MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ Y SEÑORA DEL CARMEN, TRANSMITIDO DURANTE EL VIAJE DESDE COLONIA HACIA FRANKFURT, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Proclamación de Gratitud y de Amor

Queridos hijos:

En este día especial, en el que Mis hijos del mundo celebran el día de la Señora del Carmen con amor y profunda devoción, quisiera, así como fue durante Mi visitación a Isabel, proclamarles a sus corazones toda la gratitud y el amor que hoy puedan sentir de Mi Corazón, por haberme acompañado, como almas servidoras, durante el transcurso de la última Peregrinación por la Paz.

Quisiera agradecer, desde Mi Corazón Materno, el esfuerzo y la dedicación de cada hijo Mío y de cada hija Mía, durante todas las etapas de construcción de esta Peregrinación.

Quisiera agradecer el esfuerzo sincero y el auxilio inmediato de cada hijo Mío, en su espíritu de colaboración, para que la Peregrinación se fuera cumpliendo conforme a la Voluntad de Dios.

Quisiera agradecer, hijos, por las almas que despertaron y por las ofrendas realizadas mediante las canciones en los diferentes idiomas.

Quisiera agradecer el cumplimiento fundamental de cada una de las novenas que fueron solicitadas, ya que, a través de las oraciones de Mis hijos, su Madre Celeste pudo profundizar Su misión por la humanidad, al igual que Cristo y San José.

Quisiera agradecer el esfuerzo de todos por haber aprendido a rezar en otros idiomas durante el transcurso de la Peregrinación.

Quisiera agradecer la honestidad y la fidelidad constante de la Red-Luz ante el llamado de apoyo interno a esta sagrada misión.

Todos, sin excepción, hijos Míos, de alguna forma u otra estuvieron presentes de corazón y de alma, sabiendo que para el Universo Creador fue y es imprescindible aliviar el dolor milenario de las naciones del mundo mediante el Rayo del Amor-Sabiduría.

En este día, los invito a que, a través de todos los esfuerzos realizados, sus vidas se renueven una vez más para que las próximas etapas del Plan de Amor se puedan cumplir, así como se cumplieron hasta ahora.

Con toda la Fe de Mi Corazón, hijos, les doy las gracias y les entrego Mi Corazón como símbolo de la unión de sus vidas con el Padre Celestial.

Que en este día de la Santísima Señora del Carmen, la humanidad y todo el planeta reciban la bendición del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Les agradezco por cooperar y por responder a Mi llamado!

Los bendice,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz y Señora del Carmen

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN RESERVADA DE LA VIRGEN MARÍA, ROSA DE LA PAZ, EN COLONIA, ALEMANIA, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Elijo estas fechas especiales para darles a conocer las cosas más simples de la vida espiritual, porque en lo simple todo lo podrán transformar, en lo simple todo lo podrán concebir.

La vida del espíritu es simplicidad pero también es sabiduría.

Deseo que Mis hijos alcancen ese estado de simplicidad y de sabiduría, no solo en las cosas diarias, sino también en los niveles internos, lugar en donde todo comienza y todo termina; porque allí, en ese nivel interno, es donde se guardará la experiencia de su vida en la Tierra y de su pasaje por este Universo.

Cuando no consiguen en sí mismos concebir esa simplicidad y esa sabiduría en la vida del espíritu, es porque no lo están haciendo en la vida material.

La simplicidad de la cual Yo les hablo, no es restricción ni severas medidas.

La simplicidad siempre los llevará a amar al semejante tal cual es, y a no juzgarlo por su forma o apariencia.

Mis hijos del mundo frecuentemente olvidan estas reglas básicas de la vida, porque viviendo estas reglas podrán estar en Dios y Dios estar en ustedes.

En este día especial, en donde celebramos, junto a la Madre Celeste, el aniversario de uno de Mis instrumentos en la Tierra, quiero que puedan ver, hijos Míos, por intermedio de esto, que el llamado de la Madre de Dios para con todos Sus hijos, siempre ha sido y siempre será simple.

