- Inicio
- Blog
- Mensajes
- Oración por la Paz en las Naciones
- Calendario
- Oraciones
- Impulsos Diarios
- Libros publicados
- Pinturas e Imágenes
- Objetos Sagrados
- Música
- Galeria de fotos
- ¿Quiénes somos?
- Centros Marianos
- Campaña por la Paz
- Redes Sociales
- Contacto
Yo busco a los pecadores más difíciles, porque sé que si ellos alcanzan la redención y la conversión de sus vidas cumplirán su sagrada tarea.
Por eso, busco a los pecadores más difíciles, porque sé que en este tiempo ellos necesitan una oportunidad de purificación, así como ustedes la necesitan.
Por medio de la conversión de los pecadores, existe la posibilidad de cambiar muchos códigos, y eso permite transfigurar el proyecto humano a través de los principios del Amor y de la Misericordia.
En la redención de los pecadores más difíciles existe la posibilidad de que se escriba una nueva historia, una historia llena del Amor Crístico que pueda redimir y purificar a la consciencia, así como el Universo lo esperaba.
Por eso busco a los pecadores más difíciles, porque sé que es posible renovar y recrear a la Creación a través de casos y situaciones que parecerían imposibles de resolverse.
Cuando un pecador difícil consigue finalmente abrir su corazón, allí se manifiesta la victoria del Amor Crístico en el corazón humano que es imperfecto, pero que alcanza una forma de perfección.
¡Les agradezco por confiar en Mi Proyecto redentor!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Hoy vengo de lo más elevado del Universo y llego a este planeta para poder asistirlo y socorrerlo.
Este es el planeta principal de Dios dentro de la Creación.
Este es el Proyecto que una vez se originó por una causa mayor y desconocida.
Por eso estamos aquí, por eso entregamos nuestras Vidas y nuestros Corazones por la humanidad para la concreción de ese Proyecto de Amor y de redención; el que una vez fue vivido por todos durante la presencia de Cristo en la Tierra; durante Su Pasión, Muerte y Resurrección.
Hoy desciendo en lo más alto de las montañas de los Andes y comienzo a preparar en los planos internos la próxima Peregrinación por la Paz.
Al mismo tiempo, las Jerarquías universales se unen bajo un mismo propósito y una misma misión, ya que la necesidad planetaria es muy grande en estos tiempos.
A medida que transcurren los días, las semanas y los meses, muchos acontecimientos se desencadenan. La situación planetaria se agudiza y la realidad del mundo interno de los seres humanos también se agudiza.
Por eso, el Universo de Dios nos está llamando a todos a participar de esta importante asistencia a la humanidad, de este importante rescate planetario que comienza primero dentro de cada uno de ustedes, agradeciendo a Dios por la vida que Él les concedió; agradeciendo al Universo por la oportunidad de saldar sus deudas y experiencias pasadas, no solo de este planeta sino también del Universo.
Por eso, hijos Míos, este es el momento de la gran purificación, pero también es el momento de reconocerse como dignos hijos de Dios, para que muchos más se puedan reconocer como dignos hijos de Dios.
Hoy les traigo en Mi Corazón Inmaculado la experiencia de ese Proyecto genético, el que en tiempos remotos comenzó aquí en la Tierra con Adán y Eva.
Todos ya sabemos, hijos Míos, que el Proyecto se desvirtuó y él se desvió del camino del Padre, de la dirección que le estaban dando los arcángeles en aquel tiempo, porque la tentación llegó al hombre de superficie y a la mujer de superficie, a través de Adán y Eva.
Por más que ese Proyecto se haya desviado, Dios lo intentó de nuevo para con cada uno de Sus hijos. Él volvió a crear nuevas civilizaciones, nuevas experiencias y culturas que vinieron caminando a través de los tiempos hasta el presente.
Pero ahora, la humanidad de superficie se encuentra en un momento semejante al del pasado, y ese Proyecto deberá ser corregido primero dentro de ustedes, para después poder ser corregido en el resto de la humanidad.
Por eso todos somos llamados por el Universo y por las Jerarquías universales para poder llevar adelante la corrección de ese Proyecto genético que comienza con la purificación y con la redención de sus vidas y que terminará con la victoria espiritual de sus almas sobre todo mal.
Cristo, Mi Hijo, les enseñó cómo hacerlo. Él vino a este mundo y encarnó en este mundo para poder enseñarles cómo hacerlo.
No deberán ser crucificados, martirizados ni castigados. Deberán vivir su redención y su purificación con valentía, todos los días, sabiendo que existe una meta espiritual que deberá concretarse por cada uno de ustedes.
Por eso, hijos Míos, en Mi Corazón Inmaculado está guardada la esencia de ese Proyecto genético, que es el Proyecto que Dios pensó para esta parte de la Creación y para este planeta azul.
Si la humanidad aún sigue destruyendo a los Reinos de la Naturaleza y a todo lo que existe en la superficie, si aún los seres humanos se maltratan los unos con los otros por medio de las guerras, de los conflictos, por medio de todo lo que el ser humano idealiza día a día, estarán haciendo derrotar al Proyecto de Dios; estarán alejándose del camino de la Luz y de la Verdad.
Por eso, Yo Me ofrezco como Mediadora y como Emperatriz Universal para interceder por este Proyecto genético que aún no terminó y que todavía deberá concretarse con la colaboración y la adhesión de cada uno de ustedes, Mis hijos.
Es posible hacer surgir una Nueva Humanidad, pero será necesario que la humanidad se arrepienta verdaderamente y que pida perdón por sus pecados, por sus faltas, por sus omisiones e indiferencias, por todo lo que está fuera de la Ley.
Sabemos, hijos Míos, que la mayoría no está dispuesta a hacer eso. Por eso, la vida de la mayoría de las personas llega a situaciones extremas y difíciles. La vida de las personas atraviesa grandes sufrimientos y pruebas por no colocarse en el Corazón de Dios y pedir Misericordia.
Pero ustedes, hijos Míos, que ya han aprendido a hacerlo y a vivirlo día a día, sigan difundiendo al mundo el poder de ese arrepentimiento y penitencia para que las almas más perdidas también alcancen la reconciliación con Dios, porque el Padre Universal no es un juez, es un Padre de Misericordia, es una Consciencia Divina de Amor y de Sabiduría que aún espera escuchar el pedido de Sus hijos.
Por eso, son tiempos en los que todo se definirá. Y el tiempo está terminando, hijos Míos.
Es hora de saber decidir verdaderamente, teniendo cuidado y mucha prudencia, para que sus caminos estén en los caminos de Dios y para que nadie ni nada los quite del camino de Mi Hijo, el Cristo.
El Corazón de Mi Hijo se silencia ante la situación planetaria. Él, más que nadie, ve que hay mucha necesidad. Por eso, Yo le imploro todos los días que Me deje venir a la humanidad y descender a la Tierra, de una forma espiritual o más próxima a ustedes, para poder conducirlos y guiarlos hacia donde Dios lo necesita.
Dios no podrá quedar en la consciencia de ustedes como un solo Dios, porque Dios es algo más grande e infinito. Él es ese misterio que aún no se reveló a la humanidad, pero que se comunicó a través de los tiempos con muchos hijos Míos para poder construir y manifestar esa sagrada civilización, como las que existen en otros puntos del Universo y que la humanidad aún no quiere reconocer, ni siquiera la propia Iglesia.
El Proyecto de Dios no se puede asemejar solo al cristianismo. El Proyecto de Dios es impulsado por algo universal y cósmico. Está integrado por una inmensidad de Consciencias y de herramientas que la humanidad una vez conoció y que hoy no recuerda por tener velos en su consciencia.
Para poder sacar a la humanidad de la situación en la cual se encuentra, hijos Míos; es la ayuda de esas sagradas Consciencias del Universo, de los más elevados ángeles y de las herramientas del Padre, que la humanidad conseguirá salir de esa situación en la cual se encuentra.
Si eso no sucediera, si esa intervención no aconteciera, el Proyecto quedaría inconcluso. Y, ¿qué sería de esta humanidad y de esta superficie?, la cual Dios les entregó para que pudieran aprender a vivir el amor y el perdón.
De Mi Corazón emano estas instrucciones porque son parte del Conocimiento Divino, porque la humanidad no solo puede quedarse con lo concreto y lo material. La humanidad para poder salir de la perversión y del caos, que impone Mi enemigo, debe elevar su consciencia hacia lo espiritual y lo cósmico.
Pero pongan atención en algo, queridos hijos, existe un solo camino y una sola dirección para alcanzar el contacto con el Universo y no otros.
