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Primera Serie de Poemas
Decimoprimer poema de un alma al Sagrado y Bendito Corazón de Jesús
Levántame, Señor, del suelo
aunque caiga en tentación,
así como Tú levantaste a María Magdalena
del suelo de la perdición.
Libérame, Señor,
de los asedios y de los embates.
Templa mi corazón
para que yo reciba de Ti
la fortaleza que ahora busco
y que necesito.
Ayúdame, Amado mío,
a encontrar el paraíso interior.
Ayúdame en las horas difíciles y duras
a solo mirar al horizonte,
para que por un instante
sienta en mi interior
Tu Retorno.
Que pueda sentir,
querido Jesús,
que todo esfuerzo por Ti
vale la pena,
que a pesar de las tempestades
internas y externas,
siempre estás presente,
imponiendo sobre mí
Tus Sagradas Manos
de bendición y de cura.
Y bajo el soplo divino del Espíritu Santo,
querido Jesús,
que tenga claridad y discernimiento
en las decisiones de la vida.
Que nunca me canse de buscar
la consagración a Tu Divino Corazón.
Que en todo momento
Tu confianza y Tu Amor me invadan
para que aprenda como Tú,
amado Señor,
a levantarme del suelo
y a seguir, con paciencia,
cargando con mi propia cruz
hasta alcanzar la sagrada victoria
que me dará Tu redención.
Amén.
¡Les agradezco por guardar las palabras de esta alma en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Con amor concentra tu mirada sobre Mí y contempla la humildad del Amor Misericordioso de Dios, hecha consciencia, alma y divinidad en constante oferta por las almas de la Tierra.
Vislumbra, a través de Mis Ojos, el Paraíso celestial de Dios y cómo los Rayos de Mi Misericordia son la nueva Aurora que despuntará gloriosa y sublime en el fin de estos tiempos.
Intenta por todos los medios encontrarme en tu camino; sentir Mi Presencia incondicional en cada oración como en cada servicio prestado.
Escucha en el silencio de la Adoración el latir de Mi Corazón sincero y siente el poder de Mis Palabras en todo lo que pronuncio, así como en todo lo que decreto.
Quédate adentro del Reino de Mi Corazón y celebra con los ángeles la comunión perfecta con todo lo que es superior y proviene de Dios.
No dejes atrás Mis pasos. Más bien, fija tu mirada en las sagradas huellas del Maestro marcadas en Sus Mensajes como en Sus testimonios de Amor Redentor.
Quédate en la Presencia del Señor y haz resucitar la vida planetaria para que algún día todo sea renovado.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Mi Corazón glorifica los esfuerzos de los que son consecuentes con Mi Corazón Sagrado.
Mi Corazón glorifica a los que permanecen a Mi lado y, sin nada a cambio, aguardan por Mi llegada pacientemente.
Mi Corazón glorifica a los que ya no están a Mi lado, pero que son atraídos por la fuerza de Mi Espíritu que una vez los congregó y los salvó. A todos ellos Yo les doy Mi Cura y Mi Gracia reconfortándolos de la noche a la mañana, retirándolos del vacío hacia el Paraíso. Así, Yo dejo vivos Mis códigos crísticos para que esas almas puedan algún día recapacitar y entregarse a Mí.
En Mi Reino, Yo tengo muchos servidores y cada uno Me oferta su gran virtud y amor con toda la fuerza del corazón. Es en esos servidores que Yo me siento pleno, porque a través de ellos Yo padezco, Yo sufro, Yo comprendo las carencias humanas que generan grandes desiertos sin el Agua de Vida en el interior.
Pero Yo los llevo hasta la gran orilla de Mi océano de Amor y de Misericordia para que, en estos tiempos difíciles confíen, se tomen de Mis Manos y suban a Mi barca salvadora de redención y de paz, porque a través de este océano infinito e inagotable, Yo les reflejaré vuestra verdadera misión de amor y de redención para esta era de la Tierra.
Así, Yo les entrego Mis remos que son tan pesados como los maderos que Yo cargue en Mis Espaldas, por amor a ustedes, sin dudarlo y sin pensar. Yo deseo que remen a pesar del cansancio o de la soledad, no existe nada entre ustedes y Yo que nos pueda separar.
Yo Soy de este mundo, Yo Soy parte de ustedes y desde ustedes me elevé hasta Mi Padre para hablarle y suplicarle por toda la humanidad. Pero sepan que en el constante remar, algunos se volverán como náufragos, otros sobrevivirán a grandes tormentas de superación y de prueba. Pero a través de Mí, Mi Padre los hará fuertes y estarán serenos.
