MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTTRO MARIANO DE FIGUEIRA, MINAS GERAIS, BRASIL, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Cuando el alma agoniza y se remueve por dentro buscando algo que no encuentra, da gracias a Dios y solo deja que Su renovación llegue a tu espíritu.

No resistas, no desistas y no te entristezcas por algo que, en verdad, debe traerte paz, porque significa que tu interior se está disponiendo a la transformación.

Cuando el alma grita en el corazón de aquel que intenta seguir la Voluntad de Dios y que a ella entregó su vida, es señal de que un cambio y una renovación son necesarias. Y ese cambio proviene de la propia Voluntad Divina; a ti te cabrá no resistir, no desistir y no entristecerte por algo que, en verdad, debe traerte paz.

En realidad, lo que sientes como una agonía interior es tu alma alzando la voz más allá de los aspectos de tu cuerpo, de tu mente y de tus sentimientos.

Escucha, entonces, esa voz que quiere hacerse oír y deja que ella se exprese antes de que tu alma se canse de gritar en tu mundo interior por un nuevo paso, un nuevo ciclo, un nuevo ser.

Escucha la voz que se alza desde tu alma y deja que ella se exprese como sienta; que sea un canto, una oración o incluso un llanto que expresa la libertad del alma de manifestarse, y que todo eso, tu canto, tu oración y tu llanto sean los impulsos de un nuevo ciclo y de una nueva etapa en tu vida.

Que no grite tu alma sin ser escuchada; que no le cierre tu mente la ventana al alma, ocultando nuevamente lo que se remueve en tu mundo interior.

Así como grita el alma del planeta para ser escuchada por los corazones de los hombres, también gritan y se agitan dentro de los hombres sus propias almas.

La vida es un espejo de sí misma en diferentes proporciones; por eso hoy te digo: escucha la voz de tu alma para que un día sepas escuchar el alma de este planeta, y que ninguna voz interior se alce en vano.

Dios habla a través de las almas y de los espíritus de los seres, y es Él quien los llama a un nuevo ciclo, que no necesita ser grande, sino que necesita ser nuevo; trayendo consigo aquello que ya sabes que debes ser y que aún no eres, no porque sea imposible, sino porque te vuelves sordo ante la voz que grita en tu interior.

Sin miedo, escucha lo que te lleva hacia ese nuevo tiempo; así podrás ser uno, en la multitud de este mundo, capaz de oír el alma del planeta y guiar a tus hermanos según aquello que Dios habla a través de la voz del corazón de la Tierra.

No sientas que lo que te digo es un misterio, porque ya no lo es. Solo escucha esta voz en tu interior y síguela.

Tienes Mi bendición para eso.

Tu Padre y Compañero,

San José Castísimo

MENSAJE SEMANAL DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN LA LOCALIDAD DE LOS COCOS, CÓRDOBA, ARGENTINA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Para seguir los pasos de Cristo, les digo: deberán renunciar a todo camino personal. El Señor vendrá a dictarles sus pasos y no serán aquellos que ustedes quieren seguir, porque esos, hijos, engrandecen su condición humana y no los conducen hacia la Verdad.

Para seguir los pasos de Cristo, les digo: deberán dejar atrás sus aspiraciones, “sueños” y deseos humanos, para encontrar así Su Voluntad Divina, Perfecta y Única para sus vidas.

Para encontrar el Camino de Cristo, les digo: deberán cerrar sus ojos a la codicia de la vida ajena y ya no desearán vivir como “este” o “aquel”, porque para cada ser el Pensamiento Divino es único y cada hijo Suyo debe buscar lo que le pertenece y desear nada más que la Voluntad Divina para sí mismo.

Para encontrar la Verdad de Cristo, les digo: deberán renunciar a todo conocimiento vano, a toda búsqueda desmedida por engrandecer sus mentes y egos espirituales con verdades a medias y muchas vanidades. Gran parte de la humanidad, hijos, necesitaría de la “ciencia del no saber”, para llegar a la verdadera esencia del Conocimiento Divino. Mientras buscan y buscan, beben y se hartan en falsas fuentes, jamás le darán espacio en su interior para lo que es Verdadero y Puro, que sacia y calma esa sed desmedida por lo que no es real.

Para estar en el Amor de Cristo, les digo: deberán renunciar a todo amor vano, sobre todo a sí mismos; a aquello que llaman amor y que Yo llamo vanidad y celo por la ignorancia y por la ilusión. Porque aquel que alimenta el amor a su propia imagen y a las cosas de este mundo, no hace otra cosa que celar por su condición de ignorancia.