Hay muchas almas en la superficie que se confunden con la espiritualidad, creando movimientos y grupos paralelos al Plan del Padre, creyendo absolutamente que ese movimiento es real y verídico. Si no está la Jerarquía, hijos Míos, no está Dios y no está el contacto.
La humanidad necesita de la intervención de la Jerarquía y de la Ley de la Jerarquía porque ha demostrado que sin la Jerarquía está perdida, no solo por la desobediencia sino por la falta de amor a la instrucción.
Por eso es importante que tengan presente, en este momento, el amor a la instrucción, no solo de la Jerarquía espiritual sino de aquellos que se ofrecieron para guiarlos en esta encarnación y en la superficie.
Es hora de disolver las apariencias, los juicios y las críticas. Es hora de traspasar, por medio del amor, el portal que los llevará a comprender la vida cósmica y cómo esa vida proveniente de la Fuente de la instrucción del Universo se manifiesta a través de diferentes corrientes, que son caminos que llevan el conocimiento a las almas y a las consciencias.
El legado que ustedes recibieron a través de los tiempos y hasta el presente es único. Ese legado está pleno e impregnado de códigos de Amor, de Misericordia y de perdón, de pureza, de hermandad y de unión para la Nueva Humanidad.
Es así, queridos hijos, que deben recordar que son una civilización en transición y que aún está a tiempo de poder construir el puente para lo nuevo, para lo que deberá llegar y manifestarse en la nueva raza.
Por eso todo lo que hagan y lo que ofrezcan no solo internamente, sino también exteriormente, por medio del servicio, de la entrega y de la donación construirá las bases de esa Nueva Humanidad porque esa Nueva Humanidad no solo será espiritual, también será concreta al vivir los patrones de conducta y los atributos divinos que una vez el pueblo de Israel vivió, y los perdió a través de los tiempos por ese eterno conflicto entre Israel y Palestina que hasta los días de hoy se vive, aun habiendo llegado Mi Hijo.
Esa incomprensión aún está presente en las consciencias de esas naciones. Pero como lo dije una vez en Fátima, el último 13 de octubre de 1917, en el que la gran Consciencia de la Madre Universal se materializó para mostrarse al mundo y a esa región; hoy vengo a decirles nuevamente como les dije a los videntes de Fátima: que para que el tercer secreto no se cumpla, la humanidad debe demostrar un verdadero cambio y un verdadero arrepentimiento.
Por eso, como Madre, intercesora y abogada, guiaré a las almas hacia las Islas de Salvación; y llegarán las almas que necesitarán despertar y colocarse al servicio como ustedes se han colocado, para que la mayor cantidad de almas de esta humanidad pueda seguir siendo asistida y ayudada, hasta los límites de la consciencia, hasta donde sea necesario, hijos Míos; porque este es el tiempo de dar lo mejor para que algunas cosas no sucedan; situaciones horribles e inexplicables y que parte de ellas la humanidad lleva adelante con una certeza y una acción que está absolutamente lejos de Dios, del amor y de la pureza.
Es así, que los sagrados recintos que Dios concibió para el mundo, y que trabajan y actúan silenciosamente, se ofrecen para ayudar a la humanidad para encontrar el camino de la hermandad. Porque en la hermandad estará el sentido de reconstruir esta raza de superficie y de volverla a insertar en el Proyecto que una vez comenzó en el Génesis y que quedó inconcluso.
Ahora, hijos Míos, lleven Mis palabras a sus corazones, así como Yo llevo en Mi Corazón las aspiraciones de Dios; Corazón Inmaculado que se ofrece para que el Padre pueda hablar para el mundo y transmitir Su mensaje.
Les pido que no ocupen sus mentes en las adversidades, en las batallas espirituales o en las pruebas. Pero sí que aprendan de ellas porque lo más importante, hijos Míos, es que puedan crecer interiormente para poder aprender a crecer en la madurez, en la responsabilidad y en la solidez de su misión personal y espiritual.
Aún el Padre espera que muchos más se ofrezcan para sufrir por el mundo, así como los pastores de Fátima sufrieron y se ofrecieron silenciosamente en aquel tiempo por la humanidad. De lo contrario, hijos Míos, hoy nadie estaría aquí. Sé que no es fácil aceptar ese camino, experimentarlo y atravesarlo.
Dios no quiere hacerlos sufrir. Dios quiere que aprendan, así como aprendió Mi Hijo ofreciéndose completamente por amor a la humanidad, porque es el Amor que transforma el sufrimiento, las culpas y los errores. Es el Amor que los eleva y les trae consciencia y discernimiento para estos tiempos.
Desde lo más alto de las montañas de los Andes, hoy los estoy bendiciendo a todos en este día 13 de octubre, en el que Mi Corazón siente y recuerda su pasaje por Fátima; un lugar que siempre estará abierto para su cura interior y para el reencuentro con su pureza original.
Que las campanas internas del Santuario de Fátima hoy suenen plenamente, para celebrar el despertar de Mis hijos hacia el Conocimiento mayor del Propósito de Dios, manteniendo el espíritu de la fe, de la fortaleza y de la confianza a fin de que se realice la Voluntad Divina.
Yo les agradezco por haber respondido a Mi llamado en estos últimos tiempos. Y también les agradezco por el llamado al que responderán en el futuro, mientras Dios lo necesite.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Sean Mis discípulos en la unidad para que siempre la unidad reine y esa unidad los lleve al amor del corazón, porque en el amor del corazón encontrarán la salida y la respuesta ante las circunstancias de la vida.
Sean Mis discípulos en la unidad para que la unidad los lleve al absoluto entendimiento y esa unidad despierte la bondad en el corazón de Mis seguidores.
Sean Mis discípulos en la unidad porque mientras vivan esa Ley no serán sometidos por las leyes del mundo.
La unidad sagrada los despierta al conocimiento de lo que es verdadero y proviene de Dios, aquello que ningún hombre puede alcanzar, sino solo por intervención divina.
Sean Mis discípulos en la unidad porque siempre encontrarán el servicio en la vida de cada uno, encontrarán la posibilidad de aliviar, mediante la unidad, cualquier situación interna.
Sean Mis discípulos en la unidad y no existirán enfrentamientos ni contradicciones. Existirá en ustedes el soplo divino de la unidad que los llevará a vivir Mi Proyecto.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Hoy Mi Corazón Misericordioso está dividido en dos partes, una parte está con el Brasil y la otra parte está con la Argentina.
La necesidad de ayuda y de intervención espiritual por parte de ambas naciones es muy grande.
El Señor del Universo, el Maestro del Amor, deposita Su Corazón en dos lugares para evitar la desactivación del proyecto de rescate para Sudamérica.
Junto con todas las fuerzas de Mi Espíritu, de Mi Alma y de Mi Divinidad se movilizan los elementos cósmicos y estelares para socorrer, desde los Universos Espirituales, lo que está sucediendo en los Universos Materiales.
Grandes Consciencias universales se posicionan en diferentes regiones del planeta para llevar adelante una gran operación de resguardo y de protección de todas las esencias crísticas que ya despertaron, las que atravesarán el ciclo del fin de los tiempos.
Por eso, la Hermandad Celestial se moviliza, a fin de contrarrestar los ideales y las acciones que repercutirían en millones de personas en Sudamérica, región que en este momento es el foco de desequilibrio para la superficie del planeta.
Mi Corazón Espiritual está dividido en dos partes por esa razón, para dar asistencia espiritual e interna a los que enfrentarán uno de los tiempos más difíciles de la humanidad.
Pero, al final de todo, Mi Sagrado Corazón triunfará en los que hayan creído en el Señor, porque no los abandonaré.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Cuando tus ojos se abran cada día, hijo Mío, contempla en tu corazón la Verdad y la Presencia de Dios. Recuerda que hay una realidad superior que te llama y que hay un Plan Mayor por ser manifestado.
Cuando tus pies toquen el suelo cada día, hijo Mío, recuerda que estás sobre un planeta sagrado, el que a pesar de que muchas veces no lo parezca es un gran tesoro para el Corazón de Dios.
Cuando respires el aire de cada mañana, recuerda, hijo Mío, que hay un Soplo Mayor que proviene de Dios y que habita en ti para darte la verdadera vida, el verdadero despertar.
Agradece todos los días a Dios por aún tener una oportunidad de estar en el mundo para aprender sobre el poder del amor y sobre cómo él transforma y redime todas las cosas.
Agradece todos los días a Dios por la existencia de un Cosmos infinito, símbolo de la infinitud de Su Amor y porque entre tantas estrellas que hay en el Cielo, el Creador tiene Sus Ojos puestos sobre la Tierra.
