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En esta noche de Gracias, quiero darle Mi bendición al mundo, principalmente a los corazones que están vacíos, para que todos ellos reciban la Paz de Dios.
Desde el corazón de Fátima y con alegría, los reúno a todos en el Cenáculo Sagrado, bajo la Presencia de Mi amado Hijo Jesús y la Presencia fiel y castísima de San José, pues como Sagrada Familia del universo, irradiamos Nuestras Estrellas de Luz, aquellas que concibieron Nuestras Consciencias y les abrieron las puertas al mundo, directamente hacia el camino de la redención.
En esta noche, Mi Corazón Inmaculado celebra con alegría y regocijo las velas encendidas, las almas que despiertan al camino de la conversión y de la paz. Y aunque ustedes saben, hijos Míos, que el mundo entero sufre y padece; hoy, la Reina del Cielo trae una oportunidad única para todos, abriéndoles las puertas del corazón para que definitivamente sus vidas encuentren al alma, recinto sagrado de Dios, en donde su Rey desea reposar en el momento de Su gran Retorno al mundo.
Hoy, los ángeles de Lys se congregan y llevan la paz a los lugares más distantes del planeta, especialmente a todas aquellas almas que no siguen Mi religión y que no conocen Mi Faz divina. Pero la Madre del Mundo, la Señora de las Estrellas del universo, la Reina coronada por la Corona de Dios, en presencia de todos los Ángeles y Arcángeles, celebra, junto con Su Hijo, la misa de la redención, el reencuentro del espíritu de amor en todas las almas perdidas.
Por eso, en esta noche de Gracias, no solo el Santuario de Lys se enciende, sino todos los corazones que en devoción despiertan sus espejos internos para irradiar los códigos de amor y de paz al mundo.
Hoy, en verdad, queridos hijos, Me siento unida a cada uno de ustedes. Así, sus pecados son liberados y todas las manchas del sufrimiento son aliviadas.
Estoy presente aquí, entre ustedes, hijos Míos, como la Reina de la Paz, como la Reina del Amor y de la Misericordia. Aquella que estuvo entre ustedes en Nazaret, gestando en Su Vientre al Hijo de Dios y trayendo la oportunidad de conversión para el mundo entero.
Soy aquella Mujer Vestida de Sol, anunciada en el Apocalipsis de Juan, que trae la luna bajo Sus pies, anunciándole la esperanza a este mundo que sufre y abriéndole la puerta para el Retorno de Mi Hijo, el Hijo primogénito de Dios, su Jesús, Jesús Rey.
Por eso, abran sus corazones y que sus faltas sean perdonadas, a través de la Comunión que todos Mis hijos, a lo largo y ancho del mundo, al comulgar con Mi Hijo amado, recibieron Su Sacratísimo Cuerpo Redentor, en la unión perfecta y divina con Su Espíritu místico y divino. Las Gracias y las Misericordias de Dios descienden a este mundo a través de los corazones de los Ángeles de la Guarda.
Por eso, en esta noche, también los invito, hijos amados, a que disipen de sus mentes todos los problemas, la Gracia de su conversión está próxima.
El Arcángel Miguel, junto a San Gabriel Arcángel, se unen en este momento para irradiar el poder de Mi Inmaculado Corazón al mundo. Dichosos de aquellos que sientan Mi Presencia maternal, a pesar de que no Me vean; pues Dios desea todavía, hijos amados, que Yo utilice ciertos instrumentos a lo largo y ancho de esta humanidad para que anuncien Mi Palabra al mundo, que es el Mensaje de Cristo, su Salvador, que siempre les traerá la paz y la esperanza en estos momentos difíciles.
Pero hoy, en Mi reinado universal y maternal, Mis manos sagradas sustentan el cetro de la Paz para traer al mundo la verdadera Justicia de Dios y, así, todos los corazones se puedan armonizar con la Ley del Creador.
Sientan los Rayos de Mi Corazón Inmaculado, para que algún día, hijos amados, puedan entender las Leyes del Creador; aquellas que son altamente ultrajadas por los corazones ingratos que no quieren escuchar a Mi Hijo, ni en la Confesión ni en la Comunión.
Pero ustedes, hijos amados, más conscientes de la vida espiritual y superior, podrán elevar al Cielo, en un sagrado ofertorio, a todos los corazones del mundo que, antes de este tiempo final, deben despertar al llamado de la Madre de Dios.
