualmente este espacio, en donde habita la cálida y maternal presencia femenina que gesta en los corazones el principio de una Nueva Humanidad.
Hoy, desde los jardines internos de Lys, Mi Voz de Madre e Intercesora resuena para que Mis hijos escuchen en su interior las últimas Palabras de la Madre Divina en este ciclo que, a partir del mes de mayo, comenzó a cerrarse.
Sí, hijos Míos, escucharon bien, lo que fue anunciado por la Divinidad hace bastante tiempo, hoy comienza a concretarse porque es Voluntad de Dios. La Obra de los Sagrados Corazones llegará a su fin y, en ese momento que se aproxima, será la oportunidad de que cada hijo Mío haga su reflexión y se sirva definitivamente de todos los impulsos recibidos.
Mi Amado Hijo Jesús prontamente les dictará cómo todo continuará. Mientras tanto, ya vayan preparándose, porque cuando finalicemos este ciclo de más de quince años ininterrumpidos de impulsos internos y de Gracias, cada corazón deberá colocarse en la fila de los Comandos de Cristo, en la fila que le corresponde para preparar Su próximo y esperado Retorno.
Por eso, queridos hijos, será necesario que le den más importancia y atención a la vida interna, porque será desde ella y a través de ella que tendrán las herramientas para aprender a sobrellevar el final de los tiempos.
Yo estaré desde el Cielo acompañándolos y viendo cómo cada una de Nuestras Sagradas Palabras se cumplirá.
Agosto anuncia la conclusión final de una etapa. Recemos para que todos consigan caminar hacia la meta con sus propios pies.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz y Señora del Reino de Lys
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Ven a Mi Fuente de Amor y lávate para que te puedas curar.
Ven a Mi Fuente de Amor y purifícate para que te puedas renovar.
Ven a Mi Fuente de Amor y acércate para que Dios te pueda bendecir.
Ven a Mi Fuente de Amor y conságrate para que aprendas a vivir la Voluntad de Dios.
Ven a Mi Fuente de Amor y elévate para que tu consciencia se pueda expandir.
Ven a Mi Fuente de Amor y nútrete de los Códigos Divinos del Universo Celestial.
Ven a Mi Fuente de Amor y arrepiéntete para que Mi Hijo te pueda perdonar.
Ven a Mi Fuente de Amor y libérate para que te conviertas en un instrumento de la Paz.
Si vienes a Mi Fuente de Amor, todas Mis Gracias recibirás, tus faltas se limpiarán y Mi Amor las disolverá. Así, renovaré tu consciencia, tu corazón y tu vida, porque Yo Soy la Madre de las Gracias, Soy la Madre Universal, que viene del Cielo y del Universo para recordarles a Mis hijos el espíritu de la Paz presente en este bendito lugar y en los corazones que creen en Mí.
Soy la Madre que trae del Universo incalculables oportunidades a Sus hijos, porque Mi objetivo y misión es que, a través de Mi Corazón, puedan llegar al Corazón de Mi Hijo y se conviertan algún día en Sus apóstoles, en Sus embajadores de la Paz, de la Misericordia y de la Luz.
Por eso, Yo les pido que sus caminos no se confundan, que puedan seguir el camino espiritual que hoy Yo les abro a través de esta Fuente de Vida Espiritual y Celestial, para que no solo se puedan purificar y lavar, sino también para que el pasado de cada una de sus vidas se pueda borrar, porque eso es posible.
Yo Soy la Madre de las Gracias, Soy la Inmaculada Concepción que los hace renacer en Cristo, y por Cristo los hace vivir la vida eterna, junto a los Ángeles y Jerarquías, en perfecta comunión con el Padre, con el Hijo y con el Espíritu Santo.
Colócate a Mis pies y lávate con la Fuente de Vida, que hoy, a través de este lugar, te presento y te ofrezco para que tu vida, finalmente, sea otra, lejos del sufrimiento, lejos del pecado y de las deudas; cerca del Corazón del Padre, para que los apóstoles del fin de los tiempos estén prontos y preparen fervorosamente la Llegada de Mi Hijo, y luego la Llegada de Su Madre Celestial.
Hoy, con esta brisa que los toca, purifico sus vidas, reconsagro a sus espíritus, bajo la Gracia Infinita de Dios y de todas Sus Manifestaciones Divinas presentes en la Fuente Suprema de la Creación, que envía sagrados impulsos de Luz, de Misericordia y de Rehabilitación para las consciencias que se consagran a Mi Corazón Inmaculado.
Por eso, en este momento, vacía completamente tu ser, despójate de aquello que te pesa o que crees controlar por ti mismo. Deja que tu alma se pueda elevar a Dios como, en este momento, Mi Humilde Presencia eleva a sus almas hacia el Reino de Dios junto a los Ángeles, Arcángeles, devas y elementales, junto a todas las Potencias Creadoras de Dios que, como sagrados rayos del universo, dieron vida y surgimiento a cada una de sus esencias.
Hoy, a través de Mi Inmaculada Concepción, a través de la Presencia de la Madre Universal, Gobernante y Guardiana de todos los Atributos del Padre, están ante los impulsos cósmicos a través de Mi Corazón, los que dieron surgimiento a la vida en todo el universo, a la existencia en toda la Creación.
Por eso, les pido que se vacíen para que estos impulsos desciendan a sus consciencias y sus vidas sean impulsadas a seguir dando los pasos hacia Cristo, por un solo fin: alcanzar la Tierra Prometida que vive en el interior de cada uno de ustedes, llamada Reino de Dios.
En este vacío, que pueden alcanzar con su esfuerzo y determinación, también ayudarán a su Madre Celeste y a las Jerarquías para que las amarras y las cadenas pesadas de la humanidad sean liberadas del mundo y, sobre todo, de la consciencia humana. Por esta razón, hoy estoy aquí, no solo por Francia, Europa, África y Medio Oriente, sino también por el mundo entero, esclavo y prisionero del mal.
Confíen, hijos Míos, confíen en el poder de la Cura Divina que hoy les traigo, así como Yo les traje la cura, hace tanto tiempo, con Mi Presencia en Lourdes. Pero hoy, esta cura que les traigo es mayor que la de aquel tiempo, es una cura que los hace caminar hacia la paz, hacia la transformación de la vida, hacia la consagración de sus vidas, hacia la elevación de sus espíritus para que estén en comunión con el Padre; así como en este momento, hijos Míos, están en comunión con Mi Corazón Maternal.
Sean valientes y entren en la Fuente de Vida que hoy se espeja como una Gracia Mayor, a través de este Sagrado Santuario de Dios, en donde los ángeles que están presentes y todos los devas creadores del universo y de los planetas, de los soles y de las estrellas, de las nebulosas y de los universos, hoy por un instante están aquí, Conmigo, para que la consciencia humana alcance la redención y la paz.
Que, a través de este Santuario de Dios, de estos Sagrados Recintos del Padre y de todas Sus Jerarquías servidoras, sus consciencias y sus mentes se abran a los impulsos de la Gracia Suprema que hoy les traigo a través de Mi Mensaje y de Mis Palabras; porque aún la humanidad necesita de cura, y esto no es una novedad, sino es una emergencia.
Por esa razón, la Fuente que Yo abrí en Lourdes está abierta para todos, para que laven sus seres a través de los códigos de la Fuente Divina, y así todo pueda ser curado finalmente.
