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En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Con campanadas de alegría, he sido recibido en Europa, pues ha llegado el tiempo de volver a congregar a Mis discípulos. Aquellos que estuvieron Conmigo en el pasado, que formaron parte de Mi trayectoria en la Tierra, que vivieron Mi Palabra, que practicaron Mis Mandamientos, que entregaron sus vidas al servicio de los demás.
Vengo, hoy aquí, a Europa y al mundo entero, para que cada consciencia mire hacia su interior y, a través de su interior y no de su mente, pueda sentir y comprender cómo en verdad está este mundo, un planeta en caos, en confusión y sufrimiento.
Pero no vengo aquí para volverles a repetir todas estas cosas, porque sé que ya las saben. Lo que deben saber, compañeros, es que es el tiempo de buscar una solución.
No será una solución externa, sino una solución interna, una convicción profunda y verdadera de que deben estar definitivamente unidos a Dios.
Así, permitirán que Mi Sacerdocio sideral se realice en este planeta a través de todos los que Me sirven en este linaje, en este oficio, en esta sagrada tarea.
Yo necesito que miren hacia su interior, no para ver la imperfección de las cosas, sino para reconocer la Gracia de Dios, la Gracia que los guía y que los sostiene hasta los tiempos actuales.
De esa forma, toda adversidad, que está a su alrededor, pasará a ser pequeña; porque un verdadero discípulo se forja a través de los desafíos, de las metas, del cumplimiento del sagrado Propósito.
Yo necesito que Europa despierte del sueño de su comodidad y que viva la acción inmediata de estos tiempos, el servicio que abarcará y suplirá las necesidades de las naciones, especialmente de las naciones más pobres como son las de África.
De esa forma, con su disposición y entrega, con su donación verdadera, impulsarán a otras almas a que también hagan el mismo ejercicio, para que esta deuda que tiene Europa, especialmente con Sudamérica, se pueda saldar de una vez y para siempre; y ya no existan secuelas, heridas o marcas, que recuerden a sus hermanos todo lo que ustedes hicieron en otros tiempos.
Por medio del Santuario del Reino de Lys, Yo vengo a concederles la oportunidad del perdón para que alcancen la oportunidad de la redención.
Por eso, con valentía y determinación, prepárense. La emergencia solo tenderá a aumentar, la demanda solo tenderá a crecer. Es el tiempo de forjar al verdadero discípulo, al alma donada que se sacrificará por Mí. De esa forma, Yo no tendré impedimentos para poder interceder por ustedes y por sus naciones.
Desde el corazón de Europa deberá surgir el cambio de la consciencia; de una consciencia abnegada, incondicional, disponible, madura, sabia y entregada; de una consciencia que pueda forjar la caridad, el bien, la paz, la fraternidad y la cooperación; y no el sometimiento de los países más pobres.
Todos son responsables de lo hoy sucede en el mundo, cada uno en su grado, cada uno en su escuela. Pero el destino es uno solo, el camino es uno solo, la verdad es un sola y es la que hoy Yo les traigo para abrirles sus ojos, los ojos de la consciencia, para que su corazón sienta todo lo que les digo. De esa forma, Yo podré depositar Mis Planes en ustedes, en confianza y fidelidad, en prontitud y respuesta, algo que deberá nacer de ustedes mismos para que la Jerarquía pueda intervenir y ayudar.
A través de Mis Manos ilumino los Planes de Mi Padre y se los presento a toda Europa y al mundo entero.
Hemos escogido retornar aquí, aunque en otros lugares del mundo existan mayores necesidades, porque si el cambio no se da desde la raíz de la consciencia en este lugar, no habrá cambio en el resto de la humanidad. Con esto podrán comprender, compañeros, en dónde todo comenzó, en dónde el desvío se originó.
Por medio del Amor, vengo a depositar Mi Luz y Mi Sabiduría, para que los Nuevos Cristos despierten y se dispongan a servir.
La unidad entre los grupos orantes y peregrinos de Europa será siempre muy importante. Ahora, que las consecuencias y el caos los han separado a los unos de los otros, deben estar más unidos que nunca; pero unidos de corazón, de verdad, con un sentimiento profundo de hermandad y de fraternidad para con sus semejantes. Así, mantendrán las puertas abiertas hacia Mi Misericordia y Europa no será tan golpeada por todo lo que no ha hecho bien.
Saben, compañeros, que la puerta de la Justicia Divina se está abriendo. Quiero, a través de sus sacrificios, entregas y renuncias, sostener esa puerta para que no se pueda abrir y así, el afluente de la Misericordia de Mi Corazón pueda derramarse sobre Europa y el mundo entero, como lo fue una vez en Polonia cuando le revelé al mundo Mi Divina e Insondable Misericordia.
Quiero que sus almas sean víctimas de Mi Amor. Quiero que sus almas justifiquen los errores que comete el mundo, día a día; porque la balanza de este planeta está desajustada, descompensada y desequilibrada.
Ustedes deben ser piezas preciosas en Mis Manos, deben ser instrumentos por medio de los cuales Yo pueda impulsar la paz y la concreción del Plan. De esa forma, compañeros, muchos, pero muchos, dejarán de sufrir y de padecer.
Que sus naciones europeas sean abrigo y acogimiento para los refugiados, porque Yo Soy quien está golpeando la puerta de sus naciones, de sus gobiernos y de sus hogares, para que Me puedan recibir.
Muchas veces, he caminado por los suelos de este continente, Europa. Muchas veces, fui rechazado en el niño, en la madre que sufre, en el anciano enfermo, en los que no son aceptados por ser extranjeros.
Ahora, que tienen mayor consciencia, a través del impulso de Mi Amor, Yo los invito a renovarse con valentía y no con culpa. Los invito a que sientan la alegría de poder hacer las cosas correctas y dejar de hacer las cosas incorrectas; lo que no pertenece a la Ley ni al Plan, lo que no pertenece a la hermandad ni a la fraternidad.
Que sus corazones se sensibilicen, que sus mentes se calmen, que sus espíritus se abran para ser depositarios de Mis Proyectos para este ciclo tan importante en Europa.
De esa forma, muchos centros internos beneficiarán a la consciencia de este continente y del mundo entero, porque con la consecuencia de Mis discípulos la intervención será más profunda e inmediata.
Vengo a traerles un Mensaje de conscientización y no un Mensaje de castigo. Vengo a hablarles a tiempo, antes de que el tiempo termine. La Hermandad de esta región del planeta aguarda por su sí.