En ese camino que Yo los invito a vivir podrán también encontrar la humildad que necesitan para dejar de vanagloriar sus vidas, aunque a veces no se den cuenta.

¿Por qué les digo todo esto, hijos Míos?

Porque la Obra de Dios, desde el principio de toda esta Creación, fue concebida en el espíritu de la simplicidad y de la humildad. Desde allí nacieron y surgieron las cosas más bellas de este Universo y para todo este Universo material; el espíritu de cada criatura encontró morada, hasta lo que es más físico.

Pero sepan, hijos Míos, que todo tiene una correspondencia y una comunión entre el Cielo y la Tierra; dentro de ustedes y fuera de ustedes.

Cuando no son simples no pueden ser verdaderos, así como Yo los necesito día a día.

La simplicidad no solo los llevará a la humildad y a la verdad, sino también a lo más importante: a la gratitud.

Cuando no tienen gratitud en sus corazones no pueden comprender el Plan de Dios cuando él cambia, de tiempo en tiempo y de ciclo en ciclo, o de día a día.

Si están en esa gratitud eterna podrán comprender los Misterios del Padre y ya no tendrán más sus ojos vendados sin saber por donde ir o hacia donde caminar, porque en la vida del espíritu todo es claro, todo es transparente y todo es cristalino.

Necesito hijos, que no olviden eso.

Cuando no pueden salir de ciertos obstáculos es porque no han concebido en ustedes el espíritu de la simplicidad, el que los llevará a la humildad y a la gratitud eterna.

Aunque estas palabras que hoy les digo, ya las hayan escuchado muchas veces de Mi propia boca, o de San José y del propio Jesús, Yo los invito, queridos hijos, a poner atención en las reglas básicas de la vida del espíritu, porque de lo contrario estarían saltándose las Leyes Universales.

Con todo esto les digo, hijos Míos, que no aspiro a su perfección, sino a su transparencia, a su cordialidad, generosidad y colaboración.

Este mensaje sirve para todos Mis hijos, porque cada uno, según su tiempo, atraviesa su purificación y también el momento de su gran entrega.

Quiero, hijos Míos, que aprendan a vivir como Nosotros, los Sagrados Corazones vivimos hace tanto tiempo atrás aquí en la Tierra, no ostentando nada, no queriendo nada; buscando siempre aprender por medio de la igualdad, de la solidaridad, y sobre todo, de la hermandad.

La humanidad, a través de los últimos tiempos, ha perdido estos principios. Por eso las almas se vuelven arcaicas y rígidas y no consiguen dar sus pasos cuando más necesitan dar esos pasos hacia Dios.

Tenemos la autoridad, hijos Míos, como Sagrados Corazones, de poder disolver todos estos obstáculos en las almas.

Pero, hijos, hijos Míos, ya han aprendido a escucharme, a sentirme y a reconocerme. Saben que es verdad lo que les digo. Cada uno de ustedes sabe lo que debe mejorar y perfeccionar como ofrenda perfecta para los Altares de Dios.

Es de algo profundo de lo que les hablo, no de algo superficial. Lo superficial que puede llegar a suceder en sus vidas, es la consecuencia de lo que sucede dentro de ustedes cuando no están en comunión con el espíritu, ni con el Universo.

Sabemos que el conocimiento ennoblece el espíritu, pero eso no es lo que ustedes ahora necesitan, hijos Míos. Necesitan ennoblecer sus espíritus con la transparencia y la colaboración amorosa para con el semejante, para con el Plan Divino y su importante manifestación en este planeta.

Como Señora del Monte Carmelo, Yo los invito, hijos Míos, aunque no lo crean, a vivir el camino de la redención y de su salvación, porque muchos podrían creer que ya están a salvo, y no lo están.

Hijos Míos, sientan el Corazón de la Madre que pide y que ruega a Dios,por el despertar de Sus hijos, hasta en los simples detalles.

Todo eso hará transformar la Tierra y su humanidad; hará triunfar la Palabra de Dios en ustedes, por medio de los ejemplos del bien y de la lealtad.

Los invito, hijos Míos, a ingresar en esa escuela, que hoy, con todo Mi Amor, Yo les estoy ofreciendo.