Reconoce, todos los días, el misterio de la vida y la profunda ignorancia del corazón humano, y mantén viva dentro de ti la aspiración de saber y de vivir lo nuevo.
Agradece al Padre por la vida, por la Creación y, sinceramente, emite hacia Su Corazón Creador ese sentimiento que une Universos y dimensiones y llega a Dios consolando Su Corazón de tanta indiferencia que Él siente, causada por parte de Sus hijos.
Ama ser parte de este Proyecto Divino y que la trascendencia de la condición humana sea para ti un gran desafío, pero no un gran peso.
Supérate y hazlo con amor. Véncete todos los días para entregarle una victoria al Corazón de Dios que diariamente contempla a Sus hijos derrotados en los abismos del mundo por las ilusiones y por las vanidades.
Cuando caigas, ofrécele tu mano al Padre. No hay nada que alegre más al Corazón de Dios que un hijo Suyo arrepentido sinceramente, clamando por Sus Manos. Con alegría, Dios te levantará y tu acto de elevación y de superación inspirará a otros.
Haz, hijo Mío, de tu vida una gran oferta a Dios, a través de pequeños y sinceros actos. De ti, Dios solo necesita un espíritu de gratitud, un corazón humilde y dispuesto al amor.
Que todos los días, al despertar, no despierte solo tu cuerpo, sino también tu consciencia, porque no solo tú, sino también todo el planeta lo necesita.
Yo te bendigo y te dejo Mi Paz para que la multipliques en cada nuevo día.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Busca la Verdad y ella te será revelada.
Busca en lo profundo de tu interior, así como en el firmamento de la Tierra que oculta la profundidad del Cosmos, la respuesta a tus inquietudes más internas, la calma de tus angustias y el sentido de tu vida.
Busca la Verdad y ella te será revelada, porque este es el tiempo de la revelación de los misterios. La Ley dicta que nada más esté oculto, ni a los ojos ni al corazón del hombre. Y, poco a poco, esa revelación se manifestará en la superficie de la Tierra.
Desde los pueblos del principio de la historia de la humanidad hasta los días de hoy, muchos misterios nacieron y florecieron. Son llamados "misterios" porque la consciencia humana los ignora. Pero ya no será un misterio aquello que es parte viva de la historia de cada ser.
Los misterios de la vida humana son aquellos hechos que guardan en sí el verdadero potencial de la humanidad y también la realidad de que su existencia no comenzó en la Tierra, sino en lo profundo del Pensamiento Divino, antes que todo fuese creado.
Aquello que consideran un "misterio" debe ser revelado, porque este es el ciclo de la Verdad, y la Verdad primera es que cada ser se conozca a sí mismo, comprenda su historia, sus raíces, sus errores y dificultades, y también que reconozca sus virtudes y los Dones que recibió de Dios a lo largo de su evolución.
Para saber la Verdad, entonces, debes buscarla, llamar a la puerta del misterio interior y, humildemente, dejar que él se revele.
Pídele a Dios la Gracia para estar en paz delante de tus miserias más profundas, cuyas raíces transcienden la vida en la Tierra. Y también la Gracia de la humildad, para reconocer que este proyecto humano es único y que tú eres parte de un Tesoro Divino a punto de manifestarse.
El oro de tu espíritu puede tornarse un precioso presente celestial que, iluminado por la Luz de Dios, hace brillar la esperanza en los abismos. Pero también puedes dejar que ese oro se transforme en polvo, que la ignorancia y la indiferencia hagan de ti un eterno y permanente misterio para ti mismo; y, aunque todo sea revelado, tus ojos nada verán.
Deja, hijo, que tu corazón se abra a los nuevos ciclos; que tus conceptos de vida, conocimiento, existencia y espiritualidad se renueven. Porque estás ante un ciclo en el cual la Verdad emergerá y, si bien está guardada en tu interior, tu jamás estuviste absolutamente unido a ella.
Todo será nuevo. Todo se renovará y se mostrará al mundo como algo único, sin embargo obvio desde el principio, porque no hay ser sobre la Tierra que no sienta en lo íntimo que su ignorancia oculta una realidad superior.
Esa realidad emergerá. Esa Verdad se mostrará. Los misterios dejarán de ser misterios, y tu finalmente te conocerás a ti mismo y te reconocerás en Dios.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
Entren en comunión con la vida, para que la vida sea regenerada y renovada y que, a pesar de los graves ultrajes de los hombres y mujeres de la Tierra, que quitan la vida de los no nacidos, todo pueda ser curado y redimido con la ardiente aspiración de que Mis hijos del mundo despierten del sueño profundo y del hipnotismo global y perciban que la vida creada fue uno de los mayores tesoros que Dios concibió en las criaturas.
Por eso, con espíritu de arrepentimiento por los que no se arrepienten ni hacen penitencia, Yo les pido, hijos Míos, que la vida sea considerada como uno de los preciosos tesoros de Dios, en donde las experiencias sagradas de la fe se pueden dar, en donde el amor crístico redentor puede despertar.
Entren en comunión con la vida manifestada, por todos los que maltratan y lastiman su propia vida por medio de los actos y de las acciones descontroladas.
Yo los llamo a confirmar este sagrado Proyecto de la Vida en cada uno de ustedes, a fin de que las Divinas Virtudes les muestren a los corazones la importancia de unirse al Creador y a Su Creación, para estar dentro de la Ley del Amor y así vivir el acto del perdón.
¡Yo les agradezco por valorar esto!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
El Divino Pesebre dentro del seno de la familia mundial revela la Presencia de la Santísima Trinidad a través de los Sagrados Corazones de Jesús, María y San José.
La veneración verdadera, humilde y orante al Divino Pesebre de la Sagrada Familia, simboliza la unión interna del alma que venera con las bases esenciales de los Dones y de las Virtudes de la Sagrada Familia.
En ese sentido, la Presencia de la Sagrada Familia dentro del seno espiritual de las familias del mundo, genera y crea la condición necesaria para que cada miembro familiar, cada consciencia o persona humana que integra el núcleo de la familia terrestre, pueda participar interiormente de los valores morales, espirituales e internos que la propia Familia de Nazaret encarnó y vivió en los tiempos pasados.
Por eso, tener consciencia de todos los atributos humildes e internos que fueron expresados por Jesús, San José y María, construye en la consciencia que los contacta el camino de la redención.
Ahora, en tiempos de crisis en los que la familia, como centro de la sociedad y de la modernidad, es influenciada, atacada y disuelta por las formas y por las tendencias humanas, ella debe recuperar el sentido de su existencia y el camino de su propósito para estos tiempos.
La familia de esta era y de este ciclo es uno de los proyectos más osados y complejos de poder manifestar, conducir y guiar hacia la meta del espíritu.
La unión primordial con el Proyecto vivido por la Sagrada Familia hace más de dos mil años vuelve a colocar en el sendero de la Luz, de la compasión y del perdón a todas las familias de la actualidad que se decidan a reencontrar el propósito grupal que vinieron a cumplir.
A pesar de que cada miembro de la familia es, en este tiempo, un espejo de su propia realidad interna, cabe resaltar que la cura y la reconciliación entre los miembros de una misma familia constituye uno de los objetivos más urgentes en el fin de estos tiempos, tanto para las familias que aún se mantienen íntegras como también para las familias que por diversas razones se han dividido o separado, siendo el adversario la causa espiritual de esa división.
Con el fin de cortar esa cadena milenaria de separación, división o maltrato en el seno de las familias de estos tiempos, es que su Madre Celeste está empleando y solicitando la elaboración y construcción del Pesebre de Belén, ya que las familias del mundo, lejos de las modernidades y de todas las tendencias humanas, precisarán percibir conscientemente cómo se encuentra el estado interno familiar de cada miembro y también cómo se encuentra el estado interno de las grandes familias espirituales en las comunidades y en los grupos religiosos.
Si en este ciclo, ciertos patrones alterados de conducta y comunicación están presentes y prevaleciendo, significa, hijos, que toda la base familiar, social e interna de la familia en sí, deberá ser completamente renovada.
En este tiempo, el sentido de la alianza familiar es un camino y un propósito fundamental que llevará a gestar en cada consciencia, así como en cada miembro familiar, el espíritu de la unidad y de la consideración para con el prójimo.
Si en el tiempo actual, las familias desconsideran el divino modelo de la Sagrada Familia, al final de este siglo XXI, la humanidad como un todo, habrá sustituido dentro de su propia consciencia la esencia del amor en la familia por las influencias de los medios, de los estímulos y de las realidades externas que provienen de lo que la propia humanidad considera innovador.
