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40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
"Retira de tus flaquezas la fuerza del espíritu, y deja que tu espíritu te conduzca y te guíe para el cumplimiento del Propósito Espiritual.
Levántate de tus caídas, todas las veces que sea necesario, pero no te coloques como víctima, sino como responsable de tus propios actos.
Deja que el poder de la Misericordia Divina transforme todas tus miserias para que te puedas liberar de ti mismo, de tus propias resistencias.
Todo puede ser renovado, recuérdalo bien. Nada es fijo ni permanente, el universo es dinámico y cambia todo el tiempo.
Sé valiente para poder reconocer tus defectos, pero no te castigues con tus pensamientos.
Decídete a alcanzar la libertad interior que Yo te ofrezco. El desierto es para los valientes de corazón, para los que no temen ser otros".
Cristo Jesús
40 días con Jesús a través del camino cuaresmal
Hoy, vengo a ti y a tus hermanos para que atraviesen Conmigo la puerta de la Cuaresma.
Por eso, en estos próximos cuarenta días previos a la Pascua, vendré de forma extraordinaria y en momentos inesperados a entregar impulsos crísticos que ayuden a preparar a las almas para la Pascua del Señor.
Podría pedirles cosas inesperadas. El lugar donde entregue cada Mensaje será escogido por Mí según la necesidad, será alguna de las áreas del Centro Mariano o de la Comunidad-Luz Figueira.
Les pido que estén atentos a Mi Llamado. En vigilia, esperarán con alegría Mi llegada, que será precisa, inmediata y extraordinaria.
Quiero que puedan vivir, de forma semejante, lo que Yo viví durante Mis cuarenta días en el desierto. Les ofrezco Mi Corazón a todas las almas, como refugio predilecto de Dios.
Cuando Yo les avise el momento en el que vendré durante los próximos 40 días, ustedes tocarán las campanas de sus casas, para que sus hermanos sepan que estoy llegando y así, todos los que deseen se puedan reunir rápidamente en el lugar indicado. Les aseguro que será un momento diario de renovación espiritual.
Hoy, les entrego Mi primer impulso crístico para esta Cuaresma:
“Sé paciente en el camino que atraviesas. Estás ante la puerta del último tiempo, ábrela y entra en el camino que ahora te indico.
Sé valiente y camina en el desierto Conmigo. Te enseñaré a perdonar y a reconciliarte contigo mismo, no te desanimes”.
Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy vengo a un lugar, a una ciudad, a un país que está viviendo los primeros momentos agudos de la humanidad. Por esa razón, Yo estoy aquí entre Mis compañeros, amigos y servidores.
Vengo para consolar al corazón afligido. Vengo para traer cura al corazón enfermo. Vengo para traer alegría al corazón que perdió la esperanza. Porque estos son tiempos cruciales para la humanidad, resultado de sus elecciones y decisiones de vida. Con nada de esto tiene que ver vuestro Dios, Nuestro Padre Celestial. Él envía a Su Hijo para auxiliarlos y socorrerlos porque ustedes, compañeros y servidores Míos, han dado testimonio de Mi Presencia en sus corazones y en las acciones de la vida. Por esa razón, también estoy aquí para que, unidos en la fe, aprendan a trascender el fin de los tiempos, primero dentro de ustedes, y para después ayudar a la humanidad, a todos sus hermanos y conocidos.
Estos son tiempos inexplicables, en los que las naciones están definiendo su destino y en ese destino hay millones de almas, muchas pero muchas almas inocentes, especialmente almas que deberían estar en este tiempo y en esta humanidad, y que no las quieren dejar estar debido a la libertad que hoy asume la mujer en la humanidad. Esto también es una aflicción para Dios, porque los hombres y mujeres de la Tierra no quieren vivir Sus Leyes, sino alterarlas. Es no tener consciencia de la Verdad y del resultado de lo que esto significa para la vida en la superficie de la Tierra.
Por eso, también son tiempos de Misericordia, porque la Misericordia concederá milagros, llevará a las almas hacia Dios y permitirá que los corazones se reconcilien, unos con otros, sabiendo que es necesario aún curar muchas heridas en los corazones y también en las naciones. Por eso, Nuestro peregrinar por las naciones del mundo se volverá, cada día más exigente, desafiante y diría, de una gran osadía, porque son tiempos en los que las fuerzas retrógradas del planeta quieren mantenerse en la humanidad para tenerla presa y oprimida. Pero la Luz y el Poder del Cetro de Dios llegará, de la Mano del Hijo del Hombre, para liberar a los corazones y a las almas de la Tierra que viven las prisiones de la vida, que viven la opresión, que viven la perdición.
No puedo prometerles, compañeros, tiempos de alegría porque lo que hoy vive la humanidad es por su propia elección. Pero si están Conmigo, Yo les puedo prometer tiempos de júbilo, de milagros, de conquistas internas y espirituales, tiempos de trascendencia y de cura, momentos de perdón, de reconciliación y de paz, aunque el mundo en su superficie esté en constante batalla.
Toda la Creación está llegando al momento de su Juicio Universal y, cada día que pasa, ese momento se aproxima a la consciencia humana. Nadie estará excluido de ese acontecimiento. No será un Juicio para castigar, sino que será un Juicio para rever, para reflexionar y madurar y, especialmente un Juicio para corregir.
