MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

2.ª Maratón de la Divina Misericordia – segundo día

Hoy celebro desde el Cielo una nueva cena pascual, la Pascua del corazón; porque aquel que en verdad comulga de Mi Cuerpo, recibe el ministerio de la Nueva Pascua del corazón, una Pascua que renueva sus espíritus para apartarlos del pecado constante, y así resucitarlos a la Vida Mayor de las estrellas.

La Pascua Sagrada del corazón es la que todo el Universo comparte Conmigo, y esas grandes pero humildes consciencias viven, en el Tiempo Real, Mi Camino de Cristificación.

Esta Pascua proviene de la esencia de Mi Espíritu y, en consecuencia, de la Suprema Divinidad. 

Como Sacerdote Mayor, Yo reúno, en este tiempo terrenal en el que viven, a las esencias que se originaron de las diversas Fuentes de Dios, y por medio de Mi Gracia y de Mi Misericordia Divina conduzco a las ovejas hacia el establo interno de Mi Corazón.

Reunido con los Míos en esta cena les presento, en amor a ellos, a los nuevos apóstoles de la Luz, aquellos que una vez estuvieron Conmigo en Tierra Santa. Estos hermanos, los nuevos apóstoles servidores de Cristo, serán ahora su guía, serán los pastores que prepararán espiritualmente Mi llegada al mundo por segunda vez en este tiempo terrenal.

Hoy, en esta Pascua espiritual, les pido: únanse como renovados apóstoles al ejemplo de los antiguos, para que el amor por la palabra y el amor por el servicio al Plan de Dios despierte en estos Nuevos Cristos que, aunque imperfectos, intentan imitarme.

Yo Soy el fruto maduro de la vid, y de este fruto nace la Sangre de Vida que lava y redime por toda la Eternidad a quien la busca por sobre todas las cosas. Sigan cultivando en sus corazones el camino del apostolado; es hora de que los Míos den el testimonio de la redención y de la conversión que Yo he realizado en ellos.

Recuerden que la humildad los acompañará para que algún día, vacíos de ustedes mismos, surja el nuevo ser redimido que formará parte de la historia de Mi Legado Universal.

Recuerden que algunos conocerán el poder y la grandeza de Mi Reino.

Es tiempo de confiar en Mí, como lo dice la oración. Caminen sin demora hacia Mis Brazos, pues aguardo lavar sus manos y sus rostros para darles de comer de Mi Nueva Pascua Redentora. 

Les agradezco por permanecer en Mi Corazón Sagrado durante este día de oración reparadora por el mundo entero. Muchas almas sedientas de Mi Luz fueron recogidas de los abismos del mundo.

Gracias por confiar en Mi Infinita Misericordia.

Bajo la Gracia del Padre, sean bienaventurados.

Vuestro Rey del Amor, Cristo Jesús