Porque cuando el mundo se libere de su esclavitud espiritual, el mundo alcanzará la redención y la Tierra Nueva surgirá, un Nuevo Edén se manifestará y sus esencias, Esencias del Padre Eterno, deben aspirar profundamente, con todo el corazón y la vida, con toda la consciencia y el espíritu, a formar parte de ese Nuevo Edén, semejante a este lugar, en donde estarán presentes, en su superficie, los Tesoros del Padre, las sagradas herramientas de las Jerarquías que, una vez encendidas, convertirán al planeta en un mundo consagrado y elevado al Padre, en un mundo consagrado al Universo y a toda la Vida Cósmica.
Hoy, por un estado de Gracia inexplicable, la Madre de Dios, la Inmaculada Concepción, la Señora del Mundo, establece por un momento la puerta que se abre hacia la Nueva Humanidad, formada y consagrada por todas las almas consecuentes, especialmente aquellas que son víctimas del Amor de Dios.
Y, por esa causa y por esa Gracia inexplicable que Dios Me concedió, en este día y a través de este lugar, hago partícipes a los corazones de cada uno de ustedes a estar unidos a la Madre Celeste, en este primer preámbulo que gesta en la humanidad los Atributos de Dios, los mismos Atributos que estuvieron presentes en el pueblo de Israel durante mucho tiempo.
Que las sagradas luces del Santuario Natural de Dios y de Sus Sagrados Recintos iluminen sus vidas y la vida de sus hermanos, a fin de que cada uno encuentre el camino de retorno hacia el Edén de Dios.
Hoy, estoy aquí en profunda gratitud por la respuesta sincera y honesta de Mis hijas que representan a esta nación de Francia, necesitada de reconciliación y de perdón, de unidad y de amor, que hoy comienzan a ser gestados a través de sus corazones y a través del corazón de Mis hijas de Francia, hoy presentes en este valle del Santuario de Dios, junto con los Ángeles de la Madre Celeste, con Sus devas y elementales, pidiendo junto con Mi Corazón por la humanidad, por el planeta y, en especial, por Francia para que alcance finalmente la consagración total a Mi Materno e Inmaculado Corazón y para que no lleguen las pruebas difíciles ni tampoco los acontecimientos dolorosos, sino que la consciencia de Francia y de su Ángel consigan responder a la Voluntad de Dios.
Por esa razón, también estoy aquí, para confirmarle a cada uno de ustedes, Mis amados hijos, que es posible vivir la Voluntad de Dios dentro de Su Reino Celestial.
Yo consagro a todos los presentes y al mundo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Y, ahora, vayan y laven sus rostros en la Fuente.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que la paz esté en ustedes en estos tiempos de grandes contrariedades, en los que la serenidad y la mansedumbre son las llaves principales para atravesarlos.
Hoy vengo de un lugar que algunos ya conocen y que otros conocerán hoy.
Mi voz hace eco en un lugar lejano de la Tierra, en donde el vacío está presente y la nada colma todo el ser.
Mi voz es escuchada en los planos internos, en donde resuena la melodía de la paz y del rescate para la humanidad.
Hoy Yo vengo de Shambhala, en el desierto de Gobi. Coloquen su atención en ese lugar, en el desierto está la Voz del Maestro, quien prepara Su Retorno a la humanidad.
Las instrucciones y enseñanzas siguen siendo dadas, el conocimiento desciende para traer más sabiduría y discernimiento, en este tiempo.
Las grandes decisiones son llevadas adelante y todos se reúnen en confraternidad.
Shambhala trae, para todos, el sentimiento de lo sagrado y de lo devocional. Su armonía y sintonía despiertan en el corazón humano la melodía sagrada que hace resonar a Shambhala.
Pero Shambhala es remota, su origen es desconocido. Muchos quieren acceder a sus portales, pero pocos los encuentran, porque para llegar a Shambhala el corazón y la intención deben ser puros, así entrarán al Reino de Shambhala.
Desde allí se emite Mi Mensaje en este día de preparación para el mes de agosto, en el que llegaré al mundo para entregar los últimos impulsos y tesoros a la humanidad.
La Luz de Shambhala pacifica las corrientes contrarias y estabiliza las formas, la mente humana no puede comprender de qué se trata. Porque Shambhala no es de este mundo, aunque esté dentro de él. Su existencia es muy antigua, su legado es muy profundo.
Aquellos que se acercan a Shambhala conocerán lo sagrado y lo bendito, sentirán un llamado a la ascensión y a la elevación de la consciencia, aun en estos tiempos críticos y difíciles.
En el Reino de Shambhala encontrarán a muchos hermanos que no están en la vida material, sino en la vida espiritual, que entonan sus canciones y mantras para sostener el planeta y la humanidad en equilibrio y armonía.
Únanse a esta cadena de amor y de solidaridad con la Confraternidad de Shambhala; que sus espacios sagrados los colmen y los lleven a comprender, más allá de lo material, todo el Plan de Dios.
Es así que hoy Shambhala resuena como una sagrada nota, una clave primordial para este tiempo final, en el que las almas son llamadas, en los planos internos, a los Recintos Sagrados para encontrarse con la Jerarquía y acompañarla en fidelidad y obediencia.
Es así, que hoy Mi Voz se emite desde el corazón de Shambhala, las puertas de Su Reino están abiertas ante la presencia del Maestro del Amor y de la Humildad.
Que sus discípulos lleguen a Shambhala para reconocer también el legado que está dentro de cada ser y que por primera vez fue impulsado en los orígenes de Shambhala para este planeta. Así la superficie será permeada de nuevos principios que disolverán las formas corruptas y transgresoras.
La mente podrá liberarse de la cadena de los malos pensamientos, de la destrucción y de la ironía, porque Shambhala podrá despertar en cada interior.
Así como los monjes de esa región del planeta entonan sus mantras perpetuamente, que resuene dentro de ustedes la voz de la oración, de la súplica y del pedido, porque aún la puerta de Mi Misericordia está abierta para el mundo y para todas las almas, más allá de su condición o situación.
La Luz de Shambhala emerge hacia la superficie del planeta. Algunos consiguen percibirla, otros aún están muy dormidos para darse cuenta de este gran acontecimiento.
Shambhala emana su mensaje silencioso a las almas, para que ellas reconozcan el momento de Shambhala en este tiempo de la humanidad.
Quiero que sus seres se sumerjan en Shambhala para comprender la vida y la existencia desde otro punto de la consciencia, así no se sentirán bloqueados o encarcelados en su propia condición humana.
Shambhala forja el guerrero, Shambhala forja el vigilante, Shambhala forja el alma devocional e impulsa constantemente la elevación de la consciencia hacia los Universos Sublimes.
La Tierra no es solo caos. Shambhala, como otros lugares, es un Recinto Sagrado, en donde podrán realizar esa peregrinación interna hacia dentro de ustedes, hacia sus orígenes, hacia la verdad. Así, las apariencias desaparecerán, las incomprensiones se disolverán; pero solo entra en Shambhala el corazón puro y humilde, aquel que sabe reconocer más allá de sí el Poder de Dios y de la Creación.
Shambhala se abre como una fuente de amor inagotable. Las almas son bañadas por la Luz de Shambhala en este momento, para reencontrar el sentido de su existencia y de su misión en la Tierra.
Shambhala está aquí. Esta es la Luz de Shambhala. En reverencia, agradezcan y preparen sus corazones para lo que llegará.
