APARICIÓN DE CRISTO JESÚS GLORIFICADO EN FÁTIMA, PORTUGAL, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS, PARA EL SAGRADO LLAMADO

Reverenciamos.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Oración: “Padre Nuestro”.

Vengo al mundo con Mi Gobierno Espiritual, Celestial y Divino para poder renacer en el corazón de los hombres, en la vida de todas las almas que Me dicen sí. 

De esa forma, no hay nada que los separe de Mí, no hay mal que pueda prevalecer, no hay obstáculo que pueda reinar, porque aquel que cree en Mi Nombre será bendito, será llamado “hijo de Mi Padre”.

Para esta Natividad que se aproxima, la Natividad de vuestro Maestro y Señor, deseo ardientemente, por medio del Fuego de Amor de Mi Corazón, que todos sepan en este momento que aún tengo gran sed por las almas; y Mi Corazón, repleto de Misericordia y Bondad, agoniza día a día por no poder derramar Mi Luz y Mi Amor en los corazones.

Después de mucho tiempo y bajo esta coyuntura espiritual de la Natividad de vuestro Maestro y Señor; hoy sí, puedo derramar Mi Amor y Mi Bondad en sus corazones; hoy sí, puedo abrazar a sus almas, contemplar el espíritu de cada compañero Mío y esposarlos Conmigo en esta sagrada alianza con el Redentor.

Le digo al mundo que no pierda la esperanza, que fortalezca la fe. Los tiempos son muy duros y difíciles, pero Mi Reino Celestial se aproxima a ustedes para elevar sus consciencias, para elevar sus corazones, para que Cristo vuelva a renacer en el corazón humano.

No le teman a sus purificaciones y pruebas, no se amedrenten. Yo estoy aquí, Soy su Amor Superior, Soy la manifestación de Dios, el Amor Sabiduría expresado ante ustedes como el Rey y Gobernante del universo.

Entren en Mi Corazón, por medio del camino de Luz que hoy les muestro. 

Retornen a Mi Amor para que puedan retornar a la Verdad, porque ante tanta necesidad planetaria, quiero entrar en comunión con aquellos que Me dicen sí; porque piensen por un instante: ¿cuántas veces, a pesar de las circunstancias, de los momentos y hasta de los desafíos, comulgaron de Mí?, ¿cuántas Gracias pudieron recibir a través de los tiempos y de todos los momentos que compartieron Conmigo?

Esto es lo que permite que Yo vuelva a llegar aquí, no solo a Fátima, a la bendita casa de Mi Madre, que es la bendita casa de todos ustedes que están aquí, bajo Su Reino Maternal, sino que también puedo llegar al mundo entero a través de este momento, para atender a la desesperación y a la angustia de muchos corazones que siguen enfrentando este tiempo de Armagedón, este ciclo de Apocalipsis.

Pero confíen, porque Yo ya estoy retornando. Tengan fe que estarán, cara a cara, delante del Maestro del Amor, delante del Maestro del Camino, delante del Maestro de la Vida. Porque lo que deseo ardientemente es estar con ustedes y con sus hermanos, no solo para que vuelvan a escuchar Mi Voz, que es la Voz del Amor del Padre Celeste, sino para que también puedan estar al lado Mío para sentir Mi Consciencia, para comulgar de Mi Espíritu, para recibir la cura y la sanación en todos sus seres.

Por eso, extiendo Mis Manos hacia el mundo para decirles a todos Mis compañeros, a todos Mis siervos, creyentes y devotos del Sagrado y Bendito Corazón de Jesús, que hoy Mi Luz desciende al mundo para disipar las tinieblas de la consciencia, para retirar del infierno terrestre a cuantos están perdidos en la oscuridad. 

Y esto es posible a través de todos los corazones que Me adoran y que Me aman, que son fieles a la sagrada liturgia de la oración, de la Comunión, de los Sacramentos, de la Adoración y del servicio. 

Todo esto atrae méritos incalculables para el mundo, como hoy que Mi Corazón está atento a la necesidad y al sufrimiento de todos Mis hijos de Afganistán, que viven un cautiverio sin precedentes, que viven la prueba más difícil de su nación.

Porque Mi Amor no es solo para los cristianos, Mi Amor es para el mundo entero, Mi Amor no es religión, Mi Amor es sideral, divino y mayor; es un Amor inconmensurable que impulsa a las almas a vivir en la bondad, en la solidaridad y en la generosidad. 