Por eso, es importante que cambien las formas y hasta los procedimientos. Seguir y acompañar a la Jerarquía no es solo estar unido a Ella. Seguir y acompañar a la Jerarquía es vivir a la Jerarquía, es responderle, es obrar.
He traído aquí, a Europa, a una parte del grupo de la Orden Gracia Misericordia que estaba en Sudamérica para que se sientan apoyados; para que sepan que Nuestros Sagrados Corazones, con predilección, estarán en el Reino de Fátima y, estando en el Reino de Fátima, estarán con toda Europa, acompañando a todas las necesidades, situaciones, intenciones y súplicas, hasta en el Lejano Oriente.
Por eso, tienen que preparase para el último ciclo del fin de los tiempos; este es el momento y esta es la hora.
Yo les abro la puerta de Mi Corazón para que puedan entrar al Templo de Mi Espíritu y comulgar de la Fuente de Mi Sabiduría y Amor.
Yo vengo a hacerlos valientes. Yo vengo a impulsarlos a vivir el fuego de la determinación, para que lo que se debe construir se pueda construir de una vez y para siempre.
Vengo a traerle a Europa Mi bendición, porque Mi Corazón ama a este continente, que tiene raíces y tradiciones tan preciosas que se fueron perdiendo por la modernidad.
El europeo es un pueblo trabajador, y eso lo ha compartido y transmitido a sus descendientes, a muchos de sus descendientes que están en Sudamérica y en otras partes del mundo. Que ese espíritu obrero pueda seguir impulsando la concreción del Plan.
Por eso, Yo vengo a dejarles este Mensaje para esta nueva Maratón, para que sepan que Yo estoy aquí, bajo el Espíritu incondicional de Mi Padre, que es su Padre, Nuestro Padre que está en los Cielos.
Llego a este Santuario interior para celebrar esta Comunión renovadora, esta Comunión en la que ustedes podrán confirmar los votos para que se realice Mi Plan de Amor y de Redención.
Celebren este momento por aquellos que no pueden celebrarlo. Alaben este momento por aquellos que no pueden alabarlo por estar en el silencio del sometimiento y de la esclavitud, del exilio y de la guerra, de la aniquilación y del caos.
Reconozcan que no están solos y que, así como Mi Mano se extiende hacia ustedes, Mi Corazón se expande al mundo para que todos puedan estar bajo los Rayos de Mi Paz.
Ofrezcan esta Maratón de la Divina Misericordia por todos los Planes de su Maestro y Señor para Europa, África y Medio Oriente.
Sí o sí, ahora la Obra deberá expandirse, no solo la Obra de Mi Misericordia, sino la Obra de las misiones humanitarias, porque Mi Amor deberá seguir aliviando el sufrimiento de los inocentes.
Les doy Mi Paz y les pido que vayan en Mi Paz, confiando que un nuevo tiempo llegará. Este es el tiempo venidero del Reino de los Cielos, de la Nueva Humanidad, de los mil años de paz.
Los bendigo, bajo Mi Sacerdocio espiritual, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
El Sagrario de Mi Corazón desea estar presente en todos los Centros Marianos y Monasterios de esta Orden.
En el Sagrario Me podrán encontrar, así como en la Adoración al Santísimo.
Mi Presencia en el Sagrario es eterna, y es allí en donde las almas deben buscarme y reconocerme para poder sentirme en su interior.
La Luz de Mi Sagrario no es reconocida por muchas almas en el mundo.
En el Tabernáculo de Mi Corazón, tengo un espacio preparado para cada alma: un propósito.
Antes de partir y dejar el mundo, deseo que cumplan este pedido, porque no es solo por su religiosidad, sino también por las almas del mundo que, en este momento, necesitan descubrir el misterio que guarda el Sagrario de Mi Corazón.
En esta Ermita, que ha sido erguida en Mi Nombre, también deseo ver un Sagrario; así como en todas las casas religiosas de su Orden y en los Centros Marianos, porque el Sagrario de Mi Corazón es la señal visible del ecumenismo y de la paz entre las religiones.
Ante el Sagrario de Mi Corazón, podrán recogerse en los momentos más difíciles, así como en el Santísimo Sacramento.
El Santísimo y el Sagrario de Mi Corazón son el mayor legado que he dejado para la humanidad a lo largo de los tiempos.
Muchas almas buenas se han convertido ante el Sagrario de Mi Corazón, y Yo Me he comunicado con ellas a lo largo de los tiempos, en presencia del Sagrario de Mi Espíritu y de Mi Divinidad.
En el Sagrario de Mi Corazón, las almas se podrán consagrar, aunque no vivan una vida religiosa, porque quien se consagra es el alma de ustedes. Esa debe ser la aspiración de sus vidas dentro del universo de la consagración.
Muchas situaciones difíciles, que vive el mundo, podrían estar resueltas si las almas veneraran el Sagrario de Mi Corazón, en donde Yo también los podré sacramentar con Mi Espíritu y con Mi Paz.
Hoy les revelo, a través de Mi Pecho, el Sagrario de Mi Corazón, la Luz de la Gracia que desciende al mundo por los méritos de la Pasión de Su Señor y Redentor.
En el Sagrario de Mi Corazón está la síntesis de Mi experiencia y de Mi vida en la Tierra, desde que nací hasta que ascendí a los Cielos.
Sé que las almas, a veces, no colocan su atención en el significado del Sagrario de Mi Corazón; pues hoy se los revelo y se los comparto, porque en los Centros Marianos y en sus casas religiosas será en donde podrán encontrarme.
El Sagrario de Mi Corazón es un puente hacia los Cielos, hacia el Universo, hacia la Vida Mayor.
En el Sagrario de Mi Corazón no vivirán la adversidad ni tampoco la perturbación.
Ante el Sagrario de Mi Corazón sus ideas quedarán claras y tendrán discernimiento por el impulso de Mi Gracia y de Mi Sabiduría.
Yo necesito que el mundo comprenda el significado del Sagrario de Mi Corazón, porque aún las almas no saben lo que guardo dentro de él. Allí no solo está Mi Cuerpo y Mi Sangre, sino también está la vida espiritual de Su Señor, que es una vida omnipresente y eterna.
Juan, el Apóstol, conoció el Sagrario de Mi Corazón en la Cruz. Mi Madre permitió que él lo supiera en el momento más culminante de Mi agonía, cuando en las entrañas más profundas de Mi Ser estaba la soledad y el abandono de los hombres.