Si Shambhala hoy está aquí es por una importancia universal, y no solo mundial. Ella se revela, nuevamente, después de su largo recogimiento. Sus rayos y luces muestran el próximo ciclo, en el que todo finalizará.
Vayan a buscar a la fuente de Shambhala lo que necesitan. El Padre siempre les dará todo, siempre. Y cuando estén dentro de Su Ley, beban de esa fuente y sus talentos despertarán.
Shambhala es inmutable. Shambhala es eterna. Shambhala es historia de grandes orígenes. Por eso, tantos monjes llegan allí, al desierto de Gobi en Mongolia, para buscar a Shambhala en donde aparentemente no existe.
Que la Luz de Shambhala estabilice los espacios y las consciencias para que reine la armonía y la paz.
Shambhala se prepara para su gran tarea y su gran momento. Acompáñenla.
Shambhala los convoca en el espíritu y en el alma para la unión interna y la sintonía con lo Mayor.
Pero cuando caminen hacia Shambhala, despójense completamente. Que sus pies sean lavados del polvo, del caos mundial antes de ingresar al portal para que, purificados, sus almas reciban lo que Shambhala tiene para entregarles. Acompáñenme en esta peregrinación interna.
Shambhala es la esencia de la Verdad, sigan su Luz. Ella es como una gran estrella en el firmamento. Shambhala es como un gran sol en el Universo. Su Reino está allí para ser reconocido y amado.
Shambhala es la voz de la sabiduría del corazón.
Shambhala, Shambhala, Shambhala, ven hacia aquellos que buscan la inmortalidad y la superación de sí. Ven hacia aquellos que aman el Plan de Dios y lo buscan.
Antes de despedirme, y para que permanezcan en la luz de Shambhala, quisiera pedirles algo especial para Mí, que en este sagrado encuentro con Shambhala, cierren este trabajo cantando “Cristo Solar”.
Así, las almas se encenderán por el impulso que les dará Shambhala con su sabiduría y amor.
Sigan Mis Pasos en esta peregrinación, hacia el encuentro con lo sagrado y lo devocional.
Yo los bendigo, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sagrada Luz de Shambhala
que emerges en los espacios,
Sagrada Luz de Shambhala
que impregnas todas las formas y arquetipos,
Sagrada Luz de Shambhala
que transmutas la mente concreta y terrestre,
eleva todos los principios,
transmuta todas las corrientes,
disipa toda adversidad,
para que el amor que proviene de ti
triunfe en la Creación.
Amén.
Desde Su crucifixión y por la eternidad, del Corazón de Cristo brotan Sangre y Agua, goteando poco a poco sobre el mundo y sobre la Creación. Siempre que oran a Su Divina Misericordia, siempre que viven bajo esa Ley, siendo misericordiosos, esas gotas de Sangre y Agua tocan a las almas, lavan sus ojos para que puedan ver un nuevo camino y lavan su corazón para que puedan ser dignos de caminar sobre él.
En estos tiempos, hijos, necesitan aprender a contemplar y a amar las señales de su salvación, como lo son la Sangre y el Agua que brotan del Corazón de Cristo.
Para mantenerse con el corazón en equilibrio, creciendo en la vida espiritual con fundamentos verdaderos, no basta vivir de los propios esfuerzos y conocimientos o de toda la Gracia recibida, también necesitan experimentar la rendición y el amor que la contemplación del sacrificio de Cristo los conduce a vivir.
Hay un poder único en la Sangre de Cristo: el poder de restaurar, curar y redimir lo que es imposible. La Sangre de Cristo es la base de toda redención, es el sentido de la espiritualidad en este mundo, es el secreto para la santidad, la puerta para la rendición, la revelación de los misterios de Amor más profundos de toda la Creación. Y, para profundizar en este misterio, basta que clamen sinceramente por Misericordia, que contemplen espiritualmente la Cruz de Cristo, siempre alzada a los niveles internos de la consciencia humana y, reviviendo Su Pasión repetidas veces, reencuentren el sentido de sus vidas.
Contemplando la Sangre de Cristo encontrarán los Dones de Su Espíritu, la unidad de un Dios Trino que Se entrega por Amor a cada instante; revivirán la humildad de saberse pequeños ante un Amor inmenso y, al mismo tiempo, la Gracia de saberse llamados a imitarlo.
Oren por la Misericordia y vivan las bases de toda espiritualidad verdadera. En la Sangre de Cristo está la base de toda la vida religiosa. Oren unos por los otros, contemplando la Sangre de Cristo y, sobre todo, ríndanse a los pies de Su Cruz y comprenderán lo que les digo.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Un alma, que decía no creer en Dios ni en la vida espiritual, se encontraba en un gran vacío interior y, ante sus angustias más profundas, miró hacia el cielo y dijo: “¿Qué hay después de la muerte? ¿Una nueva vida? ¿De dónde y por qué surgió la vida? ¿Tú, a Quien llaman Dios, existes verdaderamente? ¿Dónde estás? ¿Por qué no te haces visible a los que se dicen Tus hijos?”.
Y el Señor, contemplando a esa alma con gran compasión, le respondió: “De Mí surgió la vida, una vida amplia, profunda, compleja y muy antigua, anterior a la existencia de este mundo, anterior a la existencia de la mente humana y al tiempo de los hombres, en un espacio adonde la ciencia no llega, la mente no lo explica y ni siquiera los patriarcas y los profetas lo pudieron comprender, por un motivo que se guarda en Mi Corazón y que no se comprende, pero que solo se ama y se vive.
No creé la vida por un motivo, sino por Amor. Por eso, no se llega a Mí por una respuesta, sino por un vivir profundo del mismo principio y don que Me hicieron manifestar todas las cosas. Ese misterio se encuentra en tu pequeño corazón.
Alma amada, cuando abraces con humildad la cura de tus heridas más profundas, sabrás que Yo Soy Dios.
Cuando te dejes amar por un Amor que no es de este mundo pero que proviene del Infinito, sabrás que Yo Soy Dios.
Cuando el saber de tu pequeñez y fragilidad fuera mayor que la ilusión de tu orgullo, madurez y vanidad, sabrás que Yo Soy Dios.
Cuando coloques la frente sobre el suelo y rindas tu mente mortal por un Amor Eterno, sabrás que Yo Soy Dios.
Cuando, en el vacío de tu consciencia y en la soledad de tu corazón, te arriesgues a mirar hacia adentro y descubrir que Yo estoy en ti, sabrás que Yo Soy Dios y que estoy en todo.
En tu interior aguardo en silencio, y en tu silencio podré hablarte al corazón. Conocerás Mi Amor Infinito y, a través de él, sabrás lo que llamas motivos por los cuales todo fue creado. Lo que para ti es un motivo, para Mí es un Propósito. No hay un motivo para la vida, pero hay un Propósito Superior: el de renovar Mi Amor y retornar a Mí”.
Que este diálogo con Dios los inspire, hijos, a volverse hacia adentro y a experimentar la Presencia Divina.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Crecer humana y espiritualmente es contemplar todos los días no solo las propias responsabilidades, sino también y, sobre todo, las realidades espirituales, el conocimiento y la Instrucción que provienen de la Jerarquía.
De esa forma, consolidan en la consciencia la enseñanza, y ella se torna una experiencia que madura al ser y lo une a Dios y a Su Propósito.