Para encontrar el Silencio de Cristo, les digo: deberán silenciarse por dentro, en lo profundo del corazón y buscar esa unión más en la soledad que en la apariencia; más en la acción que en las palabras; más en la Verdad que en la ignorancia espiritual.

Si están cansados de sí mismos y quieren salir del punto en el que se encuentran, Yo les digo: amen y en todo busquen amar. Que sus acciones sean movidas por el amor, corregidas por el amor y reflejadas con amor cuando erren. Que su verbo y su pensamiento nazcan del amor y, aun cuando sientan que no tienen qué amar, amen a Dios, a Su Plan y en Él, amarán todas las cosas.

La carencia humana, hijos, no es de conocimiento, de gracias, de oportunidades, de posibilidades, de caminos abiertos… Lo que les falta es voluntad, voluntad para amar y amor verdadero que se multiplica y nunca cesa en el corazón que ama.

Su cura se encuentra en el arte de Amar y de donar Amor. Así, encontrarán los pasos de Cristo, la Verdad de Cristo, el Camino de Cristo, la puerta hacia Cristo, los Ojos de Cristo, cuando Él retorne al mundo, y Su Verbo que les dirá, con Verdad y Poder: “Mis Compañeros”.

Su Padre y Amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijo:

Si te sientes perdido de ti mismo, no te busques. No quieras encontrar lo que Dios retiró de ti. Busca en Dios la verdad, lo nuevo, el renacimiento de tu materia humana en todos sus niveles.

Los impulsos de un nuevo tiempo están llegando a tu vida, impulsos que ya sabes que te llevan a una definición absoluta y no parcial.

En este tiempo, en este ciclo, es momento de dar pasos más concretos, que consoliden la transformación en la consciencia.

Pero no solamente por medio de Mis palabras debe llegarte esta información. La certeza de que tienes que ser otro, ahora y no después, debe partir de tu interior. La necesidad de transformar tu consciencia debe venir de ti mismo.

Cada ser humano, en lo profundo de su ser, ya sabe cuáles son los pasos que debe dar, porque la verdad se oculta en el mundo interior de cada uno. Lo que sucede es que las capas que la cubren van cayendo a medida que la consciencia recibe impulsos reales de transformación y el Universo sabe que, al encontrar la verdad, la consciencia la vivirá.

La verdad se revela por partes a los ojos internos de cada ser; a medida que el ser madura y crece lo suficiente para vivirla, ella se va revelando.

Es el crecimiento de cada uno lo que dicta el grado del despertar y de la transformación. Esas proporciones forman parte de Leyes universales que rigen la vida más allá de este mundo, que rigen la evolución y las esencias, que trascienden la comprensión o la adhesión humanas.

Hijo, no esperes que tu ser tenga la fuerza interior suficiente para dar los pasos que necesitas dar, porque cuando comienzas a caminar, es que la Gracia hace descender sobre ti la fortaleza que necesitas, según el camino que recorrerás.

Solo el hecho de que ese camino esté visible en el horizonte de tus ojos ya debe simbolizar para ti, hijo, que llegó la hora de recorrerlo y que tienes todo el potencial para seguir adelante.

Todo es Ley de Correspondencia: anda y los caminos enseguida se te abrirán. Busca y encontrarás. Acepta la verdad y la conocerás. Lánzate a lo desconocido de los Planes de Dios y, cuando todo esté cumplido, comprenderás.

Tu padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

¡Oh alma que aspira a consagrarse cada día más a los Planes Celestiales, déjate llevar por los impulsos y no por la impulsividad!

Reconoce la diferencia entre las corrientes poderosas que provienen del cosmos y que te invitan a dar un paso concreto y preciso, y las corrientes desenfrenadas de la mente y de las emociones, que te llevarán a buscar un camino que no es para tus pies. Medita con el corazón y no elucubres.

No pronuncio estas palabras para confundirte en tus decisiones, porque en verdad ya estás lo suficientemente madura para percibir la diferencia entre impulso e impulsividad. Solo te digo esto para que estés atenta y no pierdas jamás tu disposición de seguir adelante, sino que tu ímpetu por caminar te lleve a la meta correcta que Dios pensó para ti.

No es más momento de lanzarte en caminos inciertos por no meditar y no sentir la dirección por dónde ir. Pregúntate antes de dar tus pasos y no respondas con la mente lo que le corresponde al corazón decidir.

Persevera en la meta que Dios tiene para ti y no te resistas a seguir Su Voluntad. Si te alegras con la Voluntad de Dios, tu vida podrá ser pleno regocijo interior. Y, aunque vivas alguna dificultad, nada retirará de ti la alegría de vivir lo que te fue destinado.