En la mayor oscuridad y sufrimiento en la Cruz, emergió el Sagrario de Mi Corazón como una forma espiritual y divina. Y eso irguió de los abismos a las almas caídas y muchas almas alcanzaron la victoria de la redención por el precio de Mi Sangre. Aunque eso sucedió hace más de dos mil años, aún está vivo.
El Sagrario de Mi Corazón hoy está aquí para que sea venerado y adorado por las almas buenas y humildes.
En el Sagrario de Mi Corazón podrán encontrar la humildad y la entrega que necesitan para vivir y atravesar estos tiempos tan desconocidos e impredecibles.
Alrededor del Sagrario de Mi Corazón, que podrá estar presente en los Centros Marianos y en sus casas religiosas, así como está presente en las iglesias del mundo, es en donde los ángeles contemplan a Dios en Su segunda persona, el Hijo, el que dona a las almas y a los corazones la filiación con el Padre Eterno, la reconciliación y el perdón.
Quien tenga fe y Me adore en el Sagrario de Mi Corazón se curará espiritualmente y las enfermedades del cuerpo desaparecerán de forma inexplicable.
Hay almas en el mundo que vinieron a servirme a través de su sufrimiento. El alma de las personas tiene miedo de vivir esa experiencia porque es algo semejante a lo que Yo viví, desde el Huerto Getsemaní hasta la muerte en la Cruz.
No descansaré hasta que aprendan a superarme en el amor y en el servicio.
Antes de cerrar Mi ciclo con ustedes, les dejo el mayor legado del universo espiritual, que es el Sagrario de Mi Corazón, para que la Santa Eucaristía no solo sea adorada, sino también reconocida y amada por los hombres.
El Sagrario de Mi Corazón es el refugio para sus penas, el alivio de sus agonías, la cura de sus heridas, el amor para sus consciencias, la sabiduría en sus confusiones, la claridad en sus caminos, la entrega eterna de sus almas.
En el Sagrario de Mi Corazón está toda Mi vida y Mi existencia.
El Sagrario de Mi Corazón está lleno de Misericordia para las almas.
Mi Ser está lleno de Luz para los corazones, pero muchos no la aceptan.
Que esta última Maratón que vivirán Conmigo no solo sea una síntesis, sino una oportunidad de recordar lo que vivieron Conmigo durante estos años, desde los sagrados pinos de Aurora, pasando por todas las ciudades que visitó la Peregrinación por la Paz.
En cada momento, este misterio del Sagrario de Mi Corazón estuvo presente, acompañándolos y sirviendo a las almas más necesitadas, especialmente aquellas que, aparentemente, no lo necesitaban.
Ante el Sagrario de Mi Corazón, ustedes son cristalinos. Todo lo puedo ver y reconocer, no existen límites ni apariencias.
Ante el Sagrario de Mi Corazón, sus almas los pueden gobernar y aprender a hacerlo en estos tiempos críticos.
Ante el Sagrario de Mi Corazón, ustedes no olvidarán el compromiso en los momentos de mayor prueba, porque Yo mismo Les haré recordar que vinieron a servirme y lo que vinieron a ofrecerme.
Es a través del Sagrario de Mi Corazón que dejaré a Mis representantes en la Tierra, todos los adoradores y los que veneran Mi Sagrado Cuerpo en la Eucaristía.
A través del Sagrario de Mi Corazón, encontrarán el Reino Celestial y se fortalecerán en la paz, para los momentos de mayor tribulación.
Ahora, deseo tener dentro del Sagrario de Mi Corazón sus experiencias de amor y de perdón, porque eso hará recrear a la Creación en esta escuela del Amor Divino y a la expansión de la consciencia por medio del impulso que trae el Amor de Dios al mundo.
Lo último que quiero decirles, compañeros, es que den valor a todo lo que han recibido de Mi Persona y de Mi Divinidad, durante estos últimos tiempos.
Que este momento de despedida de Su Maestro y Señor sea una oportunidad de asumir definitivamente su compromiso Conmigo, en el trabajo del servicio y de la oración, porque el ejercicio espiritual de la oración de la Misericordia continuará.
Ahora, ha llegado el momento de asumir y de responsabilizarse como adultos en el camino espiritual. Hasta ahora, todo fue una preparación.
No solo Me retiraré porque Mi Padre Me ha llamado para prepararme para Mi Retorno, sino porque ustedes ya aprendieron a cómo sostener Mi Plan de Amor en la humanidad.
Definitivamente, sean el Amor que Yo les he entregado en los Sacramentos y a través de cada palabra, de cada mensaje e instrucción. Así, desde los Cielos, tendré un lugar y un espacio en sus almas en donde poder espejarme y refractar la Luz de Mi Misericordia.
Les agradezco a los que se comprometieron Conmigo durante estos años de oración misericordiosa, y a los que lo seguirán haciendo, comprendiendo más allá de sí mismos, lo que esto significa para este momento del planeta y de la humanidad.
Yo solo puedo estar en lo que es simple, austero y humilde. Es a donde puedo retornar, para que las almas Me encuentren y Me vivan.
La donación de Su Maestro es eterna e incondicional, así deben ser sus vidas y consciencias, porque hoy no comprenderán lo que esto significa, pero mañana lo sabrán. Es una promesa.
Que sus vidas, experiencias y oraciones sigan siendo escritas en los Libros de la Sabiduría de Dios, para que la humanidad aún tenga la chance de redimirse. Que así sea.
Oremos en esta Maratón como si fuera la primera vez, sabiendo que Yo estaré atento a cada uno de ustedes y esperando que Me respondan de la misma forma que cuando los llamé por primera vez para este ejercicio espiritual, sabiendo que Me serviré de este momento de oración para ayudar al planeta y a las almas, a fin de que se cumpla la salvación de los corazones.
Que Mi Paz se refleje en ustedes. Que sean portadores de Mi Paz. Que Mi Paz se multiplique y se expanda por el mundo.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén
Un 19 de marzo como hoy, hace 11 años atrás, en un humilde campo de Aurora, en Uruguay, los primeros ofertados a vivir la consagración se postraron, en el suelo húmedo del campo sagrado, para dar un sí por muchas almas más.
Las almas fueron atraídas, como las mariposas, hacia el Gran Sol de la Consciencia de Cristo para que vivieran la experiencia de la religiosidad, de la oración y del servicio.
Así, se fundó la Orden Gracia Misericordia que, en aquellos tiempos, comenzó a despuntar como un sol en el horizonte. Era el nacimiento de la Nueva Aurora.