Meditar sobre las Instrucciones que Dios les entrega todos los días es la parte elemental del camino de maduración de la consciencia. Es el primer paso para tornarse adulto en la vida espiritual y un ser humano pleno de Dios y no de sí mismo.
Es por medio de la Instrucción de la Jerarquía que desarrollarán en sus seres la capacidad de discernir, de decidir, de auxiliar, de conducir a los seres por el camino correcto, de mantenerse en la Voluntad Divina, a pesar de todos los desvíos del mundo.
Y no hablo de leer o de escuchar. Hablo de meditar, de sentir y de buscar comprender; hablo de intentar encontrar en la vida las oportunidades para practicar la Instrucción, hablo de tornar vivos los impulsos de Dios y hacerlos carne en ustedes cada día.
Es así, hijos, que podrán crecer, humana y espiritualmente, todos los días un poco más.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Hijos Míos:
En este octavo día de oración y por medio de la canción que fue ofrecida al comenzar el ejercicio espiritual, el poderoso Arcángel Rafael alcanzó espacios bien comprometidos, en donde almas y corazones sufren sin posibilidad de encontrar la Luz.
Ese momento de oferta de la primera canción fue culminante porque las almas necesitadas, especialmente las almas que agonizan, fueron liberadas y llevadas hacia los grandes Lagos de Restauración creadora, para que pudieran tener una oportunidad.
Durante el transcurso de la Poderosa Novena a San Rafael Arcángel, la Jerarquía Angélica trató diferentes situaciones, presentes en el planeta, que comprometían el despertar de la vida espiritual y de la donación de sí.
Mediante la novena, también los ángeles curadores de San Rafael Arcángel auxiliaron en diferentes hospitales y espacios que, en este momento, están colapsados por la demanda y la necesidad de asistencia.
Así, una inspiración divina y una fuerza espiritual de fe fueron depositadas en los médicos, enfermeros y asistentes de salud para que ellos puedan enfrentar este momento.
Los ángeles permanecerán acompañando a cada uno de los trabajadores de la salud para que puedan sentir la Presencia de Dios en sus corazones y en sus vidas.
Que sean bienaventurados los que creen sin haber visto.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre, la Virgen María, Rosa de la Paz
Cuando un corazón se alimenta de los impulsos del mundo y profundiza en la vida espiritual, respondiendo a un llamado interior, pero no se abre a la transformación, ahí entonces, hijos, comienza el camino de la decadencia interna.
En este tiempo, consciencias muy antiguas llegan al mundo para superar los estímulos de esta era y tornarse verdaderos Cristos de los tiempos de transición.
Pero, consolidadas en bases mundanas y sustentadas por las ilusiones del mundo, las almas que retoman su compromiso con Cristo deben dejarse transformar por Él, porque parte de la superación de esos estímulos es la renuncia a todo lo que las sustenta en las cosas del mundo: aspiraciones propias, realizaciones personales, espirituales y humanas, conceptos internos e intelectuales de la Verdad y del Plan de Dios, necesidad de sobresalir entre los demás, aun siendo en las virtudes y en la santidad, necesidad de suplir carencias en lo que les es palpable, necesidad de sentirse amada por lo que es visible y admirado por el mundo. Todo eso, hijos, se debe transformar dentro del alma que reencuentra su compromiso con Cristo.
En estos tiempos definitivos, Su Señor retira las bases de arena que sustentan sus pies y, haciéndolos transitar por el desierto, los coloca sobre la roca de Su Consciencia.
Deben desaprender las cosas del mundo, dejarse vencer por la Voluntad Divina y no hacer eso mirando hacia los lados, sino hacia adentro y hacia arriba.
Las almas que se ven debilitadas, miran hacia los lados en busca de miserias mayores que justifiquen sus faltas y las hagan pequeñas; pero esta, hijos, no es la forma de justificar ninguna miseria.
El verdadero sentido de la justificación se encuentra en el amor, en el Amor de Cristo, en el Amor de Dios, este que es capaz no solo de justificar, sino de transformar todo.
Por eso, delante de las debilidades, no miren hacia los lados, sino miren hacia adentro. No se sustenten en las críticas, pero sí en la confesión ante Dios, porque aquel que se rinde no necesita defenderse, no necesita temer o huir de sí mismo o de Dios, porque él será conocedor del Amor Divino.
Pierdan el miedo, no alimenten miserias falsamente justificadas por pecados más profundos, sino ríndanse ante Dios y confiésense. En Él encontrarán la verdadera libertad, la cura y la transformación que necesitan para estar plenos y consolidados sobre la roca de la Voluntad Divina.
Tienen Mi bendición para esto.
San José Castísimo
Lo que el hombre de superficie hoy no conoce, sí lo conocieron los pueblos del pasado, porque ellos estaban en absoluto contacto con Dios. Conocían la realidad del Universo, de este sistema solar y más allá de él, sin tener herramientas físicas y sin tampoco colocar la mente para poder comprender u observar si eso era verdad o no.
¿Qué era lo que permitía a esos pueblos originarios conocer la verdad? ¿Qué es lo que los hizo perdurar a lo largo de los tiempos, antes de que llegara a América el hombre blanco?
Su cultura era la verdadera religión que vivían, porque esa cultura estaba unida al Amor de Dios y era ese Amor que les permitía a todos los pueblos conocer la Verdad y el Cosmos. De una forma simple, sencilla, ellos intentaron representar lo que vieron y reconocieron.
Pero aún la historia de la humanidad no fue completamente revelada. Por eso, anteriormente a los pueblos originarios, se abrieron en el interior de la Tierra sagrados e internos Recintos que guardaban, como un gran espejo, todo ese conocimiento mayor que fue conocido detalladamente por los pueblos del pasado.
Esa información aún vive y vibra en esos Recintos. Es esa información y ese conocimiento que necesita la humanidad para poder volver a elevarse a la consciencia de Dios y comprender que en este tiempo han escogido al dios de las modernidades y de las tecnologías sustituyendo completamente su contacto interior con el Universo.
Por esa razón, compañeros, y a través de esta Peregrinación por la Paz, su Maestro y Señor llega a Colombia para hacerles revivir esos conocimientos sagrados de los cuales muchos formaron parte en el pasado. Es de esta forma que hoy Mis Manos retiran un velo de sus consciencias, para que su espiritualidad pueda despertar y tomen contacto con su origen y su principio.
A pesar de que muchos de los pueblos que vivieron en el pasado fueran exterminados, no fueran comprendidos ni siquiera valorados, la Jerarquía espiritual sí los reconoció y los valoró, y hoy ellos se encuentran en espíritu y en esencia no solo como cultura, sino también como hermandad dentro de esos Recintos.
Así como las guarda Colombia y todos los Andes, esa expresión de la Verdad Divina y esa profundización del conocimiento universal deben ser las bases de su apoyo para este tiempo, sobretodo, para este tiempo de transición y de tribulación.
Hoy quiero decirles, compañeros, que los pueblos de América son anteriores a Mi llegada a la Tierra. Eso fue lo que no comprendió el hombre blanco, que rechazó esa verdad, que no se sumergió en el conocimiento para poder comprenderlo y sentirlo, así como cada una de las culturas de América lo comprendió y lo sintió.