El Padre Celestial Me ha enviado a la Argentina, en esta situación y circunstancia, y también Me envía por el mundo entero, por todas las almas, por todos los pueblos y todas las culturas, por todas las religiones, para que Yo les anuncie la Buena Nueva que debe despertar en sus corazones la oportunidad de volver a Dios y de estar ante Su Presencia; sabiendo que el Padre Celestial espera entregarles Su Amor y Su Bondad, Su Misericordia y Su Perdón para que, verdaderamente, compañeros Míos, aprendan a ser felices en la vida espiritual y material, uniéndose todos los días a la Fuente de Dios, sabiendo mantener, dentro de sí, el contacto interior.
Mas, lo que Me mueve a venir a las naciones del mundo es la adhesión de Mis compañeros, servidores y colaboradores, de los peregrinos, de los que intentan seguir fielmente el Camino de Cristo. Esto es lo que Me motiva a venir aquí, especialmente a la Argentina, porque sé que existe el potencial para gestar, dentro de cada corazón argentino, su proceso de redención y de perdón, para que vuelvan a ser como en los tiempos pasados, los apóstoles de Cristo.
Dentro de cada uno de ustedes, dentro de cada uno de Mis hijos de Argentina, existe una luz desconocida que aún no han descubierto. Argentina tiene una tarea importante como país y como pueblo, como una parte de la humanidad que preparará, por su compromiso, el Retorno de Cristo. Y esto ayudará, beneficiará y favorecerá a las demás naciones del mundo, como por ejemplo a Uruguay que no se está abriendo para escuchar la Voz del Padre Eterno.
Este es el tiempo, compañeros, de saber luchar por medio del amor y sin espadas, porque el triunfo de Mi corazón se dará en la concreción del Plan Divino en sus vidas, con sus ejemplos, en su fidelidad Conmigo. Esto es lo que Yo necesito, algo tan simple pero profundo, algo que nace del corazón de aquel que comprende, más allá de Mis Palabras, el Propósito de su Maestro y Señor.
Vengo a colocar en Argentina un bálsamo de paz y de reconciliación, sabiendo que Dios, su Padre Celestial, no puede estar ausente de la consciencia de Argentina y no puede ser sustituido por las formas de vida y por las elecciones, tan inconscientes, de los hombres y mujeres de este país.
No pueden entrar, compañeros, en la misma corriente de conflicto, de adversidad o de caos. Por medio de la oración, activen el Rayo de la inteligencia, del discernimiento y de la ciencia; y tendrán fe y conocimiento para poder superar el fin de los tiempos y así poder ayudar a sus hermanos, a los más ignorantes, a los más perdidos, a los que no tienen a Dios y a los que lo niegan completamente.
Pero los tiempos más difíciles llegarán y no será necesario que los vivan. Aún tienen tiempo para poder recapacitar y reconciliarse con Dios, así como Mi Madre lo pidió una vez en Fátima a toda Europa, después de que Europa fue completamente destruida por la adversidad y el caos. Pero, en la Argentina, a pesar de sus tiempos difíciles, existe una pureza que aún es desconocida, una pureza especial que les ha dado Dios para que por medio de su Rayo de Voluntad-Poder aprendan a alinearse con el Propósito y a manifestar Su Voluntad. Sé que aún no alcanzaron esto, pero mantengan firmes sus aspiraciones para poder gestar, sobre la superficie de la Tierra, una verdadera familia espiritual que es parte de la Hermandad Divina de Nuestros Corazones y que, más allá de todo y de cualquier acontecimiento, se une a Dios de corazón y en fidelidad.
Hablo tanto de fidelidad, compañeros, porque es lo que los protegerá de ustedes mismos, no solo a Mis compañeros de Argentina, sino a todos Mis seguidores, servidores, colaboradores y consagrados. El mal no conoce la fidelidad, la fidelidad a Dios, a Su Propósito, a Su infinita Voluntad y Sabiduría. Si ustedes conocen la fidelidad, se volverán verdaderamente libres de las cadenas, de las amarras, de las opresiones de la vida y del caos planetario; porque la fidelidad siempre los podrá llevar a la paz, a la confianza y a la certeza absoluta de que Dios está en ustedes y en todo.
Argentina es el preámbulo de grandes acontecimientos que se avecinan y que se aproximan. La adhesión de los corazones, por poco que parezca, representa mucho para Dios. Por eso, Su aproximación a la consciencia de los argentinos se dará en estos meses de agosto y de septiembre de una forma especial, porque será la preparación para una nueva etapa de desafíos, de exigencias y de entregas cada vez más profundas y definitivas.
Sé que muchos podrían no sentirse preparados, aptos ni disponibles para lo que les estoy diciendo y pidiendo, pero crean y confíen que si siempre están Conmigo y Me llaman, lo podrán lograr porque conozco a sus personas, a sus almas, a sus espíritus y a toda su vida interna. No pediría algo que nunca pudieran alcanzar, pero hay una parte que ahora le corresponde a cada uno de Mis compañeros, servidores, colaboradores y consagrados.
