APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL SEXTO DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Nos ponemos de pie para recibirlo.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Hoy Mi Iglesia Celestial los aproximará a la Fuente Primordial, porque la humanidad aún deberá seguir comprendiendo cuál es la razón y el motivo de ustedes estar aquí, así como la existencia del universo material.

A través del portal de Mi Iglesia Celestial, que sus almas ingresen a este momento, colocándose ante la Fuente Inmaterial que se muestra por medio de los portales del universo.

Síganme en consciencia hacia el lugar al que hoy los quiero llevar, para que una vez más sus almas y las almas de sus hermanos sean partícipes de los códigos de vida, así como su Maestro y Señor fue partícipe de la Vida del Padre en Sí mismo.

Hoy la consciencia del mundo es colocada ante Elohim, un Nombre de revelación y de fuerza, de determinación y de concreción de la Voluntad en toda la Creación. Santo es el Nombre de Elohim para todo el universo. Santas son Sus formas y matrices geométricas que no solo regeneran la vida, la existencia, sino también toda la Creación.

Preparen su mundo interior para este momento, colocándose en el ejercicio del vacío, para que puedan escuchar más allá de las palabras, para que puedan comprender más allá de la mente, para que sean compenetrados por la Luz del Espíritu, aquel Espíritu reverberante y eterno que es el Elohim mismo.

Sus manos en señal de disposición, en el vacío y en la apertura.

Volvamos, en este momento, el escenario azul, para que la melodía y el color azul impregnen la materia física de sus seres humanos.

Cierren sus ojos por un momento y escuchen, más allá de la Palabra, el sentido vibratorio del Mensaje del Señor.

Y ahora con sus almas ante la Fuente Primordial, en compañía de los Padres Creadores, los Elohim, contemplaremos el misterio de la Creación en su forma divina.

En aquel tiempo, cuando nada parecería tener una forma concreta, surgió el Principio, regido por el Amor de Dios. El Principio tenía un fin, un propósito, depositado en la Mente de los Padres Creadores.

Dios mismo bendijo a los Arcángeles para esa misión, la cual llevarían adelante en la Creación. Pero Ellos no sabían toda la Voluntad de Dios. Solo conocían una parte del misterio, porque en el principio, la Voluntad del Padre era un misterio mismo, no podría ser comprendida por el universo mental.

Pero hay algo que Dios depositó en los seres angélicos, que fue la obediencia, para que la pudieran cumplir y así llevarla adelante en absoluta resignación y entrega a la Voluntad del Padre.

Ahora ustedes, seres de la superficie de la Tierra, esencias de la Divina Fuente Suprema, colóquense al igual que los Padres Creadores, en ese momento y en ese tiempo y, más allá de los errores de la humanidad a lo largo de los tiempos, comprendan el sentido oculto de la Voluntad de Dios, impregnada por la fórmula de la Sabiduría.

Veamos a Dios en Su Trono, en la Fuente Primordial y ante los Padres Creadores, llamándolos uno a uno a servirlo.

Entre el Padre y los Arcángeles, contemplen un profundo lago de luz azul. Allí fue en donde comenzó todo. No solo por Su Pensamiento Divino, sino fundamentalmente a través de un sentimiento profundo, que surgió de las entrañas más profundas de Dios.

Dios, aún es un misterio para muchos, pero Él ya mostró Su Poder en la Creación y en esta humanidad, a través de los cristificados.

Delante de la necesidad del cumplimiento de la Voluntad Divina en este tiempo, y de la recuperación del Propósito en toda la raza humana, así como lo fue pensado en el principio de la Fuente Primordial, una nueva generación de consciencias cristificadas surgirá. Pero no existirá una forma de poder comprenderlo ni siquiera de sentirlo. Será algo que vendrá directamente de la Fuente para los corazones que serán llamados a vivir ese proceso espiritual.

Es algo que llegará más allá de la imperfección, de los errores, de la materia. El camino de la cristificación surgirá en consciencias desconocidas, en personas inimaginables, en almas que están esperando desde el origen de la Tierra por este momento, en colaboración con el Plan de Mi Retorno al mundo.