De esa forma podrán comprender hoy, compañeros, que esos pueblos son más sagrados de lo que Yo soy sagrado porque su evolución, su consciencia y despertar no solo fue medida por su unión con la naturaleza y el respeto que ellos tenían por todo lo creado, sino también, compañeros, ellos alcanzaron ese despertar y esa consciencia a través de los grados de amor que es lo que la humanidad actual necesita retomar y vivir.
Por eso, debe servir y donarse todo el tiempo porque la humanidad entera como cultura y civilización perdió los valores del pasado. Por eso, se encuentra en la situación en la cual se encuentra; por eso, las naciones viven hoy lo que viven, porque se apartaron de la sabiduría y del amor que los pueblos originarios conocieron y vivieron a través de su contacto con la Fuente Primordial.
¿Acaso en esa situación de los pueblos originarios no existe el Amor Crístico?
Claro que existe, compañeros. Por eso, ellos son tan sagrados y más sagrados de lo que Yo fui sagrado para ustedes. Porque el Padre les entregó Sus dádivas, Sus conocimientos y revelaciones así como fue con los patriarcas y los profetas.
La humanidad, a través de los tiempos, solo se localizó en la historia de Medio Oriente. ¿Pero qué fue lo que verdaderamente pasó más allá de Medio Oriente y en todos los continentes, acaso no existieron pueblos más sagrados a los que allí existieron?
Sí, existieron muchos pueblos sagrados, a lo largo y ancho de las Américas, que fueron diezmados por el hombre blanco, por la ambición del poder y de la conquista que segó completamente a sus corazones. Y al final los hizo darse cuenta que se equivocaron, más allá de todo lo que se llevaron de estas tierras sagradas, porque así como la naturaleza es sagrada, el conocimiento de los pueblos originarios es sagrado. En ellos existe un verdadero Evangelio, no como en el cristianismo. Es el Evangelio de la simplicidad, de la hermandad y de la unidad con los Reinos de la Naturaleza y de su verdadero contacto con el Universo mayor.
Por eso, Yo tuve que volver a la Tierra muchas veces, no fue la primera vez como Jesús. La humanidad siempre tuvo que ser corregida y orientada porque siempre se salió del camino de la Luz y del Amor.
Por eso, este Proyecto genético humano es tan importante para el Padre Celestial. Si América retoma sus orígenes, raíces culturales y, especialmente, su unión con el Universo, así como lo vivió en otros tiempos, muchísimas situaciones se evitarán.
No estoy diciendo que crean en Dios, sino que crean en la vida que Dios les dio; que crean en el Universo, en las galaxias, en los soles y en las estrellas que están por encima de ustedes.
Contemplen en una noche el cielo estrellado y pregúntense: ¿quién soy yo? ¿Alguna vez lo hicieron? Nunca dejen de hacerlo y el Padre les entregará Su revelación, así como Él le entregó Sus revelaciones a los pueblos sagrados.
En todo esto, compañeros, está la unidad divina, la Presencia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo que los sagrados pueblos originarios comprendieron y vivieron de otra forma; por eso, fueron fuertemente rechazados y lastimados.
Y en verdad, compañeros, ¿dónde estaba la sabiduría, la verdadera sabiduría en los tiempos pasados?¿en Oriente o en Occidente? Hoy les digo la verdad, que la verdadera sabiduría estaba en el corazón de aquellos que vivían la pureza, la simplicidad, la humildad y la unión con el Padre Celestial.
Pero los pueblos originarios no fueron comprendidos no solo por su forma de vivir o por su cultura, sino también por su cosmogonía. Ellos alcanzaron niveles de la supraconsciencia, por lo que son los representantes de la Hermandad en la superficie de la Tierra y ustedes tienen la oportunidad, compañeros, de ser parte de esa Hermandad.
La vida espiritual no termina en los libros sagrados, sino en la verdadera experiencia de amor y de redención que cada uno puede vivir, como esos pueblos lo vivieron. Porque todo lo que tenían y todo lo que recibieron en aquellos tiempos, era sagrado y bendito para ellos.
La humanidad de estos tiempos perdió completamente la esencia de su cultura. Por eso, en este momento, es una necesidad para la Jerarquía que la humanidad de hoy, que se apartó del Padre y del camino de la Voluntad, pueda retornar a sus orígenes por medio de su servicio de amor a los pueblos originarios, porque sí, en ellos, encontrarán la esencia del amor a la Creación y a la vida. Y ustedes se sentirán parte, porque en la simplicidad estarán en comunión con lo Alto.
No vengo a pedirles lo imposible sino vengo a pedirles, compañeros, el ejercicio más simple de todos los ejercicios: es siempre colocarse en el amor y en la Hermandad de Dios, para que puedan reencontrar todo el tiempo el sentido de estar aquí en este planeta y saber que esta vida material no termina aquí, que la verdadera vida que es interna y espiritual, álmica y profunda, sigue su camino y su trayectoria así como los pueblos lo siguieron, en total confianza y en unión a la Creación.
Yo vengo a hacer revivir en Colombia esos valores para que la vida superficial y mezquina pueda terminar y sientan en sus corazones la necesidad de volver a Dios; porque será importante en este tiempo, así como lo hicieron los pueblos originarios, el buscar siempre el contacto interno con el Universo. Porque los tiempos están difíciles y más difíciles estarán; su única salida será el contacto interno con lo Mayor, con lo infinito, con la Fuente, con lo inmaterial, así como lo vivieron los pueblos originarios.
No permitan que sus raíces originales sean borradas de sus conciencias, vivan con amor y alegría lo que alcanzaron a lo largo de los tiempos, que viene de la vida del espíritu y de la unión con el Universo y así, compañeros, en nombre de toda la humanidad, estarán dentro de la vida universal así como lo está la Jerarquía.
Por eso a través de las palabras, de las enseñanzas y especialmente del amor, vengo a depositar en Colombia y a reintegrar en la consciencia de su pueblo, la oportunidad y especialmente la Gracia, de revivir esos valores culturales y espirituales que los sagrados pueblos de los Andes dejaron plasmado en la consciencia del éter de este lugar.
Esta será la oportunidad única de retomar el camino hacia el infinito y hacia el Universo y de sentirse parte del macrocosmos. Así, sus estrellas internas brillarán y, algún día, esas estrellas se convertirán en soles fugaces que iluminarán el fin de los tiempos, los tiempos de oscuridad y los tiempos de tribulación. Y la verdadera esencia divina en el centro de cada ser emergerá como una única consciencia, profundamente unida al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.
Y así harán valer Mi Iglesia Celestial, la que viene en auxilio de los hombres y mujeres de la Tierra y también de la Iglesia que está en la superficie de la Tierra, muy ultrajada y dolorida por sus propios integrantes.
Vengo a reencender los valores que los conquistadores y la Iglesia no conoció, que rechazaron, que repudiaron, que no reconocieron en los hombres y mujeres más simples de este planeta, que vivieron a lo largo de los Andes, en un profundo contacto interior con la Creación y con la Hermandad Divina.
Es tiempo de que las puertas a la Verdad se abran y que descubran el verdadero cristianismo que está basado en la esencia de Mi Amor, que está presente como una semilla de luz en el corazón de los que creen para que así se cumpla la Divina Voluntad.
Colombia hoy es encendida por la luz de Guatavita y de sus antepasados. Unidos esencialmente, a ustedes, rezan por ustedes y por su pueblo, en este mismo momento, implorando a Dios por Su Misericordia y Su Gracia y para que la Fuente insondable de Su Sabiduría haga reconocer a los corazones que perdieron el camino por la distracción de la ilusión mundial y que es hora de retomar el camino hacia el origen.