A través de Mi Paz llegarán al puerto esperado, el puerto de Mi Corazón.
Les dejo esta parábola, para que la vivan y no solo la escuchen, sino para que ella sea el ejemplo del servidor pleno que vive Mi apostolado.
Bajo la Misericordia de Dios, sean bienaventurados.
¡Gracias por escuchar a Mi Corazón!
Cristo Jesús Glorificado
El Océano de Mi Divina Misericordia es más grande y poderoso, fuerte e invencible que la Pasión que Yo viví en la Cruz por todos ustedes; este Océano de Gracias es prodigioso y compasivo, principalmente para aquellos que han caído transitando el camino de la consagración y de la entrega absoluta a Dios.
Todos los días abro ese Sagrado Manantial frente a sus ojos, para que lo puedan reconocer como la única salida en estos tiempos de caos. Aquellos que en verdad dediquen devoción a la Fuente Insondable de Mi Misericordia sepan que no los abandonaré. Mis Pasos de Luz los seguirán hasta la hora de la muerte y, después de esta vida, en el próximo mundo, Yo les entregaré la ofrenda de la Eternidad, el Paraíso.
Aquellos que escuchan Mis Palabras que las guarden en sus corazones, pues ellas servirán de fortaleza y de escudo en los momentos definitivos. Que nadie tema por estar purificándose porque, para que Mi Vino Nuevo sea depositado, el viejo odre deberá ser pulido y restaurado por Mis Manos. Así Yo podré contar con consciencias redimidas por Mi Sagrada e Invencible Luz Crística.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar y por vivir Mis Enseñanzas.
Cristo Jesús
Quienes acompañan Mis Comandos Celestiales son los ángeles supremos, que liberan a las almas del mundo de las prisiones que les son impuestas cuando viven en constante pecado.
Esta misión angélica también irradia Mis Poderosos Rayos de Misericordia, los que ofrecen a todos la oportunidad de liberación. Ahora, los ángeles supremos del Cielo, se preparan para retirar de los ojos del mundo las vendas de la ilusión y del deseo material por las cosas banales.
Pero será necesario que los corazones orantes de la Tierra participen de estos comandos redentores a través de la oració misericordiosa del corazón; así sus pies caminarán por los senderos seguros para encontrar, en el próximo tiempo, el portal hacia el Paraíso.
Permitan que también las vendas de sus ojos sean retiradas por Mis Sagradas Manos. Yo les prometo que no sufrirán, sino que verán surgir la luz de Mi Misericordia como Gracia Solar en el horizonte.
Vean, en estos tiempos, la real necesidad de servir sin cansancio a sus semejantes, porque solamente entre ustedes y Yo construiremos el surgimiento de la Nueva Humanidad.
Que los ángeles supremos guíen el camino infinito de sus almas, que sus instrumentos sagrados estén preparados para la inusitada batalla contra las argucias del Infierno. Así como una vez estuve tres días en el Infierno, Yo volveré para llevar la Luz a la eterna oscuridad.
Imploren Piedad y Misericordia a su Padre; es hora de vivir en Mi vigilancia perpetua.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por permanecer en Mi Corazón Guerrero.
Cristo Jesús
Sus esencias son flores bellísimas en el Jardín de Mi Infinito Corazón; todas las flores nacen a partir de Mí y Yo renazco a través de las flores. En esta metáfora no existe separación porque las esencias se unen siempre al ritmo y pulsar de Mi Corazón.
Quiero que en este día resplandezca la belleza esencial que Dios entregó a cada uno de ustedes desde el nacimiento de sus pequeñísimas vidas; de esta manera unirán sus seres a la Fuente Creadora de Dios. En el Cielo como en la Tierra existe la Sagrada Unidad, condición que deberán alcanzar caminando hacia Mi Corazón de Amor.
Hoy Me encuentro ante diferentes orígenes y estrellas, hoy Me veo ante la magnitud de las esencias de Mi Padre. Imaginen por un momento que existen tantas esencias como estrellas en el cosmos.
¿Quién las guiará? ¿Hacia dónde irán después de esta trayectoria sobre la Tierra?