Las verdaderas transformaciones de la raza humana en este tiempo surgirán desde adentro de los seres, para que después esa transformación se dé en la vida material.

Así como las grandes Jerarquías del universo fueron llamadas por Mí mismo para meditar y reflexionar, hoy ustedes son conscientes de este momento que los Arcángeles están viviendo Conmigo a pedido del Padre Celestial. Es como detener el tiempo y el espacio por un momento. Es paralizar en el universo material los errores y los traumas, especialmente de esta raza de superficie, que debe comprender que este momento de inflexión en el cual se encuentra, es el más importante. Será en el que se dará la última oportunidad.

Por eso, ¿son conscientes de esto?, para que su vida material y sus mentes comprendan más allá de las formas lo que Dios está pensando no solo por ustedes, sino también por toda la Creación.

En este acontecimiento que se da en el universo espiritual, la Sagrada Arca de la Santa Alianza es la intermediaria para que la mayor cantidad de almas posibles en la Tierra reciban este impulso. Y por más que simbólicamente no sea comprendido ni entendido, lo más importante en este momento es la apertura de corazón, para que sean partícipes del advenimiento de la Nueva Humanidad que llegará después de la actual.

Mientras estoy aquí con ustedes, también debo atender atentamente los pedidos de Mi Padre, para que siempre se cumpla Su Voluntad, aunque los propios Arcángeles aún no la conozcan profundamente.

Desde el origen de la Tierra, las grandes consciencias angélicas, los Elohim, aprendieron de esta humanidad y de la evolución de este planeta, de sus aciertos y de sus errores, de sus victorias y de sus fracasos. Y más aún aprendieron de la elección de la humanidad a lo largo de los tiempos y de toda la alteración que fue realizada en el proyecto genético humano.

Ustedes no podrían existir en este momento si Dios no lo hubiera deseado. ¿Cómo sería posible vivir sin Su Voluntad, cuando Su Voluntad es el centro de la vida del universo? Porque de Su Voluntad parten Sus más profundas aspiraciones de ver a Sus criaturas en la felicidad eterna y en el cumplimiento de Su Divino Propósito, regido por el Sagrado Rayo Azul.

Ahora, ese gran lago de luz azul del universo espiritual es la propia Consciencia de Elohim. De allí partió Su deseo ardiente y allí nació Su primera Voluntad.

Dios es una Ciencia y un Poder desconocido, por eso Él tiene tantos Nombres Sagrados para que sea comprendido.

Pero alguna vez se preguntaron, ¿qué hay más allá de Dios?, ¿qué hay más allá de la Santísima Trinidad? La Sagrada Vida del plano espiritual, ¿solo termina en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo?

Amplíen aún más su consciencia y a través de Mis Palabras capten los impulsos que les estoy enviando.

La vida material no es lo más importante, aunque sea parte de la evolución de sus vidas. Pero es tiempo de que, antes de Mi Retorno, las almas comprendan el sentido de la Presencia de Dios, no solo por Su Nombre, sino por lo que Él es más allá de la vida del espíritu.

Las religiones tal vez no comprenderán lo que les estoy diciendo, pero si Yo no dijera esto, no sería Voluntad de Dios. Si Él envía a Su Hijo al mundo para prepararlos, ¿qué es lo que en verdad está sucediendo en este momento? ¿Por qué la humanidad enfrenta los primeros pasos de su Armagedón? ¿Será el sufrimiento el único aprendizaje? ¡No!, no lo es.

Cuanto más las consciencias se eleven, menores serán los sufrimientos y las deudas a enmendar. Quiero que aprendan como Yo aprendí, a ingresar en la Ley Divina. Yo les di una primera Ley para que la pudieran vivir, que es la Ley del Amor. Cuanto más se amen los unos a los otros, no solo estarán más cerca de Mí, sino también de Mi Padre.

Él necesita que, después de Mi Pasión, se cumpla lo que tanto ha deseado, que despierten los Cristos internos, que concreten la llegada del Reino de Dios en la fe, en el amor y en la confianza de los corazones. Pero primero deben amar lo que les pido, para poder participar.