Aquel que te alerta para que des pasos precisos en estos tiempos de definición,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Hijos:

Que este nuevo ciclo sea de nacimiento de nuevos frutos en la consciencia de todos, para después ver crecer y madurar esos frutos, y que de ellos surjan nuevas semillas.

Los frutos que nacieron en las consciencias son la representación del resultado de la acción de la Gracia en sus vidas. Hasta hoy ustedes recibieron muchos impulsos, instrucciones, gracias y bendiciones, a fin de que estén preparados para cruzar con perseverancia y paz interior los tiempos que ya llegaron.

Este nuevo ciclo estará marcado por el nacimiento y maduración de esos frutos, de los que cada uno deberá hacerse 11 agosto responsable. Esto significa, hijos, que ustedes deberán cuidar del jardín de la consciencia con sus manos y preparar, para el nuevo tiempo, las semillas que plantarán en el suelo de la Tierra.

Este ciclo requerirá de más esfuerzo y dedicación de cada uno de ustedes para su madurez. Será el momento en que la consciencia deberá confirmarse en este camino y hacer sus propios esfuerzos para mantenerse en él.

Hasta ahora, venimos sustentando e impulsando a muchos de los que se comprometieron con Cristo, pero que aún no había madurado, dentro de sí, su potencial de dar pasos en la evolución y sustentarse sobre sus pies, en su propia fortaleza interior.

Ahora, llegó el momento de que los discípulos reconozcan la verdad sobre sí mismos en todos los sentidos; que enfrenten lo que debe ser transformado y que se sustenten en el propio potencial de maduración interior. Será la transición entre la adolescencia espiritual y la vida adulta, cuando la consciencia se hace responsable de sí misma.

Los que despertarán en la última hora serán llevados por la Gracia a dar sus pasos e ingresar en los mismos ciclos de aquellos que hace tanto tiempo recorren el camino evolutivo. Les hablo de una madurez interior, en la consciencia, y no en los cuerpos materiales, porque la materia siempre necesitará ser educada para que expresar su mundo interno.

Hijos, cuiden este ciclo como si fuera el último, aprovechando cada día y cada instante para encontrar la Verdad y expresarla. Que el esfuerzo consciente de todos para estar cada día más en el Propósito divino sea permanente.

Después de este ciclo, en los ciclos que vendrán, será la hora de colocar en práctica lo que aprendieron, pues las corrientes que descenderán al planeta ya no esperarán a que ustedes estén listos para que ellas puedan actuar en la consciencia planetaria. Esas corrientes arrastrarán consigo a los que estuvieron tibios de corazón, indefinidos y fuera del Propósito superior.

Que este ciclo sea marcado por el esfuerzo de cada ser. Que todos asuman sus puestos y, así como un joven que sale de casa y asume su vida, que cada uno asuma su transformación, la propia entrega, la construcción de aquello que verdaderamente espera poder ofrecer un día a Cristo.

Su padre y amigo,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Encuentren la fortaleza interior en la renovación permanente ante el Plan de Dios.

Hijos amados:

En estos tiempos, la presión del planeta los llevará a una definición de la consciencia y ya no habrá más dos caminos para seguir. La luz y la oscuridad batallarán delante de sus consciencias para triunfar en el corazón humano. Aquellos que se comprometieron con la vivencia de la paz, del amor y de la unidad con Dios deben buscar en el Creador su fortaleza permanente.

Coloquen el propio ser en los Brazos del Señor y confíen a Él la conducción de sus vidas. La voluntad propia no tendrá espacio en estos tiempos. Ustedes deberán escuchar las indicaciones internas para estar en el lugar correcto y colaborar con el Plan de Dios. 

Hijos, el Creador, poco a poco, silencia el eco de Su Voz, pero los corazones orantes que construyeron un camino de unidad con Dios podrán sentir Su Voluntad y escucharla a través de su consciencia.

Las pruebas que muchos viven en estos tiempos y los desafíos que están viviendo son parte de una voluntad superior, que los impulsa a una transformación más inmediata y verdadera. No piensen que Dios los abandonó o que están fuera de Su camino por estar viviendo pruebas, muchas veces dolorosas para el corazón y para la consciencia.

Si sus caminos no los llevan al destino que esperaban, pregúntense hijos, si ese es el camino correcto y si los obstáculos que encuentran no fueron colocados por el Creador mismo para que despierten y perciban que por allí no deben caminar.