No se olviden de estos tres pilares: bondad, generosidad y solidaridad. Esto permitirá curar al mundo; esto erradicará para siempre la pandemia, porque las almas despertarán a su propósito interior, aquel propósito que fue gestado en la Fuente Suprema, cuando aún cada uno de ustedes era una pequeñísima esencia de Luz en los Grandes Estanques del Universo.

A través de esta próxima Natividad, permitan que en sus esencias resurja el Cristo Interno; porque el Amor está terminando en el mundo, y al acabar el Amor no puede estar presente la paz y aún menos puede estar presente el bien en las almas.

Sigan Mis Pasos con firmeza y determinación.

Así como hoy, puedo renacer en los corazones que me dicen sí, a pesar de sus dificultades y pruebas, ¿no sería maravilloso que, de una vez y para siempre, sean víctimas de Mi Amor y que todo lo que vivan en este momento sea un ofrecimiento sincero de sus corazones, para el triunfo del Retorno de Cristo?

Hay hijos Míos en el mundo, en África, en Medio Oriente y aun en Afganistán que, como fue con el pueblo de Israel, esperan la llegada del Mesías, del Redentor.

Abriendo Mi Corazón para cada uno de ustedes, les revelo Mis más puras intenciones; porque no se olviden que Yo Soy parte de ustedes, que vengo del Padre, así como ustedes vienen del Padre; que somos hermanos, pero también somos hijos del Creador; porque por más que Yo haya ascendido a los Cielos, Mi Corazón es un corazón humano, trascendido y glorificado. 

¿Acaso creen que son capaces de glorificar sus corazones, de ser transformados por la transverberación del Señor?  

No estoy hablando de misticismo ni tampoco de grandes experiencias, estoy hablando de la transformación de la vida por medio de la bondad, la generosidad y la solidaridad que puede vivir cada uno de sus corazones.

Es así que, en vísperas de la próxima Natividad de Su Señor, el Amor de sus vidas, su Pastor, Redentor y Señor coloca a los pies de este mundo Su más pura y soberana intención, Su Divina Aspiración de que las almas vivan el Amor de Cristo, viviendo el amor entre hermanos en generosidad, solidaridad y bondad. 

Esto transformará al mundo rápidamente. Porque es en lo más pequeño y no en lo más grande en donde deben aprender a vivir la Obra de Dios. Y esa Obra es formada por todas las almas, a pesar de sus diferencias o aun a pesar de sus naciones; porque llegó el tiempo de que, en esta Natividad, las almas sean parte del Cuerpo Místico de su Maestro y Señor; a fin de que los impulsos de Mi Espíritu rediman al planeta y transformen a las almas, a través de todos los que se postulen a ser víctimas de Mi Amor.

Por eso, el Padre Celestial sabe que todo lo que les digo es posible. 

Ahora es tiempo de que no solo escuchen Mis Palabras, sino de que sean Mis Palabras en acción, en bondad, en generosidad, en solidaridad para que este mundo se transforme.

La semilla del Amor Crístico hoy retorna a los corazones que la perdieron, porque este momento y este ofertorio realizado por los corazones devotos ha atraído hacia la Tierra esta Gracia y oportunidad.

Sé que en profundidad no comprenderán lo que les digo; pero no se preocupen, porque son sus mundos internos los que tienen que escuchar, comprender y saber todo lo que les digo, es allí en donde comienza el cambio.

Dejando la puerta abierta del Sagrario de Mi Corazón, les muestro la Llama de Mi Espíritu,flameante en el centro de Mi Ser, en donde las almas pueden adorar, contemplar y reconocer la Sabiduría del Amor de Dios. Porque fue ese Amor, como una Llama Flameante del Espíritu de Dios, que concibió no solo a la Creación en el principio, sino también creó a sus esencias a imagen y semejanza de Dios. 

Tengan en su memoria esta imagen, la Llama Flameante de Dios en el Sagrario de Mi Corazón, en el centro de Mi Ser, en el centro de Mi Alma, en el centro de Mi Divinidad.

Que este amor, más profundo y eterno, que hoy les revelo a todos, cure al planeta, restaure a las almas, santifique a los corazones, rescate a los que están perdidos y bendiga a todos los que claman por ayuda espiritual.