Cada uno tendrá su momento de entrega y de profunda definición, que será entre el alma y Dios, para que la Gracia Divina siga descendiendo al planeta y a la humanidad. Y, a pesar de que en la superficie de la Tierra ya nada tenga sentido ni motivo, habrá una razón de seguir estando aquí, en este planeta azul, por esta creación y por esta sagrada naturaleza que les ha dado el Padre Celestial para que aprendan a contemplarlo, a adorarlo y a amarlo en todo lo que vive y vibra.
Sé que quisieran escuchar palabras preciosas, agradables y que consuelen a sus corazones, pero yo nací en la superficie de este planeta no solo para anunciarles la Buena Nueva, sino también para decirles siempre la Verdad que los hará madurar y crecer interiormente.
Que esta Maratón, tan importante para Mí, sea una Maratón de madurez y de crecimiento en la consciencia y en las acciones, para que nuevas responsabilidades puedan ser entregadas en sus manos y puedan seguir representándome en este tiempo crítico, en el que la mayoría de las almas no quiere ver a Dios.
Le pido al mundo entero que ya no culpe más al Padre Celestial por lo que le sucede, que asuman la responsabilidad de lo que hacen, día a día, sabiendo que el Universo les dió leyes y mandamientos para estar alineados con el Propósito y para saber seguirlo sin necesidad de perderse ni confundirse.
Coloquen sus consciencias en lo que es vertical, en lo que va hacia lo Alto, en lo que los une al Universo y así encontrarán la paz y la fuerza interior para seguir adelante, para seguir Mis pasos, de pies descalzos y humildes que los llevarán al encuentro de la Vida Crística.
Que esta Maratón sea un motivo de renovación, de conmemoración, porque se cumplen más de seis años desde que Yo les pedí, compañeros, ofrecer la Maratón de la Divina Misericordia en estos tiempos difíciles, para sostener el Plan de Dios en la humanidad y soportar las corrientes de la adversidad y del caos, aprendiendo a transmutarlas y a liberarlas con la fuerza y el poder que tiene el verbo en la oración.
En la confianza de Dios, Yo les doy la paz y la gratitud infinita por haber preparado cada detalle con amor, consciencia y entrega para su Señor, su Maestro y Redentor.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Iré al encuentro de Mis hijos y compañeros de Argentina para que puedan curar las heridas del pasado, las que aún permanecen abiertas en muchos corazones.
Pero también iré al encuentro de los más pequeños y valientes niños, los que en su inocencia ofrecen a Dios sus sacrificios, para compensar los errores de los adultos.
No todos los niños son felices por estar aquí, en este tiempo final de la transición.
Muchos de ellos se ofrecen a Dios por aquellos corazones que aún no se arrepienten y no piden perdón a Dios.
Mi Corazón irá a Argentina por los niños más inofensivos y pequeños, porque ellos son el futuro de la nación y no pueden perder la pureza que trajeron aquí como servicio de amor a la humanidad, la que perdió su inocencia y su pureza.
En este tiempo, en Argentina existen niños que son grandes consciencias que vinieron en este ciclo de la humanidad para servir y ayudar al planeta; para que los valores de la fe, de la familia, de la unidad y del bien no se desvanezcan de la consciencia de la raza humana, más allá de los acontecimientos y de las situaciones que viva la humanidad como aprendizaje.
Los niños de Argentina y del mundo entero viven para que los adultos los amen y aprendan a cuidarlos y a ampararlos, para que a través de la unidad de la familia, los más pequeños tengan la oportunidad de crecer y de expresar los valores y las virtudes que ayudarán para la renovación del planeta.
Por esa razón Mi Sagrado Corazón irá a la Argentina por los más pequeños, los pequeños e inocentes que vienen de las estrellas para traer y expresar un mensaje de amor para aquellos que lo olvidaron.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En este día, compañeros, su Maestro se prepara, en recogimiento y en oración, para poder llevar adelante el importante momento de la liberación de Holanda.
Para eso, las grandes huestes angélicas también se preparan para llevar adelante la Voluntad de su Maestro y Señor y así, generar una renovación espiritual y un camino de redención para todas las almas que, siendo miserables, necesitan urgentemente Mi Divina Misericordia.
Por eso, este es el tiempo en el que el Universo del Amor y de la Sabiduría se aproxima a la humanidad para conceder a las consciencias un tiempo de reflexión, de penitencia y de redención.
Es ese Universo del Amor, muy desconocido por los hombres, el que permitirá que milagros espirituales se den en las almas que más necesitan de ayuda y de perdón.
Pero este trabajo crístico que sucederá en Holanda tendrá sus frutos internos en el tiempo, cuando las almas consigan por sí mismas reconciliarse con Dios y volver a ver la Luz del Corazón del Padre.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados, y en ellos derramo los principios y atributos que, en este tiempo, Europa necesitará para llevar adelante su gran momento de redención, de perdón y de renovación.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, represento a las siete poderosas Voluntades del Padre Creador no solo para Europa, sino también para el mundo entero.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, vengo a depositar en la consciencia de Europa la oportunidad de amar a Dios verdaderamente y de encontrarme en el semejante.
Soy el Señor de los Siete Cálices Sagrados y, a través de ellos, instituyo los Dones de Dios, los siete principios creadores que descenderán en este próximo ciclo al planeta para revertir la situación crítica de la humanidad.