Para preservar de todo, la cultura de la familia y a sus miembros, será necesario consagrar a cada uno de ellos a la Sagrada Familia de Nazaret.
Esa consagración deberá llevar a la familia a abrirse al camino de la oración y de la verdadera Comunión con Cristo porque, en verdad, Él es el modelo principal en la integración de las familias por medio de la Esencia Crística.
El Padre Celestial, en Su Infinita Misericordia y Piedad, aspira a que el principio y el sentido del propósito de las familias del mundo pueda ser recuperado y acogido por todos los seres humanos.
La familia de hoy es el principal objetivo de búsqueda y de conquista por parte de las fuerzas del caos, que promueven su división, con astucia e inteligencia.
En esta próxima Natividad del Señor, la intención de su Señora y Madre Celestial es poder trabajar, a través del Pesebre, en la recuperación inmediata de los valores espirituales que las diferentes familias necesitan en este tiempo para poder sobrevivir y atravesar el fin de este ciclo.
Por eso, cada oración hecha con amor hacia la Sagrada Familia de Nazaret constituirá esa fortaleza inquebrantable que las familias del mundo necesitarán para aprender a sobrevivir a todas las interferencias e influencias de estos tiempos críticos.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Bendice a todas las familias del mundo,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Aunque exista agonía en el mundo, mantén tu fe en Dios y no te dejes desanimar en la oración y en la esperanza.
Aunque parezca no haber solución, mantén tu fe en Dios y no te dejes confundir por las influencias de este mundo.
Aunque el caos y la confusión interior parezcan grandes, en lo profundo de tu ser mantén tu fe en Dios y no desistas, no bajes los brazos.
Hijo, mucho más grande que el caos en tu interior es lo que vive el mundo, el planeta sobre el cual tienes tus pies todos los días.
Fuiste llamado para traer una nueva vida, una oportunidad de renovación para esta Tierra, que desde el principio decidió apartarse de Dios y de Su Plan.
Puedes preguntar: ¿Y por qué el Padre perseveró en este Proyecto? ¿Por qué no lo detuvo al principio de todas las cosas, cuando el pecado se hizo carne en la consciencia humana?
Porque el mal no pertenece a la Verdad; él es parte de una ilusión milenaria, en la que la consciencia humana se colocó desde el principio. Pero la Verdad aún habita en el interior de los seres y puede emerger en aquellos que se dispongan a dejar que un Dios Vivo se exprese en sus corazones.
Si tú escuchas estas palabras, es porque te corresponde responder a este llamado.
Sé que a veces, por tu propio peso, no consigues caminar y que, por ti mismo, calzas zapatos de hierro que te hacen hundir en el punto en que te encuentras. Pero hoy, hijo, como todos los días en los que vendré a la Tierra, te digo que retires de tus pies los pesados zapatos de hierro de tu pasado, de tus voluntades, de tus aspiraciones para el futuro, y que camines con Aquel que, descalzo, recorrió la Tierra y ahora cruza los Universos, convocando a nuevos compañeros para que renueven constantemente el Amor alcanzado por Él, al cargar con la Cruz los pecados del mundo.
Sé que lo que te digo parece repetitivo y que las palabras solo se renuevan para los que las ven nuevas, porque están en un nuevo peldaño de esta escalada evolutiva.
Deja que Dios te renueve y te muestre cuánto tienes aún para servir y cómo este mundo y este Plan de Amor necesitan de tu entrega. Aún no llegaste al punto de tu donación, y eso se ve por el Amor que aún no dejaste nacer dentro de ti. Déjate amar y aprende, siendo amado, a donar amor a este mundo con tantas enfermedades espirituales.
A la puertas de un nuevo ciclo planetario, renuévate y déjate ser nuevo, como el Cristo, que ya renacerá en Espíritu en todos los pesebres hechos con fe, en las casas de esta Tierra.
Ya no te diré muchas cosas, porque todo ya fue dicho. Toma el nuevo Evangelio Universal, que resuena en el Verbo que Cristo emite hoy para el mundo y vive Sus Palabras. Él todavía te está esperando.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
Queridos hijos:
En este tiempo, vengo al mundo para dar continuidad a la Obra de Redención de Mi Hijo, para que así las almas despierten al camino del perdón y de la reconciliación.
Por eso, su Madre Celeste peregrina, de nación en nación, con el fin de que más corazones en el mundo alcancen la verdadera consciencia del amor y de la compasión.
Mi Hijo envía a Su Madre al mundo todos los días para hacer de las vidas del planeta, corazones en plenitud y redención.
Es así que Mis pasos no se separan de los pasos de Mis hijos porque, como Madre bondadosa, puedo estar cerca y unida a cada corazón necesitado.
Los animo, en estos tiempos, a formar parte de los ejércitos del Redentor, a fin de que el Sagrado Maestro y Señor del universo tenga instrumentos disponibles para llevar adelante el Proyecto de Amor.
En este tiempo, sientan la alegría de servirlo, el júbilo de poder volver a encontrarlo, el ansia profunda de estar cerca de Él.
Que sus vidas, en constante redención, reciban el impulso de Nuestro Señor para que todo sea realizado.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los bendice,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Mientras Mi amado Hijo se preparaba para enfrentar el momento más cruel de Su sacrificio por la humanidad, las santas mujeres entraron, espiritualmente, en clausura y oración para acompañar de corazón a su Santo Señor.
Los padecimientos y tristezas que Mi amado Hijo enfrentaría por la humanidad ingrata, ayudarían a elevarla a un nivel de consciencia que nunca había alcanzado hasta ese tiempo.
Jesús vino al mundo para renovar todo y hacer de esta raza un proyecto rescatable, con el fin de que Nuevos Cristos despierten, a lo largo de los tiempos, para dar continuidad a la Obra de conversión y de redención de la humanidad.
Mi Hijo vino para entregarse por entero, para que la humanidad aprendiera a amar de verdad y estuviera libre de expectativas y de resultados.
Jesús le abrió al mundo la puerta de la humillación por medio de Su Sagrada Pasión. Lo que Él vivió en aquel tiempo permitió que otras realidades espirituales se manifestaran en esta época.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
Los ama,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
Reescribe la historia de la humanidad y construye hoy el nuevo hombre que debe ser el hombre de todos los tiempos.
Excluye de tu interior los registros de un ser humano que vive para cumplir la propia voluntad y experimentar el propio poder. A través de la renuncia, del anonimato y de la humildad; descubre, en el acto de no ser nada, al Poder de Dios que colma todos los espacios vacíos para recibirlo.
Sumérgete en tu mundo interior y desde adentro hacia afuera expresa lo que eres. Antes de querer ser, mostrar y aparentar, busca conocerte a ti mismo y, cuanto más te conozcas, más deberás entregar a Dios lo que veas en ti, sin miedo de no ser nada.
Reescribe la historia de la humanidad en tu propia vida. No creas, hijo, que esa historia solo se escribe en la vida de aquellos hombres conocidos por el mundo y que con sus palacios y sus vidas públicas, piensan que son los autores de la historia humana con su propio poder. Esa historia escrita por los aparentes grandes hombres es, en verdad, una historia que se ha repetido a lo largo de la existencia humana.
Ahora llegó el momento de escribir una nueva historia, la que no se construye solo con hechos materiales, sino sobre todo con la experiencia espiritual de la unión con Dios de aquellos que, en el silencio de sus corazones, se vaciarán de sí mismos y se abrirán para que el Creador ingrese en sus vidas, en sus espíritus y en sus corazones.
Es por eso, que hoy traigo ante tus1 ojos un libro en blanco y te pido que seas un ejemplo silencioso y simple para toda la consciencia humana.
Entonces, hijo, toma este libro y escribe en él por medio de los actos de tu vida y de tus pensamientos y sentimientos; escribe mediante el vacío que encuentras cada día, en tu búsqueda y en tu caminar hacia Dios.
Reescribe la historia de la humanidad y, demuestra al Universo y a toda la Creación, la verdadera esencia de este proyecto de criaturas tan semejantes a Dios. Esta esencia nunca fue revelada porque Aquel que la pudo vivir no fue totalmente comprendido, a través de Su Ejemplo, por el corazón humano.
Si entras en lo profundo de tu interior, encontrarás allí a la esencia del ejemplo de Cristo y más que eso, te encontrarás a ti mismo y descubrirás lo que te une al Padre. Y es en ese espacio de tu consciencia donde quiero que tomes este libro, lo abras y comiences a escribir.
Tienes Mi Bendición para esto.