No intenten comprenderlo, sino intenten aceptarlo. Por esa razón, los Padres Creadores hoy están ante la Consciencia del propio Elohim, para que desde el principio eterno surja una nueva intervención y oportunidad para todas las almas que lo acepten.

Por eso, Mi Iglesia Celestial se ofreció para ser la intermediaria en este acontecimiento y no solo hacerles revivir Mi Amor, sino también amar la Sabiduría Divina que proviene de la Fuente Suprema.

Hoy, los Padres Creadores meditan cómo llevarán adelante esa intervención en la humanidad, de una manera semejante a como Ellos lo hicieron en el pasado, con el pueblo de Israel.

Pero en este tiempo, la necesidad es muy grande para poder atender y corresponder. Se les ha encomendado a los Arcángeles esta misión. Que a través de la Fuente Azul de Elohim, la humanidad sea ayudada para que, al menos, una minoría sea el pueblo que cumpla con la Voluntad de Dios, así como los patriarcas la cumplieron.

Eso traerá la cura de la humanidad y la concientización en el proceso de redención humana. Y aunque todos estén ante el misterio de intentar comprender lo que Dios necesita en este momento, sepan que los Padres Creadores, los Arcángeles, inspirarán a diferentes pueblos en el mundo para que despierten a este llamado y cumplan la Voluntad Eterna, la que proviene del Padre directamente para cada una de las almas.

No solo la Pasión del Señor es ofrecida para que esto sea posible, sino también las oraciones, los sacrificios, las adoraciones y las obras de caridad que se realizan en el mundo entero a través de los seres de buena voluntad y, en este momento y ante esta crisis del mundo, permiten una Gracia extraordinaria y expiatoria, especialmente para aquellos que no la merecerían.

Las nuevas Tablas de la Ley serán entregadas a las Tribus de Israel, hoy extendidas por toda la Tierra. Los Padres Creadores encomendarán ese ejercicio para que en el alma de cada ser sea reconocida y sentida la Voluntad del Padre, que Él ha determinado después del último 8 de agosto. Eso significa que no solo ustedes son conscientes de esto, todo el universo es consciente de esto.

¿Entienden lo que les digo? No es un momento más. No es un ciclo más. Es un tiempo definitivo, pero también culminante no solo para su raza, sino también para todos los que la rodean en el universo, porque el único propósito y meta es la realización y el cumplimiento de la Voluntad, que traerá revelaciones, conocimientos y hechos.

San José ha sido encomendado por el Padre Eterno para ser el gran intercesor entre las almas y Dios desde el universo espiritual, para que las almas reconozcan lo que el Padre necesita en este momento para el planeta. Él será el Mensajero de los planos internos, no solo en la conversión del corazón humano, sino también en el despertar de este gran y último llamado.

Hoy permanezcan en la consciencia de lo que sucede en la Fuente Primordial. Y aunque el mensaje sea simbólico, ámenlo, así como Yo los amo a ustedes para que se animen y se arriesguen a vivir Mi Voluntad, porque todo lo que unen en el Cielo será unido en la Tierra, y todo lo que desaten en la Tierra será desatado en el Cielo.

Las sagradas matrices de la Creación son depositadas en las manos de los Padres Creadores para que, como en el principio de la nada, cuando no existía forma ni vida, Ellos vuelvan a contemplar y a meditar en el Llamado de Dios, de Elohim. 

En el Huerto Getsemaní Me fue revelado este misterio. Nunca podría haber retrocedido ni tampoco haberme negado a sufrir por ustedes, porque Mi propio corazón humano, al igual que el de ustedes, tenía miedo. Mis células tenían miedo por lo que vivirían, ante una gran injusticia y crueldad. Su propio Maestro se vio en Su persona humana.

A pesar de los errores, de las tribulaciones y de los asedios en el Huerto Getsemaní, Mi Corazón, al igual que el de ustedes, fue llevado a la paz para sentir confianza, coraje y valentía de vivir algo tan grande.

Yo confiaba, en ese momento, que ustedes harían cosas más grandes que las que Yo hice.