Soy el Señor de los Siete Cálices y, desde el Reino de Fátima, hoy les traigo esta revelación: el Señor de los Siete Cálices estará llegando para anunciarle a Europa que su tiempo de redención y de perdón se aproxima.
Vendrá el Señor de los Siete Cálices para volver a despertar a Sus doce apóstoles del último tiempo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Cuando los Sagrados Nombres de Dios son invocados, sus códigos de vida son derramados sobre las consciencias que los llaman, y esto también trae y despierta la renovación.
En los Sagrados Nombres de Dios está el impulso espiritual que las almas necesitan para aprender a vivir la Divina Voluntad.
Los Sagrados Nombres son puertas de contacto con niveles elevados de la Consciencia Única, y su invocación atrae espiritualmente la cura, la luz y la redención que las almas necesitan para evolucionar y trascender sus aspectos terrestres.
Los Sagrados Nombres son corrientes poderosas de energía divina, y esos Nombres permiten que el alma se pueda religar con Dios y con todo el Universo como con la Fuente de la Creación.
Los Sagrados Nombres de Dios activan en las esencias el recuerdo primordial de su origen y de su procedencia espiritual.
Los Sagrados Nombres colocan al espíritu de la consciencia en el escalón de la ascensión espiritual y de la redención.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Acércate a Mí y Yo te llevaré hasta la Fuente Inmaterial de Mis Gracias, lugar en donde lavarás tus pies, tus manos y tu cabeza para poderte purificar y reconsagrar.
Quédate dentro de esa Fuente para que tu alma se pueda renovar y, en consecuencia, toda la humanidad sea renovada al haber alcanzado tú la redención.
Quédate en Mi Fuente Inmaterial para que tu ser se pueda sublimar y encuentre el sentido de Mis Leyes Inmateriales.
Quédate en Mi Fuente para que todo lo interno se pueda curar, y lo más viejo y profundo se pueda liberar, a fin de que nazca la esencia del nuevo ser.
Quédate a Mi lado después de haberte purificado. Sonríele a la vida y vivirás la renovación.
Quédate sumergido dentro de Mi Silencio para que, encontrando dentro de tu ser la Verdad de Dios, participes de la comunión con la vida divina y también renueves el camino del apostolado y del servicio a la humanidad.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
La luz de los primeros Cristos comienza a despuntar dentro del universo interior, porque ellos son congregados para la oración y sus voces proclaman las Bienaventuranzas del Cielo.
Los Nuevos Cristos comienzan a surgir porque ellos se comprometieron, de corazón, a testimoniar el Amor del Redentor y a retransmitirlo hacia toda la consciencia planetaria.
Estos Nuevos Cristos no quieren nada para sí, solo aspiran a cumplir con la oración diaria para que el Maestro del Amor guíe sus pequeños pasos.
Los Nuevos Cristos comienzan a manifestarse y ellos sorprenderán porque serán las personas que menos imaginan. Ellos son testigos y adoradores de la Pasión del Señor, son capaces de darlo todo por amor, bajo cualquier circunstancia.
Los Cristos del Nuevo Tiempo comienzan de cero todas las veces que sea necesario, hasta que, por sí mismos y por todos los medios que les ha dado la Jerarquía, consigan expresar los pasos del Plan; y también son los que se mantienen neutros para no confundirse con nada del mundo.
Los Nuevos Cristos solo dicen “sí” y por ese “sí” viven, además de todo lo que pueden entregar para que la Creación sea renovada.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Novena al Sagrado Corazón Espinado de Jesús
Cuarto día
Hoy retira de Mi Corazón la dolorosa espina de la indiferencia que muchos de Mis seguidores Me dejaron, aquellos que antes estaban Conmigo y que todavía piensan que lo están.
En verdad, la indiferencia de esos corazones los cegó completamente, al punto de desafiar Mi Obra y ponerla a prueba.
Tuve que cargar con la espina de la indiferencia de Mis viejos compañeros para que la Ira de Dios no golpeara a la puerta de cada uno de ellos.
Por eso, retira de Mí, por medio de tu simple oración, esta incómoda y dolorosa espina de los que creyeron ganar, pero que ya fracasaron espiritualmente.
Mi Silencio revela lo más íntimo de Mi Corazón, porque en este tiempo decidí decirles toda la verdad, por más dura que parezca.
Tengo el deber de preparar Mi segundo retorno en sus corazones y necesitaré de corazones verdaderos y no de corazones perfectos, porque la perfección solo la encontrarán en Dios.
Cuando los corazones no son verdaderos, mienten y son indiferentes, a partir de allí, esas almas pierden la oportunidad de amar.
Tú, ofrécele al Padre Celestial también tus fracasos, tus debilidades y tus amarguras. Cree que, a través de la espina de Mi Corazón y por el ofrecimiento del Amado Hijo, Yo podré volver a renovarlo todo.
Ten fe, hijo Mío, y con devoción y amor retira de Mi Corazón la espina dolorosa de la indiferencia; así ayudarás a tu Maestro para que el inacabable manantial de la Misericordia aún permanezca abierto, sanando y convirtiendo a los corazones endurecidos.