Necesito que escuchen Mi Voz, no como siempre la escuchan. Necesito que guarden Mis palabras como llaves que podrán abrir las puertas a su transformación consciente y verdadera.

Hijos, hay una parte que les corresponde a ustedes. Todo deberá comenzar primero en ustedes, para que después el Universo pueda obrar e interceder.

Las almas del mundo, en su mayoría, están perdidas; y ustedes lo saben, porque lo han visto por todos los lugares por donde han pasado junto Conmigo, acompañándome en esta trayectoria de poder cumplir el Plan.

Quisiera que en el día de la Señora del Monte Carmelo, pudieran considerar con sinceridad Mis palabras.

Quisiera que Mi Voz pudiera tocar lo profundo, para que se pudieran sembrar los Dones que necesitan para vivir los próximos pasos en esta transición planetaria.

Quisiera, hijos Míos, que cada uno se viera a sí mismo por un momento, no para atormentarse ni amedrentarse; no para juzgarse ni castigarse. Que cada uno pudiera verse a sí mismo, así como lo ve Dios, así como el Padre los contempla en Su Misericordia y Su Paciencia divina.

Aún, hijos amados, hay mucho por hacer. Necesito que comprendan lo que les pido.

Les he dado la Gracia de estar cerca de Mí, porque es lo que necesitan para estar en el camino del espíritu y en la vivencia del Plan, más allá de cualquier experiencia interior con el Universo o con todo lo que es superior y hasta divino.

Primero debemos comenzar en lo que es simple y necesario. No pueden perder las reglas básicas de la lealtad y de la fraternidad ,eso cierra las puertas a la Divina Providencia. El Universo lo tiene todo para ustedes y para la humanidad.

Si cada uno de ustedes supiera, con total consciencia, qué es lo que debo hacer para llegar a estar ante ustedes en cada nuevo encuentro, de verdad considerarían Mis palabras y rezarían de rodillas para expresar su gratitud a Dios.

La Sierva de Dios y la Madre del Universo se ofrece a Sus hijos incondicionalmente, sin nada a cambio.

Quiero, hijos amados, que puedan crecer, así como Yo crecí, siendo María en la Tierra.

Sé que guardan en sus mundos internos experiencias conocidas y desconocidas; traumas espirituales y también internos. Pero todo puede ser disuelto en la Misericordia de Dios y en la acción de Su Divina Gracia.

No quiero, hijos Míos, que dejen Mi camino.

No quiero, hijos Míos, que estén lejos de Mí, sirviéndome en otras obras.

Hijos, Yo los necesito aquí, cerca de Mi Corazón, de una forma verdadera y no aparente.

A veces siento sus corazones fríos. ¿Por qué son así, si todo lo que Yo les doy es por obra de la Gracia?

Yo solo aspiro a que Mis servidores caminen en la lealtad y que nunca, nunca pierdan la hermandad, porque la hermandad los unificará con la Hermandad del Universo y así, las Divinas Consciencias del Cielo se aproximarán.

La Señora del Monte Carmelo les viene a ofrecer la verdadera consagración, para que las próximas puertas hacia el cumplimiento del Plan, en otras partes del mundo, se puedan abrir.

Esperamos pacientemente y en silencio, en oración, por ese momento.

Aún el mundo espera por más Misericordia y por más ayuda.

Yo los invito a seguir acompañándome por este sendero, que los transformará.

Bendigo a esta alma, y en este día especial, a quien se ha ofrecido como instrumento en Mis Manos, para que más instrumentos en este vasto Universo de Dios, se puedan consagrar a su verdadera tarea y a su verdadera misión.

¡Les agradezco por acompañarme en esta trayectoria divina!

Es todo lo que hoy les quiero decir, y he abierto Mi Corazón para que Me escucharan con sinceridad y amor.

MENSAJE DIARIO DE MARÍA, ROSA DE LA PAZ, TRANSMITIDO EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Como la Señora del Monte Carmelo, vengo en este día para renovar la vida monástica consagrada, pues muchos de Mis hijos se desvían del Propósito de Dios por las tendencias e invenciones del mundo.