Hoy, estoy entre ustedes, fortaleciendo el cenáculo del corazón; recordándoles que deben seguir orando todos los días, especialmente en este tiempo de tribulación, que comienza a suceder en el interno de las personas y que se expresa en el exterior de esta vida material.
Quiero que salgan de aquí atentos y preparados, y que todos los corazones que en este momento están unidos a Mí, en el Sagrado Santuario del Reino de Lys, puedan llevar una vida buena, de reconciliación y de paz, viviendo el arrepentimiento, fortaleciendo la fe en Cristo, renovando los Sacramentos y viviendo una vida de fraternidad para que al menos, hijos Míos, una parte de esta raza pueda concretar el advenimiento de una Nueva Humanidad.
Algunos corazones ya viven esta Nueva Humanidad en lo profundo de sus almas, aguardando por la gran promesa de la Tierra Prometida que vendrá en auxilio de todos desde el Universo Celestial, a través de la Nueva Jerusalén, que será formada por los discípulos de Mi Hijo, aquellos santos de los últimos días, que proclamarán la última palabra antes de que se abra la gran puerta en esta humanidad.
Por eso hoy, hijos Míos, no solo contemplo sus necesidades, la falta de amor en sus corazones y el fortalecimiento de la fe en sus vidas; Yo vengo a traerles un Mensaje de esperanza, pero también un Mensaje de advertencia: llegó la hora de orar con el corazón todos los días y de no perder tiempo en cosas superficiales.
Alimenten sus espíritus y mentes con la sagrada Palabra de Mi Hijo amado. Estudien el Evangelio. Visiten la Biblia todos los días. Lean los Mensajes y practíquenlos para que sus vidas sean un ejemplo de caridad y servicio, a través de las tareas de amor y del espíritu de redención.
Hoy, ante ustedes se encuentra la Nueva Aurora, aquella que siempre brilla en el firmamento interior de los corazones que la invocan, en la Presencia Sagrada del Padre-Madre Creador Emmanuel, que los une a Mi Corazón Divino para que vivan la oportunidad de la redención.
Liberen sus faltas y deudas, y reencuentren el camino al Reino de Dios.
Por eso, hoy estoy aquí, en Goiânia, para que el estado de Goiás junto a Mato Grosso, funden nuevos grupos de oración para orar por los Reinos de la Naturaleza, principalmente por el Reino Animal que es muy castigado por todos. Esa deuda debe ser equilibrada.
Por eso, hoy les dejo a todos la responsabilidad de que respondan a este llamado de Mi Corazón Inmaculado y despierten a la consciencia del Génesis, en donde Dios desde el principio, desde Adán y Eva, proveía de todas las cosas necesarias para poder vivir sin necesidad de ultrajar al Reino Animal ni a ningún Reino creado por su Dios.
No solo vengo por ustedes, humanidad dormida, anunciándome desde el Reino Sagrado de Fátima, despertando sus esencias, aquellas que deben estar unidas a Dios todo el tiempo; también vengo por los Reinos Menores, aquellos que conviven con ustedes todo el tiempo, que son lastimados y ultrajados por las manos violentas de los hombres, sin un mínimo respeto por la Ley de la Creación.
Ustedes, que viven aquí y que saben sobre las masacres del Reino Animal, los invito, queridos hijos, a que busquen la vida natural, sírvanse de aquello que Dios les entregó desde el principio; alimenten sus barrigas de cosas sanas, divinas y sublimes; dejen a los Reinos en paz, déjenlos que ellos puedan evolucionar. Ellos necesitan de ustedes todo el tiempo y para que la Ley no caiga sobre toda esta humanidad, muy sorda y ciega.
Yo les vengo a advertir, queridos hijos, sobre una puerta, una oportunidad: abran sus ojos al llamado de su Madre del Cielo.
Ya no hay tiempo que perder. Ya no se involucren con las modernidades, no sean instrumentos de Mi adversario. Usen su inteligencia superior, despierten sus células dormidas para que Dios pueda trabajar a través de sus corazones y vidas.
La humanidad le debe mucho al universo; pero como Yo provengo de ustedes y ustedes provienen de Mi Corazón, Yo soy parte de esta humanidad desde el principio. Les traigo la Verdad y la Justicia para que las puedan reconocer y vivir con simplicidad.