A pesar del abandono de Mis apóstoles, de la incertidumbre de Mis compañeros, no podía dejar de cumplir la Voluntad de Dios. Y cuando fui crucificado, en las Manos y en los Pies, Dios, en esa hora, Me pidió que Me superara; y lo profundo de Mi Espíritu en ese momento gritó: ¡Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen! Pero eso no solo fue por ese momento, sino por todo lo que sucedería después, hasta este presente.

Mi Espíritu sintió el impacto de la Cruz, pero también sintió el Amor de la Fuente, por la renovación del proyecto humano y la redención.

Mi Santa Madre no quedó atrás. Después de haber conocido este misterio del ofrecimiento del Espíritu de Cristo, en justificación de los errores humanos hasta los tiempos de hoy, Ella también se ofreció, colocando Su cabeza en el suelo de lo alto del Monte Calvario, para que Su vida y Su Corazón fueran traspasados por el dolor de Cristo, en reparación de todo el género humano.

Hoy Yo les pido que hagan lo mismo, más allá de la vida imperfecta, de las caídas, más allá de toda incomprensión, para que siempre le digan al Padre: “Señor, lo hago por Ti, por Tu Voluntad, por Tu Propósito, por Tu ardiente aspiración, por Tu Amor”.

Lleven las manos al corazón y agradezcan.

Ante la mirada reflexiva de Jesús, vamos a ofrecer esta Comunión para que las aspiraciones del Padre se cumplan en todos los corazones posibles.

Cuando Jesús estaba reunido con Sus apóstoles, momentos antes de Su Pasión, comprendiendo el Propósito de Dios más allá de la vida material para que nosotros, algún día, también lo comprendiéramos, Él tomó el pan, lo ofreció al Padre, agradeció y pidió que fuera transubstanciado en Su Cuerpo. Enseguida lo partió y se lo dio a Sus apóstoles, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

Enseguida Él tomó el Cáliz, elevándolo agradeció para que también fuera bendecido y transubstanciado en Su Sangre. Se lo pasó a Sus compañeros, diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la eterna y nueva Alianza, Sangre que será derramada por su Señor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos,
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.

El Cuerpo y la Sangre de Nuestro Señor Jesucristo.

Bienaventurados los puros de corazón, porque estarán en el Reino de los Cielos.

Padre Nuestro (en español e inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra.

Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme. 
Amén.

Recojan del Cielo esta revelación de la Fuente Primordial de Elohim, para comprender que es posible la transformación del corazón humano en la vivencia absoluta de la vida crística.

Hoy entonarán para Mí una canción que resuena en la vida de cada ser humano de este planeta y que hace comprender el misterio de la entrega de amor. Yo llevaré esta canción, tan simple y sencilla, al Padre en Mi Corazón, como testimonio de que es posible la redención en estos tiempos definitivos, en donde las llamas de la fe, del amor y de la confianza, siempre deberán ser renovadas para que se cumpla Su Voluntad.

Vamos a escuchar a pedido de Cristo: “Eso que soy, eso Te doy”, y después de esta canción cerraremos el encuentro de este día y nos recogeremos para meditar y reflexionar lo que el Señor hoy nos ha revelado.

Yo les doy Mi Paz, porque Mi Paz es inmutable. Mi Paz es transformadora. Mi Paz es curadora. Mi Paz trae la renovación.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN EL TERCER DÍA DE LA SAGRADA SEMANA, EN EL CENTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Para recibir en este momento la perfección de la Iglesia Celestial de Nuestro Señor, a Su pedido nos ponemos de pie y vamos a entonar “Ha Rishon”, para recibir el impulso de la Consciencia de Emmanuel.

Canción: “Ha Rishon V´ha Acharon”.

Acojan en su interior la Presencia de Emmanuel, uno de los grandes aspectos de Dios, en Mi Iglesia Celestial. Es el Dios pensante y creador, el que ha gestado en Su Espíritu todo lo que existe en la Creación y en el Universo.

Su Universo Mental no solo es expansivo, sino también es infinito.

De Emmanuel emana el poder del Propósito, la concreción de la Sagrada Meta.

De Su Mente creadora nacen todas las formas que fortalecen la expresión de la Iglesia Celestial.