Escapa de cualquier acto indiferente y procura percibir en dónde está la indiferencia, porque ella es astuta como la serpiente, se esconde y surge en el momento menos pensado.
Vence la indiferencia por medio del servicio incondicional a los demás, así también, junto a Mí, vencerás en el nombre del amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
El Fuego Divino que en estos tiempos desciende a través de la acción del Espíritu Santo, es un fuego más fuerte e inmutable.
Este Fuego corrige y transmuta las corrientes contrarias, y es capaz de impulsar las siguientes etapas del Plan de manifestación.
Ese Fuego remueve todo lo que es corrupto, para que, por medio de su ascensión, las consciencias alcancen el sentido de lo sagrado.
Este Fuego es capaz de consumir toda una forma y toda una estructura rígida.
Por eso, el Fuego Divino deberá ser contactado por etapas, a fin de que las consciencias soporten su voltaje ascendente.
Este Fuego también purifica y remueve todo lo que impide la evolución del ser.
Ese Fuego es capaz de concretar la luz de la manifestación dentro del campo de actuación.
Este Fuego elimina lo impuro y revela lo que es puro.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mensaje en honor al aniversario de la santa muerte de Padre Pío de Pietrelcina
Deja que Mi Sangre Divina corra por tus venas, así como corrió por cada rincón de Padre Pío.
Deja que Mi Vida inmaterial se pueda plasmar en ti, así como Mis Llagas de Amor y de dolor se marcaron en Padre Pío.
Imita ese ejemplo de santidad y de renuncia. Ama el ejemplo del sacrificio y de la entrega por los demás, así como lo amó a cada momento Padre Pío.
Sé ese testimonio de renovación y de fe, así como lo fue Padre Pío, que se donó completamente a Mí, en cada etapa y en cada circunstancia de la vida.
Permite que el Soplo del Espíritu Santo, que invadió y colmó a Padre Pío, llegue a tu alma para que ella sea arrebatada por el Amor Crístico de Mi Eterno Corazón.
Encuentra el sentido de tu existencia siguiendo Mi Evangelio e ingresando en el camino interior que hoy te ofrezco.
Te pido que te renueves en Mí, así como Padre Pío se renovaba en cada Eucaristía, en cada momento de confesión y de silencio.
Aproxímate a la vida de Padre Pío para que seas semejante a él y deja que Yo te marque con las huellas espirituales de Mi Amor; porque así serás Mío y a Mi Reino pertenecerás cuando hayas alcanzado la expresión del Amor Misericordioso.
Que, en este día de Padre Pío, la muerte no represente el fin de algo, sino el comienzo del verdadero vuelo hacia el infinito Corazón de Dios, en donde todo se consumará.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mi Misericordia se derrama como la lluvia en una tarde de primavera y ella trae para la vida planetaria la Fuente de la renovación y la presencia de lo eterno.
Así, la Divina Misericordia llega a los corazones más necesitados de amor y de luz, pero también se derrama en todos los que responden a Mi convocatoria.
En esta tarde la Divina Misericordia repara los mundos internos, pacifica los corazones perturbados y unifica a las almas que viven en Mi Nombre el Divino Propósito, el cual seguirá su trayectoria más allá de las estrellas.
Por eso, siempre recuerden que Mi Amor es inmutable y Mi Compasión, eterna; así los llevaré Conmigo hacia nuevas esferas y conocerán en esas moradas su verdadero origen, la historia escrita en los Espejos.
Manténganse unidos a Mí, porque a partir de hoy un nuevo y único ciclo comenzó, a fin de ampliar las bases del Divino Propósito en toda la esfera planetaria.
En Mi Casa Celestial hoy tengo un nuevo morador y lo he recibido con regocijo porque su misión fue cumplida, así como Mi Padre Celestial lo pensó.
Eso es motivo de alegría y de júbilo.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Primer Mensaje
Los bendigo en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Como el agua de la lluvia, hoy traigo Mis Gracias para el mundo y revelo Mi Corazón Confederado para toda la humanidad.
Desde la Nebulosa de Orión traigo Mi Mensaje y hago vibrar las Palabras de Dios en todo el Universo. Que también vibren sus corazones con estas Palabras y así se puedan renovar los tiempos.
Desde Orión envío Mi Energía Espiritual para la humanidad, para todos los representantes de Cristo en la Tierra.
Que Mi Verbo se refleje en los corazones simples y humildes.
Que Mi Propósito se cumpla en los que aspiran a alcanzarme algún día y también llegue a todos los que aspirarán a superarme en el amor viviendo Mi Verdad.
Desde esa constelación envío Mi Mensaje para todos, para que en sus espíritus también se conforme la Hermandad, esa sagrada Fraternidad de todos los tiempos que ha permitido proteger y amparar a este planeta y a este Proyecto humano, desde el Génesis hasta los días de hoy, pasando por tantas civilizaciones, razas y experiencias, viviendo tantos aprendizajes y pruebas a través de todos los tiempos y de todas las eras.
Y a pesar de tantos embates y después de Mi venida al mundo hace más de dos mil años, el Proyecto de Mi Padre aún sigue en pie en esta humanidad y llamo a todos los seres de la Tierra para que lo sigan recreando, para que puedan seguir constituyendo en ustedes ese Proyecto de Amor que va más allá de la dualidad y de toda diferencia.