Oremos:

Sol de Dios, 
que alumbras la oscuridad de nuestras vidas. 
Espíritu de Dios,
 que liberas las faltas de nuestros seres. 
¡Ven Sagrado Cuerpo y Preciosa Sangre de Jesús!,
para que unidos a Ti, 
alcancemos la eternidad y el paraíso.
Amén.
(tres veces) 
 

En los días 24 y 25 de diciembre de este año, por medio del Inmaculado Corazón de María y de Sus huestes angélicas, el Gobierno del Amor de Mi Universo Espiritual estará descendiendo en todos aquellos corazones que se ofrezcan a rezar por la paz, durante la Vigilia de Oración de Nochebuena y también durante la Aparición del 25 de diciembre.

En esos días, que sus mundos internos estén atentos, porque Gracias especiales podrán descender a las almas y al planeta para aliviarlo de este calvario en el cual vive.

Les agradezco, compañeros y compañeras Míos, por haberse abierto a reconocer, adorar y contemplar la Llama Flameante del Espíritu de Dios, en el centro de Mi Ser.

Y, a través de la poderosa Luz de Mis Cinco Llagas, los bendigo, como Hijo del Sol, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

APARICIÓN DE CRISTO JESÚS DURANTE EL SAGRADO LLAMADO, EN LA CIUDAD DE ÁMSTERDAM, HOLANDA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Mientras el Hijo del Padre está presente, los universos se detienen para recibir a la Luz del mundo, la Luz que disipa las tinieblas, la Luz que vence el caos, la Luz que los lleva a la Paz.

Es esta Luz Divina que viene del Universo para encontrarse con las esencias creadas por Dios, para que las esencias abandonen los abismos de la ilusión, de la mentira, de la indiferencia, de la omisión.

La Luz Divina de Dios, a través del Hijo, desciende al mundo para encontrarlos, para convocarlos y para llamarlos a recordar la Voluntad del Padre y toda su existencia interior desde el origen.

Es esta Luz Divina de Dios, por medio del Amado Hijo, que los lleva al conocimiento sagrado del Universo y de toda la manifestación de las Fuentes de la Creación.

Por medio de la consciencia de la Luz Divina vengo a elevarlos, vengo a retirarlos de la perversión, de la ceguera espiritual, de la falta de discernimiento y de sabiduría.

Vengo a recuperar los valores de su pueblo y de su nación, los orígenes de sus orígenes, la hospitalidad de cada una de sus almas, la solidaridad de cada uno de sus espíritus que una vez unidos a la Fuente trajeron la apertura espiritual y material para recibir a otras culturas y a otros pueblos, así como lo ha hecho Alemania en los últimos tiempos.

Viviendo esos principios de fraternidad y de solidaridad con sus semejantes y con sus hermanos, no importando la nación o la cultura, abriendo las puertas al acogimiento y al amor es que las naciones de Europa podrán ser perdonadas por todo lo que cometieron a través de los tiempos, no importando la gravedad o la maldad ocasionada.

Porque esta Luz Divina que viene a encontrarlos desde el Universo Mayor es la Luz que les trae la Misericordia, una Fuente de Gracia y de expiación que ustedes necesitan para que sus vidas se transformen completamente conforme a la Voluntad del Padre y al compromiso que cada uno de ustedes debe vivir en este tiempo.

Por eso, compañeros, alégrense, vivan el júbilo a través de la Luz Divina de Dios, Luz que trae el Hijo del Altísimo para convertir las esencias al Amor de Dios, para que las esencias sean bañadas por la Sabiduría y sean colmadas por la Gracia que llega, en estos tiempos difíciles, para abrir los ojos de los hombres, para que recuperen la filiación con el Universo y su existencia.

Por eso vengo a recuperar, uno de los más importantes atributos de su nación, el atributo de la hospitalidad y de la solidaridad que una vez vivieron con sus naciones hermanas y que hoy viven con otras naciones del mundo, tan lejanas a la vuestra.

Eso, compañeros, el espíritu de la solidaridad y de la hospitalidad despertará en ustedes el amor al servicio, no solo por el ser humano sino también por los Reinos de la Naturaleza que claman por la ayuda del hombre de superficie para poder soportar el fin de estos tiempos, los tiempos más definitivos de la Tierra.