A través de Emmanuel encontramos el camino de la rectitud, del alineamiento y de la armonía.

Su Mente Creadora debe actuar en todo lo que existe y vive. Por eso, en Su Plan no existe el error ni la equivocación, geométrica y matemáticamente todo es perfecto. De allí nacen las formas sagradas, los llamados símbolos de la Creación, que han constituido la manifestación de los universos espiritual, mental y material.

Hoy, en la Iglesia Celestial de su Maestro y Señor, estamos ante la Fuente Creadora de Emmanuel, regida por el sagrado Rayo Azul, que expresa Su Mente infinita y pura.

De Emmanuel nacieron los Arcángeles. La Fuente original de los Padres Creadores está en Emmanuel, y a través de los Padres Creadores, de los Arcángeles, nacen los principios y los atributos de la Divinidad, especialmente para este universo material.

En su interior y en este momento, vean dentro de ustedes la gran Nebulosa creadora de Emmanuel, la poderosa Mente del Padre Eterno, que impulsó, desde el principio, la manifestación de la Voluntad.

Vean dentro de ustedes la sagrada Nebulosa de Emmanuel y retornen al origen del Origen, así como hoy los Padres Creadores, por medio de la Sagrada Iglesia Celestial, retornan al Origen junto a todas las almas buenas y bienaventuradas.

Es así que deben encontrar, en este momento, en el silencio del corazón como en la vida inmaterial, la esencia de su propósito, el motivo de su creación y de su existencia.

Mientras tanto el Padre los contempla, así como Él los contempló en Su Poderosa Mente Creadora antes de que ustedes tuvieran vida, antes de que fueran una esencia con un propósito creador.

En la Nebulosa de Emmanuel está el principio de sus seres, el origen de su surgimiento, el camino que los llevará de nuevo a Dios.

Dios hoy ha querido que supieran estas cosas, que tomaran consciencia de este misterio que va más allá de la vida material y hasta de la vida espiritual.

Pregúntense internamente: ¿quién soy yo?, mientras ven dentro de ustedes la Sagrada Nebulosa de Emmanuel.

¿Quién soy yo?

Y vean escrito dentro de ustedes el Sagrado Nombre de Emmanuel, el “Dios en Nosotros”, y así comprenderán que su vida no termina aquí, que esta vida es un pasaje y es una experiencia que los llevará algún día a encontrar la verdad, la verdad que está dentro de cada uno de ustedes, una verdad libre de apariencias, de errores, de traumas y de sufrimientos.

Dios desea ardientemente que recuerden su vida esencial, el Dios en nosotros, y así todo lo superarán, todo lo comprenderán y al fin penetrarán en el misterio de la Consciencia de Emmanuel, así como el Hijo de Dios vive en el misterio de Su Padre, así como el Padre vive en el misterio de Su Hijo.

Lo que brilla dentro de ustedes, bajo el Amor de Dios, es más fuerte que todo lo externo.

Vean sus vidas de otra forma, comprendan sus caminos a través de otros símbolos, porque el “Dios en Nosotros” está allí, esperando hasta el día de hoy que realicen Su aspiración.

Sigan vaciándose y despojándose de sí mismos para que puedan comprender y amar la revelación de este misterio, que llega a la consciencia de todo el planeta y de la humanidad.

Mientras Mi Iglesia emana este impulso para el mundo, los corazones pueden encontrar la verdad y la respuesta que tanto esperan para entender que la vida no termina aquí y que es regida por un Sagrado Propósito, que está escrito en sus esencias desde que surgieron de la Fuente.

En este tiempo crucial de la humanidad, los Padres Creadores retoman los principios de la Fuente para poder derramarlos y depositarlos en todas las esencias posibles a fin de generar el despertar. Si eso sucede y las almas comprenden el mensaje que viene del universo, no será necesario el fin del tiempo y el caos en la humanidad terminará, porque millones de almas estarán conscientes de su propósito y podrían enmendar sus errores bajo experiencias de amor y de redención.

La Fuente purísima de la Consciencia de Emmanuel se abre a través de la Iglesia Celestial para llegar al mundo e intentar corregir sus errores, bajo el impulso de la Divina Voluntad que traen los Padres Creadores.