Ese momento quedó registrado en el Corazón de su Maestro hasta el presente. Los que comprendieron la esencia de este encuentro de almas consagradas aún están presentes acompañando a la Obra Redentora de Cristo, más allá de sus defectos, desiertos o pruebas.
Los que Yo llamé y Me respondieron de corazón son los que hoy están aquí, siguiendo aún las Huellas del Mesías. Ese recuerdo es el que, por un instante, Me hace borrar de Mi memoria a los que fueron infieles Conmigo y Me abandonaron.
Yo Me sirvo de ese momento especial del 19 de marzo, porque fue algo que nunca más se repitió y que representó a todas las posibilidades de lo que sucede en la actualidad.
Queda en Mi memoria ese día, de primera y austera consagración, momento que permitió que Yo hablara, hasta los días de hoy, para el mundo entero.
Eso es lo que Me motiva e impulsa a regresar al mundo para llamarlos, una y otra vez, para que Me sigan.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el Corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Finalmente, llegué a la Amazonia y desde ahora preparo las bases espirituales para que en la Ciudad de Manaos, después de la Maratón de la Divina Misericordia, se establezca una base permanente de trabajo y de asistencia, no solo humanitaria sino también de servicio a los Reinos de la Naturaleza.
Llegó el momento, después de tanto sufrimiento, de que los Reinos Menores sientan el amor y el amparo de los seres humanos. Por eso, un espacio de preservación, de cuidado y de restauración de los Reinos Menores deberá ser creado en Manaos, para que los mismos tengan un lugar de paz y de cura para después continuar su evolución.
Cientos de especies vegetales y animales necesitan del cuidado y del servicio de los seres humanos, la que será una tarea fundamental para esta Obra, fundada en los principios del amor y de la hermandad.
La asistencia a los Reinos y a los pueblos originarios por parte de la Orden Gracia Misericordia será de alivio y de acogimiento, ante un proceso de desigualdad, de abandono y de explotación.
Dos sectores de trabajo se establecerán en Manaos: uno a través del servicio humanitario y otro a través del servicio de la Orden Gracia Misericordia a los Reinos de la Naturaleza.
¡Les agradezco por guardar Mis aspiraciones en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
La historia de un peregrino de la paz de Aurora
Su devoción conmovió siempre Mi Corazón, porque su fidelidad era la oración misma que expresaba su peregrino corazón.
Su reverencia al tocar el campanario llamaba a todas las almas a despertar, y muchas veces, sin nadie saberlo, su amor por la Virgen Santísima hacía salvar a las almas más perdidas.
La oración era su alimento espiritual y lo hacía volar hasta las altas esferas de consciencia, en donde recibía el Amor del Padre Eterno para compartirlo con sus hermanos de camino.
Él llegó como un silencioso peregrino. Su amor por Aurora era tan fuerte que lo hizo permanecer cerca de ella y esperar que las puertas se abrieran para él.
Pero en verdad, su humildad, resignación y servicio lo llevaron a consagrar su alma, mente y cuerpo a su Maestro y Señor.
Aurora no solo tuvo un hermano y compañero de Cristo, Aurora tuvo un peregrino de la paz que caminó al lado de muchos durante años y, en su vida de simplicidad, de alegría y de renovación, ayudó a expresar la Luz del Reino de Aurora.
Hoy no solo partió al Cielo un hermano devoto y peregrino; hoy se elevó al Reino de los Cielos el guardián del campanario de Aurora, recuerdo imborrable que permanecerá resonando en el corazón y en la memoria de quien, alguna vez, escuchó el tañido de la campana de Aurora.
Con alegría, regocijo y gratitud, la Orden fundada por su Maestro hoy recibe, en los Altares del Cielo, al primer santo, hombre y peregrino, quien testimonió en vida propia, que es posible vivir en Cristo y ser parte de Cristo por toda la eternidad.
Hoy el Cielo recibe al triunfo de una vida de simplicidad, de abnegación y de servicio, que impulsará a todos los que quedaron a cumplir y realizar la misma aspiración.
¡Salve Aurora! Hoy una estrella de redención se iluminó en tu sublime firmamento y la paz llegó a todos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Para que las órdenes religiosas en el mundo y, especialmente, los consagrados en este tiempo puedan superar y trascender los tiempos definitivos en sí mismos, Yo vengo a pedirle a la Orden Gracia Misericordia la reparación del Corazón Eucarístico de Jesús, los días sábados; para que Mi adversario no siga empujando con su cola a Mis discípulos para hacerlos caer en los abismos y para que el Corazón de su Dulcísimo Redentor sea consolado por todos los que, en la vida religiosa y sacerdotal, perdieron los Dones de Dios por las influencias de las pruebas de estos tiempos.
Al menos, espero que en el mundo la vida consagrada siga siendo un puente que lleve a las almas hacia Dios y no un chiquero de bajezas y de adversidades.
Deseo que, por los divinos méritos de Mi Dolorosa y Extrema Pasión, su Orden religiosa ofrezca el día sábado, a las tres de la tarde, la oración grupal a la Divina Misericordia, no importando en qué lugar o momento se encuentren.
Si responden a este pedido de su Señor por tiempo indeterminado, la Gracia Salvadora del Padre descenderá sobre cientos de religiosos en el mundo, y las grandes tentaciones y desobediencias de estos tiempos se disolverán, porque Yo colocaré Mis Manos sobre aquel que implore en Mi Nombre y ya no será un instrumento de distorsión espiritual, sino un bálsamo de amor para Mi Corazón.
Vengo a pedirles, en los sábados de reparación, una adoración colectiva con todos los miembros de su Orden; que también calmará la indignación de Dios por tantos desvíos que muchos religiosos viven en este ciclo.
Si ese pedido se realizara y nadie faltara en cumplirlo, les prometo, por los frutos insondables de Mi Misericordia, rescatar a los religiosos y religiosas que cayeron en tentación y están perdidos.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Su Maestro y Señor, Cristo Jesús
Finalmente, compañeros, después de tantos años de trabajo y de encuentros compartidos con ustedes, Yo podré dejar instaurada y establecida, en los Centros Marianos, la vivencia de los Sacramentos para las almas.
Por eso, a partir del próximo 3 de marzo todos los que quieran ser sacramentados podrán dirigirse hacia algún Centro Mariano a fin de prepararse para vivir el Sacramento que necesiten.