Vengo para recordarles la regla monástica y la importancia de que los grupos de oración sean guardianes de estos núcleos monásticos, así permitirán que las Leyes se cumplan y que los corazones se apoyen en el espíritu de la oración.

La vida consagrada es la principal columna de la sustentación del planeta, y a ella le siguen todos los grupos de oración que deben ser los pilares firmes para que la tarea espiritual se cumpla.

Los sacerdotes y los monasterios consagrados a Mi Hijo deben generar un importante vórtice de oración para que se establezcan las Leyes divinas y colmen a todos los corazones.

La vida consagrada, en todo el mundo, es uno de los puntos de ataque de Mi adversario. Sin embargo, la vigilancia, la disciplina y el entrenamiento en la oración crean paredes más firmes y resistentes a cualquier tentación.

Alrededor de esta muralla, que debe construir el propio monasterio, están los grupos de oración de todos los peregrinos. Dichos grupos son los portadores espirituales de los Dones del Espíritu Santo que permiten generar un verdadero escenario preparado para responder al Plan de Dios.

Nuestra Señora del Monte Carmelo es la protectora divina de toda la vida monástica, es la Estrella de los que deben navegar en alta mar hasta encontrar el puerto, que es Jesús.

¡Les agradezco por responder a Mi llamado!

Los guía hasta Dios,

Vuestra Madre María, Rosa de la Paz

Apariciones extraordinarias
APARICIÓN EXTRAORDINARIA DE LA VIRGEN MARÍA EN EL CENTRO MARIANO DE AURORA, PAYSANDÚ, URUGUAY, A LOS VIDENTES FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y HERMANA LUCÍA DE JESÚS

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Que la paz esté en esta casa y en aquellos que no la tienen.

Yo Soy su camino de conversión hacia Jesús, porque Mi Corazón se dona al mundo para generar la salvación de la humanidad.

Benditos sean aquellos que se rinden a Mis pies y buscan el camino de la Luz a través del camino de la oración.

Hoy, Mis Gracias se derraman sobre esta parte del mundo y Yo los convoco a una tarea primordial por la paz.

El mundo está enloquecido porque no encuentra paz. Pero hay corazones en el mundo que sí tienen paz y que no le temen a la hostilidad de Mi adversario, porque quien está Conmigo está en Mi Corazón Inmaculado y, aunque todo caiga a su derecha y a su izquierda, seguirá caminando adelante por el Camino de Cristo y no perderá tiempo en cumplir la Voluntad de Dios, que es la Voluntad de Mi Señor.

Hoy, vengo en esta fecha especial, también para bendecirlos, para seguir desatando los nudos de la consciencia de esta humanidad; pues como su Señora del Monte Carmelo, vengo a colocar sobre ustedes el manto de la humildad, que es el principio fundamental para sus vidas en los tiempos de hoy.

No teman, queridos hijos; la tribulación está caminando por la superficie del planeta, pero muchas almas se unen a esa tribulación, todos los días se sumergen en los infiernos y pierden de vista el Amor de Dios.

Yo vengo a recordarles el principio de la Paz universal, para que sigan confiados, orando Conmigo por este propósito materno que Yo tengo por todos.

El 8 de agosto, hijos Míos, un ciclo se cerrará con ustedes y Conmigo. Comenzaremos a profundizar, hijos Míos, en la elevación de sus espíritus a Dios; pues la materia se podrá purificar, morirá y se volverá polvo; pero su espíritu, hijos Míos, es el gran tesoro que retornará a Dios, a Sus moradas del cosmos, para unirse a la Fuente Primordial, a la esencia del Amor y de la Unidad; llevando los frutos que Yo he dejado en sus vidas, como una gran experiencia de Amor para todo el universo.

No dejen, hijos Míos, que el mal los pueda perturbar. La Aurora está frente a sus vidas para poder derrotar al mal. Pues, Yo Soy esa Aurora, esa gran Estrella, la gran Madre que guía a los navegantes, la Señora del Monte Carmelo que viene a anunciar al mundo la última tabla para su salvación. Pero en muy pocos, hijos Míos, Mis grandes obras serán realizadas.