Si los ofrecimientos siguieran siendo verdaderos, muchas puertas inciertas se cerrarán y las almas no padecerán, porque habrán encontrado el sentido de estar aquí en este planeta aprendiendo de lo que están viviendo y experimentando, de lo que están sintiendo, en unión perfecta con el Creador.

Pero Emmanuel no es la única manifestación creadora del Padre; ya saben algunos de Sus Sagrados Nombres y debe ser su aspiración conocer aún más el misterio de cada Nombre Sagrado, porque son vibraciones que emanan de la Fuente Suprema, bañando todo el universo espiritual, mental y material.

Pero eso no termina allí, los Nombres de Dios son grandes llaves de acceso a la Consciencia Suprema y al reencuentro con la Fuente que los generó y que los emanó.

Emmanuel es el Gran Poder Restaurador del Universo. Durante los tres días en el sepulcro, el poder de la Luz de Emmanuel restauró al Sagrado Hijo y lo llevó a la Resurrección. Si las almas conocieran aún más ese poder no se perderían, porque quien adora al Dios que está en los Cielos, adora a toda la Creación y a toda su manifestación en los planos de consciencia.

Hoy están ante esta Nebulosa de la Luz de Emmanuel, para que la vida de la humanidad sea restaurada y la cura sea alcanzada en este momento del planeta.

Muchas de las esencias caídas retornan a la Fuente Primordial por intercesión de los Padres Creadores, para recuperar los principios que perdieron y los atributos que abandonaron desde que surgieron de la Fuente, y esto es posible por el descenso de la Iglesia Celestial y por este espacio físico ofrecido a su Maestro.

Hoy se da la unión interna entre el universo material, mental y espiritual; y las almas de la Tierra llevan consigo un gran impulso que proviene de Emmanuel.

Ahora, colocando sus manos en señal de agradecimiento y de recepción, encendamos dentro de cada ser la esencia del Propósito, entonando el Nombre sagrado de Emmanuel.

Podemos comenzar.Todos dentro de la Nebulosa azul de Emmanuel.

Cántico: Emmanuel.

Llevamos las manos al corazón y agradecemos. Agradecemos a nuestro Padre Creador.

Vamos a celebrar esta Eucaristía ante la Consciencia de Emmanuel y de Cristo. Vamos a pedirle a Nuestro Señor que nos haga merecedores de este momento para que podamos participar de los misterios de Amor de Cristo, reviviendo Su dolorosa Pasión.

Vamos a ofrecer en este momento una oración por todos los sacerdotes del mundo, para que el Señor siempre nos conceda la Gracia de representarlo en la superficie de la Tierra como Sus compañeros y apóstoles, para que también la consciencia sacerdotal sea restaurada en la Presencia del Padre Creador Emmanuel:

Señor, 
que mi espíritu sea purificado
en este momento,
para que yo pueda participar
de Tus misterios insondables de Amor.

Señor,
que mi alma sea purificada
en este momento,
para que yo pueda ser merecedor
 de todas Tus Gracias. 

Señor,
que mi mente sea purificada
en este momento,
para que mi consciencia esté unida
 a la Divina Mente de Dios, y así,
pueda tener la Gracia de cumplir, amorosamente,
con este santo sacramento.

Señor,
que mi corazón sea purificado
en este momento,
para que mis sentimientos estén unidos
a Tu purísimo sentimiento
de Amor por la humanidad.

Señor,
que mis manos sean purificadas
en este momento,
para que sea digno de participar
de la celebración y de la consagración
de Tu Cuerpo y de Tu Sangre.
Purifica mis manos de todo
lo impuro e incorrecto que he hecho,
para que sea bendecido
al poder tocar Tu glorioso Cuerpo.

Señor,
que mis ojos sean purificados
en este momento,
de todo lo que miro fuera de la Ley,
para que, durante la celebración,
siempre mi mirada esté fija solo en Ti.

Señor,
que mi boca sea purificada
en este momento,
de las palabras, dichos o juicios
que yo haya pronunciado contra el Amor de Dios,
para que todo lo que diga, a partir de ahora,
sea la Santa Palabra de Tu Evangelio,
bajo la Gracia del Espíritu Santo.