Unidos en amor y en esencia a todas esas consciencias sagradas y benditas que hicieron valer en la superficie de la Tierra los conocimientos de Dios y que muchos, pero muchos de ellos, se convirtieron en ese conocimiento vivo del Padre, hoy aspiro profundamente a que Colombia y todas las naciones hermanas de los Andes puedan reencender en su corazón estos valores divinos e internos que les permitirán estar en hermandad y lejos del caos de estos tiempos, para que se establezca a través de ustedes no solo la Fuente de la paz universal, sino también la Fuente de la armonía, la que curará a los corazones heridos.
Ante este escenario, ante esta coyuntura, celebraremos la Eucaristía y, por medio de ella, la reintegración en sus consciencias y espíritus de esos valores divinos, conocimientos sagrados que los pueblos originarios vivieron en nombre de la humanidad. Amén.
Cuando el hombre de superficie pueda sentir como siente el Reino mineral, como siente el Reino vegetal, como siente el Reino animal y así como siente el Reino dévico y elemental, podrá abrir su corazón a la pureza y comprender que no todo lo que lo rodea es comestible, sino que es sagrado y bendito.
Elevaremos en este momento nuestras ofertas al Universo.
Los invitamos a colocarse de pie para esta consagración de la Eucaristía.
Siéntanse en este momento, no solo dentro de una ceremonia espiritual con Mi misericordioso Corazón, sino también siéntanse partícipes dentro de una ceremonia sagrada como los pueblos originarios lo vivieron para adorar y alabar a Dios.
Este es un momento de renovación de votos, este es un momento de asumir el compromiso y es el momento de ver la verdad que puede despertar en cada corazón que cree en la realidad divina.
Elevaremos al Padre nuestras intenciones, abriremos nuestros corazones a Su Voluntad, así como los pueblos originarios abrieron sus consciencias para el conocimiento universal.
Cada uno, en el silencio de su corazón, realiza en este momento ese ejercicio de perdón y de reconciliación con el pasado para que en este presente seamos renovados por la Compasión de Dios, expresión infinita de Su Misericordia.
Los invitamos a aquellos que puedan a arrodillarse para esta consagración.
Revivimos en este momento, el legado de Amor que Cristo nos dejó a través de la institución de la Eucaristía.
Y como si fuera en aquel tiempo, ingresamos en la Última Cena y ofrecemos nuestros seres, nuestras vidas en honor al Amor de Dios y así nos renovamos, nos reconciliamos y nos unimos a la Fuente del Padre.
Jesús cuando estaba reunido con Sus apóstoles, Él tomó el pan, lo elevó y dio gracias al Padre por el sacrificio y la entrega que viviría. El pan fue bendecido. Enseguida Él lo entregó a Sus apóstoles diciéndoles: "Tomen y coman todos de Él, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados".
Oración: Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces). Amén.
Enseguida Cristo tomó el Cáliz entre Sus manos, lo elevó para que fuera bendecido y reafirmó dentro de Su Ser la entrega y el sacrificio que haría por cada uno de nosotros. Luego de ser bendecido lo entregó a Sus apóstoles diciéndoles: "Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la nueva alianza que será derramada por Su Redentor para el perdón de las faltas. Hagan esto, siempre en memoria Mía".
Oración: Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces). Amén.
En el Monte de las Bienaventuranzas, reunido con la multitud, nuestro Señor nos enseñó la oración más simple pero más profunda que existe, el Padrenuestro. En unión al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo oraremos esa oración para terminar de consumar la consagración.
Oración: Padrenuestro.
Nos podemos poner de pie.
Yo siempre les doy la Paz para que la vivan y la multipliquen en los corazones que no tienen nada, que viven en la soledad y en la incertidumbre, para que la paz que ustedes puedan propagar los haga renovar a todos sus hermanos, bajo el impulso del amor y de la esperanza.
Ahora sí, llegó para Su Maestro y Señor un momento especial porque ahora sus almas fueron reconsagradas a la Voluntad de Dios y con ese fin y esa causa, extenderé esta consagración, así como lo hice con los elementos, pero hoy consagraré a nuevas servidoras Mías que se comprometerán a ser el auxilio a través de los altares para aquellos que buscan la Paz y la Misericordia de Dios.
Traigan los anillos, los velos y el aceite para ungir.
Señor del Universo, Tú que concedes la oportunidad y la Gracia infinita de que todos te puedan amar, hoy Me ofrezco como Tu instrumento, como Tu amado Hijo e intercesor de las almas para que, por medio de la Misericordia alcanzada en el momento que expiré en la Cruz, las almas reciban la Gracia de siempre poder reconocerte y servirte por la eternidad. Amén.
Cubre a estas hijas Mías con el manto de Mi Madre Celestial para que siempre recuerden Su pureza original y la oportunidad de donarse enteramente, como Mi Madre se dona por cada uno de Sus hijos. Amén.
Así como las santas mujeres ungieron Mi Cuerpo herido y flagelado, hoy unjo con este aceite a las que siempre pertenecieron a Mí y que retornarán a Mí en servicio incondicional. Amén.
Yo reconozco en los más simples la Verdad de Dios.
Hoy tu nombre será Nazarena.
Tu nombre hoy será María del Renacimiento.
Tu nombre será Victoria de la Cruz.
La Sangre de Cristo, el Cuerpo de Cristo (a cada una).
Vamos a despedir a nuestro Maestro llevando el impulso de Su amor en nuestro corazón y en fraternidad nos daremos el saludo de la paz.
Podemos saludarnos.
Argentina es una patria levantada con los valores del trabajo y del empeño, porque Argentina se caracteriza por el esmero y la dedicación que su pueblo coloca en todo lo que hace.
El impulso que Argentina recibe a través de la voluntad la lleva siempre a querer superarse para alcanzar el bienestar de la familia y también de su sociedad.
En las más humildes y simples almas de Argentina, esa virtud del trabajo constante y verdadero está presente. Es por eso que aún los argentinos no descubrieron que en sí mismos está el potencial para despertar y asumir su vida espiritual y su contacto interno con lo que es superior y divino.
Esta es una de las razones por la cual su Redentor regresó a la Argentina, para que los propios argentinos perciban que están ante la oportunidad de retomar, como en otros tiempos, su contacto con lo divino y desde ese nivel de consciencia atraer hacia la nación lo que ella necesita vivir en este ciclo y no lo que los hombres generan en la misma.
A la Argentina aún le falta descubrir que puede ser una nación espiritualmente rica así como es materialmente rica, y que el Universo destinó para el pueblo argentino la posibilidad de desarrollarse como civilización a través de todo lo que posee y que algún día deberá ser repartido y compartido equitativamente.
Eso hará de Argentina un pueblo evolucionado.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy por primera vez, Me envuelve el manto de la bandera Argentina y por medio de este símbolo quiero anunciarles que Mi propósito para con ese pueblo aún es desconocido para la mayoría de las almas.
Por esta razón, para que las almas comprendan el sentido por el cual su Maestro y Señor regresará a la Argentina en el mes de agosto, que será la meta más osada de todos los tiempos, porque en ese pueblo Yo depositaré una de Mis siete aspiraciones a fin de que se cumpla, por la adhesión y la unión perfecta de todos Mis servidores.