Tu Padre y Amigo,
San José Castísimo
1 Hablo a cada uno de los que leerán estas palabras y que sabrán, en lo íntimo de sus seres, que Me refiero a ellos.
Los Elohim: Ángeles Dorados
En la Esencia del Corazón de Dios, surgió una vez el gran Propósito de crear la vida y los planos de consciencia.
Como les dije ayer, queridos hijos, los Arcángeles, los llamados Resplandecientes, nacieron de la Inspiración Divina, inspiración que permitió concretar y manifestar los seres arcangélicos y angélicos.
Dios expresó en el Universo Mental Sus doce principales manifestaciones, las que surgieron de la Fuente Purísima. Desde allí, los doce Elohim como Rayos e impulsos de fuego nacieron dentro de la consciencia del Universo Mental Superior.
Desde el momento en que el Eterno tuvo la sagrada voluntad que de Su Esencia Purísima nacieran los Arcángeles, el Universo Mental ya era una realidad vital dentro del Universo Espiritual.
Los Elohim fueron designados por el Altísimo para llevar adelante la organización y la manifestación de todos los universos, en donde en el futuro existiría la vida.
Fue así que, desde el momento en que los Elohim se manifestaron dentro del Universo Mental, las primeras legiones fueron creadas sutilmente en estanques de luz, que son grandes receptáculos y canalizadores de energía divina, anteriores a los Espejos.
Veamos entonces, queridos hijos, cómo la historia divina de la Creación anterior a la vida material fue considerada por el propio Dios un Proyecto de amor y de absoluta unidad.
Sobre la base del amor y de la unidad las Jerarquías Angélicas, los llamados Elohim, desenvolvieron el Proyecto del Padre Eterno y dieron continuidad a la Obra de la Creación.
Los estanques de luz también fueron creados a través de la esencia de la Voluntad Divina y fueron los primeros Elohim los que acompañaron la manifestación de estos estados de consciencia, los que guardaban en sí el surgimiento espiritual de la vida angelical.
Cada Arcángel, como Padre Creador, depositó en los estanques de luz una molécula de los doce Rayos espirituales que estuvieron presentes en el momento del nacimiento de los seres angélicos. Una consciencia angélica nace a partir de la expresión del amor en el Universo Mental y a través de un acto de profunda unión que el Arcángel establece con la Fuente Única.
En ese momento, el Arcángel proyecta sobre el estanque un potentísimo caudal de amor y de unidad y, en consecuencia, el estanque, a través de la agrupación de todas las moléculas de los Padres Creadores, emana una consciencia angélica que está dentro de un precioso cristal de color magenta, azul, verde, blanco o dorado. Cuando la consciencia angélica surge del estanque y hasta que termine de constituirse, el cristal queda suspendido sobre él por un período determinado, al igual que la gestación de un niño en el vientre de su madre. Es la energía creadora y divina que gesta interiormente el propósito de esa consciencia angélica.
El cristal puede contener alguno de los doce Rayos para mostrarle al Universo Mental cuál ha sido la Voluntad Mayor para la tarea y el servicio que el nuevo ángel cumplirá.
Es así que, después de su manifestación como consciencia mental y espiritual, el ángel vive una formación que lo ayuda a desarrollar su misión en el Universo Mental o en el Universo Material.
Después de ir formando los ejércitos de luz, los cuales desde su nacimiento viven el servicio incondicional y la unión perfecta con el Eterno, los Arcángeles comienzan con la construcción y la materialización de las Academias de los Rayos, para que cada ser angélico desenvuelva su propósito ante el Padre.
A continuación, se manifiesta la formación espiritual de los Siete Cielos o de los siete estados de Consciencia Divina, en donde los grandes ejércitos comienzan a poblar las dimensiones celestiales.
En ese momento los Arcángeles definen, bajo la Voluntad Máxima, la misión de cada consciencia angélica, lo que determina a cuál de los Cielos o de los estados de consciencia le corresponderá servir eternamente.
A partir de ese momento, los Padres Creadores asumen el gobierno de los Siete Cielos, para que desde el principio se cultive entre las consciencias la Ley de la Jerarquía.
Según como haya sido el surgimiento de la consciencia angélica dentro del cristal, será la misión que vivirá.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal magenta, significa que el Padre Creador le asignará la misión de vivir el amor, de irradiarlo y de protegerlo en los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal azul, significa que el Padre Creador le asignará la misión de proteger y de vivificar la unidad en todos los universos, como también de ser guardián del conocimiento sagrado de las Leyes espirituales, mentales y materiales.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal verde, significa que el Padre Creador le asignará la misión de ejercer la Ley de Cura y de emanar continuamente la armonía en toda la Creación y en donde él se encuentre.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal blanco, significa que el Padre Creador le asignará la misión de atraer para sí los más altos grados de pureza y de expandirla como esencia hacia los universos.
Si un ángel surgió del estanque de luz en un cristal dorado, significa que el Padre Creador le asignará la misión de la eterna alabanza al Único, como miembro de los llamados Coros Celestiales, los que atraen hacia los universos los principios de la Fuente de Dios.
Es así que los Padres Creadores envían en misión a todos los ángeles que nacieron de la Fuente a través de los estanques de luz, para que junto a sus regentes arcangélicos asuman la misión de proteger y de amparar la evolución de los universos a través de los diferentes Rayos a los cuales pertenecen.
Los Elohim son parte del Propósito Divino y están representados a través de las doce principales emanaciones de Dios, lo que comprendemos como los arcángeles; a partir de allí, las doce emanaciones formaron los doce gobernantes, y de los gobernantes angélicos surgieron otras doce emanaciones hasta llegar a los ángeles de la guarda.
El Universo Mental no tiene límites y es un estado infinito formado por la Voluntad de Dios. Allí se vive el estado de resplandecencia, lo que significa que cada consciencia angélica genera en sí los más altos grados de amor y de unidad con el Único.
Toda la consciencia angélica existe para proteger y guardar la esencia del Proyecto de Dios dentro de los Universos Espiritual, Mental y Material. Es así que los Elohim pueden penetrar las dimensiones y los planos, aunque sean seres mentales, porque ellos se mueven todo el tiempo por el espíritu de la obediencia y del servicio eterno.
El Padre, desde el principio, concibió a los Elohim como los principales guardianes del Propósito de la Creación y de toda la vida existente en los universos.
Fue así que, a través de los Resplandecientes, surgió la primera experiencia de la Hermandad Cósmica, lo que más tarde se estableció como premisa para todas las consciencias presentes en los diferentes planos.
Los Elohim son considerados también los Mensajeros o los portavoces de la Fuente Primordial para el Universo Material; son los que llevan adelante la concreción del Propósito Divino y son los que impulsan a los ángeles de la guarda para que cada alma viva su misión dentro de la Creación, para así cumplir con la finalidad del Padre.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión a cada ángel de la guarda,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Reina de los Ángeles
Queridos hijos:
La conversión del corazón humano puede tener como modelo espiritual al Casto Corazón de San José.
A través del testimonio de San José ustedes, queridos hijos, podrán alcanzar las mismas aspiraciones que una vez San José vivió en este planeta. Dichas aspiraciones, hijos Míos, deben estar basadas en el amor y en la lealtad que San José demostraba en la simplicidad de Su vida diaria.
Por eso, José Castísimo fue escogido por Dios para llevar adelante el proyecto santo de la Sagrada Familia, una experiencia espiritual nunca antes vivida por San José y que más tarde se tornó realidad para Su santa consciencia.
San José demostró en Sus primeros años de vida el amor profundo a Dios y a Su infinita existencia; desde allí José Castísimo fundó las primeras bases para la santidad mediante los votos que Él mismo se había propuesto.
El impulso que San José dio a toda la juventud de la época, desde que era adolescente, fue importante. San José impulsaba a quien estuviera a Su lado a amar y a practicar el servicio a los otros. Sobre todo la bondad de San José hacía que los demás jóvenes lo imitaran, porque el misterio que rodeaba a José Castísimo era Su infinita filiación con Dios y con Su santa Voluntad.
Desde joven, José era amado y apreciado por Su silencio, reverencia y pronta disposición. Heredó de Su padre de la Tierra el oficio de la carpintería y, por la santa creatividad que siempre lo inspiraba, se propuso enseñar las virtudes del servicio, de la oración y de la donación a los otros, a todos los pequeños que lo rodeaban.
El espíritu de paternidad fue el emblema que caracterizaba a San José; quien se acercaba a José Castísimo no solo sentía una divina protección, sino que también era motivado para amar la Voluntad de Dios.
San José es el modelo de superación humana alcanzado por medio del servicio, del esfuerzo, de la fe y de la oración, lo que permitía que José Castísimo expresara las ideas de Dios sobre la lealtad de las criaturas de la Tierra.