Hijos amados, hoy todo el universo se congrega para que, desde el Reino de Lys, las almas salgan renovadas en la esperanza y en la fe. Y, cuando ustedes, hijos amados, dejen de hacer algunas cosas en sus vidas, actitudes que los llevan a la perdición, podrán comprender Mi Mensaje y creerán verdaderamente que todo lo que hoy les dije es parte de la Voluntad de Dios. Así, cambiarán sus vidas, unidos todos los días al Santo Rosario, elevando sus espíritus en la Comunión perfecta con Mi Hijo resucitado.
Por eso, abran sus ojos y ya dejen de dormir. Salgan de este sueño, de este torpor. Despiértense, de la misma forma que se despertaron los apóstoles en el Getsemaní, cuando tuvieron que acompañar la agonía de Mi Hijo.
Pero hoy, les traigo un poco de la Misericordia de Dios, porque Yo intercedí por todos ustedes para que poder decirles todas estas cosas.
Cuando la humanidad cambie y al menos una pequeña parte de esta humanidad viva el último Mensaje del Cielo, podré decir, hijos Míos, que ya estarán preparados para recibir a Cristo. Y, aunque eso esté por suceder, Mi Corazón Inmaculado, su Águila Solar, seguirá sobrevolando esta humanidad a través de las peregrinaciones sagradas, para que los corazones despierten al Llamado de Dios y dejen de ofenderlo todo el tiempo.
Queridos hijos, lo que sucedió en Fátima fue muy importante; pero lo que hoy sucede aquí, en este lugar, es irradiado al mundo entero, al mundo álmico, al mundo esencial de todos los corazones.
Este es Mi testimonio para todos. Este es Mi Mensaje de advertencia para el mundo entero: cambien, cambien pronto. No vivan una vida superflua. Arrepiéntanse a tiempo, confiésense, comulguen con Mi Hijo y serán salvados por Mi Corazón Sacratísimo. Así, Yo contaré con muchos guerreros de la paz que lucharán, con el rosario entre sus manos, en el tiempo culminante de la tribulación, en el que estarán unidos en oración y en espíritu, en unión a Mi Corazón Inmaculado, esperando el Retorno del Cristo al mundo, cuando la humanidad entera, de Oriente a Occidente, despertará y reconocerá al Rey Universal.
En este día, hijos Míos, en el que sus corazones se recogen en Mi Espíritu maternal, estoy presente aquí, colmándolos con Mi Paz y con Mi Amor, estoy presente en Fátima con todos Mis hijos, en todos los hogares que están unidos a Mí en este momento, en todas las órdenes consagradas a Dios y también estoy en Kibeho, trabajando en el corazón de Ruanda para toda África.
Por eso, hijos amados, como conocen Mis diferentes Faces de Luz, con las que he aparecido a diferentes corazones para traer un Mensaje de paz y de esperanza a lo largo de los siglos; hoy deseo, hijos amados, como su Señora del Santísimo Rosario, que guarden en sus memorias Mi Mensaje de Paz, Mi Mensaje de instrucción que proviene de la Voluntad de Dios y de Su Poder Supremo. Mi Mensaje es fuerte e intenso, con la esperanza que sus células despierten al llamado a la redención y a la conversión de los corazones y de las familias.
En esta noche, hijos amados, depositen sobre Mis manos sus aspiraciones. En el silencio del corazón y de la palabra, díganme internamente qué es lo que necesitan, Yo los escucho a través del silencio.
Y ahora, que he recibido sus súplicas, coloquen su mano izquierda sobre el corazón y proclamen, internamente, la consagración a Mi Corazón Inmaculado.
Yo soy la Señora del Verbo Divino y estoy con todos aquellos que son consecuentes con Dios, en humildad y simplicidad, en reverencia y amor.
Hoy, consagro todas estas imágenes sagradas para que sean el ícono de su esperanza, de la Misericordia de Dios, a través de su Señora, la Señora Celestial.
En esta noche, nuevos hijos se consagrarán y espero que caminen a Mi lado sustentando la bandera de la paz. A pesar de los temblores del suelo, Mi Corazón sustentará a aquel que sea fiel a Mi Espíritu maternal. No los dejaré solos, no caminarán solos, Mi Espíritu omnipresente y universal siempre los colmará.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Que vengan aquí los hijos que se consagrarán. En presencia de Nuestra Santísima Virgen María, vamos a escuchar "Nuestra Señora de Kibeho".