Este es el tiempo de concederle al mundo la concreción de muchos milagros, así como también es el tiempo en el que la humanidad vea la realidad que siempre quiso ocultar de su vista.
Argentina es un pueblo obrero y trabajador, una virtud que también se refleja en la vida espiritual con la misma fuerza y determinación.
Por eso, Me serviré del poder interior del corazón de los argentinos para preparar Mi retorno y así cumplir en la humanidad con la promesa que una vez fue hecha para todos, que Yo regresaría en el momento más culminante de la Tierra.
Y como es el tiempo, y esa hora se aproxima, Yo visitaré nuevamente a Mis compañeros de Argentina para que en Sudamérica se terminen de fundar las bases de una Colonia-Luz de almas que, en el nombre de muchas más, cumplirán con la Voluntad de Dios.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Día a día, ante la situación planetaria y la crisis espiritual y física de la humanidad, su Maestro y Señor contempla al mundo con la finalidad de salvarlo y de ayudarlo, aunque la mayoría rechace incluso en este tiempo, la segunda y gloriosa venida de su Salvador.
Es solo a través de un acto de amor inconmensurable e infinito que Dios todavía envía al mundo Su Misericordia a fin de dar hasta las últimas oportunidades a Sus hijos, para que Sus hijos ciegos, sordos y perdidos vuelvan a ver, a escuchar y a encontrar un sentido espiritual para sus vidas.
Por esa razón y por muchas otras, Su Redentor se presenta en este tiempo para poder abrir los ojos de los que todavía niegan y desmienten la grave situación espiritual y material que vive y enfrenta la humanidad.
Para eso, todos los esfuerzos en este momento están volcados a la conscientización y a la cura espiritual del ser humano, cuya vida es una constante tragedia por haberse apartado de Dios.
La acción de la Misericordia es un camino de salvación capaz de dar, a la humanidad, la Gracia de recapacitar totalmente. Pero ese estado de Gracia terminará, porque el tiempo de la Justicia llegará para los que no quisieron escuchar.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
El Universo no se oculta en su interior, solo se mantiene silencioso a la espera de que sus seres se puedan volver hacia adentro para encontrarlo.
Los misterios solo permanecen como misterios delante de los corazones de los hombres cuando ellos no los buscan o son indiferentes a la vida espiritual. Todas las ciencias les pueden ser reveladas, porque la Sabiduría del propio Dios se encuentra dentro de ustedes. Su esencia es un puente hacia el Corazón del Padre, hacia todo lo que Él es.
No hay límites o fronteras para el espíritu que recorre incansablemente el camino de retorno a Dios. La ignorancia es una autocondenación de los que escogen permanecer en la ilusión, en la oscuridad de la consciencia. La Sabiduría no es un don para pocos, la Sabiduría es una virtud que está adormecida en la esencia de todos los seres humanos, los que pueden despertarla a través de la búsqueda sincera y pura de la Verdad.
Sean puros de corazón y comiencen a caminar. Sean sinceros y pidan al Padre la gracia de estar en Su Corazón y de vivir aquello para lo que fueron creados.
Aspiren a pasar por la escuela de la Tierra y a vivirla plenamente. Aspiren a expresar todo el potencial que guardan en su interior. Dios manifestó cada ser según Su Perfección. Todos ustedes guardan virtudes únicas a expresar. Aspiren, hijos, a manifestar esta verdad en plenitud.
Vacíos de conceptos humanos, de vanidades y de orgullos que los prenden a los conceptos materiales de la evolución, ustedes podrán encontrar la verdad sobre sí mismos. La Gracia Divina les puede revelar estas y todas las cosas, basta que clamen de corazón y que se abran con todo su ser.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Cuando una nación clama, escuchen su clamor y oren por la paz.
A veces, hijos, no son solo las almas de una nación las que claman por auxilio, por liberación y por paz. Cada nación tiene una vida espiritual, un Principio Divino que le fue entregado para guiar a su expresión y a la misión de su pueblo.
El espíritu de la nación es la consciencia que abarca toda la vida que habita en ella en diferentes niveles. Es aquel espacio espiritual que guarda el Propósito de Dios para los diferentes pueblos que habitan en la Tierra. Es un estado de consciencia vivo que guarda, protege y ampara a la evolución de las naciones.
El espíritu de una nación auxilia en su crecimiento e influye en los pasos internos del pueblo que vive en ella. Pero, de la misma forma, él también es influenciado por la vida de los seres y por todo lo que sucede en esa nación.
Cuando los pueblos viven conflictos y, poco a poco, los seres destruyen sus propias esencias con el odio y con el miedo generado en las guerras, el espíritu de esa nación también va muriendo y distanciándose de su propósito.
Cuando un pueblo escoge el camino de la oscuridad a través de sus costumbres, hábitos y formas de vivir, el espíritu de su nación también es influenciado. Por eso, cuando el Creador puede intervenir en el planeta a través de las oraciones de Sus hijos, Sus Ojos también se colocan sobre los espíritus de las naciones. Cuando un pueblo clama a través de las almas que piden auxilio, el espíritu de esa nación clama aún más alto.
Los espíritus de las naciones son partes del espíritu del planeta, son cuerpos de esa consciencia espiritual de la Tierra, y todo esto es parte de la ciencia de la Creación Divina. Todo esto es parte del Plan de Dios para la evolución de Sus hijos.
En el principio, cuando el Padre creó las tierras y los mares, también creó los espíritus de esas tierras y el espíritu de los mares. Todo en la Creación Divina es vida. Por eso, hijos, aprendan a escuchar con sus oídos internos el clamor que surge de lo profundo de las naciones y únanse a ese pedido de paz y de redención del planeta.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Si sus oraciones fuesen siempre verdaderas y profundas, como las de hoy, todos los méritos infinitos de Mi Misericordia llegarían a las almas que están en la desolación y en la perdición porque Mi Poder, que es el Poder de Mi Padre, no tiene límites ni fronteras.
Todos los que invocan Mi Divina Misericordia no para sí mismos, sino para el mundo entero, la hacen descender como lluvias de gracias para que algún día los más indiferentes e hipnotizados despierten a la vida real y divina.
Por los méritos de Mi Misericordia, Yo concedo al mundo la oportunidad de recapacitar y de arrepentirse de todos los vínculos oscuros que las almas alguna vez hicieron.
El Poder de Mi Misericordia está impulsado por la Fuente infinita de Mi Amor, Amor que retira a las almas de la ilusión mundial y las despierta a la vida del espíritu.
A través de Mi Misericordia Yo cumplo las promesas en la humanidad. Y cuando ese Poder Divino de Cristo es invocado, secuelas profundas son disueltas y los corazones se reencienden en el Amor de Dios, en un amor salvífico.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cuando Cristo dijo a Sus compañeros: "Ven y sígueme", ellos escucharon Su llamado como un trueno en su interior; algo que, con una frase, despertó a sus espíritus y los impulsó a seguir una nueva vida. Sin embargo todo esto acontecía en los niveles espirituales, mientras que sus mentes seguían pensando y cuestionando, y sus emociones seguían inestables y susceptibles a las influencias del mundo y de la mente humana.