En San José se encuentra el proyecto de realización espiritual, el camino que impulsa a la consciencia a animarse, a pesar de los propios miedos, a dar un paso por el Plan Universal, para poder ingresar en el escenario principal del Proyecto de Dios.
San José sufrió pruebas, trascendió desafíos y fortaleció Su fe y amor a Dios, eso lo llevó como un humilde hombre a asumir ser el padre espiritual de Jesús, el guardián del Mesías; para agrado de Su santo y casto espíritu, San José recibió la Gracia de estar hasta los últimos días de Su vida en los brazos de la Santa Madre y Esposa, María.
Desde el momento en que San José fue escogido para llevar adelante el Proyecto redentor de amor, fue apoyado por la Madre de Jesús para dar los pasos hacia tareas mayores con la humanidad.
Momentos antes de la casta muerte del Santo Esposo José, María lo ayudó a superar Su último miedo de abandonar prematuramente a la Sagrada Familia, porque Su misión en la Tierra se había cumplido.
Cuando San José se encontró Conmigo durante Mi santa asunción, nos unimos nuevamente para que, desde ese momento, fuéramos padres de la humanidad y ayudáramos a impulsar el Proyecto del Creador para el planeta y toda la humanidad, como lo hacemos hasta los días de hoy.
Las virtudes y los dones de cada alma pueden consagrarse al Casto Corazón de San José, de esa manera el santo guardián de las almas los protegerá.
A San José agradezcamos por haber aceptado, como humilde hombre, el Proyecto pensado por el Creador.
¡Les agradezco por responder a Mi llamado!
En unión al Casto Corazón de San José en este día,
Vuestra Madre María, Rosa de la Paz
En las entrañas más profundas de Dios, en donde habitaba la pureza de Su Divina Consciencia, reposaba un principio de vida, una molécula viva de la Consciencia Divina, proveniente de Adonai. Como el Amor de Dios no podría permanecer en Él mismo, el Creador le dio vida a ese principio purísimo: creó una Consciencia Divina y Universal, que abarca más que un pequeño cuerpo o una consciencia material.
María es el Vientre Divino, es la Vida, es lo que hace nacer a las criaturas de todos los Reinos y las ampara durante toda su evolución.
María no vino de los hombres y ascendió a los Cielos; María descendió de los Cielos y, por Su Amor infinito, se hizo carne entre los hombres para acompañar al Hijo de Dios.
María no es parte de la humanidad, la humanidad es parte de María.
Cuando el Creador pensó en el proyecto humano, un proyectoque viviría en sí un potente grado de Amor, necesitaba de una Fuente Creadora Pura, una Consciencia que emanara el Amor que los seres humanos necesitaban para desarrollarse. Y fue así como los Ángeles y Arcángeles del Padre Celestial recurrieron a Aquel Principio Puro de Dios, que era la propia energía de la maternidad, de la pureza y del amor, para crear, desde esa Fuente perfecta, los códigos que los seres humanos contendrían en sí.
Así como es en el Cielo, es en la Tierra. Para hacer nacer el Amor en la consciencia planetaria, como había nacido en el universo, el Creador manifestó en mente, cuerpo, alma y espíritu Su Divina Pureza. De ahí proviene la Madre de Dios, la Madre de Jesús.
María es la Gracia de Dios; es la Bondad manifestada en una Consciencia sublime. María es el don maternal que, aun después de haber ascendido a los Cielos, no deja de proyectarse entre los hombres, de representar en el universo, así como en la Tierra, un ejemplo para las criaturas materiales.
Lo que tuvieron delante de ustedes durante todos estos años es la Perfección de Dios manifestada en el Amor y en la Bondad materna de María.
Queridos, les digo esto para que aprendan a estar delante de una Consciencia que, a pesar de Su Grandeza y Divinidad, a pesar de no caber dentro de una forma humana, sigue manifestándose entre los hombres, sigue expresando Su semejanza con las criaturas de la Tierra, sigue mostrándoles a todos el Camino.
Su Amor es inalterable, Su Perfección es incorruptible, Su Paz es eterna, porque Ella espera que, algún día, ustedes acepten con alegría revivir en Su plena Paz.
Permítanse retornar a los brazos de Aquella que los creó como parte de Dios. Permítanse ser guiados por Aquella que proviene del Santo Espíritu del Creador y que manifiesta Sus Dones entodas las criaturas. Mientras aún hay tiempo, hijos, ríndanse en los brazos de su Madre Celeste y, así como la Sagrada Familia, permítanse ser amados y conducidos por María. Su Amor les revelará muchos misterios y Su Pureza les abrirá las puertas del Cielo.
Aquel que los ama y los entrega todos los días, en oración, al Inmaculado Corazón de María,
San José Castísimo
Cuando del propio interior comience a emerger todo aquello que por eones estuvo oculto en la consciencia humana como códigos que degradan el Proyecto de Dios, muchos podrán desestabilizarse interna, emocional y psíquicamente, dependiendo del vínculo de cada consciencia con esas informaciones y de la forma como ella fue equilibrando, a lo largo de su existencia, los códigos negativos con experiencias positivas.
Cuando llegue ese momento, queridos, solo les restará abrir el corazón y confiar en aquellos, más equilibrados, que ustedes tendrán al lado para auxiliarlos. Deberán aferrarse fuertemente a la humildad para pedir ayuda y dejarse guiar. Deberán también aferrarse a la fraternidad, en caso de que tengan que ayudar a otros.
El desarrollo del amor será una oportunidad entregada por Dios en cada instante de sus vidas, sobre todo en los momentos de la transición interior de cada ser y de la transición del planeta en su totalidad.
Deben acordarse de lo que les digo, porque muchos confían en que estarán en pleno equilibrio y que siempre serán los que ayudarán a otros y no los que serán ayudados. Pero no será así, porque el noventa y nueve por ciento de los seres humanos desconoce las raíces de todo lo que viven en la Tierra e ignoran que vinieron al mundo para equilibrar los códigos de sus consciencias, las que necesitaban de tal grado de amor para ser convertidas y que solo en la Tierra lo alcanzarían, en este pequeño planeta, donde se gestó el gran Proyecto de Dios que tuvo su triunfo en Cristo.
Sin contar con esa realidad y plenamente envuelta por la ignorancia y por la ilusión, a la mayoría le cabrá abrirse a la humildad; pero esto no será fácil en una raza que, por siglos, fue el resultado de muchos códigos de orgullo, vanidad y egoísmo, que llegaron para ser convertidos por el Amor de Cristo, por la vida crística.
Sin embargo, queridos compañeros, todos tendrán una oportunidad nadie quedará sin ser contemplado en esta escuela de amor. A cada uno le cabrá abrirse para la elección de la vida superior, de la fraternidad, de la unidad, y permitirse ser guiado por Dios, confiando en el amor, más que en sí mismo.
Cuando les digo “confiar en el amor”, es también confiar en la unidad entre hermanos congregados por un mismo propósito y saber que, si ustedes están unidos de corazón, siempre se sostendrán en el camino correcto. No obstante, si no creen en el amor ni en la unidad y quieren seguir sus caminos con base en su propia voluntad, negarán el Plan de Dios, que tiene como pilar el Amor y la Unidad entre todos los seres, sin importar las diferencias ni los errores cometidos a lo largo de la existencia, porque el amor cura todas las cosas y, en el espíritu de la unidad, el amor de uno suplirá y equilibrará el error de otro. Esa es la Ley de Dios.
Yo los amo y, por eso, vengo al mundo, así como vienen los Sagrados Corazones de Jesús y de María para que, en unidad con los seres humanos, Nuestro infinito Amor por todos equilibre los errores del pasado y les conceda una oportunidad de recomenzar en una raza redimida.
San José Castísimo
Queridos compañeros:
Se aproxima a la Tierra la llegada de un nuevo ciclo para la consciencia humana y, sobre todo para la consciencia del planeta, el espíritu de la Tierra que los ampara, los acoge y, con tanto amor y donación, los sustenta.
Ese ciclo que llegará impulsará a los hombres a que ofrezcan al Proyecto Divino de la Tierra su verdadero potencial y, para eso, los ayudará a expurgar de su interior, de los mundos consciente e inconsciente de cada ser, aquellos códigos que generaron como humanidad y que, poco a poco, fueron degradando lo que deberían expresar como consciencia humana.
El nuevo ciclo intentará ayudar a este proyecto de la Tierra, para que no sean solo los Reinos de la Naturaleza los que sustentan la consciencia del planeta, sino que existan seres humanos conscientes ofreciendo el máximo de sí para que el planeta cumpla su función dentro del Plan de Dios.