El Señor está intentando corregir los pasos de Sus discípulos y compañeros mientras haya tiempo para revertir los errores y retornar; porque ya está llegando la hora, hijos, de que los errores ya no serán reversibles como lo son hoy y ustedes no dispondrán de la Misericordia como el manantial del que disponen ahora. Será la Justicia la que guiará a la humanidad, y serán otras las leyes que conducirán su aprendizaje. Por eso, hoy les advierto: estén atentos a las señales de su vida; mediten antes de dar sus pasos y pregúntense internamente cuál es la Voluntad de Dios. Pídanle la gracia de estar en el lugar correcto y de colaborar con Su Plan. Pidan la gracia de ser conducidos a una definición que los lleve a la Voluntad superior.

Este próximo agosto intentará encontrarlos firmes y adultos en la vida espiritual. Eso significa que deberán asumir las consecuencias de sus pasos y de sus decisiones y que ya no contarán tanto con la intervención permanente de la Jerarquía.

Nuestro amor y nuestra mirada siempre estarán sobre ustedes; pero muchas veces, hijos, solo podremos observarlos.

Les digo todo esto como un impulso para el crecimiento de todos. Que aquellos que aún están con los pies en dos barcas se definan y no caigan en el mar de las ilusiones y de las ignorancias del mundo.

Yo los amo y les dejo Mi bendición. Yo los impulso al nuevo ciclo que llegará.

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESUS

Hijos:

¿Por qué piensan en el pasado?

Olvidar el pasado no es ser indiferente a lo que se vivió ni ignorar todo lo que experimentaron como consciencias. Olvidar el pasado es asimilar en el interior los buenos frutos de las experiencias que los hicieron crecer como seres humanos y, a partir de ahí, dar nuevos pasos, elevando aquello que no estuvo bien en sus vidas.

Cuando ustedes dejan el pasado en el tiempo que le corresponde y no intentan perpetuar una acción ni una experiencia que ya no existe, están dando una oportunidad para trascender ese estado de consciencia que llaman pasado.

Todas las experiencias positivas deben servir de base para que el ser alcance nuevos escalones evolutivos, pero sus ojos no deben estar fijos en los propios pies, sino en lo alto de la gran escalera.

Quedar preso al pasado, hijos, es como estar subiendo una gran escalera que los lleva al Reino de Dios y detener el caminar para fijarse en los detalles de los escalones que pisaron o que siguen pisando. Si, por el contrario, ustedes liberan el pasado y sacan los pies de esos escalones, caminando con pasos firmes, darán lugar a otros, que vendrán detrás de ustedes, para que suban esa escalera.

Muchas veces, hijos, atarse a situaciones y personas del pasado, por querer perpetuar su presencia en una coyuntura que no les corresponde más, es como estar parado en medio de la escalera, queriendo hacer que su presencia allí sea eterna; creyendo que así ayudarán a los demás cuando, en realidad, es caminando y subiendo los escalones como pueden ayudar al prójimo, porque liberarán el camino para que otros puedan subir.

Caminen, hijos, y no miren para atrás. No cuenten cuántos escalones subieron o con qué detalles fueron hechos. No se detengan en la escalera, no se distraigan de la meta que el Creador tiene para ustedes. Den los pasos y dejen que Aquel que sabe todas las cosas encamine a los que no pudieron acompañarlos. Acuérdense que el mayor servicio es evolucionar. Si evolucionan como consciencia, ustedes lo harán como humanidad y, si lo hacen como humanidad, lo harán en nombre de todo el universo y de toda la Creación.

Contemplen un propósito mayor y no se pierdan más en las distracciones de un tiempo que pasó.

Su padre y amigo, el que los impulsa al eterno presente,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Clamar por paz y por misericordia es el primer paso en la transformación de la consciencia.

La mente primero ora y, poco a poco, comienza a escuchar el corazón. Entonces el alma respira aliviada por haber encontrado, finalmente, un motivo para estar con su atención en el mundo. 

Oración tras oración, la mente va aprendiendo a vivir la quietud y da lugar para que el corazón también comande el día a día. En ese momento, al ver cómo actúa el corazón, la mente ya no puede orar y pedir paz si no fuere pacífica en sus acciones y en sus pensamientos.

El siguiente es el segundo paso de la transformación consciente: La mente y la personalidad sienten gusto por la santidad y ellas mismas quieren conducir los pasos de la transformación, para ser las mejores, las primeras en la santidad. El corazón observa y cuando puede, con paciencia, le susurra a la personalidad y a la mente que, en verdad, el camino de la transformaciónes largo y el resultado solo Dios lo conoce. Poco a poco y con amor, el corazón, que vive también en la consciencia, les explica sobre las virtudes y los dones y le enseña a la mente qué es la humildad.