Los apóstoles siguieron a Jesús por la potencia de Su Presencia, sin saber quién era Él. Sus instrucciones los transformaban, Su Presencia les daba seguridad y paz. Todo lo que Él hacía era extraordinario, como un verdadero sueño, algo diferente a todo lo que ocurrió en todos los tiempos.
La vida espiritual era el eje de la sociedad y todos los hombres se sentían honrados de estar al lado de un verdadero profeta, unido al Amor y al Poder de Dios. Pero, cuando la Pasión de Cristo comenzó, cuando en Su agonía, los apóstoles vieron a la humanidad de Cristo temer, sudar sangre y sufrir, sus creencias se quebraron, sus estructuras se rompieron y toda la gloria que de alguna forma alimentaba su parte más humana, de un instante a otro se retiró, derribando por el suelo su vanidad y su condición humana.
Conocer el sacrificio los colocó dentro de una batalla interior entre la mente, el alma y el corazón, en la que sus seguridades dejaron de existir y sus conocimientos parecieron desaparecer. El Plan de Dios se reveló diferente a todo lo que ellos pensaban y la renovación de su amor se dio primero en la Cruz y después en la Gloria.
Hoy, hijos, comenzó para ustedes el camino del Calvario. Después de años de experiencias espirituales extraordinarias que los elevaron y los transformaron, ahora el sacrificio llega para confrontar su condición humana y vencer las barreras que les impiden vivir la entrega absoluta para la renovación del amor.
La cruz de estos tiempos les viene a revelar el desenlace del Plan de Dios, el que se mostrará diferente a todo lo que imaginaron. Se verán delante de contradicciones y de desafíos que forjarán en ustedes el despertar de la fe y la renovación del Amor.
Comprenderán finalmente que la unión con Dios comienza en la Cruz y después en la Gloria. Es viviendo Su Amor incondicionalmente que llegarán a la unidad con Él.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que el silencio, cada vez más profundo de los Mensajeros Divinos, conduzca tu consciencia a silenciarse también. Así, aprende a escuchar tu mundo interior y en él, al Espíritu de Dios que habita en tu consciencia y te guía.
Comprende el silencio como una forma de profundizar la comunicación con el Padre. Comprende el recogimiento como una forma de madurar lo que ya recibiste y de preparar tu ser para algo mayor.
Deja que este ciclo le hable a tu consciencia a través del desierto, pues todos aquellos que aspiran a profundizar verdaderamente en su vida espiritual lo deben cruzar.
No tengas miedo al vacío o a la soledad, pero aprende a encontrar allí el silencio de Dios y, de esa forma, a través del Amor del Padre, descubre un diálogo con Dios que hasta hoy te fue desconocido.
El Creador habla a lo más interno de Sus criaturas a través del silencio, y solo en el desierto de tu corazón y en el vacío de tu consciencia aprenderás a encontrarlo.
Recibe la bendición divina para este ciclo que, con amor, el universo entero contempla. Las criaturas están viviendo su madurez espiritual para entonces dar un paso desconocido por toda la vida, por toda la Creación Divina.
Que tu ser se una a los Principios y Leyes universales que rigen este momento y que, sobre todo, el silencio sea tu mayor guía.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Que la Paz de Dios esté presente en todos los corazones.
Hijos, recuerden todos los días la esencia de la vida espiritual que se encuentra en la renuncia, en el sacrificio, en el servicio, en la oración y, por encima de todo, en el atributo que une a todas las cosas, que es el amor.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en la renuncia y que viviendo la renuncia aprenderán a amar la Voluntad de Dios y no la propia.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en el sacrificio y que viviendo el sacrificio aprenderán a superarse en el amor, descubriendo un amor mayor todos los días.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en el servicio y que, viviendo el servicio realizado de corazón, se liberarán de sus voluntades y necesidades constantes para que, a través de la fraternidad, aprendan a vivir de la Providencia Divina.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en la oración y que viviendo la oración encontrarán el Universo Celestial y su origen, venciendo así todos los miedos humanos y sus ilusiones, que hacen que sus pies estén constantemente presos a la Tierra.
Recuerden que la verdadera libertad se encuentra en el amor y que viviendo el amor estarán libres no solo de ustedes mismos, sino también de todos los límites, capas y dimensiones que los separan de la Consciencia Divina. El amor los conducirá al Todo que es Dios y, más que eso, abrirá las puertas para que toda la vida retorne a la unidad con el Corazón del Padre y dará al Creador la posibilidad de, finalmente, renovar Su Amor y Su Creación.
Encuentren, en este tiempo, la verdadera libertad y sean libres dentro de la Unidad Divina.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Ver la realidad del mundo día y día y, sobre todo, la realidad en la que se encuentran las almas, que una vez estuvieron a Mi lado, es como recibir de nuevo una lanza en Mi costado o cargar una cruz más pesada que la que Yo una vez cargué.
Los seres humanos no pueden saber lo que verdaderamente significa la vida espiritual sin antes amarla, vivirla y respetarla.
Es por esa razón que algunas almas que antes estuvieron Conmigo, no consiguieron corresponderme porque ellas no llegaron a amar de verdad el camino que Yo les había ofrecido. Esas almas solo pasaron por Mi Camino, pero Mi Camino no pasó por ellas.
Es así que esas almas podrían creer estar felices o libres de cumplir su compromiso, pero en verdad quedaron vacías como una barca que está sin brújula, quedando a la suerte del mundo, quedando al juego de lo que se disputa entre la vida material y el caos.
Pero, para esas almas reconocer la falta de fidelidad a Mí es como sentirse con una espina atravesada en el pie, porque el camino quedó inconcluso, el alma quedó sin la oportunidad de finalizar y de cerrar lo que una vez la endeudó.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El amor al Plan de Dios es el arte de saber profundizar en la vida espiritual, para ir dejando de lado los planes humanos e ir comprendiendo y amando el Plan del Creador.
El amor al Plan de Dios camina junto con el amor al universo y a este planeta, con el amor a todas las criaturas, a toda la vida; porque cuando una consciencia despierta ese grado de amor por la vida, comienza a amar aquel Pensamiento perfecto que Dios tuvo para la evolución y el bien de todas Sus criaturas.
Después de amar a Dios, los seres comienzan a amar la vida y a todo lo que es parte de ese Dios único, presente en todas las cosas.
Profundizando en la ciencia del espíritu, los seres descubren que hay un Pensamiento perfecto emanado de Dios al crear a Sus hijos, que es la guía para el retorno al Corazón del Padre. A través de ese Pensamiento, el Creador diseñó un Plan, un Plan de amor, de renovación, de Gracia, de perdón, un Plan de retorno a la Unidad con Él.
Comprendiendo eso, pueden conocer y comprender aún más el Amor de Dios que, sabiendo que estaba lanzando a Sus criaturas en la vastedad de la Creación, desde el principio, colocó a todas en Su Plan, y aquellas que lo sigan, no solo retornarán a Su Corazón, sino también traerán consigo la renovación del amor para aportarla a la Consciencia Divina.
Amar el Plan de Dios es amar la historia de la Creación, de la vida, es salir de la pequeñez humana, de los planes humanos y planetarios y abarcar con el corazón y la consciencia una realidad superior, que hasta hoy permanece en silencio, aguardando el despertar de los seres.
Dejen que sus consciencias abandonen lo que es pequeño, lo que es mezquino, y abracen al Infinito, al Todo, al Amor Divino. Amen el Plan de Dios.
Su Padre y Amigo,
San José Castísimo
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más