Será de esa forma que el 4 de marzo de 2019, así como todos los días 4 de los meses que vendrán, los Centros Marianos prepararán sus altares para ofrecer y administrar a las almas los Sagrados y Divinos Sacramentos.
He escogido al Centro Mariano de Aurora para comenzar con este impulso para que el nuevo ciclo de los Centros Marianos sea más apoyado por todos, principalmente por los peregrinos.
Por eso deseo, con amor en el corazón, que los días 4 de cada mes lleguen a los Centros Marianos ómnibus peregrinos y que su acogimiento y recepción sean preciosamente organizados por los Hijos de María y por los Celadores de la Eucaristía.
Así es que todos los días 4, después de vivir la sagrada procesión con el Santísimo Cuerpo de su Señor, los Sacerdotes, los auxiliadores de Sacerdotes, los Celadores de la Eucaristía y los Hijos de María se prepararán para brindar los Sacramentos del Bautismo, la Unción y el Lavapiés.
De esta manera, los Sacramentos pasarán a ser puentes espirituales de preparación para aquellos que luego participarán de los encuentros de oración de la Divina Misericordia.
Los Sacramentos, excepto la Santa Comunión, no serán más administrados los días 5 y 6 para que las almas se preparen mejor espiritualmente para estar ante Mi Presencia en la Maratón de la Divina Misericordia de cada mes.
Por un período más, seguiré consagrando con amor las hostias para ustedes, para que se sigan sirviendo de Mi Cuerpo y de Mi Sangre.
Por último, el día 4 de cada mes, los Sacerdotes ofrecerán el Sacramento de la Confesión durante la mañana, como parte de la actividad litúrgica y sacramental de los Centros Marianos.
Para eso, se construirán confesionarios portátiles que serán colocados reverentemente en algunos puntos de los Centros Marianos para que los confesores tengan mejores condiciones espirituales para ofrecer ese ejercicio de purificación.
Invito a todos los fieles seguidores de Cristo, a los devotos, a los orantes y a los peregrinos para que, a partir del mes de marzo de 2019, se sirvan humildemente de los Sacramentos y así alivien a este sufrido planeta.
Esperaré para ver en la puerta de cada Centro Mariano la llegada de los ómnibus peregrinos. Yo mismo los recibiré de brazos abiertos para que entren al Templo de Mi Corazón, expresado en la simplicidad de cada Centro Mariano.
¡Les agradezco por guardar Mis aspiraciones en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
“Colombia Humanitaria” es una misión que promueve la paz y el servicio humanitario por los más necesitados. En esta instancia, por todos los que están exiliados de su nación y se refugian en otros países en búsqueda de una nueva vida, lejos del horror y de los conflictos que ciertas naciones viven.
“Colombia Humanitaria” es una mano más que se tiende hacia la humanidad de la Tierra, a fin de que, como puente de servicio y de fraternidad, las almas reencuentren el sentido y la esperanza de ser parte de una nueva raza.
Esta misión constituye la síntesis de todas las misiones humanitarias realizadas en los últimos tiempos.
Dada la importante intervención de servicio y de ayuda social que realiza la Fraternidade, a través de su cuerpo de misioneros matrices y de misioneros en formación, esta nueva misión atenderá la otra parte de uno de los tantos desequilibrios sociales y humanitarios existentes.
La Fraternidade, como esencia misionera de servicio de amor incondicional por el que sufre, es llamada por la Consciencia de la Jerarquía Espiritual e Instructora para reunir sus esfuerzos humanitarios y espirituales con el fin de aliviar el sufrimiento humano e interno.
Las bases fraternas que ya manifestó la Fraternidade, atendiendo la crisis migratoria en Roraima, Brasil, abrieron las puertas de la consciencia para que el verdadero espíritu misionero y abnegado llegara esta vez a Colombia, para que esa red de luz, de servicio y, especialmente, de amor entre hermanos llegue a los que lo esperan y claman por él.
Para la nueva misión “Colombia Humanitaria” la Jerarquía ampliará la acción de su trabajo planetario y la Fraternidade, que estará unida a la ONU a través de ACNUR y de UNICEF, intentará reconstruir el espíritu humano y voluntario por medio de las obras de servicio y de asistencia social.
Con la presencia de la Orden monástica Gracia Misericordia, la vida misionera contará con el brazo de asistencia espiritual de unión y de contacto con la Jerarquía, para que todo lo que será removido y trabajado de la psiquis y del mundo interno de las consciencias encuentre un camino en donde pueda ser conducido y liberado.
La Fraternidade, asumiendo los dos frentes de trabajo planetario a través de la misión “Roraima Humanitaria” y ahora por medio de “Colombia Humanitaria”, a partir del próximo ciclo y en el transcurso del año 2019 comenzará a abrazar, con la vida misionera y junto a la Jerarquía, otros trabajos humanitarios en África, Asia y Oceanía.
La formación, la actualización y el adiestramiento para casos de emergencia de nuevos misioneros voluntarios ayudará en el porvenir de una nueva consciencia basada en la protección y el resguardo del semejante y del que más sufre.
Para esta misión inicial de “Colombia Humanitaria” la Campaña de la Juventud por la Paz y algunos de sus miembros serán convocados para participar y fundar las primeras bases, a fin de aliviar el dolor a través del amor.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en sus corazones!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Su Maestro se prepara en estos días para volver a derramar los códigos espirituales de Su Divina y Preciosa Sangre, a fin de establecer en la humanidad la urgente recuperación de los principios de la divinidad, de la lealtad y del bien en las almas.
Por eso, cada alma que se coligue Conmigo* durante los días de Mi Dolorosa Pasión, que en verdad comenzaron el domingo de Ramos hasta el domingo de Resurrección, recibirá de Mi Consciencia los impulsos que le ayudarán a sostener, junto Conmigo, esta próxima y cercana fase crítica de la humanidad.
Para eso, vengo a pedirles a todos los Adoradores que ofrezcan, al menos una vez al día, una adoración a Mi Corazón Eucarístico o una unión interna con Mi Sagrado Corazón durante quince minutos para aquellos que no tengan un lugar donde adorar.
Así, acompañarán a su Pastor en esta sagrada preparación espiritual que intentará poner el fin definitivo a muchas barbaridades que suceden en el planeta.
Prometo, ante Mis compañeros, hacerles sentir el significado interior de Mi Dolorosa Pasión para que, con los mismos sentimientos y percepciones que su Maestro vivió durante la Agonía, puedan servirse de los Méritos alcanzados por su Señor hasta Su Muerte en la Cruz.