Para recuperar esos valores que hace vivir en cada uno la igualdad, no sólo como sociedad sino también como pueblo, compartiendo en fraternidad todo lo que tienen podrán impulsar a otras naciones del mundo a que también abran las puertas, no sólo de sus hogares sino también de sus corazones, para recibir al refugiado y al que sufre porque en esencia y en Luz Divina todos son hermanos, todos son hijos de Dios, más allá de las faltas o de los errores, más allá de los aciertos o de los hechos cometidos.

Recuerden que son hijos de Dios y que la Fuente de la Luz Divina hoy se aproxima a ustedes para traer a Holanda una oportunidad espiritual, que hoy es sembrada en la consciencia de muchos para que en el tiempo venidero dé sus frutos, así como el Padre lo espera y lo necesita.

Hoy vengo a llevar sus consciencias hacia la universalidad de la vida, hacia la comprensión más amplia de la realidad mayor y superior, que en este tiempo trae impulsos de Luz para las consciencias a fin de hacerlas partícipes de la verdad, de todo lo que los transformará y les hará tomar conocimiento sobre la situación planetaria de estos tiempos.

El espíritu de la solidaridad y del acogimiento los sacará de sí mismos para encontrar en cada punto de esta ciudad, y más allá de ella, el Amor de Dios que hace falta en los corazones que se olvidaron de su compromiso interior por sustituirlo por las tendencias de estos tiempos.

Pero Yo hoy abro Mis Brazos sobre Holanda y el mundo entero, así como abro sus corazones para que sientan la hermosura de estar en Dios y de participar en comunión de Su Amor Divino, lo que los hace más dignos hijos de Dios, más serviciales, más humildes, más disponibles para poder llevar adelante en este ciclo final el Plan del Padre que debe cumplirse, compañeros, primero dentro de cada uno de ustedes para que él después se cumpla en toda la humanidad.

Es por esa razón que está llegando el tiempo y el momento de que todas las naciones y sus habitantes despierten conscientemente al Retorno de Cristo. Por eso en este ciclo vengo en Divinidad para que sus almas puedan recibir Mis sutiles vibraciones, para que después toda su consciencia pueda ser partícipe del cumplimiento de esa promesa que una vez Yo realicé, en lo alto del Monte de los Olivos, cuando le dije a los apóstoles y a todo el pueblo de Israel que así como el Hijo de Dios era elevado por las nubes de Luz, el Hijo del Padre retornaría por segunda vez entre las nubes del Cosmos para que la Luz del Padre transforme y redima completamente a todo el género humano.

El tiempo se está acercando, ese acontecimiento se aproxima. Por eso la voz de los Mensajeros Celestiales resuena en el interior de las naciones del mundo para que la mayoría posible, de la noche a la mañana, sea partícipe de ese momento, de la Segunda Venida de su Redentor.

Mientras contemplo a una Holanda que debe renovarse en el Amor de Dios, contemplo a muchas naciones del mundo que también necesitan recibir la Misericordia de Dios.

Este momento, compañeros, esta hora que vivimos juntos entre el Cielo y la Tierra, entre la Voluntad Superior y la voluntad interior que se fusionan para poder cumplir el Plan, es que con alegría por todo lo que ha sucedido en esta peregrinación, por el esfuerzo verdadero y sincero de cada ser orante y colaborador, por cada gesto de amor entregado hasta en los más pequeños detalles, después de todas las ciudades visitadas y de todos los propósitos cumplidos conforme a la Voluntad de Mi Padre es que Europa estará pronta para recibir al Redentor en Cuerpo, Alma y Divinidad, así como lo estará África algún día.

Mi Corazón palpita también por ese continente sufrido y explotado por los hombres, olvidado por los más poderosos y aprovechado por los más injustos.

Pero las oraciones de los más inocentes, de las almas de Angola y de toda África, por intermedio de Nuestra Señora de Kibeho, han preparado el camino interior y espiritual para que los Mensajeros Divinos lleguen allí algún día.

Escuchamos sus corazones y sus oraciones, escuchamos las peticiones de nuestros hijos de Angola que han orado, en su mayor miseria, por los que más tienen para que se puedan salvar como ellos ya se salvaron y están Conmigo en el Reino de los Cielos.

Quiero que el mundo conozca la verdad. Para el próximo ciclo, Mi Divina e Insondable Misericordia descenderá en amor, justicia y compasión en Francia y ella se propagará con la Divina Madre en las islas Mauricio, desde donde también África, Madagascar y el sur de la India se verán beneficiadas espiritualmente. 