Como su Señora del Verbo Divino, del Santísimo Rosario de Fátima, como la Reina de la Paz y Madre de toda la humanidad, unidos de corazón, Yo los consagro, queridos hijos, bajo la omnipotencia de Mi Hijo Jesús, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Queridos hijos de Estados Unidos, Mi esperanza de llegar a su nación está latente en Mi Corazón. A través de sus pasos, Mi tarea se concretará y una vez más Mi Inmaculado Corazón triunfará.
¡Les agradezco!
Canción: “Nuestra Señora de Kibeho”.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
A pedido de Nuestra Señora del Santísimo Rosario, nos vamos a poner todos de pie para cantar el Himno del Santuario de Fátima, hoy, 13 de mayo.
Nos mantenemos de pie, quietos y en silencio y, después de este cántico, vamos a prepararnos para un intervalo, aún permaneciendo en la Presencia de María, para poder celebrar juntos la Comunión. Podemos comenzar.
Canción: "Himno del Santuario de Fátima".
Hermanos presentes y los que están unidos en los Centros Marianos, vamos a dar inicio a esta ceremonia de Comunión después de este encuentro con Nuestra Señora, respondiendo a Su pedido de comulgar con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.
Enseguida se celebra el Sacramento de la Comunión con varios sacerdotes de la Orden.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
¡Gracias, Madre, por cuánto nos das!
Por este encuentro tan humilde, Yo les agradezco.
Ustedes, Mis queridos hijos, Me hacen recordar los tiempos pasados, cuando Mi Corazón vivió aquí en la Tierra entre ustedes, para que a través de la simplicidad y de la humildad, Yo pudiera proclamar el Reino de Dios y rescatar a todos los hijos de Dios, a través de la sagrada Palabra del Evangelio.
En esta noche, Yo los reúno a todos en Mi Corazón y como Señora del Santo Rosario de San Nicolás, Yo los invito nuevamente a renovarse en la oración Conmigo.
A esta ciudad le espera la Ley de Dios. Yo les pido, queridos hijos, que a través de la Santa Justicia, proclamen el Verbo Divino de la oración, para que Mi Corazón pueda recoger sus súplicas.
En esta noche, Yo vengo a pedirles cosas simples pero tan importantes para estos tiempos finales. Yo necesito que construyan en sus moradas un fuerte templo de oración y de paz; así, Me ayudarán, queridos hijos, a cumplir con los Planes de Dios en estos ciclos.
Las almas serán desprendidas del mal y el enemigo no podrá obrar más cuando ustedes Me abran la puerta sincera de la oración; y, de esa forma, se fortalecerá su fe y su confianza será plena en Dios. Ya no existirán miedos en sus vidas y nacerá la esperanza en sus corazones cuando en sus casas construyan, a través de sus familias y amigos, grupos de oración que puedan ser luces en las ciudades oscuras.
De esta forma, queridos hijos Míos, ustedes permitirán que Yo pueda llegar aquí y a todas las partes de mundo para que, desde la Fuente Mayor de Dios, Yo pueda derramar las Gracias sobre los corazones más necesitados.
En esta noche, Yo les agradezco, queridos hijos, por haberme preparado este lugar con tanta humildad pero con tanto regocijo y alegría para que, a través del sacrificio, ustedes puedan cumplir con la Voluntad de Dios. Todos sus esfuerzos, queridos hijos, todos sus esfuerzos internos generan méritos en el Cielo.
Por eso, Yo los invito a seguir adelante, que nada más los incomode ni los perturbe. Colóquense dentro de Mi Corazón Inmaculado y encontrarán el Reino de la Paz que tanto buscan.
Yo necesito obrar a través de sus vidas. Mi Hijo Me envía al mundo para advertirles, por última vez, que un gran cambio se aproxima a la humanidad y las almas, en su totalidad, deben estar preparadas.
Yo les traigo, a sus vidas, la cura del corazón, lo que en verdad necesitan en estos tiempos. Únanse a Mi Manto del Luz. Colóquense debajo de Mi Manto de Luz y serán irradiados por Mis Gracias celestiales. Creen el puente con Mi Corazón a través del Rosario. Así, queridos hijos, todo estará cumplido en este tiempo y sus corazones estarán preparados para recibir a Mi Hijo.
Yo los invito a ser obreros del Plan, a animarse a vivir el Plan de Dios en estos tiempos, principalmente unidos de corazón y de alma para que Dios pueda manifestar Sus Dones y Su Voluntad.
Sus esencias, tan sagradas, guardan luces importantes para este tiempo, dones que Dios necesita utilizar para cumplir Su Voluntad en este tiempo.