Quisiera, especialmente de los consagrados, una unión verdadera con Mi Espíritu, porque Él actuará durante los próximos días para ayudar a las almas.
Solo les pido que intenten sentir Mi Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
*Nuestro Señor nos pide que desde el 22 de marzo hasta el 1.º de abril, Domingo de Pascua, nos unamos a Él durante quince minutos adorando Su Santísimo Cuerpo Eucarístico o contemplando alguna de Sus Sagradas Faces: Cristo Jesús Glorificado, Jesús Misericordioso, Sagrado Corazón de Jesús, para acompañarlo durante la Sagrada Semana.
Hijo consagrado:
Renuévate en este día y celebra por estar formando parte de la Obra de Misericordia y de Amor de tu Redentor.
Renuévate en tu interior confirmando los votos internos que tú has hecho ante tu Maestro y Señor, y no te preocupes por nada, porque si Yo formo parte de tu vida y de tu existencia, tienes que creer para siempre que todo, absolutamente todo, está bajo Mi soberano Poder y que nada semejante a tu Señor podrá interferir.
Por eso, con los ojos llenos de alegría y de luz, celebra, hijo Mío, este día de confirmación y de reconsagración a Mi Paterno Corazón. Que esta afirmación interior permita construir en ti el nuevo propósito y que ese propósito pueda abrazar a más corazones.
En este día de renovación para cada consagrado que no exista el temor, la duda o la falta de fe.
Que cada alma consagrada sepa que siempre deberá hacer lo mejor para que triunfe el Corazón Sagrado del Maestro, para que más puertas inciertas en el mundo sean cerradas por medio de la íntima comunión de los espíritus con el Salvador del mundo.
Que este día sea motivo de celebración, y no de angustias, de esperanza, y no de amarguras.
Que cada alma que se ha consagrado al Redentor mire con ardiente aspiración hacia el firmamento y que, en algún punto del espacio sideral, encuentre el retorno de Cristo, primero en su corazón y segundo, en este planeta dolorido.
Que hoy cada consagrado ofrezca su consagración y sobre todo su corazón humano para ser depositario de nuevas virtudes y Gracias, para que esta Orden de amor y de hermandad, que preciosamente he fundado, reciba la Gracia de nuevas vocaciones, del despertar de nuevos talentos para estos tiempos, en los que deberán reinar el amor y la paz universal.
Reciban de su Maestro la bendición paternal para que cada alma consagrada en este día vuelva a decirle a Mi Corazón: “Mi amado Señor, aquí estoy para servirte, para cumplir Tu Voluntad”.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Por medio de la formación espiritual, educacional y académica de Mi Orden, consagrada hace ya casi nueve años, Yo podré civilizadamente ser aceptado por el mundo y por los hombres cultos, los que no creen que en Mis nuevos apóstoles exista fuente de instrucción.
Cuando le pedí a Pedro que fundara Mi Iglesia para los tiempos futuros, también le pedí que se formara, eso fue con el propósito de que Me representara en la Tierra como sucesor de Cristo.
Hoy, en estos tiempos tan acelerados, vengo para pedir la continuidad de la formación espiritual, educacional y académica de toda la Orden, a fin de que cuando Yo ya no pueda estar más presente entre ustedes, las naciones, los gobiernos, los diplomáticos, los presidentes y las religiones del mundo den un espacio espiritual y físico para que los Míos puedan testimoniar Mi Presencia y que exista, dentro de las leyes de la Tierra, una real aceptación de la misión espiritual que Yo he venido a cumplir durante estos años entre ustedes.
Por eso, es de gran importancia para Mí, que Mis fieles colaboradores y seguidores ayuden en este tiempo en la formación de los consagrados y, sobre todo, faciliten los medios y los recursos materiales para que estos hermanos suyos puedan representarme dignamente en el futuro que llegará.
Eso ayudará de gran manera para que la Obra de la Misericordia que llevo adelante en este lugar del mundo, y por medio de los Centros Marianos, pueda ser reconocida como un lugar propicio y seguro para la devoción, la oración y la comunión de las almas con Mi Sagrado y Glorificado Corazón.
¡Les agradezco por guardar Mis Palabras en el corazón!
Los bendice,
Vuestro Maestro, Cristo Jesús
Visiones sobre la Pasión de Nuestro Señor
Entonces, vi a Nuestro Señor sobre el Monte Calvario, viviendo la Crucifixión en la Cruz.
Esto sucedió durante la oración del Devocionario a la Cinco Sagradas Llagas de Jesús y después de la Coronilla a la Divina Misericordia a las tres de la tarde.
En ese momento, vi que le estiraban el Brazo derecho, de tal forma que generaron una luxación en Jesús.
Durante todo ese dolor que se expandió sobre el Monte Calvario, clavaron en Su Muñeca un gran clavo de hierro, que hirió el Brazo de lado a lado y lo hizo sangrar.
En ese momento apareció otro hombre que, colocándose cerca de Su Cabeza, mientras Jesús estaba siendo clavado en la Cruz a través de la Mano derecha, comenzó a presionar la Cabeza de Nuestro Señor sobre el madero de la Cruz, de tal forma que la Corona de Espinas se incrustaba en el cuero cabelludo y lo hacía sangrar mucho más.
Después recibió golpes en Su Cabeza, que eran dados con un garrote.
En una parte del Monte vi a la Virgen postrada en el suelo y colocándose las manos en Su cabeza en señal de imploración.
Más tarde, comencé a hacer la Señal de la Cruz por todo lo que veía y una nueva visión apareció.
Cuando orábamos la segunda Sagrada Llaga, vi que, en la Mano izquierda de Nuestro Señor, comenzaron a golpear Sus Dedos, al punto de hacer sangrar cada uno de ellos y, con una herramienta que tenían, arrancaban una a una Sus Uñas, dejando Sus Dedos en carne viva.
Esa sensación indescriptible fue irradiada por Nuestro Señor y, a pesar de todo ese padecimiento y dolor, en un momento vi que la Consciencia Mental de Jesús se colocó por encima de toda esa situación y, mientras el Maestro recibía esos martirios, Él suplicaba al Padre de la siguiente forma: “¡Eli, Eli, perdónalos!, ¡perdónalos!”.
En seguida, el Maestro me dijo: “Hijo, te muestro toda Mi Pasión para que escribas el libro de la Pasión de Jesús”.