En el Proyecto del Señor al crear este mundo, repleto de manifestaciones de Su perfección por medio de los diferentes Reinos de la Naturaleza que lo cohabitan, Dios pensaba en una expresión viva de la fraternidad y de la unidad entre Sus criaturas, por más diversas que fuesen.
El Creador intentó hacer de la Tierra una escuela de amor y de cooperación evolutiva, para que cada Reino proporcionara al otro algo vital para su existencia. Es por eso, que la Tierra necesita de equilibrio para existir, equilibrio que se genera en los diferentes Reinos, incluyendo el Reino Humano.
Sobre todo el Reino Humano debería generar una especial armonía y amor dentro del Reino que le corresponde, como humanidad, para inspirar así la evolución de los demás Reinos de la Naturaleza.
Todos los Reinos, en cierta forma, cumplieron su parte, excepto el Reino Humano, que es el gran pilar del proyecto terrestre. El Reino Vegetal es la expresión de la donación, de la elevación y de la belleza, como le correspondía. El Reino Mineral es la expresión de la purificación, de la transmutación y de la sustentación, como le correspondía. El Reino Animal es la expresión de la fidelidad y del amor, es el guardián del espíritu de la cooperación y de la fraternidad evolutiva en cada especie, como le correspondía. El Reino Dévico sigue creando belleza y loas al Creador y, junto al Reino Elemental, sustenta y anima a los demás Reinos de la Naturaleza, como le correspondía.
Al Reino Humano le correspondería ser un puente de comunión entre todos los Reinos; aquel que cuida, ampara y protege, ama y auxilia para que cada Reino pueda expresarse. El Reino Humano debería crear condiciones para que los devas y los vegetales expresaran su belleza; para que los animales pudieran aportar a la consciencia planetaria el atributo único que cada especie posee en su esencia; para que los minerales pudieran nutrir y auxiliar a los demás Reinos y con libertad actuar en el mundo.
El Reino Humano debería ser el puente con la Consciencia Divina, que proporcionara el espíritu de la constante evolución y del crecimiento, para que la Creación jamás se estancara y los Reinos prosiguieran dando pasos evolutivos y cambiando su escuela espiritual. Que, de esa forma, nuevas esencias fueran surgiendo y renovando permanentemente la Creación de Dios y que, a partir del laboratorio de la Tierra, todo el universo se pudiera renovar.
Esa es una parte de lo que representa el Proyecto de Dios.
El nuevo ciclo del cual les hablo va a acelerar la purificación humana de una forma más o menos armoniosa, dependiendo de la colaboración consciente de cada ser. Esto será así para que la idea de vida fraterna pueda ir manifestándose al máximo posible, aunque sea en unos pocos individuos y en islas de salvación y de expresión del Proyecto de Dios, y este Plan también se pueda manifestar.
Después de eones de experiencias que no tuvieron el resultado esperado, la Creación dará un impulso solar a la humanidad y a los Reinos de la Naturaleza, como última oportunidad de concreción del Plan Divino.
Es importante que ustedes estén conscientes de todo esto y colaboren, cumpliendo con su parte en este Plan de Amor. Por eso les digo todas estas cosas.
Su amado instructor y compañero,
San José Castísimo
Queridos compañeros:
Quiero decirles, en este día, en relación con las palabras que vengo pronunciando en estos últimos tiempos, que si les instruyo sobre tales cosas es porque confío en el potencial de todos los corazones que Me escuchan, independientemente de la vida que llevan y del grado de consagración en el que se encuentran.
Mi Casto Corazón fue enviado al mundo para acompañar a María Santísima en el despertar de los 144 000 que deben preparar el retorno de Cristo y reconocerlo entre los hombres. Es por eso que Nuestra presencia es puramente espiritual y toca los espíritus de aquellos que se comprometieron con Dios en el principio de todo este proyecto humano.
Mis amados, los 144 000 son los espíritus que fueron enviados a la Tierra para vivir la redención y para ayudar en el proyecto humano y que se comprometieron a vivir en sí los códigos dejados por Cristo.
No piensen que Jesús vino a la Tierra para ser el único Cristo existente en la Creación de Dios. Él vino para ser el Camino que toda la humanidad debería recorrer, la Verdad que cada ser de este mundo debería amar y seguir, la Vida Crística que se manifestó en Jesús, pero que debe manifestarse también en todos aquellos que se disponen a hacer de sí la expresión del proyecto de Dios y volver vida, en la propia carne, los principios universales y crísticos dejados por el Hijo del Hombre.
Mis amados, llegó el momento de asumir su verdadero papel en el Plan de Dios, y eso se alcanza cuando pueden salir de las mezquindades de la vida material y, así, salir de sí mismos, para tener como prioridad en sus vidas lo que realmente importa, que es el amor y el perdón, la redención y la unidad con Dios y, en consecuencia, con toda Su Creación.
Los 144 000 deben ser la punta de lanza que abre el camino para la Nueva Humanidad, el ejemplo que deben seguir los que están ciegos, palpando el aire delante de sí. Los 144 000 deben ser la mano tendida a los hombres y a los Reinos de la Naturaleza; deben ser la representación de la propia humanidad, elevando al planeta hacia la manifestación de la Verdad.
Piensen en eso y sientan Mis palabras en el corazón, pues ellas deben impulsarlos cada día, para que al menos anhelen no ser más los mismos y, así, vivan lo que les enseño.
Su amado padre y consejero,
San José Castísimo
Queridos compañeros y siervos de Dios:
Hoy los invito a meditar con la esencia del corazón en todas las gracias que recibieron y que siguen recibiendo incluso en la actualidad. Los invito a meditar en la verdadera razón por la cual fueron congregados por los Mensajeros Divinos y en cuál es el potencial que está oculto en el interior de cada uno y que, en este tiempo, Dios aspira a revelarles.
Sepan, Mis amados, que no vengo al mundo para instruir solo a una parte de la humanidad, para que se vuelvan más sabios y tengan una vida un poco más pacífica para disfrutar. Mi Casto Corazón tiene una misión clara, que Me fue entregada desde el principio de Mi llegada a este mundo. A pedido del Altísimo Señor, vengo a abrir la consciencia humana y a proporcionarle la posibilidad de vivir según la Voluntad del Creador.
Vengo para que poco a poco, gota a gota, la humanidad deje de ser una llaga en el Corazón del Padre y sea la concreción de Su esperado Proyecto, predilecto en el Reino de los Cielos.
La responsabilidad de los que Me escuchan es inmensa y no cabría en sus mentes, ni tampoco en sus pequeños corazones. Es por eso que, día a día, los Mensajeros Divinos los invitan a confiar en las Palabras de Dios, pronunciadas por los Sagrados Corazones, porque la verdadera esencia y razón por la cual llegamos a este mundo todos los días difícilmente ustedes podrán comprender.
Sepan que el Creador cuenta con pocos soldados dispuestos a seguirlo incondicionalmente; dispuestos a dejar atrás lo que fueron, para renacer en un nuevo hombre, completamente
opuesto a lo que hoy se expresa en el mundo.
En medio de una humanidad ignorante y ciega, los pocos que intentan mantener la fe están siendo sofocados por los ejércitos de la oscuridad, y ustedes están delante de la Voz de Dios, que los instruye día a día, para que sean simples de corazón y humildes, porque esa es la única manera de equilibrar todo lo que hoy sucede en el mundo.
Por más que les parezca increíble y a veces absurdo, Yo les digo, compañeros, que el Creador cuenta con cada uno de los que son capaces de escuchar Su Voz y seguirla. Y sus esfuerzos diarios para transformarse, aunque sean mínimos, son colocados en la balanza del Juez Celestial.
Todas las instrucciones que les traigo son para aplacar la Justicia que descenderá sobre el mundo; mas, para eso, no solo deben encontrar bellas las palabras de los Mensajeros de Dios, sino también vivirlas. Si no fuese así, ¿de qué valdría que vengamos al mundo?
Yo los guiaré y entregaré Mis últimos impulsos a la humanidad, en la divina esperanza de que al menos un alma escuchará y vivirá lo que tengo que decir y enseñar.
Ruego al Padre todos los días por el despertar de los corazones; para que al menos unos pocos descubran cuán simple es seguir los Pasos de Dios y cuán verdadera es la libertad celestial que se encuentra al abandonar lo viejo y abrirse para ser una semilla de la Nueva Humanidad.
Yo los amo y los guiaré incansablemente.
San José, fiel pacificador de Dios
Mi silencio transmite muchas cosas. Dichosos de aquellos que comulgan Conmigo, pues nunca se arrepentirán. Serán los testigos para los tiempos que llegarán. Así Dios lo ha determinado.