Yo traje para todos, hace más de dos mil años, el Código Crístico Celular.
Mi Divinidad, Mi Alma y Mi Consciencia se ofrecieron para eso, a fin de testimoniar para el mundo que es posible vivir grandes grados de amor, más allá de todos los errores cometidos.
Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión enviando Mi Mensaje de paz a la humanidad para este nuevo ciclo que ha comenzado después del último 8 de agosto, en donde nuevos acontecimientos llegarán para que la humanidad pueda aprender a vivir aún más el amor y el perdón, concibiendo en sí la redención.
Hoy el Universo envía su bendición para todos, su más cordial mensaje de paz y de fraternidad, porque ya no bastará que su Maestro esté solo en el planeta o en algún lugar de él para enviar Su Mensaje.
Hoy estoy desde la Nebulosa de Orión para que todos puedan participar de esa universalidad en el fin de estos tiempos; universalidad que deberán alcanzar a través del amor al Plan y el servicio incondicional a la Jerarquía.
Sean partícipes, entonces, compañeros, del fin de este último tiempo en donde enseñanzas más importantes llegarán, aprendizajes más profundos se vivirán.
Revelaciones muy desconocidas llegarán para que al menos una parte de la consciencia de la humanidad se eleve y encuentre la puerta de salida hacia el Infinito, en nombre de toda esta civilización milenaria que viene caminando en este mundo hace mucho tiempo.
Hemos llegado en el tiempo en donde se vivirá esa gran síntesis, desde el principio del Génesis, pasando por los grandes patriarcas, profetas y apóstoles y todos los mártires de Cristo.
Toda la historia de los que dieron la vida por Mí será reunida para llevarla como experiencia y ofertorio a los Pies del Padre Eterno, y he escogido a la Nebulosa de Orión para que prepare ese acontecimiento.
¿Por qué un lugar tan distante a ustedes debería reunir todas esas informaciones y experiencias?
Ustedes saben, compañeros, que no están solos en este Universo.
Ya es hora de aprender a percibir las realidades superiores que los llaman a través de la Voz del Infinito, la Voz que siempre clama y llama a sus hijos, la Voz del Padre Eterno, la Voz de la Hermandad.
Ustedes entrarán en este tiempo dentro de la cuenta de su ofertorio. Será importante que sus experiencias de amor y de servicio sean verdaderas y que se dispongan a darme más de lo que pueden, aunque a veces duela.
Ese será el verdadero legado que podré entregarle a Mi Padre de parte de la humanidad, así Él Me concederá una Gracia tan expiatoria e importante para este ciclo final en el que todo está en juego.
Las últimas partidas se juegan en el tablero. Estamos en el momento culminante de la definición interior para que después suceda la definición exterior.
Las Jerarquías oran sin detenimiento, reúnen sus principios y aspiraciones para que la voz de todos los Hermanos sea escuchada por el Padre Eterno.
El Universo Material y, especialmente, el planeta se prepara para su último y gran parto.
Es hora de dar a luz al nuevo hombre, a la nueva consciencia, libre de los pecados capitales, libre de las amarras, de las ataduras, de la perdición.
Para eso serán llamados todos los que fueron ungidos alguna vez por Mi Espíritu. Y todos los que una vez fueron sacramentados participarán de esa comunión con Mi Espíritu y con Mi Divinidad.
Cuando ustedes estén compartiendo Conmigo los últimos encuentros ese será el momento en que el Universo realizará su gran ofertorio a la Creación, y sus aspiraciones deberán llegar a lo Alto, así como sus corazones, para que se reúna la síntesis de todo lo vivido desde el principio de esta Creación, especialmente desde el Génesis.
Al fin la caída de Adán y Eva será borrada de la consciencia del Universo y las almas ya no deberán venir al mundo y a la Nueva Humanidad con el pecado original, porque estarán libres de esas consecuencias y de esos errores.
Orión se ha ofrecido para concebir, como Consciencia Universal, a la Nueva Humanidad, haciendo su gran sacrificio después de millones de años.
La Nebulosa de Orión brillará como nunca antes ha brillado y un nuevo tiempo comenzará después de que todo se haya purificado, dentro y fuera de los seres.
Por eso, compañeros, no bajen los brazos, elévenlos hacia Mí para que Yo los pueda tomar de las manos y subirlos a Mi Barca de salvación y de esperanza, la que alcanzará el nuevo puerto hacia el Corazón de Dios.
Porque cuando llegue ese tiempo la Nueva Humanidad no recordará el pasado ni el sufrimiento ni tampoco el dolor, porque Orión habrá donado sus Rayos y Principios para poder formar al nuevo ser y al Nuevo Hombre.
Orión estará tan cercano como la Luna lo está de su planeta.
Reciban este Mensaje con gratitud, por más que no lo comprendan, porque lo que Yo les digo es algo que sucederá en los próximos tiempos.
Tengan dentro de sus aspiraciones este propósito de su Maestro y Señor, y trabajen por él todos los días, incansablemente.
Ya no importará si caen a Mi derecha o a Mi izquierda, si quedan atrás o si están adelantados. Yo necesito el amor de sus corazones para concebir espiritualmente ese ofertorio que Orión elevará a lo más alto del Universo y de la Creación.