Ustedes, hijos amados, deberán irradiar el espíritu de Mi maternidad al mundo. Así, muchas almas de los cuatro puntos del planeta, en los últimos días de sus vidas, encontrarán la salida hacia el Paraíso de Dios y también tendrán consciencia, ante el Padre, de lo que no hicieron.

Yo Soy la Madre de todo el universo, la Madre del mundo, la Señora del Monte Carmelo que viene a enseñarles el camino de la humildad y de la paz, a través del despojamiento interior, para que caminen libres hacia el Corazón de Mi Hijo amado.

Hoy, Él Me envía y, desde el Universo Mayor, también saluda a Mi hija amada, porque estos momentos son muy especiales para el mundo.

Yo les vengo a enseñar, hijos Míos, el verdadero espíritu de celebración de un alma, para que vean que Dios tiene una gran compasión por todas las almas del mundo; a pesar de que Su Ley será derramada sobre la humanidad y los corazones perversos reconocerán la Ley de Dios, la sentirán en sus vidas, en sus corazones.

Yo vengo, como Madre de todos, a extenderles Mi mano para que la tomen fuerte y sigan el camino de la purificación que Yo les ofrezco. Tal vez, hijos Míos, después de ocho años continuos, habrán entendido muy poco todo lo que Yo les dije. Pero no teman, Mis Palabras son depositadas en su corazón. Yo vengo a hablarle a sus esencias y no a sus mentes. Yo vengo a transmitirles Mi Espíritu de maternidad y de amor a cada uno de sus corazones.

El mundo se ha olvidado mucho de Dios y no basta que exista solo el embajador de la paz, el Papa Francisco. Todos ustedes, hijos amados, en el grado y en la proporción de sus tareas, deben transmitir esa energía de paz al mundo; porque si sus almas están unidas a pesar de las religiones, el mundo no se moverá mucho; aunque merecería moverse mucho después de todo lo que ha hecho y de todo lo que no ha escuchado.

Yo vengo a traerles la esperanza, hijos Míos, de encontrar un camino de conversión y de redención. En este fin de tiempo, Mi verdadero milagro será la conversión de sus vidas. Porque, a lo largo de los siglos y de los tiempos, Yo ya he hecho muchos milagros en el mundo, que están registrados en sus libros terrestres.

Pero, ¿el mundo ha cambiado después de tantos milagros?, ¿dónde está el resultado de esa experiencia de Amor? 

En Kibeho no Me quisieron escuchar, ¿será que América del Sur Me escuchará?

Yo vengo a evitar grandes cosas en esta parte de América. Aquí debe nacer el espíritu de la Nueva Humanidad, ya estaba escrito en los libros de Salomón y en el Corazón de Mi Hijo Amado.

Yo vengo a anunciarles, en estos tiempos, el surgimiento de una Nueva Humanidad, viviendo una transición profunda, una purificación intensa, pero sin falta de la Misericordia de Dios. Es la Misericordia de Dios, hijos amados, que hoy Me ha traído hasta aquí, ante su presencia, y Me traerá muchos días más hasta que sus corazones sean receptáculos de Mi Mensaje Divino por la paz.

Cuando Yo haya alcanzado, hijos Míos, el resultado de una verdadera conversión en alguno de ustedes, Yo dejaré de aparecer, porque habré cumplido con la última parte de la promesa que hice ante Dios.

Que los soles, de varios puntos del universo, estén encendidos en el fuego de la oración y sean espejos en los tiempos de caos.

Yo necesito, hijos amados, que reflejen su simplicidad y amor por Dios. No necesito de sus destrezas, aunque son importantes para Mis Obras del fin de los tiempos. Yo vengo a hacer de sus vidas un modelo, un modelo tan similar al de Cristo, Mi Hijo.

Imaginen, hijos amados, cuando sus vidas, sus cuerpos y almas sean ese verdadero modelo, y Dios haya visto finalmente que Mi tarea, en este tiempo, se cumplió en esta parte de la humanidad.

Piensen en lo que Yo les digo. Estas ya son Mis últimas Palabras después de tantos Mensajes.