Hoy, les repito todas estas cosas, Mis pequeños, porque necesito que sean precursores de Mi Palabra mariana. Que lleven como heraldos de Luz la Palabra de Mi vida, que es Mi Mensaje para el mundo, Mi Amor materno para toda la humanidad, la esperanza de curar a todos antes del gran tiempo en este mundo.
Unidos a Mi Corazón, aférrense a Mis manos benditas. Yo los llevaré por caminos limpios y puros, cristalinos y verdaderos, en los que puedan reconstruir sus vidas, salir del dolor y de la desesperación y encontrar un camino de Misericordia y de paz.
Queridos hijos, Yo los necesito valientes, trabajadores y plenos en la Gracia de Dios. Con esto tan simple pero tan verdadero ayudarán a cambiar a la humanidad. Anímense a dar los pasos hacia Mi Corazón, a conocer Mi Conciencia profundamente. Yo siempre oro por ustedes y por sus hermanos.
Recuerden, queridos hijos, que Yo soy el gran Árbol sagrado para este mundo, que da los frutos para la humanidad, para todas la almas que necesitan aprender y crecer a través del camino de la unidad y de la fraternidad.
A través de estos años, Yo ya les enseñé cómo deben hacerlo. Necesitan practicar Mi Mensaje, encarnar Mi Mensaje para que él refleje en sus vidas los sagrados Rayos de Dios que serán tan necesarios para muchas almas, almas que deben despertar en Cristo para este camino de evangelización que los Mensajeros Divinos estamos realizando en todo el mundo.
Queridos hijos, mañana los espera un encuentro importante de irradiación planetaria para todo el mundo, a través de la Gracia de Dios, Esencia Suprema de la Paz, Espíritu Inmaculado de la Verdad que intentará ser difundido por el mundo a través de Mi Presencia en esta ciudad.
No es por acaso, queridos hijos, que estoy aquí, en Rosario, para recordarles la importancia de la oración. De esta forma, tan sincera y simple, Yo invito a los Centros Marianos a vigilar en esta noche, en oración, por esta misión que realizaré mañana.
Con mucho amor y gratitud, agradezco el servicio prestado, la donación abnegada de las Hijas de la Caridad Crística y de la Misión de la Fraternidad Humanitaria por haber servido a los pueblos de Brasil. Porque principalmente, queridos hijos, más allá del servicio y de la caridad, ustedes llevaron Mis manos de paz, Mis manos de cura y de consolación a las almas.
Por esta misión y por las que vendrán, en nombre de San José Castísimo, les doy las gracias, queridos hijos, por haber respondido a Mi llamado.
Que sus vidas sean rosarios de Luz.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:
Hermanos, queremos agradecer esta oportunidad que tuvimos hoy con Nuestra Señora.
Queremos contarles algunas cosas que Ella nos permitió decirles.
Primero, Ella se aproximó como la Señora del Rosario de San Nicolás, una Faz que es muy conocida aquí, en Argentina.
Y lo segundo que aconteció es que Ella recordó este lugar, tan simple, como Su antigua casa de Nazaret, que era aún más simple que este lugar.
En verdad, ¿qué nos quiso decir, como Mensaje, Nuestra Madre, a través de ese símbolo de la casa de Nazaret?
Ella pudo hoy llegar a cada una de sus almas, pudo tocar sus corazones y hacer una tarea que quería hacer con cada uno de ustedes.
Entonces, dejamos esa Presencia de María en los corazones de todos. Esa fe inquebrantable que Ella nos transmite; ese amor que nos envuelve y nos protege, nos puede llevar a encontrarnos con Ella, mañana, en la Aparición mensual de María.
Agradecemos a todos, a aquellos que nos acompañaron por Misericordia María TV y vamos a guardar esta noche en nuestra memoria la siguiente imagen que María nos mostró: Ella nos extendía Su rosario de Luz para que oráramos con Ella y nos aferráramos a Su rosario para estar siempre sustentados y apoyados por el Cielo y para traer esa Luz del Cielo hacia este lugar y hacia nuestras vidas.
Hoy, durante la oración, durante todo el ejercicio de oración, nosotros estuvimos envueltos por el Corazón de María. No podemos explicarles cómo sucedió eso, pero aconteció así.
El magnetismo del Amor de María estuvo presente durante toda la Vigilia.
Por todo este encuentro, ¡gracias, Madre, por cuánto nos das!
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más