Mi Esperanza original es llevarlos al Paraíso, hacia el Océano en donde el Amor y la Unidad Suprema se funden y recrean formas de vida sublime para todo el Universo. Hoy quisiera que aspiraran a buscar esa Fuente Inmaterial que no es de este mundo, sino que pertenece al universo de Mi Corazón Misericordioso.
Yo los guiaré y les daré a conocer estos sabios misterios.
Bajo el Amor de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por vivir en Mi Corazón.
Cristo Jesús
Siempre recuerda el poder infinito de Mi Palabra, así alimentarás a través de ella tu pequeño espíritu, para que en la hora definitiva nada dentro de ti te pueda sorprender.
Recuerda el poder de Mi Verbo Creador y sumerge tu alma en el océano poderoso de Mis Palabras, para que en tu ser despierte el amor invencible por Mi Presencia Celestial.
Sé firme y decidido para que puedas estar dispuesto a cumplir Mi Voluntad, por más difícil que te parezca, porque el alma verdadera se une sin demora a los Designios del Creador.
Permite que la venda que oculta tus bellos ojos pueda caer a tiempo, para que todos los días y por siempre puedas renacer en la grandeza de Mi Corazón Misericordioso.
Que ahora puedas ser ejemplo de redención y que puedas ser ejemplo de Mi Misericordia para el mundo. Que ningún apóstol se canse de hablarme, que pueda elevar el poder amoroso de su oración para que los Cielos se abran y, en consecuencia, puedan ayudarlos en este camino de transformación.
Es hora de seguir firmes. Es hora de aceptar la renuncia que Yo les propongo, por aquellos que no renuncian ni siquiera a las superficialidades de la vida material. Los aguardo en la oración y con la esperanza de que algún día puedan alcanzar Mi Luz Eterna, por los siglos de los siglos, hasta el Paraíso.
Bajo la Gloria del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por perseverar a través del Amor de Mi Corazón.
Cristo Jesús
En Mi Sagrado Corazón se encuentra la Paz.
En Mi Sagrado Corazón se encuentra el Bien Mayor.
En Mi Sagrado Corazón se encuentra la Santísima Piedad.
Recuerden que para aquella alma que Me busque, Yo no seré un juez, seré el Libertador de los corazones que buscan el consuelo para ser confortados por Mí.
Ya estamos en septiembre, el mes cuando en América florece un nuevo ciclo, una nueva transformación de la vida de las almas que trabajan para seguir Mi Camino Crístico.
Septiembre será un mes de bendiciones y de prodigios para la humanidad; este mes marcará un antes y un después para la consciencia que se sirva abundantemente del Manantial de Mi Misericordia.
Por eso, no preocupen a sus seres por lo que parece no haberse transformado ni entregado por entero a Mi Corazón. Ahora solo les resta seguir Mis Pasos, incluso entre las ruinas de la humanidad y entre las pequeñas miserias de ustedes, ya que existen miserias mayores que provienen de este mundo y que es necesario extirparlas con urgencia.
Con este fin Yo estoy reuniendo los frutos que Mis semillas han dado después de tanto tiempo. Ahora es el momento de observar con piedad todo lo que Yo les he entregado en confianza. Por eso necesito que no miren más hacia atrás, sino que vean en el horizonte la llama de Mi Misericordia que está comenzando a iluminarlos y a redimirlos por el bien del Universo.
Si algunos ya se encontraron con la realidad del verdadero ser, les pido que no teman, que confíen en Mí, porque eso significa que la vida humana está a punto de dar un paso interior de confirmación del Plan de Dios.
Y para quienes aún no encontraron la realidad del verdadero ser, oren por los que la encontraron y agradezcan la oportunidad de reconocer que, después de esta vida sobre la Tierra, el Paraíso Eterno los espera.
Mi apoyo se extiende a todas las criaturas que se unan a Mí y Me digan cuánta paz necesitan.
Quédense en Mi Luz para siempre.
Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por vivir Mi Camino de Consagración y de Fe.
Cristo Jesús, el Maestro de la Piedad y de la Divina Misericordia
El mayor alivio que irradia Mi Corazón Misericordioso es la fuente de la piedad y del consuelo; por eso vengo todos los días para secar las lágrimas de sus rostros y para ver en ellos una sonrisa redimida y luminosa como un sol resplandeciente.
Estoy aquí, retornando poco a poco, para preparar primero el espíritu interior de cada hijo que debe fortalecerse en la fe y en Mi Misericordia.