 

Hermana Lucía de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Vengo, en esta noche, a derrumbar cada una de las barreras que los separa de Dios.

Vengo a mostrarles un camino, que es el camino de la pérdida de sí; porque en este tiempo, hijos Míos, Yo los llevare a anunciar Mi Mensaje a los cuatro puntos de este mundo; Yo les pediré que pierdan el miedo de entregar hasta la vida para anunciar el Retorno de Mi Hijo; Yo  les pediré que entreguen cada espacio de sus consciencias para el cumplimiento de los Planes de Dios; que abarquen, en sus corazones, la grandeza y la perfección de este Plan y cuán pequeño es el mundo y todo lo que habita dentro de él. ¡Cuán poco sería perder todo lo que existe, ante la grandeza del Propósito de Dios!

Llegó el momento de que surjan los apóstoles de Mi Hijo, aquellos que en otros tiempos no temieron pronunciar Sus Palabras de Vida, que era movidos solo por la fe y por la esperanza de que este Corazón Crístico se encendiera en la mayor cantidad de almas posibles. Porque, en un tiempo pasado, sus almas sabían de la grandeza del Plan de Dios, sabían que un final de tiempo llegaría, sabían de la urgencia de preparar Su Camino, de preparar la salvación de las almas, para que, llegado el tiempo de la Justicia, tuvieran una oportunidad de redención. 

Hijos Míos, desde el principio de este proyecto humano, ustedes fueron convocados para ayudarme en la redención y en la salvación de este mundo, por medio de la propia salvación y de la propia redención; porque es solo siendo ejemplos vivos de la existencia de Dios que podrán convertir a las almas que viven a su alrededor.

Así, hijos Míos, de la misma forma como Mi Voz se pronuncia al mundo y muy pocos fueron capaces de escucharme, les pido que imiten Mis pasos y anuncien sin miedo Mis Palabras de Vida.

Aunque no crean en ustedes ni los escuchen, sepan sembrar en las almas una semilla de despertar; porque cuando ellas estén ante el último paso entre el abismo y la redención, emergerá la semilla de su interior, plantada por el amor de sus corazones a toda esta humanidad.

No se cansen de pronunciar Mis Palabras ni de anunciar el Retorno de Mi Hijo, porque un día se abrirán los Cielos, y desde las nubes descenderá el Rey del Universo, confirmándoles a los incrédulos la existencia del Reino de Dios, haciéndoles temer a aquellos que nunca escucharon Su Llamado.

Pero, para los que se arrepientan de corazón, la Misericordia vencerá a la Justicia,  porque el Señor del Universo tiene una Misericordia infinita y un profundo Amor por esta Creación de Dios. Donde haya un corazón arrepentido, ahí Su Misericordia se derramará.

Por eso, Mis amados, no se preocupen por la incredulidad de los seres, solo hagan su parte, cumplan su misión sin esperar ningún resultado; porque de esto se trata el camino crístico: la eterna donación de todo el ser, la entrega de la vida por el puro amor a Dios, a Su Plan, aun sabiendo que muy pocos podrán responder.

Una semilla siempre germinará en las consciencias y aunque muchos no tengan la oportunidad de ingresar en Mi Reino, podrán recomenzar desde un principio sano y, de esta forma, por lo menos sus esencias estarán resguardadas del mal.

Hoy, vengo, hijos Míos, a anunciar la existencia de Dios y a dejar esa certeza impresa en sus corazones, porque en Mis soldados no pueden existir dudas de Mi Presencia.

Disipen, de sus consciencias, las dudas en relación al Plan de Dios. Batallen contra sí mismos para confiar plenamente en Nuestras Palabras, Palabras de los Mensajeros Divinos, que son el eco del Señor del Universo para cada criatura de este planeta.

¡Vénzanse, hijos Míos!

¡Ríndanse ante el Altar del Creador!

Cuando el orgullo sea mayor que la fe, coloquen sus cabezas en el piso y clamen por un corazón humilde, simple y dispuesto a cumplir el Propósito Divino.