El tercer paso de la transformación es cuando el ser descubre que no es perfecto y que aún le falta caminar mucho para alcanzar al menos una virtud. Este paso es definitivo, porque aquí el ser se depara con la desesperanza y con la fuerte necesidad de dejar todo el esfuerzo de lado y rendirse de una vez por todas al mundo, ya que el Cielo le parece inalcanzable.

El cuarto paso es cuando el corazón da a conocer a la mente y a la personalidad la Misericordia, aclarándoles sobre la perseverancia y la persistencia en el camino, aunque él sea infinito; porque Dios, que es puro Amor y Misericordia, se valdrá de la perseverancia de Sus hijos para un día lanzarlos a la santidad.

El quinto paso de la transformación se da cuando la mente comprende la esencia de las virtudes espirituales y las ama. Comienza entonces su rendición, junto con la de la personalidad, para fundirse con el propósito del corazón, que es la puerta del alma. Aquí, la mente y la personalidad sufren mucho, pero ya aceptan lo que viven, porque se abrieron a la superación de sí mismas.

El sexto paso se da cuando la mente se vuelve una con el corazón, y la personalidad se vuelve un vehículo del alma. Ya no hay conflictos entre la vida del espíritu y la vida en la materia, en lo que se refiere a las resistencias a la transformación. Aquí, el ser tiene que seguir esforzándose y perseverando, pero su consciencia ya recibe los impulsos de los mundos superiores y fluye con la Voluntad de Dios.

El séptimo paso es el primero de un nuevo ciclo, cuando la voluntad del ser se funde con la Voluntad de Dios, y ahora el ser no luchará consigo mismo, aunque sí con el mundo, para hacer triunfar el Reino Celestial en la Tierra.

Cuando les hablo sobre estos pasos, no es simplemente para que se encuentren en uno de ellos. Es solo para que la consciencia tenga esperanza de que, a pesar de su imperfección, está en el camino de la transformación y, dando los pasos, uno a uno, con amor y paciencia, podrá hacer de su espíritu y de su esencia un triunfo de Dios, una conquista de Cristo.

Paz y fe en el corazón de todos los servidores y consagrados al Plan.

Les agradezco, siempre,

San José Castísimo

MENSAJE DIARIO DE SAN JOSÉ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, A LA VIDENTE HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Queridos compañeros y siervos de Cristo:

Mi Casto Corazón retorna al mundo, diariamente, porque confío en el potencial de amor de los seres humanos. Confío en el potencial que ustedes tienen de transformarse a sí mismos y a todas las cosas, porque pueden estar unidos en esencia a Aquel que todo lo creó y que tiene la potestad para transformarlo todo.

Únanse todos los días a la verdadera esencia de lo que son. Recuerden que son hijos de Dios y asuman, así, la responsabilidad de formar parte del Proyecto que tuvo como resultado el Rey del Universo, Cristo Redentor.

Les pido que sean un poco más pacíficos en sus vidas y que opten por estar en silencio, en lugar de crear conflictos y desgastarse. Sean más pacíficos también con ustedes mismos y, así, tendrán la paciencia necesaria para transitar los tiempos actuales.

La urgencia de los tiempos induce a la consciencia a exigir, de sí misma y del prójimo, cosas que tal vez no podrán dar de un día para otro. Por eso, es necesario estar con el corazón pacífico para saber discernir, de la mejor forma, en las situaciones que se presentan en sus vidas.

Con el corazón pacífico, podrán encontrar en su interior los recursos para superar una prueba espiritual; pero si, en vez de esto, están exigiendo y obligando a sus consciencias a dar los pasos con la rigidez de sus mentes, correrán el riesgo de creer que están avanzando y, entre tanto, contarán con falsos recursos internos, frutos de la creación de sus propias mentes, para aliviar la tensión en la cual viven y, más adelante, se encontrarán con la misma prueba una y otra vez. 

Solo el corazón pacífico puede encontrar el manantial interior del Amor de Dios, y es ahí donde se fomentan las verdaderas virtudes.

Por eso, nunca olviden que la presión de las fuerzas de oposición, causada por el caos mundial, será suficiente para que la consciencia esté en una tensión que supera sus límites. Esa presión no puede venir de la propia consciencia, porque en los días que vendrán, ustedes necesitarán estar en paz consigo mismos y con el planeta.

Si hoy se asustan y se irritan con los errores del prójimo y pierden la paz al ver las imperfecciones ajenas, no estarán aptos para soportar lo que vendrá.

¡Pacifíquense! Pacifíquense todo el tiempo.

San José Castísimo, pacificador del Corazón de Dios

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Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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