Vengo a demostrarles que, después del prolongado sacrificio que ofrezcan a Mi Corazón, les espera el tesoro inamovible del Paraíso, del Reino de la Paz y del Amor de Dios, donde los ángeles se alegran por estar en Dios eternamente.
Vengo a llamar y a recordar el compromiso que muchos tienen Conmigo. Vengo por aquellos que aún tienen una tarea Conmigo y que se han apartado por temor a lo que digan los demás; a todos los reúno en Mi Compasivo Corazón de Amor.
Compañeros, la meta final es para todos, pero ahora es el momento de que beban de la Fuente de Mi Unidad. Será por la victoriosa unidad que todos vivirán en paz; la falta de unidad gesta la ausencia de fraternidad.
Día a día vengo para fortalecerlos un poco más en el Amor y en el Perdón de Dios.
El Cielo espera que Sus hijos den el máximo para que las puertas que están cerradas para muchos puedan ser abiertas por la misericordia.
Sientan hoy la calidez de Mi Voz, la fuerza inquebrantable de Mi Espíritu que emana para ustedes sin demora y sin tiempo.
Es hora de alzar las banderas para confirmar los Planes de Dios.
Es hora de actuar a través del verdadero amor, que cura y auxilia a los que más necesitan de Mi Insondable y Pacífica Misericordia.
Los guardo en el silencio de Mi Corazón, ingresen en el universo de Mi Serenidad; busquen siempre Mi Paz Eterna.
Bajo la Luz del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por escuchar con atención Mis Palabras.
Cristo Jesús, vuestro Pastor del Amor
Queridos apóstoles:
El trayecto para llegar al Paraíso aún será un poco más extenso, pero Mi Corazón se alegra cuando los discípulos se unen a Mí a través del canto del amor. Así Mi Espíritu Paternal irradia los Códigos Crísticos sobre las consciencias que perseveran en la fe y en el amor cumpliendo con Mi Llamado.
Es Hora de Misericordia, por eso, día a día permitan que por medio de la oración misericordiosa se cumpla Mi Gran Proyecto de Redención en sus esencias.
Mis servidores, quiero ser Agua de su agua, Corazón de su corazón, Espíritu de su espíritu, Soplo divino en su interior, Verdad ante todas las cosas. Ábranme la puerta de sus seres para que, como Buen Obrero, reforme y construya Mi Vida en sus vidas, Mi Corazón en sus corazones.
La hora indica un único rumbo, directo a la esencia de Mi Misericordioso Corazón. Por eso, la vida de oración permanente nunca los cansará; más aún, les dará fuerza para que cuando Yo retorne pueda recoger los frutos preciosos que han cultivado en el centro de su ser.
Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.
Gracias por estar viviendo en Mi Corazón.
Cristo Jesús
Sus oraciones son las flores en Mi jardín de redención. Sus gestos de amor son la sabiduría que permite el entendimiento de las cosas. Su caridad y servicio son la puerta del Cielo, la que se abre para dar salvación a todos.
Hoy descansen en Mis Brazos y confíen que toda purificación los elevará prontamente al igual que el vuelo de las aves; lo que se elevará será el espíritu, el que recibirá los Dones del Espíritu Santo para consagrarse a la Voluntad de Mi Padre.
Reparto entre ustedes Mis Dones y Mis Gracias para que ellos, con reverencia, puedan ser presentados ante el Trono de Mi Padre. No olviden cargar con la cruz que el aprendizaje de la vida les dio, porque cargar con la propia cruz y seguirme significará el rescate de otras consciencias, de las consciencias que se pierden por la falta de fe y de amor.
Hasta hace poco tiempo estuve entre ustedes para revelarles los Misterios de Mi Señor; ahora han conocido una parte de Mi Reino. Retornando sobre las nubes, enciendo con Mi Luz a los corazones que necesitan del fuego de la redención. Algunos discípulos están preparados, aún falta que den el sí los que se han distanciado.
Guarden el regalo y la Gracia de Mis Palabras porque llegará un día en el que ellas no resonarán más y solo se escucharán con el oído interno del corazón. Han recibido tanto que ahora cada alma deberá dar su testimonio de vida en estos tiempos definitivos. Mirando hacia la Ley Mayor de Mi Padre, confíen en ella y dispónganse para perder un poco más de sí y entrar en el Reino esperado del Paraíso.
Bajo la Gracia de Dios, sean bienaventurados.
Gracias por guardar Mis Palabras en el corazón.
Paz Infinita para todos,
Cristo Jesús, vuestro Amado Instructor
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más