Y ya no luchará espada contra espada ni guerrero contra guerrero, porque de los nuevos hombres que repoblarán la Tierra, que en el próximo tiempo llegará, se forjará el espíritu de los valientes, de los curadores, de los silentes y de los contemplativos; de todos los que han trabajado en esta vida en el servicio para espejar en esta humanidad la Voluntad de Dios.
Entonces, compañeros, que se escriba en ustedes este nuevo propósito que hoy les revelo.
Mantengan su corazón en Orión y todo lo comprenderán. Así su luz azul los irradiará y sus espíritus conseguirán la fuerza para seguir adelante siguiendo los principios de la Jerarquía, bajo el espíritu de la fe y de la confianza.
¡Que se levanten los guerreros de la Nebulosa azul!
¡Que los guerreros del amor participen de esta convocatoria y que en la Tierra esta convocatoria se haga realidad!
Amén.
Hoy les hablo así como le hablo al Universo, porque es tiempo que los que creen en el retorno de Cristo escuchen al Maestro así como Él es y siempre lo será, que escuchen la Voz de quien fue recibido en la Casa de Su Padre para llevar adelante, en el Universo, el Proyecto final de la humanidad.
Que esta Maratón represente la oportunidad de forjar el guerrero del amor en cada ser, el luchador incansable de la Jerarquía que ama sin condiciones y que sirve sin obligaciones, que escucha con su corazón y siente lo que es verdadero, que comulga con la Hermandad y que cada encuentro lo hace parte de sí como si fuera el último de estos tiempos.
Quiero ver a los guerreros del amor encendidos en la oración.
Quiero ver a los autoconvocados del gran Maestro felices por vivir cada nuevo encuentro, en ese sagrado cónclave del Universo Creador que envía sus impulsos celestiales en todos los encuentros de oración en donde los espíritus se reúnen para servir al Infinito y para que el Infinito sea parte de sí, eternamente.
Quiero ver sus corazones de fuego.
Quiero su oferta mayor y acojo sus aspiraciones.
Deseo sentir aún más el amor de los que Me aceptan y de los que se convocan en Mi Nombre, porque desde allí reconstruiré a la humanidad.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Todavía tengo la puerta de Mi Corazón abierta para que puedas entrar, pero cuando llegue la Justicia Divina se cerrará.
Por eso, mira, tengo la puerta de Mi Corazón abierta para que puedas entrar y fusionarte con Mi Espíritu. Pero para cruzar esa sagrada puerta deberás dejar atrás todo lo que crees que eres, todo lo que te complace y te trae reconocimiento.
Mira, tengo la puerta de Mi Corazón abierta para que puedas entrar. No pierdas tiempo material pensando si estarás Conmigo o si te alejarás de Mí. Tú sabes que el tiempo corre rápido.
Por eso, mira, tengo la puerta abierta de Mi Corazón para que puedas entrar, solo el Padre dirá cuando se cerrará. Apresúrate y no te cuestiones más, porque cuando la puerta de Mi Corazón se cierre Yo ya no estaré más entre ustedes.
Por eso, mira, tengo la puerta de Mi Corazón abierta hace más de dos mil años y se las ofrezco a todos, pero aún son pocos los que se animan a cruzarla para olvidarse de sí mismos.
Apresúrate y cruza la puerta de Mi Corazón antes de que todo se desencadene.
La puerta de Mi Corazón se cerrará inesperadamente y todo sucederá. Los que no hayan entrado quedarán desprotegidos y se golpearán en el pecho clamando con aflicción por no haberme escuchado.
Por eso, mira, tengo la puerta abierta de Mi Corazón para que puedas entrar. No te distraigas con las cosas del mundo, todo lo que el mundo ofrece termina en un profundo y miserable vacío, porque no tiene amor.
¿Cuántas almas ya retrocedieron por querer quedarse en sí mismas y cruzaron las puertas de sus condenaciones y todavía creen que hicieron algo maravilloso?
No te demores y mira, tengo la puerta abierta de Mi Corazón para que te refugies en Mí. Porque los lobos feroces saldrán a cazar y los que no hayan entrado en Mí serán acechados y estarán a la intemperie, así como una pobre flor está a la deriva en la tormenta.
Mira, aún la puerta de Mi Corazón está abierta. No lo dudes, no lo pienses más, no hagas lo mismo que hicieron los ingratos que antes estaban Conmigo.
Entra en Mi Corazón y todo pasará.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Octavo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Alíviame, Señor, de mis penas.
Por favor, Maestro,
que Tu divino Amor renazca en mí.
Hazme humilde y simple cada día
para que no pierda la fortaleza
de siempre sostenerme en Ti.
Permíteme, Señor,
amar más profundamente.
Que el divino Amor que Tú nos enseñas
me ayude a abandonar la indiferencia.
Que mi corazón y mi vida, querido Jesús,
sean verídicas representaciones
de la Obra de Tu Redención.
Que en la adoración
pueda sentirte y reencontrarte.
Que en cada paso
que debo dar hacia Ti, Señor,
yo tenga el suficiente coraje para poder hacerlo
y que viva la suficiente humildad
para poder llevarlo adelante.