Señor,
que mis oídos sean purificados
en este momento,
de todo lo que yo haya escuchado,
para que a partir de ahora
solo escuche Tus Palabras,
y practique, como sacerdote,
todas Tus enseñanzas.

Señor,
vacíame en este momento,
para que no sea mi persona la que actúe,
sino la fuerza y el poder de Tu Espíritu,
el que realizará milagros y prodigios
en esta Santa Eucaristía.

Amén.

“Padre,
Tú que eres el Amor existente en toda la existencia,
en esta tarde de Misericordia,
ofrezco los méritos y los triunfos
del Sagrado Corazón de Tu Hijo,
para que sean derramados
por el poder de este Sacramento,
a fin de que las faltas de las almas
sean perdonadas,
los corazones sean reparados,
y la vida sea curada en todos los que lo necesitan,
a fin de que se cumpla Tu Voluntad.
Amén”.

Cuando estaba reunido con los doce, tomé el pan, en acción de Gracias lo elevé para que fuera transubstanciado por los ángeles de la Creación, a fin de que se convirtiera en el Cuerpo de Cristo. Enseguida lo partí y lo di a los apóstoles, diciéndoles: “Tomen y coman, porque este es Mi Cuerpo que será entregado por los hombres para el perdón de los pecados”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
(en portugués)

Enseguida, acabada la Cena, tomé el Cáliz y lo elevé al Cielo en acción de gracias, para que fuera transubstanciado en la Sangre de Cristo por los ángeles de la Creación. Luego lo pasé a los Míos y se los ofrecí diciéndoles: “Tomen y beban, porque este es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la nueva y eterna Alianza que será derramada por el Redentor para la remisión de todas las faltas. Hagan esto en memoria Mía”.

Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Te alabamos, Señor, y Te bendecimos.
Amén.
(en portugués)

Padre, Hijo y Espíritu Santo, que los poderes de Tu Gracia creadora desciendan a través de este Sacramento y establezcan la Comunión espiritual con todas las almas devotas del mundo.

Padre Nuestro (en portugués e inglés).

Que la Paz de Cristo descienda a la Tierra, bajo el Poder de Emmanuel.

Señor,
yo no soy digno de que entres en mi casa,
pero una Palabra Tuya bastará para sanarme.
Amén.

Anunciamos en este momento, a pedido de Nuestro Señor Jesucristo, ante la Presencia de Emmanuel, el Padre Creador, el establecimiento de la Comunión espiritual con todos los seguidores de Cristo del mundo entero, a través de tres campanadas.

Padre Celestial que a todos conduces,
acepta nuestra oferta de entrega a Ti,
guíanos por el camino del Amor
para que Tu Voluntad sea hecha.
Amén.

Santísima Trinidad,
Padre, Hijo y Espíritu Santo, os adoro profundamente,
y os ofrezco el preciosísimo Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad de Jesucristo,
presentes en todos los Sagrarios de la Tierra,
en reparación por los ultrajes,
sacrilegios e indiferencias con que Él es ofendido,
 y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María,
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.

Mi Padre, Emmanuel, fue el poder interior que Me hizo llegar hasta lo alto del Monte Calvario, aunque aparentemente nunca lo conseguiría, porque fue el poder de Su Amor que convirtió a la Cruz en el Árbol de la Vida.

Sus propias cruces pueden ser, algún día, el Árbol de la Vida. Crean en ello, porque el fin del cautiverio está próximo, y todo cambiará con Mi Retorno al mundo.

Hoy lleven a Emmanuel en el corazón y sientan dentro de sí Su Fuego azul para que la esencia del Propósito encarne en todas las almas posibles, y así como el amado Hijo, el Crucificado, las almas cumplan la Voluntad que proviene de la Fuente Suprema.

Quédense en Mi Paz.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Escuchamos, a pedido de Cristo, cerrando esta aparición, una canción que Él tanto siente y que ayuda a cada uno de nosotros, llamada “Haz de mí nada”.

Quiénes somos

Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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