Hoy les traigo a todos, Mi Consciencia agonizante del Getsemaní, pues Yo allí viví muchas cosas por todos y nunca Me arrepentí de vivir todo lo que el Padre Me entregó. Todo eso ha permitido, compañeros, que a través de la agonía en el Getsemaní, hoy todos ustedes estén aquí. Y muchas almas también que no están en este plano con ustedes, mas sí atentas a la voz de Mi llamado que las congrega y las une en este tiempo de redención.
Hoy estoy acompañado por Thiago y por Juan, guardianes de vuestra obra, que siguen silenciosamente vuestros pasos. Hoy se los entrego como guardianes de esta Obra magnífica que es construida por las propias manos del Creador, a través de la intercesión de los Sagrados Corazones.
Sientan al huerto Getsemaní como un momento de sacrificio. Allí el Hijo de Dios comenzó a superar la muerte. Y a través de la redención de todo lo impuro y pecaminoso, alcanzó el camino de la Resurrección.
En el huerto Getsemaní, Mi silencio dejó grabado el Propósito de Dios para el mundo. Ese fue el gran momento, compañeros, en el que la primera espada de la traición y de la negación del mundo traspasó el Espíritu de Mi Corazón. Allí Yo viví la primera señal por todos ustedes, por todas las generaciones que vendrían después de Mí.
Y así, a través de Mi sacrificio y de beber de ese Cáliz espiritual, muchos discípulos Míos despertaron a lo largo de los tiempos. Y hoy los vuelvo a unir en la esencia del Corazón, en el propósito del Amor y de la Verdad, que es construido por el esfuerzo de todos, de aquellos que Yo llamo perseverantes, que siguen Mis caminos liberando sus riendas, caminando firmemente por el lugar que Yo les indico, que es el monte de la cristificación.
Muchos tendrán memoria de que Yo haya estado en estos años aquí, pues a través de la palabra, de la evangelización interior, del ejemplo y de la vida es que son redimidos, y podrán profesar que Yo estuve aquí. Primero en Espíritu, para poder después entregarles Mi Esencia y así prepararlos para el fin de los tiempos.
¡Ay de aquellos que ya no están Conmigo! Mi Corazón silencioso los contempla y los ejércitos angelicales rezan por todos ellos, para que alguna vez resuciten en espíritu de la vida muerta que llevan.
Cuando estoy aquí, todo el Universo se congrega. Dichosos de aquellos que participan de las Leyes Mayores, aunque no las entiendan, a través de Mi Presencia y de vuestra absoluta creencia de que Yo estoy aquí, en Espíritu divino y glorificado, todo se puede cumplir en los espíritus que se abren para acoger Mi llamado, con reverencia y amor, con simplicidad y humildad; algo que Yo necesito que ustedes puedan aprender a vivir aunque no lo sepan. Vivan Mis palabras y así lo alcanzarán.
Hoy representan ante Mis Tronos la Cena Sagrada. ¿Qué significará esto para vuestras vidas y familias y, principalmente, para aquellos que niegan al Hijo de Dios? Aunque muchos se hacen los sordos y no escuchan al Mensajero Celestial.
Esta oferta que ustedes hoy Me hacen aquí, la cual han dedicado con amor, devoción y contemplación a Mi Corazón misericordioso, Mi Espíritu lo recibe con inmensa gratitud y verdad; porque a través de las cosas simples, pero verdaderas, se manifiesta la Luz del Creador, la que conjuga Su Voluntad.
Por un año más, pero como en otros tiempos, vengo a celebrar la Última Cena. Dichosos aquellos que se postran a Mis Pies para recibir Mi ministerio.
"Sagrado Padre...".
No es para repetir. Escuchen y sientan, pues es eso lo que necesito. Estoy pasando aquí por última vez en este tiempo final, antes de que todo se desate como mil caballos sin riendas.
"Sagrado Padre, que concibes la vida y el espíritu en todas las almas, recibe este sacrificio de Tus hijos que es instituido por el pan y el vino, precioso ministerio que Tú has legado a la humanidad, a través del Sagrado Corazón de Tu Hijo, recordando el precioso ministerio de la Última Cena, en donde muchas luces internas se encendieron y almas caídas se elevaron a los Tronos del Cielo para glorificarte y honrarte".
"Recibe Padre Amado, este ofertorio que es la emanación profunda de los corazones buenos. Así, establece Adonai, nuevamente Tu Espíritu Sagrado sobre la humanidad".
"Te imploro Padre Sagrado, que cierres las puertas del mal. Por eso en esta tarde Yo te dono, Mi Sangre, Mi Cuerpo y Mi Divinidad para que muchas almas más sean liberadas de la constante persecución y engaño en el cual viven".
"Así Yo podré instituir, por medio de Tu Espíritu Sagrado, el principio y el fin de Tu Reino Celestial, en donde los ángeles y arcángeles congregarán las buenas nuevas, los dones profundos de Tu Espíritu, que se manifestarán en la vida de todos los seres".
"Y así se concretará, Padre Amado, el Proyecto que Tú has escrito desde el principio".
"Escucha la Voz de Tu Siervo fiel, de la encarnación profunda de Tu Amor manifestado, de la Sabiduría Suprema en esta vida material".
"Recibe en Tu Reino la donación de todas las estrellas y vislumbra, Señor Amado, en los horizontes de todos los planetas, las esferas brillantes de la redención, que fueron colocadas por los ángeles del Cielo desde el momento de Mi glorificación".
"Padre Amado, recibe Tu Divinidad, que es la Divinidad de Tu Hijo. Recibe Tu Amor, que es el Amor de Tu Hijo manifestado. Recibe todos los dones y caridades, que son donados por las almas buenas".
"Recógete Adonai en los corazones simples, para que pueda volver a despertar Tu Sagrado Reino en toda la humanidad, mas en aquellos que necesitan el soplo de Tu Espíritu para volver a resucitar”.
Que así sea. Amén.
Celebramos en esta tarde la Misericordia de Dios. Y en este segundo día les entrego la segunda llave, la cual deposité en vuestras consciencias a través de Mis sagradas Palabras, colmadas del Amor del Creador y llenas profundamente de la humildad del Universo.
Recíbanla con gratitud, y agradezcan a Dios por este encuentro que quedará marcado en vuestras memorias.
Esto los ayudará a transitar vuestra purificación cuando ella llegue a golpear vuestras puertas. Pero no deberán temer. Aquel que confía en Mi Misericordia, prevalecerá, mas será más fuerte cuando se una a su hermano y en la unidad profunda del Espíritu comparta la transformación como un sacrificio y entrega a Dios.
Celebremos, amados compañeros, la institución para el mundo, de Mi sagrado Cuerpo y de Mi preciosa Sangre.
Renueven vuestros votos y confírmense delante de los Tronos de Luz, pues en esta tarde sagrada, los ángeles están escribiendo la nueva historia en algunas almas.
Clamemos por Adonai, pues Él está presente a través de Mi Espíritu.
Preparen los Sacramentos. Preparen el vino para la consagración.
De este fruto nacen los nuevos seres sobre la Tierra. Dichosos de aquellos que comulgan en reverencia y amor, porque siempre recibirán la mayor parte del Reino de Mi Padre.
Vamos a rezar, a pedido de nuestro Señor la oración del Ángel de Portugal:
Santísima Trinidad
Padre, Hijo y Espíritu Santo
os adoro profundamente y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la Tierra.
Y en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
Escuchamos tres campanadas.
Este es el fruto del trabajo de muy pocos, para que la mayoría se pueda servir de él.
Benditos aquellos que beben de Mi Sangre, para que puedan ser transfigurados por la Luz de Mi Corazón.
Santísima Trinidad
Padre, Hijo y Espíritu Santo
os adoro profundamente y os ofrezco
el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad
de Jesucristo, presente en todos los sagrarios de la Tierra.
Y en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias
con que Él es ofendido
y por los méritos infinitos de Su Santísimo Corazón
y del Inmaculado Corazón de María
os pido la conversión de los pobres pecadores.
Amén.
Y así, ustedes también consagrados por Mi Espíritu, deberán dar el ejemplo de lo que recibieron, porque muchos por detrás de ustedes esperan por esta sagrada oportunidad.
Vuestra confirmación y decisión permitirá que los que están por detrás de ustedes reciban esta Gracia.
Vayan en paz, Mis soldados, afirmando vuestros apóstoles internos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Tres campanadas.
Cantemos "Adonai, Espíritu Santo" para despedir a Cristo.
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más