Señor mío, Rey Celestial,
visita el templo de mi alma,
conságralo a Tu Divino Espíritu,
para que todo mi ser sea instrumento
de Tu grandiosa Obra.
Descalza mis pies del pasado,
del rencor y de los resentimientos.
Lávame, Señor,
con el Agua inmaterial
de Tu Fuente y así me renovaré
porque Tú me habrás concedido
Tu Gracia y Tu Misericordia.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice con la Señal de la Cruz,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Sexto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Que me vuelva, Señor,
como un niño,
para que todo el tiempo
pueda estar en Tu regazo.
Que me vuelva, Señor,
como un niño,
para que crezca
en simplicidad y en humildad.
Que siendo niño de espíritu
reconozca, Señor,
lo maravilloso y sublime
que es permanecer en Ti.
Que, como niño, recupere
los atributos de Tu Corazón
para que pueda representarte
como Tu hijo y como Tu compañero.
Que ahora, pudiendo estar
en Tus humildes Brazos, Señor,
pueda conocer desde cerca
los sagrados misterios
de Tu Corazón y de Tu Palabra.
Que sea invadido,
Señor amado,
por Tu Divino Espíritu
a fin de que pueda cumplir sinceramente,
los atributos de Tu Consciencia.
Renuévame, Señor, todo el tiempo.
Sé que aceptas nuestra oferta.
Recíbeme en Tu Reino
de Amor y de Redención,
para que junto al Padre
celebremos Tu Gloria celestial.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Tercera Serie de Poemas
Quinto poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Señor,
báñame por dentro y por fuera
con el manantial de Tu Gracia.
Purifica cada aspecto de mi ser
para que siempre me pueda renovar
a través de Ti.
Purifícame de mis pensamientos
y de mis sentimientos.
Te pido, Señor nuestro,
que seas parte de mi ser.
Enséñame a ser paciente
y perseverante en todo momento.
Enséñame a ser humilde
y simple ante los demás
para que mi persona
no busque promoverse en nada,
sino que esté dispuesto a servir
cuando me necesiten y me llamen.
Señor de la Verdad,
que mis sentidos se sublimen,
que mi palabra se eleve de vibración
y que cada oración que te ofrezco
pueda ser recibida en el Cielo
como una gota de luz en el vasto Universo
a fin de que las Gracias de Dios
sigan descendiendo.
Enséñame a ofrendar mi vida al servicio.
Enséñame a ofrendar mi corazón
como instrumento de cura.
Enséñame, querido Jesús,
a vaciarme de mí mismo día a día,
para que cada paso que dé
sea bendecido por Tu Amor consolador.
Que mi vida sea guiada
y protegida por Ti, Señor,
y que el Espíritu Santo descienda
para que pueda cumplir,
dentro de Tu Obra majestuosa,
con todos los Designios que has pensado
en Tu humilde Corazón.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Décimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Libera mi alma, querido Jesús,
de todas las invenciones del mundo,
que ella pueda despertar
a la pureza y al amor compasivo
por medio de Tu divina
y poderosa intercesión.
Señor, hazme libre
de resentimientos y de culpas.
Construye a través de mi servicio a Ti
todos los planes y dones
que Tú, amado Señor,
has pensado.
Conságrame a Ti, Señor,
aun en los momentos de prueba
y de desafíos de la vida.
Hazme partícipe
del Sacramento de la Reconciliación,
y que todos los días yo pueda
confesarme Contigo abiertamente
para que mi pequeño espíritu sea renovado
todo el tiempo que Tú,
Maestro del Amor,
consideres.
Abrázame, Señor,
en las noches de frío.
Cobíjame, Señor, en Tu regazo
para que cerca de Tu Corazón bondadoso
pueda adorarte como el gran Templo vivo
y divino de Dios.
Te doy las gracias
por concederme Tu eterna Paz.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Segunda Serie de Poemas
Séptimo poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Delante de Ti, postrado, Señor,
aspiro a alcanzar Tu misma simplicidad para que,
bajo ese espíritu soberano y amoroso
yo lleve adelante Tus Designios
y Voluntades.
Hazme capaz, Señor,
de amarlo todo
así como Tú, Dulce Pastor,
amas a cada una de Tus ovejas.
Entrégame con confianza
la prueba que Tú
has pensado para mí
a fin de que yo pueda crecer en el amor
y desvanecer de mi consciencia
toda soberbia y arrogancia.
Hazme semejante a Tus siervos,
disponibles en el amor,
entregados en el servicio,
abiertos a Tu Misericordia y a Tu Perdón.
Que Tú puedas
curar a este ser profundamente
y que puedas llegar hasta los espacios
en donde ni siquiera logro percibir la realidad.
Sé que Tú, querido Jesús,
lo puedes todo.
Acepta mi pequeñísima oferta,
en comparación con la oferta
de todo el Universo.
Convierte dentro de mí
todo lo que no está bien
y ábreme la puerta segura
para que mi alma se pueda sumergir
en el océano de Tu Divina Consciencia.
Que nunca deje de sonreírle
a la vida que Dios me ha entregado.
Concédeme, Señor mío,
la fuerza de Tu renovación
para que la humanidad sea renovada
en espíritu y esencia,
y así vivamos la redención
tan esperada.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más