Estos también son los frutos del trabajo generoso y amoroso de los hombres y mujeres, jóvenes y niños que han trabajado verdaderamente, sin importar el tiempo, por el triunfo del Inmaculado Corazón de María y por la victoria de Mi Sagrado Corazón durante esta peregrinación por Europa.

Aquí, en esta hora y en este momento, ante el Cielo y la Tierra, ante sus almas y ante todos sus hermanos del mundo, por medio de la Misericordia del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo vengo a cerrar un ciclo proclamando la victoria del Amor en las esencias más perdidas del mundo, para que elevadas al Reino Celestial por la Suprema Madre del Mundo y acogidas por el Castísimo Corazón de San José, se cumpla el advenimiento de Cristo en la humanidad.

Y las Gracias de Dios no sólo llegarán a Francia en una próxima vez, sino también a las islas Mauricio para que Madagascar, África y el sur de la India también sean contemplados por el inmenso océano de la compasión de Dios.

Que así sea.

Ante las Puertas del Cielo celebremos la comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo ofreciendo estos elementos del altar que amorosamente serán transubstanciados por su Señor a fin de que los valores de la fe y de la solidaridad no sólo se restablezcan en Holanda, sino también en Francia, en África y en las islas Mauricio.

Celebremos, agradezcamos y regocijémonos en Dios porque el Amor en el hombre vuelve a triunfar.

Hoy se presentan ante el altar los frutos del trabajo del hombre por medio del trigo que se convierte en pan para dar alimento a los hijos de Dios y por medio del vino para saciar la sed de los corazones del mundo.

Nos colocamos de pie.

“Bendice esta agua Señor para que lave con Tu Amor y con Tu Luz a los corazones de Holanda, para que ellos encuentren el camino verdadero de su unión espiritual Contigo por los siglos de los siglos. Amén”.

“Así como el incienso que protegió y amparó al Hijo de Dios, cuando reposaba en el Santo Sepulcro, exorciza Señor a través de este elemento todo lo que no pertenece a Tu Luz para que la consciencia humana sea elevada”.

“Por el Agua que brotó de Mi costado, que este agua todo lo purifique y lo sublime a fin de que las almas se liberen de sí y alcancen Tu Paz”.

A pedido de nuestro Señor Jesucristo, invitamos a todos los que puedan a arrodillarse para la consagración.

Recuerda hijo Mío, cuando el Señor tomó el pan elevándolo a Dios, la Luz Divina lo bendijo y lo entregué a los apóstoles diciéndoles: ¨Coman todos de Él porque este es Mi Cuerpo, que será entregado por lo hombres para el perdón de los pecados¨.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Enseguida tomé el Cáliz entre Mis manos y dando gracias a Dios por ese sacrificio, la Luz Divina lo bendijo, lo entregué a los apóstoles diciéndoles: ¨Tomen y beban todos de este Cáliz, porque es el Cáliz de Mi Sangre, Sangre de la Nueva Alianza que será derramada por su Señor para la remisión de las faltas. Hagan esto en Mi memoria¨.

Te alabamos Señor y te bendecimos (se repite tres veces).

Que así como le enseñé a Israel en el Monte de la Bienaventuranzas la oración del Padre Nuestro, hoy les pido a ustedes que como un nuevo pueblo y una nueva consciencia oren junto Conmigo esa oración.

Oración: Padre Nuestro.

El Cuerpo y la Sangre Divina de Cristo, dichosos y bienaventurados sean los que se sirvan de este Sacramento porque hoy recibirán una Gracia que perdurará el resto de sus vidas y les traerá una expiación, por los méritos alcanzados por su Maestro y Señor en el Monte Calvario hasta Su muerte en la Cruz.

Amén.

Oración de oferta al Padre Celestial.

Que la Unidad entre las consciencias prevalezca para que el Plan de Dios se cumpla en cada corazón humano y se exprese la belleza del Amor de Dios en los corazones así como en toda la Creación.

Yo bendigo a Holanda, así como bendeciré con Mi visita a Francia e islas Mauricio.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

En honor y gloria a Dios, por la Misericordia que brota en Mi Corazón para que también en Holanda siempre esté presente la paz y en gratitud por toda la peregrinación realizada de una forma milagrosa y contundente en Mi nombre, y por los mil años de Paz, se darán el saludo de la paz.

Que el Padre Celestial siempre los bendiga.

Les agradezco.

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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