Clamen, todos los días, para que la Verdad Superior les sea revelada y la ignorancia de sus corazones sea disipada por la Gracia que es conocer al Universo, a la Realidad Superior, a la Vida que pulsa en el Corazón del Cosmos y que los invita a retornar al Origen Divino, donde todo es el cumplimiento de la Ley, donde todos escuchan la Voz de su Creador y la siguen incondicionalmente.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús transmite las Palabras de la Virgen María:

Deseo, como su Madre Celeste, retirar del naufragio a cuantos se ahogan en su propio mar de ilusiones. Por eso, las puertas de Aurora estarán abiertas en agosto, para que Yo derrame Mi última cura espiritual sobre las almas. Serán bienvenidos a esta, Mi Casa de Amor, para reencontrarse Conmigo, en un nuevo ciclo y por un nuevo fin.

Yo les agradezco por responder a Mi llamado.

Canten a Dios y agradezcan que Él Me haya permitido visitarlos en este día. Recuerden Mis Palabras, ellas deben ser imborrables en sus corazones, Palabras sagradas que prepararán al nuevo ser de la Nueva Humanidad.

Vayan en paz, Yo los bendigo bajo la señal luminosa de la Cruz, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 

Fray Elías del Sagrado Corazón de Jesús:

¡Gracias, Madre de Dios, por cuánto nos das!

MENSAJE DIARIO DE CRISTO JESÚS, TRANSMITIDO AL VIDENTE FRAY ELÍAS DEL SAGRADO CORAZÓN

Que hoy sus seres sean revestidos por el manto marrón de la humildad, al igual que Mi Sagrada Madre que hoy lo lleva en honra y alabanza al Dios del Amor.

Que en este día, consagrado a Nuestra Señora del Monte Carmelo, sus corazones se unan al poder y la fuerza del rayo de la humildad que brota incesantemente del Inmaculado Corazón.

Que hoy, como buenos hijos de Dios, sus vidas experimenten el ejercicio de la humildad para que puedan reconocer que Dios está en todas las cosas simples así como en lo reverente y en lo sagrado.

También vean el rayo de la humildad en los sacerdotes, los que día a día deben proclamar la Palabra de Vida, que siempre debe estar plena del carisma de la humildad y de la simplicidad en todo, porque esos son Mis verdaderos discípulos y apóstoles.

Permanezcan, día a día, buscando la humildad en sus plegarias y en sus tareas. Hagan todo en nombre de la sagrada humildad, para que sean agraciados por los Dones del Espíritu Santo, como una vez lo fue la Virgen María en el Cenáculo.

Un camino para que ingresen en la sagrada humildad es pedirle al Espíritu Santo que los envuelva con Su Divina Luz y les muestre cómo vivir en humildad, para que así vivan en el desapego de ustedes mismos.

Esta es Mi aspiración actual: que cada día que pasa sean verdaderos discípulos de la humildad para que desaparezcan de sus consciencias la competencia, la arrogancia y la vanidad.

Cuando asuman vivir en la humildad y por la Humildad de Dios, reconocerán los rostros que se esconden bajo sus velos. Les pido que no los enfrenten, sino que les den la orden de transformación y de trascendencia, porque así estarán en armonía.

Caminen por el mismo sendero de la Cruz que Yo caminé por ustedes y sientan la humildad como una tabla de salvación y como obediencia a las Leyes Mayores y a sus Superiores. 

Hoy les pido que todos los días antes de las tres de la tarde, relean el último mensaje que haya sido transmitido, porque en humildad comprenderán qué es lo que Yo les pido día a día.

Bajo el Amor del Padre, sean bienaventurados.

Gracias por vivir a través del espíritu de la humildad.

Cristo Jesús, el Humilde Pastor

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Asociación María
Fundada en diciembre de 2012, a pedido de la Virgen María, Asociación María, Madre de la Divina Concepción es una asociación religiosa, sin vínculos con ninguna religión institucionalizada, de carácter filosófico-espiritual, ecuménico, humanitario, benéfico, cultural, que ampara a todas las actividades indicadas a través de la instrucción transmitida por Cristo Jesús, la Virgen María y San José. Leer más

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