Después el Señor nos transmitió:
Aún no te He dado a conocer los tiempos difíciles que llegarán, que serán desconocidos para todos. Por eso, te pido que defiendas Mi Congregación de ti mismo, de la misma forma que Yo esperaré que cada consagrado defienda Mi Obra de sí mismo, para así desviar nuevamente la tentación de Mi enemigo de crear instrumentos propios que flagelen Mi Corazón.
Que nadie se aparte de la prueba que Yo le He enviado para vivir. Los corderos deben escapar de las manos feroces de los lobos. Pero a muchos les hace falta aprender a reverenciar todo lo que recibieron por el poder de Mi Gloria.
Que nadie se olvide de lo que ha firmado Conmigo, aunque sé que aún muchos desistirán de seguir algo que no satisface al sentimiento humano.
Cuando algunos Me presentaron la carta de renuncia, solo recordé a Judas besándome la mejilla y entregándome en la noche oscura del Huerto Getsemaní. Las propias dificultades de las almas nacen como consecuencia de la resistencia y el control.
Lo que Yo tengo para cada discípulo, aún no lo He revelado ni entregado.
Hoy, Me presento para anunciar Mi última partida en este juego infinito de la salvación de las almas y de la redención de los males, ante los horrores que hacen llorar constantemente a Mis Ojos.
El corazón que no ama sus defectos e imperfecciones es un corazón que se cierra a la verdad; de la misma forma cuando el sol es ocultado por las nubes, todo se vuelve penumbras, por el simple hecho de no dejar de controlarse a sí mismo.
Yo les He dado las mayores perlas de Mi collar de Luz, pero pocos Me han agradado y menos han hecho lucir la Misericordia que Yo les derramé. Salir al mundo significa condenarse, dividirse al igual que dos ríos, los que terminarán en la garganta del gran abismo. Estoy siendo fiel ante los que Me respondieron.
Si en verdad amaran Mi Sacrificio y Mi Pasión, no Me quitarían el tiempo de abocarme a las grandes Obras planetarias. Para trabajar su vacío de sí y su humillación ante Mi Sagrado Corazón, les pido humildemente que vuelvan a repasar Mi Pasión durante esta noche y que todas las almas oigan Mis últimas Palabras que son para la humanidad.
Pues, Yo retornaré de una forma que muy pocos han percibido. Les di primero Mi Corazón para que lo vivieran y lo amaran, después les entregué la Voz de la Fuente Misericordiosa a través de Mis Palabras y por último los llamé a la consagración interior; y ahora algunos Me quieren abandonar y dejarme clavado en esta cruz de la maldad y de la indiferencia del mundo.
A los que persisten, que sigan adelante por aquellos que Me dan las espaldas y dejan de vivir en Mi Corazón Misericordioso.
A los que están dementes, que no se desesperen, mas que confíen en el Espíritu de Mi Infinita Compasión, y a los que se sienten cansados, que recuerden el momento de la Última Cena y el sacrificio mayor que Yo tuve que realizar para que el mundo y su sagrado proyecto no se perdiera.
Sé que Mis Palabras no serán suficientes, pero en verdad, les digo que tengan la suficiente memoria y un corazón más grande para no perder, por sus necedades, el manantial de Mis Gracias. Esta Orden deberá cumplir Mi Propósito, aunque lleguen a la cima del Monte de la Cruz solamente tres.
Miren con ojos de misericordia Mi humilde declaración. Ya no pueden ser ingenuos y egoístas, el Plan de Mi Padre los necesita para que, entre las tribulaciones, aprendan a retirar las raíces del mal durante la noche de mayor oscuridad.
Será en ese momento que Yo mismo veré con Mis propios Ojos Misericordiosos a aquellos que, habiendo pasado por la renuncia, la humillación y el sacrificio, glorificarán Mi Nombre Santo y lo harán carne en su propia carne. En ese instante, Yo seré Su Intercesor y los libraré a través del poder de Mi Gloria.
Alivien el peso que llevan Mis Manos, la cruz está cada vez más pesada y el mundo también.
¿Quién se arriesgará a defender Mi Voluntad y no la suya?
¿Quién será digno de alabar Mi Nombre y de cumplir Mis Promesas entregando su vida por los demás?
¿Quién esperará pacientemente el Retorno de su Maestro, aun cuando todo esté a punto de acabar?
Dichosos los que Me buscan a pesar de sus propias adversidades, porque les prometo a ellos que no seré el verdugo ni el juez, sino que seré la Puerta que los llevará después de esta vida al Reino Celestial.
Bajo la Piedad del Creador, sean consecuentes con Mis Preceptos.
Vuestro Rey, Cristo Jesús, el Dolorido Corazón
Queridos compañeros:
Para el inicio de esta importante Maratón número 14, numéricamente también importante, Yo les pido que sean en estos días transmisores y mediadores de Mi Divina Misericordia a todos los no nacidos en el mundo entero.
Es una falta gravísima provocar la pérdida de la vida, la oportunidad de vivir de muchas almas que debían llegar a este mundo para aliviarlo de su propio sufrimiento; aliviarlo a través del amor y de la luz que todas esas esencias debían traer desde el universo celestial.
Recen de corazón, recen por intermedio de la esencia del Amor Crístico, aquel que brota inagotablemente de Mi Piadoso Corazón. De esa forma, ustedes permitirán que Yo rescate a todos los que alguna vez no llegaron a nacer ni a estar en los brazos de sus madres.
Recen para que la Justicia de Dios sea leve en la vida de todos los que falsamente proclaman la ausencia de vida en Mis hijos, los que deben llegar a este mundo para traer la paz del Universo Mayor. Deseo que Mi Poderosa sangre se derrame sobre los hombres que cometen, por ignorancia, estos graves ultrajes que hieren el Corazón Creador del Padre.
Por eso, Yo he escogido a la ciudad de Belo Horizonte para que, por medio de las almas orantes, sea la receptora en este tiempo de la Fuente de Mi Divina Misericordia para todo el Brasil.
Quiero modificar los errores que muchos cometen quitando la vida a los no nacidos. Es tiempo y momento para remediar las causas del mal y sus consecuencias, mediante la oferta de encontrar y vivir la Divina Misericordia.
Esta especial Maratón está dedicada a todos los no nacidos, que hoy día lloran en el limbo del dolor y del calvario que, por una acción equivocada y por falta de amor, les ha tocado pasar.
Si las raíces de estas acciones no son cortadas como deben ser, arrancadas desde el suelo, consecuencias mayores pesarán en la mente y en el corazón de todos los que realizan este ultraje a la vida que Dios ha dado a las criaturas.
La Fuente de Mi Misericordia tiene el poder de remediar y curar todas estas ofensas. Que esta Maratón sea un momento para tomar verdadera consciencia del tiempo que viven como humanidad y civilización.
Espero que todos Mis buenos orantes penetren en lo profundo de Mi Corazón pidiendo por Misericordia y Perdón, para que Yo tenga la autoridad de interceder y revertir los males que muchos hombres cometen hacia aquellos que hoy no nacen.
De esa forma, a través de vuestras oraciones Yo podré elevar a las almas que hoy deberían estar entre ustedes derramando el Amor de Dios sobre el mundo; pero como esto no es posible, Yo vengo para darles una gran oportunidad de realizar un cambio en la consciencia y principalmente en el corazón.
La falta de la vida es la ausencia del verdadero Amor de Dios y aquellos que participan de estas acciones, hacia los no nacidos, tendrán la oportunidad de recibir la última tabla de la salvación.
Mientras el mundo, sin percibirlo, se sumerge en el infierno por la gravedad de las decisiones inconscientes que toma a favor de quitar la vida a los pequeños Míos, Yo les pido en tiempos de emergencia, que recen con la fuerza interior del corazón más que con vuestras bocas; les pido que recen para que el sagrado verbo de la oración se eleve hasta el Universo y Dios Padre escuche, por medio de Mi Oferta, vuestro pedido de ayuda y de redención.
Si la humanidad continuara quitando unos la vida de otros, tanto por los que no nacen, como por los que mueren injustamente o son condenados a muerte, una gran ola de justicia podría alterar la buena vida ilusoria y moderna que muchos viven sin buscar a Dios, sin buscar el amor, sin buscar la paz. Y de la noche a la mañana muchos despertarían entre los escombros del sufrimiento y de la propia caída por la injusticia humana. Para evitar la Ley Mayor sobre ustedes, Yo vengo a pedir la consagración del mundo entero a Mi Sacratísimo Corazón.
Vengo también para pedir la creación de una cuarta Rama en la Orden Gracia Misericordia, Orden que en el Cielo Me pertenece. Esta cuarta Rama de la cual Yo les hablo, es la Rama de los Adoradores del Cuerpo Místico y Eucarístico de Cristo. Si muchos adoraran al Santísimo Sacramento muchas causas, que tendrían consecuencias inmediatas, se evitarían en el mundo y en la humanidad.
Por la autoridad que Dios Me ha concedido como Hijo Primogénito, deseo que exista esta cuarta Rama Civil de Adoradores del Santísimo Sacramento y de la Divina Misericordia. Ellos serán los que difundirán los dones que Yo alcancé a través de la Pasión y de la Resurrección, pues ellos tendrán votos de servicio, oración, y adoración, en honor al Sagrado Corazón de Jesús y en nombre de la Redención y Misericordia por la humanidad.
Esta rama de adoradores nacerá especialmente en los Hijos de María, y tendrán como templo de adoración a los Centros Marianos y a los Núcleos de Servicio, como también las iglesias y capillas; recuerden que Yo estoy presente en todos los Sagrarios de la Tierra. No importa dónde sea, Mi Corazón es luminoso para todos y en todo lugar.
Si esta rama de adoradores diera en Mi Nombre los frutos de la adoración, de la unidad y la fraternidad, hoy podría decirles que el mundo, en gran parte, estaría a salvo de sus propios pesares y acciones.
Después de catorce Maratones de la Misericordia llegó el momento de confirmarse como Mis Soldados y Apóstoles, los que darán testimonio de conversión y de renovación para todos los que se pierden.
Agradeceré a todos por esta verdadera respuesta.
Gracias al Núcleo Sagrado Cielo por acogerme con tanto amor y dedicación, como muchos lo hicieron en las humildes casas de Mi Antigua Jerusalén.
Paz y Bien para todos.
Vuestro Maestro del Amor.
Cristo Jesús Glorificado
Queridas hijas del Bien:
Agradezco la pronta y rápida preparación interior para recibirme; esta actitud amorosa para los tiempos finales tiene repercusiones mayores a los pies del Altar del Señor.
Día a día Yo he estado acompañando vuestro servicio. Desde el momento en que abrieron la puerta para un mendigo y le dieron de beber y de comer, cuando alimentaron y nutrieron el alma de una madre desconsolada, allí Yo estaba; cuando acogieron la venida de la Madre Universal a Río de Janeiro, para esos momentos también Yo estaba acompañándolas y apoyándolas con Mi Corazón.
En las dudas y en la firmeza continua Yo estoy. Mi Sabiduría y Amor Paternal viene a vuestros seres para decirles que vuestra caridad y fidelidad a Cristo ha sido segura. Cuando vuestros ojos derramaron lágrimas de alegría, de reconciliación entre los hermanos, como también lágrimas de dolor, Yo estuve siempre entre ustedes.
Las almas llevan en sus corazones dones, dones que se convierten en tareas espirituales, impulsos de las almas buenas para donarse al Dios del Amor. Vengo a vuestra simple casa porque en el mendigo, en la madre embarazada y en el loco, ustedes me abrieron la puerta.
Quiero decirles que vuestra constancia por servir, amar y entregar tocó Mi Corazón y permitió que, en un tiempo de caos, Yo viniera hoy desde el Cielo en Gloria para compartir Mi Santa Alegría.
Ahora vuestra casa recibirá el manto de la vida consagrada; quiero decirles que hermanas de la Orden Gracia Misericordia compartirán el servicio y lo ampliarán por toda la ciudad, creando una red de fraternidad crística. Mi aspiración divina es que ustedes, Mis hijas del Bien y las hermanas consagradas, lleven a través del servicio Mi Misericordioso Corazón, como lo harán también Mis otras hijas consagradas en Venezuela.
La Orden Divina de la Jerarquía Espiritual, Orden Gracia Misericordia, está proponiendo para todos ingresar en un nuevo ciclo de servicio y de trabajo por el Plan, respondiendo así a la gran necesidad de cura y de consuelo espiritual para muchas almas. Este llamado al nuevo ciclo, que será regido por Mi Sagrado Corazón, recibirá bendiciones y ayudas especiales, y en las dificultades Yo prometo estar cerca de todos ustedes.
Bajo la Misericordia de Dios, la que ha descendido sobre todo Río de Janeiro, nos veremos pronto aquí en esta casa.
Gracias hijas de Cristo del Bien por haberme acogido, el Señor las bendiga siempre.
Cristo Jesús Misericordioso
Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más